Más de la mitad de la población afirma no saber nada o casi nada sobre el cáncer de tiroides y un 77% desconoce que la terapia más utilizada
para este tumor tras la cirugía es la administración de yodo radioactivo (I-131). Estos son
algunos de los datos que se extraen del análisis
‘Percepción Social del Cáncer de Tiroides en España’, un estudio que se ha
puesto en marcha desde la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT) y
que ha sido presentado en el marco del II
Día Nacional del Cáncer de Tiroides, el día 28 de septiembre.
“La encuesta demuestra que
hay un alto porcentaje de personas que no conoce los tratamientos más
frecuentes o cuál es el especialista de referencia y tampoco saben dónde acudir
para informarse. El cáncer de tiroides es uno de los cánceres menos conocidos
porque, además, tiene unas características propias que le hacen único”,
explica Cristina Chamorro,
presidenta de AECAT. “Yo no sabía nada
del cáncer de tiroides ni conocía a nadie que lo hubiera tenido. En otros
tumores como mama o pulmón sí sabemos el protocolo que suele seguirse: cirugía,
quimioterapia… Nunca había oído hablar del yodo radioactivo”, afirma Cristina Andújar paciente de cáncer de
tiroides. De hecho, los resultados del análisis desvelan que el porcentaje de
personas que afirma no saber nada del cáncer de tiroides se sitúa en el 26%,
mientras que en el caso del cáncer de mama desciende al 8%. “Como pacientes sabemos lo complicado que es
superar los estereotipos del cáncer. No basta con que los médicos te den
información, también es importante contar con referentes, con el relato de
personas que han pasado por lo mismo que tú y que puedan orientarte”,
explica Cristina Chamorro.
Principales resultados
La
mayoría de las personas encuestadas, indica que la quimioterapia y la
radioterapia son los tratamientos principales en esta enfermedad tras la
cirugía. Sin embargo, solo el 23% de las
personas mencionó el yodo radioactivo era la terapia más utilizada en el cáncer
de tiroides después de la cirugía. Según el coordinador del Grupo de
Trabajo de Cáncer de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y
Nutrición (SEEN), el Dr. Juan Carlos
Galofré, “el excelente pronóstico de
este cáncer y su lento crecimiento hacen que los tratamientos sean muy
diferentes a los de la mayoría de los tumores. Como el cáncer de tiroides crece
muy lentamente, los fármacos citostáticos (la quimioterapia) no tienen apenas eficacia, ya que
atacan a las células que crecen rápidamente. El yodo radioactivo es un
tratamiento seguro y sus efectos adversos son mínimos”.
“Para mí, como paciente,
fue un alivio saber que no tenía que pasar por la quimioterapia y que tampoco
iría al oncólogo. Al principio me daba la sensación de que sin quimio ni
oncólogos, el cáncer ya no era para tanto, pero lo cierto es que la palabra
radioactividad implica muchas connotaciones negativas”, explica
Cristina Andújar. Según la presidenta de AECAT, una gran parte de las consultas
que llegan a la asociación se centran en la fase de preparación anterior al
tratamiento con radioyodo y en los síntomas que pueden notar en este periodo. “También les inquieta el aislamiento en la
habitación plomada que implica esta terapia, los efectos de la radioactividad y
las pautas de radioprotección necesarias cuando salen del hospital” explica
Cristina Chamorro.
Otro
de los aspectos que menos se conoce es el especialista de referencia en el
tratamiento y el seguimiento del cáncer de tiroides. Pese a que, para más de la
mitad de las personas encuestadas (54%) el oncólogo es el médico de referencia, en realidad, este papel lo ocupa un
endocrinólogo, dentro de un equipo
multidisciplinar en el que se integra el cirujano, el médico nuclear y el
oncólogo. “Tras la cirugía, los pacientes necesitan una pastilla de tiroxina, la
hormona tiroidea, para suplir la función de la glándula tiroides. El endocrinólogo
es el encargado de regular los niveles hormonales y realizar análisis para
comprobar si esa función está bien sustituida, al mismo tiempo que continúa con
los controles propios del seguimiento oncológico, coordinando el manejo con
otros especialistas, si el paciente lo requiere”, afirma el Dr. Galofré.
La
cirugía es el tratamiento principal
según el 51% de las personas que participaron en el estudio. En este caso, la
percepción de la mayoría es acertada. “La
cirugía es la primera y más importante línea terapéutica. Sus resultados, en
manos de un cirujano experto, son superiores al del tratamiento con radioyodo”,
afirma el Dr. Álvaro Larrad de
la Sección de Cirugía Endocrina de la Asociación Española de Cirugía (AEC). Además,
al igual que ocurre en el cáncer de mama, en el de tiroides también se aplica
la técnica del ganglio centinela. “Aunque no se conoce mucho a nivel social, se
viene utilizando desde hacer 12 años y aún se encuentra en vías de
investigación. El objetivo es descubrir aquellos casos que presentan afectación
ganglionar oculta y en los que se debería practicarse una linfanedectomía
terapéutica. De esta forma, evitaríamos extraer los ganglios de manera
profiláctica, como se hace hoy en día, con la consiguiente reducción de las
complicaciones”, explica el Dr. Larrad.
Entre
las complicaciones que puede tener la cirugía tiroidea se encuentran las
alteraciones en la voz e incluso parálisis definitivas del nervio recurrente
que impiden hablar con normalidad o que provocan cierta afonía. “En general suelen ser lesiones transitorias
y solo un pequeño porcentaje son definitivas. Los casos de disfonía suelen
recuperarse en el plazo de tres a seis meses con la ayuda de una correcta
foniatría. Muy pocas veces es necesario recurrir a la cirugía directa de la
cuerda paralizada”, explica el Dr. Larrad.
Diagnóstico precoz
El
cáncer de tiroides es el tumor endocrino más común y representa el 1% de todas
las neoplasias. Afecta con más frecuencia a la franja de edad que oscila entre
los 20 y los 40 años y se encuentra entre los cinco tumores más frecuentes en
personas de estas edades. “La incidencia ha aumentado mucho en las
últimas décadas. La explicación a
esta tendencia probablemente se deba a una mejoría en los instrumentos
diagnósticos, pero también pueden existir elementos genéticos o ambientales que
incrementen esta tendencia”, explica el Dr. Galofré. Gracias al diagnóstico
precoz, este aumento de casos se traduce en la detección de tumores de pequeño
tamaño con un excelente pronóstico que antes pasaban desapercibidos. “En el cáncer de tiroides la única prevención es el diagnóstico
precoz. Ante todo nódulo tiroideo sospechoso hay que llevar a cabo un
estudio citólogico mediante una punción. Solo el 5% de los nódulos son
malignos”, afirma el Dr. Galofré.
Novedades terapéuticas
La
cirugía y el yodo radiactivo tienen una eficacia muy alta en el tratamiento del
cáncer de tiroides. Sin embargo, en algunos casos las células tumorales no
responden a esta terapia y siguen creciendo y propagándose por el organismo.
Hasta ahora en los casos en los que el tumor no responde a yodo radioactivo,
los especialistas no contaban con ningún tratamiento eficaz. Sin embargo, en
los últimos años la investigación ha evolucionado hasta lograr los mayores avances de las últimas tres
décadas en estas situaciones. “Los
más esperanzador son los avances en el tratamiento. Para los pacientes en los
que el radioyodo no es eficaz se están desarrollando ensayos clínicos en los
que se observa que el tratamiento con inhibidores
de las tirosin kinasas es eficaz. También hay avances en el diagnóstico. La
incorporación de la medicina molecular y
los análisis genéticos a la citología supone que sepamos desde un principio
cual va a ser la agresividad del tumor recién diagnosticado. Esto nos permite
caracterizar mucho mejor qué pacientes necesitarán tratamientos agresivos y un
seguimiento más intenso.”, asegura el Dr. Galofré.
“Estamos en un momento de grandes progresos en cáncer de tiroides y,
por eso queremos que todos estos logros lleguen a la sociedad y a los
pacientes, y rompan el silencio que rodea al cáncer de tiroides”,
explica Cristina Chamorro.
Guarda un minuto contra el
silencio
“Al igual que por otras buenas causa se
guarda un minuto de silencio, nosotros queremos romper la falta de información
que la población tiene sobre el cáncer de tiroides pidiendo a los medios, a los
pacientes y a todos los que quieran apoyarnos que en este II día Nacional de
Cáncer de Tiroides se guarde un minuto
contra el silencio. Pedimos a todos que este día nos donen su voz para
hacer que la nuestra llegue aún mas lejos y facilitar el camino a nuevos
pacientes, explica Cristina Chamorro. Las voces de los actores Leticia Dolera y Unax Ugalde se han
sumado a esta causa protagonizando los dos nuevos spots de televisión. “Desde
AECAT queremos darles las gracias al igual que a Cristina y a Sergio, los dos
pacientes que han participado en los spots. Gracias a ellos nuestra voz llegará
más lejos y, poco a poco, conseguiremos normalizar el cáncer de tiroides”,
explica Cristina Chamorro.
Junto
a estas iniciativas y para celebrar el II Día Nacional del Cáncer de Tiroides,
la Joven Orquesta Sinfónica de Zamora
ofrecerá un concierto solidario el próximo sábado 28 de septiembre en el Centro
Cultural La Marina Caja-España/Duero de Zamora.
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