En un momento en el que la eficiencia del Sistema Nacional de Salud es primordial para su sostenibilidad, en pro de poder ofrecer una atención sanitaria de calidad, la profesionalización de los directivos y gestores sanitarios es más necesaria que nunca. “Conseguir resultados en rendimiento, productividad, calidad, costes, eficacia, eficiencia y competitividad -algo que sólo es posible obtener mediante una formación adecuada- son objetivos irrenunciables en la dirección y gestión sanitaria”, explicaJoaquín Estévez, presidente de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA).
Sin embargo, según el Informe Profesionalización de los Directivos de la Salud, realizado por SEDISA, siete de cada 10 directivos de la salud cree que la selección del directivo sanitario depende de su afinidad política en mayor medida que de su experiencia en gestión, gerencial y/ o clínica, y solo el 53% afirma haber dedicado tiempo a la formación en habilidades directivas durante el último año (siendo entre 0 y el 15% el tiempo dedicado a formación a lo largo de un año) y más del 44% hace más de cinco años que no se ha formado en esta área. En palabras de Mariano Guerrero, secretario general de la Junta Directiva de SEDISA y coordinador del Informe, los datos se complican aún más si se tiene en cuenta que “sólo el 17% de los directivos de la salud en España manifiesta tener autonomía en la toma de decisiones estratégicas”.
“El perfil de directivo debe establecerse como el de un profesional de la gestión y no como un cargo político, -explica el coordinador del Informe- con una selección basada en el explícito diseño del puesto de trabajo, estando sometido a una evaluación objetiva basada en resultados asistenciales, económicos, de participación profesional y de liderazgo social, dentro de un código de buena gestión directiva”.De hecho, despolitizar la gestión es un objetivo irrenunciable de SEDISA, ya que la efectividad de la gestión exige que el directivo sea un profesional al que se le plantee un programa de gestión y unos objetivos concretos, basado en el bien social y en unas normas claras gestión sanitaria que puedan ser evaluables. “Es fundamental que la transparencia sea un valor fundamental tanto en el nombramiento de los directivos como en el establecimiento de sus objetivos y plan de gestión, el desarrollo de su gestión y la monitorización de resultados e indicadores y la evaluación periódica del mismo”, explica el presidente de SEDISA.
Formación y experiencia necesarias
Respecto al perfil de los directivos en España, Mariano Guerrero afirma que “nos encontramos ante unos perfiles de directivos maduros, ya que el 68% de la muestra tiene más de 10 años de experiencia en gestión sanitaria, y solo el 15% tiene entre 1 y 5 años de experiencia”. Asimismo, los presupuestos dedicados a formación en habilidades presentan muchísima diversidad. Así, según la encuesta realizada a socios de SEDISA y reflejada en el Informe, existen centros en los que se invierte una cantidad importante en formación (150.000 euros) y otros en los que ni siquiera se aprovecha la subvención de la Fundación Tripartita. “Los mayores beneficiarios de la formación, por otra parte, suelen ser los mandos intermedios del equipo directivo”, añade Mariano Guerrero.
Ante esta situación, mostrada a través de las encuestas que se han llevado a cabo para la realización del Informe, SEDISA propone, en el apartado final del mismo, algunas recomendaciones para mejorar la Profesionalización de los Directivos de la Salud. Así, en relación con la Formación y Acreditación Académica, el Informe aconseja que la formación a recibir se base en la adquisición de conocimientos técnicos, habilidades directivas y actitudes que se sustenten en habilidades sociales, tolerancia y flexibilidad, así como de competencias tales como liderazgo, trabajo en equipo, integridad, ética, comunicación, dirección y desarrollo de personas, orientación a resultados y al cliente interno, entre otras.
Respecto a la experiencia, Mariano Guerrero hace hincapié en la necesidad de establecer tramos de experiencia, en razón a la complejidad de las instituciones sanitarias: “Se trataría de una acreditación laboral, que debe ser realizada por las organizaciones sanitarias, debidamente reconocidas en el Sistema Nacional de Salud, tras el ejercicio de un puesto de dirección”. Para esta acreditación el Informe establece, en este sentido, una clasificación de centros en tres niveles y, para cada nivel, una formación o itinerario profesional concretos.
Nivel
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Itinerario profesional
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Nivel 1: Tipología de Hospital Comarcal, con menos de 250 camas
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Titulación de Máster o equivalente: 60 créditos.
Obligación de obtener 5 créditos durante la estancia en este puesto de trabajo
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Nivel 2: Tipología de Hospital General Básico, con poca docencia y sin investigación
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Estancia previa durante un mínimo de 3 años
en hospitales de nivel 1
Realización de 5 créditos durante su estancia
en la dirección de hospitales de este nivel
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Nivel 3: Hospital Universitario de referencia y tercer nivel y con alto nivel de investigación
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Estancia previa durante un mínimo de 3 años
en hospitales de nivel 2
Realización de 5 créditos durante su estancia en la dirección de hospitales de este nivel
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En la misma línea, es fundamental que las Autoridades Sanitarias con competencias en la formación apoyen los proyectos de profesionalización de los directivos sanitarios, tanto en el establecimiento de una Carrera Profesional, como de un diccionario de competencias y habilidades que sirva de guía en este sentido. “En el seno del desarrollo de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias de 2003 y en el Foro Profesional del Sistema Nacional de Salud debe estudiarse la posibilidad de que la Gestión Sanitaria sea considerada como un área de Capacitación Profesional y que SEDISA ejerza el asesoramiento adecuado, a través de una comisión de acreditación en el seno de la Sociedad”, explica Joaquín Estévez, quien además afirma que “esto contribuirá a mejorar la estructura, organización y funcionamiento de nuestras instituciones y, por tanto, de los resultados económicos-asistenciales de la prestación de asistencia sanitaria”.
Ésta fue, de hecho, una de las propuestas que SEDISA realizó durante su comparecencia en la Subcomisión de Sanidad del Congreso de los Diputados el pasado mes de junio.
Retribución de los directivos de la salud
Teniendo en cuenta los resultados de las encuestas realizadas en el marco del Informe SEDISA Profesionalización de los Directivos de la Salud, existe en nuestro país una gran implantación de un sistema de retribución variable (62%) en el sector, ligada a la productividad y al nivel de desempeño de los profesionales. “Sin embargo, –añade Mariano Guerrero- existe una alta variabilidad y dispersión de los niveles retributivos, de forma que el 47% de los encuestados tiene un salario de entre 40.000 y 60.000 euros brutos anuales y el 21% sobrepasa los 80.000 euros brutos anuales”.
En cualquier caso, SEDISA propone fomentar la meritocracia, la diferenciación profesional, el pago de retribuciones variables por consecución de objetivos y la puesta en marcha de procedimientos ágiles de contratación de profesionales y de provisión de jefaturas.
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