| >> Los ojos son unos de los
  primeros órganos en mostrar los síntomas clínicos del envejecimiento >> El 80% de los españoles
  padece algún defecto visual, según el último ‘Estudio de la Visión en España’
  realizado por Clínica Baviera | 
| Los ojos son unos de los
  primeros órganos en mostrar los síntomas del envejecimiento debido a que el
  cristalino es una de sus partes que más pronto y rápido se deteriora ya que,
  a diferencia de la piel, sus células no se regeneran. Este deterioro aparece
  a partir de los 40 años, cuando la agudeza visual empieza a decrecer y cuando
  se produce una pérdida de elasticidad que merma la capacidad de enfocar a
  determinadas distancias. Con motivo del Día Mundial de la Visión, que se
  celebra el próximo 12 de octubre, los oftalmólogos de Clínica Baviera
  recuerdan la importancia de cuidar la salud visual para que el envejecimiento
  natural de los ojos afecte lo menos posible a la agudeza visual y a la visión
  cercana o lejana.  Según la
  Academia Americana de Oftalmología hay hasta 21 cambios que pueden producirse
  en la visión cuando una persona empieza a envejecer, siendo algunos de los
  primeros la dificultad para ver a distancias cercanas, el ojo seco, los
  problemas de visión nocturna o la sensibilidad a la luz. “También sucede que a partir de los 40
  empieza a decrecer nuestra agudeza visual, que es la capacidad que tenemos
  para percibir y diferenciar dos objetos separados por un ángulo determinado”,
  explica el doctor Javier Sanz, oftalmólogo de Clínica Baviera
  Madrid.  Una
  correcta agudeza visual está asociada con una mejor calidad de visión y con
  una mejor salud visual en general. “Está
  relacionada con nuestros ojos, pero también con el nervio óptico, responsable
  de llevar lo que vemos al cerebro para que este reconozca e interprete los
  objetos y las formas. Por lo tanto, una buena agudeza visual va a favorecer
  también una buena salud de nuestro cerebro y viceversa”, indica
  el doctor Sanz. Ante la aparición de enfermedades oculares como las
  cataratas, la degeneración macular asociada a la edad, la retinopatía
  diabética, la ambliopía u ojo vago y el glaucoma, se verá notablemente
  disminuida. “Sin embargo
  también puede verse afectada por problemas de fatiga visual o psíquica, la
  motivación o el aburrimiento”, expresa. La
  agudeza visual es cuantificable y medible y se expresa de forma numérica,
  cuanto mayor sea, mejor será la forma de ver y de percibir los objetos y
  formas que la persona tiene delante. Será normal cuando es igual a uno. “No debe confundirse con las dioptrías,
  si bien es cierto que los problemas refractivos como la miopía, la
  hipermetropía o es astigmatismo pueden ser causa de déficit de agudeza
  visual”, sostiene el doctor Sanz. Para medirla la persona debe
  situarse 3 m – 3,5m de distancia de la pantalla y mirar una imagen para
  responder a unas preguntas. “Para
  determinar si vemos bien de lejos, es clave el tamaño de aquello que estamos
  mirando, por eso utilizamos letras de distintos tamaños. Mientras que para la
  visión cercana tenemos en cuenta la distancia de 30 cm para determinar si
  vemos o no borroso, ya que normalmente no solemos tener un objeto a menos de
  esa distancia de nuestros ojos. Si a esa distancia no vemos bien es cuando
  tenemos un defecto visual a distancia cercana”. explica. La
  agudeza visual de lejos o de cerca determinará la visión de la persona
  dependiendo de la distancia. Problemas
  refractivos según la distancia El 80% de
  los españoles padece algún defecto visual, según el último ‘Estudio de la
  Visión en España’, realizado por Clínica Baviera. Entre los principales, que
  además pueden causar una baja agudeza visual, se encuentran los refractivos:
  la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo y la presbicia. En la franja más
  joven de edad el más común es la miopía y, a partir de los 45 años
  aproximadamente, la presbicia.  “Cada
  uno de ellos viene determinado por la distancia a la que vemos borroso. La
  miopía hace que la persona vea borrosos los objetos lejanos. La hipermetropía
  implica un defecto de enfoque visual que impide ver bien los objetos de
  cerca. El astigmatismo genera visión borrosa a cualquier distancia. Mientras
  que la presbicia dificulta la visión de cerca como consecuencia del
  envejecimiento natural del cristalino”, afirma el doctor Sanz.
  Todos estos defectos refractivos tienen solución mediante la corrección con
  gafas o lentillas, o mediante la cirugía. “De
  esta manera, podremos recuperar la agudeza visual perdida y tendremos una
  mayor capacidad para distinguir los objetos y sus formas”, añade.
  Según el mismo estudio, el 13% de los españoles declara haberse operado de
  algún problema visual, sobre todo por miopía, y las razones fundamentales
  para hacerlo han sido la mejora de la calidad de vida y la comodidad, y por
  cuestiones de salud. Cómo
  mejorar nuestra vista Existen
  una serie de ejercicios de enfoque, adaptación de distancias, parpadeo que
  pueden ayudar a mejorar la agudeza visual y a ejercitar la vista en
  diferentes distancias. “Nos
  ayudarán también a relajar y descansar los ojos de manera que podamos
  disminuir la fatiga visual y, por tanto, que nuestra agudeza visual no se vea
  afectada y provoque problemas en nuestra vida diaria, como, por ejemplo, al
  conducir, leer o trabajar”, comenta el doctor Sanz. Asimismo,
  existen otros factores que pueden favorecer a la salud visual como: el
  seguimiento de una alimentación equilibrada, rica en antioxidantes y
  vitaminas A, C y E; la práctica de ejercicio físico, la eliminación de
  hábitos tóxicos, protegerse del sol, tener un buen descanso, moderar la
  exposición al aire acondicionado y la calefacción, etc. Además de todo esto,
  es importante acudir a revisiones oftalmológicas para confirmar el estado de
  la salud visual y detectar posibles problemas. | 
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