|   Entre el 20% y el 50% de los pacientes
        que fallecen bajo
        la atención de profesionales sanitarios de las Unidades de Cuidados
        Paliativos en España precisa sedación paliativa,
        independientemente del lugar en dónde tenga lugar la atención
        (hospital, domicilio u otros centros), según se pondrá de manifiesto en
        el encuentro con el experto “Envejecimiento
        y Pluripatología: la mirada paliativa. Dificultad de toma de decisiones
        bajo incertidumbre pronóstica”, en el marco del 42º Congreso Nacional de la Sociedad Española
        de Medicina Interna (SEMI)-37º
        Congreso de la Sociedad Gallega de Medicina Interna (SOGAMI).   En dicha sesión, se
        abordarán aspectos clave en este ámbito como la limitación del esfuerzo
        terapéutico, así como la necesidad de realizar una planificación anticipada
        de los cuidados y de ir adecuando
        las medidas a la supervivencia presumible del paciente,
        así como todos los aspectos
        clínicos, sociales o espirituales a tener en cuenta al
        brindar este tipo de atención y el rol clave del médico internista en
        este campo como especialista con visión integral en el manejo del paciente frágil, complejo y/o
        pluripatológico. La mayor parte de estas sedaciones se
        realizan en las Unidades de Cuidados Paliativos de Hospitales de
        Agudos.   La sesión cuenta con la
        participación de la Dra.
        Cristina Vicente Martín, de la Unidad de Cuidados
        Paliativos del Servicio de Medicina Interna del Hospital Rey Juan
        Carlos de Móstoles (Madrid) y será moderada por la Dra. Susana Plaza,
        coordinadora del Grupo de Cuidados Paliativos de la Sociedad Española
        de Medicina Interna (SEMI) y jefa de Sección de Medicina Interna del
        Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés (Madrid) y Responsable
        de la Unidad de Cuidados Paliativos de dicho hospital.   En palabras de la Dra.
        Plaza: “los cuidados
        paliativos deben entenderse bajo un enfoque de atención integral al
        paciente desde el momento del diagnóstico de una enfermedad en la que
        no haya posibilidad de curación y con una visión actual, proactiva y
        rehabilitadora. El objetivo es el de alcanzar el mayor bienestar y
        calidad de vida posible para el paciente y su familia”.   Se trata de una atención
        que incluye tratamientos activos y complementarios del tratamiento de
        la enfermedad de base y  requiere conocimientos específicos que
        incluyen control del dolor, alivio de síntomas, cuidados específicos en
        distintas enfermedades, apoyo espiritual, habilidades de comunicación,
        ayuda social, actividades recreativas o fisioterapia. En mucho casos,
        según indica la Dra. Plaza, “la
        sedación paliativa puede ser el tratamiento final de estas
        enfermedades, cuando los síntomas que presentan los pacientes son
        refractarios a los tratamientos empleados y representan una gran carga
        de sufrimiento”.   La Dra. Vicente reitera
        que “entre 1% y 3%
        de los pacientes con enfermedades crónicas estarían en un estado
        avanzado de la enfermedad y complejidad clínica”. En el 2030, se
        espera que el número anual de muertes en el mundo aumente de 58 a 74
        millones, por causas relacionadas con fallo orgánico y fragilidad
        cognitiva y física como responsables de la mayor parte de este
        incremento. “Se
        sabe que estas enfermedades ocasionan una carga sintomática y
        empobrecimiento de la calidad de vida de forma similar a la de los
        pacientes oncológicos en fase final”, resume la Dra. Vicente.
        Sin embargo, “la extensión de los cuidados paliativos a estos procesos
        se ve dificultada por la incertidumbre pronóstica siendo frecuente, que
        sean tratados con una obstinación desproporcionada a sus posibilidades
        reales de mejoría, relegando el alivio de sus síntomas y su
        sufrimiento”. La estimación clínica de supervivencia junto con escalas
        pronósticas y los valores y deseos de cuidados de los enfermos son
        herramientas útiles para conocer dónde estamos y cómo actuar.   Perfil
        de paciente que más se puede beneficiar de los Cuidados Paliativo Los Cuidados Paliativos
        se entendieron en sus inicios para el manejo del final de vida de los pacientes oncológicos con
        gran carga sintomática (dolor, disnea, delirio, agonía...),
        pero “poco a poco se hizo evidente que muchos pacientes con patologías no oncológicas
        también tenían muy limitada su esperanza de vida y
        además presentaban síntomas con carga de sufrimiento a los que no se
        les daba la misma respuesta en cuanto a su control que a los pacientes
        con cáncer”, expone la Dra. Plaza.   Por tanto, se empezaron a
        desarrollar programas de Cuidados Paliativos a pacientes no oncológicos
        con Insuficiencia Renal Crónica, Insuficiencia  Cardiaca,
        Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica o Enfermedades degenerativas
        neurológicas (ELA, demencia), entre muchas otras. Todas estas patologías son manejadas
        habitualmente en los Servicios de Medicina Interna y,
        sobre todo en casos de enfermedad avanzada y al final de la vida, “es de la plena competencia del
        internista tener conocimientos en este tipo de cuidados”,
        indica la Dra. Plaza.   “La sedación paliativa se
        aplicaría como un tratamiento más en cualquiera de las patologías
        mencionadas anteriormente, cuando exista un síntoma refractario (que no
        puede ser adecuadamente controlado pese a los esfuerzos terapéuticos)
        con los tratamientos convencionales”.   La SEMI, junto a la
        Sociedad Portuguesa de Medicina Interna (SPMI), ha impulsado y
        elaborado una “Guía de Consenso de buenas prácticas en
        cuidados al final de la vida” con participación de 150 expertos y 37 recomendaciones
        en siete campos clave. Entre muchos aspectos, recoge:  pautas de
        actuación en los últimos
        días de vida del paciente y sobre el apoyo en el proceso de duelo
        de la familia   Pandemia
        COVID-19 y Atención Paliativa También durante la sesión
        se recordará que durante la pandemia, sobre todo en la primera oleada,
        la atención sanitaria prácticamente se volcó en la atención de los
        pacientes infectados. Los Centros de Salud estuvieron cerrados y los
        hospitales se dedicaron en más del 90% al COVID. “El resto de pacientes
        estaban desaparecidos, incluidos los pacientes con necesidades
        paliativas”, en relación al punto de inflexión que se produjo en la
        atención a estos pacientes.   En resumen, los “cuidados
        paliativos deben configurarse como un tratamiento activo desde el
        diagnóstico de una enfermedad incurable y aplicarse al paciente para
        cubrir sus necesidades tanto clínicas, sociales o espirituales y
        garantizarle una buena calidad de vida y de fin de vida”. | 
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