|  Con el objetivo de poner en la
                agenda pública e institucional la necesidad de mejorar el
                abordaje de la enfermedad renal crónica, se ha celebrado
                recientemente la primera edición del Foro de Best Practices
                en Salud sobre Enfermedad Renal Crónica (ERC), una
                iniciativa avalada y liderada por la Sociedad Española de
                Nefrología (S.E.N.) y la Federación Nacional de Asociaciones
                para la lucha contra las enfermedades del riñón (ALCER), con la
                colaboración de AstraZeneca.  Este foro
                busca actualizar y mejorar la atención de la patología, así
                como conseguir la implementación de planes que mejoren su
                diagnóstico precoz, imprescindible para mejorar las cifras de
                morbilidad y disminuir los costes tanto para el paciente como
                para el sistema sanitario. En este sentido, se han realizado cuatro talleres
                autonómicos de cocreación en regiones que destacan por ser más
                innovadoras o estar más avanzadas en el abordaje de la ERC, y
                uno posterior nacional. En estos talleres han participado tanto
                responsables de estrategias sobre ERC y cronicidad como
                asociaciones de pacientes, sociedades científicas, gobiernos y
                servicios regionales de salud, parlamentarios y representantes
                locales de la S.E.N. y la Fundación ALCER. La elevada
                prevalencia de esta patología, la morbimortalidad
                cardiovascular, la estrecha relación con la diabetes
                tipo 2 (DM2) -que es la principal causa de
                enfermedad renal avanzada,
                suponiendo aproximadamente el 25% de todos los
                pacientes que inician terapia renal sustitutiva a nivel mundial-,
                el infradiagnóstico y el bienestar de las personas
                afectadas son algunas de las cuestiones que desde diferentes
                sociedades científicas se esgrimen para justificar la necesidad
                de incluir la ERC en las Estrategias
                para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de
                Salud (SNS). Todo esto teniendo en cuenta que
                la ERC supone un coste social y económico muy elevado que requiere criterios coordinados entre los profesionales
                sanitarios que garanticen los mejores niveles de calidad en la
                prevención, diagnóstico y tratamiento. Fruto de todo ello, nació en febrero de 2015 el Documento Marco sobre
                Enfermedad Renal Crónica (ERC) dentro de la Estrategia de
                Abordaje de la Cronicidad en el SNS, que regula
                esta patología en el ámbito nacional. “Y aunque era buen
                documento de trabajo inicial, actualmente se encuentra
                desactualizado. En medicina los avances se producen de forma
                continua y, por tanto, consideramos oportuno revisar en profundidad
                dicho documento en base a las experiencias adquiridas desde
                entonces y buscando reflejar en él los cambios que en estos más
                de siete años se han producido en el ámbito de esta patología”,
                explica Daniel Gallego, presidente de la Fundación ALCER. “La
                Enfermedad Renal Crónica (ERC) se ha convertido en un grave
                problema de salud pública, con unas tasas de prevalencia e
                incidencia que siguen creciendo cada año en nuestro país3.
                Además, tiene un fuerte impacto en la calidad de vida de las
                personas que lo padecen y sus familiares, y más importante aún,
                conlleva una elevada mortalidad, que ha aumentado un 30% en la
                última década7. De hecho, la ERC es la segunda
                enfermedad cuya mortalidad y discapacidad más aumentó entre los
                años 2006 y 2016, tras el Alhzeimer. “A ello hay
                que añadir que según el último informe de la Organización
                Mundial de la Salud de los 55,4 millones de muertes que se
                produjeron en 2019 en el mundo, más de la mitad (el 55%) se
                deben a 10 patologías, entre las cuales se sitúa por primera
                vez la enfermedad renal8”, señala la Dra. Patricia de Sequera, presidenta de la
                Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.).    Recoger las mejores experiencias en el manejo de
                la ERC Aunque en el ámbito nacional la ERC está regulada
                en el marco de la
                Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el SNS,
                algo que también ocurre regionalmente con las estrategias
                autonómicas de cronicidad, algunas comunidades autónomas
                disponen además de planes específicos para esta patología,
                además de existir organizaciones de pacientes y sociedades
                científicas en el ámbito de las enfermedades renales. Todo esto
                ha terminado por generar un panorama complejo y muy diverso en
                función de los territorios.  “A través de este I Foro de Best Practices en
                Salud sobre la ERC esperamos poder dar voz a los expertos sobre
                esta materia para que nos ayude a extraer conclusiones e
                identificar aquellas prácticas que están logrando los mejores
                resultados. Todo ello con el objetivo final de poder establecer
                un documento de consenso con la participación de todos que nos
                ayude a mejorar la equidad en el tratamiento de esta patología”, explica
                Marta Moreno, directora de Asuntos Corporativos y Acceso al
                Mercado de AstraZeneca.   La Enfermedad Renal Crónica, una enfermedad
                silenciosa La
                Enfermedad Renal Crónica (ERC) es una afección grave y
                progresiva que consiste en una disminución de la función renal
                y que se caracteriza por ser una enfermedad silenciosa, ya que
                generalmente no presenta síntomas hasta que se encuentra en
                estadios muy avanzados. La ERC puede reducir de
                forma significativa la esperanza de vida a medida que la
                función renal va disminuyendo, porque aumenta el riesgo de
                sufrir eventos cardiovasculares, pudiendo
                evolucionar a su forma más grave, conocida como Enfermedad
                Renal Terminal en la que el daño renal y el deterioro de la
                función renal progresan hasta el punto de requerir diálisis o
                trasplante renal.  La ERC en España tiene una prevalencia de 15,1%,
                afecta a aproximadamente 47 millones de personas en la UE y a
                más de 850 millones de personas en todo el mundo.
                Se espera un incremento de estas cifras debido sobre todo al
                envejecimiento de la población, así como al aumento de la
                prevalencia de la hipertensión y la diabetes, sus principales
                factores de riesgo2. Además, acusa un elevado
                infradiagnóstico.                     1.                                                     
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