Las fiestas 
de Navidad, Año Nuevo y Reyes son una época en la que las personas que padecen un cuadro de insuficiencia 
venosa crónica superficial, y en concreto de varices de miembros inferiores, 
deben tener en cuenta una serie de factores que pueden predisponer a un aumento 
o agravación de sus síntomas.
Por este motivo, 
desde el Capítulo Español de Flebología y 
Linfología (CEFyL) de la 
SEACV (Sociedad Española de 
Angiología y Cirugía Vascular), la entidad científica médica que se ocupa de los 
problemas venosos y linfáticos en España, se han hecho una serie de 
recomendaciones de salud pública para ayudar a las personas con varices a 
cuidarlas de la mejor manera posible durante estas 
fiestas.
Tal y como ha explicado 
el presidente del CEFyL, el doctor Vicente Ibáñez, “los pacientes que tienen una masa corporal 
aumentada, con sobrepeso u obesidad, deben cuidar los alimentos ricos en grasas 
o dulces, dado que un aumento de su peso agravará los síntomas. Asimismo, se ha 
de tener cuidado con el consumo excesivo de embutidos, e igualmente de alimentos 
picantes o astringentes, que favorecen la congestión 
venosa”.
Alcohol y varices
De igual forma, “el consumo abundante 
de bebidas alcohólicas compromete la circulación sanguínea y el retorno venoso, 
provocando la dilatación de las venas y el aumento de la hinchazón y de la 
pesadez en los casos de las personas que sufren varices. Por ello, pueden ver 
agravados sus síntomas”.
El 
presidente del Capítulo Español de 
Flebología y Linfología ha recomendado a aquellas personas que sufren varices 
que “realicen paseos largos antes de cada comida copiosa, ya que de este modo, 
la bomba plantar se activa eficazmente. No hay que olvidar que en esta bomba 
plantar, los músculos de las piernas, al caminar, favorecen en su movimiento la 
compresión de las venas y, por lo tanto, el retorno venoso de la sangre, 
evitando su estancamiento en las varices”.
Una 
circunstancia, en este caso, climatológica, “puede ser también una aliada” a la 
hora de dar estos paseos. “Como es conocido, el frío es un potente 
vasoconstrictor, es decir, reduce la dilatación de venas y arterias. Por este 
motivo, el frío en las piernas al caminar puede también contribuir a un mejor y 
más eficaz retorno venoso durante el paseo”. 
Por el contrario, “los días fríos que 
compartimos, nos hacen refugiarnos en lugares calientes y en especial, junto a 
braseros, estufas, chimeneas, etcétera. El calor aumenta la vasodilatación y, al 
igual que lo dicho anteriormente, va a ser causa de incremento de las molestias 
en personas con varices. Así pues, la habitación debe estar caldeada pero las 
personas con varices deben alejarse de las fuentes excesivas de calor”, ha 
indicado el experto.
En cualquier 
caso, el presidente del CEFyL ha hecho hincapié en que el sedentarismo y “el 
refugio en casa” durante estas fechas “no favorece en absoluto el cuidado de las 
varices y puede dar lugar a un aumento de las molestias de éstas, como pueden 
ser el picor, la hinchazón, pesadez, hormigueo, ardor, 
etcétera”.
Por último, el doctor Vicente Ibáñez también ha desaconsejado el uso de 
tacones de gran altura, muy habituales en los cotillones de Año Nuevo. “Es más 
aconsejable llevar calzado con un tacón intermedio, de unos dos o tres 
centímetros”. 
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