El
cigarrillo electrónico está protagonizando un auténtico boom entre las personas
fumadoras que desean abandonar este hábito. Este producto se ha colado en el día
a día y, si hace años era un gran desconocido, hoy es un ‘artilugio’ más que
presente. Hay quien incluso apunta que el cigarrillo electrónico, más allá de su
uso como método de deshabituación tabáquica, se ha puesto ‘de moda’. ¿Pero se
conocen sus efectos?, ¿están regulados?, ¿es recomendable su uso?
Los expertos son claros y tajantes: se ignoran sus efectos a
largo plazo, ya que aún no existe evidencia científica al respecto; y, a corto
plazo, sus consecuencias se asemejan a las de un cigarro convencional
produciendo mayor dificultad para la entrada de aire, alteración de la mucosa e
inflamación de las vías respiratorias.
Éste será uno de los principales temas que se abordarán hoy
martes 28 de enero en el curso "Intervención en tabaquismo: productos de
exposición potencialmente reducida. El cigarrillo electrónico y otras
alternativas”, que se celebra a partir de las 17.00 horas en el Colegio de
Médicos de Málaga (Curtidores, 1).
El
responsable de la Unidad de Tabaquismo del hospital Regional de Málaga (Carlos
Haya) el neumólogo, Dr. Marcos García Rueda, explica que este incremento en el
consumo del cigarrillo electrónico se ha dado en España más tarde que en otros
países. “Existe un vacío legal en nuestro país y eso provoca que se esté
vendiendo sin control sanitario”, declara.
¿Pero
cuáles son los efectos a largo plazo? “La respuesta más honesta es que en el
momento actual se desconocen”, responde el especialista. Y es que estos cigarros
llevan nicotina y/o otras sustancias como esencias, vapores, mentoles, etc.
cuyos efectos al ser inhalados se desconocen al no estar regulados ni como
tabaco ni como productos sanitarios. “Se están realizando estudios, pero hoy por
hoy no existe aún evidencia científica de que sean seguros. Tampoco de que no lo
sean”, resalta.
“Hay
que tener en cuenta que con el consumo de un cigarro se produce una combustión y
con el electrónico se trata de una vaporización. En la vaporización se forman
menos compuestos tóxicos, bastantes menos, pero no está muy estudiado, porque
además habría que ver los componentes concretos que lleva ése cigarro
electrónico”, comenta el doctor. Además, “se podrían dar casos incluso de
intolerancia del cuerpo a esas sustancias o que provoquen inflamación afectando
al sistema inmune… aún no lo conocemos”, ahonda el Dr. García Rueda.
En
el curso se ahondará además en el resto de productos que se emplean como
alternativa al cigarrillo tradicional: utilidad, seguridad y capacidad de éstos
para lograr dejar de fumar desde un punto de vista de la evidencia científica en
el momento actual.
El
especialista distingue entre los tratamientos sobre los que existe evidencia
científica y que son seguros como parches, chicles, comprimidos, espray; de
otros que no están controlados y no lo son, como los dispositivos
suministradores de nicotina electrónicos (cigarrillos electrónicos).
Baste
un dato para tomar conciencia de la importancia de algunos productos o consumos.
“Una sesión de cachimba de tabaco puede equivaler a fumarse un paquete completo
de tabaco por las características específicas que implica”, subraya el doctor
García Rueda.
También
se realizará un recorrido por algunos productos que aún no se emplean en nuestro
país: tanto seguros y con evidencia científica (nuevos fármacos mejorados como
chicles con nicotina), como no controlados y de efectos desconocidos (perlas con
nicotina, dispositivos con agua mineral y nicotina o pajitas con esta sustancia
-al beber a través de esa pajita el cuerpo la recibe-).
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