Los más de 50.000 facultativos españoles que han estado representados este fin de semana en el XII Congreso de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), celebrado en La Coruña y en el se ha pedido insistentemente a los políticos que se unan para impedir la quiebra de la sanidad pública, han resuelto también impulsar que la figura histórica de la relación médico-paciente llegue a ser considerada por la UNESCO como Bien Material de la Humanidad.
“Los cambios acaecidos desde el último tercio del siglo XX, incluidos los tecnológicos, las modificaciones sociales, comunicativas y el respeto a la voluntad del enfermo, están modificando este ‘sagrado’ vínculo entre paciente y profesional”, comenta al respecto el padre de la iniciativa, que no es otro que el exsecretario general y actual presidente de honor de CESM, Patricio Martínez, quien añade acto seguido que “no se trata de algo formal o meramente abstracto, ya que está demostrado que la comunicación entre ambos actores es un elemento terapéutico e primer orden”.
Entre las principales perturbaciones de esa relación, Martínez destaca la derivada de la revolución informática, que ofrece indudables ventajas pero conlleva también efectos perversos, como “esa pantalla que a menudo media y separa a médico y paciente” o la despersonalización de los diagnósticos y tratamientos por video-conferencia.
Durante su intervención el XII Congreso del sindicato, este psiquiatra recordó e hizo suyo el criterio del bioeticista norteamericano Mark Siegler, para quien “hoy estamos en la era de la ‘medicina gestionada’, en donde los médicos y los paciente estamos subordinados a las decisiones de político-burócratas y gestores que gobiernan la sanidad pese a no haberse puesto la bata ni un solo día”.
Durante su intervención el XII Congreso del sindicato, este psiquiatra recordó e hizo suyo el criterio del bioeticista norteamericano Mark Siegler, para quien “hoy estamos en la era de la ‘medicina gestionada’, en donde los médicos y los paciente estamos subordinados a las decisiones de político-burócratas y gestores que gobiernan la sanidad pese a no haberse puesto la bata ni un solo día”.
De ‘enfermo’ a ‘cliente’
“De forma sutil -añada por su parte Martínez- el político-burócrata, los tecnócratas y los gestores administrativos, han ido modificando la denominación del sujeto enfermo, sin que los médicos nos percatáramos de la importancia de estas modificaciones tan sibilinas. Y así pasamos de ‘paciente’ a ‘enfermo’, de enfermo a ‘usuario’ y actualmente de usuario a ‘cliente’… De lo que se concluye que el cliente siempre tiene la razón. Por primera vez el médico propone y el enfermo dispone”.
Complicidad
La posición defendida por Martínez y refrendado por el sindicato es que “ha llegado la hora de buscar la complicidad de nuestros enfermos y defender el protagonismo del acto médico en el binomio inseparable de médico-paciente en el cual el médico aporta su conocimiento y el enfermo deposita en el médico y la Medicina su confianza, los auténticos protagonistas del acto médico”.
Para que la relación médico-paciente sea declarada Bien Inmaterial de la Humanidad, es condición necesaria que el Gobierno español se lo proponga así a la UNESCO.
La tarea no es por tanto sencilla. No obstante, Patricio Martínez ya parece tener el sí mayoritario de los médicos. Su sindicato, mayoritario en la sanidad española, le apoya, y también lo ha hecho ya la Organización Médica Colegial (OMC). Serafín Romero, vicepresidente de esta última entidad, que agrupa a todos los colegios médicos, ha dejado claro que “la relación médico-paciente es un bien intangible y también algo que sobrepasa las fronteras”.
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