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14 April 2025

Experta advierte del papel esencial de la Vitamina D en el desarrollo de los niños

 ·         La hipovitaminosis D o deficiencia de Vitamina D afecta a más de la mitad de la población mundial de todas las edades, siendo especialmente vulnerables los recién nacidos y sus madres1

 

·         La Asociación Española de Pediatría recomienda administrar un suplemento diario de 400 UI de vitamina D a todos los recién nacidos al menos durante su primer año de vida2

 

·         La administración exacta de esta vitamina previene la hipervitaminosis D3. Este exceso podría causar toxicidad como náuseas, vómitos, estreñimiento e incluso daños en los riñones, los tejidos blandos, los huesos, entre otros2

 

 

 La vitamina D es necesaria para numerosas funciones fisiológicas y procesos biológicos, como el crecimiento de los huesos. Es uno de los micronutrientes más importantes para la salud de las personas, especialmente durante los primeros años de vida. La leche materna contiene vitamina D, pero la cantidad que pasa de la madre al bebé puede ser insuficiente.  Por este motivo, los pediatras suelen recomendar su suplementación especialmente durante el primer año de vida de los bebés. En general, la deficiencia de vitamina D, hipovitaminosis D, se ha convertido en un importante problema que afecta a más de la mitad de la población mundial de todas las edades.

 

En España, a pesar de ser un país con muchos días de sol al año, diversos estudios han demostrado que existe un déficit generalizado de vitamina D entre la población, el cual afecta a las personas mayores, a mujeres embarazadas y especialmente a los niños. “Si bien es importante promover actividades al aire libre, está comprobado que la exposición solar a menudo no es suficiente. Pediatras y expertos en la materia deben recomendar una alimentación variada y rica en vitamina D desde edades muy tempranas, valorando la necesidad de incorporar suplementos”, explica la Dra. Ana I. Ortiz, gerente del área de Salud del Grupo Farmasierra.

 

La vitamina D es un nutriente esencial conocido por su importante papel en el crecimiento y la salud ósea del cuerpo humano, además de en otras funciones como la regulación del sueño. “Existen estudios1 que demuestran que la vitamina D está implicada en los diferentes mecanismos neuroquímicos que intervienen en la producción de melatonina, serotonina y dopamina y por lo tanto en la regulación de los ritmos circadianos y del sueño. Esto podría explicar la asociación entre la deficiencia de vitamina D y algunos trastornos del sueño que afectan a los niños, como la apnea obstructiva del sueño y el síndrome de piernas inquietas”, comenta la Dra. Ana I. Ortiz.

 

Hipovitaminosis vs. Hipervitaminosis: la importancia de una administración exacta

 

La vitamina D es esencial en los primeros años de vida, sobre todo en bebés con mayor riesgo de déficit, como los prematuros, los que se alimentan con leche materna sin suplementación, niños con poca exposición solar, con piel oscura con obesidad. Esta medida busca prevenir problemas como el raquitismo, alteraciones óseas o retrasos en el desarrollo motor.

“En los más pequeños, la vitamina D es fundamental. Su dieta suele ser limitada y su exposición al sol casi nula debido a la necesaria protección de su piel para evitar daños solares. Es por esto que la suplementación se ha convertido en una herramienta clave para prevenir la hipovitaminosis D, siempre y cuando se realice bajo supervisión pediátrica. Aunque la dosis general recomendada según la Asociación Española de Pediatría para bebés menores de un año es de 400 UI diarias, es importante considerar que cada niño es diferente”, explica la Dra. Ortiz.

En cuanto a la forma de administración, la presentación en solución oleosa con pipeta dosificadora asegura una absorción óptima y reducen el riesgo de sobredosis. “El exceso vitamínico, conocido como hipervitaminosis D3, tampoco es saludable y podría causar toxicidad como náuseas, vómitos, estreñimiento e incluso daños en los riñones, los tejidos blandos, los huesos, entre otros2. Este tipo de solución cuenta con una pipeta de dosificación para una administración exacta, segura y cómoda, evitando así el riesgo de sobredosificación de otros sistemas de administración”, finaliza la doctora.

  

15 June 2024

El déficit de vitamina D no es algo exclusivo de las zonas con poca luz solar

 

·     Diversos estudios han puesto de manifiesto que se podría estar subestimando la prevalencia de la hipovitaminosis D en climas soleados 

·     Existen una serie de factores que pueden afectar a esta síntesis de vitamina D (como el tiempo de exposición solar, la latitud y la franja horaria en la que se toma el sol, la superficie corporal expuesta o el uso de protectores solares, entre otros), también durante los meses más cálidos del año 

·     La suspensión de la suplementación con vitamina D una vez alcanzados los niveles óptimos podría conllevar consecuencias negativas, ya que, si no se corrige la causa del déficit, el paciente volverá a un estado de hipovitaminosis D. 


La llegada de los meses más cálidos del año, en los que predomina la incidencia de luz solar, se relaciona con una percepción generalizada de que la síntesis de vitamina D es mayor dado que pasamos más tiempo al aire libre y recibimos directamente la luz solar. Es cierto que, desde un punto de vista ­fisiológico, la síntesis cutánea por acción de la radiación solar ultravioleta B es la principal fuente de vitamina D (80–90‑%), obteniéndose el resto a través de la alimentación. Pero existen una serie de factores que pueden dificultar esta síntesis, también durante la época con más sol. Algunos de estos factores son: el tiempo de exposición solar, la latitud y la franja horaria a la que se toma el sol, la superficie corporal expuesta, el uso de protectores solares (necesarios para prevenir el daño en la piel y evitar riesgos como el de melanoma), el fototipo de la piel (a mayor pigmentación menor síntesis), la edad (a más edad, menor síntesis), la contaminación ambiente (la cual reduce esta síntesis) o las conductas evitativas (ante calor extremo y prevención del daño cutáneo)5. A ello se le une que la ingesta diaria promedio de vitamina D en la población general es a menudo insuficiente para mantener niveles óptimos de 25(OH)D (el metabolito que se emplea para medir, de la forma más exacta posible, cuánta vitamina D hay en el organismo).

Mejores valores de vitamina D en Europa central respecto a España

Cabe destacar que los niveles de vitamina D en España son similares (o incluso inferiores) a los de Europa central o Escandinavia, debido a que en estos países se suplementan alimentos de uso habitual con vitamina D. Diversos estudios han puesto de mani­fiesto que el déficit de vitamina D no es algo exclusivo de zonas con poca luz solar y que se podría estar subestimando la prevalencia de la hipovitaminosis D en climas soleados. 

Así, un estudio en el que se analizó la prevalencia de hipovitaminosis D en estudiantes de medicina de la universidad de Las Palmas de Gran Canaria determinó que casi dos de cada tres estudiantes tenían niveles bajos de 25-hidroxivitamina D1.

El efecto del uso de cremas solares, propio de esta época, sobre la síntesis cutánea de vitamina D es controvertido. En este sentido, la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM) recomienda8, en población caucásica, una exposición solar diaria de 15 minutos en cara y brazos entre los meses de marzo y octubre, con factor de protección entre 15 y 30, según la latitud y la intensidad de la radiación. En población anciana y en pacientes con osteoporosis la exposición solar diaria recomendada es de 30 minutos. A su vez, desde hace años, se han puesto en marcha políticas socio-sanitarias que buscan restringir la exposición solar, fomentando la fuente nutricional de vitamina D para prevenir el riesgo de daño cutáneo (ej. melanoma) asociado a la exposición solar.

La hipovitaminosis D podría condicionar el estado general de salud. En este sentido, la incidencia y gravedad de enfermedades cardiovasculares, neuropsiquiátricas, autoinmunes y problemas óseos y musculares podrían empeorar en situaciones de déficit de esta hormona.

“Son muchos los factores que dificultan la síntesis cutánea de esta vitamina, por lo que la llegada de los meses con más sol del año no supone una garantía de que la síntesis sea óptima”, explica el Dr. Esteban Jódar, jefe de servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y profesor de Endocrinología en la Universidad Europea de Madrid.

Vacaciones terapéuticas en la suplementación con vitamina D: ¿es necesario y adecuado?

Un ensayo clínico aleatorizado realizado en España ha puesto de manifiesto el efecto de la suspensión de calcifediol (tratamiento para el déficit de vitamina D) en mujeres posmenopáusicas con de­ficiencia de vitamina D6. El objetivo principal del estudio fue evaluar la e­ficacia y seguridad a largo plazo de calcifediol mensual 0,266 mg durante 12 meses, calcifediol mensual 0,266 mg durante 4 meses + placebo durante 8 meses o colecalciferol mensual 25.000 UI durante 12 meses.

Una vez alcanzados niveles óptimos de 25-hidroxivitamina D, tras la suspensión del tratamiento al mes 4, los niveles volvieron a caer dando lugar de nuevo a un estado de déficit. Los autores concluyeron por tanto que, al igual que se ha observado con colecalciferol, la interrupción del tratamiento con calcifediol conlleva que los niveles de 25(OH)D vuelvan a descender de forma abrupta hasta niveles previos al tratamiento, indicando la necesidad de mantener la suplementación una vez alcanzados los niveles óptimos. Esta observación coincide con la de la SEIOMM de suplementar de manera inde­finida a la población en riesgo de dé­ficit de vitamina D.

Para el Dr. Jódar: “en la práctica clínica es común que existan las vacaciones terapéuticas en la suplementación con vitamina D, no tanto promovidas por los pacientes sino por los especialistas. Esto no es recomendable ya que, como cualquier otra suplementación hormonal, la suspensión del tratamiento lleva a una caída de los niveles previos al tratamiento que, por lo tanto, son los de insuficiencia. La reducción de los niveles de 25(OH)D tras la suspensión de suplementación con vitamina D podría impedir los efectos bene­ficiosos de este sistema endocrino, tanto a nivel esquelético como extra esquelético. Los pacientes que tienen más riesgo al suspender el tratamiento son aquellos que tienen osteoporosis. Sabemos que, en esa situación, sobre todo cuando no hay mucha exposición solar o se hace con protección, las caídas de vitamina D son la causa evitable más común del fracaso del tratamiento para la osteoporosis. Probablemente, otros colectivos u otras especialidades como neurología se encuentren en una situación similar”.

 

04 September 2023

Normalizar los niveles de vitamina D mediante suplementación podría reducir el dolor, general o localizado, y mejorar la funcionalidad

 

 Cada vez existe una mayor evidencia sobre los efectos del sistema endocrino de la vitamina D (SEVD) en los pacientes con dolor crónico4. Si bien el SEVD es ampliamente conocido por desempeñar funciones fundamentales a nivel del metabolismo óseo, diversas investigaciones han reflejado el gran impacto negativo que la deficiencia de vitamina D podría tener en los pacientes con dolor crónico, por su acción en tejidos como el sistema nervioso central, el sistema endocrino, el sistema inmune, la producción de citoquinas antinflama­torias y la protección frente a enfermedades autoinmunes o inflamatorias, entre otros5.

En la actualidad, cerca del 26% de la población española sufre dolor crónico6. “Los efectos beneficiosos que ha demostrado la vitamina D a nivel del sistema nervioso central (SNC), junto con su potencial antinflamatorio, plantean su importante papel en el abordaje del dolor y esto es clave porque, al contrario que otras enfermedades crónicas, el dolor anula al individuo en todas sus facetas, al reducir al mínimo tanto su calidad de vida, como su vida social, laboral y familiar”, explica el Dr. Luis Miguel Torres Morera, jefe de Servicio de Anestesia-Reanimación y Tratamiento del Dolor, y director de Departamento de Cirugía en el Hospital Puerta del Mar de Cádiz, además de presidente de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR).

En el caso de la vitamina D, existe evidencia de su papel en la nocicepción (percepción consciente del dolor)1, en su posible beneficio en el control del dolor de diversa índole, así como sobre sus propiedades antinflamatorias, que pueden alterar la sensibilidad al dolor periférico7. Otros estudios reflejan que tanto presentar deficiencia de 25-hidroxivitamina D (marcador de referencia: vitamina D < 50 nmol/l) como el grado de dicha deficiencia guardan relación con el grado de sensibilidad al dolor8. Así, el uso de vitamina D en dolor crónico está avalado por recientes publicaciones donde se demuestra un descenso significativamente mayor del dolor en los grupos con suplementación de vitamina D frente a placebo, tanto en patologías con dolor generalizado no específico como en dolor localizado2.

Vitamina D y diferentes tipos de dolor

En palabras del presidente de SEMDOR: “Los efectos beneficiosos de la vitamina D se han visto en numerosos estudios y en diversos tipos de dolor, como dolor crónico generalizado, dolor de espalda, dolor por artritis reumatoide, dolor de cabeza, migraña, dolor por osteoartritis, otros tipos de dolores musculoesqueléticos o neuropatía diabética periférica, entre otros1. Podemos decir, por tanto, que en pacientes con deficiencia de vitamina D podría ser beneficioso normalizar sus niveles en sangre mediante la suplementación, siendo estos beneficios la reducción del dolor y la posible mejora funcional1”.

Trabajos recientes han mostrado una asociación entre el déficit de vitamina D y dolor de espalda con mayor correlación en mujeres jóvenes y en aquellos con niveles de deficiencia de vitamina D; además, el dolor de espalda era más severo y significativamente más probable en pacientes con deficiencia o concentraciones bajas de vitamina D y esta asociación fue especialmente clara en menores de 60 años9.

En fibromialgia, el mecanismo de acción de la vitamina D es uno de los más estudiados, y se sabe que las vías de dolor asociadas a los cambios corticales, inmunológicos, hormonales y neuronales en el dolor crónico están potencialmente influenciadas por los niveles de esta hormona3.

Existe también evidencia del posible rol de la vitamina D en otros tipos de dolor, sobre todo relacionado con patologías reumatológicas10. En el caso de la osteoartritis, existe abundante evidencia del beneficio de la vitamina D a nivel musculoesquelético, así como de la importancia de mantener unos niveles suficientes de 25-hidroxivitamina D en sangre por su efecto en la reducción del dolor y en la mejoría de la funcionalidad o de la reducción de progresión de la enfermedad10.

Diversos estudios y revisiones también establecen el posible beneficio de niveles óptimos de vitamina D en migraña y dolor de cabeza. Algunos estudios observacionales han establecido una relación inversa entre los niveles de vitamina D y los dolores de cabeza (tanto migraña como dolor de cabeza de tipo tensional)11. Finalmente, también existen evidencias del potencial beneficio de la vitamina D en pacientes con dolor crónico generalizado, que incluye una patología muy heterogénea y de difícil tratamiento12.

Considerando este posible beneficio de la vitamina D y su excelente margen de seguridad, se puede sugerir que la suplementación con vitamina D podría añadirse al tratamiento terapéutico estándar de dolor1”, concluye el Dr. Torres.

24 May 2022

Recientes estudios corroboran el impacto que tiene la vitamina D en pacientes con patologías óseas y extraóseas

 


 

Nuevos ensayos confirman la importancia de tener niveles adecuados de vitamina D tanto en personas enfermas que padecen distintas patologías, como en población sana. Esta es la principal conclusión de la tercera edición del Annual Review of Congresses (ARC) en Vitamina D, una iniciativa de Luzán 5 Health Consulting, avalada por la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM) y patrocinado por el Grupo Italfarmaco, en la que se dieron cita 325 especialistas.

El encuentro, celebrado el viernes 20 de mayo, se ha desarrollado en formato multisede. Así, se ha reunido al panel de expertos en Madrid y se ha conectado vía streaming con doce salas distribuidas por todo el territorio nacional, contando en cada una de ellas con un médico especialista que ha ejercido de moderador local.

Mediante este innovador formato, se ha hecho una revisión de las últimas novedades presentadas en los principales congresos internacionales relacionados con la vitamina D.  Para ello, se ha contado con la participación de expertos de renombre como D. Jesús Vázquez, director general de Asistencia Sanitaria y Aseguramiento y encargado de inaugurar la reunión, la Dra. Dawson- Hugues (Profesora de Medicina de la Universidad de Tufts, Boston) o el Dr. Manuel Sosa, (Hospital Universitario Insular de Gran Canaria) coordinador del encuentro.

“Esta tercera edición ha tenido una magnífica acogida, que viene a corroborar la importancia que tiene la vitamina D y su déficit en la población en general y en los enfermos en las distintas patologías en particular”, tal y como señala el Dr. Sosa.

Para analizar las novedades se han organizado cuatro bloques temáticos en los que se han revisado las posibles implicaciones de la hipovitaminosis D en las especialidades de traumatología, endocrinología, medicina interna y geriatría. El encuentro ha finalizado con una ponencia a cargo de la Dra. Dawson Hughes, referente a nivel mundial en el campo del metabolismo óseo.

La especialista estadounidense ha puesto de manifiesto la importancia que tiene la suplementación con calcio y vitamina D en combinación con otros tratamientos para la osteoporosis, ya que, según los estudios revisados durante este ARC, queda demostrado que este abordaje terapéutico reduce el riesgo de fractura.

“El colecalciferol también ha demostrado ser determinante en el proceso de consolidación de las fracturas, tal y como ha puesto sobre la mesa el Dr. Iñigo Etxebarria (Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Alto Deba, en Guipúzcoa), quien ha insistido en la necesidad de garantizar que el paciente tenga niveles adecuados de vitamina D para reducir la tasa de complicaciones y mejorar su recuperación”.

Por su parte, el Dr. Francisco José Tarazona (Servicio de Geriatría del Hospital Universitario de la Ribera, Alzira, en Valencia), ha revisado una selección de estudios en los que se describe la relación entre hipovitaminosis D y algunos síndromes geriátricos como el deterioro cognitivo, las caídas y la inmunosenescencia, por lo que ha insistido en la necesidad de poner en marcha nuevas investigaciones con el fin de intentar demostrar el beneficio de una terapia con Vitamina D en este colectivo.

En el bloque de endocrinología se ha consolidado la teoría que mantiene la existencia de una relación entre la hipovitaminosis D y determinadas enfermedades autoinmunes. Según el Dr. Guillermo Martínez (Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario 12 de Octubre, en Madrid) existe asociación aunque actualmente no hay evidencia científica suficiente que pruebe causalidad, No obstante, los ensayos revisados dejan la puerta abierta a esta posibilidad, por lo que sería necesario continuar apostando por esta línea de investigación.

Al frente de la mesa de Medicina Interna, el Dr. Óscar Torregrosa (Unidad de Metabolismo Óseo del Servicio de Medicina Interna del Hospital General Universitario de Elche, en Alicante) ha repasado estudios sobre COVID-19, en los que queda demostrado que los pacientes infectados por este coronavirus tienen una peor evolución cuando presentan niveles bajos de vitamina D, así como un mayor riesgo de mortalidad. Por este motivo, el especialista subrayó que la suplementación con vitamina D es fundamental para mejorar la respuesta inflamatoria de estos enfermos.

Álvaro Acebrón, director general de Grupo Italfarmaco en España, declara que “crece exponencialmente el número de estudios que investigan el papel de la Vitamina D en la salud. Por este motivo, en Italfarmaco impulsamos iniciativas que ayuden al médico a mantenerse al día con formatos como el ARC en Vitamina D, en el que se seleccionan y revisan las novedades presentadas en los diversos congresos internacionales y la literatura científica del año anterior de manera ágil y participativa”.

En la misma línea, Antonio Franco, CEO de Luzán 5 e impulsor de los ARC, destaca que “este modelo de congreso facilita un acceso rápido a las novedades presentadas en los congresos internacionales. De este modo, ponemos foco en las necesidades de los facultativos para que cuenten en su día a día con las herramientas necesarias para atender a sus pacientes”.

 

¿Qué es un ARC?

El ARC (Annual Review of Congresses and Scientific Literature) es un programa de actualización científica diseñado por Luzán 5 Health Consulting en 2009, basado en la celebración de jornadas de información, debate y opinión sobre las novedades presentadas en los diversos congresos internacionales y la literatura científica del año anterior en un área clínica específica.

 

02 August 2021

Nuestro cuerpo solo necesita 15 minutos de sol al día para sintetizar la vitamina D

 

En líneas generales, en España, exponiendo simplemente la piel de los antebrazos 10 minutos al día en verano y 20 en invierno es suficiente para que nuestro organismo sintetice la vitamina D, según la doctora Cristina García Millán, dermatóloga del Grupo de Dermatología Pedro Jaén de Madrid. “No se sostiene lo que muchas personas dicen, que toman el sol durante varias horas al día argumentando que nuestro organismo necesita el sol para gestionar la vitamina D”. 

 

La vitamina D es una hormona que tiene muchas funciones metabólicas. Ayuda al cuerpo a absorber el calcio para los huesos y dientes. Contribuye a la coordinación neuromuscular, a la funcionalidad cardiaca, a reforzar la respuesta inmune, innata y adquirida. Y a la salud de otros órganos. Es una vitamina que actúa como hormona a nivel endocrino y es importante que los niveles no sean bajos. Pero con los suplementos y una exposición solar limitada es suficiente.

 

Respecto a los mitos que afirman que la fotoprotección influye en la manera de sintetizar la vitamina D, según los estudios que manejan los expertos, “hoy por hoy los fotoprotectores no suponen ningún obstáculo a la síntesis de vitamina D, pero no aplicarlos sí supone problemas a futuro, como envejecimiento prematuro y cáncer de piel”. Añade la doctora que “nuestro cuerpo no tiene ningún problema para sintetizar la vitamina D, porque si tenemos en cuenta la cantidad de fotoprotector que empleamos, la frecuencia y las zonas que dejamos sin cubrir, simplemente con exponer una parte pequeña del cuerpo ya tendríamos la vitamina D necesaria para nuestro organismo. Es verdad que depende tanto de la época del año en la que nos encontremos, como del lugar donde vivamos”. Pero ahora existen unas aplicaciones para smartphone que “nos indican el tiempo de exposición para sintetizar vitamina D, en función de la localización, estación del año, hora e índice ultravioleta”.

 

Fotoprotectores

Según la doctora García Millán, “los fotoprotectores son todos iguales, en el sentido de que tienen un índice de protección standard, regulados oficialmente”. En Europa, el factor de protección solar se evalúa por el método COLIPA. Y todos los fotoprotectores que se vendan en Europa deben ser sometidos a este método. “Lo que sí difieren los fotoprotectores es en la textura. Y según nuestra piel es recomendable emplear uno u otro. Por ejemplo, en los niños es mejor utilizar formulaciones más resistentes al agua; en los adultos que tienen mucho vello es mejor utilizar uno en formato spray y en las personas que tienen piel atópica se debería emplear unos especiales para pieles sensibles”. 

 

Lo importante a la hora de elegir un fotoprotector adecuado es “tener en cuenta el lugar del planeta donde estamos, que el factor de protección solar no sea inferior a 30 y cuando estemos expuestos al sol lo apliquemos cada 2 horas”, según afirma la dermatóloga que estará presente en las 3ª Jornadas de Medicina Estética, que se celebran en septiembre en Sevilla, y donde hablará de Vitamina D y fotoprotección. 

  

AMMES

La Asociación de Médicos de Medicina Estética de Sevilla, presidida por la doctora  Mª Soledad Lagüéns Cobos, es una entidad sin ánimo de lucro, cuya finalidad primordial es la defensa de los intereses de los médicos que practican la medicina para incrementar el conocimiento de la Medicina Estética entre los profesionales de la Medicina; Elevar el nivel científico de la Medicina estética, junto con otras sociedades científicas y asociaciones con iguales fines; Velar para que la medicina Estética se practique en el contexto de un cuidadoso proceso científico. Y asesorar a aquellos colegiados interesados en este tipo de ejercicio profesional. 

 

30 July 2019

En verano no mejoran nuestros niveles de vitamina D




España es uno de los países europeos que cuenta con más horas de luz solar al año. En concreto, las regiones meridionales reciben más de 2.500 horas de sol, mientras que las regiones septentrionales reciben unas 1.500. Pese a la gran diferencia existente en las horas de luz solar de cada zona, no hay prácticamente diferencias entre los niveles de vitamina D de sus habitantes.

“La exposición a los rayos ultravioleta (UV) de la luz solar es necesaria para la síntesis de vitamina D. La acción de los UV es solo efectiva para sintetizar vitamina D entre mayo y octubre desde el paralelo 37° de latitud norte (más o menos Córdoba) hacia el norte, debido a la inclinación de la tierra durante estos meses. No obstante, existen distintos factores que dificultan su absorción, independientemente del sol que recibamos”, asegura el Dr. José Luis Neyro, especialista en Ginecología y Obstetricia.


La vitamina D, una hormona directamente relacionada con la luz del sol
Esta vitamina juega un papel fundamental en el metabolismo óseo y en la absorción del calcio. Los expertos recomiendan considerarla más una hormona que una vitamina ya que puede sintetizarse de manera endógena. La deficiencia de esta hormona se asocia con la osteoporosis y su consiguiente aumento del riesgo de fracturas. Pero los facultativos señalan que el diagnóstico y tratamiento de la deficiencia de vitamina D no solo es importante para la salud musculoesquelética, ya que, a nivel extraóseo, parece que puede interferir en la salud cardiovascular y en el sistema inmune, entre otros.

Cabe resaltar que la vitamina D obtenida a partir de la ingesta de alimentos que la contienen no es suficiente para alcanzar niveles óptimos. La principal fuente natural de esta vitamina para el organismo es la síntesis cutánea a través de la acción de los rayos UV que recibimos del sol. Sin embargo, esta síntesis puede verse perjudicada en la época estival, en contra de lo que se podría pensari.

La luz UV es responsable de efectos perjudiciales sobre la piel, incluyendo quemaduras solares, fotoenvejecimiento, hiperpigmentación y carcinogénesis. Es de alta importancia que, para evitar estos daños, todos los individuos, independientemente de su fototipo de piel, usen fotoprotección y apliquen las medidas preventivas recomendadas por un dermatólogo.

Por otra parte, el uso de protectores solares, principalmente los de mayor factor de protección (SPF), parece provocar una reducción significativa de la síntesis cutánea de vitamina D, llegando en ocasiones a producir estados de déficit de la misma. Ante esta situación, los facultativos anteponen la protección de la piel, ya que el déficit se puede contrarrestar con otras alternativas. En este sentido, los suplementos orales de vitamina D son una forma segura y bien tolerada para alcanzar los niveles adecuados de esta hormona.

“En relación a la vitamina D en los meses de verano, los especialistas no debemos confiar tanto en la luz solar que recibimos. Es necesario continuar con los controles analíticos habituales para conocer los niveles de esta hormona en cada paciente. De hecho, si ante un déficit de vitamina D el especialista ha recomendado suplementación, la dosis se debe mantener igual durante esta época del año, realizando los controles correspondientes”, explica el Dr. Neyro.





15 May 2019

Vitamina D, más una hormona que una vitamina


  Es muy común hablar de la vitamina D, pero se trata de un término compuesto por dos palabras y ninguna de las dos termina de ser correcta. Vitamina D, ni es una vitamina ni es tan solo una. No es una vitamina, sino una hormona, porque actúa en prácticamente todos los órganos y sistemas del organismo. Por otra parte, no es solo una, ya que se trata de varias sustancias complejas interconectadas.

Una vitamina es un producto que el organismo no consigue sintetizar y, por ello, debe ser ingerida. Sin embargo, una hormona, cualquiera y por muy compleja que sea, es sintetizada de manera natural por nuestro organismo. En concreto, la mal llamada vitamina D se fabrica en nuestro organismo gracias a la tarea combinada de la piel, el hígado y el riñón. Es por ello que los especialistas consideran que la vitamina D en realidad debería denominarse hormona D o complejo hormonal D.

“Estudios recientes le otorgan cada vez más peso a las funciones de la desconocida hormona D. Con el término vitamina D se cometió un error histórico a principios del siglo XX en Gales. En este escenario, los médicos se dieron cuenta de que los niños que trabajaban en la mina padecían raquitismo, enfermedad que asociaron a la carencia de alguna vitamina. Por ello, la nombraron vitamina D. En 1920, el científico alemán Adolf Windaus descubrió que en realidad se trataba de una hormona. Tiempo después recibió el premio Nobel por descubrir la estructura molecular de esta hormona”, explica el Dr. José Luis Neyro, especialista en Ginecología y Obstetricia.

Hormona D, no vitamina ya que cuenta con receptores en partes clave del organismo
La hormona D cuenta con receptores en distintos lugares de nuestro organismo, como los huesos, el páncreas, el sistema cardiovascular o el sistema inmune. Esta hormona juega un papel clave relacionado con la absorción intestinal del calcio o el mantenimiento de la homeostasis ósea y muscular a través de la modulación del metabolismo del calcio y el fósforo (funciones endocrinas). Además, la hormona D presenta funciones paracrinas y autocrinas, regulando la proliferación y la diferenciación celular.

En los últimos 20 años han surgido distintos estudios que establecen que el 3% del genoma humano está regulado directa o indirectamente por la hormona D. El déficit de esta hormona, cuya incidencia se estima entre el 37-50 % de la población sana, tiene un número considerable de repercusiones, de diverso alcance, sobre la salud.

Para ser funcional, la vitamina D precisa de una hidroxilación en el hígado, donde se convierte en 25-OH-D. Posteriormente, se produce una segunda hidroxilación en el riñón, convirtiéndose en 1,25-dihidroxi-vitamina D3 (1,25(OH)2D) o calcitriol, que es la biológicamente activa, con acciones fisiológicas en individuos de todas las edades.

El organismo reduce la capacidad de fabricar la hormona D con la edad
“Al igual que con otras hormonas, a partir de los 50 años decae lenta pero inexorablemente la capacidad de fabricar hormona D. Se ha afirmado incluso que las personas a partir de esta edad necesitarían unos 7,5 litros de leche o 22 huevos para tener la dosis necesaria cada día. El 50% de las personas mayores de 50 años, tanto hombres como mujeres, tienen déficit de la citada hormona. Este porcentaje va a en aumento a medida que la población envejece, llegando a un 87%”, asegura el Dr. Neyro.

Además de la edad, el factor ambiental juega un papel clave asociado al déficit de hormona D. Aunque España sea uno de los países que cuenta con más horas de sol de Europa, los niveles de vitamina D de los españoles están por debajo de los de otros europeos, como, por ejemplo, los escandinavos.

En palabras del Dr. Neyro, “debemos medir la vitamina D en cada uno de nuestros pacientes y suplementar cuando sea preciso. En otros países como los escandinavos, las autoridades sanitarias han optado por fortificar los alimentos lácteos con vitamina D y, de esta manera, su población cuenta con niveles adecuados de esta hormona. En las personas con déficit (sea severo o no) la suplementación mejora en gran medida los niveles físicos y metabólicos. El médico es el profesional sanitario que debe revisar los niveles de vitamina D de su paciente y adecuar el tratamiento en el caso que sea necesario”.



29 March 2019

Mantener unos niveles adecuados de vitamina D, clave para reducir la probabilidad de fracturas osteoporóticas




·           A nivel óseo, la vitamina D favorece la absorción intestinal del calcio en la dieta, siendo fundamental para tener una correcta salud ósea

·           Más de cuatro millones de mujeres y cerca de un millón de hombres en España padecen osteoporosis

·           A partir de la séptima década de vida, la prevalencia de la osteoporosis aumenta de forma considerable

·           Los expertos destacan la posibilidad de controlar esta enfermedad por medio de una adecuada concienciación social y con la implicación de las autoridades sanitarias


La osteoporosis es una enfermedad que afecta a más de cuatro millones de mujeres y en torno a un millón de hombres en España siendo, sin duda, una de las patologías más prevalentes, especialmente a partir de la séptima década de vida cuando su incidencia aumenta de forma considerable. Los factores de riesgo que provocan esta enfermedad pueden ser hereditarios o estar asociados a estilos de vida sedentarios y tóxicos, falta de sol, déficit de calcio y de vitamina D o a la posmenopausia, entre otras causas secundarias. Para debatir los aspectos relativos al metabolismo óseo y esta patología y abordar las últimas novedades en su tratamiento y diagnóstico, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) celebra en Madrid la XV Reunión de Osteoporosis el 29 de marzo, a la que asisten alrededor de 150 especialistas.

El coordinador del Grupo de Osteoporosis de la SEMI, el doctor Óscar Torregrosa, se muestra optimista ante la posibilidad de lograr el control de esta enfermedad “causante de mucha morbilidad y mortalidad y que consume un gran número de recursos sanitarios, por medio de una adecuada concienciación social y con la implicación de las autoridades sanitarias en ello”.

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13 March 2019

Constituido un nuevo grupo de expertos para atajar el déficit de vitamina D en España



 En los últimos meses se ha constituido el Grupo HD, un panel de expertos cuyo objetivo es impulsar y dinamizar estrategias de mejora en el manejo del déficit de vitamina D a través del sistema sanitario nacional. Este grupo está formado por profesionales de distintas especialidades (reumatología, dermatología, geriatría, endocrinología, gastroenterología, medicina interna, nefrología, ginecología, metabolismo óseo y mineral, y atención primaria) y niveles asistenciales.

El Grupo HD se encuentra actualmente en una fase inicial de trabajo, en la que, mediante un cuestionario Delphi, se analizarán los resultados validados por este conjunto de expertos para establecer un consenso profesional publicable en revistas científicas.

“Actualmente existen estudios que generan cierta controversia tanto en los beneficios óseos como extraóseos de la vitamina D. En este sentido, las discrepancias científicas existentes hacen necesario llegar a un consenso de expertos sobre los temas más controvertidos, con el objeto de sentar unas recomendaciones que puedan servir a todos los profesionales en el manejo de la vitamina D”, asegura el Dr. Francisco Javier Aguilar, responsable de la Unidad de Metabolismo Óseo del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga y coordinador del Grupo HD.

Vitamina D, o mejor, hormona D
En los últimos 20 años han surgido distintos estudios que establecen que el 3% del genoma humano está regulado directa o indirectamente por la vitamina D. El déficit de esta vitamina, cuya incidencia se estima entre el 37-50 % de la población sana, tiene un número considerable de repercusiones, de diverso alcance, sobre la salud.

“La frecuentemente conocida como vitamina D es, en realidad, una hormona. De ahí que los especialistas nos sintamos más cómodos denominándola hormona D. El papel más clásico de esta hormona es asegurar una adecuada absorción del calcio de la dieta para contribuir a un correcto estado de la salud ósea. Pero, además, hoy conocemos que la hormona D activa se comporta como un factor de transcripción que ayuda a regular centenares de genes que juegan un papel fundamental en la regularización de la diferenciación y proliferación celular, control de la presión arterial, glucemia o inmunidad”, explica el Dr. Esteban Jódar, jefe de servicio de Endocrinología del Hospital Quirón Salud de Madrid y coordinador del grupo HD.

Reducir el déficit de vitamina D, una solución coste-efectiva para el sistema sanitario español
En nuestro país, existe una deficiencia de vitamina D en todos los grupos de población, con tasas que oscilan desde el 30% en jóvenes hasta el 87% en ancianos. Aunque la exposición solar durante el año es abundante, se ha propuesto la falta de suplementación o fortificación de los alimentos como uno de los problemas principales. Asimismo, la contaminación, la oblicuidad de los rayos solares, el color de la piel y la utilización de protectores solares podrían dificultar la formación de vitamina D.

“Existen diferentes estudios que demuestran que el tratamiento de la deficiencia de vitamina D es coste-efectivo”, asegura el Dr. Aguilar. A lo que añade, “el déficit de vitamina D se asocia a una pérdida de masa ósea, presencia de osteoporosis y una mayor prevalencia de fracturas. En este sentido, las fracturas, especialmente las de cadera, suponen una carga económica muy importante para el sistema sanitario de un país”.

Adicionalmente, se han sugerido que niveles adecuados de vitamina D producen beneficios económicos en distintos tipos de cáncer, enfermedades cardiovasculares (ECV), diabetes mellitus (DM), infecciones bacterianas y víricas o enfermedades autoinmunes.

25 February 2019

Mantener niveles óptimos de vitamina D, clave para reducir el riesgo de fractura osteoporótica en la mujer


“El control de unos adecuados niveles plasmáticos de vitamina D se ha relacionado, en muchos estudios clínicos, con reducción significativa del riesgo de fractura osteoporótica en la mujer”. Esta es una de las principales conclusiones que la doctora Carmen Pingarrón Santofimia, jefe de Servicio de Ginecología y Oncoginecología del Hospital Quironsalud San José, ha expuesto a lo largo de su ponencia ‘Hormona D: importancia en la salud de la mujer’, en el marco de la XIX Edición de SAMEM, el Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer, celebrado en Madrid.

En algunos estudios, el riesgo de sufrir una fractura relacionada con osteoporosis para una mujer de 50 años en el tiempo que le resta de vida, se estima próximo al 50%. Tomar medidas que mejoren el estilo de vida, así como tratamientos precisos de forma individualizada, pueden disminuir aún más este riesgo. En este sentido, es importante mantener en la mujer niveles adecuados de 25-OH-D (entre 30 y 65 ng/ml), niveles que están directamente relacionados con la disminución del riesgo de fracturas. Estas influyen, en gran medida, en la calidad de vida y suponen un riesgo real de fallecimiento, ya que, en España, la mortalidad entre las mujeres que se fracturan la cadera oscila entre el 14% y el 36%.

Además, durante la menopausia, el déficit de vitamina D se asocia también con déficit de función muscular, lo que puede aumentar la tasa de caídas y fracturas. En mujeres postmenopáusicas la prevalencia de deficiencia de vitamina D es superior al 60%, alcanzando hasta el 84% si consideramos los niveles de insuficiencia.

A la hora de hablar de los tratamientos disponibles para paliar la insuficiencia de vitamina D en el organismo, surgen distintas opiniones en relación a la cantidad diaria que se debe administrar y en qué forma activa. “En general me parece muy eficaz el uso del calcifediol y su presentación en cápsulas blandas. De esta manera se aumenta la adherencia al tratamiento por su comodidad. Además, son fáciles de llevar y la posología está bastante bien establecida en función del grado de déficit”, subraya la jefe de Servicio de Ginecología y Oncoginecología del Hospital Quironsalud San José.

Organizada por el Centro Médico Instituto Palacios, SAMEM es una reunión científica multidisciplinar que se ha convertido en los últimos años en el foro científico de referencia sobre la salud de la mujer en España y que tiene el propósito de dar a conocer todas las novedades y actualizaciones que se produzcan en materia de diagnóstico, tratamiento y conceptos, al tiempo que pretende aunar los criterios de las diferentes sociedades científicas y analizar los protocolos en el campo de la salud femenina.

La importancia de la vitamina D en todas las etapas de la vida de la mujer
En palabras de la doctora Pingarrón, “existen numerosos estudios que demuestran la importancia de mantener niveles óptimos de vitamina D en todas las etapas de la vida de la mujer, desde la infancia y la adolescencia, pasando por la edad fértil, el embarazo y la menopausia”.

Según la especialista, en cada una de estas etapas, el déficit de vitamina D afecta de manera distinta. Durante la infancia, el déficit puede provocar raquitismo y osteomalacia; mientras que en la adolescencia se necesitan niveles adecuados para tener un correcto reparto de la grasa corporal y mantener niveles correctos de ferritina. Durante la edad fértil de la mujer, su déficit puede conllevar alteraciones metabólicas, como puede ser el síndrome de ovario poliquístico (SOP). En mujeres que se encuentran en procesos de fertilidad, sus niveles de vitamina D se relacionan con la calidad de los ovocitos y con la receptividad endometrial para la implantación. En el embarazo, el déficit en la madre se asocia con patologías como la diabetes gestacional, la preeclamsia o la anemia. En bebés neonatos se vincula a pesos más bajos al nacer y tallas más cortas, aunque se necesitan más estudios clínicos que avalen con mayor evidencia todas estas funciones en la mujer.

La vitamina D, no tanto una vitamina sino más bien una hormona
Está generalizado el uso del término “vitamina D”, cuando en realidad nos estamos refiriendo a una hormona. En este sentido, la Dra. Pingarrón, señala que “la vitamina D se considera, a día de hoy, una hormona, puesto que se han visto receptores no solo en el hueso, sino también en numerosos órganos como el páncreas, los riñones, el sistema cardiovascular y el sistema inmune, interviniendo en la transcripción de más de 200 genes”.

La vitamina D no es un componente esencial de la dieta, y es perfectamente posible, en la mayoría de los lugares, obtenerla a través de la exposición al sol, ya que se sintetiza en la piel por la influencia de los rayos ultravioleta solares. Pero, para ser funcional, precisa de una hidroxilación en el hígado, donde se convierte en 25-OH-D. Posteriormente, se produce otra hidroxilación en el riñón, convirtiéndose en 1,25-dihidroxi-vitamina D3 (1,25(OH)2D) o calcitriol, la verdadera hormona D, con acciones fisiológicas en los individuos de todas las edades.

El profesional sanitario, figura central para atajar la hipovitaminosis D
Aunque España es uno de los países con más horas de sol de toda Europa, los niveles plasmáticos  de vitamina D  de su población, son similares a los de Europa Central o Escandinavia. Concretamente, en nuestro país más de la mitad de la población general tiene déficit de vitamina D. Además, un 84% de la población joven y sana –en torno a los 26 años – tiene insuficiencia de vitamina D, cifra que alcanza al 87% en el caso de las personas mayores de 64 años. Es por ello que la figura del especialista es fundamental para tomar medidas que faciliten la reposición de los niveles plasmáticos de vitamina D.

En la actualidad, la determinación de vitamina D no está incluida de forma regular en los análisis de rutina entre los médicos de Atención Primaria, por lo que esta prueba generalmente solo se recomienda en determinadas situaciones de riesgo o patologías, como en insuficiencias renal o hepática, durante la administración de corticoides o en algunos tratamientos para el cáncer de mama.

“Los niveles plasmáticos de 25-OH-D están disminuidos, no solo en grupos de riesgo, sino en la gran mayoría de la población general, por lo que sería importante hacer determinaciones en sectores más amplios de la población. En este sentido, cada profesional tiene que adaptarse a las posibilidades del medio donde trabaja”, comenta la Dra. Pingarrón.

HIDROFEROL 0,266 mg, único tratamiento del déficit de vitamina D en cápsulas blandas
Hidroferol (Calcifediol, 25-hidroxicolecalciferol, 25-OH-D), de FAES FARMA, en su reciente y cómoda presentación en cápsulas blandas, es un eficaz tratamiento de prescripción que corrige la deficiencia de vitamina D. Cada cápsula de Hidroferol contiene 0,266 mg de calcifediol, equivalentes a 16.000 UI. Esta moderna presentación permite al especialista ajustar con precisión la posología (semanal, quincenal, mensual, etc.) dependiendo del nivel de deficiencia del paciente, de sus características físicas, de su edad y de su estado de salud general. 

En estudios clínicos diversos en los que valora la eficacia para normalizar los niveles plasmáticos de 25-OH-D en pacientes con déficit de vitamina D, calcifediol ha demostrado ser entre 3 y 6 veces más eficaz y potente que otros medicamentos que contienen colecalciferol.

Hidroferol es un medicamento de prescripción médica cubierto por el Sistema Nacional de Salud, que, además de la presentación en cápsulas blandas, tiene ampollas y solución oral.


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