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01 July 2015

Un bajo nivel sérico de vitamina D empeora el pronóstico del ictus isquémico

La vitamina D no solo favorece una buena salud ósea: cada vez hay más datos que indican que también puede proteger frente a las enfermedades cardiovasculares. El ictus isquémico es la tercera causa más frecuente de muerte en el mundo industrializado, responsable de cerca del 10 % de la mortalidad total. Presentamos resultados de nuevos ensayos que demuestran la importancia de un buen nivel vitamínico para mejorar el pronóstico de pacientes de accidentes cardiovasculares (ACV) 90 días después del episodio inicial.
Cada vez hay más datos que indican que la vitamina D afecta al sistema cardiovascular y protege frente a lesiones neurovasculares, incluido el ictus isquémico. Un reciente estudio de Turetsky et ál. (2) concluyó que un nivel bajo de vitamina D lleva asociado de forma independiente un mayor volumen de lesión tras un ictus isquémico.

En todo el mundo, cada año sufren un accidente cerebrovascular (ACV) 15 millones de personas, de las cuales un tercio fallece y otro padece una invalidez permanente. En los países desarrollados, una de cada diez muertes puede atribuirse a ACV (3). Los ACV causan el 19,9 % de todas las muertes en China (4). Los ictus isquémicos representan aproximadamente el 87 % de todos los ACV.

Los ictus isquémicos se producen cuando un coágulo de sangre bloquea una arteria que va al cerebro. Como resultado, las células y los tejidos cerebrales mueren en cuestión de minutos por falta de oxígeno y nutrientes, que normalmente llegan al cerebro a través de la sangre. Los síntomas habituales de ictus isquémico incluyen pérdida de coordinación, entumecimiento repentino, confusión súbita, pérdida de visión, mareo y cefalea fuerte.

Para evaluar el alcance de la lesión cerebral isquémica tras un ictus suele utilizarse el volumen del infarto, los tejidos permanentemente dañados que rodean el coágulo.

Turetsky et ál. (2) examinaron los datos de 96 pacientes de ictus isquémico para determinar si el nivel de vitamina D era un indicador independiente del volumen del infarto y del pronóstico a 90 días. Concluyeron que un nivel sérico elevado de 25(OH)D tiene una relación significativa con un menor volumen del infarto (p < 0,05). También se observó una relación entre el bajo nivel sérico y el pronóstico a 90 días. El riesgo de un peor pronóstico se duplicó con cada reducción de 10 ng/ml en el nivel de vitamina D. El estudio demuestra que un bajo nivel de vitamina D puede ayudar a identificar a los pacientes de ACV con riesgo de un mal pronóstico.

**Publicado en Boletín Informativo Nutrifacts 

03 January 2015

Una dieta mediterránea podría prolongar la vida

Según revela un nuevo estudio realizado en EE. UU., seguir una dieta mediterránearica en nutrientes se asocia a una mayor longitud de los telómeros, lo que significaría un potencial favorecimiento de la salud y la longevidad.
En el estudio observacional en el que participaron 4676 mujeres sanas de mediana edad y de edad avanzada, se calculó la ingesta de nutrientes con base en cuestionarios de frecuencia de consumo de alimentos y se determinó la longitud relativa de los telómeros en leucocitos de sangre periférica (1). Los resultados del estudio mostraron que en las participantes que presentaban una alta ingesta de hortalizas, frutas, nueces, legumbres y granos ricos en vitaminascarotenoides y minerales, así como de aceite de oliva y pescado, ricos en ácidos grasos poliinsaturados, la longitud de los telómeros era mayor –calculada después de realizar un ajuste para los potenciales factores de confusión (p. ej. índice de masa corporal, hábito de fumar, actividad física e ingesta de calorías).

Los investigadores señalaron que los micronutrientes contenidos en las frutas, hortalizas y nueces, todos componentes clave de la dieta mediterránea, tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias bien conocidas, lo cual puede influenciar positivamente la longitud de los telómeros. Se ha demostrado que el desgaste del telómero es acelerado por el estrés oxidativo y los procesos inflamatorios, y se considera que la longitud del telómero es un marcador de envejecimiento. Así, una menor longitud telomérica está relacionada con una menor expectativa de vida y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicasasociadas a la edad. La variabilidad en la longitud del telómero podría ser explicada parcialmente por los hábitos de estilo de vida, incluyendo los hábitos alimentarios.

**Publicado en NUTRIFACTS( Boletín de Enero) 

01 October 2010

Las madres con poliformismos genéticos asociados al folato podrían tener un mayor riesgo de daño fetal


Según un nuevo estudio realizado en EE. UU., las variantes en los genes relacionados con la vitamina B9 podrían aumentar el riesgo de que el feto sufra cardiopatía congénita si el estilo de vida de la madre presenta factores que alteran el metabolismo del folato.
El estudio analizó muestras de ADN de 572 mujeres cuyos fetos estaban afectados por cardiopatía congénita (CHD) y de 363 mujeres del grupo de control en busca de variantes específicas en los genes que codifican las enzimas implicadas en el metabolismo de la vitamina B9 (folato) (1). Al mismo tiempo, se obtuvo información relacionada con los hábitos de vida maternos por medio de entrevistas estandarizadas. Los resultados mostraron que las variantes genéticas (‘poliformismos de un solo nucleótido’, SNPs) aumentaron el riesgo de cardiopatía congénita en los fetos de las mujeres que consumen tabaco, alcohol o padecen sobrepeso.

Las mujeres obesas portadoras de un poliformismo en el gen de la ‘metilentetrahidrofolato reductasa’, que en otros estudios se ha asociado con un ligero aumento del riesgo de defectos del tubo neural, presentaron 4,6 veces más probabilidades de ver afectado su embarazo en comparación con las mujeres de peso normal portadoras de otro genotipo. Por otro lado, las mujeres obesas portadoras de variaciones genéticas de la ‘betaína-homocisteína metiltransferasa’, que se ha asociado con el riesgo de labio leporino y paladar hendido en el bebé, presentaron 1,8 veces más probabilidades de tener un embarazo afectado por cardiopatías congénitas que las mujeres de peso normal portadoras de un genotipo normal. Entre las mujeres fumadoras, aquéllas que portaban un poliformismo en la ‘transcobalamina II’ unida a la vitamina B12, ambos factores de riesgo independientes para los defectos del tubo neural, presentaron 1,8 veces más probabilidades de tener un bebé afectado de cardiopatía congénita que las mujeres fumadoras con un genotipo normal. En el caso de las mujeres con este poliformismo que bebían alcohol, el riesgo fue 1,7 veces mayor.

Los investigadores han señalado que, pese a la sólida evidencia de que la ingesta de folato al principio del embarazo reduce sustancialmente los riesgos de ciertos defectos congénitos, aún no se han aclarado los mecanismos que los provocan. Varios estudios han intentado determinar los mecanismos genéticos responsables de los efectos preventivos del ácido fólico con resultados dispares. Por su parte, los resultados del presente estudio indican que los poliformismos en los genes relacionados con el folato incrementan el riesgo de cardiopatías congénitas en bebés cuyas madres presentan factores en su estilo de vida que alteran el metabolismo del folato. Por otro lado, el papel preventivo del folato podría obtenerse a través de otros mecanismos biológicos como la metilación de los genes no relacionados con el folato que participan en el cierre del tubo neural o en el desarrollo del corazón.

1. Hobbs C. A. et al. Maternal folate-related gene environment interactions and congenital heart defects. Obstet Gynecol. 2010; 116:316–322.


**Publicado en el Boletín "Nutri-Facts" de octubre

01 September 2010

Insuficiencia de micronutrientes: grupos de riesgo


Numerosos estudios de consumo realizados a escala nacional concluyen que en los países industrializados (en términos medios estadísticos) no existe deficiencia de vitaminas. Si nos alimentáramos de una forma equilibrada y siguiéramos las recomendaciones de las sociedades de nutrición (como, por ejemplo, comer cinco porciones de fruta y verdura al día), las necesidades de vitaminas estarían cubiertas. Los expertos en nutrición admiten que existen grandes variaciones en sus estudios sobre la ingesta de vitaminas en la población, y no todas las personas alcanzan en realidad los valores de referencia deseados. En cada grupo de edad se identifican grupos de riesgo con una alimentación incorrecta y un consumo insuficiente de micronutrientes.

La expresión de la insuficiencia de micronutrientes puede ir desde a una (grave) “carencia“ que da lugar generalmente a síntomas clínicos manifiestos, hasta una “insuficiencia“ (leve), cuyos efectos en la salud no se dejan ver inmediatamente. Sin embargo, esta insuficiencia; es decir, el hecho de no obtener el aporte recomendado, favorece a largo plazo el desarrollo de afecciones crónicas como las enfermedades cardiovasculares o el cáncer. Hasta la fecha no está claro cuáles son las cantidades “óptimas” de micronutrientes y a partir de cuándo se puede hablar de un aporte “no óptimo“. A esto hay que añadir que las necesidades reales de nutrientes varían de una persona a otra y se ven influidas por factores como la edad, el sexo, el estado de salud, los hábitos de vida y la predisposición genética.

---Bebés
Durante los cuatro primeros meses de vida, los bebés se alimentan por medio de la leche materna o con fórmulas de leche para lactantes. La composición de estas fórmulas satisface la necesidad de nutrientes de un bebé normal. Entre los problemas que se plantean en esta etapa de la vida está el suministro de las vitaminas D y K, ya que no están presentes en cantidades suficientes en ninguno de los dos tipos de alimentación.

De ahí que durante el primer año de vida se suplemente vitamina D como profilaxis general del raquitismo. Las dietas veganas sin una ingesta adecuada de leche y productos lácteos, la falta de exposición al sol y la desatención de la profilaxis con vitamina D son las causas actuales de la reaparición del raquitismo. Por su parte, a fin de prevenir hemorragias causadas por la deficiencia de vitamina K en los recién nacidos, se recomienda la administración profiláctica de vitamina K el primer y el quinto día de vida y también en las semanas 4-6. A partir del cuarto mes, la leche materna no basta para cubrir las necesidades de hierro y vitamina C del bebé, por lo que se va introduciendo gradualmente la alimentación complementaria.


---Niños y jóvenes
La insuficiencia de micronutrientes resulta especialmente problemática en los niños y los jóvenes, dado que una carencia de los mismos puede afectar negativamente al desarrollo de sus capacidades físicas y mentales. En el caso de los niños, estos se ven amenazados por una insuficiencia cuando comen poca o nada de fruta y verdura, apenas consumen carne, leche y productos lácteos o, en general, comen poco. Los estudios nacionales de consumo han revelado que los niños de un año, los niños pequeños y los escolares, por ejemplo, consumen sólo aproximadamente la mitad de la cantidad recomendada de verduras. Las enfermedades crónicas, así como el hecho de sufrir varias enfermedades infecciosas graves seguidas con las consiguientes pérdidas de peso, representan asimismo un riesgo.

Por su parte, los jóvenes tienen una mayor necesidad de nutrientes debido al fuerte crecimiento que se da en esta etapa de la vida. Además, no son pocos los que se ven enfrentados al ideal de belleza que impone nuestra sociedad. Los problemas de alimentación pueden surgir cuando se sigue una dieta baja en calorías durante un tiempo prolongado, ya sea porque existen problemas de peso reales o se perciban como tales. Tanto niños como jóvenes padecen un mayor riesgo de insuficiencia de vitaminas B (especialmente la vitamina B9), de vitamina C y D y de calcio, magnesio y hierro.


--Adultos
También entre los adultos es posible identificar grupos de riesgo que presentan un consumo inadecuado de nutrientes. Uno de estos grupos lo conforman las personas que ingieren pocos alimentos tras haber hecho repetidas dietas de reducción. Con un consumo energético medio de entre 1000 y 1500 kcal al día, es casi imposible que un adulto reciba un aporte suficiente de todos los micronutrientes.

Asimismo, el consumo regular de tabaco aumenta la necesidad de micronutrientes antioxidantes como la vitamina C y los carotenoides. Al mismo tiempo, los fumadores en general comen menos frutas y verduras y beben menos zumos de frutas que contienen vitaminas. Pese a todo, esta relación no debe llevar a la conclusión de que aumentando la ingesta de vitaminas se pueden compensar los daños provocados por el tabaco en la salud. Una prevención eficaz sólo se logra dejando de fumar.

El consumo regular y elevado de alcohol disminuye la absorción de vitaminas B y aumenta su excreción por los riñones, por lo que el cuerpo va perdiendo paulatinamente estas vitaminas. Esto también afecta al suministro de vitamina D (y calcio), razón por la cual entre los alcohólicos se observa una mayor incidencia de fracturas. En el caso de que existan lesiones hepáticas graves, la absorción deficiente de vitamina K puede dar origen a problemas de coagulación sanguínea.

Las personas solteras –sobre todo, los hombres– que no consumen frutas y verduras frescas regularmente, suelen presentar un aporte insuficiente de vitamina C, vitamina B9 y carotenoides. De igual forma, las personas que rara vez toman una comida caliente padecen principalmente insuficiencia de vitaminas B, vitamina C y vitamina E.

---Mujeres embarazadas y lactantes
El requerimiento de vitaminas es más elevado en general durante el embarazo y la lactancia. Especialmente en la segunda mitad del embarazo, la madre transmite al feto importantes cantidades de nutrientes. No obstante, también existen problemas con el aporte de vitamina B9 (folato), vitamina A, vitamina D, calcio, hierro y yodo.

Como demuestran los estudios clínicos, el riesgo de defectos del tubo neural y otras complicaciones del embarazo pueden reducirse significativamente mediante la suplementación de vitamina B9 (ácido fólico). Esta suplementación debería comenzar cuatro semanas antes de la concepción y mantenerse durante los primeros tres meses de embarazo. En el caso de embarazos múltiples o muy seguidos, a menudo sólo es posible evitar que se agoten completamente las reservas de vitaminas sustituyendo la vitamina en cuestión.

Sobre todo durante el embarazo y el periodo de lactancia, la vitamina A desempeña un papel importante para el desarrollo del feto y del recién nacido. Esta vitamina contribuye de manera crucial al crecimiento y diferenciación de una serie de células y tejidos, como es el caso de los pulmones. Si bien las sociedades nacionales de nutrición recomiendan una ingesta más elevada en mujeres embarazadas y lactantes, se aconseja evitar el consumo de hígado rico en vitamina A y otros alimentos que contengan hígado. De ahí que una ingesta adecuada de betacaroteno, como fuente esencial y segura de vitamina A, sea de gran importancia.

Extensos estudios llevados a cabo a nivel nacional señalan una deficiencia de vitamina D en hasta un 70% de las embarazadas. El consumo adecuado de vitamina D y calcio no sólo es importante para la salud ósea de la madre y el hijo, sino que además puede disminuir el riesgo de complicaciones en el parto, especialmente los nacimientos prematuros y las infecciones.

Es casi inevitable que las mujeres sufran una carencia de hierro durante el embarazo. Teniendo en cuenta que el volumen sanguíneo aumenta entre un 25 y un 40 por ciento en este tiempo, y el feto produce también células sanguíneas, la necesidad de hierro es mayor. Para prevenir la anemia, se recomienda la suplementación con hierro. La anemia por deficiencia de hierro incrementa el riesgo de un alumbramiento prematuro, de bebés con bajo peso al nacer y de una anemia en el recién nacido.

Durante el embarazo y lactancia es asimismo muy importante recibir un aporte adecuado de yodo. El hipotiroidismo debido a la deficiencia de yodo no sólo pone en peligro la salud de la madre (por ejemplo, el bocio), sino que también implica un riesgo para la madurez física y mental del niño.


---Personas mayores
Las personas mayores, en general, ingieren menos alimentos y nutrientes, lo cual puede atribuirse a un menor requerimiento energético, a la pérdida de apetito y a problemas a la hora de masticar y tragar. Los trastornos del tracto gastrointestinal, los problemas de absorción y los medicamentos son también factores importantes que pueden afectar negativamente al suministro de nutrientes.

Dado que con la edad disminuye la capacidad de sintetizar vitamina D en la piel tras la exposición a los rayos UV y que muchas personas mayores pasan mucho tiempo en casa, el suministro adecuado de vitamina D en este grupo merece una atención especial. Una ingesta suficiente de calcio, vitamina D y, posiblemente, vitamina K es capaz de retrasar la aparición de la osteoporosis y de frenar su progresión. La osteoporosis es uno de los problemas más graves que padecen las mujeres después de la menopausia. Los efectos positivos de la ingesta de calcio y vitamina D se dejan sentir Incluso en edades avanzadas.

Aproximadamente un tercio de las personas mayores de 70 años no produce suficiente ácido gástrico. Esto afecta a la información necesaria durante la digestión de los alimentos para liberar los nutrientes, especialmente en el caso de la vitamina B12. Por esta razón, la deficiencia de vitamina B12 constituye el problema más tratado en los países desarrollados y se asocia a menudo con una estancia hospitalaria. La deficiencia combinada de vitamina B9 (ácido fólico), B12 y B6 suele ser la causa de un aumento de las concentraciones de homocisteína en sangre en las personas mayores, lo cual está relacionado con un mayor riesgo de arteriosclerosis.

---Enfermos crónicos
Las enfermedades crónicas se presentan a menudo acompañadas de varias deficiencias de nutrientes. Existen trastornos de salud que reducen la ingesta de alimentos (por ejemplo, problemas a la hora de comer, masticar y deglutir) y enfermedades que limitan la ingesta de micronutrientes (como la insuficiencia pancreática y las infecciones e inflamaciones intestinales). A esto hay que sumar enfermedades asociadas con la pérdida de micronutrientes (como la diarrea crónica o la insuficiencia renal crónica) y con un aumento de su requerimiento (por ejemplo, fiebre, heridas graves, infecciones). La toma de medicamentos puede igualmente afectar negativamente al suministro de nutrientes.

La alimentación de los pacientes cuyas necesidades nutricionales no se pueden cubrir con alimentos normales está sujeta a requisitos específicos. La composición de los alimentos y su posible enriquecimiento con preparados adecuados debe realizarse bajo supervisión médica y con la ayuda de expertos en nutrición.

***Publicado en el número de septiembre de NUTRI-FACTS

01 July 2010

La eficacia de la vitamina E en la prevención de infecciones del tracto respiratorio puede depender del genotipo

Según un nuevo estudio estadounidense, puede que la genética influya en la magnitud de la respuesta inmune individual a la suplementación con vitamina E en las infecciones del tracto respiratorio.
En el estudio se utilizaron datos de un ensayo aleatorizado controlado previo, en el que a 617 residentes mayores de residencias de ancianos (edad media: 84,6 años) se les asignó vitamina E (200 UI de alfa-tocoferol) o un placebo a diario durante un año (1). Basándose en muestras de sangre, exámenes médicos y entrevistas, se evaluó la incidencia y duración de las infecciones respiratorias. Mientras que la suplementación con vitamina E no presentó un efecto significativo en la incidencia o número de días de infecciones totales (de las vías superiores e inferiores), los investigadores sí observaron un efecto protector contra las infecciones del tracto respiratorio superior, especialmente el catarro común, en algunos subgrupos de la población anciana. Para examinar si el efecto de la vitamina E sobre las infecciones respiratorias dependía de causas genéticas, los investigadores analizaron en el nuevo estudio el ADN de 500 participantes (2). Los resultados mostraron que el efecto de la vitamina E estaba influenciado por el sexo del participante y por factores genéticos: variaciones genéticas (los llamados polimorfismos) en genes inmunoreguladores parecen contribuir a un riesgo individual de padecer infecciones respiratorias.


Los científicos comentaron que las recomendaciones para la suplementación con vitamina E como medida preventiva contra las infecciones respiratorias deberían tener en cuenta la genética y el sexo. Así mismo conjeturaron que las diferencias en genética individual podrían ayudar a explicar algunos de los estudios de intervención a gran escala que no han demostrado beneficios para la salud de la suplementación con vitamina E. Sin embargo, los científicos concluyeron que serían necesarios más estudios para verificar los resultados y entender los mecanismos que los generan.

**Extraido del Boletín Informativo de Julio de Nutri-Facts

18 May 2010

NUTRI-FACTS, un nuevo portal informativo sobre las vitaminas y otros temas similares


A pesar de que existen numerosas pruebas de que los micronutrientes, como las vitaminas y los carotenoides, son de gran importancia para nuestra salud, los estudios que investigan su efectividad, necesidad y seguridad ofrecen hasta ahora resultados menos inequívocos de lo esperado o que incluso contradicen las expectativas. En realidad, esto no es de sorprender puesto que las relaciones entre la alimentación, el estado de salud y las enfermedades son extremadamente complejas y dependen de muchos factores. Por consiguiente, es difícil demostrar estas relaciones e influenciarlas.

El tema es tan complejo que incluso los expertos en nutrición admiten que apenas entienden algunos aspectos, ni que decir de los profanos. Aun así, muchas personas hacen declaraciones públicas sobre el tema de los micronutrientes. La mayoría de la gente obtiene su información sobre la efectividad y seguridad de los micronutrientes de la información proveniente de los medios de comunicación, que a menudo tiene carácter sensacionalista y con frecuencia advierten contra el consumo de determinados nutrientes esenciales. Esto hace que muchos consumidores se muestren incrédulos sin motivo frente a los micronutrientes. Esto es especialmente problemático teniendo en cuenta los numerosos sondeos nacionales sobre nutrición que concluyen que determinados grupos de población en los países industrializados no consumen una cantidad suficiente de micronutrientes.

Para corregir la imagen negativa de los micronutrientes difundida por los medios de masas y poner a disposición una fuente de información objetiva, DSM Nutritional Products ha desarrollado la página web NUTRI-FACTS. Se trata de un portal informativo no comercial y de gran calidad sobre el tema de lo micronutrientes esenciales, que va dirigido a consumidores, representantes de los medios y expertos en nutrición. NUTRI-FACTS ofrece información contrarrestada, actual y con fundamento científico sobre los efectos en la salud, las necesidades y la seguridad de los micronutrientes. El objetivo de NUTRI-FACTS es que un amplio público tenga acceso a toda esta información, para que todos comprendan mejor el fascinante y complejo mundo de los micronutrientes. La iniciativa cuenta con el apoyo de un consejo científico externo compuesto por expertos en nutrición internacionales.


NUTRI-FACTS ofrece
-- los descubrimientos científicos, teorías y datos más actuales sobre los micronutrientes en varios idiomas;
-- información de fondo sobre los resultados de los estudios y opiniones de expertos;
-- resultados interesantes de sondeos nacionales e internacionales, así como estudios, sobre el comportamiento de los consumidores

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