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25 July 2025

Expertos de España y Japón se alían para combatir la obesidad, especialmente en niños/adolescentes y en contextos de desastres naturales y pandemias

  


·         Las sociedades japonesa y española de obesidad inician una colaboración internacional, gestada en el marcado del Disaster Medicine Research Institute de la Universidad de Chiba en Japón, con el objetivo de valorar sinergias y compartir experiencias

 

·         Se subraya la necesidad de integrar enfoques sociales, culturales y clínicos en el estudio y tratamiento de la obesidad

 

·         Los expertos destacan la preocupante tendencia al alza de la obesidad infantil, tanto en Japón como en España

 

·         El presidente de la JASSO asegura que “esta colaboración nos permitirá comprender mejor cómo los factores ambientales y de emergencia influyen en la salud metabólica de las poblaciones asiáticas y europeas”

  En una reunión celebrada recientemente, representantes de la Sociedad Japonesa para el Estudio de la Obesidad (JASSO), la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y el Chiba University Research Institute of Disaster Medicine han iniciado vías de colaboración para abordar el creciente desafío global de la obesidad y enfermedades metabólicas asociadas, especialmente en contextos afectados por desastres y crisis humanitarias. Durante el encuentro, se destacó la necesidad de integrar enfoques sociales, culturales y clínicos en el estudio y tratamiento de la obesidad, así como se ha resaltado el potencial que ofrecen en ambos países los nuevos agonistas del receptor GLP-1 (GLP-1R) como herramientas terapéuticas innovadoras.

 

Obesidad infantil, en el foco

Uno de los temas centrales abordados ha sido la preocupante tendencia al alza de la obesidad infantil, tanto en Japón como en España. En el caso español, más del 36% de los niños presentan sobrepeso u obesidad, una cifra que ha aumentado drásticamente debido al auge del consumo de alimentos ultraprocesados, que ya representan cerca del 40% de la dieta infantil.

 

Esta transformación ha desplazado la tradicional dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres y pescado, con consecuencias negativas para la salud metabólica de los menores. En Japón, aunque las tasas de obesidad infantil son más bajas, también se observa una creciente influencia de patrones alimentarios occidentales, que están erosionando la dieta tradicional japonesa basada en pescado, arroz, vegetales y fermentados, lo que podría comprometer los logros del país en salud pública infantil.

 

Declaraciones de los participantes:

Prof. Koutaro Yokote, presidente de la Japan Society for the Study of Obesity (JASSO): "La obesidad no es solo una cuestión médica, sino también social y cultural. Esta colaboración nos permitirá comprender mejor cómo los factores ambientales y de emergencia influyen en la salud metabólica de las poblaciones asiáticas y europeas".

 

Prof. Gema Medina-Gómez, vicepresidenta de SEEDO: "Estamos entusiasmados por unir fuerzas con colegas japoneses y expertos en medicina de desastres. El intercambio de conocimientos y experiencias puede acelerar el desarrollo de estrategias más eficaces y equitativas para el tratamiento de la obesidad, especialmente con los GLP-1R agonistas".

 

“Podemos aprender mucho del Research Institute of Disaster Medicine, sobre todo en cuanto a la generación de nuevos fármacos que no demanden requerimientos de mantenimiento y conservación especiales como la cadena de frio. Y también investiga nuevas tecnologías para hacer llegar de forma rápida los medicamentos a esos pacientes que se encuentran aislados o sin acceso a las farmacias durante las catástrofes”.

 

Prof. Tomoaki Tanaka, director del Research Institute of Disaster Medicine, Chiba University: "Las crisis humanitarias y los desastres naturales alteran profundamente los estilos de vida y el acceso a la atención médica”.

 

Prof. Takashi Miki, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chiba: “Esta reunión representa una oportunidad de colaboración única para estudiar cómo estos factores impactan en enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes, y cómo podemos responder de forma más resiliente y preventiva".

 

Las tres instituciones han avanzado hacia la posible creación de un grupo de trabajo conjunto que explore proyectos de investigación, publicaciones científicas y eventos académicos compartidos.

 

Sobre las instituciones

La Japan Society for the Study of Obesity (JASSO) se fundó formalmente en 1984, aunque su gestación data de algunos años antes. Actualmente supera los 3.000 socios y es un referente internacional, con especial incidencia en la sociedad asiática.

 

            El Research Institute of Disaster Medicine de la Universidad de Chiba (ubicada al este-sudeste de Tokio) inició su andadura en 2021 para ayudar a construir comunidades resilientes a los desastres donde los residentes, las funciones sociales y las actividades estén protegidas de las amenazas de pandemias y otros desastres naturales. Este centro de investigación especializado se centra en el estudio y la atención de los desafíos médicos y de salud pública derivados de desastres naturales, pandemias y otras crisis. Congrega a expertos de diversas disciplinas, como la medicina, la salud pública, la ingeniería y las ciencias sociales, para desarrollar estrategias de preparación, respuesta y recuperación ante desastres. La investigación realizada en la División de enfermedades metabólicas inducidas por el estrés es fundamental en el instituto, donde la obesidad y la diabetes son áreas de gran interés para el gobierno japonés.

La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) es una sociedad científica multidisciplinar centrada en el estudio, divulgación, formación de los profesionales de la salud, prevención y tratamiento de todos los aspectos relevantes relacionados con los problemas de exceso de peso. Entre sus aportaciones destacan consensos, guías de práctica clínica, tratados, cursos de formación y congresos. La existencia de una revista científica abierta a la difusión de trabajos científicos es uno de los aspectos más destacados.

 

 

12 May 2025

La lucha frente a la obesidad: Mucho más allá de la pérdida de peso

                          



Clásicamente, se ha afrontado el problema de la obesidad como un reto a superar sólo, o fundamentalmente, con la pérdida de peso. Pero el manejo de este problema de salud va mucho más allá, y no sólo es una cuestión de ‘kilos’. Así se ha puesto de relieve en una sesión organizada por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) en el marco del 32º Congreso Europeo de Obesidad (ECO), que se celebra en Málaga.

El objetivo del tratamiento actual de la obesidad no siempre tiene que ser únicamente la pérdida de peso. Y, de hecho, hay aspectos aún poco reconocidos y valorados, como el estado emocional, que deben abordarse también y que son claves para la persona que vive con obesidad. Como subraya la Dra. Andreea Ciudin, de la Junta Directiva de SEEDO y coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Vall d’Hebrón (Barcelona), “la evidencia actual, basada en la disponibilidad de nuevos fármacos, nos permite establecer objetivos individualizados, empoderando también al paciente y haciéndole participe en su plan de tratamiento, en un proceso de decisiones compartidas”. De hecho, este nuevo enfoque se contempla en la recientemente publicada guía GIRO, la primera guía española de manejo integral de la obesidad en el adulto.

--Las dimensiones clínicas de la obesidad

Actualmente, se estima que la obesidad es causa de más de 230 complicaciones crónicas; entre ellas, la diabetes tipo 2, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. De hecho, como puntualiza la especialista de SEEDO, “no hay prácticamente ninguna patología cuya evolución no sea desfavorable si se asocia con la obesidad”.

La obesidad es una enfermedad crónica que constituye la puerta de entrada a otras patologías de alto impacto, en cuyo desarrollo se implican numerosas características personales determinadas por factores genéticos y ambientales que hacen imprescindible un abordaje individualizado. Al igual que sucede en otras enfermedades

crónicas, “cada persona que vive con obesidad representa un modelo particular de enfermedad que requiere un tratamiento específico y actualizado a los nuevos avances científicos que se producen continuamente en este terreno”, declara el Dr. Javier Salvador, profesor emérito de Endocrinología de la Universidad de Navarra.

La buena noticia es que se ha progresado sustancialmente en los últimos años en un mejor conocimiento de esta enfermedad o, mejor dicho, “grupo heterogéneo de enfermedades caracterizadas por el exceso y/o disfunción de tejido adiposo, que impactan de forma negativa en la salud”. Y es que, como aclara la Dra. Ciudin, “ya no debemos hablar de obesidad, si no de obesidades”. La obesidad puede deberse a múltiples factores (genéticos, biológicos, medioambientales, etc) que inducen un desequilibrio en la regulación del apetito y el metabolismo.

Partiendo de esta nueva concepción, se está impulsando un cambio radical de paradigma en el diagnóstico y manejo de la obesidad. En este sentido, la Dra. Ciudin se muestra especialmente optimista con el presente y futuro, ya que “estamos al inicio de un nuevo camino, con tratamientos farmacológicos basados en las alteraciones biológicas de la enfermedad, con un impacto sin precedentes en la pérdida de peso y/o control de las complicaciones de la obesidad".

--La revolución farmacológica

En los últimos años se han desarrollado tratamientos farmacológicos para la obesidad que son verdaderos ‘game changers’, mostrando resultados sin precedentes en cuanto a pérdida de peso. Actualmente, disponemos en España de dos moléculas aprobadas para el manejo clínico de la obesidad (semaglutida y tirzepatida), y hay muchas más en avanzado desarrollo clínico. “Estos fármacos comercializados son análogos de péptidos estimulados por nutrientes, que actúan a varios niveles tanto en el cerebro como en los tejidos periféricos”, explica la Dra. Ciudin. Sus principales efectos incluyen: la reducción del apetito, la mejora del metabolismo energético (lo que conlleva pérdida de peso), cambios en la composición corporal e influencia positiva en las complicaciones relacionadas con la obesidad. De hecho, apostilla, “actúan sobre las alteraciones biológicas principales que ocurren en la obesidad”.

Pero los ensayos clínicos recientemente publicados han mostrado que, aparte de ofrecer un excelente resultado en cuanto a pérdida de peso corporal total, estos nuevos fármacos ejercen un efecto favorable sobre varias complicaciones relacionadas con la obesidad, como la apnea de sueño, los eventos cardiovasculares, la artrosis de rodilla, la insuficiencia cardiaca, el hígado graso o la diabetes tipo 2. Incluso, en algunos casos, el efecto inducido en las complicaciones relacionadas con la obesidad no se asocia directamente con la pérdida de peso, sino que es independiente, “lo que abre un nuevo camino en el manejo de la obesidad, basado en individualizar los objetivos de tratamiento”, apunta. Andreea Ciudin.

--La necesidad de apoyo emocional

Pero gran parte del éxito en el abordaje de la obesidad radica en abordarla como una enfermedad crónica multifactorial, lo que hace imprescindible la atención sobre las diferentes causas que pueden incidir en la ganancia de peso y donde la evaluación psicológica y el apoyo emocional son fundamentales. Como resalta la Dra. Verónica Vázquez Velázquez, psicóloga de la Clínica de Obesidad del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (Ciudad de México), “es fundamental considerar los aspectos emocionales, conductuales, de pensamiento y del ambiente como parte de la evaluación, para brindar una intervención individualizada”.

Por lo tanto, resulta imprescindible la incorporación del apoyo emocional que, en muchos casos, debe dirigirse a superar el daño psicológico que han causado los

prejuicios, el estigma y la discriminación hacia las personas que viven con obesidad, “algo que pocas veces se aborda por el desconocimiento del impacto negativo que se puede llegar a causar”, admite esta experta.

Entre los recursos a emplear para facilitar este indispensable apoyo emocional, “se pueden incluir nuevas habilidades para la gestión del estrés y para eliminar el insomnio, implementar herramientas conductuales y cognitivas para lidiar con un ambiente abundante en alimentos y sedentarismo, incluir conductas de salud adaptadas al estilo de vida, así como iniciar tratamiento psicológico para la ansiedad, la depresión o el trastorno por atracones, en caso de ser necesario”, indica la experta mejicana, que preside ‘Obesidades’, una sociedad civil sin fines de lucro que pretende cambiar la narrativa de la obesidad y su tratamiento en México. Y es que, como recalca esta experta, “es fundamental, incluso, cambiar el lenguaje y las imágenes mediáticas que generalmente acompañan a la obesidad”, aconsejando utilizar un lenguaje centrado en la persona: “no hay obesos, sino personas que viven con obesidad”.

La entrevista motivacional es una de las herramientas que han demostrado sus beneficios en este ámbito: la motivación es un poderoso estímulo para facilitar el cambio en un paciente. Pero, como advierte el Dr. Camilo Silva Froján, del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra, “la motivación no se puede imponer desde fuera, sino que el paciente la construye con la guía del médico”.

La entrevista motivacional es una comunicación colaborativa que ayuda al cambio (metas, objetivos) a partir de la exploración de los pros y contras para cambiar y de la resolución de la ambivalencia. Según detalla este experto, “en esta entrevista el profesional sanitario reconoce la libertad y el derecho a elegir del paciente, así como el potencial de cambio que tiene. Además, se establece una relación de colaboración y confianza entre el médico y el paciente, que se siente respetado, comprendido y reforzado en su autonomía”, señala el Dr. Silva.

--La perspectiva de la persona que vive con obesidad

También estos recursos son útiles para afrontar problemas psicológicos que frecuentemente anidan en las personas que viven con obesidad. “El sesgo y el estigma relacionados con el peso generan consecuencias graves en la salud mental, social y médica de las personas con obesidad, afectando también a su acceso a los servicios de salud y a la calidad de éstos”, afirma Ximena Ramos Salas, que trabaja en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Alberta (Canadá) y que es directora general de la Red Canadiense de Obesidad, donde ejerce una intensa labor “para mejorar la atención en obesidad y avanzar hacia una sociedad más justa, inclusiva y empática”.

El estigma y los prejuicios pueden impedir que las personas que viven con obesidad busquen apoyo médico, empeoren su salud mental y bienestar social, y refuercen la discriminación social basada en el peso. Según subraya la Prof. Ramos, “el estigma y los prejuicios hacia las personas con obesidad afectan su salud, su bienestar y el trato que reciben en el sistema sanitario”.

Ante esta realidad, esta especialista propone cambiar la ‘conversación’, y pasar de la culpa hacia la compasión, la atención basada en la ciencia y las políticas de salud inclusivas. “Todas las personas merecen acceso a una atención médica respetuosa y basada en evidencia”, defiende Ximena Ramos, quien recuerda que “la obesidad es una enfermedad crónica y compleja, no un fracaso personal”.

En este contexto, desde la Asociación Nacional de Personas que viven con Obesidad (ANPO), destacan el hecho de que “sociedades científicas como SEEDO abran sus puestas a las asociaciones de pacientes y escuchen nuestra voz, ofreciéndonos su colaboración para trabajar juntos en la mejoraría de la calidad de vida de las personas que viven con obesidad”, indica su presidente, Federico Luis Moya. Sin embargo, hay mucho margen para el avance y, entre otras cosas, se solicita “mejorar la gestión política de la obesidad, así como invertir en herramientas y formación para los profesionales de la salud que tratan la obesidad”. 

04 March 2025

Los endocrinólogos lanzan un decálogo sobre los principales aspectos del abordaje de la obesidad

                         


 

  • La SEEN manifiesta que los nuevos fármacos para la obesidad no solo contribuyen a la pérdida de peso, sino que también mejoran las complicaciones o enfermedades asociadas.

 

  • Los endocrinólogos insisten en la importancia de disponer de un equipo multidisciplinar para abordar de manera adecuada las complicaciones de la enfermedad.

 

  • En el tratamiento de la obesidad es fundamental un seguimiento a largo plazo para asegurar el mantenimiento del peso y la mejora de las comorbilidades asociadas.

 



La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), en el marco del Día de la Obesidad, que se celebra cada 4 de marzo, ha elaborado un decálogo en el que se pone de manifiesto los principales aspectos a tener en cuenta en el abordaje de la obesidad ante su elevado índice de prevalencia, que se estima en un 18,7% de obesidad y 55,8% de sobrepeso en personas adultas en España.

 

La sociedad científica manifiesta que la obesidad es una enfermedad metabólica crónica, heterogénea y de origen multifactorial, por lo que conocer sus determinantes genéticos, ambientales, psicosociales, así como sus complicaciones asociadas, es esencial para implementar un tratamiento adecuado en función de las manifestaciones clínicas y el beneficio esperado en la salud del paciente.

 

En cuanto a los nuevos tratamientos para el abordaje de la obesidad, la Dra. Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN, señala que no solo contribuyen a la pérdida de peso, sino que también mejoran las complicaciones o enfermedades asociadas, como la diabetes, el riesgo y los eventos cardiovasculares, la apnea del sueño y los problemas articulares, entre otros.

 

Asimismo, la endocrinóloga afirma que, como cualquier otro tratamiento, “los fármacos para la obesidad están destinados a tratar la enfermedad y sus indicaciones clínicas se reflejan en la normativa que los regula”. En este sentido, estos fármacos se pueden utilizar en personas con obesidad con un índice de masa muscular superior a 30 kg/m2 o con un índice de masa corporal mayor de 27 si existen complicaciones relacionadas con la obesidad. “No se deben emplear fuera de estas indicaciones, ya que no son medicamentos “adelgazantes”, sino fármacos que ayudan a restaurar el balance energético, a controlar la obesidad y sus complicaciones”, insiste la Dra. Bretón.

 

Un equipo multidisciplinar, esencial en el abordaje de la obesidad

 

Por su parte, la Dra. Inka Miñambres, miembro del Área de Obesidad de la SEEN, apunta que para el abordaje adecuado de la obesidad es crucial contar con un equipo multidisciplinar integrado por médicos de cabecera, especialistas en endocrinología y nutrición, dietistas-nutricionistas, psicólogos, trabajadores sociales, médicos y otros miembros de los equipos clínicos que tratan las complicaciones de la enfermedad, y, en los casos graves, cirujanos bariátricos. “La cirugía bariátrica es un procedimiento quirúrgico indicado en los casos más graves, que actúa a través de varios mecanismos y ayuda a controlar la obesidad, disminuir el peso de manera mantenida y mejorar sus complicaciones”, puntualiza la Dra. Miñambres.

 

En esta línea, la SEEN apoya un año más a la EASO (la Asociación Europea para el estudio de la obesidad), en el marco del Día Mundial de la Obesidad, en su lucha para que la obesidad sea considerada como una enfermedad crónica que requiere un abordaje profesional y multidisciplinar por parte de los especialistas. 

 

Los endocrinólogos remarcan que el cambio en el estilo de vida es esencial en el tratamiento de la obesidad, por lo que debe estar presente desde el inicio del tratamiento y contemplado en cualquier estrategia adicional como el uso de fármacos o la cirugía bariátrica. Por ello, en el tratamiento de la obesidad es vital evitar el sedentarismo, por lo que las principales guías de manejo de la obesidad aconsejan realizar al principio 150 minutos de ejercicio físico aeróbico moderado cada semana, que podrán incrementarse en tiempo e intensidad, junto con dos o tres sesiones semanales de ejercicio de resistencia a fuerza, los más vinculados con la preservación de la masa muscular. “El ejercicio físico se debe adaptar a las enfermedades o limitaciones funcionales y también a las preferencias de cada persona, aspectos que son clave para garantizar el mantenimiento de los logros alcanzados a largo plazo”, explica la coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN. Además, los endocrinólogos hacen hincapié en que, en el tratamiento de la obesidad, es fundamental un seguimiento a largo plazo para asegurar el mantenimiento del peso y la mejora de las comorbilidades.

 

En relación a la alimentación, es vital implementar un plan alimentario individualizado, que se adapte a la cultura y estilo de vida del paciente y, a través del consumo de proteínas de alta calidad biológica, minimice la pérdida de masa muscular. Es recomendable también una dieta mediterránea con vigilancia especial en la calidad y cantidad de proteínas.

 

Por último, la Dra. Miñambres insiste en que el objetivo del tratamiento de la obesidad es conseguir una mejoría en salud: “La obesidad es una enfermedad crónica por exceso y disfunción del tejido adiposo, por lo que su abordaje no solo consiste en reducir el peso corporal sino también en mejorar la composición corporal mediante la disminución de la cantidad de grasa, especialmente la que está localizada en el abdomen, preservando la masa y la función muscular”. Asimismo, el tratamiento persigue mejorar las enfermedades relacionadas con la obesidad como la diabetes, la hipertensión o las complicaciones psicológicas y osteomusculares, factores que se deben monitorizar como parámetros de respuesta al tratamiento de la obesidad.

09 January 2025

Algeciras se adhiere a la ‘Alianza de ciudades contra la obesidad’ para reducir la tasa de obesidad y las enfermedades asociadas

 


 

 

  • El objetivo de esta iniciativa es promover y crear propuestas que ayuden a reducir la tasa de obesidad y de las enfermedades asociadas, especialmente la diabetes mellitus tipo 2.

 

  • Según datos del Ministerio de Sanidad, referidos a 2020, la obesidad afecta en Andalucía al 19,7% de la población, una cifra que supera en gran medida a la media nacional, situada en el 16%.

 

  • Con la firma del manifiesto, el Ayuntamiento de Algeciras se compromete a potenciar la lucha activa contra la obesidad entre sus ciudadanos.



José Ignacio Landaluce, alcalde de Algeciras, y el Dr. Ignacio Bernabéu, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), han firmado recientemente la adhesión de Algeciras a la ‘Alianza de Ciudades contra la Obesidad’, una iniciativa impulsada por la sociedad científica y su Fundación (FSEEN) para reducir la tasa de obesidad y las enfermedades asociadas. Asimismo, han estado presentes en el acto Sabina Quiles y Antonio Gallardo, concejala de Salud y concejal, respectivamente.

 

Esta alianza promueve la colaboración estrecha entre las autoridades locales, la comunidad científica, la sociedad civil y el sector privado de las ciudades españolas en el diseño de proyectos urbanos que promuevan tanto la alimentación saludable como la actividad física regular.

 

La obesidad es un importante problema de salud pública, afecta a un 20% de la población española mayor de 18 años, y favorece el desarrollo de diversos factores de riesgo cardiovascular como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial o la dislipemia, lo que conlleva una disminución en la calidad de vida de la persona con obesidad, y lo más importante, un descenso de la esperanza de vida. De este modo, la obesidad puede considerarse la segunda causa prevenible de mortalidad tras el hábito tabáquico.

 

En concreto, el proyecto de colaboración entre la SEEN, a través de su Área de Conocimiento de Obesidad, y la FSEEN junto con las autoridades locales propone la actuación en cinco ámbitos:

 

  1. Informativo, a través de campañas de concienciación y puntos informativos.
  2. Formativo, mediante la organización de cursos.
  3. Alimentario, fomentando el consumo de alimentos saludables.
  4. Científico, mediante la promoción de proyectos de investigación.
  5. En el ámbito de la actividad física, mediante la adecuación de itinerarios peatonales dentro del casco urbano y facilitando el uso de la bicicleta en la ciudad.

 

El Ayuntamiento de Algeciras cuenta con un plan de salud de actuaciones relacionadas con la obesidad que contempla acciones como la creación de rutas peatonales y red de carriles bici para facilitar hábitos de vida saludable, campañas para promover el consumo de alimentos saludables en los centros educativos, celebración de foros y organización de encuestas, entre otros.

 

La obesidad en Andalucía

 

Según datos del Ministerio de Sanidad, referidos a 2020, la obesidad afecta a un 19,7% de la población andaluza, una cifra que se sitúa bastante por encima de la media nacional (16%). En relación a los datos por sexo, son bastante similares, ya que un 19,8% de las mujeres y un 19,5% de los hombres presenta sobrepeso. Ante este preocupante escenario y, con el fin de reducir estas tasas de obesidad, así como las enfermedades asociadas, el Ayuntamiento de Algeciras se suma a la Alianza de ciudades contra la obesidad.

 

Algeciras se une a esta Alianza a la que ya pertenecen otras ciudades españolas: Madrid, Segovia, Bilbao, Santander, Valencia, Murcia, Granada, Córdoba, Miguelturra, Cáceres, Badajoz, León, Pamplona, Sevilla, La Rioja, Valladolid, Barcelona, Oviedo, Las Palmas de Gran Canaria, Valladolid, Logroño y Gijón.

  

18 December 2024

Sociedades científicas y representantes de pacientes se alían para impulsar el asociacionismo en obesidad

 

 



 “La obesidad es una enfermedad crónica muy frecuente y de graves consecuencias para la salud, pero que no recibe la atención que merece”, según destacan desde la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), que son las principales entidades promotoras del “Día de Lucha contra la Obesidad”, al que se han unido otras sociedades científico-médicas y representantes de pacientes. 

 El objetivo de esta celebración es ayudar a concienciar sobre la importancia de la obesidad, escogiéndose cada año un lema para resaltar determinados aspectos relacionados con esta enfermedad que son menos conocidos. En esta ocasión se pone el foco en la aparente paradoja que acompaña a esta enfermedad, tratando de potenciar el asociacionismo de pacientes bajo el lema genérico “En la obesidad, juntos más fuertes”.  

En esta edición del “Día de la Lucha contra la Obesidad” participan sociedades científicas directamente implicadas en la atención clínica a las personas con obesidad y sus complicaciones, de la mano de representantes de los pacientes. En concreto, la SEEDO coordina este año este evento informativo y de divulgación, en colaboración con la SEEN, con el apoyo de la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Alianza por la Obesidad y el Foro Español de Pacientes (FED, que representa a las más de 3.000 asociaciones de pacientes que existen en España).

“La obesidad es una enfermedad que se debe abordar con la participación de distintos actores: desde la clínica, desde la administración y desde la ciudadanía, entre otros. Por eso, este año llamamos la atención sobre la importancia de trabajar todos conjuntamente y de promover la participación de las asociaciones de pacientes, que juegan un papel muy relevante”, destaca la Dra. Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN. En este sentido, como añade el presidente del Foro Español de Pacientes, Andoni Lorenzo, “muchas personas no son plenamente conscientes de los riesgos asociados a la obesidad, siendo imprescindible informarles que no es un tema de estética, sino de salud”.

Y es que, como resalta el Dr. Albert Lecube, coordinador de SEEDO del “Día de la Lucha contra la Obesidad”, “resulta muy chocante que una de las enfermedades más prevalentes, discapacitantes, que se asocia con un mayor número de complicaciones de salud, que tiene un creciente impacto a nivel de morbimortalidad y que supone importantes repercusiones en la calidad de vida es, sin embargo, una de las que cuenta con un menor tejido asociativo en nuestro país”.


--Todos a una

La obesidad, a día de hoy, sigue siendo una enfermedad infradiagnosticada y minusvalorada por la sociedad y por gran parte de los profesionales sanitarios. “Hay muchos pacientes con obesidad que no son diagnosticados, que no son tratados adecuadamente, que sufren discriminación por su exceso de peso (o, de forma más precisa, por su exceso de adiposidad)”, asegura el Dr. Lecube, quien recuerda que “estamos ante una enfermedad crónica y multifactorial capaz de ocasionar y desencadenar más de 200 patologías”.

Prácticamente, no hay ninguna enfermedad que no se agrave con la presencia de obesidad (diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, dislipemia, enfermedad cardiovascular, síndrome de apnea-hipoapnea del sueño y cáncer, entre otras muchas), de forma que el paciente con obesidad a lo largo de su vida va a requerir la atención de múltiples profesionales, no solamente dietistas, nutricionistas o endocrinólogos. Por tanto, como coinciden en señalar las entidades que participan en este Día, “todos los profesionales de la salud deben estar implicados en el manejo de esta enfermedad, porque su correcto manejo va a lograr mejorar gran parte de las complicaciones y enfermedades que provoca o con las que suele asociarse”.

Esto resulta especialmente importante si se tiene en cuenta la alta prevalencia de obesidad en nuestro medio. Actualmente, se calcula que en España un 22% de la población adulta sufre obesidad. En concreto, según el Informe Nacional de Salud 2022 y el estudio ENPE (2020), el 53,6% de la población adulta tiene sobrepeso u obesidad; y, según el Estudio Aladino 2022, del Ministerio de Sanidad, el 40,6% de los niños españoles de entre 6 y 9 años tienen sobrepeso u obesidad. En el marco de la Atención Primaria, según datos aportados por el estudio IBERICAN, un 33% de los pacientes que acuden a consulta presentan obesidad (tasa que asciende a más del 55% si se tiene en cuenta la obesidad abdominal).

“El médico de Familia es clave en la detección, valoración y seguimiento de las comorbilidades que padecen los pacientes que viven con obesidad, en su prevención y tratamiento”, afirma la Dra. María Luisa López Díaz-Ufano, del Grupo de Trabajo de Nutrición de SEMERGEN, quien pone en valor “no sólo la accesibilidad y conocimiento del entorno familiar que tienen estos profesionales, sino también las actividades comunitarias que pueden realizar, aportando gran valor al paciente y a la comunidad en la que vive”. Tal y como demanda esta experta, “es necesario mejorar las estrategias de coordinación en la asistencia clínica entre Atención Primaria y Hospitalaria e implicar a los pacientes”.


-El papel esencial de las asociaciones de pacientes

Por su parte, las asociaciones de pacientes juegan un papel fundamental, como representación frente a la administración, las instituciones, los medios de comunicación y el entorno clínico. “Tienen mucho que aportar, y los pacientes deben estar en el centro y deben participar en la toma de decisiones que afectan directamente a su salud”, según demanda la Dra. Irene Bretón. En el caso de la obesidad, como indica la representante de la SEEN, “el asociacionismo está mucho menos desarrollado que en otras enfermedades y, por lo tanto, existe claramente un déficit por cubrir”.

Esto acarrea importantes limitaciones, sobre todo a la hora de fijar reivindicaciones y de obtener respaldo público. “Es muy importante aumentar la concienciación de la Administración sobre el problema que supone la obesidad, para que trabaje en campañas de concienciación prevención y sensibilización”, resalta el presidente del FEP, que demanda “una política de salud pública centrada en este problema”. Como indica Andoni Lorenzo, “un esfuerzo colectivo y colaborativo no sólo visibiliza la magnitud del problema, sino que también fomenta soluciones más efectivas, inclusivas y sostenibles”.

En el caso de España, como informa la FEP, solo constan dos asociaciones de pacientes con enfoque exclusivamente en la obesidad, aunque hay otras asociaciones (como las de diabetes o cáncer de tiroides) que guardan una relación con esta enfermedad. “Sería muy conveniente que el número de asociaciones centradas específicamente en obesidad creciese en nuestro país, ya que esto permitiría tener cada vez más fuerza como colectivo, asegurando que las necesidades y derechos sean considerados en la toma de decisiones políticas y sanitarias”, aclara Andoni Lorenzo, quien recuerda la importancia de que “el paciente vea en la asociación relacionada con su patología unos beneficios individuales y colectivos: es función de la asociación saber transmitir bien esos beneficios y conseguir que el socio participe, y ésta no es una tarea fácil”.

El cáncer de tiroides es una patología que tiene una alta relación con la obesidad. En España existe la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT), miembro de la Alianza por la Obesidad, una iniciativa transversal reciente, creada de forma conjunta por asociaciones de pacientes (6) y sociedades científicas (6) con el objetivo de visibilizar la obesidad como enfermedad crónica y trabajar para transformar el sistema sanitario con el objetivo de mejorar el abordaje integral de la obesidad.

Para la presidenta de la AECAT, Arantxa Sáez Sánchez, “la colaboración entre sociedades científicas y representantes de pacientes aporta un enorme valor, porque combina el conocimiento técnico y médico con la perspectiva y experiencia directa de quienes viven la enfermedad”; además, tal y como añade, “sin una acción conjunta es más difícil lograr cambios estructurales en la manera en que se aborda la obesidad”. Con todo, se asume también desde esta asociación un déficit importante en este ámbito; en el caso de la obesidad, “el asociacionismo es bajo, especialmente si consideramos la alta prevalencia de la enfermedad. Por eso, este tipo de iniciativas son esenciales para fortalecer el tejido asociativo y fomentar la participación activa de las personas con obesidad en la defensa de sus intereses”.





 -El obstáculo del estigma         

Se advierte, por tanto, un escaso desarrollo de las asociaciones de pacientes dedicadas a la obesidad, así como una cierta ‘falta de interés’ de las personas que viven con esta enfermedad en asociarse y tener una voz común. Aunque son múltiples los factores implicados, “el estigma es uno de los más importantes, que es a su vez secundario a la falta de reconocimiento de la obesidad como enfermedad crónica”, resume la Dra. Bretón.

Por una parte, la estigmatización que sigue persiguiendo a las personas que desarrollan esta enfermedad, sufriendo aún el castigo que les impone una sociedad que les culpabiliza por tener un exceso de adiposidad, les desanima a aunarse, a hacer patente sus reivindicaciones y a mostrarse públicamente juntos; en muchos casos, “sienten que esta exposición pública sólo servirá para fomentar la discriminación y para ser objeto de burla y ridiculización”, a juicio del Dr. Lecube. Por otra parte, y en una tendencia prácticamente opuesta, hay muchas personas que tienen obesidad pero no son conscientes de sufrir esta enfermedad; al igual que sucede con la diabetes tipo 2, donde existen aproximadamente un 50% de casos sin diagnosticar, hay una elevado porcentaje de personas que viven con un exceso de adiposidad que no son conscientes que esto suponga un problema para su salud. Este binomio, en palabras del experto de SEEDO, tiene graves consecuencias, “al combinarse el miedo al ridículo y la vergüenza, con la falta de reconocimiento del problema de salud por parte de los propios pacientes y de los profesionales sanitarios”.

“Esto contribuye a que las personas con obesidad no se sientan empoderadas para demandar el apoyo y los recursos que necesitan”, asegura la presidenta de la AECAT. Por ello, “hay que fomentar el asociacionismo y dotar de herramientas a las personas con obesidad para que puedan unirse y reivindicar sus derechos”.


En relación con este fenómeno de ‘falta de interés’ o ‘dificultad’ para asociarse en torno al problema de la obesidad, también es fundamental el hecho de que el estigma no solamente se dirige contra o hacia los pacientes que sufren enfermedad, sino también hacia la enfermedad en sí, que sigue contemplándose por parte de algunos estamentos sanitarios como un trastorno de fácil solución, que precisa más del interés personal que de políticas y recursos encaminados a ayudar a estas personas en la resolución de su enfermedad. Generalmente, según el Dr. Lecube, “se considera que la obesidad se soluciona con un poco de voluntad, con comer menos y hacer más ejercicio, y que quien no consigue controlar su peso es simplemente una persona indolente y holgazana que no se preocupa por su salud. Esto no es cierto pero, sin embargo, aún está muy arraigado en el pensamiento colectivo”.


--Un Premio pionero y para superar obstáculos

Para tratar de revertir estas tendencias, SEEN y SEEDO anuncian que convocarán en los próximos meses un premio-beca dirigido a una asociación dedicada a la obesidad. Se pretende promover acciones que contribuyan al reconocimiento de la obesidad como enfermedad crónica de graves consecuencias, a poner en marcha medidas preventivas y a la mejora de la atención clínica a las personas que viven con obesidad. “Esta iniciativa trata de colaborar en el desarrollo del asociacionismo en torno a la obesidad”, recalca la Dra. Bretón.

La instauración del premio pone de relieve el deseo que de las sociedades científicas especializadas en el manejo de la obesidad y que participan en este “Día de Lucha contra la obesidad” en romper una lanza a favor de los pacientes y en cambiar la dinámica actual en este ámbito. “Es una forma de transmitir a la sociedad en general, y a los pacientes y a los profesionales sanitarios en particular, que la obesidad es una enfermedad crónica, compleja, recidivante, progresiva, sin tratamiento actual definitivo y que, por ello, los pacientes no deben sentirse culpables de sufrirla”, apunta el Dr. Lecube, quien recalca que “ni los profesionales sanitarios ni la sociedad debemos culpar a los pacientes por tener exceso de adiposidad: uno no escoge tener obesidad, sino que la obesidad te escoge a ti”.

Este galardón es una muestra innovadora y pionera en nuestro país de la solidaridad de las sociedades científico-médicas con las personas que viven con obesidad y también con sus familiares, amigos y todas aquellas personas que se preocupan por conseguir un mundo mejor para los pacientes con esta enfermedad crónica y tan prevalente. Como señala el presidente del FEP, “es muy positivo reconocer la labor de las organizaciones de pacientes”, sobre todo porque “todavía la sociedad no es del todo consciente del enorme papel que hacen las organizaciones de pacientes ayudando a todos ellos y acompañando en ese recorrido nada fácil del tratamiento y la búsqueda de la mejor calidad de vida posible”.

De la misma forma, desde la AECAT, en representación de la Alianza por la Obesidad, se considera que la convocatoria de este premio “es un reconocimiento importante al trabajo que las asociaciones ya estamos realizando y, al mismo tiempo, una motivación para seguir avanzando”; sin duda, como concluye Arantxa Sáez, “estamos convencidos de que este premio será un catalizador para fortalecer las redes asociativas en torno a la obesidad”.


 

 

19 March 2024

La SEEN lleva al Congreso de los Diputados la necesidad de considerar la obesidad una enfermedad crónica

                      


La Alianza Estratégica compuesta por trece organizaciones de pacientes junto con sociedades científicas de nuestro país, entre las que se encuentra la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), ha elaborado el Informe ‘Situación sanitaria y social de las personas con obesidad en España’, que se ha presentado en el Congreso de los Diputados el pasado 18 de marzo. El documento recoge información relevante sobre el circuito asistencial en el abordaje de la obesidad, así como la situación a nivel social de los pacientes por el estigma existente en relación a esta patología: el 58% afirma haberse sentido señalado.

 

“Es una enfermedad infradiagnosticada y la coordinación entre los diferentes profesionales sanitarios y entornos clínicos es inadecuada”, subraya la Dra. Irene Bretón, coordinadora electa del Área de Obesidad de la SEEN. En este sentido, la publicación refleja que un 27% de las personas con obesidad subestima su condición real de peso, lo que provoca, a su vez, un retraso significativo en la búsqueda de atención médica y, además, hasta en el 30% de los casos no se codifica a la obesidad como diagnóstico en las historias clínicas. Asimismo, solo el 67% de los pacientes tiene acceso a algún tipo de atención sanitaria y cuando la reciben son atendidos por una media de 2 o 3 especialistas, según se extrae del estudio. Endocrinología, Atención Primaria y Nutrición son las especialidades más involucradas en el manejo de los pacientes con obesidad mientras que otras disciplinas como Psicología y Medicina Interna tienen menos presencia, a pesar de su relevancia.

 

Ante esta situación, la Dra. Bretón incide en la importancia de que se reconozca la obesidad como una enfermedad crónica con graves consecuencias, por lo que es fundamental un abordaje multidisciplinar, tanto en la prevención, como en la identificación de las personas con mayor riesgo, la evaluación y el tratamiento de los pacientes. En este sentido, los expertos reclaman también la necesidad de un Plan Nacional en el que participen todos los actores implicados: Administración Central y Autonómica, Ministerios y Consejerías de Sanidad y Educación.

 

Equidad en el acceso a los tratamientos

 

“Se debe asegurar una adecuada accesibilidad en condiciones de equidad de financiación pública a los distintos tratamientos, incluyendo los nuevos fármacos de próxima comercialización, la cirugía bariátrica (sin demoras superiores a las existentes en otras intervenciones) o la atención psicológica individualizada”, enfatiza el Dr. Ignacio Bernabéu, presidente de la SEEN. Así, según se desprende del informe, el 71% de los participantes no ha tenido acceso a este tipo de tratamiento, a pesar de que el 56% considera que habría sido beneficioso y solo el 29% ha tenido atención psicológica especializada.

 

En el entorno sanitario, el informe evidencia la importancia de impulsar la formación y la concienciación de los profesionales desde la universidad, implementar programas de identificación precoz, establecer protocolos que posibiliten un abordaje diagnóstico integral y un tratamiento personalizado implementado por equipos multidisciplinares de manera coordinada entre los distintos entornos asistenciales.

 

Atención centrada en el paciente 

 

En relación a la Alianza Estratégica entre diferentes sociedades científicas, el Dr. Javier Escalada, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (FSEEN), señala que esta unión es fundamental para desarrollar estrategias que permitan disminuir la prevalencia de la obesidad y su impacto en la salud y en el sistema sanitario. Asimismo, las sociedades científicas y las asociaciones ensalzan la importancia de una atención centrada en el paciente, que impulse su empoderamiento y su participación en la toma de decisiones.

 

Por último, la Dra. Ana de Hollanda, coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN, enfatiza la necesidad de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la obesidad y sus consecuencias para la salud: “El estudio promueve también el desarrollo de campañas de concienciación destinadas tanto a la prevención de esta enfermedad como a reducir el estigma y desarrollar programas específicos de promoción de la salud desde los colegios”.

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