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11 November 2015

EN ESPAÑA SÓLO EL 5% DE LOS PACIENTES CANDIDATOS A CIRUGÍA BARIÁTRICA ACCEDE A ESTA INTERVENCIÓN

 Tan solo 5 de cada 100 pacientes con obesidad mórbida candidatos a una intervención de cirugía bariátrica acceden finalmente a este tratamiento, según advierte, con motivo del Día Mundial contra la Obesidad, el Dr. Juan Carlos Ruiz de Adana, presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (SECO), quien afirma que “el único tratamiento que consigue una pérdida significativa y duradera de peso en los pacientes con obesidad grave es la cirugía bariátrica”. En esta misma línea, el Dr. Felipe F. Casanueva, de la División de Endocrinología del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela y presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), asegura que “la cirugía de la obesidad es el único recurso que ha demostrado eficacia a largo término y ser coste-efectivo”.

Actualmente se considera que éste es un recurso útil para hacer frente a la obesidad más grave y mórbida, pero anualmente sólo se realizan en España, tanto en la medicina pública como en la privada, unas 7.000 intervenciones de cirugía bariátrica. Esta cantidad de cirugías de la obesidad, en palabras del presidente de la SECO, es “muy escasa, sobre todo si se tiene en cuenta el elevado número de personas que son candidatas a beneficiarse de este recurso”. Según resalta, “únicamente el 5% de los candidatos, que ya han fracasado a otras medidas, terminan accediendo a este tipo de intervención, por lo que su accesibilidad es muy baja”.

Entre los factores que inciden en el limitado acceso a este recurso terapéutico, el Dr. Casanueva alude especialmente a la “baja capacidad del sistema para atender las peticiones de los enfermos”. Y es que, según resalta, “todos los centros que realizan estas intervenciones tienen listas de espera excesivas, porque no se permite la adjudicación adecuada de medios”. Como denuncia este experto, “la administración y los políticos aún mantienen la vieja idea de que la obesidad es un problema del paciente; sin embargo, estamos ante una enfermedad grave que, una vez instaurada, no puede ser resuelta únicamente por el propio paciente, sino que precisa ayuda externa especializada”.



Cirugía bariátrica: eficaz, segura y coste-efectiva
Para tratar de superar este déficit, se hace un llamamiento a que las autoridades y los gestores sanitarios valoren los beneficios y el perfil de coste-eficacia de esta intervención. Incluso, siendo más preciso, el Dr Ruiz de Adana apunta a los médicos de Familia, que “deben sensibilizarse sobre las ventajas que aporta este recurso”. Por ello, aconseja, “tienen que conocer los avances registrados en los últimos años en el ámbito de la cirugía bariátrica, superándose gran parte de los riesgos que antaño se asociaban a esta intervención”.

Y es que, en su opinión, “las nuevas técnicas laparoscópicas, las mejoras formativas en cirugía bariátrica, la optimización del seguimiento postoperatorio y la organización de unidades multidisciplinares están permitiendo que se minimicen los riesgos y maximicen los beneficios: el riesgo quirúrgico actualmente es marginal, así como las complicaciones postquirúrgicas”.

Para el máximo representante de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad y Enfermedades Metabólicas, no cabe duda que “la cirugía bariátrica es efectiva, segura, coste-efectiva y garantiza una pérdida duradera de peso”. Sin embargo, al tratarse de una intervención quirúrgica, es recomendable que los pacientes hayan intentado probar previamente otras alternativas disponibles para facilitar la pérdida de peso.

Existen consistentes evidencias científicas que confirman que la cirugía bariátrica es coste-efectiva, es decir, que se trata de una intervención eficiente. Lógicamente, esta intervención se asocia a un gasto sanitario inicial significativo (quirófano, consumo de recursos tecnológicos, etc.), pero que es resarcido por los beneficios que ofrece. Se estima que en tan solo tres años se compensa económicamente el gasto inicial que supone la realización de una cirugía bariátrica.

Quitar un peso de encima y mucho más

 Y es que el efecto que tiene esta cirugía en el paciente es muy positivo, al inducir una significativa pérdida de peso y, consecuentemente, reducir la presencia y/o el efecto de otras comorbilidades (como la diabetes, la hipertensión, la apnea del sueño o la artrosis); de esta forma, se mejora la salud general del paciente y se evitan, entre otros, los gastos derivados de la frecuentación de consultas y de la realización de pruebas complementarias.

Por todo ello, en los casos indicados, aconseja el Dr. Ruiz de Adana, “se debe promover y facilitar el acceso de la población a la cirugía bariátrica, ya que le reporta más salud al paciente obeso, es un recurso coste-efectivo y aumenta la calidad de vida”. Sin embargo, no todos los pacientes obesos reúnen las condiciones adecuadas para someterse a esta intervención. 

Aunque habitualmente la obesidad se ha valorado en términos de peso y talla, ahora existe la tendencia a considerar, fundamentalmente, el riesgo cardiovascular y metabólico asociado. “Dependiendo del perfil de riesgo cardiovascular y metabólico del obeso, estará indicada o no la cirugía bariátrica”, destaca el presidente de la SECO, quien recalca que “hay personas con una obesidad no muy exagerada, pero que es sobre todo de tipo central y, por lo tanto, se asocia a una mayor predisposición a padecer enfermedad cardiovascular y diabetes, que serían candidatas a cirugía bariátrica, siempre y cuando hayan fracasado previamente las medidas indispensables de cambio en el estilo de vida”.

Y es que la mejor forma de prevenir y revertir este problema de salud pasa por variar los hábitos de vida, haciendo, especialmente, modificaciones en la dieta y la actividad física. Sin embargo, “somos conscientes de que la prevención de la obesidad, a partir de la adopción de cambios significativos en el estilo de vida, es especialmente difícil a partir de la edad adulta”, apunta el presidente de la SECO.

De la “curva de la felicidad” a la curva de la enfermedad

Sobre todo preocupa la denominada obesidad abdominal, que predomina en los varones. Ahora se sabe que la denominada “curva de la felicidad”, que refleja una presencia excesiva de grasa en la zona abdominal, advierte de graves riesgos para la salud. Y es que la obesidad central indica la existencia de una abundancia de grasa que es metabólicamente activa y que predispone al padecimiento de enfermedad cardiovascular y metabólica.

Desde la SECO se resalta que gran parte de la sociedad acepta que la obesidad no es buena y existe una creciente concienciación sobre este problema. Sin embargo, recuerda el presidente de esta sociedad científica, “la mejor manera de solucionar la obesidad es modificando la conducta y con un compromiso personal, pero la gran mayoría de los afectados no se adhieren o fracasan con este tipo de medidas”.

Esto se debe, fundamentalmente, a que la obesidad es una enfermedad latente, que provoca trastornos que, en muchos casos, no son sintomáticos. “Nos enfrentamos a un problema de salud que está silente, pero que es la base de enfermedades graves; además, cuando se manifiesta, lo hace con complicaciones muy severas, como puede ser un infarto o un ictus”, reconoce el Dr. Ruiz de Adana.

Como recuerda el Dr. Felipe Casanueva, son muchas las complicaciones directamente relacionadas con la obesidad, “como el aumento en la morbimortalidad cardiovascular, el desarrollo de diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial o dislipemia”. Incluso, hay otras complicaciones menos conocidas pero también importantes, como “el acortamiento de la esperanza de vida, la aparición de alteraciones neurocognitivas o el aumento del riesgo de padecer cáncer”. Según este experto, “a pesar de los muchos estudios epidemiológicos realizados, aún gran parte de la sociedad no sabe que la obesidad por sí misma genera varios tipos de cáncer”.

La prevalencia de obesidad es progresiva y afecta cada vez a más personas y con índices de obesidad cada vez más importantes. Actualmente, se estima que 1 de cada 5 españoles presenta ya sobrepeso, y esa misma proporción se traslada también a los niños. Por ello, se considera un problema común, de salud pública, y que afecta a todas las sociedades modernas civilizadas, que tienen mucha facilidad de poder ingerir cada vez mayores cantidades de comida y que realizan poca actividad física. 



15 December 2009

Más de dos millones de personas padecen obesidad severa en España


Más de dos millones de personas padecen obesidad severa en nuestro país. En concreto, se estima que entre un millón y medio y dos millones y medio de españoles tienen un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 35 y una serie de patologías asociadas que les convierten en obesos severos. Sin embargo, y a pesar de lo preocupante de la situación, el problema no hace sino aumentar, de forma que cada día se conocen más casos y, lo que es más grave, a edades más tempranas. Según el doctor Xavier Formiguera, presidente de la Sociedad Española para el Estudio de Obesidad (SEEDO), "esta prevalencia es una de las más altas de Europa y varía según las comunidades autónomas: Galicia, Extremadura, Andalucía y Canarias alcanzan las tasas más elevadas, mientras que Madrid, Cataluña y País Vasco son las que menos pacientes registran".
A pesar de lo rotundo de estas cifras, los expertos aseguran que menos del 1% de las personas con obesidad severa, es decir, menos de 20.000 pacientes, se someten a cirugía bariátrica, una intervención quirúrgica que ha demostrado ser, a día de hoy, la única medida eficaz a largo plazo para el tratamiento de esta enfermedad. "Porque la obesidad severa es una enfermedad crónica y grave, no un simple problema estético y de imagen", afirma el doctor Antonio Torres, presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO).
Los motivos que explican esta situación son diversos y complejos. Así, la falta de unidades específicas y multidisciplinares preparadas para tratar a estas personas, el déficit de formación necesaria en los profesionales españoles y, sobre todo, el hecho de que muchos de estos pacientes no son conscientes de su estado dan respuesta a la pregunta más evidente: ¿Por qué?.
Conscientes de este escenario y de la tendencia a un empeoramiento si no se adoptan las medidas necesarias, expertos de la SEEDO y de la SECO han constituido el Grupo de Estudio del Tratamiento de la Obesidad Severa (GESTOS), una plataforma multidisciplinar integrada por cirujanos y endocrinos que pretende concienciar a las administraciones, los especialistas, los pacientes y a la sociedad en general en torno a la obesidad severa, sus graves consecuencias y a la urgencia que supone establecer soluciones. En palabras del doctor Formiguera, "GESTOS nace, además, de la constatación de que estos pacientes son ignorados, como el resto de los obesos, ‘maltratados’ y peor comprendidos por la sociedad y por los propios profesionales de la salud".


-La realidad de la cirugía bariátrica: eficacia y seguridad
Según afirman los expertos, la tasa de éxito que alcanza hoy la cirugía de la obesidad la avala sobradamente. Aunque con algunas diferencias entre unas técnicas y otras, "en general hablamos de más del 90% de éxito a cinco años de la intervención", explica el doctor Carlos Masdevall, coordinador de Cirugía Bariátrica del Hospital Bellvitge de Barcelona y miembro de GESTOS. "Algunas técnicas –añade- alcanzan hasta el 98%".
A estos datos hay que sumar la demostrada y cada vez mayor seguridad de estas intervenciones. Los especialistas lo tienen claro: es mucho más peligrosa la enfermedad que la propia cirugía. Partiendo de esta premisa, y asumiendo que toda intervención quirúrgica conlleva un riesgo, "la cirugía bariátrica cuenta con una tasa de mortalidad inferior al 1%, una cifra equiparable a la de una reparación de cadera o de vesícula", explica el doctor Torres, también miembro de esta plataforma.
Existen tres tipos de intervenciones diferentes: las técnicas restrictivas, las malabsortivas y las mixtas. Una de estas últimas, el by-pass gástrico, es la más utilizada en España. De hecho, se calcula que el 70% de las cirugías se lleva a cabo mediante esta técnica.
Esta diversidad justifica aún más la importancia de la evaluación de cada paciente de manera individual y de la selección de la técnica más adecuada en cada caso. "En este proceso intervienen endocrinos, cirujanos, psiquiatras, anestesistas, nutricionistas, entre otros especialistas, que evalúan al enfermo y deciden si es apto o no para algún tipo concreto de cirugía bariátrica", explica el doctor Masdevall.


-Cirugía en adolescentes
La edad es, sin duda, uno de las variables más determinantes a la hora de indicar la cirugía bariátrica. "Hace algunos años, los niños con obesidad severa únicamente se veían en Estados Unidos. Ahora, es fácil encontrarlos en cualquier localidad española", asegura el doctor Basilio Moreno, jefe clínico del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Gregorio Marañón y miembro de GESTOS. Del 27,6% de los niños que padecen sobrepeso, cada vez un mayor porcentaje es obeso severo. En estos casos, se contempla el uso de la cirugía de la obesidad como tratamiento de elección.
Existen unas técnicas más adecuadas que otras para los pacientes más jóvenes –en su mayoría adolescentes-. "Sobre todo si están en fase de crecimiento, las más indicadas son la banda gástrica o la gastrectomía tubular", explica el presidente de la SECO.
Sin embargo, el problema en este segmento de la población es mucho más complejo. "La familia, los centros escolares, el médico de atención primaria y el pediatra, la enfermera, los medios de comunicación y la sociedad en general deben implicarse en este asunto, tomar verdadera conciencia y promover medidas que ayuden a la prevención –cuando aún es posible- y el tratamiento de la enfermedad", destaca el doctor Moreno.


-Escasez de unidades multidisciplinares
Existen pocos centros, públicos y privados, en España que cuenten con una unidad específica y multidisciplinar dotada de los recursos humanos y técnicos necesarios para tratar a estos pacientes. Aún menos, cuando se trata de obesos severos en edad infanto-juvenil.
Más allá de las listas de espera, que ya alcanzan los dos o tres años de media, el vacío de recursos asistenciales que en estos momentos existe en España está contribuyendo a que otras alternativas terapéuticas estén ocupando el lugar que debería la cirugía bariátrica.


-La cirugía metabólica
Uno de los campos más prometedores de la cirugía de la obesidad es su aplicación en el abordaje del síndrome metabólico. Es lo que se conoce como cirugía metabólica, la cual, por el momento, está obteniendo muy buenos resultados en pacientes con diabetes tipo 2 y con un IMC superior a 30. "Se consigue no sólo curar la diabetes, sino también reducir el peso del paciente", asegura el doctor Masdevall.
Además de la diabetes tipo 2, la cirugía bariátrica contribuye a paliar y/o a resolver muchas otras patologías asociadas a la obesidad severa. Según Masdevall, "está evidenciado que mejora el 66% de los casos de hipertensión arterial, el 80% de los de apnea del sueño, el 97% de las dislipemias y el 95% de las alteraciones psiquiátricas, como la baja autoestima". Además, tal y como señala el doctor Torres, "estudios recientes han demostrado que los pacientes obesos severos que no se operan tienen mayor incidencia de cáncer y mayor mortalidad por esta enfermedad que aquellos que se lo hacen".


**De izda. a dcha.: Dr. Carles Masdevall, Presidente electo de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), Dr. Xavier Formiguera, Presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), Dr. Antonio Torres, Presidente de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), Dr. Basilio Moreno, Presidente de la Fundación de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO).

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