Traductor

Showing posts with label SEEDO. Show all posts
Showing posts with label SEEDO. Show all posts

19 November 2021

La actividad física, mucho más que una medicina frente a la obesidad

                                 


 


 Se precisa un cambio de paradigma en la atención a las personas con obesidad, situándose como principal reto asegurar el mantenimiento de su autonomía con la edad, la calidad de vida y la prevención del aumento de peso. En este contexto, juega un papel esencial el ejercicio físico y, por lo tanto, es determinante contar con recomendaciones prácticas actualizadas sobre el tipo de actividad física a realizar en el tratamiento del sobrepeso y la obesidad, todo ello dentro de las unidades médicas especializadas y en Atención Primaria, y con la estrecha colaboración de los centros deportivos.

 

Estas han sido algunas de las principales conclusiones que se han derivado de una sesión monográfica sobre ejercicio físico y dietoterapia celebrada hoy en el XVII Congreso de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) que se está desarrollando en Málaga, donde se ha puesto especial énfasis en “la necesidad de concienciar al paciente de que la obesidad es una enfermedad, y que el entrenamiento puede ayudarle a evitar recaídas a largo plazo”, según el Dr. Javier Butragueño, coordinador del Grupo de Trabajo de Ejercicio Físico y Obesidad de la SEEDO, quien considera que “la combinación de farmacología con el ejercicio podría tener un efecto positivo en la pérdida de peso graso y el mantenimiento de la masa muscular y su función”. A juicio de este experto del Obesity Management School (Madrid), “la identificación de los mecanismos que median la respuesta adaptativa al ejercicio podría descubrir objetivos moleculares que guíen el diseño de nuevos medicamentos para tratar mejor enfermedades crónicas”.

Por su parte, el Dr. César Bustos Martín, fundador de NO HAY EXCUSAS y PRONAF, y vocal de la SEEDO,  aporta una clave esencial para alcanzar los mejores resultados en la mayor parte de los pacientes con sobrepeso y obesidad; en su opinión, los programas de entrenamiento deben ser atractivos, adecuados a las expectativas del consumidor, flexibles para su uso en la vida real y asequibles y rentables para los servicios de salud, afirma este experto, quien recuerda que “el control del peso, es un proceso de por vida, no un objetivo a corto plazo”; además, destaca que preguntar y evaluar, asesorar, asistir y organizar son premisas esenciales para alcanzar el éxito en un programa de pérdida de peso”.

Aumentar la aptitud muscular, un aspecto esencial

Según las últimas publicaciones sobre el entrenamiento y el manejo de la obesidad, para preservar la masa muscular durante la pérdida de peso, se recomienda un programa de entrenamiento de ejercicios basado en la fuerza del tren inferior y superior a una intensidad moderada-alta.

Igualmente, se ha confirmado que las intervenciones que combinan ejercicios aeróbicos de alta intensidad y ejercicios con cargas altas producen efectos beneficiosos que son superiores a cualquier otra modalidad en la disminución de la adiposidad abdominal, mejorando el tono muscular e incrementando la capacidad cardiorrespiratoria.

Para mejorar la sensibilidad a la insulina y aumentar la capacidad cardiorrespiratoria, se puede recomendar entrenamiento de resistencia cardiovascular, fuerza o la combinación de ambas; incluso si la persona con obesidad tiene una condición física adecuada, podría realizar entrenamientos en intervalos de alta intensidad (después de una evaluación exhaustiva del riesgo cardiovascular y bajo supervisión). En este sentido, César Bustos indica que “ya contamos con evidencias sólidas que muestran como la mejora de la capacidad cardiorrespiratoria a largo plazo neutraliza los efectos adversos del incremento de la adiposidad así como de factores de riesgo cardiovasculares”.  

Tal y como se ha puesto de manifiesto en esta sesión científica, una buena capacidad muscular es capaz de regular el metabolismo de la glucosa y la resistencia a la insulina en personas con diabetes tipo II y obesidad. Como detalla Javier Butragueño, el ejercicio se utiliza para generar respuesta a nivel metabólico, inmune y estructural; no solo debemos quedarnos con el gasto energético, ya que sería una equivocación y subestimaríamos el papel que tiene el músculo en la salud y en la enfermedad”.

 

El músculo esquelético comprende aproximadamente el 40% de la masa corporal humana total en un individuo de peso saludable. Juntos, el músculo esquelético y el corazón representan casi el 30% del consumo de energía en reposo y casi el 100% del aumento del consumo de energía durante el ejercicio. El mantenimiento del músculo esquelético es un proceso dinámico: se repara y regenera constantemente; sin embargo, la capacidad regenerativa del músculo esquelético disminuye en la obesidad.

 

El problema en los adultos con obesidad no es la sarcopenia (pérdida de masa, fuerza y funcionamiento de los músculos) sino la dinapenia (pérdida de la capacidad de generar fuerza) y, por ese motivo, “es fundamental centrarse en mejorar el componente metabólico y estructural del músculo”, indica el coordinador del GT de Ejercicio de SEEDO. Las últimas investigaciones en ejercicio han mostrado que es posible mejorar la capacidad funcional incluso con más de 80 años, mostrando que nunca es tarde para mejorar y sumar calidad a los años de vida.

 

Como otro aspecto a valorar, actualmente se sabe que las distintas modalidades de ejercicio pueden interactuar con el ritmo circadiano, lo que puede modular sus efectos metabólicos. En palabras del Dr. Butragueño, “la optimización del horario de las sesiones de ejercicio podría ayudar a las intervenciones terapéuticas existentes para el tratamiento de las enfermedades metabólicas”.

 

El papel de los centros deportivos

Actualmente, existen cambios en las recomendaciones de entrenamiento de fuerza sobre los descansos entre series, el volumen o la intensidad a la que se debe entrenar una persona con obesidad, e incluso el número de días necesario para conseguir mejoras a nivel metabólico. Sin embargo, como apunta el Dr. Javier Butragueño, “estas recomendaciones quedan en el olvido si no son asumidas por la población; en este sentido, los centros deportivos y sus profesionales son los recursos más importantes al alcance de los ciudadanos para conseguir sus objetivos de salud relacionados con la creación y mantenimiento de un estilo de vida activo y saludable, siendo la pérdida de peso uno de los objetivos más importantes”. 

 

Los investigadores abogan por incluir la prescripción de ejercicio físico en los tratamientos médicos; sin embargo, indica Butragueño, “la realidad es que se necesita de espacios y especialistas que pueden llevar a cabo esta labor, por lo que los gimnasios deben adaptarse a este contexto y formar parte del ecosistema de servicios que favorezca una sociedad más sana y saludable”.

 

Además, como recalca César Bustos, la estrategia de ejercicio seleccionado en sujetos con sobrepeso y/o obesidad, con el objetivo de mejorar los niveles de salud y de composición corporal relacionados con el ejercicio, debe ser evaluada por profesionales especializados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, mientras que la estrategia nutricional y de alimentación debe recaer en un dietista–nutricionista”.

 

            Síndrome de ovario poliquístico

            En esta sesión también se ha puesto el foco en el síndrome de ovario poliquístico, que es un problema habitual e importante en mujeres de edad joven. Se estima que entre un 12-16% de ellas lo sufren, afectando tanto a su salud como a la fertilidad; en la actualidad, como aclara el farmacéutico y nutricionista deportivo Sergio Espinar, “sabemos que el 70% de ellas sufren de resistencia a la insulina, situación agravada por el sedentarismo y la obesidad”.

 

La solución de este problema, a juicio de este profesional, “parte de controlar el porcentaje de grasa, además de fomentar el entrenamiento de fuerza como principal estrategia a la hora de mejorar la acción de la insulina”. Estos cambios, junto a la suplementación (inositol, vitamina D y anti-oxidantes), “mejoran drásticamente el pronóstico de  esta patología, reduciendo el riesgo de cáncer, diabetes, infarto y obesidad”, asegura Sergio Espinar.

 

  

18 November 2021

Obesidad infantil, el tsunami que viene… y que la pandemia de coronavirus ha agigantado

  


   En el momento actual vivimos una pandemia de obesidad infanto-juvenil, que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha agravado de forma muy significativa”, asegura el Dr. Gilberto Pérez López, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), que participa en el XVII Congreso de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), que se está celebrando en Málaga.

 

Antes de la pandemia, y a pesar de que las cifras seguían siendo preocupantes respecto a la prevalencia de la obesidad infantil, estudios como el ALADINO 2019 indicaban cierta estabilización de las cifras. Pero, a  juicio del coordinador del grupo de trabajo de obesidad infantil y en la adolescencia de la SEEDO, “todo ha cambiado tras el confinamiento y empeorado en el último año”; según el Dr. Gilberto Pérez, “la percepción en consultas es clara: observamos un empeoramiento de la ganancia ponderal de niños y adolescentes, así como un aumento de los casos de obesidad grave.

 

            De mal en peor

El estudio ALADINO 2019 mostraba que la prevalencia de sobrepeso es del 23,3% y la prevalencia de obesidad del 17,3 % en la población infantil española de 6 a 9 años, según los estándares de situación ponderal de la OMS. Dentro de la obesidad, un 4,2% de los escolares estudiados presentaban obesidad grave.

 

Estos datos, que ya eran malos (a pesar del cierto estancamiento de las cifras apreciado antes de la pandemia), se tornan ahora aún más preocupante. Un estudio reciente de la plataforma de seguridad y bienestar digital para familia ‘Qustodio’ deja hallazgos para la reflexión, y confirma las causas del repunte en las tasas de obesidad infantil y en la adolescencia: mayor tiempo de uso de pantallas (ordenador, móvil, tablet), menor tiempo de actividad física (30% de los niños pasan menos de 1h diaria al aire libre), lo que se traduce en que el 72% aproximadamente realiza menos actividad física que antes de la pandemia. Y, como añade el experto de SEEDO, “los hábitos de consumo también han cambiado, favoreciendo el ambiente obesógeno”.

 

            Perfil de los ‘nuevos’ pacientes…y soluciones

            El ‘tsunami’ de la obesidad afecta con especial crudeza a los adolescentes, con importantes complicaciones de salud para el futuro. “Se estima que el aumento de la prevalencia de obesidad en este tramo de edad (12-18 años) aumenta el riesgo de obesidad en la etapa adulta un 80%”, según el Dr. Gilberto Pérez.

 

Básicamente, son 4 los rasgos característicos que muestra este fenómeno: 1) es explosivo, por la aceleración de la ganancia de peso durante la pandemia; 2) se ha agravado tras las medidas restrictivas durante y después del confinamiento; 3) se ha mantenido en el tiempo, debido a factores socio-económicos que afectan a las familias; 4) todo esto ha servido de catalizador en el empeoramiento del problema de base que ya suponía la obesidad infantil y juvenil en nuestro medio.

 

Ante este desolador panorama, hay margen para la esperanza y el optimismo. La clave está en controlar los factores multidimensionales que influyen en el desarrollo de la obesidad en la infancia y adolescencia”, señala Gilberto Pérez, quien subraya especialmente “la importancia de que la familia esté concienciada y comprometida con un cambio real para obtener resultados”. Los factores individuales son responsabilidad del niño y su familia (dieta, actividad física, horas de sueño y tiempo en pantalla, ejemplo de los padres…), “mientras que algunos otros factores relevantes dependen de los organismos públicos y de las políticas que implementan”, apostilla este experto..

 

 

             

  

06 July 2020

Uno de cada diez españoles podría tener “diabesidad”, la suma de diabetes tipo 2 más obesidad o sobrepeso




El 11-12% de la población española (unos 4 millones de personas) podría tener diabetes tipo 2 y obesidad o sobrepeso, según estimaciones de los expertos reunidos en el 1er Congreso Virtual de Diabesidad tras cruzar las diferentes estadísticas sobre la prevalencia de ambas patologías*. Este Congreso está organizado por la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), con la colaboración de Novo Nordisk.

La evidencia científica actualmente disponible apunta a que, por separado, cada una de las dos patologías es factor de riesgo de complicaciones en pacientes con enfermedad por COVID-19, por lo que la combinación de ambas, lo que se conoce como “diabesidad”, implicaría un peor pronóstico y un difícil manejo en caso de contagio. Por ello, los expertos han puesto de manifiesto la importancia de que la prevención de la diabetes tipo 2, la de la obesidad y el adecuado abordaje en caso de padecer una o las dos formen parte de las estrategias frente al coronavirus.

En este contexto, Irene Bretón, presidenta de la SEEN, insiste en que “la obesidad es una enfermedad que no siempre se considera como tal o no se reconoce su importancia, tanto en las administraciones como por parte de la ciudadanía. No se ve como una enfermedad devastadora, que aumenta el riesgo de mortalidad y da lugar a múltiples complicaciones, además de un deterioro evidente de la calidad de vida. Hay estudios que observan que las personas con formas graves de obesidad pueden perder entre 10 y 12 años de vida”.

Asimismo, el doctor Francisco Tinahones, presidente de la SEEDO, incide en que la obesidad no es sólo un problema de los adultos. “Cada vez es más frecuente en la población infantil y juvenil. Estamos viendo adolescentes obesos con diabetes tipo 2, algo impensable hace años". Por su parte, Antonio Pérez, presidente de la SED, pone el acento en recordar que, la obesidad, sobre todo la obesidad abdominal, constituye el principal factor para el desarrollo de la diabetes tipo 2 en los sujetos genéticamente predispuestos, y la prevención de la obesidad representa la principal medida en la reducción de la incidencia de la diabetes tipo 2. A pesar de todo, frecuentemente la obesidad no se considera una enfermedad y una de cada dos personas con diabetes está sin diagnosticar”.

Y en lo que estas tres Sociedades coinciden es en que “es necesario profundizar en la epidemiología y fisiopatología de esta enfermedad para poner en marcha medidas destinadas a su abordaje integral mediante la prevención y el tratamiento, creando protocolos de actuación, guías de práctica clínica y, en definitiva, que las autoridades sanitarias pongan en marcha planes estratégicos efectivos”.

En esta misma línea, el doctor Francisco Pajuelo, director médico de Novo Nordisk, reconoce que “después de 100 años trabajando e innovando en el ámbito de la diabetes, la evolución natural de nuestra compañía era encontrar soluciones óptimas para el tratamiento de la obesidad, como una de las principales comorbilidades de la diabetes. Y así, hoy en día nuestro objetivo es mejorar el abordaje de ambas mediante opciones terapéuticas, instrumentos y programas de apoyo que son el resultado de haber escuchado y aprendido de las personas que las padecen y quienes les atienden”.

Cambio de hábitos
Entre las numerosas complicaciones en las que puede derivar la obesidad se encuentran las de origen cardiovascular. “Por eso, es importante prevenirla y con ello el desarrollo de diabetes tipo 2, la cual también incrementa el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular”, afirma el doctor Antonio Pérez. En concreto, las personas con diabetes tipo 2 tienen hasta tres veces más riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular que las personas sin diabetes1.

Esto se debe a que la diabetes es una enfermedad metabólica que tiene una relación directa con la enfermedad cardiovascular lo que convierte a esta, la enfermedad cardiovascular, en la principal causa de muerte de las personas con diabetes2. “Es decir, la obesidad no es un problema estético. La misma empeora la calidad de vida y provoca numerosas patologías, entre ellas la diabetes”, incide el doctor Tinahones.

En estos casos, junto al tratamiento, la dieta y el ejercicio son otros de los pilares básicos. Aunque estos expertos reconocen la dificultad para conseguir cambiar el estilo de vida del paciente y seguir el tratamiento. Y en cuanto a los hábitos nutricionales la doctora Irene Bretón explica que, “hay que aprender a comer mejor, no es sólo cuestión de comer menos. Tenemos que adaptar las calorías que ingerimos a lo que vamos a gastar y mejorar la calidad nutricional de nuestra alimentación, en base a la dieta mediterránea. Es el patrón dietético que ofrece más beneficios, pero siempre estableciendo objetivos individualizados”.

Aunque también muy importante es el ejercicio físico. Sobre este el doctor Tinahones matiza que “el mismo dependerá de la edad, el nivel de entrenamiento físico y la existencia de otras patologías. Para la mayoría de los adultos se recomiendan 150 min o más de actividad física de intensidad de moderada a fuerte por semana, distribuida en al menos 3 días/semana y ejercicios de fuerza”.

Los expertos ponen el énfasis en que cuando la obesidad se trata, las enfermedades asociadas a la misma, como la diabetes tipo 2, desaparecen. Por tanto, “evitando el exceso de peso se pueden prevenir más del 50% de los casos de diabetes tipo 2”.

Hacia la medicina de precisión
Si con las modificaciones en el estilo de vida y el ejercicio físico no se consiguen los objetivos marcados, hay que comenzar el tratamiento farmacológico. En palabras de estos profesionales, es importante buscar alternativas de tratamiento adaptadas a la vida de cada paciente. Y en la actualidad, los expertos aseguran que la “la diabesidad nos exige una visión holística que considera desde los factores ambientales a los genéticos, según nos dirigimos hacia un futuro marcado por la medicina de precisión. La misma nos permitirá indicar el tratamiento adecuado, en el paciente adecuado y en el momento adecuado”.


No obstante, todos destacan la necesidad de invertir más tiempo en la educación del paciente y la investigación. “Es una labor de todos, profesionales y personas con obesidad y diabetes, mejorar la adherencia a los tratamientos, y para esto debemos emplear más tiempo en explicar los beneficios y cómo logarlos. Y la apuesta por la investigación debe ser fundamental ya que los nuevos tratamientos avanzan en función del conocimiento que se adquiere en la patogenia de estas patologías”, concluyen.
  

23 June 2020

Los expertos consideran la obesidad infantil como el gran drama oculto del coronavirus en los niños

La obesidad infantil en España era ya una de las más altas de Europa y se ha visto aún más agravada durante la cuarentena, hasta el punto de que los especialistas alertan de que “puede haberse incrementado en unos tres kilos el peso medio de la población infantil española, a razón de al menos uno por mes”, advierte el doctor Manuel Baca, jefe del Servicio de  Pediatría y Neonatología del Hospital Quirónsalud Málaga. Unas cifras que también alarman a la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), que ha estimado un incremento medio cercano al 5% en el peso de los niños y adolescentes tras el confinamiento por el coronavirus.
Todo tiene una explicación. Según el pediatra, “en el niño es fundamental crear una serie de hábitos y al frente de ellos deben estar la alimentación y el ejercicio. Desgraciadamente, esta situación de confinamiento ha llevado a los más pequeños a una ausencia total de ejercicio, un sedentarismo extremo durante meses unido a unos hábitos alimenticios que se desviaban de lo que debe ser la correcta alimentación de un niño”.
Para hacerlo aún más complicado, el doctor Manuel Baca alerta sobre el hecho de que, además, “ambos aspectos se unen a una derivada psicológica ante todo lo acontecido con gran repercusión sobre el niño al estar en un proceso de formación y desarrollo de sus afectos y sentimientos, por lo que es fundamental encauzar esta situación. Si se prolonga, si lo que eran pequeñas alteraciones de sus hábitos empieza a fundamentarse y tener raíces en la propia expresión del niño, realmente creo que no exageramos al decir que el gran drama oculto del coronavirus en el caso de los niños es la obesidad”. Por todo ello, los expertos piden la movilización de las familias para que fomenten la actividad física, jueguen con los niños, les hagan intervenir en rutinas con la finalidad de que la vida de los más pequeños vuelva a la senda de los hábitos de vida saludables y que, con el paso de los años, “no recuerden esta situación solo como un momento muy negativo sino como un punto de inflexión para ordenar sus vidas”.
Agravamiento por la suma de los meses de confinamiento más las vacaciones de verano
El jefe del equipo de Pediatría anima a actuar cuanto antes y no sumar las dinámicas negativas de los meses de confinamiento a los meses de vacaciones de verano. Y es que, la dualidad pandemia y vacaciones genera unas previsiones nada halagüeñas para los expertos en relación con la obesidad infantil. Se basan, sobre todo, en estudios previos que evidencian un incremento del peso corporal de los niños durante el periodo estival de vacaciones en un año convencional, atribuible a los cambios que se producen en verano en comparación a los hábitos durante el curso escolar. “Es esperable que se produzca una situación similar a la de otros años, multiplicada por dos al sumarse con una situación similar vivida durante los meses de confinamiento”. Tal es la importancia que el Ministerio de Sanidad -avanza el responsable del servicio de Pediatría de Quirónsalud Málaga- ha encargado a la Asociación Española de Pediatría un grupo de trabajo para abordar una salida prioritaria de este problema infantil.
Por su parte, el Consejo General de la Psicología también ha alertado sobre las consecuencias que ha tenido el confinamiento en niños y adolescentes, como problemas psicológicos y sociales que se derivan del prolongado encierro en esas edades y, entre ellos, están los  trastornos de conducta alimentaria.
Además, añade el doctor, que los niños en edad infantil y juvenil son especialmente vulnerables, puesto que “no son conscientes de la gran repercusión que ganar peso y adquirir malos hábitos puede tener sobre su salud futura”.
Cuando se mide la mortalidad en la edad adulta de los adolescentes con mayor índice de masa corporal (más obesos), se comprueba que tienen tasas de mortalidad un 30% superiores al resto. “El exceso de peso en niños, con obesidades cada vez más extremas, significa que comenzamos a ver en edad infantil y juvenil algunas consecuencias muy serias: hipertensión, hiperglucemia, trastornos del sueño, lesiones en piel, diabetes tipo 2 en la infancia, además de las repercusiones psicológicas, lo que se ha venido a llamar el estigma de la obesidad”, sentencia el doctor Manuel Baca.
Recomendaciones para una vida saludable
Así, el especialista recomienda retomar cuanto antes hábitos de vida saludables en los niños y adolescentes “invirtiendo como mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas de intensidad moderada a vigorosa”.
Por otro lado, recuerda que deben tener una dieta equilibrada y nutritiva, en la que los cereales, las patatas y legumbres deben constituir la base de la alimentación, de manera que los hidratos de carbono representen entre el 50% y el 60% de las calorías de la dieta. Se recomienda que las grasas no superen el 30% de la ingesta diaria, reduciendo el consumo de grasas saturadas y ácidos grasos. Las proteínas deben aportar entre el 10% y el 15% de las calorías totales, debiendo combinar proteínas de origen animal y vegetal. Se deben consumir, como mínimo, cinco raciones al día de verduras y frutas e incorporarlas también en el desayuno. Nunca prescindir de un desayuno completo compuesto por lácteos, cereales y frutas. De esta manera, se evita o se reduce la necesidad de consumir alimentos menos nutritivos a media mañana y se mejora el rendimiento físico e intelectual. La hidratación también es fundamental y se aconseja beber entre uno y dos litros de agua al día.

13 April 2020

Un decálogo para cuidarse en familia durante la pandemia de coronavirus






La situación actual de confinamiento ha cambiado de manera importante el estilo de vida, la actividad escolar, la actividad social y, con frecuencia,  los hábitos alimentarios, todo ello con un impacto directo sobre la salud. Los niños y los jóvenes tienen un riesgo especialmente elevado de modificar negativamente su alimentación durante el periodo de confinamiento debido a la actual pandemia de coronavirus. Esto ha motivado al Grupo de Obesidad Infantil de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) para hacer un sencillo documento, con pautas básicas a seguir en lo respecta a la alimentación y ejercicio, pensado especialmente en estos colectivos pero que implican a toda la familia. 



Y es que como admite el Dr. Diego Bellido, vicepresidente de SEEDO y que trabaja en el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol, “la población infantil y juvenil es especialmente vulnerable, por no ser habitualmente consciente de la gran repercusión que ganar peso y adquirir malos hábitos puede tener sobre su salud fututa tan física como mental”.



Ganancia de peso durante el confinamiento

De hecho, y aunque todavía no se dispone de datos acerca del impacto de esta pandemia sobre la obesidad infantil, las previsiones de los expertos no son muy halagüeñas. Se basan, sobre todo, en estudios previos que evidencian un incremento del peso corporal de los niños durante el periodo de vacaciones estival en un año convencional, atribuible a los cambios que se producen en verano en comparación a los hábitos durante el curso escolar. Por tanto, como indica el Dr. Bellido, “es esperable que se produzca, al menos, una situación similar”.



En cualquier caso, como afirma el Dr. Francisco Tinahones, presidente de SEEDO y jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Virgen de la Victoria (Málaga), “el impacto va a ser diferente en función de la duración total del confinamiento absoluto y de la duración e intensidad en la que se realice el proceso hasta la normalización de la situación”. Además, como indica el experto de la SEEDO, “esta situación de confinamiento afectará a cada niño en función de su peso al inicio, su estado de forma física y su ambiente familiar. Con todo, recuerda que “es muy importante, si ha existido un incremento de peso, que tras el confinamiento se tomen la medidas para volver al peso normal”.



Respecto a cuánto se puede elevar de media el peso durante este periodo confinamiento, se podría estimar en un 5%, “teniendo en cuenta que estarán más afectados los que antes del confinamiento presentasen mayor peso, peor forma física y con familiares obesos”, indica el Dr. Diego Bellido. Según los cálculos de la Dra. Susana Monereo, jefa del Servicio de Endocrinología del Hospital Gregorio Marañón (Madrid) y secretaria de SEEDO, “si hacemos diariamente un aporte extra en la dieta de unas 200-250 Kcal (que se puede alcanzar solo con el consumo adicional diario de, por ejemplo, varias galletas), en 1 mes habremos acumulado aproximadamente 6000-9000 Kcal, lo que se traduce en un incremento de 1 kg de grasa”.



Factores de riesgo y ‘líneas rojas’

Se conocen bien los principales factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad en la población infantil y juvenil:



-       Tener padre o madre obeso multiplica por 3 en los niños el riesgo de ser obesos

-       Beber 4 refrescos azucarados a la semana se asocia con aumento del 4% de la masa grasa

-       Los niños que están sentados usando dispositivos móviles y/o viendo la TV más de 12 horas a la semana duplican su riesgo de obesidad

-       Otro factor que aumenta el peso es la falta de horas de sueño



Los expertos de la SEEDO establecen una serie de ‘líneas rojas’ que no deberían sobrepasarse en la alimentación de los niños durante este periodo de confinamiento:



1)    No tomar diariamente fruta y verdura

2)     Comer todos los días o de forma muy habitual bebidas dulces, productos envasados o procesados fritos o ricos en azucares y/o grasas tipo bollería industrial, patatas fritas etc.

3)    Beber bebidas o refrescos dulces en vez de agua

4)    No hacer ejercicio al menos 1 hora al día

5)    Pasarse más de 2 horas diarias seguidas frente a una pantalla de TV, ordenador, dispositivos móviles,…

            Una décalogo fácil de implementar

            Partiendo de esta situación, el decálogo establecido por la SEEDO incorpora una serie de normas básicas de dieta y estilo de vida que tiene como objetivo mantenerse dentro de las líneas de lo que es saludable, tanto en el aspecto físico relacionado con la alimentación y el ejercicio como en aspectos psicológicos vinculados con el comportamiento. Y es que, como admite el Dr. Francisco Tinahones, “sabemos que durante el confinamiento es fácil saltarse esas líneas rojas y que aparezcan conductas y hábitos poco saludables”.



Son recomendaciones sencillas, básicas, de sentido común y fáciles de implementar, dirigidas específicamente para la población infantil pero que precisan de un contexto y apoyo familiar adecuado. Sin embargo, como señala la Dra. Amelia Martí, coordinadora del Grupo de Obesidad infantil de SEEDO, “la implementación de estos consejos incrementa las posibilidades de mantener un estado de salud óptimo durante el confinamiento”. Estas son las 10 recomendaciones que se le hacen a los niños y adolescentes:



1)    Participa en el PLAN FAMILIAR de actividades de cada día (horario de comidas, cole o estudio, recreos, otras actividades)

2)    CUIDA TU ASPECTO y tu entorno. Aséate cada día y ponte ropa cómoda para estar en casa. Ventila la habitación, hazte la cama, límpiala y ordénala si puedes hacerlo solo o pide ayuda

3)    DESPIÉRTATE PRONTO Y DESAYUNA todas las mañanas, en familia. Para empezar el día con mucha energía que no falte un vaso de leche o un producto lácteo (yogur o queso), una fruta y un poco de pan con aceite de oliva. Es un buen momento para poner en práctica la dieta mediterránea

4) MUÉVETE Y DIVIÉRTETE en familia – al menos 30 minutos por la mañana y otros 30 minutos por la tarde con juegos donde te muevas, bailes,…

5) Negocia con tus padres y hermanos los tiempos dedicados al uso de PANTALLAS (móvil, consola, TV), pero no los utilices mientras comes. Sigue en contacto con los amigos por vídeo conferencia, de vez en cuando

6) Participa en la cocina y prepara PLATOS SALUDABLES Y ATRACTIVOS. Procura comer siempre a la misma hora

7) El AGUA es la principal bebida para todos los miembros de la familia

8) Evita el consumo de ALIMENTOS RICOS EN SAL, AZÚCARES AÑADIDOS Y GRASAS POCO SALUDABLES

9) MAÑANA SERÁ OTRO DÍA. Mantén la rutina y acuéstate pronto. Mañana no hay cole, pero hay que levantarse y hacer todas las tareas escolares, ayudar en casa y mantenerse activo

10) CUIDA TUS EMOCIONES, si estas nervioso o triste ¡Comparte tus emociones! la música relajada puede ayudarte. Lee y sorprende a tu familia con tus dotes artísticas dibujando o haciendo manualidades, etc. te ayudarán a controlar tus emociones



            Una labor de todos

            El eje principal de estas recomendaciones está en la familia. Para asegurar una alimentación sana y garantizar la actividad física durante el confinamiento, el núcleo familiar es más importante que nunca”, asegura el Dr. Tinahones, quien reconoce que “el niño, en función de su edad, será más o menos capaz de modificar su actividad diaria, aunque todos, incluso los más pequeños, pueden seguir unos hábitos más adecuados con ayuda de sus familias”.



Los expertos de SEEDO asumen que esta situación de confinamiento, que está siendo prolongada, va a tener de forma inevitable una repercusión muy importante sobre los hábitos de vida básicos que son la comida y la actividad física o la higiene. Pero que, incluso, puede tener un efecto negativo a nivel emocional y de comportamiento.



La alimentación está íntimamente ligada con las emociones”, señala el Dr. Diego Bellido. Según subraya este especialista, “comemos muchas veces por ansiedad, por aburrimiento o por tristeza, y también estas circunstancias influyen en la selección de los alimentos que elegimos”. Con frecuencia esta situación tan anómala que genera tanta incertidumbre y ansiedad por el miedo a la enfermedad o el confinamiento en sí mismo aumenta la tendencia al picoteo (sobre todo de carbohidratos y bebidas dulces). De ahí, recalca el Dr. Bellido, “la trascendencia de una buena planificación del día, empezando por tener unos horarios definidos, mantener un buen aspecto físico cuidando la higiene y el vestido, planificar la dieta de forma que sea nutritiva, divertida y saludable y combinar la actividad intelectual con la actividad física y el ocio sin dejarnos llevar por el ocio sedentario y pasarnos el día viendo la TV, ordenador videojuegos,…”.





15 April 2016

Berbés Asociados lidera el proyecto “Periodistas contra la obesidad” dentro del programa “Prevención de la Obesidad-Aligera tu vida” de la SEEDO‏

España es uno de los países donde se espera un incremento importante de estos problemas, con aproximadamente un 30% de obesidad y un 70% de sobrepeso, según ha alertado la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su Informe de abril de 2015. Concienciar y movilizar a la sociedad en la prevención y tratamiento de la obesidad es uno de los principales objetivos de los programas de salud pública en España, debido a la alta prevalencia en el mundo desarrollado.
Berbés Asociados, agencia especializada en el sector salud, es consciente de la importancia que tiene la comunicación en este tema, por ello ha firmado un acuerdo de colaboración con la Sociedad Española para el Estudio De la Obesidad (SEEDO), durante el XII Congreso de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), celebrado el pasado fin de semana en Mondariz Balneario.
Mediante este acuerdo, “Periodistas contra la obesidad”, gestionado por Berbés Asociados y que estará vigente hasta el final de 2018, se pretende acercar a la sociedad los conocimientos científicos y de comunicación sobre este tema, así como el impulso de iniciativas informativas que contribuyan a combatir la enfermedad.
También se creará una plataforma online que servirá de punto de encuentro para especialistas científicos y profesionales de la comunicación. Además se utilizará como medio para difundir las acciones del proyecto ‘Prevención de la Obesidad-Aligera tu vida’, acuerdo de colaboración firmado ese mismo día entre la SEEDO y la ANIS, en todos los ámbitos, canales y herramientas propias de Berbés Asociados.
“Desde Berbés Asociados pretendemos impulsar iniciativas informativas que contribuyan a combatir la problemática de la obesidad, buscando así movilizar al conjunto de la sociedad en la prevención y el tratamiento de esta patología”, manifiesta        Pedro Cano, consejero delegado de Berbés Asociados.

Fotografía de F. Núñez (ANIS) de la firma del convenio por parte de Felipe Casanueva, presidente en funciones de la SEEDO y Pedro Cano, consejero delegado de Berbés Asociados,  en presencia del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el presidente de ANIS, Alipio Gutiérrez y el Conselleiro de Sanidade de la Xunta de Galicia, Jesús Vazquez Almuiña.

16 December 2015

Las personas con obesidad tienen casi 7 veces más posibilidades de sufrir artrosis que las personas con normopeso

Haga clic en Opciones


La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), en colaboración con la Sociedad Española de Reumatología (SER), la Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) y la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología (SECOT) celebran el “Día de la Lucha contra la Obesidad”


·         La asociación con obesidad se ha observado tanto en la artrosis de articulaciones de carga como cadera y rodilla, como en articulaciones que no son de carga (manos) o con la propia artrosis generalizada

·         Pequeñas pérdidas de peso, como disminuir 4 ó 5 kilos, o 2 puntos de Índice de Masa Corporal (IMC), consiguen disminuir el riesgo de osteoartritis en un 50%

·         Un sobrepeso del 20% multiplica por 10 el riesgo de sufrir artrosis en la rodilla, siendo la prevalencia de obesidad en la población española con artrosis de rodilla del 38% en mujeres y del 28% en hombres

·         Las estrategias para reducir peso en el caso concreto de artrosis de rodilla podrían incluso reducir la cirugía en un 31%

·         En los tratamientos quirúrgicos el factor bueno es que el peso no condiciona a corto y medio plazo, sí a largo, la evolución de una próstesis articular; el malo es que la obesidad aumenta el riesgo de infección de una prótesis, en general, y en las de cadera, en particular

·         La SEEN, la SEEDO, la SECOT, la SERMEF y la SER recomiendan 10 medidas para mantener un peso lo más próximo a la normalidad, disminuir el riesgo de artrosis y mejorar el dolor, la funcionalidad y la calidad de vida


26 November 2014

EL SOBREPESO ES RESPONSABLE DE AL MENOS UN 15% DE LAS MUERTES EN PACIENTES ONCOLÓGICOS

“Prevenir la obesidad previene el cáncer” es el lema que abandera este año el Día de la Lucha contra la Obesidad en España. Organizada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), la efeméride coincide con una extensa revisión científica que vincula de forma directa dos problemas de salud pública de elevadas proporciones: el sobrepeso y/u obesidad y el cáncer.

Peligrosa estadística
Los números hablan por sí solos y los especialistas dan la voz de alarma. El exceso de peso está implicado entre el 15 y el 20% de las muertes por cáncer; el 30% de las muertes por cáncer se podría evitar con hábitos de vida saludables; el 4% de los hombres y el 7% de las mujeres deben su cáncer a la obesidad; el riesgo de padecer cáncer por sobrepeso se incrementa cuatro o cinco veces dentro de los más de 215.000 casos oncológicos que se detectan en España cada año. Los efectos de la comorbilidad son manifiestos y urge poner freno a la epidemia del siglo XXI porque, según las sociedades científicas implicadas, “en una década su influencia será superior a los efectos del tabaco”.

Obesidad, interruptor o acelerador del cáncer

La obesidad es una enfermedad crónica y de tendencia epidémica en el mundo occidental. En España el 22,9% de la población adulta es obesa siguiendo el indicador del índice de masa corporal (IMC), porcentaje que aumenta hasta el 36% si utilizamos el perímetro de la cintura para definirla. Es decir, uno de cada 3 o 4 españoles es obeso.

Entre las principales comorbilidades asociadas a la obesidad están la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial, la enfermedad cardiovascular y el cáncer. “Si bien la relación entre obesidad y cáncer se ha mantenido solapada en los últimos años por la importancia de las enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio o el accidente cerebro-vascular, actualmente emerge con fuerza por sus importantes repercusiones tanto sanitarias, como  económicas y sociales”, sostiene el Dra. Purificación Martínez de Icaya, miembro de la SEEDO.

La obesidad es la segunda causa prevenible de desarrollo de cáncer tras el consumo de tabaco. Además, el exceso de peso en el momento del diagnóstico se ha relacionado también con un peor pronóstico. Por ejemplo, en el cáncer de mama diagnosticado antes de la menopausia, las mujeres obesas presentan un incremento de la mortalidad del 75% en comparación con las mujeres con un peso normal en el momento del diagnóstico. Y en los hombres, la obesidad puede ser un factor de riesgo asociado a un tipo de cáncer de próstata más agresivo, y con mayor probabilidad de tener una enfermedad más extendida en el momento del diagnóstico. “Los datos disponibles apuntan a que la obesidad es un factor de peor pronóstico también en otros tipos de neoplasias, e incluso que cuando una persona ha superado con éxito una primera enfermedad neoplásica, al ser obesa, tiene mayor número de probabilidades no sólo de recidivar, sino también de desarrollar un segundo proceso neoformativo en una localización distinta a la primera”, apunta el Dr. Pedro Pérez Segura, coordinador del Grupo de Trabajo SEOM de Prevención y Diagnóstico Precoz.

Existen diversos estudios que demuestran como la pérdida de peso en los supervivientes de un proceso neoplásico, a través de la reducción de la ingesta calórica, de la mejoría de sus hábitos dietéticos y del incremento de la actividad física, consigue numerosos beneficios entre los que se encuentran una mejor calidad de vida, una mayor capacidad física, la menor incidencia de comorbilidades como la diabetes o la enfermedad coronaria y, lo más importante, un  cambio favorable en los factores biológicos relacionados con el riesgo y el pronóstico de cáncer.

Acuerdo de colaboración
SEEDO y SEOM han suscrito un acuerdo de colaboración para desarrollar conjuntamente el proyecto OBEyCAN, que entre otras iniciativas está trabajando en un documento conjunto sobre la importancia de la obesidad como factor de riesgo en el cáncer y las particularidades de la obesidad en el paciente oncológico.

El presidente de la SEEDO, el Dr. Felipe Casanueva, ha resaltado la transcendencia médico-científica que tiene vincular de manera directa obesidad y cáncer, aludiendo a la preocupación de las sociedades científicas organizadoras de este evento por proponer políticas públicas, programas integrales y documentos de consenso  de consenso que aborden la prevalencia de la obesidad y el cáncer así como la importancia de la nutrición como prevención. 

A este respecto, la Dra. Pilar Garrido, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica, ha destacado la importancia de la colaboración que se está desarrollando conjuntamente con la SEEN y con la SEEDO. “Los especialistas sabemos que cada vez va a haber más personas con cáncer debido a nuestra mayor esperanza de vida y a nuestros hábitos de salud; por eso uno de los grandes retos que tenemos las sociedades científicas es contribuir a modificar hábitos de vida, incluyendo prevenir y evitar la obesidad, que tanta influencia tienen en el cáncer y que, sin embargo, es poco conocido por la población. Por tanto la concienciación es fundamental.”

Nutrición ‘mediterránea’ como prevención
A juicio de los especialistas de la SEEDO y SEOM aún queda mucho por investigar en la relación entre dieta y cáncer, pero es un hecho probado que determinados nutrientes funcionan de escudo protector contra numerosas enfermedades oncológicas y otros, sin embargo, favorecen su desarrollo o dificultan su tratamiento”.

CONTACTO · Aviso Legal · Política de Privacidad · Política de Cookies

Copyright © Noticia de Salud