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28 September 2024

La SEORL-CCC advierte de la importancia de vigilar los nódulos del cuello para detectar el cáncer de tiroides

 

 

28 de septiembre, Día Nacional de Cáncer de Tiroides

  

 

·        En 2024 se diagnosticarán más de 6.300 casos en España de un tumor que afecta más a las mujeres y sobre todo, entre los 40 y los 60 años

 

·        El otorrinolaringólogo, por su formación en cirugía de cabeza y cuello y en patología laríngea y voz, es el especialista indicado para tratar de forma integral, tanto médica como quirúrgicamente esta prevalente patología

 

22 September 2022

24 de septiembre, Día Mundial del Cáncer de Tiroides

 

  

 

La combinación de terapias dirigidas e inmunoterapia suponen el futuro para los pacientes con cáncer de tiroides avanzado

 

  • El nuevo abordaje para los estadios avanzados de la enfermedad incorpora inmunoterapia al tratamiento, con el objetivo de mantener en el tiempo los beneficios que las terapias dirigidas presentan para el paciente

 

  • La cirugía sigue resultando fundamental en el cáncer de tiroides, así como el seguimiento posterior del endocrino para regular los niveles hormonales

 

  • La Dra. Pilar López Criado, jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y cuello y Melanoma de MD Anderson Madrid, aconseja consultar a un médico ante cualquier cambio en el cuello que persista durante más de 10-15 días

 

Las nuevas combinaciones de terapias dirigidas e inmunoterapia suponen el futuro en el tratamiento de los pacientes con cáncer de tiroides avanzado. Este nuevo abordaje se basa en la evidencia de que la inmunoterapia logra su máxima efectividad cuando se la administra junto con fármacos que retrasan el crecimiento del tumor. Así lo explica la Dra. Pilar López Criado, jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y cuello y Melanoma de MD Anderson Cancer Center Madrid en el contexto del Día Mundial del Cáncer de Tiroides que se celebra el próximo 24 de septiembre.

 

“La terapia dirigida consigue respuestas rápidas pero que se tienden a agotar en un año o dos. La inmunoterapia por su parte consigue que el paciente mantenga el beneficio. Esta combinación es la que se está trabajando en ensayos y que no teníamos hace 5 años. No es estándar todavía, pero buscamos que se aplique en los centros hospitalarios”, afirma la especialista. Se estima que en 2022 se detectarán 6.040 nuevos casos de cáncer de tiroides en nuestro país, con una ratio 3:1 mujeres/hombres 1.

 

La combinación de terapias e inmunoterapia ha demostrado avances sobre todo en el abordaje de tumores avanzados resistentes al yodo radioactivo, tratamiento habitual en el cáncer de tiroides, o aquellos en los que haya metástasis. Sin embargo, la escasez de ensayos clínicos sobre la enfermedad limita llegar a nuevos descubrimientos. “Un ensayo suele aportar una vigilancia más adecuada, unos estudios mucho más novedosos y precisos y mejores. Luego, lo que aporte ese ensayo va a repercutir en las mejoras que vamos a ver en los próximos años”, argumenta la especialista. Entre los últimos avances también destaca que el diagnóstico molecular se ha afianzado como método de detección de este tipo de cáncer, lo que facilita el tratamiento personalizado adaptado a las necesidades de cada paciente.

 

La cirugía, la “piedra angular” del cáncer de tiroides

 

Los avances en el tratamiento de la enfermedad no han modificado el papel predominante de la cirugía, cuyas técnicas también han progresado. “Es la piedra angular del cáncer de tiroides. Hace unos años, se realizaba una tiroidectomía total (extracción de la glándula tiroides) en todos los casos. Ahora, se tienen otras opciones en tumores pequeños, como mantener un hemitiroides para evitar la insuficiencia tiroidea y paratiroidea”, afirma la Dra. López Criado. La tiroides también se elimina quirúrgicamente en los casos metastásicos, ya que, al ser el órgano que absorbe el yodo, podría evitar que este llegara a las zonas afectadas del resto del cuerpo para neutralizar las células tumorales.

 

La experta destaca además el papel del endocrino en la sustitución de la glándula tiroides tras la intervención quirúrgica. “Vivir sin tiroides es bastante común, ya que esta tiene hormonas sustitutivas perfectas. Sólo hay que ajustarlas. Se trata de un manejo hormonal que optimiza muy bien el endocrino. De hecho, es muy raro encontrar un paciente que tenga problemas de efectos secundarios por insuficiencia tiroidea secundaria a un cáncer”, asegura. Así, la labor del endocrino es esencial para ajustar el nivel hormonal del paciente y chequear que no se produzcan recaídas, tanto locales como sistémicas.

 

Síntomas de alerta del cáncer de tiroides

A pesar de no existir un síntoma específico de la enfermedad, la experta recomienda consultar cualquier cambio en el cuello: sensaciones de presión, molestias persistentes, bultos o dificultades para hablar o tragar. A pesar de ello explica que los tumores en la glándula tiroidea pueden crecer hacia dentro y que no se note hacia afuera.

“La patología benigna es la que suele dominar y lo normal es que sea un bocio. Pero también puede ser signo de metástasis pulmonar o derrames pleurales. En general, hay que consultar con el médico de cabecera cualquier síntoma que persista durante más de 10-15 días”, finaliza la doctora.

  

27 September 2016

“Mucho por hacer”, lema de la Asociación Española de Cáncer de Tiroides en el Día Nacional de la enfermedad

 Los pacientes demandan un mejor conocimiento de la patología, avanzar en la reducción del porcentaje de cánceres de tiroides con mal pronóstico y garantizar un acceso igualitario al tratamiento y las innovaciones

·        También consideran necesario un mejor conocimiento del tratamiento para el control y vigilancia de la enfermedad, protocolos de seguimiento y, en el caso de recaídas, agilizar las derivaciones a centros especializados, para lo que es clave la existencia de centros de referencia

·        Solicitan asimismo unidades multidisciplinares en todos los centros sanitarios

·        Para conmemorar este día AECAT realizará diversas actividades, entre ellas la Jornada científicaMucho por hacer en el cáncer de tiroides (#muchoxhacertiroides) en Madrid y una exhibición de cometas solidarias en Barcelona 

Cada año se diagnostican alrededor de 3.000 casos de cáncer de tiroides en España, una neoplasia que afecta a menudo en edades comprendidas entre los 20 y los 40 años, siendo uno de los cinco tumores más frecuentes en este grupo de población.
A pesar de los importantes avances logrados en los últimos años que sitúan el porcentaje de curación en cerca del 90-95% de los casos, en la práctica clínica se observan grandes diferencias en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de tiroides. Por ello, en el marco del mes internacional para la concienciación de la enfermedad, la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT) celebra el V Día Nacional de Cáncer de Tiroides mañana miércoles 28 de septiembre bajo el lema “Mucho por hacer”. Como explica su presidenta, Carmen Villar, “aún queda mucho por hacer para conseguir un mejor conocimiento de esta patología, para reducir aún más ese pequeño porcentaje de cánceres de tiroides con mal pronóstico, para garantizar un acceso igualitario a su tratamiento y en última instancia para erradicarlo”.

La incidencia del cáncer de tiroides aumenta cada año

 La incidencia del cáncer de tiroides aumenta cada año, lo que puede explicarse por las mejoras y al uso más frecuente de los métodos diagnósticos, según afirma la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), aunque un incremento de la incidencia real no es descartable. Con motivo de la celebración del Día Nacional del Cáncer de Tiroides que se celebra este miércoles 28 de septiembre, la SEORL destaca que esta patología, cuyo pronóstico es bueno, no se puede prevenir y afecta al 1% de la población adulta, sobre todo en mujeres.

Los tumores de la glándula tiroides afectan a individuos en edades medias y suelen presentarse como un hallazgo casual, en el transcurso de una exploración rutinaria, o en forma de nódulo tiroideo solitario, palpable e indoloro. Gracias a la mayor precisión que aporta la ecografía en Alta Definición “hemos conseguido mejorar la identificación de esos nódulos y por tanto el diagnóstico”, asegura el doctor Mario Fernández, secretario general de la SEORL y autor del libro Patología y Cirugía de las Glándulas Tiroides y Paratiroides, que es la ponencia oficial de la Sociedad Española de ORL del año 2015Por otro lado, “los pacientes tienen un mejor acceso a este tipo de pruebas, que se han convertido en rutinarias, al haber un mayor número de equipos disponibles para realizarlas en los hospitales”, comenta.

Entre el 4 y el 7% de la población posee nódulos tiroideos palpables, pero sólo un 5% de ellos son tumores malignos, según datos de la SEORL. “Los datos que aumentan la probabilidad de que sean malignos serán un historial de radioterapia o radiación en cabeza y cuello durante la infancia o a lo largo de la vida, historia familiar, edades inferiores a 20 o mayores de 70, sexo masculino, presencia de nódulo único y/o crecimiento rápido del mismo, consistencia dura, presencia de adenopatías cervicales, así como disfonía, disnea o disfagia u otros signos o síntomas asociados”, indica el doctor Fernández.

Hay diversos tipos de cáncer de tiroides. El más frecuente es el carcinoma papilar que supone entre el 85-90% de los tumores de este tipo, según datos reflejados en el libro. El segundo más frecuente es el carcinoma folicular. “El carcinoma papilar puede aparecer en cualquier lado de la glándula tiroides y tiene un tamaño medio de 2-3 centímetros”, destaca el doctor Fernández. Este especialista explica que, “aunque su incidencia ha aumentado en los últimos años, la mortalidad no ha variado, y su pronóstico vital es excelente con un abordaje adecuado”.

Debido a las causas que suelen ocasionar el cáncer de tiroides, “no es posible prevenirlo ya que no hay un factor etiológico claramente definido y evitable en nuestra sociedad. La agregación familiar, los antecedentes de radiación o las exposiciones a accidentes nucleares, a tenerlas en cuenta en inmigrantes procedentes de Ucrania o Bielorrusia, nos deben orientar a este diagnóstico”, expone el doctor Fernández.

Cirugías seguras
En caso de que los nódulos examinados sean de origen maligno, “lo normal será realizar una tiroidectomía total en la cual se extirpa la glándula tiroides completa y después se aplicará un tratamiento con yodo radiado, lo que nos asegura una mayor eficacia y menores tasas de recidivas y un seguimiento posterior más estricto, a diferencia de la tiroidectomía parcial”, subraya el doctor Fernández. En los casos de extirpación completa se deberá tomar la hormona vía oral diariamente y de por vida.

La Cirugía Mínimamente Invasiva de la glándula tiroides se realiza mediante una incisión en la base del cuello de entre 1,5 y 2 cm por la cual se realiza la tiroidectomía. La falta de visión a través de una incisión tan pequeña es suplida con el endoscopio que es la herramienta de imagen. Los resultados permiten “un mejor resultado estético y local y disminución del dolor postoperatorio y de la estancia hospitalaria”, comenta el doctor Fernández. Además, la realización de esta técnica presupone “unos conocimientos y experiencia profundos sobre la anatomía quirúrgica del cuello y la cirugía de la glándula tiroides”, concluye.


28 September 2015

UNA TIROIDECTOMÍA ADECUADA ES LA BASE PARA LA CURACIÓN EN PACIENTES CON CÁNCER DE TIROIDES

La tiroidectomía, de acuerdo a una extensión adecuada a la enfermedad, es la base fundamental para conseguir la curación en pacientes con cáncer de tiroides, siendo realizada por cirujanos expertos y en un contexto multidisciplinar (de la mano de cirujanos, endocrinos, medicina nuclear, patólogos, radiólogos, …). Los expertos recomiendan esta técnica debido, también, al bajo riesgo de morbilidad que implica. Estos son algunos de los aspectos que se han puesto de manifiesto durante el XXI Workshop de Cáncer de Tiroides Avanzado del Hospital Universitario de Bellvitge, que cuenta con la colaboración de Ethicon (compañía de Johnson & Johnson).
Desde este lunes y hasta el 30 de septiembre, este curso pretende dar a conocer los nuevos protocolos basados en evidencia clínica en cáncer de tiroides, el manejo preoperatorio, intraoperatorio y postoperatorio y la difusión de nuevas tecnologías para mejorar la intervención quirúrgica. “En él participan cinco cirujanos que reciben formación, tanto teórica como práctica, interviniendo en dos sesiones quirúrgicas de cáncer de tiroides localmente avanzado en las que se visualiza la complejidad técnica y tecnológica que demanda esta enfermedad”, comenta el doctor Pablo Moreno, director del curso y jefe de la Unidad de Cirugía Endocrina del Hospital Universitario de Bellvitge. 
Estas reuniones formativas cuentan con una gran importancia para toda la profesión médica ya que, tal y como explica el experto, “en ellas nos actualizamos, compartimos conocimientos y nuevos protocolos, además de que favorecen la relación entre diversos equipos quirúrgicos”. Prueba de ello es que, como indica el doctor, “a pesar de contar ya con muchas ediciones, el éxito del curso continúa, ya que el índice de satisfacción de los asistentes es excelente y existe lista de espera para entrar en él”.
Cáncer de tiroides en España
En España, la incidencia de cáncer de tiroides es de 77 casos nuevos por cada millón de habitantes, asociándose el 90% de ellos a un buen pronóstico. Existen diversos tipos de tumores dentro de este grupo, siendo el más frecuente el cáncer papilar de tiroides (CPT), que tiene una alta probabilidad de contar con adenopatías en el cuello, pese a lo cual su pronóstico sigue siendo positivo. “Los pacientes menores de 45 años son los que mejor pronóstico tienen, aunque también está aumentando la detección de casos con peor pronóstico”, asegura el doctor.
Por ello, el papel de la cirugía endocrina es esencial para estos tumores. “Con ella se pretende resecar todo el tejido tiroideo, el de la glándula tiroidea y el que pueda estar en los ganglios del cuello”, subraya el doctor Pablo Moreno. Además, se acompaña de otros tratamientos que mejoran los resultados, como el radioyodo para eliminar restos tiroideos.

Tecnología en cirugía endocrina
La cirugía tiroidea exige la práctica de una técnica muy meticulosa para minimizar los posibles efectos adversos que pueden surgir, como la hemorragia o la lesión de los nervios recurrentes y de las glándulas paratiroides. Por ello, la tecnología sanitaria empleada ha ido evolucionando hasta conseguir avances que permiten llevar a cabo la operación de una forma más segura.
“El modo clásico de realizar la hemostasia es mediante bisturí eléctrico o pinzas bipolares, pero en los últimos años la aparición de aparatos de energía avanzada, como tecnología ultrasónica o bipolar avanzada, han mejorado la forma de llevarla a cabo”, recalca el especialista.
Entre las principales ventajas de esta tecnología más moderna destacan la eficacia, seguridad y reducción del tiempo de la intervención quirúrgica o la monitorización de forma continua de los nervios recurrentes, aportando así información de vital importancia para el cirujano pudiendo, de esta manera, llevar a cabo un seguimiento más exhaustivo.

Experiencia en cirugía endocrina
El Hospital Universitario de Bellvitge cuenta con una larga trayectoria a lo largo de los años en cirugía endocrina a través de la unidad creada en 2007, “aunque previamente ya se comenzó en el año 2000 a concentrar todos los casos en una misma sección”, señala Pablo Moreno.
Desde entonces, más de 2.000 pacientes han sido operados en este departamento y tratado más de 850 casos de cáncer, que han ido aumentado de manera progresiva, tanto en número como en complejidad, siendo actualmente entre 60 y 70 casos los que se operan anualmente en el centro hospitalario. 
La experiencia del cirujano en estos casos se relaciona con la obtención de mejores resultados en la operación. “Está demostrado que cuanta más experiencia quirúrgica existe, hay más posibilidades de conseguir eliminar todo el tejido tiroideo con menor probabilidad de recurrencia de la enfermedad y menor tasa de morbilidad. Sin embargo, ello puede variar dependiendo de la operación o de la extensión del tumor a operar”, apunta el experto.

24 September 2015

LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE CÁNCER DE TIROIDES PRESENTA LA CAMPAÑA “ALTO Y CLARO” ANTE LA INEQUIDAD ASISTENCIAL

Tras diez años de andadura, coincidiendo con el Día Nacional del Cáncer de Tiroides, la Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT) presenta este domingo la campaña “Hablemos alto y claro” con un acto de sensibilización y una gala solidaria de 12 a 15 horas, en la Plaza de Santa Ana de Madrid. La campaña muestra, a través de testimonios y datos de una encuesta realizada a pacientes, la necesidad de diseñar una red nacional de centros de referencia coordinados entre sí, y la preocupación que ha generado entre los afectados la decisión del gobierno de retirar de los presupuestos de 2016 el Fondo de Cohesión Sanitario (FCS). Fondo que financiaba los desplazamientos de pacientes entre CC.AA. y cuya supresión puede  agravar los casos de inequidad que ya se están denunciando y esta campaña recoge.

Pese a ser una enfermedad infrecuente con solo 3.000 casos al año, es de los tumores que más crece en la actualidad, siendo el 8º diagnosticado a mujeres. Para conocer las mejoras que demandan AECAT ha realizado como parte de la campaña, una encuesta a nivel nacional a los afectados, cuyos resultados ponen de manifiesto la inequidad que sufren los pacientes en el acceso a tratamientos y medicamentos de calidad.

La demanda de una red nacional de centros de referencia que acumulen la suficiente experiencia en cáncer de tiroides se vuelve especialmente necesaria con la retirada del FCS y viene avalada por la opinión de los expertos de las principales sociedades médicas implicadas, que resaltan las dificultades pero también las ventajas incuestionables de una intervención multidisciplinar especializada, imposible de generalizar a todos los centros hospitalarios, dado el carácter infrecuente de la enfermedad y la dispersión geográfica de los pacientes.

El Dr. Juan Carlos Galofré, Coordinador del Grupo de Trabajo de Cáncer de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), grupo multidisciplinar de referencia en España, es categórico al abogar por la necesidad de centros de referencia: “Por justicia, es lógico que todo paciente con cáncer de tiroides diagnosticado dentro del territorio nacional, tenga las mismas posibilidades para ser atendido con idéntica calidad asistencial en cualquier parte de la geografía española y que pueda disponer de los mismos medios diagnósticos y de similar armamento terapéutico”, -argumenta al explicarnos la exigencia de actualización constante que requiere esta sub-especialización en cáncer de tiroides, y el difícil objetivo de trabajar en equipo para individualizar los tratamientos, lo que permitiría evitar sobreactuar con garantías, pero también actuar adecuadamente en los casos más complicados. La creación de hospitales de referencia con equipos multidisciplinares es una necesidad absoluta”, -concluye.

Como nos recuerda el Dr. Juan Antonio Puñal, vocal de la sección de cirugía endocrina de la Asociación Española de Cirujanos (AEC), los beneficios de los centros de referencia en el manejo de la enfermedad son contrastables, “disminuye el número de complicaciones, la necesidad de reintervenciones, la estancia hospitalaria y el coste hospitalario. Hay estudios que demuestran que las complicaciones postoperatorias pasan del 19% al 7,5% y cuando éstas suceden, se está más capacitado para atenderlas” (1).

Datos que concuerdan con la percepción de los pacientes. Según muestra la Encuesta realizada por AECAT a 533 afectados de cáncer de tiroides para detectar las necesidades cubiertas y no cubiertas durante el tratamiento, los pacientes priorizan “ser tratados por un cirujano experto en cáncer de tiroides” (7,6), seguido de “contar con centros de alta resolución especializados para acortar los tiempos en el diagnóstico de nódulo tiroideo” (6,9), “poder ser derivado a un centro de referencia con equipos multidisciplinares especializados en CT” (6), “mayor coordinación entre los diferentes especialistas” (5,2) y poder evitar la fase de deprivación hormonal previa al tratamiento con radioyodo.

Aspectos todos ellos que AECAT invita también a conocer y valorar a través de los testimonios de pacientes recogidos en su web www.aecat.net  y que apuntan todos en la misma dirección, necesidad de centros de referencia multidisciplinares para luchar contra la inequidad en el acceso a tratamientos y medicamentos de calidad.  Según nos señala el Dr. de las Peñas, Presidente del Grupo Español de Tumores Huérfanos e Infrecuentes (GETHI) en relación al cáncer de tiroides: “Todos esos problemas que comparte con otras neoplasias infrecuentes tienen solución si hay la suficiente voluntad: una solución es la creación y acreditación de los centros de referencia con equipos multidisciplinares.”

LA VOZ DE LOS PACIENTES Y LA ELIMINACIÓN DEL FONDO DE COHESIÓN SANITARIA

A la demanda de centros de referencia se unen también las denuncias de inequidad en el acceso a medicamentos. En la Encuesta de AECAT el 28,1% de los pacientes españoles de CT declara no haber tenido acceso a un medicamento que ha necesitado. Las desigualdades entre centros y CC.AA. preocupa a los pacientes de cáncer de tiroides y más tras el anuncio el pasado mes de agosto de la desaparición en los PGE de 2016 del Fondo de Cohesión SSanitaria (Presupuestos Generales del Estado) creado para  garantizar la igualdad en el acceso a la sanidad pública. La campaña de testimonios publicados por AECAT como parte de la campaña “Hablemos alto y claro” así lo demuestra.



A partir del mes de enero, las Comunidades Autónomas contarán con una tarifa única y tendrán que compensar entre ellas los gastos ocasionados por pacientes desplazados fuera de su Comunidad, lo que podría dificultar que acepten a pacientes de otras regiones, y se alarguen los plazos de admisión. Este Fondo de Cohesión Sanitaria (FCS), que nació para garantizar la igualdad de todos los ciudadanos en el acceso a los servicios sanitarios, ha llegado a estar dotado con hasta 150 millones de euros, pero en los últimos años la partida ha ido descendiendo considerablemente. En AECAT ven positivo la normalización de las tarifas que la medida propone, pero advierten que no es ésa la única fisura por la que se genera inequidad.


26 June 2012

La Asociación Española de Cáncer de Tiroides crea un blog para dar información y apoyo a pacientes y familiares afectados por la enfermedad

La Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT), ha puesto en marcha un blog (http://www.aecat.net/blog/ ) en el que pacientes y familiares afectados por la enfermedad, podrán obtener información fiable sobre todas las novedades en el diagnóstico y abordaje de los diferentes tipos de cáncer de tiroides. Pero, sobre todo, este blog tratará de dar respuesta a las dudas que pueden surgir a los pacientes, sobre aspectos cotidianos relacionados con la enfermedad, como el cuidado de la cicatriz, las alteraciones del calcio, o las disfunciones tiroideas, contando siempre con el asesoramiento de profesionales sanitarios expertos en cada uno de los temas tratados.

Además, el paciente, el auténtico protagonista de esta iniciativa, tendrá un papel destacado, y podrá comentar cada una de las noticias del blog, contando así con un espacio propio para dar a conocer su caso a otros pacientes, expresar sus necesidades, pedir consejo o dar apoyo a quienes lo necesiten.

El blog, que cuenta con la colaboración de Bayer, tendrá actualizaciones semanales, en las que se incluirán entrevistas con los especialistas en el manejo de la enfermedad, cirujanos expertos en tumores tiroideos, y representantes de las sociedades científicas encargadas de tratar la enfermedad, tanto a nivel nacional como regional.

Para Cristina Charmorro, presidenta de AECAT, “con este blog y la presencia de la Asociación en las redes sociales, Facebook (www.facebook.com/asociacionaecat) y Twitter (@aecat_es), damos un paso más. Buscamos estar más cerca de los pacientes y cubrir sus necesidades de información de una manera más ágil y atractiva. Nuestro objetivo es dar respuesta en el blog a las inquietudes que manifiesten, mantenerles informados de los nuevos avances, y mostrarles el trabajo de las sociedades médicas. Con este nuevo paso completamos los servicios tanto del foro de pacientes como de la web de la Asociación en un todo integrado, que esperamos sirva de apoyo y guía a cualquier familiar o paciente de cancer de tiroides que busque orientación”.

El cáncer de tiroides es un tumor poco frecuente (representa menos del 1% de todos los tipos de cáncer), y por este motivo los pacientes suelen tener algunas dificultades a la hora de encontrar información rigurosa sobre la patología y el tratamiento, imprescisdinble a la hora de tomar decisiones. El blog, y la página web de AECAT, ofrecen información, veraz, actual, y comprensible para los pacientes con cáncer.

-Acerca de AECAT

La Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT) Es una organización independiente y sin ánimo de lucro formada por pacientes y afectados con cáncer de tiroides que quieren que su experiencia sirva a quienes están pasando por esta enfermedad. El objetivo de AECAT proporcionar al paciente información sobre su enfermedad y los recursos disponibles, trabajando en coordinación con los demás agentes sanitarios implicados, y sensibilizar a la sociedad y a los organismos competentes sobre las necesidades de las personas con cáncer de tiroides.

22 May 2012

La Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT) pone en marcha la primera página web española para pacientes con esta enfermedad


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La Asociación Española de Cáncer de Tiroides (AECAT) ha puesto en marcha su nueva página web (www.aecat.net), un proyecto para el que ha contado con el apoyo de la Fundación Genzyme. “No existe ningún portal español que ofrezca a los afectados una información unificada y multidisciplinar sobre la patología”, explica Cristina Chamorro, presidenta de AECAT. “Se trata de una web muy ambiciosa desde los puntos de vista informativo y formativo, donde por primera vez se abordan los temas en profundidad y se incluyen los casos complejos de la enfermedad”, añade. Por ello, la AECAT ha buscado el aval de las principales sociedades científicas implicadas en el abordaje del cáncer de tiroides.

Encuestas hechas en distintos países demuestran que la mayoría de la gente tiene problemas de comprensión de los textos que sobre sus patologías les facilitan los profesionales. “Precisamente esto es lo que queremos evitar”, afirma la presidenta de AECAT. “Cada vez hay más evidencia de que un paciente bien informado obtiene mejores resultados de salud”. Además, en el caso concreto del cáncer de tiroides, hay que tener en cuenta que se trata de un tumor poco frecuente, por lo que apenas se conoce y la información disponible es escasa. La palabra “cáncer” tiene unas connotaciones y unos miedos asociados que en la mayoría de los tipos de cáncer de tiroides es necesario desmontar. Los pacientes también “deben estar al día de los últimos avances terapéuticos y de los ensayos clínicos que hay en marcha”.

El doctor Pablo Moreno, coordinador de la Sección de Cirugía Endocrina de la Asociación Española de Cirujanos (AEC) y miembro del Grupo de Trabajo de Cáncer Diferenciado de Tiroides de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), considera “muy importante que los pacientes con cáncer de tiroides cuenten con un portal web avalado por los profesionales y del que puedan obtener información divulgativa seria y veraz”, explica. En relación con el abordaje del cáncer de tiroides, “el paciente tiene que saber qué centros están en la vanguardia y sus resultados”. Por ello, las autoridades sanitarias “deberían garantizar la libre movilidad de los pacientes en función de las preferencias de éstos”. Las últimas novedades en el campo de la cirugía endocrina “vienen respaldadas por la evidencia clínica que respalda la extensión de la realización del vaciamiento ganglionar a aquellos casos en los que no se aprecie afectación aparente, pues cabe la posibilidad de que haya micrometástasis”.

Por su parte, la doctora Mercedes Mitjavila, jefa de la Unidad de Medicina Nuclear del Hospital Fundación Alcorcón de Madrid y miembro del Grupo de Trabajo de Endocrinología Nuclear de la Sociedad Española de Medicina Nuclear e Imagen Molecular (SEMNIM), considera “muy interesante que los pacientes tengan acceso a información veraz y contrastada por las sociedades científicas, ya que internet suele contribuir a crear más incertidumbre en los pacientes”. Sobre las habitaciones de terapia metabólica que hay en España, la doctora Mitjavila ha dicho que “están distribuidas de forma algo heterogénea dentro de las diferentes comunidades autónomas”. También ha pedido que se fomente “la creación de comités multidisciplinarios en los hospitales con el objetivo de garantizar que el tratamiento está supervisado por todos los especialistas y se hace de acuerdo con las guías de práctica clínica”.

Por último, el doctor Javier Aller, miembro del Departamento de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda y representante de la SEEN y de SENDIMAD (Sociedad de Endocrinología, Nutrición y Diabetes de la Comunidad de Madrid), ha valorado muy positivamente la aparición de esta página web. Entre otras cosas, “puede servir para dar publicidad a ensayos clínicos que están en marcha y permitir que los pacientes tengan acceso a las mejores oportunidades de tratamiento”. Por otro lado, “es necesario dotar a los centros de los recursos suficientes para disminuir la lista de espera de las consultas de endocrinología y de algunas pruebas diagnósticas”. A este respecto, “disponer de un ecógrafo en los servicios de Endocrinología de alto volumen permitiría la realización de una primera ecografía en la misma consulta sin necesidad de espera adicional”.

**En la imagen, de izquierda a derecha en la fila de arriba, el doctor Pablo Moreno y Begoña Barragán, presidenta del Grupo española de Pacientes con Cáncer (GEPAC), y de izquierda a derecha en la fila de abajo, Cristina Chamorro, la doctora Mercedes Mitjavila y el doctor Javier Aller.

22 September 2010

Investigan un tratamiento para el tipo más agresivo de cáncer de tiroides

Investigadores de la Clínica Mayo en Rochester (Estados Unidos) estudiaron a 37 pacientes con la forma más agresiva de este cáncer, que se desarrolla en menos del 5 por ciento de los pacientes con cáncer de tiroides diferenciado, y descubrieron que alrededor de la mitad de los pacientes respondía a largo plazo al pazopanib. De ese grupo, 12 siguen vivos y sin progresión de la enfermedad. El tiempo de supervivencia medio sin progresión es de 11,7 meses, con una tasa de supervivencia global del 81 por ciento al año.
Los autores, que publican los resultados en la revista The Lancet Oncology señalan que estos descubrimientos suponen la tasa de respuesta más alta en estos casos agresivos de la enfermedad aunque advierten que el fármaco no está pensado para utilizarse en el cáncer de tiroides de progresión lenta y que no pueden evaluar los beneficios para la supervivencia más allá de los pacientes estudiados. Determinar los beneficios para la supervivencia de los pacientes, requeriría un ensayo clínico que probara este agente, que inhibe los tres receptores del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), en comparación con otros tratamientos o el placebo.
Según explica Keith Bible, responsable del estudio, en este grupo de pacientes, se hubiera esperado que el cáncer progresara en un periodo de seis meses, pero en vez de ello la media de tiempo de progresión fue de casi un año en respuesta a la terapia de pazopanib. Sin embargo, la dosis utilizada del fármaco en 16 pacientes tuvo que reducirse debido a efectos secundarios.

**Publicado en "El Médico Interactivo"

28 May 2010

Una investigación publicada en "Cancer Research", galardonada con el Premio Genzyme de cáncer de tiroides

La investigación titulada "The BRAFV600E Oncogene Induces Transforming Growth Factor β Secretion Leading to Sodium Iodide Symporter Repression and Increased Malignancy in Thyroid Cancer", llevada a cabo por un equipo del CSIC en colaboración con el Hospital Universitario La Paz (Madrid), ha sido galardonada con el Premio Genzyme sobre Cáncer de Tiroides, otorgado por la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (FSEEN), en el contexto del 52 Congreso Nacional de Endocrinología y Nutrición, que se está celebrando estos días en Salamanca. Los autores del trabajo en cuestión, publicado en la prestigiosa revista Cancer Research, han descubierto el mecanismo molecular que hay detrás de las metástasis refractarias al yodo radioactivo en el cáncer de tiroides.
El yodo radiactivo suele utilizarse tras cirugía (extirpación de la glándula tiroides) en el abordaje estándar de este cáncer, que tiene un buen pronóstico en general. No obstante, una pequeña parte de estos pacientes desarrolla metástasis que impiden la captación de dicho yodo por parte del enfermo. "Hoy por hoy no existe un tratamiento eficaz para ellos, por lo que este trabajo permite establecer una nueva diana terapéutica", señala el doctor Garcilaso Riesco Eizaguirre, del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario La Paz. Tras recoger el premio, el experto ha destacado que "el uso de inhibidores de TGFbeta permite recuperar la expresión del importador de yodo/sodio denominado NIS, cuya inhibición es responsable de la no captación del yodo". Esto es lo que demuestra la investigación básica premiada
Este reconocimiento "permitirá una mayor difusión de nuestro trabajo, que es fundamental para lograr avances en el ámbito clínico", comenta el experto. "Esto alcanza su máximo exponente gracias al hecho de que se otorga en el contexto de un congreso médico", añade. La investigación con células ha durado tres años. "Ahora hay que completar el estudio preclínico con la experimentación en modelos animales y, en base a los resultados obtenidos, podría llevarse a humanos en poco menos de un año".
Además de propiciarse la no captación del yodo, la inhibición de NIS incrementa la malignidad del cáncer de tiroides, según la misma investigación. Esto quiere decir que "la aplicación de los inhibidores de TGFbeta también podría frenar el cuadro invasivo de estos tumores", explica el doctor Riesco Eizaguirre. "Entre el 15 y el 20% de los cánceres de tiroides desarrolla enfermedad metastásica y, de ellos, más o menos la mitad no captará yodo", afirma. Otro valor añadido del estudio es la posibilidad de compatibilizar dichos fármacos con la hormona estimulante del tiroides (TSH) recombinante, que se utiliza en estos pacientes para no dejarles en situación de hipotiroidismo e inducir la captación de yodo durante las semanas que dure dicho tratamiento. "El carcinoma pobremente diferenciado y el carcinoma anaplásico son los tipos que más claramente podrían beneficiarse de esta nueva vía terapéutica".
Aunque ha sido el doctor Riesco Eizaguirre el investigador encargado de recoger el premio, la investigación está dirigida por la doctora Pilar Santisteban, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols (centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid). "Por un trabajo previo ya sabíamos que el encogen BRAF predisponía a las metástasis refractarias al yodo radiactivo en cáncer de tiroides y que era un potente represor de NIS tanto ‘in vitro’ como ‘in vivo’, pero no estaba demostrado cuál era el mecanismo exacto que utilizaba dicho encogen", señala la experta. "Tres años de intenso trabajo en el laboratorio lo han demostrado por fin", añade. "BRAF induce la secreción de TGFbeta al medio extracelular y estimula su propio receptor y activa las proteínas Smads, promoviendo la represión de NIS y aumentando la capacidad de las células para migrar e invadir"

24 May 2010

Sólo el 1% de los diagnósticos del tipo de cáncer de tiroides más frecuente se realiza en estadios avanzados, lo que es un ejemplo de detección precoz


El cáncer de tiroides es el cáncer endocrinológico más frecuente y, sin embargo, es raro en comparación con otros tipos de cánceres. En general, la edad media del diagnóstico se sitúa entre los 40 y los 53 años, siendo especialmente frecuente entre las mujeres de raza blanca. Su prevalencia es baja, aunque va en aumento. Aunque el diagnóstico de cáncer suele ser aterrador, el pronóstico para los pacientes afectados de éste suele ser bueno, dado que la mayoría se cura tras cirugía (para extirpar la glándula tiroides) seguida de la ablación del tejido tiroideo residual con yodo radioactivo (para destruir los restos del tejido tiroideo). Además, en la actualidad es posible evitar las situaciones de hipotiroidismo.
El signo principal del cáncer de tiroides es la aparición de un bulto (nódulo) en la glándula tiroides, puesto que no se presentan síntomas en la mayoría de los casos. En cambio, éste suele descubrirse durante algún examen físico rutinario. Algunos pacientes con cáncer de tiroides se pueden quejar de dolor en el cuello, la mandíbula o el oído. Con vistas a la celebración del Día Europeo del Tiroides, mañana, y con el objetivo de concienciar a la población de esta enfermedad, así como de sus causas, su prevalencia y las principales implicaciones de su abordaje, la Asociación Iberoamericana contra el Cáncer de Tiroides (AICCAT) ha organizado, con el apoyo de Genzyme, un almuerzo de prensa en Madrid.
El papel del endocrino en el abordaje del cáncer de tiroides "reside en su diagnóstico, la coordinación del tratamiento y el posterior seguimiento del paciente, que debe ser de por vida", ha señalado la doctora Cristina Alvarez Escolá, médico adjunto del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, y profesora asociada de la Universidad Autónoma de Madrid. Tras el descubrimiento del nódulo tiroideo, "es importante elaborar una historia clínica detallada, haciéndose especial hincapié en los antecedentes familiares y personales del paciente, y en la evolución del bulto", añade. La ecografía y la citología por Punción Aspirativa con Aguja Fina (PAAF) son las dos pruebas que suelen confirmar la enfermedad.
En relación con este tipo de cáncer, la experta no considera necesario realizar cribado alguno entre la población general, salvo en poblaciones de riesgo, que "básicamente son aquellas que tienen antecedentes familiares, han recibido radioterapia en la infancia o han vivido en zonas en las que ha ocurrido un accidente nuclear", apunta la experta. Bajo el término de "carcinoma tiroideo" se engloban diferentes tipos de tumores con pronósticos distintos. Así, el carcinoma papilar es el más frecuente y el de mejor pronóstico. "Se estima que sólo el 5% de los pacientes fallecen, y entre el 15 y el 20% de los casos se vuelven persistentes", afirma. Junto con el carcinoma folicular, el siguiente en frecuencia, "sólo el 1% de los diagnósticos se realiza en estadios avanzados", lo que podría constituir un ejemplo de detección precoz para el resto de cánceres.
La coordinación entre el endocrino y el médico nuclear es total en este tipo de cáncer. Este último "se encarga fundamentalmente del tratamiento con yodo radiactivo tras cirugía y participa activamente en el seguimiento posterior del paciente", según comenta la doctora Mercedes Mitjavila, jefa de la Unidad de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Fundación de Alcorcón, de Madrid, durante la presentación del Día Europeo del Tiroides. "Este cáncer suele tener muy buen pronóstico", apunta la experta. "Los tipos más agresivos son el carcinoma medular y el anaplásico, que representan el 15% de los casos y pueden requerir un enfoque multidisciplinar", añade.
El tratamiento con yodo radiactivo suele hacerse de 4 a 6 semanas después de la cirugía. "La dosis de yodo a administrar depende del estadio en que se haya diagnosticado la enfermedad", comenta la experta. Durante este tiempo, "es necesario que el paciente alcance unos niveles elevados de la hormona estimulante del tiroides (TSH) de cara a que el yodo sea bien captado por el tejido tiroideo residual y las posibles metástasis", explica. Para ello, existen dos opciones: o se le deja al paciente en situación de hipotiroidismo, con los inconvenientes que eso conlleva, o se le inyecta vía intramuscular la hormona sintética (TSH recombinante). En algunos pacientes, la situación de hipotiroidismo está contraindicada por enfermedades asociadas que padece el paciente, como en el caso de insuficiencia cardiaca y/o renal, o en situaciones de dificultad para producir TSH endógena".
No obstante, todavía se dan casos en los que se deja al paciente en situación de hipotiroidismo. Éste fue el caso de Arantxa Saez, de la AICCAT, quien recuerda haber llevado muy mal dicha etapa. "Pasé casi dos meses sin tomar hormonas y sólo tenía ganas de dormir", comenta. Entre otras consecuencias negativas, el hipotiroidismo conlleva cansancio (astenia), somnolencia, estreñimiento, torpeza mental, lentitud de pensamiento (bradipsiquia), dificultad de concentración y sequedad de piel. Posteriormente, el tratamiento con yodo radiactivo implica una estancia media de 3 ó 4 días en una habitación especial, con las paredes plomadas y un sistema de drenaje especial en el baño. "Tardé casi dos meses y medio en recuperarme por completo", añade.
Aunque no es muy común, a Arantxa únicamente le han quedado secuelas de la cirugía inicial, lo que indica que la extirpación total de la glándula tiroides no es una operación sencilla. "De mi primera intervención quirúrgica me ha quedado una situación de hipoparatiroidismo permanente, lo que implica una no regulación del calcio y de la vitamina D, que tengo administrarme vía oral", apunta. "De la segunda he heredado una parálisis en dos cuerdas vocales", añade. No obstante, esto suele ser algo bastante excepcional, al igual que la edad a la que le diagnosticaron la enfermedad: "Fue a los 17 años cuando acudí al ginecólogo por desajustes en la regla y éste me derivo al endocrino". A pesar todo, "ahora me encuentro muy bien y, en breve, espero recibir el alta definitiva".
**En la imagen, de izquierda a derecha, las doctoras Cristina Álvarez Escolá y Mercedes Mitjavila, y la paciente Arantxa Saez.

17 May 2010

Sölo el 1% de los diagnósticos del tipo de cáncer de tiroides más frecuente se realiza en estadíos avanzados


El cáncer de tiroides es el cáncer endocrinológico más frecuente y, sin embargo, es raro en comparación con otros tipos de cánceres. En general, la edad media del diagnóstico se sitúa entre los 40 y los 53 años, siendo especialmente frecuente entre las mujeres de raza blanca. Su prevalencia es baja, aunque va en aumento. Aunque el diagnóstico de cáncer suele ser aterrador, el pronóstico para los pacientes afectados de éste suele ser bueno, dado que la mayoría se cura tras cirugía (para extirpar la glándula tiroides) seguida de la ablación del tejido tiroideo residual con yodo radioactivo (para destruir los restos del tejido tiroideo). Además, en la actualidad es posible evitar las situaciones de hipotiroidismo.
El signo principal del cáncer de tiroides es la aparición de un bulto (nódulo) en la glándula tiroides, puesto que no se presentan síntomas en la mayoría de los casos. En cambio, éste suele descubrirse durante algún examen físico rutinario. Algunos pacientes con cáncer de tiroides se pueden quejar de dolor en el cuello, la mandíbula o el oído. Con vistas a la celebración del Día Europeo del Tiroides, el próximo 25 de mayo, y con el objetivo de concienciar a la población de esta enfermedad, así como de sus causas, su prevalencia y las principales implicaciones de su abordaje, la Asociación Iberoamericana contra el Cáncer de Tiroides (AICCAT) ha organizado, con el apoyo de Genzyme, un almuerzo de prensa en Madrid.
El papel del endocrino en el abordaje del cáncer de tiroides "reside en su diagnóstico, la coordinación del tratamiento y el posterior seguimiento del paciente, que debe ser de por vida", ha señalado la doctora Cristina Alvarez Escolá, médico adjunto del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, y profesora asociada de la Universidad Autónoma de Madrid. Tras el descubrimiento del nódulo tiroideo, "es importante elaborar una historia clínica detallada, haciéndose especial hincapié en los antecedentes familiares y personales del paciente, y en la evolución del bulto", añade. La ecografía y la citología por Punción Aspirativa con Aguja Fina (PAAF) son las dos pruebas que suelen confirmar la enfermedad.
En relación con este tipo de cáncer, la experta no considera necesario realizar cribado alguno entre la población general, salvo en poblaciones de riesgo, que "básicamente son aquellas que tienen antecedentes familiares, han recibido radioterapia en la infancia o han vivido en zonas en las que ha ocurrido un accidente nuclear", apunta la experta. Bajo el término de "carcinoma tiroideo" se engloban diferentes tipos de tumores con pronósticos distintos. Así, el carcinoma papilar es el más frecuente y el de mejor pronóstico. "Se estima que sólo el 5% de los pacientes fallecen, y entre el 15 y el 20% de los casos se vuelven persistentes", afirma. Junto con el carcinoma folicular, el siguiente en frecuencia, "sólo el 1% de los diagnósticos se realiza en estadios avanzados", lo que podría constituir un ejemplo de detección precoz para el resto de cánceres.
La coordinación entre el endocrino y el médico nuclear es total en este tipo de cáncer. Este último "se encarga fundamentalmente del tratamiento con yodo radiactivo tras cirugía y participa activamente en el seguimiento posterior del paciente", según comenta la doctora Mercedes Mitjavila, jefa de la Unidad de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Fundación de Alcorcón, de Madrid, durante la presentación del Día Europeo del Tiroides. "Este cáncer suele tener muy buen pronóstico", apunta la experta. "Los tipos más agresivos son el carcinoma medular y el anaplásico, que representan el 15% de los casos y pueden requerir un enfoque multidisciplinar", añade.
El tratamiento con yodo radiactivo suele hacerse de 4 a 6 semanas después de la cirugía. "La dosis de yodo a administrar depende del estadio en que se haya diagnosticado la enfermedad", comenta la experta. Durante este tiempo, "es necesario que el paciente alcance unos niveles elevados de la hormona estimulante del tiroides (TSH) de cara a que el yodo sea bien captado por el tejido tiroideo residual y las posibles metástasis", explica. Para ello, existen dos opciones: o se le deja al paciente en situación de hipotiroidismo, con los inconvenientes que eso conlleva, o se le inyecta vía intramuscular la hormona sintética (TSH recombinante). En algunos pacientes, la situación de hipotiroidismo está contraindicada por enfermedades asociadas que padece el paciente, como en el caso de insuficiencia cardiaca y/o renal, o en situaciones de dificultad para producir TSH endógena".
No obstante, todavía se dan casos en los que se deja al paciente en situación de hipotiroidismo. Éste fue el caso de Arantxa Saez, de la AICCAT, quien recuerda haber llevado muy mal dicha etapa. "Pasé casi dos meses sin tomar hormonas y sólo tenía ganas de dormir", comenta. Entre otras consecuencias negativas, el hipotiroidismo conlleva cansancio (astenia), somnolencia, estreñimiento, torpeza mental, lentitud de pensamiento (bradipsiquia), dificultad de concentración y sequedad de piel. Posteriormente, el tratamiento con yodo radiactivo implica una estancia media de 3 ó 4 días en una habitación especial, con las paredes plomadas y un sistema de drenaje especial en el baño. "Tardé casi dos meses y medio en recuperarme por completo", añade.
Aunque no es muy común, a Arantxa únicamente le han quedado secuelas de la cirugía inicial, lo que indica que la extirpación total de la glándula tiroides no es una operación sencilla. "De mi primera intervención quirúrgica me ha quedado una situación de hipoparatiroidismo permanente, lo que implica una no regulación del calcio y de la vitamina D, que tengo administrarme vía oral", apunta. "De la segunda he heredado una parálisis en dos cuerdas vocales", añade. No obstante, esto suele ser algo bastante excepcional, al igual que la edad a la que le diagnosticaron la enfermedad: "Fue a los 17 años cuando acudí al ginecólogo por desajustes en la regla y éste me derivo al endocrino". A pesar todo, "ahora me encuentro muy bien y, en breve, espero recibir el alta definitiva".

**En la imagen, de izquierda a derecha, las doctoras Cristina Álvarez Escolá y Mercedes Mitjavila, y la paciente Arantxa Saez

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