Un 87% de los pacientes no reemplaza la información obtenida sobre salud a través de internet por la consulta al médico de familia. Así lo reflejan los resultados de un estudio1 que ha analizado el uso de internet para cuestiones de salud por parte de pacientes del ámbito rural y su influencia en la relación médico-paciente, presentado en el 30º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), que tiene lugar durante estos días en Valencia.
Según el doctor Carlos Almendro, director científico de la página web de semFYC, "lo que motiva al paciente a buscar información en internet es el hecho de completar o ampliar la información de la que ya disponen y poder así participar en la toma de decisiones que afectan a su salud". Para este experto, no cabe duda que internet ha cambiado la relación médico-paciente. "Ahora hay que hablar de un paciente experto, es decir, que se muestra más activo, demanda más información y que se implica en todos los aspectos relacionados con su salud, actitud que ha demostrado sus beneficios en los resultados clínicos y es el principal pilar del modelo de comunicación centrado en el paciente, que actualmente constituye un criterio de calidad en cualquier sistema sanitario que se precie", afirma.
Del estudio, que se ha realizado sobre 556 pacientes, también se desprende que el perfil del paciente que busca información en internet corresponde al de una mujer (70,4%), de entre 30 y 65 años (66,7%). Para el doctor Almendro, "el rol de cuidador que generalmente se le atribuye a la mujer hace que tenga más necesidades de información sobre salud que el hombre".
Pero a la hora de buscar información sobre salud en la web, tanto hombres como mujeres lo hacen sobre todo por temas relacionados con la prevención de patologías (36,5%), frente a un 22% que sólo consulta sobre enfermedades y un 9,5% respecto a tratamientos. Mientras que un 32% lo utiliza para obtener información sobre cualquier aspecto relacionado con la salud.
Por este motivo, para este especialista el médico de familia está en las mejores condiciones para aconsejar a sus pacientes en qué webs puede encontrar la mejor información sanitaria para su problema de salud. "La prescripción de información en Internet por parte del profesional es una necesidad importante. Para ello, los profesionales ya disponen de una web, www.salupedia.es, sobre prescripción de información en salud que alberga direcciones de páginas webs recomendadas por los facultativos, y donde cada profesional que lo desee puede disponer de un espacio personalizado de páginas recomendadas, a las que puede dirigir a sus pacientes cuando soliciten información en Internet. Toda la información que aparece en este portal está avalada y contrastada por profesionales médicos", explica el doctor Carlos Almendro.
Y es que los criterios de calidad web, según otro estudio2 cualitativo presentado durante el Congreso, son muy diversos. De manera que, la puntuación de calidad obtenida por las webs médicas es muy amplia: sobre cáncer un 75,8% tenían una calidad adecuada, frente a un 24,2% de calidad dudosa o no científica; en el caso de las páginas sobre diabetes un 79,2% y un 20,8% respectivamente, mientras que en caso de las webs sobre consejos dietéticos sólo un 35,9% eran de calidad adecuada, mientras un 64,1% ofrecían una información dudosa o no científica.
-El correo electrónico, nueva herramienta en la consulta
En el marco de este congreso se presentará una experiencia3 llevada a cabo en un centro de salud de Cataluña, en donde ante la puesta en marcha de un proyecto para desarrollar la comunicación profesional médico-paciente mediante las nuevas tecnologías, quisieron conocer mediante un cuestionario la opinión de los profesionales sobre la utilidad del correo electrónico en la relación con los pacientes. Los resultados obtenidos han puesto de manifiesto que la mayoría, un 77%, lo cree útil para enviar informes y relacionarse con el paciente cuando este está de viaje, mientras que además para un 67% es eficaz para comunicar resultados y para un 61% para hacer seguimiento de una enfermedad. Mientras que un 55% se muestra reticente sobre su utilidad para hacer diagnósticos.
No obstante, del 61% que usa esta herramienta, un 39% lo hace a menudo para resolver trámites burocráticos y, ocasionalmente, (50%) para consultas clínicas. De estos datos, se desprende que el uso del correo electrónico es todavía minoritario en las consultas, "pese a que abre grandes posibilidades por ejemplo en el control de los pacientes crónicos", indica el doctor Almendro. "Sin embargo, todavía es necesario lo que podríamos denominar una alfabetización digital que nos permita, tanto a los profesionales como a los pacientes, obtener el máximo rendimiento de esta herramienta".
-Nuevas tecnologías para aumentar las coberturas vacunales
La llegada de Internet y las nuevas tecnologías aplicadas al ámbito sanitario están mejorando la calidad de vida de los pacientes mediante la provisión de nuevos servicios o mejora de los existentes. De hecho, en los últimos años la informatización de la atención primaria ha permitido la obtención rápida de datos clínicos, farmacológicos, económicos o epidemiológicos. Y en este sentido, la doctora Adriana Mas, del grupo de vacunas de la Sociedad Catalana de Medicina de Familia y Comunitaria (CAMFiC) y ponente de la mesa que se celebrará durante el Congreso bajo el epígrafe, Nuevas tecnologías en Atención Primaria. ¿La solución para viejos problemas?, indica que "los profesionales de atención primaria tenemos la oportunidad de aprovechar todas las ventajas que nos ofrecen las nuevas tecnologías para aumentar las coberturas vacunales".
Como explica esta experta, "los calendarios vacunales incrementan día a día su complejidad por lo que es ineludible la implantación de sistemas de actualización". "Además", continúa, "el registro vacunal en nuestros sistemas informáticos es una asignatura pendiente, sobre todo en adultos jóvenes, que vienen poco a nuestras consultas y cuando lo hacen suelen hacerlo en época de alta demanda, con escaso tiempo para valorar su situación vacunal. Por tanto, es importante disponer de una historia clínica informatizada que esté actualizada con los cambios vacunales que se van produciendo y que mantenga ésta actualización a lo largo del tiempo".
Esta especialista cree que el consejo del médico o la enfermera son vitales para alcanzar coberturas altas de vacunación en el adulto, pero sin el apoyo de la historia clínica informatizada y los registros compartido on line, éste es poco eficiente. "Por tanto, debemos y podemos usar las nuevas oportunidades que nos ofrece la tecnología para aumentar las coberturas vacunales de los adultos y, en general, como medio para incrementar la información y prestación de servicios a los pacientes y, además, complementar y facilitar la labor del médico de familia", concluye la doctora Mas.
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1*La salud en internet, ¿Un recurso en una zona rural?
Autores: Macián Cerdá A, Pons Ruíz A, Múñoz Sánchez L, Santandreu García C, Domingo Orduña M, Vergara Pardo V. Csi Segorbe. Castellón.
2* Decálogo para pacientes sobre el uso de información médica obtenida en internet
Autores: Mayer Pujadas M, Leis Machín A, García Pareras L, Lupiánez F, Terrón J. Colegio Oficial de Médicos de Barcelona.
3* Correo electrónico para las consultas de los pacientes. Opinión de los profesionales
Autores: Casasa Plana A, Coderch Arís M, Ibrahim K, Aumala A, Rayó Martín E, Múñoz Pena A. Eap Sardenya. Barcelona
Diario digital con noticias de actualidad relacionadas con el mundo de la salud. Novedades, encuestas, estudios, informes, entrevistas. Con un sencillo lenguaje dirigido a todo el mundo. Y algunos consejos turísticos para pasarlo bien
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19 June 2010
ESPAÑA ES EL PAÍS EUROPEO DONDE LA POBLACIÓN MÁS ACUDE AL MÉDICO
España es el país europeo donde la población más acude al médico. Se estima que cada persona hace una media de 10 visitas al año. Las cuestiones burocráticas como la solicitud de recetas, bajas laborales, etc. y las consultas banales son algunos motivos que explican la hiperfrecuentación. A esto hay que sumar que los avances diagnósticos y terapéuticos han mejorado el diagnóstico de las enfermedades crónicas cada vez en fases mas precoces. Y los casos no dejan de aumentar asociados a una mayor esperanza de vida. El Sistema Sanitario tiene dificultades para dar respuesta a esta situación. Los médicos apelan a un autocuidado responsable poder afrontar este reto, que es uno de los contenidos principales de la mesa “Atención al paciente crónico. El paciente experto” celebrada en el 30º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) que concluye hoy en Valencia.
El objetivo de esta mesa es debatir sobre la necesidad de devolver la responsabilidad a los ciudadanos en el cuidado de su salud a través de la capacitación/educación de los mismos. Actualmente, las enfermedades crónicas son la primera causa de gasto sanitario. Lo que supone un reto para los profesionales y para el Sistema Sanitario, que está diseñado para dar respuesta a los procesos agudos, aquellos que se diagnostican, se tratan y se curan en un breve periodo de tiempo. “Las patologías crónicas”, explica el doctor Domingo Orozco, vicepresidente de semFYC, “son enfermedades que duran 20, 30 ó 40 años y en las que el paciente requiere un nivel de información innecesario en otro tipo de enfermedades. En su atención se producen situaciones muy distintas que implican para el profesional un reto”.
Un ejemplo paradigmático sería la diabetes. En este caso, el paciente precisa saber mucho sobre su problema, ya que va a convivir con su enfermedad muchos años. “Necesita conocerla bien y saber cómo prevenir las complicaciones. Es esencial porque tener o no una buena calidad de vida va a pasa en gran medida por el propio paciente. Nuestro objetivo es que se conviertan en personas autónomas. De hecho, mientras que hace años el diabético tenía que ir al centro de salud a ponerse la insulina, ahora puede ahorrarse esa visita porque se la administra él mismo”.
-Paciente responsable
El reto de la cronicidad supone actuar de forma proactiva sobre los determinantes de salud que inciden en su aparición, pero también se debe subrayar, tal y como reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS), el protagonismo esencial que tiene una actitud activa del paciente en todos los procesos relacionados con las enfermedades crónicas.
Para el doctor Orozco, otro de los retos que tienen los nuevos programas de cuidado al paciente crónico es el desarrollo de las nuevas tecnologías y canales de consulta (telefónica, por Internet…), y la existencia de espacios informativos que estén validados científicamente. “Internet es una herramienta muy interesante para acceder a la información desde cualquier parte del mundo, el problema es que hay mucha que no es científica y el paciente debería tener la tranquilidad de poder acceder a información validada o recomendada por su médico”.
-Eficacia de los Programas de Atención al Paciente Crónico
Estados Unidos ha sido pionero en poner en marcha los Programas de Atención al Paciente Crónico, que ahora se empiezan a desarrollar y aplicar en Europa. “Su implantación en España resulta un poco complicada, teniendo en cuenta que tenemos una característica diferencial con el resto de países de nuestro entorno: la importante tasa de frecuentación a la consulta”.
Ejemplo de la eficacia de estos programas es el que se ha llevado a cabo en el Instituto Catalán de Salud, dirigido a pacientes con insuficiencia cardiaca. El programa constaba de 9 sesiones teórico-prácticas y participaron 10 pacientes. Un 20.1% mejoró sus hábitos de vida y un 9.2% los conocimientos adquiridos. A los 6 meses, estas cifras alcanzaron a un 25% en los hábitos de vida y a un 13.3% en los conocimientos. “En estos programa también se ha demostrado que los pacientes tienen una mayor adherencia al tratamiento prescrito y que además ganan en motivación y confianza”. Otro ejemplo es el Programa multicentrico PROPESE para pacientes con cardiopatía isquémica llevado a cabo en varios centros de salud de la Comunidad Valenciana en colaboración con servicios de cardiologia.
-Paciente crónico, paciente experto
El paciente experto es un paciente crónico, que conoce y entiende su enfermedad, que se responsabiliza de su salud y que además quiere estar bien informados. Asimismo, tiene una actitud proactiva para poder adaptarse a los cambios necesarios para tener una mejor calidad de vida. A veces incluso se implica en promover esta actitud a otras personas con el mismo problema de salud. En opinión del doctor Orozco, no siempre es el profesional el que más motiva. “En muchos casos es más efectivo que se lo cuente alguien que está en la misma situación”.
En las consultas del médico de familia cada vez es más frecuente encontrarse a pacientes formados, con un mayor acceso a la información, que exigen sus derechos a la salud como consumidores. “El paciente está cambiando y nosotros debemos estar preparados para ello. Vivimos un momento de transición de un paciente más pasivo a otro más activo. Es imprescindible trabajar en equipo y convertirnos en la primera fuente de información”, concluye este experto.
El objetivo de esta mesa es debatir sobre la necesidad de devolver la responsabilidad a los ciudadanos en el cuidado de su salud a través de la capacitación/educación de los mismos. Actualmente, las enfermedades crónicas son la primera causa de gasto sanitario. Lo que supone un reto para los profesionales y para el Sistema Sanitario, que está diseñado para dar respuesta a los procesos agudos, aquellos que se diagnostican, se tratan y se curan en un breve periodo de tiempo. “Las patologías crónicas”, explica el doctor Domingo Orozco, vicepresidente de semFYC, “son enfermedades que duran 20, 30 ó 40 años y en las que el paciente requiere un nivel de información innecesario en otro tipo de enfermedades. En su atención se producen situaciones muy distintas que implican para el profesional un reto”.
Un ejemplo paradigmático sería la diabetes. En este caso, el paciente precisa saber mucho sobre su problema, ya que va a convivir con su enfermedad muchos años. “Necesita conocerla bien y saber cómo prevenir las complicaciones. Es esencial porque tener o no una buena calidad de vida va a pasa en gran medida por el propio paciente. Nuestro objetivo es que se conviertan en personas autónomas. De hecho, mientras que hace años el diabético tenía que ir al centro de salud a ponerse la insulina, ahora puede ahorrarse esa visita porque se la administra él mismo”.
-Paciente responsable
El reto de la cronicidad supone actuar de forma proactiva sobre los determinantes de salud que inciden en su aparición, pero también se debe subrayar, tal y como reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS), el protagonismo esencial que tiene una actitud activa del paciente en todos los procesos relacionados con las enfermedades crónicas.
Para el doctor Orozco, otro de los retos que tienen los nuevos programas de cuidado al paciente crónico es el desarrollo de las nuevas tecnologías y canales de consulta (telefónica, por Internet…), y la existencia de espacios informativos que estén validados científicamente. “Internet es una herramienta muy interesante para acceder a la información desde cualquier parte del mundo, el problema es que hay mucha que no es científica y el paciente debería tener la tranquilidad de poder acceder a información validada o recomendada por su médico”.
-Eficacia de los Programas de Atención al Paciente Crónico
Estados Unidos ha sido pionero en poner en marcha los Programas de Atención al Paciente Crónico, que ahora se empiezan a desarrollar y aplicar en Europa. “Su implantación en España resulta un poco complicada, teniendo en cuenta que tenemos una característica diferencial con el resto de países de nuestro entorno: la importante tasa de frecuentación a la consulta”.
Ejemplo de la eficacia de estos programas es el que se ha llevado a cabo en el Instituto Catalán de Salud, dirigido a pacientes con insuficiencia cardiaca. El programa constaba de 9 sesiones teórico-prácticas y participaron 10 pacientes. Un 20.1% mejoró sus hábitos de vida y un 9.2% los conocimientos adquiridos. A los 6 meses, estas cifras alcanzaron a un 25% en los hábitos de vida y a un 13.3% en los conocimientos. “En estos programa también se ha demostrado que los pacientes tienen una mayor adherencia al tratamiento prescrito y que además ganan en motivación y confianza”. Otro ejemplo es el Programa multicentrico PROPESE para pacientes con cardiopatía isquémica llevado a cabo en varios centros de salud de la Comunidad Valenciana en colaboración con servicios de cardiologia.
-Paciente crónico, paciente experto
El paciente experto es un paciente crónico, que conoce y entiende su enfermedad, que se responsabiliza de su salud y que además quiere estar bien informados. Asimismo, tiene una actitud proactiva para poder adaptarse a los cambios necesarios para tener una mejor calidad de vida. A veces incluso se implica en promover esta actitud a otras personas con el mismo problema de salud. En opinión del doctor Orozco, no siempre es el profesional el que más motiva. “En muchos casos es más efectivo que se lo cuente alguien que está en la misma situación”.
En las consultas del médico de familia cada vez es más frecuente encontrarse a pacientes formados, con un mayor acceso a la información, que exigen sus derechos a la salud como consumidores. “El paciente está cambiando y nosotros debemos estar preparados para ello. Vivimos un momento de transición de un paciente más pasivo a otro más activo. Es imprescindible trabajar en equipo y convertirnos en la primera fuente de información”, concluye este experto.
Sólo el 13% de los bebedores de riesgo reduce su consumo al cabo de un año de seguimiento médico

Sólo el 13% de los bebedores de riesgo reduce su consumo al cabo de un año de seguimiento médico. El perfil de este paciente es un varón de 47 años y fumador. Son datos de un estudio1 realizado a 971 pacientes de cuatro centros de salud del País Vasco, que se llevó a cabo para evaluar las características de los bebedores de riesgo, y que se ha presentado en el marco del 30º Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), que estos días se celebra en la Feria de Valencia.
En opinión del doctor Ignacio Ruz, responsable del Taller sobre Actualización y manejo del paciente con problemas de alcoholismo, que ha tenido lugar en esta reunión, "el bebedor de riesgo no se detecta porque no pensamos que lo sea, ya que presenta una serie de características que se alejan bastante del prototipo de alcohólico: en ocasiones son jóvenes, con un buen nivel educativo y una situación social estable". Según el Plan Nacional de Drogas, el 10% de la población es bebedora de riesgo. "Aquí el papel del médico de familia es fundamental para evitar que esta persona se convierta en un bebedor perjudicial y dependiente", añade este experto.
En opinión del doctor Ignacio Ruz, responsable del Taller sobre Actualización y manejo del paciente con problemas de alcoholismo, que ha tenido lugar en esta reunión, "el bebedor de riesgo no se detecta porque no pensamos que lo sea, ya que presenta una serie de características que se alejan bastante del prototipo de alcohólico: en ocasiones son jóvenes, con un buen nivel educativo y una situación social estable". Según el Plan Nacional de Drogas, el 10% de la población es bebedora de riesgo. "Aquí el papel del médico de familia es fundamental para evitar que esta persona se convierta en un bebedor perjudicial y dependiente", añade este experto.
-Intervención del médico de familia
Según este estudio, la intervención del médico de familia a través de la entrevista clínica es clave para detectar conductas de riesgo en más del 80% de los casos, a pesar de que la deshabituación sólo se consigue en un 27,7%. "Para llevar a cabo el consejo breve y la intervención", explica el doctor Ruz, "es importante que el profesional sanitario tenga la habilidad y la formación necesarias para mantener en todo momento el respeto al paciente y poder establecer una relación de empatía". Con todo ello, matiza este experto, "se pretende dar al paciente una información personalizada, teniendo en cuenta la disposición de éste a cambiar su actitud (a través de técnicas motivacionales) y a establecer pactos. El paciente responderá mejor si le pedimos permiso antes de aconsejarle".
Para intervenir en la fase de consumo de riesgo, el profesional debe preguntar a sus pacientes por las cantidades, que se miden en Unidad de Bebida Estándar (UBE). Una UBE contiene 10 gramos de etanol. Un vaso de vino y una cerveza equivalen a una UBE y una bebida destilada a dos. El consumo de riesgo en los varones es igual o superior a cuatro unidades y en las mujeres a dos.
En opinión del doctor Ruz, el médico debe preguntar siempre desde el respeto, y teniendo en cuenta no sólo el riesgo de adicción, sino el daño que el abuso de alcohol supone para la salud, ya que es responsable de unas 60 enfermedades y en España causa unas 9.000 muertes al año. En este sentido, en el estudio un 12,6% presentaba cirrosis y casi la mitad tenía alteraciones metabólicas y altos índices de tabaquismo (58,8%). "Si queremos mejorar esta situación, es importante una labor conjunta entre internistas y psiquiatras. No estamos hablando de una enfermedad que solamente es psiquiátrica, ya que el alcohol es una sustancia tóxica que produce efectos multisistémicos, como la cirrosis hepática, las cardiopatías, la hipertensión y los trastornos neurológicos, entre otros", concluye este experto.
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*1 ¿Qué pasa con nuestros bebedores de riesgo?
Autores: Pereiro Estevan B, Hermida Rodríguez B, Pineda Gurrea A, Martin Beñarán J, Hidalgo Pellicer M, Cespedes Suzuki E. Centro de Salud J Saez de Buruaga. Arangoiti, san Ignacio, Otxarkoaga. Bilbao. País Vasco
Según este estudio, la intervención del médico de familia a través de la entrevista clínica es clave para detectar conductas de riesgo en más del 80% de los casos, a pesar de que la deshabituación sólo se consigue en un 27,7%. "Para llevar a cabo el consejo breve y la intervención", explica el doctor Ruz, "es importante que el profesional sanitario tenga la habilidad y la formación necesarias para mantener en todo momento el respeto al paciente y poder establecer una relación de empatía". Con todo ello, matiza este experto, "se pretende dar al paciente una información personalizada, teniendo en cuenta la disposición de éste a cambiar su actitud (a través de técnicas motivacionales) y a establecer pactos. El paciente responderá mejor si le pedimos permiso antes de aconsejarle".
Para intervenir en la fase de consumo de riesgo, el profesional debe preguntar a sus pacientes por las cantidades, que se miden en Unidad de Bebida Estándar (UBE). Una UBE contiene 10 gramos de etanol. Un vaso de vino y una cerveza equivalen a una UBE y una bebida destilada a dos. El consumo de riesgo en los varones es igual o superior a cuatro unidades y en las mujeres a dos.
En opinión del doctor Ruz, el médico debe preguntar siempre desde el respeto, y teniendo en cuenta no sólo el riesgo de adicción, sino el daño que el abuso de alcohol supone para la salud, ya que es responsable de unas 60 enfermedades y en España causa unas 9.000 muertes al año. En este sentido, en el estudio un 12,6% presentaba cirrosis y casi la mitad tenía alteraciones metabólicas y altos índices de tabaquismo (58,8%). "Si queremos mejorar esta situación, es importante una labor conjunta entre internistas y psiquiatras. No estamos hablando de una enfermedad que solamente es psiquiátrica, ya que el alcohol es una sustancia tóxica que produce efectos multisistémicos, como la cirrosis hepática, las cardiopatías, la hipertensión y los trastornos neurológicos, entre otros", concluye este experto.
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*1 ¿Qué pasa con nuestros bebedores de riesgo?
Autores: Pereiro Estevan B, Hermida Rodríguez B, Pineda Gurrea A, Martin Beñarán J, Hidalgo Pellicer M, Cespedes Suzuki E. Centro de Salud J Saez de Buruaga. Arangoiti, san Ignacio, Otxarkoaga. Bilbao. País Vasco
09 June 2010
El médico general y de familia atiende de media al año a 7,5 pacientes que necesitan cuidados paliativos según la SEMG

El Ccongreso anual de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) que se celebrará del 23 al 26 de junio en Granada. Un XVII Congreso Nacional y XI Internacional de Medicina General y de Familia que recoge en su amplio programa científico muchos temas interesantes.
-- El médico general y de familia atiende de media al año a 7,5 pacientes que necesitan cuidados paliativos, informa la SEMG
Se estima que en España entre el 50% y el 60% de las personas que fallecen ha recorrido un proceso de deterioro por enfermedad en el último año de su vida. Al año, más de 200.000 personas necesitan cuidados paliativos en nuestro país, pero sólo hay recursos para atender adecuadamente a la mitad. Son datos que adelanta la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia con motivo de su próximo congreso anual, que tendrá lugar en Granada a finales de junio con la presencia de más de 3.000 personas y donde se presentará una novedosa ‘guía-registro’ sobre la materia elaborada por la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Virgen de las Nieves de esta ciudad andaluza.
Actualmente, en relación con el mapa de dispositivos y recursos de cuidados paliativos, España se encuentra en el número siete del ranking de los 27 Estados miembros del Parlamento Europeo. Son datos facilitados por el doctor Juan Romero Cotelo, médico adjunto en la Unidad del Dolor y Cuidados Paliativos del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, que ha sido invitado como ponente al congreso anual que la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) inaugurará en Granada el próximo 23 de junio. A pesar de ello, de los 235.000 pacientes españoles en fase terminal al año, más del 50% no recibe los cuidados paliativos que precisa, recuerda la SEMG. También advierte de la necesidad de reforzar y crear nuevas unidades de cuidados paliativos, algunas de ellas especializadas en la atención infantil, para tratar a los más de 1.500 niños españoles que lo requieren y que en la actualidad no cuentan con equipos específicos para atender todas sus necesidades. Hoy por hoy contamos en España con 424 equipos de cuidados paliativos; según los expertos, si incrementásemos un 30% este número, más de 50.000 personas en situación agónica tendrían una mejor atención.
No obstante, “España ha realizado un enorme esfuerzo en el incremento de dispositivos de cuidados paliativos en los últimos años”, explica el doctor Romero Cotelo, y en la actualidad disponemos de un 62% más de recursos en cuidados paliativos que hace tan sólo cinco años. De todos modos, existen grandes diferencias entre Comunidades Autónomas, y en muchas de ellas aún no se ha elaborado ni siquiera un plan específico de cuidados paliativos, como afirman estos médicos. Siguiendo con sus explicaciones, Cataluña es la comunidad con mayor número de recursos y se ha convertido en la comunidad de referencia en toda España. En cinco años ha aumentado sus dispositivos en la materia en un 43% y a fecha de hoy cuenta con 135 unidades de cuidados paliativos. También han hecho un esfuerzo considerable y han establecido planes y programas de cuidados paliativos con cierto impacto sobre el aumento de recursos las comunidades de Galicia (22,3%), Asturias (7,16%), Cantabria (6,1%), País Vasco (13,4%), Aragón (10,42%), Madrid (50,1%), Andalucía (60,6%) y Murcia (15,4%).
Las CC AA con peor nota son Castilla-La Mancha, con 15 unidades (114%); Castilla y León, con 24 (26%); Comunidad Valenciana, con 15 (50%); Ceuta y Melilla -dependientes del Ministerio de Sanidad y Política Social- con una unidad cada una (0%) y Navarra, con siete unidades (75%), al carecer de planes y ofrecer coberturas incompletas. A pesar de los incrementos importantes que ha habido en algunas de estas CC AA en cuanto a recursos, hay que tener en cuenta que en conjunto cuentan con un número menor de unidades que en las CC AA que hemos mencionado en primer lugar, ya que ya partían de una peor situación. Por su parte, Canarias, La Rioja e Islas Baleares no cuentan con un plan oficial, pero aprueban la prestación de estos servicios.
El doctor Romero Cotelo explica que en Andalucía concretamente se viene trabajando con unidades de cuidados paliativos desde principios de los años '90; posteriormente se elaboró el Plan Integral de Oncología de Andalucía (PIOA) 2002-2006, que recoge las líneas de actuación de los cuidados paliativos, dando paso al Proceso Asistencial de Cuidados Paliativos 2002 y a una segunda edición en 2007. Actualmente se dispone del Plan Andaluz de Cuidados Paliativos (2008-2012), “que considera la atención a estos pacientes elemento esencial dentro del sistema sanitario”, afirma el doctor.
Tradicionalmente los cuidados paliativos han estado estrechamente unidos a las unidades de oncología, por ello los enfermos terminales de cáncer son los que más se benefician de esta prestación en la actualidad, explica el doctor Romero Cotelo, frente a otros enfermos crónicos que presentan patologías neurodegenerativas, cardiorrespiratorias o infección por VIH, entre otras. “En las unidades de cuidados paliativos prevalecen enfermos de cáncer, principalmente, seguidos de pacientes con insuficiencia cardiaca y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)”, describe el doctor.
Entre los enfermos crónicos terminales españoles tratados por las unidades de cuidados paliativos, las peticiones de eutanasia descienden hasta un 0,6%, según la SEMG, e incluso desciende el número de indicaciones de sedación paliativa en la agonía, que representa un 7%, frente al 20,9% indicadas fuera de estas unidades de cuidados paliativos, manifiesta esta sociedad científica.
Por su parte, la doctora Mª José Fernández González, coordinadora del Grupo de Paliativos de la SEMG, remarca que “se estima que en España entre el 50% y el 60% de las personas que fallecen ha recorrido un proceso de deterioro por enfermedad en el último año de su vida”. Son más de 200.000 enfermos terminales al año y un millón de familiares directos a quienes atender, según datos facilitados por la SEMG y expertos en la materia.
Se estima que en España entre el 50% y el 60% de las personas que fallecen ha recorrido un proceso de deterioro por enfermedad en el último año de su vida. Al año, más de 200.000 personas necesitan cuidados paliativos en nuestro país, pero sólo hay recursos para atender adecuadamente a la mitad. Son datos que adelanta la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia con motivo de su próximo congreso anual, que tendrá lugar en Granada a finales de junio con la presencia de más de 3.000 personas y donde se presentará una novedosa ‘guía-registro’ sobre la materia elaborada por la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Virgen de las Nieves de esta ciudad andaluza.
Actualmente, en relación con el mapa de dispositivos y recursos de cuidados paliativos, España se encuentra en el número siete del ranking de los 27 Estados miembros del Parlamento Europeo. Son datos facilitados por el doctor Juan Romero Cotelo, médico adjunto en la Unidad del Dolor y Cuidados Paliativos del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, que ha sido invitado como ponente al congreso anual que la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) inaugurará en Granada el próximo 23 de junio. A pesar de ello, de los 235.000 pacientes españoles en fase terminal al año, más del 50% no recibe los cuidados paliativos que precisa, recuerda la SEMG. También advierte de la necesidad de reforzar y crear nuevas unidades de cuidados paliativos, algunas de ellas especializadas en la atención infantil, para tratar a los más de 1.500 niños españoles que lo requieren y que en la actualidad no cuentan con equipos específicos para atender todas sus necesidades. Hoy por hoy contamos en España con 424 equipos de cuidados paliativos; según los expertos, si incrementásemos un 30% este número, más de 50.000 personas en situación agónica tendrían una mejor atención.
No obstante, “España ha realizado un enorme esfuerzo en el incremento de dispositivos de cuidados paliativos en los últimos años”, explica el doctor Romero Cotelo, y en la actualidad disponemos de un 62% más de recursos en cuidados paliativos que hace tan sólo cinco años. De todos modos, existen grandes diferencias entre Comunidades Autónomas, y en muchas de ellas aún no se ha elaborado ni siquiera un plan específico de cuidados paliativos, como afirman estos médicos. Siguiendo con sus explicaciones, Cataluña es la comunidad con mayor número de recursos y se ha convertido en la comunidad de referencia en toda España. En cinco años ha aumentado sus dispositivos en la materia en un 43% y a fecha de hoy cuenta con 135 unidades de cuidados paliativos. También han hecho un esfuerzo considerable y han establecido planes y programas de cuidados paliativos con cierto impacto sobre el aumento de recursos las comunidades de Galicia (22,3%), Asturias (7,16%), Cantabria (6,1%), País Vasco (13,4%), Aragón (10,42%), Madrid (50,1%), Andalucía (60,6%) y Murcia (15,4%).
Las CC AA con peor nota son Castilla-La Mancha, con 15 unidades (114%); Castilla y León, con 24 (26%); Comunidad Valenciana, con 15 (50%); Ceuta y Melilla -dependientes del Ministerio de Sanidad y Política Social- con una unidad cada una (0%) y Navarra, con siete unidades (75%), al carecer de planes y ofrecer coberturas incompletas. A pesar de los incrementos importantes que ha habido en algunas de estas CC AA en cuanto a recursos, hay que tener en cuenta que en conjunto cuentan con un número menor de unidades que en las CC AA que hemos mencionado en primer lugar, ya que ya partían de una peor situación. Por su parte, Canarias, La Rioja e Islas Baleares no cuentan con un plan oficial, pero aprueban la prestación de estos servicios.
El doctor Romero Cotelo explica que en Andalucía concretamente se viene trabajando con unidades de cuidados paliativos desde principios de los años '90; posteriormente se elaboró el Plan Integral de Oncología de Andalucía (PIOA) 2002-2006, que recoge las líneas de actuación de los cuidados paliativos, dando paso al Proceso Asistencial de Cuidados Paliativos 2002 y a una segunda edición en 2007. Actualmente se dispone del Plan Andaluz de Cuidados Paliativos (2008-2012), “que considera la atención a estos pacientes elemento esencial dentro del sistema sanitario”, afirma el doctor.
Tradicionalmente los cuidados paliativos han estado estrechamente unidos a las unidades de oncología, por ello los enfermos terminales de cáncer son los que más se benefician de esta prestación en la actualidad, explica el doctor Romero Cotelo, frente a otros enfermos crónicos que presentan patologías neurodegenerativas, cardiorrespiratorias o infección por VIH, entre otras. “En las unidades de cuidados paliativos prevalecen enfermos de cáncer, principalmente, seguidos de pacientes con insuficiencia cardiaca y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)”, describe el doctor.
Entre los enfermos crónicos terminales españoles tratados por las unidades de cuidados paliativos, las peticiones de eutanasia descienden hasta un 0,6%, según la SEMG, e incluso desciende el número de indicaciones de sedación paliativa en la agonía, que representa un 7%, frente al 20,9% indicadas fuera de estas unidades de cuidados paliativos, manifiesta esta sociedad científica.
Por su parte, la doctora Mª José Fernández González, coordinadora del Grupo de Paliativos de la SEMG, remarca que “se estima que en España entre el 50% y el 60% de las personas que fallecen ha recorrido un proceso de deterioro por enfermedad en el último año de su vida”. Son más de 200.000 enfermos terminales al año y un millón de familiares directos a quienes atender, según datos facilitados por la SEMG y expertos en la materia.
-Las unidades de atención domiciliaria son las más numerosas
La doctora Mª José Fernández González es médico de Atención Primaria y forma parte de un equipo de atención domiciliaria en cuidados paliativos en la comunidad de Asturias. Ella conoce de primera mano el alto nivel de agradecimiento que expresan siempre pacientes y familiares, ya que “las personas, si en algún momento de su vida son especialmente sensibles y vulnerables, es cuando ellos o alguno de sus seres más queridos están en situación terminal. Siempre agradecen las atenciones que se les prestan para poder tener una mejor calidad y mejores cuidados. Un buen control de síntomas, un apoyo emocional y una buena información siempre son bien recibidos”, comenta la doctora. “El grado de cercanía del médico general y de familia ayuda a que el paciente en situación agónica y terminal se sienta más comprendido y seguro en la difícil etapa que le toca vivir al final de su vida”, asegura la coordinadora del Grupo de Paliativos de la SEMG. El doctor Romero Cotelo coincide con esta afirmación y agrega que “la mayoría de estos pacientes prefiere estar en su casa, rodeado de sus familiares y amigos y recibiendo atención domiciliaria, y nadie mejor que el profesional de Atención Primaria para llevar a cabo esta labor, ya que es quien mejor conoce el entorno del enfermo”.
Quizá ésta sea la razón por la que las unidades de soporte domiciliario en cuidados paliativos sean las más numerosas a lo largo de toda la geografía española, con cerca de 170 equipos. Les siguen en número las unidades con camas en hospitales de media o larga estancia y, por último, los equipos de soporte hospitalario, que son los más escasos. La doctora Fernández González constata que los equipos de Atención Primaria son conscientes de cuándo, ante situaciones más complejas, es necesario derivar estos enfermos a equipos de soporte hospitalario. De media, anuncia la doctora Fernández González, “un médico de Atención Primaria atiende al año a una media de 7,5 pacientes que requieren cuidados paliativos”.
“Los cuidados paliativos tienen como objetivo optimizar al máximo el grado de bienestar del paciente cuando la curación ya no es una posibilidad. Para ello, debemos atender sus necesidades no sólo físicas, sino también psicológicas y espirituales, considerando siempre que el paciente, la familia y entorno forman una unidad”, declara la doctora Fernández González. De hecho, todas las investigaciones que han analizado las causas que llevan a indicar la sedación paliativa a un paciente en fase agónica señalan en primer lugar el sufrimiento emocional-existencial, con porcentajes que van del 23% (Núñez Olarte) al 54% (Porta) de los casos. Este miedo psicoexistencial viene determinado por la pérdida de sentido, en el 61% de los pacientes; por un sentimiento de carga y situación de dependencia, en el 48%; miedo a la muerte (33%); deseo de controlar la propia muerte (24%), y por sensación de aislamiento y falta de apoyo (22%). El delirium se sitúa también entre las causas principales de necesidad de sedación, llegando en algunos estudios hasta el 73% de los casos. En cambio, se ha observado una considerable disminución del dolor no controlado como causa de indicación de sedación en los últimos años, anuncia la SEMG.
La doctora Mª José Fernández González es médico de Atención Primaria y forma parte de un equipo de atención domiciliaria en cuidados paliativos en la comunidad de Asturias. Ella conoce de primera mano el alto nivel de agradecimiento que expresan siempre pacientes y familiares, ya que “las personas, si en algún momento de su vida son especialmente sensibles y vulnerables, es cuando ellos o alguno de sus seres más queridos están en situación terminal. Siempre agradecen las atenciones que se les prestan para poder tener una mejor calidad y mejores cuidados. Un buen control de síntomas, un apoyo emocional y una buena información siempre son bien recibidos”, comenta la doctora. “El grado de cercanía del médico general y de familia ayuda a que el paciente en situación agónica y terminal se sienta más comprendido y seguro en la difícil etapa que le toca vivir al final de su vida”, asegura la coordinadora del Grupo de Paliativos de la SEMG. El doctor Romero Cotelo coincide con esta afirmación y agrega que “la mayoría de estos pacientes prefiere estar en su casa, rodeado de sus familiares y amigos y recibiendo atención domiciliaria, y nadie mejor que el profesional de Atención Primaria para llevar a cabo esta labor, ya que es quien mejor conoce el entorno del enfermo”.
Quizá ésta sea la razón por la que las unidades de soporte domiciliario en cuidados paliativos sean las más numerosas a lo largo de toda la geografía española, con cerca de 170 equipos. Les siguen en número las unidades con camas en hospitales de media o larga estancia y, por último, los equipos de soporte hospitalario, que son los más escasos. La doctora Fernández González constata que los equipos de Atención Primaria son conscientes de cuándo, ante situaciones más complejas, es necesario derivar estos enfermos a equipos de soporte hospitalario. De media, anuncia la doctora Fernández González, “un médico de Atención Primaria atiende al año a una media de 7,5 pacientes que requieren cuidados paliativos”.
“Los cuidados paliativos tienen como objetivo optimizar al máximo el grado de bienestar del paciente cuando la curación ya no es una posibilidad. Para ello, debemos atender sus necesidades no sólo físicas, sino también psicológicas y espirituales, considerando siempre que el paciente, la familia y entorno forman una unidad”, declara la doctora Fernández González. De hecho, todas las investigaciones que han analizado las causas que llevan a indicar la sedación paliativa a un paciente en fase agónica señalan en primer lugar el sufrimiento emocional-existencial, con porcentajes que van del 23% (Núñez Olarte) al 54% (Porta) de los casos. Este miedo psicoexistencial viene determinado por la pérdida de sentido, en el 61% de los pacientes; por un sentimiento de carga y situación de dependencia, en el 48%; miedo a la muerte (33%); deseo de controlar la propia muerte (24%), y por sensación de aislamiento y falta de apoyo (22%). El delirium se sitúa también entre las causas principales de necesidad de sedación, llegando en algunos estudios hasta el 73% de los casos. En cambio, se ha observado una considerable disminución del dolor no controlado como causa de indicación de sedación en los últimos años, anuncia la SEMG.
-Se presentará una novedosa guía-registro sobre cuidados paliativos
Durante este XVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el doctor Juan Romero Cotelo presentará una guía-registro elaborada por la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Virgen de Las Nieves y “cuya novedad reside en ser la primera guía-registro impresa que incluye todas las recomendaciones que se ajustan a una buena praxis médica, una buena ética y que se atienen a la legalidad vigente en la actualidad, resumidas en sólo tres páginas”, cuenta el propio doctor Romero Cotelo. “Cada médico va a ser libre de seguirla o no, pues no se va a convertir en una norma obligatoria, simplemente se pretende ofrecer una serie de consejos y recomendaciones que ayuden a realizar una buena praxis médica en sedación paliativa”. El objetivo principal apunta el doctor Romero Cotelo en esta guía-registro es el concepto de “continuidad asistencial”, que consiste en dejar escritas en la cabecera del paciente todo tipo de recomendaciones relacionadas con cómo proceder ante un paciente en situación agónica, cómo identificarlo, cómo detectar los síntomas que indiquen la sedación paliativa, a quién se le da información sobre la situación del paciente, a quién se le pide el consentimiento y la información para proceder a la sedación, si existen voluntades anticipadas, qué fármacos deben emplearse, cuáles son las vías de administración, la evolución realizada por parte de enfermería, el seguimiento que se hace a las 24 horas, etc. “Todo este tipo de cuestiones deberían dejarse escritas en la cabecera del paciente para que otros profesionales sanitarios (dispositivos de urgencias, enfermería, médicos, etc.) puedan atender al paciente sabiendo la actuación y el tratamiento que el enfermo está llevando y cuál está siendo su evolución, contribuyendo a una buena continuidad asistencial”, cuenta el doctor.
Parafraseando al doctor Romero Cotelo: “Las bases están puestas. La Administración ha hecho un esfuerzo, pero todavía falta mucho por hacer: aumentar más la cobertura asistencial a domicilio y en hospitales; desarrollar los cuidados paliativos pediátricos, que están minimizados; integrar a profesionales psicólogos y trabajadores sociales, para que aborden desde su perspectiva los aspectos psicológicos y sociales de los pacientes y sus familias, así como de los profesionales que están cuidando a estos pacientes -prevención del burnout-; formación básica de profesionales sanitarios en cuidados paliativos tanto en Atención Primaria como en Especializada Hospitalaria, y fomentar la investigación como pieza importante para mejorar la calidad asistencial”.
“El primer nivel asistencial es uno de los eslabones principales a la hora de prestar estos cuidados, con lo cual se debe hacer especial hincapié en la formación de los médicos generales y de familia y en la dotación de recursos personales y materiales en Atención Primaria”, concluye la doctora Fernández González.
Durante este XVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), el doctor Juan Romero Cotelo presentará una guía-registro elaborada por la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital Virgen de Las Nieves y “cuya novedad reside en ser la primera guía-registro impresa que incluye todas las recomendaciones que se ajustan a una buena praxis médica, una buena ética y que se atienen a la legalidad vigente en la actualidad, resumidas en sólo tres páginas”, cuenta el propio doctor Romero Cotelo. “Cada médico va a ser libre de seguirla o no, pues no se va a convertir en una norma obligatoria, simplemente se pretende ofrecer una serie de consejos y recomendaciones que ayuden a realizar una buena praxis médica en sedación paliativa”. El objetivo principal apunta el doctor Romero Cotelo en esta guía-registro es el concepto de “continuidad asistencial”, que consiste en dejar escritas en la cabecera del paciente todo tipo de recomendaciones relacionadas con cómo proceder ante un paciente en situación agónica, cómo identificarlo, cómo detectar los síntomas que indiquen la sedación paliativa, a quién se le da información sobre la situación del paciente, a quién se le pide el consentimiento y la información para proceder a la sedación, si existen voluntades anticipadas, qué fármacos deben emplearse, cuáles son las vías de administración, la evolución realizada por parte de enfermería, el seguimiento que se hace a las 24 horas, etc. “Todo este tipo de cuestiones deberían dejarse escritas en la cabecera del paciente para que otros profesionales sanitarios (dispositivos de urgencias, enfermería, médicos, etc.) puedan atender al paciente sabiendo la actuación y el tratamiento que el enfermo está llevando y cuál está siendo su evolución, contribuyendo a una buena continuidad asistencial”, cuenta el doctor.
Parafraseando al doctor Romero Cotelo: “Las bases están puestas. La Administración ha hecho un esfuerzo, pero todavía falta mucho por hacer: aumentar más la cobertura asistencial a domicilio y en hospitales; desarrollar los cuidados paliativos pediátricos, que están minimizados; integrar a profesionales psicólogos y trabajadores sociales, para que aborden desde su perspectiva los aspectos psicológicos y sociales de los pacientes y sus familias, así como de los profesionales que están cuidando a estos pacientes -prevención del burnout-; formación básica de profesionales sanitarios en cuidados paliativos tanto en Atención Primaria como en Especializada Hospitalaria, y fomentar la investigación como pieza importante para mejorar la calidad asistencial”.
“El primer nivel asistencial es uno de los eslabones principales a la hora de prestar estos cuidados, con lo cual se debe hacer especial hincapié en la formación de los médicos generales y de familia y en la dotación de recursos personales y materiales en Atención Primaria”, concluye la doctora Fernández González.
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