Durante 
las fiestas navideñas compartimos con familiares, amigos y compañeros de trabajo 
comidas y cenas que contienen muchos alimentos ricos en azúcares y grasas. Por 
este motivo, las personas con diabetes deben mantener la alimentación bajo 
control para evitar posibles complicaciones y desajustes en su enfermedad. 
En 
ese sentido, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) 
y Lilly cuentan con una iniciativa de educación y apoyo a las personas con 
diabetes, el Programa Por Fin es Jueves, cuyo objetivo es que profesionales 
sanitarios y pacientes puedan trabajar juntos para ver la enfermedad de una 
forma diferente. Cada mes, este programa recoge una pregunta de interés para 
ambos; en diciembre se destacan las dudas de los pacientes de cara a las 
fiestas, cenas familiares o de trabajo y los consejos que se les da al 
respecto.
En 
relación con esas inquietudes, María Luisa Amaya, enfermera especialista en 
educación terapéutica y diabetológica y 
miembro del comité científico del programa formativo de diabetes de la 
Universidad de Alcalá, señala que “la diabetes tipo 2 no desaparece por la época 
del año ni por ninguna otra circunstancia. Por ello, sin dejar de disfrutar de 
las fiestas, las personas que conviven con esta enfermedad, que son muchas, no 
pueden dejar de cuidarse”. Y es que ajustar la ingesta de ciertos alimentos no 
implica la necesidad de elaborar un menú diferente al del resto de los 
comensales. Como destaca esta especialista, “lo que hay que intentar es no 
variar el contenido glucémico durante la ingesta, aunque sí que varíen los 
alimentos. Para facilitar esta tarea, desde el ámbito de la educación 
terapéutica recomendamos la adopción de un plan de alimentación por raciones o 
equivalencias”. 
El 
plan de alimentación por raciones se confecciona por el equipo médico del 
paciente y resulta una herramienta fundamental para mantener un control sobre la 
diabetes. 
Por una parte, permite individualizar la estrategia a seguir durante la ingesta 
según las necesidades nutritivas, metabólicas y de hábitos dietéticos de la 
persona con diabetes. Por otra, ayuda a trazar las equivalencias de los 
diferentes menús en función del contenido en hidratos de carbono, proteínas, 
grasas y aporte calórico. 
Además, 
estos planes de alimentación incluyen tablas de conversión de alimentos 
establecidas mediante un sistema de raciones que ayudan al paciente a establecer 
las equivalencias. “La persona con diabetes que dispone de una dieta por 
raciones sabe que por ejemplo 20 gramos de pan equivalen a una ración de 
hidratos de carbono. Si tiene asignadas cuatro raciones de pan durante la 
comida, las puede sustituir por otro tipo de alimentos con el mismo contenido 
glucémico”, explica Amaya.  
Estas 
tablas de equivalencia también se han adaptado para contemplar los alimentos y 
dulces típicos de estas fechas del año. “Una porción de 25 gramos de turrón o un 
polvorón tradicional equivalen a unos 30 gramos de pan, es decir a una ración y 
media de carbohidratos cada uno. De esta forma, el paciente puede quitar una 
ración y media de pan o de otro tipo de harina y sustituirla por cantidades muy 
controladas de ciertos alimentos que se toman exclusivamente en Navidad”, indica 
la especialista en educación terapéutica y diabetológica.
No 
obstante, se debe tener en cuenta que estas equivalencias deben restringirse a 
fechas muy señaladas, debido a que la cantidad de hidratos de carbono puede ser 
la misma, pero el contenido calórico de ciertos alimentos puede ser muy 
superior. En este sentido, los especialistas en endocrinología también recuerdan 
que las personas con diabetes deben limitar su consumo de bebidas alcohólicas. 
Aunque existen bebidas fermentadas con un bajo contenido en carbohidratos, como 
es el caso de los cavas, y también se pueden establecer algunas conversiones con 
otros alimentos, el paciente debe tener un control exhaustivo sobre la ingesta 
de alcohol a lo largo del período navideño. 
Así, 
para compensar este mayor aporte calórico, los expertos insisten en la 
importancia de incluir el deporte dentro del programa individualizado del 
paciente con diabetes. “Si una persona consume una alimentación con la misma 
cantidad de raciones pero con mayor aporte de calorías, esto se debe compensar 
con un aumento progresivo y adaptado de su actividad física”, añade Amaya. 
Evitar 
la modificación de los ratios de insulina
Además, 
esta educadora en diabetes señala que hay personas que manejan muy bien su 
diabetes y son capaces de modificar las unidades de insulina que deben 
inyectarse para controlar sus niveles de glucemia. Sin embargo, los 
profesionales médicos recuerdan que estas variaciones de insulina deben 
consensuarse con su equipo de endocrinología habitual. Y en cualquier caso, las 
desaconsejan como norma general para todos aquellos pacientes que no hayan 
recibido una formación terapéutica adecuada, ya que entrañan ciertos peligros si 
no se practican con rigurosidad. 
Por 
este motivo, y más allá de que con la insulina se puedan compensar ciertos 
desajustes en el control glucémico, los expertos coinciden en señalar que el 
mejor mecanismo para controlar la diabetes durante las navidades es el que 
ejerce el propio paciente. “La persona con diabetes debe ser consciente de las 
implicaciones que le exige su enfermedad. Por ello, sin dejar de disfrutar de 
las fiestas y llevando una vida prácticamente normal, debe ser responsable para 
evitar los excesos durante las fiestas”, concluye Amaya.
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