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14 August 2020

El frenillo sublingual de los bebés, una patología fácil de diagnosticar y tratar.


Hospital Vithas Málaga está involucrado en la mejora de las condiciones de vida de los recién nacidos. 
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP) entre el 1,7% y el 4,8% de los neonatos presentan problemas de lengua anclada debido a que el frenillo sublingual es demasiado corto, con una mayor afectación en niños que en niñas. Esto tiene como consecuencia que los recién nacidos tengan impedimentos en la lactancia al tener dificultad de movilidad lingual y no poder succionar de manera adecuada. La unidad de pediatría del Hospital Vithas Málaga y Vithas Xanit Internacional, liderada por el Dr. Juan Pérez, cirujano pediátrico, aconseja tratar esta patología “lo más rápidamente posible para eliminar cualquier futuro problema derivado de la anquiloplasia”.

Según indica el Dr. Pérez “no hemos dado la importancia adecuada a este problema. En ocasiones los inconvenientes en la lactancia están provocados por el frenillo, una patología fácil de diagnosticar y tratar, con unos resultados excelentes”, explica el especialista. También añade que “el mal enganche al pecho o al biberón puede dar lugar a varios problemas como incapacidad del bebé para conseguir o mantener un agarre profundo, de manera que el niño se suelta frecuentemente. Como consecuencia, las tomas se hacen largas y cansan tanto a la madre como al recién nacido, siendo la cantidad de leche ingerida insuficiente para una correcta ganancia de peso”.

Efectos sobre la madre
El especialista especifica que los efectos sobre la madre también son reseñables. La anquiloplasia del frenillo puede provocar mastitis, pezones doloridos y grietas, además de hipogalactia, que puede desembocar en una pobre producción de leche que lleve a un destete temprano. “Este problema tiene un fácil tratamiento mediante una pequeña intervención denominada frenectomía, un procedimiento quirúrgico sencillo que consiste en seccionar el frenillo”, afirma el doctor. Esta intervención es ambulatoria y requiere anestesia inhalatoria, e incluso en ocasiones es el mismo servicio de neonatología el que puede aplicar un anestésico tópico. Una vez efectuada la frenectomía el lactante puede realizar directamente tomas de pecho o de biberón.
Los beneficios de esta sencilla técnica son inmediatos en la mayoría de los bebes, siendo normal una mejoría progresiva durante el primer mes. El equipo pediátrico del Hospital Vithas Málaga hará una valoración del problema en caso de que el recién nacido presente esta patología, procediendo a aplicar la solución que mejor se adecue a las necesidades del niño.
Los hospitales Vithas son hospitales seguros
Los 20 hospitales de Vithas son hospitales seguros para pacientes y profesionales gracias a la implantación de estrictos protocolos de seguridad frente a la covid-19. Entre las medidas implementadas destaca el establecimiento de dos circuitos diferenciados: uno para las personas con síntomas compatibles con la covid-19, y otro para el resto de pacientes.

Adicionalmente, suministramos mascarillas y gel hidroalcohólico a todas las personas que acudan al hospital por cualquier motivo. Además, el Grupo está realizando test masivos de detección del virus en todo el personal, que está dotado de todas las medidas de autoprotección necesarias.

Una seguridad que siempre ha estado reforzada gracias a que todos los hospitales Vithas implementan los estrictos protocolos de la Joint Commission International, organismo de referencia mundial que acredita la seguridad del paciente y la excelencia asistencial.

Para más información: https://preparadosparacuidarte.com/




13 July 2020

LOS PEDIATRAS RECOMIENDAN EL DEPORTE EN FAMILIA DURANTE LAS VACACIONES COMO MEDIDA PARA COMBATIR LOS EFECTOS DEL CONFINAMIENTO EN LOS NIÑOS

La Asociación Española de Pediatría (AEP), a través de su Comité de Promoción de Salud, recomienda practicar deporte en familia durante las vacaciones como medida para combatir los posibles efectos que el confinamiento ha podido tener en los niños. “Durante el confinamiento los niños han ganado algo de peso y han estado sometidos a una situación anómala que puede haberles provocado situaciones de estrés o ansiedad. El deporte es una de las mejores alternativas para reconducir esta situación ya que la actividad física estimula el sistema inmunológico, promueve la salud y reduce el estrés, además de que estar activo puede disminuir los problemas de comportamiento”, asegura el doctor Julio Álvarez Pitti, vocal de actividad física de dicho Comité.
“La forma ideal de practicar actividad física para los niños es realizarlo en familia. El ejemplo de los padres y madres es fundamental”, asegura este experto en actividad física en la edad pediátrica. ”En general, son preferibles las actividades en grupo, divertidas y al aire libre que permitirán un refuerzo positivo, consiguiendo que se mantengan como hábito divertido, y se incorporen a lo cotidiano con más facilidad que los ‘hábitos saludables’ impuestos y muy sacrificados para los niños”, explica el doctor Álvarez Pitti.  Es importante también asegurar que el entorno físico en el que se practique la actividad sea adecuado y sin peligros, al igual que es importante cumplir con las normas de seguridad básicas para la práctica de cualquier deporte: utilización de casco y protecciones en caso necesario, material reflectante para evitar atropellos, etcétera. 
El experto recomienda, siguiendo las guías internacionales, tres horas de actividad en diferentes intensidades (ligera, moderada y vigorosa) para los niños de entre 1 y 5 años; mientras que los niños de entre 6 y 18 años necesitan al menos una hora de actividad física moderada-vigorosa todos los días,. “Con los más pequeños resulta más sencillo, su espíritu inquieto hace que, a través de juegos, podamos conseguir estas tres horas”, explica este experto. Para ello tenemos juegos tradicionales como saltar a la comba, el escondite en casa, bailar, trabajar en la huerta o en el jardín. En relación a los más mayores, “si disponemos de algún dispositivo de fitness como bicicleta ergométrica, rodillo, tapiz rodante o aparatos similares es más fácil. Si no, marcha rápida, sentadillas, ejercicios como el skipping (llevar rodillas al pecho sin movernos de sitio), saltos verticales, saltar a la comba, son buenos ejercicios aeróbicos”, recomienda el doctor Álvarez Pitti. Estos se pueden combinar con actividades vigorosas para el fortalecimiento muscular y óseo, 3 veces por semana, o los ejercicios con bandas elásticas. “Es importante seleccionar adecuadamente y, sobre todo, ajustar el tipo de ejercicio a la condición física de cada niño o adolescente, así como si tiene patologías asociadas o no. Es importante la supervisión por parte de un adulto”, asegura el doctor Álvarez Pitti.  
A la hora de hacer deporte hay que asegurar el aporte de líquidos, sobre todo cuando la actividad es intensa y el ambiente caluroso. En este sentido, el doctor Álvarez Pitti recomienda “hidratarse antes, durante y después del ejercicio”, ya que cualquier actividad física, aunque sea moderada, produce la eliminación de cierta cantidad de agua y sales minerales, sobre todo a través del sudor, cuando se dan unas condiciones ambientales de más de 25 °C de temperatura y, en especial, en zonas con alta humedad relativa. Por ello, es recomendable evitar en las horas centrales del día la práctica de actividad física de alta intensidad. “A estas horas es posible realizar otro tipo de actividad física que requiera menos esfuerzo como pasear o darse un baño, reservando el inicio o el final del día, cuando las temperaturas son más moderadas para practicar el ejercicio más intenso”, indica el doctor Álvarez Pitti.

Ejercicio en el parque  y mascarillas 
El juego en el parque se considera actividad física. La mascarilla es necesaria, según las recomendaciones sanitarias actuales. Por ello, en el parque los niños mayores de 6 años han de llevarla. “La mascarilla, puede dificultar en cierto grado al respiración- advierte el doctor Álvarez Pitti- por ello en estas circunstancias tendremos que estar atentos de que los niños no practiquen un juego extenuante, favorecer una hidratación adecuada y estar pendientes de cualquier signo de alarma que nos pueda avisar de excesivo agotamiento o dificultada respiratoria para sugerir descansos intermitentes”. 
La doctora María García-Onieva, secretaria de la AEP y pediatra de Atención Primaria, recuerda  que “el exceso de sudor  puede producir mayor irritación de la piel de la cara así como rojeces detrás de las orejas. En ocasiones, una sudoración excesiva puede producir  obstrucción de las glándulas sudoríparas y provocar un sarpullido”. Según los expertos, en los niños la dermatitis atópica predispone  a más problemas de irritación a consecuencia del uso de mascarillas, mientras que en los adolescentes la presencia de acné juvenil también puede agravarse por el uso de las mismas al no permitir la aireación de la piel y aumentar  el exceso de grasa en la misma. En este sentido, la doctora García-Onieva explica que los niños “toleran mejor las mascarillas quirúrgicas porque son menos oclusivas y, por lo tanto, transpiran mejor, siendo más recomendables para los niños”. 
Para evitar las rojeces se pueden utilizar productos aislantes como la vaselina y, cuando ya están presentes, podemos utilizar cremas reparadoras. Es importante tener en cuenta, asegura la doctora García-Onieva, que “cuando  el enrojecimiento es muy intenso y las molestias en el niño también lo sean, se debe acudir al pediatra, quien valorará la utilización de cremas con corticoides y, llegado el caso y si existen heridas, puede recomendar la aplicación de una crema antibiótica”.
Por último, la secretaria de la AEP recuerda que es importante conocer las características de las mascarillas y el número de horas que estas pueden usarse y si son, o no, reutilizables. “Estos datos los suministrará el fabricante pero, en general, no se recomienda su uso más de 4 horas”, asegura la doctora. “Para prevenir las infecciones, en general, y la producida por el coronavirus, en particular,- recuerda la doctora- las  medidas higiénicas son fundamentales”. Lavarse  las manos con agua y jabón adecuadamente, tal y como hemos aprendido durante estos meses, utilizando el gel hidroalcohólico en aquellas situaciones  en las que no tenemos agua y jabón a nuestro alcance y manteniendo, siempre que sea posible, la distancia social de seguridad. Y en caso de que esto no sea posible, utilizando de manera conveniente las mascarillas. 

29 June 2020

LOS PEDIATRAS ADVIERTEN DE UN OTOÑO “COMPLICADO” A NIVEL ASISTENCIAL SI UNA SEGUNDA OLEADA DE COVID-19 COINCIDIESE CON EL VIRUS RESPIRATORIO SINCITIAL y LA GRIPE


#JuevesConectados, una iniciativa de la Asociación Española de Pediatría (AEP) que ha supuesto un encuentro con la ciencia para los profesionales durante los jueves del mes de junio

Para afrontar la primera oleada de SARS-CoV-2, el Sistema Nacional de Salud (SNS) tuvo que adaptarse a marchas forzadas y sin entrenamiento previo. Los expertos no descartan una segunda oleada que, por supuesto, ya va a encontrar un sistema más organizado, mejor preparado y más fuerte. “Las instituciones sanitarias deben desarrollar estrategias para asegurar la adecuada protección de los profesionales sanitarios, piedra angular en la detención de esta pandemia”, asegura la doctora Rosa Rodríguez Fernández, responsable de Hospitalización Pediátrica del Hospital Universitario Gregorio Marañón, durante su intervención “Medidas ante una segunda oleada de COVID-19” que ha cerrado el ciclo de ‘Jueves con la Ciencia’ organizado por la Asociación Española de Pediatría (AEP) y que “ ha facilitado a los profesionales sanitarios una oportunidad excelente para mantenerse informados y formados en las diferentes áreas de capacitación pediátricas y en todos los ámbitos relacionados con la COVID-19 – clínica y diagnóstico, nutrición, vacunas o medidas de prevención- a través de un formato dinámico, interactivo,  ameno y muy asequible a los profesionales sanitarios ”, asegura la doctora María José Mellado, presidente de la AEP. 

En este sentido, preocupa especialmente a los pediatras, por la presión asistencial que puede suponer, el hecho de que pudieran coincidir en el tiempo una segunda oleada de COVID-19, el virus respiratorio sincitial (VRS) y la epidemia de gripe. En el caso de la gripe, los niños son una población ampliamente afectada por este virus, además de unos grandes contagiadores de la misma, pudiendo poner en peligro a los adultos ya de por sí vulnerables a la COVID-19. Por otro lado, la incidencia de ingresos hospitalarios en niños menores de un año por el VRS en España es de 40,2 casos/1.000 niños/año, y tiene un coste directo de la hospitalización superior a los 3,6 millones de euros anuales, lo que supone un impacto económico muy importante para la sociedad. 

Similitudes y diferentes entre las tres patologías.

La superposición y similitud de los síntomas hace imprescindible el diagnóstico virológico rápido en el laboratorio de Microbiología. Además, la presencia de uno de los tres virus no excluye la de los otros”, explica la doctora Rodríguez Fernández. “Si algo nos ha enseñado ya esta y otras pandemias es;  que las medidas preventivas de distanciamiento social, uso de mascarillas y lavado frecuente de manos, ayudan a prevenir no solo la COVID-19, sino también el resto de virus respiratorios”, asegura la doctora. 

Otras medidas preventivas aconsejadas por los pediatras, con objetivo de hacer frente a esta “tormenta perfecta” de virus de cara al otoño, pasan por la vacunación frente a aquellas patologías para las cuales existe ya inmunización, como es el caso de la gripe o bien los anticuerpos monoclonales frente al VRS en pacientes de riesgo. A este respecto, la doctora recuerda que es importante que, llegada la temporada, se vacunen frente a la gripe “las mujeres embarazadas, los niños entre 6 meses y 5 años,aquellos niños que tienen alguna patología crónica o de base y, por supuesto, los profesionales sanitarios”.

En la primera oleada de COVID-19 en primavera, no hubo escasez de camas en las unidades de cuidados intensivos pediátricos, sin embargo, esto podría llegar a ocurrir si coexisten los tres virus respiratorios mencionados en el otoño-invierno, ya que en el caso del VRS hasta el 15% de los niños ingresados en el hospital necesitan UCIP y en algunas series entre el 5-7% en gripe”, explica la doctora Rodríguez Fernández, quien asegura que, “los centros sanitarios deberían dotarse de mayores recursos humanos y materiales para poder hacer frente a esta situación de manera exitosa llegado el caso, incluyendo más camas de hospitalización pediátricas y en las UCIPs”.

¿Cómo preparar los Servicios de Pediatría? 
Al igual que han hecho sus colegas homólogos en adultos, en opinión de esta experta “los pediatras especialistas deberían conformar equipos multidisciplinares, coordinados por pediatras internistas e infectólogos que son los especialistas pediátricos responsables de esta patología hospitalizada”. De igual manera, la experta subraya la importancia y necesidad de que los profesionales sanitarios entrenen, con objeto de mantenerse a salvo de contagios, practicando la puesta y retirada de EPIS y conociendo los protocolos de seguridad del centro asistencial donde desarrollan su labor. 

Parte de esta preparación de los centros, explica, pasa por adecuar las estructuras hospitalarias diseñando nuevos circuitos diferenciados, limpios o contaminados y sectorización de las plantas de hospitalización, habilitando salas de pre-alta y pre-ingreso, adaptando las consultas pediátricas y organizando la actividad quirúrgica programada la epidemia. “En este nuevo orden hospitalario merece la pena prestar especial atención a aquellos pacientes pediátricos especialmente vulnerables por sus patologías previas o crónicas, con ellos deberá priorizarse siempre que sea posible la e-consulta de alta resolución y multidisciplinar. En caso de que estos pacientes deban acudir presencialmente al hospital, lo correcto sería que no deambularan por el centro y que su estancia fuera lo más breve y eficiente posible”, asegura la doctora Rodríguez. En este sentido, sería ideal espaciar las citas presenciales al menos 30 minutos entre ellas, evitando así, que coincidan pacientes a la entrada y salida de la consulta o posibles aglomeraciones en las salas de espera. 
“Esta situación creada por la epidemia COVID19, nos ha demostrado que los pediatras  podemos trabajar de otras manera y ser igualmente eficaces. Con esta nueva reordenación de la asistencia sanitaria; toma un protagonismo especial la consulta domiciliaria, o incluso la hospitalización domiciliaria de los pacientes crónicos, siendo una oportunidad de oro que no debemos desaprovechar y que sin duda beneficia a los pacientes y sus familias, evitando que los niños de mayor riesgo acudan al hospital cuando sea posible”,  afirma la Dra. Mellado.

En caso de hospitalización, “es necesario realizar un cribado universal PCR rápido a todos los ingresados y programar circuitos diferenciados, así como marcar una sectorización de las plantas de hospitalización y establecer varios turnos de altas, de modo que la atención a la patología habitual y a la COVID-19 se realice con elevados estándares de calidad y seguridad”, explica la doctora Rodríguez Fernández.  “Es fundamental que lo profesionales pediátricos presten especial atención no solo a los síntomas provocados por la COVID-19, sino también a aquellas patologías y virus que coexisten con él, así como a las posibles complicaciones que, derivadas del mismo, puedan sufrir las enfermedades crónicas o de base existentes en el paciente”, asegura esta experta. 

Otro punto que ha destacado es la necesidad de “cubrir aquellas necesidades de rehabilitación, atención temprana, etcétera, que durante la primera oleada quedaron en suspenso, así como los posibles efectos psicológicos y de estrés que esta prolongada situación puede causar en los más pequeños”, concluye la doctora Rodríguez Fernández. 

“Un último punto a resaltar tras lo vivido en la epidemia COVID-19 en los niños,  es que se ha demostrado la necesidad urgente de que las especialidades pediátricas sean reconocidas, ya que el éxito del manejo de estos pacientes pasa por el conocimiento experto de cada disciplina, desde la especialidad de Infectologia pediátrica y pediatra hospitalaria, los responsables  principales de los pacientes hospitalizados, pasando por Pediatras intensivistas, pediatras cardiólogos hasta la experiencia de los pediatras de Atención Primaria”, concluye finalmente la presidente de la AEP, Dra. Mellado.


16 June 2020

LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA (AEP) ELABORA UNA PROPUESTA DE REAPERTURA DE CENTROS DE EDUCACIÓN INFANTIL

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La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha actualizado sus recomendaciones para la reapertura de centros educativos de edad infantil (menos de 6 años) en la que se incluyen medidas específicas a considerar en relación con la vuelta a las aulas de los más pequeños. Esta actualización, que se redacta acorde a las nuevas evidencias científicas, así como a la evolución en nuestro medio de la pandemia y a la situación epidemiológica en el momento actual de la epidemia COVID-19 en nuestro país, pone el acento en la importancia de la socialización en la enseñanza en los más pequeños y en que también ellos puedan volver a su “

La nueva sociedad en la que vivimos, con la incorporación muy temprana de las mujeres tras la maternidad al trabajo y los amplios horarios laborales, ha propiciado la necesidad de muchas familias de incorporar a los niños muy tempranamente a la Escuela Infantil. Por ello debe considerarse, como un entorno educativo prioritario que debe prevalecer al aspecto puramente de guardería o cuidado como se entendía clásicamente. Pero, además, la Escuela infantil, nos ofrece la oportunidad de detectar y compensar posibles carencias de las familias en relación con la estimulación de los aspectos del desarrollo del niño, así como otro tipo de necesidades de carácter nutricional, afectivas o sociales. “La edad comprendida entre los 0 y 6 años es extremadamente vulnerable y sensible a los cambios, además de ser una etapa fundamental para el desarrollo emocional, educativo y la implantación de hábitos de vida saludables. Muchas familias, por diversas circunstancias familiares, económicas, sociales o formativas, no pueden ofrecer a los pequeños los estímulos adecuados para este desarrollo”, asegura la Dra. María José Mellado, presidente de la AEP.

La evidencia científica, más reciente, nos ha demostrado que los pequeños no son los “grandes contagiadores” como se pensaba al inicio de la pandemia y, como ya sabíamos, la COVID-19 representa en los niños alrededor de 1% de los casos globales y cursa en la inmensa mayoría de los casos de manera leve en la edad pediátrica. Otro aspecto determinante para esta nueva directriz, es el momento epidemiológico, en el que se propone la reapertura que es claramente favorable en cuanto a número de casos de nuevos diagnósticos,” explica la doctora Mellado.

Por todo ello, nos planteamos que ante la reapertura de la Escuelas infantiles, es necesario que los más pequeños cuenten con la ayuda de profesionales docentes especialmente formados y que puedan contribuir a paliar los posibles efectos derivados de la pandemia por coronavirus y a ser capaces de implementar las medidas adoptadas para su control, como la distancia física interpersonal,  conocer el riesgo a esta edad de uso de mascarillas y por descontado el efecto negativo en el aprendizaje por falta de expresión facial, o el posible miedo a la enfermedad o a las demás personas.

Desde la AEP se considera que las propuestas generales emitidas anteriormente se mantienen válidas, en los menores de 10 años. En este sentido, la AEP propone, que, si se mantiene en el aula la distancia entre alumnos al menos de entre 1,5m como recomienda la OMS, puede contemplarse la retirada durante la clase de las mascarillas, que en muchos casos serían desplazadas del lugar óptimo y manoseadas; perdiendo así su efecto preventivo y flexibilizar los horarios de entrada y de salida de forma que se permita una mejor distancia física entre alumnos y se eviten aglomeraciones en la puerta de la escuela.

Para las entradas y salidas, estancia en las aulas, y, sobre todo; para las pausas de recreo y de comidas, nos planteamos crear grupos fijos de compañeros de un número reducido de niños, una especie de ‘burbujas socializantes’ con un mismo profesor que facilite el contacto mínimo con otros grupos. Estos grupos facilitarían también el aislamiento posterior y trazabilidad de la infección en caso de aparición de algún caso. La burbuja debe ser lo suficientemente pequeña para que puedan observarse una normas claras de comportamiento. Esta medida posiblemente sea más efectiva cuanto más se complemente con medidas de higiene. Es recomendable también la actualización del calendario vacunal antes de la reincorporación a las aulas.


No llevar al niño a la escuela con fiebre
Se propone un compromiso o acuerdo firmado por los padres de que el niño no irá a la escuela si tiene > 37,5ºC, fiebre, tos, diarrea u otras manifestaciones que sugieran enfermedad o que ha estado en contacto con algún familiar enfermo o personas posiblemente infectadas, en cuyo caso debe ser atendido por el pediatra para que valore el aislamiento. Es importante tener en cuenta que este grupo de edad es el que presenta una mayor frecuencia de procesos febriles, y una menor capacidad de comunicar sintomatología, por lo que el profesor debe estar atento a inicio de fiebre en la escuela y a cuadros compatibles con la enfermedad.

Para el personal que trabaja en la escuela debe seguirse el mismo protocolo de vigilancia de temperatura, síntomas y aislamiento si ha contactado con personas sospechosas de enfermedad, además de asegurar el uso de mascarillas y todas las medidas de prevención rigurosas entre el personal educativo. Debería habilitarse una zona de “aislamiento” por si la aparición de la fiebre ocurre una vez los niños o los profesores ya están en la escuela.

Otro aspecto clave es maximizar el tiempo en el exterior, al aire libre, dado que la transmisión del virus es claramente más frecuente en ambientes interiores o cerrados, y relativamente infrecuente en el exterior. Se recomienda, por tanto, que aquellos centros que dispongan de espacios al aire libre trasladen una parte o la totalidad de actividades docentes al exterior. En cuanto a la comida, lo ideal sería que cada grupo pudiera comer en la propia aula, minimizando así el contacto con otros niños y el de compartir superficies o material de comedor. Los comedores, si se utilizan, deberán ser muy rigurosos en cuanto a la higiene, uso individual de utensilios y mantener la distancia de seguridad (puesto que no se puede usar mascarilla comiendo). La alimentación debe ser sana, adecuada a la edad y con nutrientes de alto valor biológico. En los centros en los que sea jornada continua se podría recomendar que, en la medida de lo posible, coman en sus domicilios, al igual que en guarderías.


12 June 2020

UNA DIETA ADECUADA, ACTIVIDAD FÍSICA Y CUIDADO DE LA MICROBIOTA INTESTINAL, PIEZAS CLAVE PARA UN SISTEMA INMUNITARIO FUERTE EN EL NIÑO

  “La nutrición es un componente determinante en el desarrollo y el mantenimiento de la respuesta inmune. Pero no es una relación sencilla ya que influyen también otros factores”, asegura el doctor José Manuel Moreno Villares, coordinador del Comité de Nutrición y Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEP). “El éxito de esta relación pasa por la participación, en distinto grado, de los nutrientes que están contenidos en los alimentos, pero también de la microbiota intestinal y de otros elementos presentes tanto en la luz intestinal como en la propia pared del aparato digestivo”, asegura el doctor en el transcurso de su intervención “Influencia de la alimentación en la inmunidad” enmarcada en la iniciativa de la AEP ‘Jueves con la Ciencia’.

Entre las funciones de la microbiota intestinal cabe destacar que favorece la digestión fermentando los alimentos no digeribles y favoreciendo la absorción de los nutrientes (aminoácidos, azúcares, vitaminas, etcétera) a través de las células del intestino. Además, actúa como barrera contra los microbios y toxinas, y contribuye en el desarrollo del sistema inmunitario intestinal y a un correcto funcionamiento y mantenimiento de la mucosa que protege el intestino. “La presencia de algunos desequilibrios en la alimentación puede dar lugar a alteraciones en la inmunidad, que pueden manifestarse como aumento en el riesgo de infecciones o en reacciones alérgicas”, asegura el doctor Moreno Villares.


Influencia de la alimentación en la capacidad inmune en la infancia

El bebé ya recibe influencias de la alimentación de la madre cuando está en el útero
materno y contribuye a preparar su sistema inmune. Después del nacimiento el tipo de alimentación contribuye a la maduración de ese sistema inmune. “En los primeros meses de vida la lactancia materna es el alimento más completo que puede ofrecerse al bebé”, explica el doctor Moreno. La lactancia natural  protege frente al riesgo de infecciones, no solo en la etapa de lactante sino también en la infancia. “No sabemos si este efecto se debe a determinados nutrientes presentes en la leche materna o a la interacción de ellos entre sí”, asegura este experto. Algunos de esos nutrientes (HMOs, probióticos, etcétera) se han ido incorporando a las fórmulas infantiles con el objetivo de intentar imitar los beneficiosos efectos de la leche materna.

Más allá del periodo de lactancia exclusiva se produce una progresiva incorporación de alimentos a su dieta, que va  acompañado de una correcta maduración del sistema inmune. “La buena relación entre ambos actores es la que da lugar a mayor riesgo o mayor protección frente a enfermedades, fundamentalmente infecciosas, autoinmunes o alérgicas”, explica el coordinador del Comité de Nutrición.

Esa relación entre inmunidad y nutrición se ve claramente en la desnutrición, en la que el riesgo de infecciones es más elevado. La mitad de los niños menores de cinco años que fallecen en el mundo lo hacen como consecuencia de la desnutrición y las infecciones relacionadas con la misma. “Pero también la obesidad se asocia a mayor riesgo de infección”, matiza el experto. La mejor prevención para la obesidad del adulto es prevenir la obesidad en el niño. “La edad para intervenir es preferiblemente antes de los 5 años”, indica el doctor Moreno Villares.

Algunos nutrientes tienen un mayor efecto sobre la función inmune, como el zinc o la vitamina D. “Se debe garantizar que los niños con niveles bajos de vitamina D reciben las cantidades adecuadas y tienen una exposición solar mínima todos los días para garantizar su síntesis en la piel”, asegura.

Nutrición frente a la COVID-19
En cuanto a la infección por COVID-19, no parece haber un patrón de alimentación determinado que modifique el curso de la enfermedad. “El consejo nutricional es el mismo antes, durante y después de la pandemia: dieta variada y ajustada a las necesidades, basada fundamentalmente en

04 June 2020

La AEP hace balance del Covid-19 en los niños de España y las previsiones

 

La Asociación Española de Pediatría (AEP) celebra estos días el Iº Encuentro Digital de la Especialidad, un congreso online que ya cuenta con cerca de 1.000 inscritos y que, bajo el título ‘¿COVID-19 cómo acelerador de la innovación en Pediatría?’, pone de manifiesto el papel que la Pediatría ha tenido durante la pandemia por SARS-COV-2 en nuestro país, donde se ha estimado alrededor de 1.400 niños diagnosticados con cuadros agudos. En este sentido, la presidente de la Asociación Española de Pediatría, la doctora María José Mellado, ha destacado el “importantísimo esfuerzo, profesional y personal, que esta pandemia ha supuesto para los sanitarios españoles, quienes han trabajado sin descanso para sacar adelante a los miles de afectados por esta infección en nuestro país. Cabe subrayar cómo la Pediatría ha trabajado unida por atender en los centros hospitalarios a los niños que lo han precisado, para mantener a la población infanto-juvenil lo más alejada posible de los focos de contagio e informando y educando a familias y a los menores en las medidas de prevención más eficaces. Los pediatras han ofrecido asistencia telemática los siete días de la semana, las 24 horas del día y han volcado todos sus esfuerzos por evitar el contagio. Este nuevo coronavirus sabemos, que es poco frecuente y cursa de forma leve en la mayoría de los niños, comparados con la población adulta; pero también que tenemos que seguir estudiando e investigando para apuntalar científicamente esta teoría”. 

 

Pediatría en tiempos de la COVID-19

La COVID-19 ha afectado a nivel pediátrico a menos del uno por ciento del total de los casos diagnosticados en nuestro país, es decir, alrededor de unos 1.400 niños en España, de los cuales algo más de la cuarta parte han precisado ingreso hospitalario”, asegura la doctora Cristina Calvo, pediatra experta en COVID-19 y portavoz de la AEP en esta epidemia. Durante el desarrollo de esta pandemia son muchas las teorías surgidas en torno a las innumerables publicaciones realizadas sobre el SARS-COV-2, sin embargo, todo proceso científico lleva su tiempo y aun es pronto para poder realizar afirmaciones cien por cien seguras. “Creo que la comunidad médico-científica ha aprendido mucho sobre este virus, sin embargo, aún se necesita analizar con detalle la cantidad ingente de datos que manejamos con objeto de seguir aprendiendo y encontrarnos más preparados de cara a posibles nuevos brotes epidémicos”, explica la doctora Calvo. 

A este respecto, esta experta pone de manifiesto que el otoño será sin duda un nuevo reto asistencial, ya que es posible que “nos encontremos con la suma de infecciones habituales de los niños como el virus respiratorio sincitial o la gripe, que habitualmente saturan los recursos sanitarios, junto a la COVID-19,  por lo que será necesario redoblar esfuerzos. Creo que desde ya y, me consta que es así, tenemos que prepararnos para afrontar un posible rebrote, con todo lo que llevamos ya en nuestras mochilas aprendido”, subraya la doctora Calvo. 

Haciendo un pequeño balance, la doctora Calvo explica que la infección por la COVID-19 parece que afecta en general a niños sanos, sin que haya grandes alteraciones inmunológicas en los casos vistos hasta ahora. “Los pacientes inmunodeprimidos no se han afectado de manera importante o grave. Sin embargo, se están realizando todavía detalladas investigaciones de las que pronto obtendremos nuevos resultados”, asegura. En lo que respecta al tratamiento, “en Pediatría se ha realizado, sobre todo, tratamiento conservador sintomático. En algunos niños más graves, hospitalizados, se han empleado antivirales, -remdesivir y también hidroxicloroquina-. No se han registrado efectos adversos y se intenta siempre que todos los tratamientos se hagan en el contexto de ensayos clínicos pediátricos, que son por ahora muy escasos pero que continúan  abiertos, por si hubiese más casos, y que podamos tener evidencias de calidad”, subraya la doctora Calvo.

El tratamiento de los niños con patología crónica ha sido muy similar al de los niños sanos. “Se han hospitalizado cuando ha sido necesario, en general en pocas ocasiones, y han recibido tratamientos al igual que el resto de niños. Quizás al principio fuimos más temerosos con estos pacientes y se hospitalizaron con más frecuencia, pero con la evolución de la pandemia hemos aprendido que muchos casos se pueden atender también de forma ambulatoria”. Este es otro de los aspectos a destacar durante la pandemia, “la excelente coordinación y colaboración entre la Pediatría de Atención Primaria y  la Pediatría Hospitalaria, que ha permitido una atención excelente y segura de los niños de nuestro país, como ya estamos habituados, y como no podía ser de otra forma en una situación de alerta sanitaria de esta magnitud” asegura la doctora Mellado. 

 

 

Las especialidades pediátricas 

Todas las especialidades pediátricas implicadas han colaborado, sin excepción, en la creación de protocolos y documentos de consenso, participando en grupos de trabajo, sumando conocimientos, procurando investigaciones siempre basadas en la evidencia científica, con un único objetivo: ofrecer una atención sanitaria de calidad, adaptando el modelo pediátrico español, que tan buenos resultados ha demostrado, a la situación actual de pandemia. “Estoy convencida- asegura la presidente de la AEP- que sin la existencia de estos profesionales tan altamente cualificados y especializados el resultado no habría sido el mismo. El conocimiento detallado y exhaustivo de las patologías pediátricas, sumado a la estrecha relación existente entre el pediatra y las familias, han dado como resultado una modelo asistencial eficiente, que ha ofrecido seguridad y tranquilidad a los padres y que ha contribuido, en gran medida, a evitar numerosos contagios”.  En opinión de la doctora Mellado, “muchos aspectos importantes se han puesto en evidencia durante toda esta pandemia, la necesidad de las especialidades pediátricas para una mejor atención a los niños es una de ellas y esto, nos da fuerzas renovadas para seguir luchando por el reconocimiento de las Áreas de Capacitación Específica (ACE) en Pediatría”.

 

La Atención Primaria Pediátrica ha sido una de las especialidades que más se ha visto afectada en su labor diaria. El contacto directo y casi semanal de estos profesionales con las familias se ha visto profundamente alterado con la llegada de COVID-19. “Ya nada volverá a ser igual”, asegura la secretaria de la AEP y pediatra de Atención Primaria (AP), la doctora María García-Onieva. “Lejos quedan ya las consultas masificadas de las áreas de pediatría de los centros de salud. Desde AP se ha realizado un considerable esfuerzo por atender todas las demandas de las familias, vía telemática y llegado el caso necesario, de manera presencial. Durante este tiempo hemos intercambiado  con las familias llamadas telefónicas, videoconferencias, fotos, etc., con objeto de hacer un seguimiento estrecho de aquellos niños cuyas patologías así lo requerían o de aquellas nuevas consultas motivadas por las dudas e inquietudes de los padres”, explica la doctora García-Onieva, quien no deja pasar la oportunidad de felicitar a los padres por su “comportamiento responsable”.

 

En relación a los calendario vacunales, destacamos que las coberturas han experimentado una bajada en los últimos meses, indefectiblemente por esta situación anómala, la doctora García –Onieva asegura que “se ha seguido manteniendo la vacunación en los menos de 15 meses, si bien, al principio de la pandemia, los padres experimentaron  cierto miedo a acudir con los niños a los centros de salud”. Esto se ha evidenciado y ya se está trabajando para retomar la vacunación no solo en los más pequeños, sino también en los niños y adolescentes. “Estoy convencida de que en un margen de tiempo prudencial, recuperaremos las coberturas vacunales excelentes que teníamos en España, antes del SARS-COV-2”, concluye la secretaria de la AEP. 

 

 

Retos de la Pediatría en tiempos de la COVID-19 

Son numerosas las investigaciones que se están llevando a cabo en busca de una vacuna que devuelva la normalidad a nuestro día a día y más de 10 o 12 prototipos ya se están estudiando en humanos, “pero el desarrollo de una vacuna es complejo, no se pueden saltar pasos obligados  por la seguridad y no es previsible que tengamos una vacuna este año”, recuerda la doctora Calvo. Hasta que no contemos con esta prevención eficaz, es factible que no podamos volver a la práctica de la atención Pediátrica tal y como la conocemos hasta ahora. Sin embargo, la doctora Mellado asegura que “tenemos ahora la oportunidad de aprovechar y aplicar todo lo que hemos aprendido durante estos meses, tanto a nivel científico como  asistencial y posiblemente esta nueva forma de hacer la pediatría nos haya enseñado que la tecnología es un arma valiosa para las salud”.  

Los retos a los que se enfrenta por tanto los pediatras a corto plazo pasan por retomar y asegurar el cumplimiento riguroso de los calendarios vacunales y las consultas del niño sano en Atención Primaria, ofreciendo garantías de seguridad y prevención de nuevos contagios. En la pediatría hospitalaria estos retos podrían centrarse en mantener el altísimo nivel asistencial actual sin dejar que interfiera la COVID-19 en el abordaje de las patologías agudas, atención especializada a las patologías crónicas y, sin descuidar el diagnóstico precoz de nuevos casos de COVID-19. En relación con la investigación en Pediatría, ordenar la gran cantidad de datos obtenidos, ponerlos en contexto para aplicarlos a la clínica  y adaptar la posible vacuna frente al SARS-COV-2 a nivel pediátrico con los mismos estándares de calidad y seguridad, podrían ser los retos marcados por los expertos. 

 

La AEP comprometida con la formación de los profesionales sanitarios

La AEP consiente de la necesidad de la comunidad médica de compartir sus conocimientos ha realizado en los últimos dos meses  multitud de intervenciones en medios de prensa e informativos; un total de 4 encuentros digitales de formación e información, tanto para profesionales como para familias, con un éxito que abarca las 5.000 conexiones de media a dichos encuentros; participa en grupos de trabajo asesorando al Ministerio de Sanidad, relacionados con el proceso de desconfinamiento de los más pequeños o la posible vuelta a las aulas o el uso de las mascarillas en niños; ha elaborado diferentes materiales de consenso relacionados con la actividad física, la higiene del sueño, el cuidado psicológico de niños y adolescentes, o las rutinas necesarias para su correcto desarrollo en situaciones de confinamiento por la pandemia y tras la salida gradual. Ha contribuido al desarrollo y difusión de protocolos de actuación en el manejo del niño hospitalizado, en la atención en la Urgencia Pediátrica, y en las áreas específicas de Infectología, Neonatología y madres lactantes, Cuidados Intensivos y Atención Primaria en población infantil con COVID-19.  Una satisfacción y un orgullo para la AEP que no hubiese sido posible sin la excelencia de sus profesionales y la estrecha colaboración entre todos.

 

13 April 2020

La Asociación Española de Pediatría (AEP) destaca el papel “crucial” que está desempeñando la Atención Primaria en la actual pandemia de la COVID-19




·    Esta sociedad científica sitúa a estos profesionales sanitarios en la “base” asistencial por participar en las primeras fases de transmisión comunitaria y en el seguimiento final de las altas hospitalarias.



·    También han destacado la labor de los pediatras de Atención Primaria para mantener durante esta pandemia intervenciones sanitarias habituales que permiten la prevención y diagnóstico precoz de enfermedades en los niños más pequeños.



Con motivo del Día de la Atención Primaria, que se celebra cada 12 de abril, la Asociación Española de Pediatría (AEP) quiere subrayar el papel fundamental que tienen los profesionales de Atención Primaria (AP) en el Sistema Nacional de Salud y, en concreto, el de la pediatría de Atención Primaria para mantener el modelo pediátrico español. Así, el doctor Juan Ruiz-Canela, vicepresidente de AP de la AEP, destaca que “ante la situación especial en la que estamos de crisis sanitaria por la COVID-19, la Atención Primaria española es, y continuará siendo, crucial en la gestión de la pandemia de la COVID-19, ya que está situada en la base asistencial de la curva epidemiológica, tanto en las primeras fases de transmisión comunitaria como en el seguimiento final de las altas hospitalarias”.



Por eso, en este contexto, la AEP quiere reiterar su apoyo y reconocimiento a todos los profesionales de la sanidad y otros trabajadores de sectores esenciales que están trabajando duro e incluso poniendo en riesgo su salud para salir de esta crisis, y en especial a los “pediatras de Atención Primaria que están desarrollando su labor asistencial en esta pandemia, en muchas ocasiones desprovistos del material de protección individual adecuado a estándares”, apunta el doctor Ruiz-Canela.



Así, la AEP lamenta el fallecimiento de profesionales sanitarios que “a pesar de las carencias en materia de protección, han afrontado el riesgo `desnudos´ ante la COVID-19, anteponiendo la asistencia de sus pacientes a su propia seguridad”, ensalza el vicepresidente de la AEP, y manifiesta su apoyo y condolencias a sus familiares y allegados.



Asimismo, en el marco de este Día de la Atención Primaria que se celebra en plena pandemia por COVID-19, la AEP destaca el papel que está haciendo la pediatría de atención primaria para mantener aquellas intervenciones sanitarias habituales que permiten la prevención y diagnóstico precoz de enfermedades, tales como las vacunaciones a los bebés hasta 15 meses o las revisiones del niño sano durante los primeros meses. “Se está haciendo un gran esfuerzo por mantener estas intervenciones que han demostrado ser muy eficaces, porque no podemos permitirnos relajarnos y que, mientras miramos a la COVID-19, enfermedades prevenibles o cuya identificación precoz es clave para su evolución se hagan un hueco”, concluye la doctora María García-Onieva, pediatra de Atención Primaria y secretaria del Comité Ejecutivo de la AEP.

02 April 2020

LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA (AEP) FORMA A LOS PROFESIONALES SANITARIOS EN MATERIA DE CORONAVIRUS PEDIÁTRICO A TRAVÉS DE UN SEMINARIO ONLINE


La irrupción del nuevo coronavirus y la enfermedad COVID-19 en nuestro país ha trastocado la “rutina” hospitalaria, haciendo imprescindible la formación y actualización diaria sobre las últimas evidencias científicas respecto a este nuevo virus cuya expansión global es rápida y letal. Conscientes de la importancia que una formación rigurosa tiene en el desempeño de las funciones médicas y comprometida con la formación actualizada basada en la evidencia científica para sus profesionales, la Asociación Española de Pediatría (AEP) realizó ayer una formación online impartida por profesionales de primer nivel que trabajan a diario en la contención de este virus. Para facilitar el acceso a esta formación a todos los pediatras, el contenido del webinar, de una hora de duración, ya está disponible en el canal de YouTube de la AEP.



Bajo el titulo ‘Salud del niño y el adolescente en tiempos de la COVID-19’, los ponentes hicieron repaso de los protocolos de actuación pediátrica publicados hasta el momento en materia de coronavirus y subrayaron la importancia de prestar especial atención a los menores de un año que presenten síntomas típicos de la COVID-19 ya que, según la ultima evidencia científica publicada son el grupo con mayor riesgo de presentar cuadros graves. Más de 6.000 conexiones avalan el interés de la comunidad médica en los temas abordados, muestra de ello son también las más de 200 preguntas recibidas en el correo puesto a disposición de los asistentes. 



Durante el webinar los pediatras recordaron que, aunque la tasa de infección en niños es igual que en los adultos, estos son diagnosticados de COVID-19 con menor frecuencia y con una sintomatología más leve y admitieron que se desconocen las causas de esta inmunidad. Así mismo, se hizo un repaso de los tratamientos en pacientes graves y de las recomendaciones de organización de las urgencias pediátricas, entre ellas que existan dos flujos de pacientes independientes: uno para pacientes con fiebre y/o síntomas respiratorios y otro para el resto de pacientes. Por otro lado, durante el webinar también se informó de la puesta en marcha de numerosos estudios sobre este virus. El webinar íntegro está a disposición de todos aquellos profesionales que deseen consultar los temas abordados durante el mismo en el canal de Youtube de la AEP.


29 May 2019

La Asociación Española de Pediatría y la Sociedad Española de Neonatología recomiendan la vacunación frente a rotavirus sin retrasos en los recién nacidos prematuros


En España, entre el 14 y el 30 % de las gastroenteritis agudas están causadas por el rotavirus, requiriendo hospitalización en uno de cada cuatro casos. Los recién nacidos prematuros constituyen la población de mayor vulnerabilidad frente a este virus que afecta, sobre todo, en los dos primeros años de vida, tanto por el riesgo de contagio como por la mayor probabilidad de presentar complicaciones. Por este motivo la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Sociedad Española de Neonatología (SENeo) han elaborado un documento de consenso en el que abogan por la vacunación frente al rotavirus sin retraso de los neonatos pretérmino, aunque esto suponga administrarla durante la hospitalización. El escrito elaborado por ambas sociedades científicas incluye una serie de recomendaciones a seguir para llevar a cabo esta vacunación de forma eficaz y exitosa, además de recopilar la evidencia científica existente al respecto. Según los expertos, esta medida podría beneficiar a un 10% de los recién nacidos prematuros.

En palabras del doctor Máximo Vento Torres, presidente de la SENeo, los prematuros y los neonatos con bajo peso al nacer presentan un mayor riesgo de enfermedad grave por rotavirus incluso varios meses después del nacimiento. “Esto se debe a que han tenido una menor transferencia materna de anticuerpos y, a que la tasa de lactancia materna en ellos es menor que en aquellos recién nacidos a término”, aclara. Por este motivo, añade el doctor Javier Álvarez Aldeán, del Comité Asesor de Vacunas de la AEP (CAV-AEP), “resulta especialmente necesario protegerles frente a la posible infección. La vacunación frente a este virus en niños prematuros ha mostrado una eficacia similar a la comunicada en los niños nacidos a término y una relación beneficio-riesgo adecuada para su utilización”.

La infección por rotavirus cursa en forma de vómitos, diarrea y, a veces, fiebre. “Generalmente, la infección suele evolucionar de forma favorable con la curación en pocos días. Sin embargo, especialmente en lactantes menores de dos años, si la diarrea y vómitos se producen con demasiada frecuencia, pueden surgir dificultades para reponer la pérdida de líquidos a través de la ingesta y aparece la deshidratación, que supone la principal causa de hospitalización por gastroenteritis aguda en nuestro país”, explica el doctor Vento.

El retraso en la vacunación, principal obstáculo
Desde la AEP y la SENeo insisten en que los prematuros reciban la vacuna sin retrasos, incluso durante la hospitalización si fuera necesario. “Con frecuencia los prematuros, especialmente aquellos cuyo peso es inferior a 1500 gramos, suelen estar hospitalizados cuando les corresponde la administración de la primera dosis, y siempre que su la condición clínica del niño lo permita la vacunación debe realizarse a tiempo, incluso si están hospitalizados, ya que esperar hasta después del alta puede conllevar que se supere la edad para recibir la vacuna, y, en definitiva, que se reduzca la cobertura en esta población”, añade el doctor Álvarez Aldeán.

Según recoge este documento, una de las razones por las que la vacuna se utiliza menos en prematuros hospitalizados que en recién nacidos llegados a término es el riesgo potencial de transmisión horizontal. En este sentido, el doctor Vento asegura que “tanto el riesgo de diseminación a otros niños como consecuencia de la eliminación del virus vacunal en heces como el de infección nosocomial durante la hospitalización resultan bajos, según los estudios realizados. En cuanto a los efectos adversos, los análisis han probado que la frecuencia de fiebre, vómitos, diarrea e irritabilidad resultan similares entre niños vacunados y aquellos a los que se les ha administrado el placebo, lo que prueba su seguridad”.

Recomendaciones generales en prematuros
El doctor Álvarez Aldeán incide en que en el caso del rotavirus se deben seguir las mismas recomendaciones generales de vacunación para prematuros que propone el Comité Asesor de Vacunas de la AEP. “En términos generales, se debe vacunar al recién nacido de acuerdo con su edad cronológica e independientemente de su edad gestacional, iniciar la vacunación a partir de las 6 semanas de vida y no retrasar la edad de vacunación, salvo en situaciones excepcionales” insiste el experto. “La efectividad de la vacunación en neonatos prematuros es elevada y la reactogenicidad es similar a la de los recién nacidos a término, por lo que la vacuna frente al rotavirus debería ser una práctica habitual en las unidades de neonatología cuando se alcanzan las 6 u 8 semanas de vida en prematuros clínicamente estables”. 

23 April 2019

LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA RECUERDA LA IMPORTANCIA DE LA INFORMACIÓN Y LA VACUNACIÓN PARA HACER DE LA MENINGITIS UNA ENFERMEDAD EVITABLE




 Actualmente, la meningitis es más prevenible que nunca, pero para poder “cerrar el círculo” y poner cerco a esta infección, los expertos de la Asociación Española de Pediatría (AEP) recuerdan que es imprescindible que la sociedad conozca y reconozca esta enfermedad, así como que las vacunas que existen para prevenirla sean accesibles a toda la población. Con estos objetivos, la AEP ha puesto en marcha la campaña “Meningitis, cerrando el círculo. Una `película´ que merece ser contada”. La actividad organizada por la AEP durante el Día Mundial de la Meningitis, que se celebra mañana 24 de abril, consiste en invitar a la población, de la mano de la periodista Tania Llasera, a sumarse a dar visibilidad a la meningitis en redes sociales haciendo el gesto de #CerrandoElCírculo. 

Los avances que se han producido en estas últimas décadas en investigación, atención sanitaria, diagnóstico, tratamiento y prevención de la meningitis están cambiando el curso de la misma. Sin embargo, todavía una de cada tres personas no sabe que la meningitis se puede prevenir”, destaca el doctor David Moreno, coordinador del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP). “Y lo que es más preocupante, hay personas aún que no identificar ningún síntoma de esta infección”. Estos datos de la encuesta que la AEP ha realizado entre la población (1245 respuestas) ponen de manifiesto el gran desconocimiento que hay sobre la enfermedad. Y es que, como señala este experto “reconocer los síntomas de la meningitis es clave para poder actuar lo antes posible y evitar las consecuencias de una enfermedad que en cuestión de unas horas puede tener consecuencias fatales”.

Por otro lado, la encuesta realizada a los profesionales sanitarios (1483 respuestas), de los cuales un 76% eran pediatras, revela que el conocimiento que tienen las familias que atienden sobre las vacunas antimeningocócicas es insuficiente. Asimismo, el 70% de los profesionales encuestados considera que las vacunas incluidas en el calendario de su comunidad autónoma para la prevención de la sepsis-meningitis son insuficientes. Según explica la doctora Teresa Hernández-Sampelayo, del Comité Ejecutivo de la AEP, “además, 3 de cada 5 profesionales señala que su formación en vacunas meningocócicas no es suficiente, lo que deja constancia del esfuerzo que debemos seguir haciendo en este sentido, porque el papel del profesional sanitario para asesorar correctamente a las familias es indiscutible”.

Comienza la película
En este contexto, la AEP ha presentado hoy el primer capítulo del documental “Meningitis, cerrando el círculo. Una ‘película’ que merece ser contada”, disponible en la web y el perfil de YouTube de esta sociedad científica. Con la colaboración de Tania Llasera, y a partir de los testimonios de diferentes protagonistas, se hará un repaso desde distintas perspectivas de la evolución que ha tenido esta infección, ofreciendo información para que tanto la población general como los profesionales sanitarios puedan conocerla mejor y entre todos “cercar” a la meningitis. Según explica la doctora Hernández-Sampelayo, “con esta campaña queremos subrayar todo lo que hemos avanzado en la prevención de la meningitis gracias a la información y a la vacunación; porque toda la investigación que se ha realizado en torno a esta enfermedad merece ser contada. Queremos hacerlo sin alarmismo, pero también sin autocomplacencia, porque todavía queda mucho por avanzar en ambas líneas: es necesaria más información en las familias y en los profesionales sanitarios, y también más acceso a la vacunación”.

Todos los capítulos de la película se alojarán en la web meningitis.aeped.es, en la que se incluye también información básica dirigida a la población sobre qué es la meningitis y la sepsis, las dos formas clínicas más graves de la enfermedad, cuáles son los síntomas, cómo reconocerlos para actuar con rapidez y cómo se puede prevenir.


Cinco vacunas para cerrar el círculo de prevención de la meningitis
Cada año, se producen en nuestro país aproximadamente 300 casos de enfermedad meningocócica (meningitis y sepsis), una enfermedad que es poco frecuente, pero “muy grave tanto por la rapidez con la que evoluciona como por sus consecuencias”, destaca el doctor Moreno. Y es que en un 10% de los casos conlleva el fallecimiento. Además, un tercio de los niños que sobrevive a esta enfermedad sufre graves secuelas que van desde el retraso psicomotor hasta la ceguera, sordera, epilepsia e, incluso, amputaciones.

Actualmente, son cinco en total las vacunas que existen para hacer frente a prácticamente todos los tipos de meningitis causadas por bacterias que ocurren en la edad pediátrica. Tres de ellas llevan años incluidas en los calendarios vacunales oficiales de todas las comunidades autónomas: Haemophilus influenzae tipo b, meningococo C y, desde el 2016, la del neumococo. Además, la de los meningococos ACWY ha sido añadida recientemente y se incluirá próximamente en el calendario de todas las comunidades a los 12 años de edad. La quinta vacuna cuya implementación en los calendarios conduciría a prevenir todas las meningitis en la infancia y la adolescencia es la del meningococo B.

Respecto a la vacunación frente a este serogrupo B, el coordinador del CAV-AEP estima que “dos de cada tres familias están comprando la vacuna del meningococo B para sus hijos desde los 3 meses de edad, pero como pediatras debemos defender que cualquier niño en España tenga acceso a esta vacuna, independientemente de la renta familiar”. Por este motivo, los pediatras insisten en que todas las comunidades sigan el ejemplo de Castilla y León, Canarias y Melilla, las tres que han anunciado su disposición a incluir la vacuna del meningococo B en sus calendarios oficiales.

Súmate a #CerrandoElCírculo
Con motivo del Día Mundial contra la meningitis y, en el marco de esta campaña, la Asociación Española de Pediatría invita a toda la población y a los profesionales sanitarios a dar visibilidad a la infección sumándose a la iniciativa #CerrandoElCírculo en redes sociales. Tal y como explica Tania Llasera en el vídeo que se ha realizado con este fin, invitamos a subir a las redes sociales una fotografía haciendo un gesto que simbolice un círculo cerrado y etiquetarla con los hashtags #CerrandoElCírculo y #DíaMundialMeningitis. Asimismo, propone difundirlo entre los contactos para llegar al máximo número de personas.



18 March 2019

POSICIONAMIENTO DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE PEDIATRÍA SOBRE LA VACUNACIÓN ANTIMENINGOCÓCICA EN ESPAÑA


Tras conocer las decisiones tomadas por la Comisión de Salud Pública (CSP) (órgano dependiente del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud [CISNS], integrada por los directores generales de Salud Pública de las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social [MSCBS]), acerca de la vacunación antimeningocócica en España, en la reunión del día 14 de marzo de 2019, y en espera aún de información ampliada con los fundamentos aplicados por el grupo de trabajo de vacunación frente a enfermedad meningocócica invasora (GT-EMI) del MSCBS, la Asociación Española de Pediatría (AEP), a través de su Comité Asesor de Vacunas (CAV-AEP), quiere reafirmar su posicionamiento sobre el uso de estas vacunas en la población pediátrica y añadir algunas puntualizaciones al documento de la CSP del CISNS:

1.    Decisión de incluir la vacunación antimeningocócica ACWY a los 12 años, con rescate a los 13-18 años, y no en otras edades:
-          Actualmente, el calendario vacunal español para toda la vida del MSCBS (última actualización en noviembre 2018), recomienda la vacunación frente al meningococo C (MenC) a los 4 meses, 12 meses y 12 años.
-          La CSP ha decidido, en la reunión del 14 de marzo de 2019, cambiar la dosis de los 12 años por la vacunación frente a los meningococos ACWY (MenACWY) y vacunar a todos los adolescentes de 13 a 18 años inclusive en un periodo de 2-3 años, para que así todas las personas de entre 12 y 18 años estén, en este plazo, inmunizadas frente a estos microorganismos y se produzca un efecto de protección comunitaria del resto de personas de otras edades no vacunadas. Este cambio debe estar implantado antes del fin de 2020. Basándonos en experiencias previas, estimamos que este es un intervalo de tiempo demasiado prolongado, lo que, unido al posible retraso para iniciar el cambio de vacuna en algunas comunidades autónomas, dará lugar a que el objetivo final de inmunización en este grupo de edad tarde en conseguirse hasta 4-5 años.  
-          La AEP está de acuerdo con la decisión de vacunar con MenACWY a los 12 años con un rescate a los 13-18 años, tal y como aparece en sus recomendaciones de vacunación del 1 de enero de 2019. A la vez, solicita que, salvando la tradicional lentitud de los procesos de adquisición de vacunas, estos se agilicen al máximo y se comience la vacunación lo antes posible, dado el aumento progresivo de casos por meningococos W e Y que se está produciendo en España y el resto de Europa, y que han sido el motivo de la decisión de la CSP. Algunas comunidades/ciudades autónomas, como Castilla y León y Melilla, ya están vacunando con MenACWY a los 12 años, y Canarias y Andalucía ya lo han anunciado recientemente y antes de la decisión de la CSP. La AEP solicita que se tomen todas las medidas necesarias para que se vacune al mayor número de adolescentes de esa franja de edad en el menor tiempo posible, incluyendo la vacunación escolar, si es necesaria, dado que el impacto global será mayor cuanto más adolescentes vacunados haya.
-          La AEP recomienda la vacunación frente a MenACWY a los 12 meses. Incluso se valora si, después de la previsible modificación en las próximas semanas de la ficha técnica de una de las vacunas, recomendar la vacunación a los 6 meses de edad. Por tanto, la AEP discrepa de la decisión del MSCBS de no vacunar a los 12 meses. Se está apreciando un aumento progresivo de casos en lactantes y niños pequeños, tal y como ha ocurrido en otros países, y es necesario actuar, no sólo en adolescentes, sino también en estas edades, ya que todas las formas de enfermedad meningocócica invasora (EMI) son más frecuentes en niños menores de 1 año, seguido de los de 1 a 4 años.
-          La AEP recomienda una monitorización exhaustiva de los casos de EMI por los serogrupos ACWY, que ayude al seguimiento y valoración del impacto epidemiológico que puedan tener las decisiones tomadas por cada una de las comunidades autónomas.

2.    Decisión de no incluir la vacunación antimeningocócica B.
-          La CSP, en la reunión del 14 de marzo de 2019, ha decidido “no incluir la vacunación frente a meningococo B en la infancia. Teniendo en cuenta la situación epidemiológica actual, junto con la información disponible sobre la vacuna, que muestra una corta duración de la protección tras la vacunación, ausencia de protección en la población no vacunada, falta de datos de efectividad y alta reactogenicidad cuando se administra junto a las vacunas del calendario en la etapa infantil”.
-          La Asociación Española de Pediatría no está de acuerdo con la decisión tomada y estima que las razones aducidas no están fundamentadas. El CAV-AEP recomienda la vacunación sistemática con 4CMenB (Bexsero) de todos los lactantes desde los 2-3 meses de edad, siguiendo un esquema 3+1 o 2+1, según la edad de comienzo. Para el resto de las edades pediátricas, incluyendo la adolescencia, el CAV-AEP aboga también por el uso de cualquiera de las dos vacunas disponibles frente al meningococo B según la edad, realizando una recomendación de tipo individual.
-          En el Reino Unido, se comenzó la vacunación en calendario frente al meningococo B a los 2, 4 y 12 meses en septiembre de 2015, y las coberturas que se están obteniendo son superiores al 90 % para las dos primeras dosis y de casi el 90 % para las 3 dosis, lo que significa que al menos 9 de cada 10 de esos niños están recibiendo la pauta completa. El sistema público de salud del Reino Unido cuenta con uno de los mejores sistemas de vigilancia epidemiológica del mundo. A fecha de 31 de agosto de 2018, se analizaron los datos obtenidos después de 3 años de esta campaña de vacunación, que han sido dados a conocer por las autoridades sanitarias británicas en publicaciones y reuniones científicas, y que, por tanto, se encuentran a disposición de los expertos relacionados con la toma de decisiones. Los datos más relevantes son los siguientes:
·         Se han administrado más de 3 millones de dosis, por lo que la experiencia acumulada es ya importante y la capacidad para obtener conclusiones también.
·         La vacuna ha demostrado ser efectiva. Durante la última campaña 2017-2018, en los niños de entre 18 y 52 semanas de edad (es decir, después de haber recibido dos dosis de la vacuna a los 2 y 4 meses de edad), la vacuna ha logrado prevenir un 70 % (IC 95 %: 51-81) de todos los casos esperados de EMI por serogrupo B a tenor de las tendencias previas. Después de haber recibido las 3 dosis, en los niños de entre 1 y 2 años los casos han descendido un 80 % (IC 95 %: 64-89) y en aquellos de entre 2 y 3 años un 57 % (IC 95 %: 26-75). La efectividad estimada frente a las cepas de meningococo B para las que la vacuna ha sido diseñada es del 70,5 %. Dicho de otra manera, gracias a la vacunación se han evitado, durante esos 3 años, aproximadamente 277 casos de enfermedad  por meningococo B, por lo que probablemente se ha prevenido que unos 30 niños fallecieran por esta enfermedad y que entre 27 y 54 niños quedaran con secuelas permanentes importantes (asumiendo aproximadamente un 10 % de mortalidad asociada a la EMI y una supervivencia con secuelas permanentes de un 10-20 %), lo que, sin duda, es motivo de una enorme satisfacción para la ciudadanía y el sistema sanitario británico.  
·         La vacuna ha demostrado ser segura, no se han detectado señales de alarma que hayan puesto en entredicho su seguridad. Como todas las vacunas, puede producir fiebre, quizás en un porcentaje mayor que el resto de las vacunas, efecto que se puede aliviar con paracetamol, como se ha recomendado en el Reino Unido. La fiebre, que ocurre en menos de la mitad de los vacunados, es un efecto secundario menor que puede controlarse fácilmente, y que no debe ser un impedimento para la administración de la vacuna a los niños.
·         Actualmente, no se conoce cuánto tiempo dura la inmunidad y la protección conferida por la vacuna, debido a que no ha transcurrido el tiempo suficiente para documentarlo. Esto ocurre con muchas vacunas, algunas incluidas en el calendario oficial español, y no por ello se justifica prescindir de ellas. A día de hoy, sí se puede afirmar que en los primeros niños que se vacunaron en el programa británico en 2015-2016, la vacuna sigue mostrando efectividad.
·         Tampoco se conoce por el momento si la vacuna produce inmunidad de grupo, pero existen otras vacunas que tampoco la producen y, aun así, están incluidas en el Programa nacional de vacunaciones.
·         El comité responsable de esta medida preventiva en Reino Unido (JCVI, Joint Committee on Vaccination and Immunisation) ha manifestado que los datos son satisfactorios y recomienda seguir con este programa.
-          En la temporada 2017-2018, en España, el 40 % de los casos de enfermedad meningocócica invasora han estado provocados por el meningococo B, y casi el 40 % de ellos en niños menores de 5 años, edad en la que se produce el porcentaje más elevado de casos y más graves. No se concibe que un programa de inmunización no incluya como objeto de la vacunación al grupo de máxima incidencia.
-          Se estima que, en España, dos de cada tres familias están adquiriendo la vacuna del meningococo B para sus hijos desde los primeros meses de edad. Como pediatras, defendemos que cualquier lactante tenga acceso a esta vacuna en este país, independientemente de la renta familiar. Las Consejerías de Salud de Castilla y León y Canarias, tras analizar la evidencia disponible, han anunciado que comenzarán la vacunación frente a meningococo B en todos los lactantes en próximos meses, y Andalucía ha adelantado que valorará esta opción para 2020. En esta tesitura, resultan desafortunadas las afirmaciones infundadas del Ministerio sobre la evidencia existente con esta vacuna.

3.    Cerrar el círculo de prevención de la meningitis.
Actualmente, disponemos de vacunas para mejorar la prevención frente a prácticamente todos los tipos de meningitis bacterianas adquiridas en la comunidad que se producen en la edad infantil (fuera del periodo neonatal). Algunas se han ido introduciendo en las últimas dos décadas en los calendarios oficiales, como Haemophilus influenzae tipo b, meningococo C y neumococo, en ese orden. La inclusión de todas las vacunas frente a meningitis que disponemos en este momento podría conducir a la prevención de la mayoría de las meningitis en la infancia y la adolescencia. Tanto desde los puntos de vista médicos, como éticos y de equidad, la AEP insiste en la necesidad de que las vacunas del meningococo B y de los meningococos ACWY sean introducidas en los calendarios oficiales. Tenemos en nuestras manos la posibilidad de cerrar el círculo de prevención frente a las meningitis en la infancia, y como pediatras no podemos renunciar a que los niños se beneficien de los avances que nos ofrece la investigación biomédica en la prevención de una enfermedad tan grave como las infecciones meningocócicas.



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