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06 April 2010

La "incomodidad" que supone lavar y pelar la fruta reduce su consumo, según un experto


Pese a los beneficios constatados que tiene para la salud comer fruta, la necesidad de lavarla o pelarla supone una "incomodidad" que "hace que se reduzca sensiblemente su consumo", según destacó el presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, Javier Aranceta, quien también coordina el Grupo de Trabajo de Epidemiología de la Estrategia NAOS.

"Si nos llegara pelada y troceada probablemente la ingesta se acercaría a lo deseable", aseguró este experto, recordando la necesidad de consumir diariamente estos alimentos para luchar frente al denominado estrés oxidativo, un proceso totalmente natural que obedece a la formación de radicales libres y al efecto que los mismos causan sobre las células y los componentes celulares.
Aunque el organismo cuenta con sus propios mecanismos de defensa contra este proceso y genera enzimas antioxidantes, "cuando hay un exceso de radicales libres, el organismo tiene dificultades para neutralizarlos a todos", explicó Aranceta en un comunicado de Minute Maid.
Para recuperar el equilibrio, este experto recomienda el consumo de frutas y verduras, no sólo por las vitaminas que contienen, sino por otras muchas sustancias, como los polifenoles, con "una gran capacidad de actuación frente a la acción de los radicales libres, que pueden quedar bloqueados y así evitar una posible oxidación celular".
Según Aranceta, lograr "la ingesta de una ración más sería dar un paso de gigante para acercarse al consumo recomendado", destacando la mejora que se ha ido produciendo en el mercado de los zumos de frutas, en el que "hoy ya hay algunos productos que nutricionalmente equivalen a los naturales y constituyen una alternativa cómoda para avanzar en una alimentación más saludable".

29 March 2010

El 70% de los españoles entre dos y 25 años no toma fruta en el desayuno

Avanzar en la mejora de los hábitos alimentarios y mejorar el cumplimiento de las recomendaciones dietéticas entre la población infantojuvenil española "pasa por facilitar, sobre todo a los más jóvenes, la forma de tomar la fruta", asegura el doctor Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. A pesar de los conocidos beneficios para la salud del consumo de frutas y verduras, el consumo medio de estos productos se aleja de lo recomendable y esto es debido, fundamentalmente, a la necesidad de manipulación previa a su ingesta: lavar, pelar, cortar. "La incomodidad que genera su preparación hace que se reduzca sensiblemente el consumo" afirma el experto. "Si nos llegara pelada y troceada probablemente la ingesta se acercaría a lo deseable" asegura.
En España estamos a medio camino en el cumplimiento de las recomendaciones de consumo de frutas y verduras: la comunidad científica y las autoridades internacionales aconsejan tomar cada día tres raciones de fruta y dos de verduras ("5 al día"), pero hoy se ingiere de media la mitad. Tal como explica el doctor Aranceta, "este problema, que es global, se agudiza en niños y jóvenes: el 70% de la población entre los dos y los 25 años no consume fruta en el desayuno".
La ingesta diaria de estos productos constituye la única fórmula para luchar frente al denominado estrés oxidativo, un proceso totalmente natural que se produce en el organismo humano al realizar actividades cotidianas y que obedece a la formación de radicales libres y al efecto que los mismos causan sobre las células y los componentes celulares.

--Envejecimiento celular
La consecuencia directa de la acción de los radicales libres es el envejecimiento celular, que acelera los procesos de desgaste de las diferentes células y tejidos. De forma muy especial, sufren daño el endotelio vascular, la neurona y el tejido cutáneo. De hecho, se estima que más del 85% de las enfermedades que hoy se conocen se asocian en mayor o menor medida al estrés oxidativo.
Aunque el organismo cuenta con sus propios mecanismos de defensa contra este proceso y genera enzimas antioxidantes, según el Dr. Aranceta "cuando hay un exceso de radicales libres, el organismo tiene dificultades para neutralizarlos a todos. Para recuperar el equilibrio es conveniente aportar de forma exógena esos compuestos, como son los polifenoles, cuyos mecanismos de acción se asocian a un efecto antioxidante. Las frutas y verduras, aunque hay otros, son los alimentos con mayores componentes con un posible efecto antioxidante, no sólo por las vitaminas que contienen, sino por otras muchas sustancias, como los citados polifenoles, con una gran capacidad de actuación frente a la acción de los radicales libres, que pueden quedar bloqueados y así evitar una posible oxidación celular".
Según el Dr. Aranceta, la mejor fórmula para combatir el estrés oxidativo y limitar sus efectos es prevenirlo: "Se hace evidente la necesidad de concienciar a la sociedad sobre los riesgos asociados a ese escaso consumo de alimentos que aporten compuestos con posible efecto antioxidante, un fenómeno que podría ser contrarrestado con el seguimiento de un modelo de Dieta Mediterránea de forma continuada, ya que es rica en frutas, verduras y otros alimentos saludables".
La educación en salud debe continuar siendo, según los especialistas, una prioridad y una tarea social conjunta. "Nunca como hoy ha existido tanta información nutricional y tampoco nunca ha habido tantas deficiencias y excesos en la dieta", señala la doctora Juana Morillas, profesora del Departamento de Tecnología de la Alimentación y Nutrición de la Universidad Católica San Antonio de Murcia. "El ritmo de vida actual dificulta el seguimiento la Dieta Mediterránea y hace que, de forma global, exista un importante déficit de sustancias antioxidantes que actúen frente a los radicales libres responsables de la oxidación celular y de las múltiples alteraciones orgánicas que conlleva esta oxidación celular en nuestro organismo. Si desde pequeños educamos a los niños en una alimentación rica en antioxidantes (contenidos fundamentalmente en frutas y verduras estaremos previniendo el estrés oxidativo y, además, algo muy importante, disminuyendo la incidencia de la obesidad en nuestra población". A diferencia de otros nutrientes, en el caso de los antioxidantes no está establecido qué cantidad diaria es la óptima para neutralizar ese efecto de los radicales libres, "pero sí que se sabe -añade el doctor Aranceta- que los provenientes de los productos naturales son mucho más recomendables por encontrarse en una matriz tipo alimento, cuyos componentes se complementan y facilitan la biodisponibilidad, la absorción y el efecto fisiológico"".
A pesar de que convencionalmente se alude a las vitaminas de la fruta como principal nutriente y fuente de antioxidantes, hay otras muchas sustancias con esa capacidad, como pueden ser los minerales (selenio, zinc, etc.). "Pero hay unos antioxidantes con un potencial mucho mayor -asegura la doctora Morillas- que son los polifenoles, especialmente un grupo de ellos denominados flavonoides y que también se encuentran en frutas y verduras. La naranja, por ejemplo, tiene un elevado contenido en antioxidantes; además de vitamina C también contiene antioxidantes polifenólicos sobre todo en la parte blanca, denominada albedo, que habitualmente tendemos a desechar cuando comemos esta fruta".

--Objetivo: una ración más
Para Aranceta, que coordina el Grupo de Trabajo de Epidemiología de la Estrategia NAOS del Ministerio de Sanidad y Política Social, "lograr la ingesta de una ración más, sería dar un paso de gigante para acercarnos al consumo recomendado" y, en ese sentido, destaca "la mejora que se ha ido produciendo en el mercado de los zumos, en el que hoy ya hay algunos productos que nutricionalmente equivalen a los naturales y constituyen una alternativa cómoda para avanzar en una alimentación más saludable".
La Compañía Minute Maid acaba de comercializar en España Minute Maid Todo Naranja que contiene un zumo de naranja al que se ha mejorado y aumentado su valor nutricional a través de la incorporación de la pulpa, de otros nutrientes y de compuestos fenólicos. Esto ha supuesto que un vaso de 200 ml de Minute Maid Todo Naranja equivalga nutricionalmente a comerse una naranja, dando cumplimento, de igual o mayor forma, a los requisitos de ingesta de 5 frutas o verduras al día. Sus propiedades beneficiosas obedecen tanto a la calidad de origen del producto, -todo procede de la naranja- como a un innovador proceso de elaboración (denominado Whole Press) que, por primera vez, captura y aprovecha todos los nutrientes y compuestos, como los polifenoles con posible efecto antioxidante, de todas las partes de la naranja, incluido el albedo -piel blanca- que es la que tiene mayor cantidad de estas sustancias antioxidantes.
"Entendiendo que lo óptimo es el consumo de fruta natural en el grado adecuado de maduración -añade el doctor Aranceta- nos encontramos ante un zumo que tecnológicamente ha conseguido una aproximación nutricional y organoléptica incuestionable y que no contiene azúcares ajenos a los de la fruta de la que está hecho. Gracias a su integralidad -por incorporar todas las partes de la naranja-, constituye una alternativa idónea para acercarnos a las tres raciones diarias de frutas aconsejadas; un vaso sería el equivalente al aporte vitamínico y de otros nutrientes de una naranja, además del aporte hídrico existente en el propio zumo".

14 August 2009

Bebés y niños forman el grupo de mayor riesgo de deshidratación en verano

Los lactantes y los niños de 0 a 3 años son los grupos de mayor riesgo ante la aparición de la deshidratación en verano porque a esta edad el componente hídrico del organismo es mayor, y la mejor manera de prevenir la deshidratación es asegurarse de que los niños ingieran mucho líquido cuando están enfermos o activos físicamente.
"Pequeñas variaciones suponen un cambio importante y un riesgo para todos los procesos. Además, no se ha producido la suficiente maduración de los centros reguladores de la sed y por tanto hay mayor dificultad para afrontar la necesidad de agua. En estas edades es necesario pautar la hidratación independientemente de la demanda espontánea, de manera complementaria ofertando una dosis de agua, zumos o lácteos cada dos horas", afirma el Dr. Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC).
Las principales causas de pérdida de líquidos en un bebé son los vómitos sostenidos y la diarrea profusa. Otras causas serían la sudoración excesiva (golpe de calor) y la eliminación excesiva de orina.
Un bebé o niño que empieza a deshidratarse demuestra que tiene sed, llora y bebe con avidez casi cualquier líquido que se le ofrezca. También puede cursar fiebre por la propia deshidratación, independientemente de la causa que la produce.
Para prevenir los riesgos de la deshidratación en verano, se debe evitar la exposición al sol en los niños hasta los 6-8 meses de edad. También es aconsejable siempre pasear o estar a la sombra, protegido de los rayos ultravioleta y de los ambientes calurosos.

-La mejor forma de prevención
"Cuando la temperatura ambiental es calurosa, es aconsejable utilizar ropa muy cómoda y transpirable, evitando la exposición al sol. Y, sobre todo, pautar un sistema de hidratación adecuado, ofertando a los niños biberones o vasos con cantidades adecuadas a su edad de agua embotellada, zumos de fruta preparados en casa o preparados lácteos" añade el Dr. Aranceta.
En los escolares y adolescentes las necesidades hídricas pueden aumentar de manera considerable por la práctica deportiva o la actividad física durante los juegos, además de la exposición al sol. Por ello, es necesario reforzar las medidas de protección solar, el uso de cremas hidratantes para después de la exposición al sol y una correcta pauta de hidratación oral antes, durante y después del ejercicio o actividad recreativa.
"En los jóvenes sería conveniente estimular la hidratación a partir de bebidas sin alcohol, priorizando el consumo de agua, zumos, zumos vegetales, bebidas con sales minerales, etc. En verano podría ser aconsejable el consumo entre 8 y 10 vasos de líquido como ingesta global, aunque en presencia de actividades deportivas o en ambientes muy calurosos puede ser necesario aumentar sobre todo la ingesta de líquidos", explica el Dr. Aranceta.

-Los refrescos, una opción
Los refrescos son una opción dentro del amplio espectro de bebidas disponibles. "Entendemos que es un formato complementario al consumo de agua, zumos naturales y productos lácteos a lo que no deberían sustituir. En el caso de riesgo de sobrepeso u obesidad sería muy aconsejable el consumo de refrescos y otros líquidos sin o bajos en calorías", agrega el experto.
En una dieta equilibrada la primera opción sería el consumo de agua, de bebidas o zumos de verdura o fruta preparados en casa o formatos de agua culinaria como consomés, gazpachos, sopas, etc. Los refrescos y otro tipo de bebidas podrán considerarse de consumo esporádico también en formato ocasional o en un contexto lúdico.
"En el marco de una estructura alimentaria equilibrada y saludable con un nivel adecuado de actividad física, el consumo ocasional de refrescos no debe generar ningún tipo de problema", concluye el Dr. Aranceta.

Hidratarse y moverse, remedios claves para combatir el "síndrome de la clase turista"

Se conoce como "Síndrome de la clase turista" la aparición de trombosis venosa profunda (TVP) o de su complicación más grave, la embolia pulmonar, en personas tras un viaje prolongado en coche, avión,.., superior a cinco horas. Y la principal forma de prevenirlo es mediante la correcta hidratación y los pequeños ejercicios con las extremidades.
El "Síndrome de la clase turista" fue acuñado a finales de los años 1990, coincidiendo con la proliferación de los vuelos baratos y la bajada de precios de las diversas compañías, que propiciaron una mayor afluencia de viajeros en vuelos de larga duración hacia destinos lejanos. Entonces fue cuando comenzó a detectarse que las personas que realizaban este tipo de viajes tenían un riesgo mayor de sufrir trombosis.
La aparición de estas complicaciones se debe al reducido espacio entre asientos de los aviones en clase turista, la deshidratación y/o la falta de ejercitación de las piernas en un prolongado tiempo. Los vuelos de larga duración también favorecen la deshidratación por la presión de la cabina (presurizadas a presión atmosférica reducida) y los sistemas de renovación del aire, con lo que la humedad relativa ambiental es reducida.
Personas con patologías que predisponen a la trombosis, como el síndrome antifosfolípido y el cáncer, tienen mayor riesgo de padecer este "síndrome", al igual que todas aquellas personas que tienen problemas circulatorios, las personas mayores y las embarazadas. Los síntomas pueden manifestarse con posterioridad al vuelo en forma de hinchazón, dolor u hormigueo en las extremidades.

-Un problema que puede ser grave
"Tanto la trombosis venosa profunda como la embolia pulmonar son manifestaciones de lo que se conocen como enfermedad tromboembólica venosa. La trombosis venosa profunda consiste en la formación de coágulos de sangre en las venas profundas de las extremidades inferiores. Estos coágulos pueden formarse durante la fase de movilidad reducida del viaje y pueden desplazarse hasta lugares lejanos como los pulmones y provocar una embolia pulmonar, que consiste en la obstrucción total o parcial de las arterias de los pulmones por coágulos que han emigrado desde las piernas. Es un problema que puede ser grave", afirma el Dr. Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC).
La inmovilidad influye sobre la circulación de la sangre a través del sistema venoso y favorece el estancamiento. "Todo ello favorece la formación de coágulos en las piernas sobre todo en personas con factores de riesgo como la obesidad, varices, enfermedades circulatorias y del corazón, intervenciones quirúrgicas recientes, embarazo y puerperio, mujeres que consumen anticonceptivos orales y el tabaquismo, además de la edad, aunque también se puede dar en personas jóvenes", añade el Dr. Aranceta.

-Hidratación y diversidad de bebidas
Las estrategias de prevención son sencillas, aunque no son aplicadas con la frecuencia que sería deseable. Así, "lo primero que el viajero debe tener en cuenta es que tiene que mantener una hidratación adecuada, para lo que se recomienda consumir aproximadamente un vaso de líquidos cada hora durante el viaje, y debe abstenerse de consumir bebidas alcohólicas, porque favorece la deshidratación", explica el experto.
También se recomienda mover durante el viaje periódicamente las piernas y deambular, sobre todo haciendo ejercicios, para mover la musculatura de las pantorrillas mediante compresión manual o haciendo ejercicios.
En las personas con factores de riesgo también puede ser aconsejable tomar ácido acetilsalicílico 125 mg por vía oral antes del viaje, además de las medidas comentadas. Y, como siempre, se recomienda consultar con el médico de familia.
La hidratación es esencial para prevenir la aparición del "Síndrome de la clase turista" y la diversidad de bebidas es de gran ayuda para el viajero. "Agua, zumos, infusiones, refrescos... Diversificar el tipo de bebidas y líquidos que se consumen durante un viaje largo puede favorecer mantener la ingesta de un vaso de líquido cada hora", agrega el Dr. Aranceta.

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