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30 October 2014

La fórmula de leche extensamente hidrolizada con probiótico LGG contribuye a adquirir tolerancia a la proteína de leche de vaca



La alergia a la proteína de la leche de la vaca (APLV) es la principal alergia alimentaria en lactantes y primera infancia. Hasta ahora, la APLV se trataba eliminando las proteínas lácteas de la dieta. Recientemente, se ha demostrado que es posible adquirir tolerancia oral en un número significativo de niños durante el primer año de vida mediante la incorporación del probiótico Lactobacillus rhamnosus GG (LGG) a una fórmula de caseína extensamente hidrolizada.

Ésta es una de las principales novedades en el manejo dietético de la alergia a la proteína de la leche de la vaca que estos días se analiza en el Simposio Allergy Day, organizado por el Instituto de Nutrición Pediátrica Mead Johnson en Madrid, y en el que se dan cita nueve destacados expertos internacionales: Prof. Allan Walker, profesor de Nutrición y Pediatría de la Universidad de Harvard (EE.UU.); Prof. Jon Vanderhoof, asesor médico para Mead Johnson Nutrition y gastroenterólogo del Hospital Infantil de Boston- Harvard Medical School (EE.UU.); Prof. Roberto Berni Canani, profesor de Pediatría de la Universidad Federico II de Nápoles (Italia); Prof. Erika Isolauri, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Turku (Finlandia); Prof. Piotr Socha, experto en Pediatría y Gastroenterología en el Instituto Conmemorativo de Salud Infantil de Varsovia (Polonia);  Prof. Julian Guest, experto en Economía de la Salud en la Facultad de Ciencias Biomédicas del King’s College de Londres (Reino Unido); Dr. Juan José Díaz, experto en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Universitario Central de Asturias (España); Prof. Rosan Meyer, profesor titular de la Escuela Imperial de Londres (Reino Unido); y Prof. Patrick Tounian, jefe del Servicio de Nutrición Pediátrica del Hospital Trousseau de París (Francia).

La alergia a la proteína de la leche de la vaca aparece cuando el sistema inmunológico de un niño identifica estas proteínas como peligrosas y puede causar problemas digestivos, cutáneos y dificultades respiratorias. Los expertos relacionan esta patología con alteraciones  en la flora intestinal o microbiota. “Estudios sobre niños y modelos animales atópicos han demostrado que la microbiota intestinal está alterada y no cuenta con microorganismos que influyen en la tolerancia inmunitaria y el control de la inflamación”, explica el profesor Walker.

El probiótico LGG ha demostrado que puede ayudar a mantener el sistema inmunitario ya que, como explica el profesor Berni Canani, “el probiótico LGG ejerce efectos inmunomoduladores a nivel intestinal que conducen a una acción anti-inflamatoria y una regulación a la baja de los principales mecanismos inmunes implicados en la alergia; además actúa sobre la permeabilidad del intestino, el crecimiento y la diferenciación celular”.

Así, la dieta es clave en el tratamiento de la APLV en lactantes y niños. La proteína de la leche de vaca puede estar presente en productos aparentemente no lácteos como embutidos, salsas, carnes congeladas, aperitivos salados o chucherías. En la actualidad, subraya el doctor Díaz, “disponemos de fórmulas extensamente hidrolizadas y fórmulas elementales que nos permiten manejar con eficacia y seguridad la APLV tanto en las formas mediadas por IgE como en las no mediadas”.

En palabras de Colin Rudolph, MD, PhD, vicepresidente de Asuntos Médicos Globales y Director Global Medico de Mead Johnson Nutrition, “durante más de 100 años, Mead Johnson Nutrition ha introducido una amplia gama de innovaciones que responden a las necesidades de los consumidores y los profesionales de la salud por igual. Fuimos la primera compañía en ofrecer un producto diseñado para el tratamiento nutricional de la alergia a la proteína de la leche de vaca en lactantes. Esta alergia afecta aproximadamente al 3 por ciento de los niños en todo el mundo y es la principal causa de alergia alimentaria en niños en periodo de lactancia y menores de tres años. De ahí, la importancia de este encuentro científico en el que expertos internacionales de primer nivel analizan y debaten las últimas novedades en alergia a la proteína de leche de la vaca”.


08 March 2010

La leche de continuación ENFALAC PREMIUM* es la primera y única leche infantil que demuestra favorecer el desarrollo visual del lactante


Enfalac Premium 2 es la primera y única leche infantil que ha demostrado, con los estudios científicos correspondientes, que su consumo favorece el desarrollo visual del lactante. Dicho beneficio lo consigue al incorporar LIPIL, una mezcla de ácidos grasos que contiene más de un 0,3% de DHA. El DHA es una fracción de grasas (ácidos grasos poliinsaturados) que no están presentes en la leche de vaca, que es de donde proceden la mayoría de las fórmulas infantiles. Los estudios realizados han hecho posible que recientemente la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria / European Food Safety Authority (EFSA) concediera la opinión positiva a este producto. Un paso más hacia la posibilidad de comunicar, con todas las garantías, que esta leche aporta dicho beneficio. "Es un hallazgo que viene a demostrar la importancia de reforzar los niveles de DHA en las fórmulas infantiles", afirma el doctor José Manuel Moreno, del Servicio de Nutrición Clínica del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara: hasta los 6 meses de vida el mejor protector para el bebé es alimentarse con leche materna. Cuando esto no es posible, se aconseja utilizar una fórmula artificial con unas propiedades y nutrientes siguiendo el patrón de la leche materna. Como dice el doctor Moreno, la leche materna es rica en muchos ingredientes beneficiosos para el desarrollo del bebé, como son los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, sobre todo el DHA (ácido docosahexaenoico). Estos ácidos grasos son fundamentales para la maduración del sistema óptico y el desarrollo cerebral. La retina y el córtex cerebral son los órganos del cuerpo con un mayor contenido de DHA. Esto explica que la dieta del recién nacido, a través de la ingesta de DHA de la leche materna, tiene un impacto significativo en la maduración de sus funciones cerebrales y visuales.
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ENFALAC PREMIUM*=La opinión de la EFSA, basándose en los estudios científicos aportados por Mead Johnson Nutrition engloba los rangos de edades de 0 a 6 meses y de 6 a 12 meses, si bien no está permitida la comunicación al consumidor en las leches infantiles de primera etapa.
"Sabemos que los niños que toman pecho presentan una mejoría de la agudeza visual frente a los que reciben una fórmula artificial. Sin embargo, en aquellos casos en los que no es posible alimentar al bebé con leche materna, lo ideal es que reciban un preparado artificial que cuente con prácticamente las mismas propiedades que la leche de la madre", explica este especialista. Por eso, se busca que, para aquellos que no pueden tomar el pecho, la leche artificial se elabore sobre una fórmula que contenga, en la medida de lo posible, las propiedades más parecidas a las de la leche materna.


-Beneficios de las grasas poliinsaturadas y desarrollo visual
Cuando el niño nace su cerebro está en desarrollo y es muy rico en grasas insaturadas, sobre todo, en la retina, que es donde se concentran mayores cantidades de estos ácidos grasos poliinsaturados. "Es precisamente en este periodo de crecimiento cuando más importante resulta que se rellenen bien estos depósitos, tanto en el cerebro como en la retina, para que el bebé tenga un desarrollo adecuado de sus funciones", señala el doctor Moreno.
En los primeros meses de vida, el sistema nervioso central aún no está maduro, pero lo estará pronto evolucionando de una manera rápida y constante. La nitidez de la vista del recién nacido es escasa y mejora continuamente conforme madura el cerebro. El llamado reflejo de fijación (mirar un objeto y localizarlo) se desarrolla alrededor de las 6-10 semanas de vida. A partir de ese momento, el niño debe seguir los objetos con los ojos, orientar la vista y girar la cabeza en la dirección del objeto que aparece en sus proximidades. Es en este momento cuando empieza el contacto visual con los padres.
A los 2-3 meses de vida, el niño comienza a percibir los rasgos faciales de la madre y del padre y es capaz de recordarlos. Aprecia los colores y lentamente empieza a distinguirlos. Hasta los 3 meses de vida el bebé puede bizquear debido a la falta de precisión en la coordinación y el control en los centros cerebrales responsables de la adecuada ubicación de los ojos.
En el segundo trimestre de vida la vista del niño se agudiza. A partir de los 4 meses, los ojos deben colocarse de manera paralela y durante los ocho primeros meses la nitidez de su vista mejora unas ocho veces y es similar a la de muchos adultos que necesitarían unas gafas de poca graduación. En el segundo semestre cada vez percibe mejor el mundo que le rodea y su campo visual aumenta. Durante el primer y segundo años de vida, la vista es el sentido básico de comunicación del niño con el mundo exterior.


--Problemas de visión
Entre un 4 y un 5% de los recién nacidos presenta problemas en la visión. Aunque pueden estar producidos por diferentes causas, una detección precoz y una intervención adecuada sobre la dieta pueden prevenir y mejorar este tipo de situaciones y evitar que haya complicaciones mayores durante el crecimiento del niño. Para este experto "es vital el papel del pediatra en el diagnóstico de estos problemas. Cuando un niño nace su sistema visual aún no está maduro, por lo que su capacidad de visión es muy escasa. Por tanto es clave que controlemos que este proceso de maduración evolucione de forma normal".
Algunas de estas anomalías son muy evidentes, pero existen otras como es la falta de agudeza visual, bastante frecuente, que no resulta fácil de detectar. En este sentido, según el doctor Moreno, son imprescindibles las visitas periódicas al pediatra en las que se evalúe el sistema óptico del bebé. "El objetivo es que en todos los niños, antes de cumplir los cuatro o cinco años, se examine si sufren un problema de visión; hacerlo más tarde supone que las probabilidades de recuperación del ojo se reducen significativamente. De ahí que sea tan importante un diagnóstico precoz que evite el daño visual permanente".

24 February 2010

La leche de continuación ENFALAC PREMIUM* es la primera y única leche infantil que demuestra favorecer el desarrollo visual del lactante

Enfalac Premium 2 es la primera y única leche infantil que ha demostrado, con los estudios científicos correspondientes, que su consumo favorece el desarrollo visual del lactante. Dicho beneficio lo consigue al incorporar LIPIL, una mezcla de ácidos grasos que contiene más de un 0,3% de DHA. El DHA es una fracción de grasas (ácidos grasos poliinsaturados) que no están presentes en la leche de vaca, que es de donde proceden la mayoría de las fórmulas infantiles. Los estudios realizados han hecho posible que recientemente la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria / European Food Safety Authority (EFSA) concediera la opinión positiva a este producto. Un paso más hacia la posibilidad de comunicar, con todas las garantías, que esta leche aporta dicho beneficio. "Es un hallazgo que viene a demostrar la importancia de reforzar los niveles de DHA en las fórmulas infantiles", afirma el doctor José Manuel Moreno, del Servicio de Nutrición Clínica del Hospital 12 de Octubre de Madrid.
La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara: hasta los 6 meses de vida el mejor protector para el bebé es alimentarse con leche materna. Cuando esto no es posible, se aconseja utilizar una fórmula artificial con unas propiedades y nutrientes siguiendo el patrón de la leche materna. Como dice el doctor Moreno, la leche materna es rica en muchos ingredientes beneficiosos para el desarrollo del bebé, como son los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, sobre todo el DHA (ácido docosahexaenoico). Estos ácidos grasos son fundamentales para la maduración del sistema óptico y el desarrollo cerebral. La retina y el córtex cerebral son los órganos del cuerpo con un mayor contenido de DHA. Esto explica que la dieta del recién nacido, a través de la ingesta de DHA de la leche materna, tiene un impacto significativo en la maduración de sus funciones cerebrales y visuales.
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ENFALAC PREMIUM*=La opinión de la EFSA, basándose en los estudios científicos aportados por Mead Johnson Nutrition engloba los rangos de edades de 0 a 6 meses y de 6 a 12 meses, si bien no está permitida la comunicación al consumidor en las leches infantiles de primera etapa.
"Sabemos que los niños que toman pecho presentan una mejoría de la agudeza visual frente a los que reciben una fórmula artificial. Sin embargo, en aquellos casos en los que no es posible alimentar al bebé con leche materna, lo ideal es que reciban un preparado artificial que cuente con prácticamente las mismas propiedades que la leche de la madre", explica este especialista. Por eso, se busca que, para aquellos que no pueden tomar el pecho, la leche artificial se elabore sobre una fórmula que contenga, en la medida de lo posible, las propiedades más parecidas a las de la leche materna.

-Beneficios de las grasas poliinsaturadas y desarrollo visual
Cuando el niño nace su cerebro está en desarrollo y es muy rico en grasas insaturadas, sobre todo, en la retina, que es donde se concentran mayores cantidades de estos ácidos grasos poliinsaturados. "Es precisamente en este periodo de crecimiento cuando más importante resulta que se rellenen bien estos depósitos, tanto en el cerebro como en la retina, para que el bebé tenga un desarrollo adecuado de sus funciones", señala el doctor Moreno.
En los primeros meses de vida, el sistema nervioso central aún no está maduro, pero lo estará pronto evolucionando de una manera rápida y constante. La nitidez de la vista del recién nacido es escasa y mejora continuamente conforme madura el cerebro. El llamado reflejo de fijación (mirar un objeto y localizarlo) se desarrolla alrededor de las 6-10 semanas de vida. A partir de ese momento, el niño debe seguir los objetos con los ojos, orientar la vista y girar la cabeza en la dirección del objeto que aparece en sus proximidades. Es en este momento cuando empieza el contacto visual con los padres.
A los 2-3 meses de vida, el niño comienza a percibir los rasgos faciales de la madre y del padre y es capaz de recordarlos. Aprecia los colores y lentamente empieza a distinguirlos. Hasta los 3 meses de vida el bebé puede bizquear debido a la falta de precisión en la coordinación y el control en los centros cerebrales responsables de la adecuada ubicación de los ojos.
En el segundo trimestre de vida la vista del niño se agudiza. A partir de los 4 meses, los ojos deben colocarse de manera paralela y durante los ocho primeros meses la nitidez de su vista mejora unas ocho veces y es similar a la de muchos adultos que necesitarían unas gafas de poca graduación. En el segundo semestre cada vez percibe mejor el mundo que le rodea y su campo visual aumenta. Durante el primer y segundo años de vida, la vista es el sentido básico de comunicación del niño con el mundo exterior.

-Problemas de visión
Entre un 4 y un 5% de los recién nacidos presenta problemas en la visión. Aunque pueden estar producidos por diferentes causas, una detección precoz y una intervención adecuada sobre la dieta pueden prevenir y mejorar este tipo de situaciones y evitar que haya complicaciones mayores durante el crecimiento del niño. Para este experto "es vital el papel del pediatra en el diagnóstico de estos problemas. Cuando un niño nace su sistema visual aún no está maduro, por lo que su capacidad de visión es muy escasa. Por tanto es clave que controlemos que este proceso de maduración evolucione de forma normal".
Algunas de estas anomalías son muy evidentes, pero existen otras como es la falta de agudeza visual, bastante frecuente, que no resulta fácil de detectar. En este sentido, según el doctor Moreno, son imprescindibles las visitas periódicas al pediatra en las que se evalúe el sistema óptico del bebé. "El objetivo es que en todos los niños, antes de cumplir los cuatro o cinco años, se examine si sufren un problema de visión; hacerlo más tarde supone que las probabilidades de recuperación del ojo se reducen significativamente. De ahí que sea tan importante un diagnóstico precoz que evite el daño visual permanente".

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