Las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en nuestro país
a más de ocho millones de personas, siendo los más frecuentes a gramíneas y al
olivo, según informa la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica
(SEAIC). Las previsiones apuntan a que este año en la zona del suroeste
peninsular, la primavera será intensa.
Las personas
alérgicas temen la llegada de la primavera por la repercusión que conllevan los
síntomas en su vida diaria. La lluvia, la temperatura, la humedad y el
viento son los principales factores que condicionan la concentración de pólenes
en la atmósfera. Además, la contaminación y el cambio climático también
están provocando el incremento de la agresividad del polen así como variando
los periodos de floración.
Según explica la
doctora Clara Isabel Pérez Padilla, responsable del servicio de alergología del
Hospital Vithas Xanit internacional de
Benalmádena, “es importante consultar con un especialista para
diagnosticar a tiempo en consulta el tipo de alergia que padece el paciente y
establecer un tratamiento integral según la intensidad y frecuencia de
los síntomas como conjuntivitis y rinitis. La vacunación se convierte en el
método más eficaz para combatirla junto a un tratamiento sintomático adecuado”.
Incidencia según el tipo de alergia
Para este año se
espera una menor incidencia en personas alérgicas a gramíneas. La falta
de lluvias en el invierno conlleva una poca floración y menor desprendimiento
de polen. Sin embargo, los alérgicos al platanero de sombra o al ciprés han
tenido un mes de febrero y marzo más complicado ya que las altas temperaturas
registradas en el invierno y la contaminación ha provocado el adelanto de la
primavera climatológica coincidiendo con la época en las que estas especies
liberan el polen.
Medios para combatir los procesos alérgicos
Con el objetivo de sobrellevar
los episodios de la mejor manera posible, la doctora Clara Isabel Pérez
Padilla indica que “es aconsejable en algunos pacientes el uso de
mascarillas homologadas para salir a la calle los días con alto nivel de polen
y el uso de gafas de sol, evitar hacer deporte al aire libre en las horas
centrales del día, evitar también acudir a zonas ajardinadas y salidas al
campo, teniendo especial cuidado los días de viento. Cerrar las ventanas del
coche y usar filtros antipolen, cerrar también las ventanas del domicilio el
mayor tiempo posible para que no penetren los pólenes, y no automedicarse”.
Ayuda de la tecnología
Consultar los
niveles de polen en el ambiente ayudará a
las personas alérgicas a estar prevenidos para afrontar en las mejores
condiciones las jornadas más complicadas. Para tener información
actualizada de los datos de recuento y pronóstico de pólenes de la
provincia, la doctora Clara Isabel Pérez Padilla recomienda visitar la web
de la Universidad de Málaga www.aerobiologia.uma.es. “En esta página se
ofrece información general de la provincia de Málaga y Costa del Sol, mostrando
los calendarios polínicos así como información sobre los principales tipos que
aparecen en la atmósfera”.
En general, en las zonas
de interior habrá una mayor incidencia ante la mayor presencia de especies
vegetales. Por el contrario, en entornos cercanos al mar las personas
alérgicas a pólenes experimentarán una mejoría considerable en la evolución de
los síntomas en comparación con las zonas de interior.
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