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03 July 2019

El 80% de las mujeres sufren sofocos, insomnio e irritabilidad durante la menopausia



 

Sofocos, sudoración nocturna, problemas para conciliar el sueño, cambios de humor e irritabilidad son algunas de las principales molestias que muchas mujeres padecen durante la menopausia. Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), se calcula que un 80% de las mujeres padecen estos síntomas, que pueden afectar considerablemente su calidad de vida, provocando en muchas ocasiones un mayor agotamiento físico y mental, que causa un estado de menor energía para afrontar las tareas cotidianas.
Otro de los efectos de la reducción de estrógenos durante la menopausia es la disminución de la densidad ósea, que se incrementa con el paso de los años, y que en esta época se puede acelerar debido a los cambios hormonales.
Con la finalidad de favorecer el bienestar de la mujer en la menopausia, el 99,2% de ginecólogos realiza proactivamente recomendaciones de hábitos de vida saludable a sus pacientes con síntomas de menopausia, según refleja el estudio COMENPLUS. Entre las principales pautas a seguir que plantean los especialistas están la práctica de ejercicio físico, el control de peso, la mejora del sueño, la ingesta de calcio y vitamina D o la toma de algún preparado a base de plantas medicinales (63,9%). Una de estas opciones es la cimicífuga, una especie vegetal de uso tradicional en caso de sofocos e irritabilidad asociados a la menopausia, utilizada en el centro de Europa y Norteamérica

DONNAplus Menocífuga, dos nuevas variedades adaptadas a las necesidades de cada mujer
DONNAplus, la línea dedicada al bienestar y la salud de la mujer de Laboratorios Ordesa, lanza dos nuevos complementos alimenticios con una triple acción: Osteo, Energy y Relax. La acción relax favorece el descanso gracias a los extractos de cimicifuga y melisa, utilizados tradicionalmente para la mejora de la irritabilidad y la relajación.
El efecto Osteo le viene dado por el alto contenido en  vitamina K2 y vitamina D, que contribuyen al mantenimiento de los huesos y dientes en condiciones normales. El aporte de vitaminas B6, B9 y B12 ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga.
DONNAplus Menocífuga Forte resulta de utilidad para la mejora del bienestar y la calidad de vida de la mujer en la menopausia, especialmente en aquellos casos en los que predomina la ansiedad y el estrés y es una excelente alternativa a las isoflavonas de soja, especialmente en aquellas mujeres en las que éstas no consiguen una mejora del malestar asociado a la menopausia.
Uno de los síntomas asociados a la menopausia que más afecta a la calidad de vida de las mujeres es la dificultad para conciliar el sueño, lo que provoca un aumento del cansancio y la fatiga. Para estas situaciones, DONNAplus lanza DONNAplus Menocífiga Noche que resulta de utilidad en aquellos casos que se requiere una ayuda para favorecer la conciliación del sueño y reducir la fatiga.
DONNAplus Menocífuga Noche también incorpora en su composición el triple efecto, pero además completa su composición añadiendo melatonina, que reduce el tiempo necesario para  conciliar el sueño. Gracias a su estructura bicapa permite una liberación sostenida durante toda la noche de cimicífuga, vitamina K2 y GABA, un neurotransmisor inhibidor del sistema nervioso central, que en su conjunto, contribuyen al descanso de forma prolongada durante la noche.
Se presenta en formato comprimidos para tomar uno por la noche junto con un vaso de agua media hora antes de ir a la cama, favoreciendo de esta forma el sueño durante la noche.

 

13 June 2016

El retraso de la maternidad multiplica los nacimientos con alteraciones cromosómicas

  El retraso de la maternidad en las mujeres españolas está multiplicando los nacimientos con alteraciones cromosómicas y malformaciones estructurales, según datos presentados en el XIV Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), celebrado en Valencia.

Las embarazadas mayores de 40 años tienen 6 veces más riesgos de tener un hijo con alteraciones cromosómicas (6%) que la población general (1%), según un trabajo a tres años realizado por el Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela de Madrid con pacientes de 41 años de media. El estudio reveló que el 34% presentaba cribado combinado de alto riesgo y una décima parte de ellos presentaba alteraciones cromosómicas en el feto, de los cuales el 6% tenía síndrome de Down. La posibilidad de malformaciones estructurales también se multiplicó (3,7% frente al 2,5% de la población general).

“Estos datos demuestran que plantearse un embarazo a cierta edad debe ser una decisión muy meditada y se debe tener toda la información sobre posibles complicaciones que pueden surgir”, indica la doctora Gloria Estaca, directora de la investigación.

Uno de los mayores miedos de las gestantes de más de 40 años es el “riesgo de cromosopatías, puesto que suelen estar bien informadas y saben a lo que se exponen como consecuencia de la edad”, comenta la doctora Estaca. Por ello, se realizan pruebas de sangre materna para analizar el ADN fetal y amniocentesis en casos de alto riesgo, “aunque muchas lo piden por ansiedad materna”, indica.

Otro de los riesgos para los hijos de madres maduras es el bajo peso al nacer. “La mujer sufre una serie de cambios fisiológicos a medida que envejece y que van a propiciar un entorno más hostil para el desarrollo de la gestación que puede tener como consecuencia, entre otras, un aumento de los problemas de placentación, lo que va a repercutir en la alimentación del bebé”, advierte el doctor Plácido Llaneza, presidente de la AEEM.

Riesgos para la madre
Por otro lado, los embarazos a edades superiores a los 40 años tienen una serie de complicaciones asociadas para la madre, entre las que se encuentran el riesgo de hipertensión gestacional (que eleva las posibilidades de parto prematuro), diabetes y hemorragia. “Uno de los mayores riesgos que existen durante el parto es el de hemorragia por diversas causas, como puede ser el hecho de que el útero no se contraiga”, explica. Una investigación publicada en mayo en Journal of Perinatal Medicine señala que la placentación anormal y tener más de 40 años son algunos de los principales factores de riesgo de ruptura uterina.

A pesar de ello, las españolas se encuentran entre las europeas que más retrasan la maternidad, según un reciente informe de la oficina europea de estadística, Eurostat. “Las mujeres retrasan la gestación por diferentes motivos (laborales, falta de pareja, etc.) y cada vez vemos más pacientes que consultan por deseo de gestación en edades superiores a los 40 años”, apunta el doctor Llaneza. En estas situaciones “es poco frecuente que se consiga un embarazo de forma natural y deben emplearse técnicas de reproducción asistida ya que a esas edades quedan pocos ovocitos en los ovarios (baja reserva ovárica) y además suelen ser de mala calidad por lo que es difícil su fecundación”, añade. Además,  si  ocurre,  la posibilidad de aneuploidias (alteraciones cromosómicas) es alta, con lo que la implantación es poco frecuente. Las técnicas recepción de ovocitos donados por jóvenes pueden solventar estas dificultades, “por lo que cada vez vemos a más mujeres en etapas pre o perimenopáusicas buscando embarazo”, comenta este especialista.

Por eso el doctor Llaneza aboga por la elaboración de guías clínicas de actuación sobre los estudios a los que las futuras gestantes maduras deben someterse, “dado el mayor riesgo de estos embarazos para la madre o para el feto respecto a mujeres más jóvenes”.



31 May 2016

El 40% de mujeres sufre rechazo durante la menopausia

Más de un 40% de las mujeres vive situaciones de rechazo o incomprensión durante la menopausia y una de cada cinco sufre pérdida de autoestima, sobre todo entre los 45 y 50 años, según datos de la Fundación Española para el Estudio de la Menopausia (FEEM). La FEEM participa en el XIV Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que se celebra en el Palacio de Congresos de Valencia del 9 al 11 de junio. Por ese motivo, el congreso dedicará un apartado específico a los síntomas psicológicos y depresivos, presentes en al menos una de cada cinco mujeres durante los distintos periodos del climaterio.

La AEEM advierte que el adjetivo “menopáusica” se utiliza a menudo para menospreciar a mujeres de más de 50 años, en lugar de asumirlo como una etapa más en la vida de la mujer, a pesar de que cada vez hay más mujeres que hablan abiertamente de ello, como la actriz Angelina Jolie. Para la doctora Dolores Juliá, coorganizadora del Congreso de la AEEM “tanto la menopausia como la etapa anterior, premenopausia, “son situaciones en las que la mujer tiene muchos miedos, sobre todo a la soledad y a no sentirse comprendida, a los cambios físicos y psicológicos, además de al inicio del proceso de envejecimiento, a los riesgos de fracturas, de enfermedad cardiovascular y de cáncer. Un estudio realizado por matronas de la Comunidad de Madrid en mujeres durante la premenopausia concluyó que la mayoría tienen una connotación negativa de la menopausia a la que asocian con envejecimiento o pérdida de la feminidad, y que conocen mejor los tratamientos farmacológicos que los cuidados diarios.

La menopausia debe considerarse como una etapa más en la vida de la mujer, “no es una enfermedad y no es el fin, aunque la sociedad aún lo vea como un retroceso o incluso el final de su vida por la creencia antigua de con ella termina su actividad reproductiva y por tanto ya no sirve para nada”, añade. Una reciente revisión de estudios publicada en la revista de The Joanna Briggs Institute concluye que la experiencia de la menopausia se caracteriza por problemas personales y cambios de roles dentro de la familia y de la sociedad. Además, la manera en que cada una se enfrenta a ello está influenciada por su entorno familiar y sociocultural. En resumen, los cambios físicos como los emocionales les afectan en gran medida.

La pareja es clave
Los cambios fisiológicos manifestados por los sofocos y la sudoración, así como las dificultades sexuales, que son las menos consultadas, y los cambios psíquicos “confieren a la mujer a una situación de fragilidad y vulnerabilidad que va a notarse en todas las parcelas de su vida: con su pareja y familia, con sus amigos y en el entorno laboral, lo que puede sumirla en un estado de nerviosismo e irritabilidad que conduzcan a la  al estado de ánimo depresivo si no se sienten comprendidas”, recalca la doctora Juliá. Esta especialista destaca que “el apoyo de la pareja es fundamental pues es una situación a la que deben adaptarse los dos”. “Del mismo modo es muy importante el apoyo de los hijos, y de los amigos”. Una investigación publicada en febrero en Menopause demuestra que el mayor conocimiento de la pareja en salud de la menopausia mejora la calidad de vida de las mujeres durante esta etapa.

Por otra parte, también sufre cambio de roles. “En la edad adulta, la mujer adquiere una serie de responsabilidades diferentes que pueden contribuir al estado de estrés y ansiedad. Es época en la que los hijos se hacen mayores, o deben asumir el cuidado de sus padres o incluso su ausencia”, afirma el doctor Antonio Cano, coorganizador del congreso. Además, tienen un papel más activo en el ámbito social y laboral.

Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el de la atención  médica. “La mujer necesita que se la escuche y busca soluciones. Sin embargo, tan importantes como los tratamientos son los hábitos de salud relacionados con la alimentación, el tabaco, el ejercicio o el alcohol”, indica el doctor Cano.

A pesar de todo, las mujeres llegan cada vez mejor informadas a la consulta y con la seguridad de que les queda una amplia etapa por vivir. De hecho, España es uno de los países más longevos del mundo, lo que supone que después de la menopausia una mujer tiene una esperanza de vida media de un 40% por delante.

20 June 2012

Plácido Llaneza, nuevo presidente electo en la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia


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El Doctor Plácido Llaneza ha sido elegido como nuevo presidente electo de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM). Su designación se ha producido en el marco de la celebración del XII Congreso Nacional de la Asociación que ha tenido lugar en Alicante.
Como nuevo presidente electo de laAEEM convivirá hasta 2014 con el actual presidente de la Asociación, el Doctor Rafael Sánchez Borrego. Será dentro de dos años en el Congreso Nacional de la AEEM en Bilbao cuando recoja el testigo de la presidencia.

El Doctor Plácido Llaneza ha asumido la labor de colaborar con el actual presidente de la AEEM. Dentro de sus líneas de trabajo se sitúan como pilares básicos: una gestión transparente, participativa y democrática que logre el compromiso del socio y atraiga la atención de residentes y médicos jóvenes. Además, se ha marcado como objetivo dotar a la AEEM de una función social, orientando y divulgando estilos de vida saludables e implementando el espacio para pacientes en la página web

Llaneza es médico especialista de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Central de Asturias y forma parte de la Unidad de Menopausia desde el año 1993. También es profesor titular de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Oviedo y desde su pertenencia a laAEEM en 1993 ha desarrollado diferentes puestos de responsabilidad. En su trayectoria destaca su destaca su papel de investigador principal de varios proyectos de investigación financiados con fondos públicos y privados en el campo de la menopausia, además de ser el autor de más de 20 trabajos científicos.

10 June 2012

En España dos millones y medio de mujeres mayores de 50 años padecen osteoporosis, una enfermedad muy ligada a la edad y que con la llegada de la mujer a la menopausia acelera su impacto provocando la pérdida de hasta un 30% de masa ósea principalmente durante los tres años posteriores, según ha puesto de manifiesto el doctor Adolfo Bayo, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que estos días celebra su XII Congreso Nacional en Alicante. Según el presidente de la AEEM, Rafael Sánchez Borrego, “el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población, hacen necesario que la osteoporosis sea considerada como un problema sanitario de primer orden”. En este sentido, se estima que los costes económicos producidos tan sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año. Tal como explica el doctor Bayo, “la osteoporosis es una enfermedad de género, que afecta principalmente a las mujeres de entre 50 y 65 años y registra un alto porcentaje de mortalidad, puesto que aproximadamente el 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año siguiente”. La prevalencia de la osteoporosis en nuestro país se ha incrementado en los últimos años debido a una mayor concienciación tanto de la población general como de los profesionales sanitarios, que ha provocado el aumento de pruebas diagnósticas, principalmente densitometrías. Y es que en los últimos años se ha descubierto que la pérdida de masa ósea está acelerando su aparición y cada vez afecta a mujeres de más temprana edad, sobre todo entre los 30 y 40 años, lo que se conoce como osteopenia y que representa la antesala de la osteoporosis. “La atención de los profesionales debe centrarse en detectar esta patología asintomática para poder frenar los futuros casos de osteoporosis. Sin embargo, de momento en nuestro país el diagnóstico de la osteopenia es muy deficiente porque no existen unos criterios claros que otorguen al especialista la potestad de reclamar pruebas diagnósticas en mujeres asintomáticas”, reconoce el doctor Bayo. El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos siete minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. No obstante, a pesar de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, el doctor Bayo reconoce que “la densitometría ósea es una prueba que, debido a su coste y la escasez de aparatos, no está al alcance de todas las pacientes, por lo que los médicos deben hacer una selección de las mismas para realizársela. Todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizársela”. La vitamina D, fundamental En este sentido, el doctor insiste en la importancia de la prevención desde la adolescencia y hace hincapié en que desde la niñez se deben introducir medidas preventivas, por ejemplo mediante la práctica de ejercicio y llevando una dieta rica en calcio y vitamina D. Precisamente, el consumo de vitamina D es fundamental para mantener una buena salud ósea. Pese a que el clima cálido de nuestro país induce a pensar que la población goza de buenos niveles de esta vitamina, lo cierto es que España se sitúa por debajo de la media europea en relación al nivel de vitamina D. El doctor Bayo explica que “al contrario de lo que ocurre en el resto de países europeos, en España los alimentos de primera necesidad no están enriquecidos con vitamina D porque se supone que nos sobra, pero lo cierto es que la gente tiende a evitar exponerse al sol demasiado y esto trae como consecuencia importantes deficiencias que provoca una insuficiente absorción del calcio”. En palabras de este experto, “el papel del ginecólogo en la detección y tratamiento de la osteoporosis es fundamental desde distintos puntos de vista: epidemiológico, puesto que afecta más frecuentemente a la mujer; fisiológico, ya que la masa ósea está relacionada con situaciones de deprivación estrogénica, y terapéutico, teniendo en cuenta que el tratamiento precoz y adecuado permitiría disminuir la osteoporosis y las fracturas ocasionadas por la enfermedad”. Tratamientos disponibles Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos, que, “en cualquier caso, deben ser prescritos por el médico de forma individualizada en cada mujer”, afirma el doctor Bayo. El actual abanico terapéutico contempla desde los bisfosfonatos, los nuevos Complejos Tisulares Selectivos Estrogénicos, (Tissue Selective Estrogen Complexes, TSECs, en sus siglas en inglés), que son un paso más adelante en el avance científico que han supuesto los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) y que tienen un efecto selectivo sobre los receptores de estrógenos, de forma que protegen frente a la pérdida de masa ósea y frente al cáncer de mama, hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales”.


En España dos millones y medio de mujeres mayores de 50 años  padecen osteoporosis, una enfermedad muy ligada a la edad y que con la llegada de la mujer a la menopausia acelera su impacto provocando la pérdida de hasta un 30% de masa ósea principalmente durante los tres años posteriores, según ha puesto de manifiesto el doctor Adolfo Bayo, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que estos días celebra su XII Congreso Nacional en Alicante.
Según el presidente de la AEEM, Rafael Sánchez Borrego, “el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población, hacen necesario que la osteoporosis sea considerada como un problema sanitario de primer orden”. En este sentido, se estima que los costes económicos producidos tan sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año.

Tal como explica el doctor Bayo, “la osteoporosis es una enfermedad de género, que afecta principalmente a las mujeres de entre 50 y 65 años y registra un alto porcentaje de mortalidad, puesto que aproximadamente el 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año siguiente”.  

La prevalencia de la osteoporosis en nuestro país se ha incrementado en los últimos años debido a una mayor concienciación tanto de la población general como de los profesionales sanitarios, que ha provocado el aumento de pruebas diagnósticas, principalmente densitometrías. Y es que en los últimos años se ha descubierto que la pérdida de masa ósea está acelerando su aparición y cada vez afecta a mujeres de más temprana edad, sobre todo entre los 30 y 40 años, lo que se conoce como osteopenia y que representa la antesala de la osteoporosis. “La atención de los profesionales debe centrarse en detectar esta patología asintomática para poder frenar los futuros casos de osteoporosis. Sin embargo, de momento en nuestro país el diagnóstico de la osteopenia es muy deficiente porque no existen unos criterios claros que otorguen al especialista la potestad de reclamar pruebas diagnósticas en mujeres asintomáticas”, reconoce el doctor Bayo.

El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos siete minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. No obstante, a pesar de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, el doctor Bayo reconoce que “la densitometría ósea es una prueba que, debido a su coste y la escasez de aparatos, no está al alcance de todas las pacientes, por lo que los médicos deben hacer una selección de las mismas para realizársela. Todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizársela”.
La vitamina D, fundamental
En este sentido, el doctor insiste en la importancia de la prevención desde la adolescencia y hace hincapié en que desde la niñez se deben introducir medidas preventivas, por ejemplo mediante la práctica de ejercicio y llevando una dieta rica en calcio y vitamina D.

Precisamente, el consumo de vitamina D es fundamental para mantener una buena salud ósea. Pese a que el clima cálido de nuestro país induce a pensar que la población goza de buenos niveles de esta vitamina, lo cierto es que España se sitúa por debajo de la media europea en relación al nivel de vitamina D. El doctor Bayo explica que “al contrario de lo que ocurre en el resto de países europeos, en España los alimentos de primera necesidad no están enriquecidos con vitamina D porque se supone que nos sobra, pero lo cierto es que la gente tiende a evitar exponerse al sol demasiado y esto trae como consecuencia importantes deficiencias que provoca una insuficiente absorción del calcio”.

En palabras de este experto, “el papel del ginecólogo en la detección y tratamiento de la osteoporosis es fundamental desde distintos puntos de vista: epidemiológico, puesto que afecta más frecuentemente a la mujer; fisiológico, ya que la masa ósea está relacionada con situaciones de deprivación estrogénica, y terapéutico, teniendo en cuenta que el tratamiento precoz y adecuado permitiría disminuir la osteoporosis y las fracturas ocasionadas por la enfermedad”.

Tratamientos disponibles
Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos, que, “en cualquier caso, deben ser prescritos por el médico de forma individualizada en cada mujer”, afirma el doctor Bayo.

El actual abanico terapéutico contempla desde los bisfosfonatos, los nuevos Complejos Tisulares Selectivos Estrogénicos, (Tissue Selective Estrogen Complexes, TSECs, en sus siglas en inglés), que son un paso más adelante en el avance científico que han supuesto los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) y que tienen un efecto selectivo sobre los receptores de estrógenos, de forma que protegen frente a la pérdida de masa ósea y frente al cáncer de mama, hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales”.

07 June 2012

EL CONSUMO DE ISOFLAVONAS LOGRA REDUCIR LOS SOFOCOS DURANTE EL CLIMATERIO


En los últimos años, el uso de la medicina natural como alternativa a las terapias tradicionales ha ganado popularidad entre las mujeres que se adentran en la fase menopáusica, ya que ha demostrado su eficacia en la reducción de síntomas como los sofocos. “Aunque no cabe duda de que la terapia hormonal sustitutiva es el tratamiento más eficaz de los síntomas moderados y severos de la menopausia, la fitoterapias son cada vez más una importante opción terapéutica frente a los síntomas climatéricos y cada vez hay más trabajos científicos en revistas de prestigio que avalan la utilización y la seguridad de estos preparados en la prevención y tratamiento de la sintomatología del climaterio”, afirma el doctor Rafael Sánchez Borregopresidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) que estos días celebra su XII Congreso Nacional en Alicante.
Según la doctora Concepción Navarro, miembro del Grupo de Trabajo de Fitoterapia de la AEEM, “aproximadamente un tercio de la población recurre a este tipo de tratamientos naturales para solucionar distintos tipos de afecciones, así como para hacer frente a la sintomatología durante el climaterio”. En este sentido, explica la doctora, “la fitoterapia entre las mujeres en edad menopáusica registra un apreciable uso y ayuda a mejorar la calidad de vida de la mujer previniendo, además de los sofocos, la alteración de sueño y posibles alteraciones del grado de irritabilidad”.
Entre los diferentes tipos de fitoestrógenos que se conocen, las isoflavonas son el tratamiento natural más empleado para prevenir las enfermedades y trastornos asociados a la menopausia sobre todo a partir de la última década. “Así, las isoflavonas poseen una estructura química tal que les permite actuar en los mismos lugares que algunas hormonas femeninas, supliendo en parte el papel de los estrógenos, cuya disminución durante la menopausia es la causa de la aparición de sofocos, sudoraciones, enfermedades cardiovasculares y osteoporosis", señala la doctora Navarro.

La soja es fundamentalmente la planta de la que se obtienen estas sustancias naturales que producen una reducción significativa de los sofocos y ejercen un efecto protector sobre los problemas cardiovasculares, además de actuar sobre la pérdida de hueso. Esta experta insiste en que “este tipo de terapias pueden ser conjugadas con otros tratamientos farmacológicos excepto con la terapia hormonal sustitutiva, ya que en este caso disminuiría su eficacia”.
En palabras de la doctora Navarro, “los retos de la fitoterapia en el momento presente son la necesidad de la difusión de su conocimiento entre los profesionales sanitarios y proseguir con la investigación y el desarrollo de estudios aleatorizados comparativos entre los diferentes preparados fitoterápicos y los tratamientos establecidos como estándar, tratamiento hormonal sustitutivo, terapia antiresortiva contra la osteoporosis y diversos fármacos utilizados en el climaterio. Y es que aún son muchas las plantas con posible aplicación en terapéutica, muchas más de las que de momento se hallan más o menos estudiadas”.
Fitoterapia, siempre bajo supervisión
Para garantizar la seguridad, es fundamental que la paciente consulte siempre a su ginecólogo, médico, o farmacéutico antes de utilizar una planta como si de un medicamento se tratase. Nunca hay que olvidar que las plantas medicinales presentan actividades farmacológicas que son útiles para el tratamiento de distintas dolencias, pero su mala utilización puede ser motivo de interacciones y efectos adversos.

Las plantas medicinales”, puntualiza la doctora Navarro, “a pesar de su seguridad, pueden presentar algún efecto secundario. Son fármacos y, como tales, deben respetarse las indicaciones del prospecto y asegurarse de que tienen el reconocimiento del Ministerio de Sanidad”. Todos los medicamentos basados en plantas medicinales y que pueden encontrarse en una farmacia deben pasar los mismos controles que fármacos de síntesis, e incluso alguno más que garantice la ausencia de contaminantes y la concentración de principio activo. Sin embargo, no siempre ocurre así con las plantas que se venden en otros establecimientos.

El auge de los probióticos
El crecimiento que ha experimentado en los últimos años el consumo de probióticos también centra parte del debate científico en el marco del XII Congreso Nacional. En los últimos años ha quedado demostrado el papel de los probióticos como tratamiento preventivo, y en el caso de los probióticos, además de su eficacia a nivel intestinal, ahora se conocen los denominados probióticos vaginales, gérmenes vivos que reequilibran la flora vaginal y evitan el sobrecrecimiento de gérmenes patógenos que alteran la calidad de vida de la mujer. Según explica la doctora Navarro, “el consumo de probióticos procura unas defensas importantes al entorno vaginal y actúan como defensa frente al ataque tanto de bacterias como de hongos que dan lugar a la vaginosis”.

MÁS DE LA MITAD DE LAS MUJERES MAYORES DE 50 AÑOS PADECE HIPERTENSIÓN Y UNA DE CADA TRES TIENE DIABETES



Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de tres de cada diez fallecimientos en España se deben a una enfermedad cardiovascular. En las mujeres,  las enfermedades cerebrovasculares son la principal causa de muerte,  y en la actualidad es responsable del 35,10% de los fallecimientos.  La edad juega, sin duda, un papel importante tanto en hombres como en mujeres, con un aumento de la prevalencia de enfermedad cardiovascular a medida que se envejece. Sin embargo, en el caso de las mujeres, la aparición de factores de riesgo cardiovascular va asociado a la llegada de la menopausia, según ha puesto de manifiesto el doctor Plácido Llaneza, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que estos días celebra su XII Congreso Nacional en Alicante.
La caída de estrógenos que ocurre tras la menopausia se ha asociado a diferentes mecanismos relacionados con la enfermedad cardiovascular, como son el desarrollo de la arteriosclerosis, la alteración de la actividad de los miocitos, deterioro de la reactividad vascular, modificaciones del perfil lipídico, etcétera”, según explica el doctor Llaneza.
La mayoría de los estudios observacionales a los que hace referencia este experto muestran un incremento de la enfermedad cardiovascular tras la menopausia, y en el caso de las mujeres que sufren un fallo ovárico prematuro o una menopausia precoz se registra también un aumento de la morbimortalidad por enfermedad cardiovascular. “Tras la menopausia, la mujer  deja de recibir la protección natural de los estrógenos y se multiplican algunos de estos factores de riesgo cardiovascular, incrementándose la prevalencia de obesidad, dislipemias y diabetes. Según los datos de la Sociedad Española de Cardiología, a partir de los 50 años, el 50% de las mujeres padece hipertensión y una de cada tres, diabetes o trastornos de metabolismo de los hidratos de carbono o colesterol elevado”, comenta el doctor Llaneza.
Los factores de riesgo cardiovascular en la mujer madura son bien conocidos.  Entre los más destacables y que no son modificables se encuentran la edad, la menopausia, los antecedentes familiares o el grupo étnico al que se pertenece, mientras que otros factores de riesgo sobre los que sí se puede actuar son, por ejemplo, la presión arterial, los lípidos, el peso corporal, la intolerancia a glucosa o la diabetes, el tabaquismo, y los niveles de estrógenos.
El hábito de fumar es uno de los principales factores de riesgo cardiovascular. Aunque el número total de fumadores adultos ha disminuido en nuestro país en los últimos 20 años, el porcentaje de niñas adolescentes que se inicia en el hábito tabáquico ha aumentado. Los estudios demuestran que fumar reduce los niveles de colesterol bueno, aumentando así el riesgo cardiovascular.
En palabras del doctor Rafael Sánchez Borrego, presidente de la AEEM, los avances de la medicina y los conocimientos actuales permiten establecer diagnósticos precoces y valorar factores de riesgo, para poder establecer tratamientos y, lo más importante, medidas preventivas. Es importante que a través de campañas y los profesionales de la salud, se haga llegar la información y aumentar la concienciación de mantener hábitos saludables a lo largo de toda la vida, para alcanzar una madurez, no sólo cumpliendo más años si no manteniendo una buena calidad de vida e independencia”. Y es que precisamente, según incide el doctor Sánchez Borrego, el lema del Congreso este año, “Rumbo al Bienestar”,  “representa a la perfección nuestro objetivo: plantear un panorama terapéutico y preventivo que garantice el envejecimiento femenino saludable de las mujeres mayores de 40 años y se encaminen al bienestar”.

Hábitos de vida saludables
La corrección de los factores de riesgo modificables es el principal objetivo de los expertos, según destaca el doctor Llaneza. En primer lugar, es importante animar a la mujer a seguir una dieta correcta que incluya muchos de los componentes tradicionales de la dieta mediterránea. “Lo aconsejable es que el consumo de grasa total no supere el 30% del aporte energético diario, donde las grasas saturadas deben representar un tercio del consumo de grasa total y haciendo hincapié en evitar los alimentos que contengan niveles altos de sal”, explica el doctor Llaneza.
En segundo lugar, se debe aconsejar la práctica de ejercicio físico moderado, de forma ideal realizando 30 minutos de actividad física la mayoría de los días de la semana, con una intensidad que suponga el 65-70% de la frecuencia máxima promedio. En caso de que exista hipertensión arterial, deberían descartarse otras causas secundarias de hipertensión y los fármacos de elección durante la menopausia parecen ser los IECA o los ARAII.
Finalmente, si fuese necesario el empleo de estatinas u otros fármacos útiles para la prevención primaria o secundaria, los especialistas insisten en recomendar la colaboración del médico especialista en este campo, ya que muchos de los datos obtenidos con estos tratamiento provienen de estudios realizados en varones, y parece que no funcionar del mismo modo en la mujer.

06 June 2012

LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA PARA EL ESTUDIO DE LA MENOPAUSIA CELEBRA SU 20º ANIVERSARIO CON LA PUBLICACIÓN DEL LIBRO HISTORIA DE LA AEEM



Descripción: logo
El 17 de junio de 1991 se acordó el Acta Fundacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), impulsada por el doctor Eduardo Fernández Villoria, quien en 1989 ya había creado una sección –la Sección Española para el Estudio de la Menopausia (SEEM)- dentro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). En la actualidad, cuando se celebra su 20º Aniversario, presenta el Libro HISTORIA DE LA AEEM: 20 ANIVERSARIO.

Según la doctora Mª Jesús Cornellana, ginecóloga y editora de la obra, “nadie mejor que los presidentes de la AEEM, desde su fundación hasta el actual, para ser los autores naturales de esta historia”. Así, la obra ha contado con la participación de los seis presidentes desde su fundación: Eduardo Fernández-Villoria, José Navarro, Rafael Comino, Santiago Palacios, Javier Ferrer y Rafael Sánchez Borrego.

“Todas y cada una de las etapas por las que hemos pasado han estado representadas por el liderazgo de cada uno de los presidentes que, junto a sus respectivas Juntas Directivas, han imprimido su personalidad. Desde el empeño en el inicio, pasando por su consolidación y alcanzado el liderazgo”, destaca eldoctor Rafael Sánchez Borrego, actual presidente de la AEEM. Sin duda, la evolución de la entidad ha ido de la mano de la evolución de la atención a la mujer madura, lo que, en palabras del doctor Sánchez Borrego, “ha visto cómo el habitual péndulo ha marcado el extremo de la explosiva visión de la terapia hormonal, hasta la total dependencia de la medicina basada en la evidencia para la mejora de la atención integral a la Menopausia”.

Respecto al objetivo del libro, la doctora Cornellana señala que nos planteamos “recorrer la historia de la Asociación desde una visión humanística sin obviar aspectos científicos, un relato de las intervenciones y vivencias de cada presidente”.

La publicación de la obra coincide con el XII Congreso Nacional de la Asociación,  que se está celebrando en Alicante esta semana. La celebración del Congreso es fruto del posicionamiento logrado gracias a la labor que cada una de las juntas directivas anteriores ha aportado durante estos más de 20 años de andadura, de forma que “la AEEM es hoy una sociedad científica de reconocido prestigio en nuestro país y de gran proyección internacional”, destaca el doctor Sánchez Borrego.

Desde el principio, la AEEM –que cuenta en la  actualidad con alrededor de 1.000 socios- ha tenido como fines la investigación y la formación médica continuada, para poder ser la sociedad científica de referencia en la mujer en el climaterio y, desde este punto de vista, colaborar estrechamente con las autoridades sanitarias y establecer alianzas con aquellas sociedades científicas con interés en la atención integral a la mujer en esta etapa de la vida. Además, el presidente de la AEEM destaca “la apertura que tiene la Asociación a la mujer, como protagonista de su salud, a través de proyectos de divulgación y educación para la adopción de hábitos de vida saludable”.

05 June 2012

MÁS DEL 12% DE LA POBLACIÓN FEMENINA EN ESPAÑA ESTÁ EN LA EDAD DE LA PERIMENOPAUSIA



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Más de un millón de mujeres de la Comunidad Valenciana tiene más de 40 años, una cifra que se supera los cuatro millones y medio si hablamos del ámbito nacional, lo que equivale a que el 12% de la población femenina de nuestro país se encuentra a una etapa en la que comienza a disminuir la función ovárica y a aparecer los primeros síntomas de la menopausia. Las diversas manifestaciones endocrinas, biológicas y clínicas asociadas a esta época de transición hacen necesarias unas pautas de cuidado específicas, tanto a nivel de calidad de vida como en lo que respecta al tratamiento hormonal, según han puesto de manifiesto los expertos reunidos en el XII Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM),que se celebra en Alicante desde hoy y hasta el próximo 8 de junio.

La duración de la perimenopausia varía entre los dos y cinco años y coincide con alteraciones relacionadas con el nivel de estrógenos causante de la redistribución de la grasa corporal debido al descenso de la actividad física durante esta fase, lo que produce, en consecuencia, un aumento del riesgo de síndrome metabólico y de eventos cardiovasculares. Por esta razón, el doctor Rafael Sánchez Borrego, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), subraya que “es fundamental seguir los principios de un estilo de vida saludable centrándose en la práctica de ejercicio físico, acompañado de una dieta adecuada, la supresión o restricción de hábitos tóxicos y otras medidas de autocuidado”. Según explica el doctor, “los cambios en el estilo de vida durante esta etapa pueden tener un potencial impacto sobre la morbilidad y, eventualmente, sobre la mortalidad”. Así, incrementar la actividad física a 30 minutos diarios, dejar de fumar y seguir una dieta cardiosaludable incorporando suplementos dietéticos de calcio y vitamina D son los principales factores que ayudarían a modificar el riesgo de patologías.

Precisamente el lema escogido este año, ‘Rumbo al Bienestar’, representa a la perfección el objetivo de esta nueva edición del Congreso: plantear un panorama terapéutico y preventivo que garantice el bienestar y la salud en las mujeres mayores de 40 años, así como un envejecimiento saludable. “Con este Congreso queremos, desde una perspectiva integral y multidisciplinar, mejorar aún más la calidad de vida de la mujer durante esta etapa, siempre sin olvidarnos de que es la propia mujer la que debe participar en las decisiones clínicas y de tratamiento”, insiste el doctor Sánchez Borrego. Con esta filosofía Elsa Punset impartirá esta tarde la Conferencia Inaugural "Menopausia e inteligencia emocional y viceversa".

Con los primeros desequilibrios ováricos surgen también algunos síntomas que son habituales al final de la transición menopáusica y en la posmenopausia temprana. Los sofocos constituyen el principal síntoma en esta fase y suelen estar asociados con trastornos del sueño, episodios depresivos y cambios en el estado de ánimo. En estos casos, “la mayoría de las mujeres posmenopáusicas, con la excepción de las mujeres con cáncer de mama o enfermedad cardiovascular conocida, que tienen síntomas de atrofia vaginal y/o la inestabilidad vasomotora, son buenas candidatas para la terapia de estrógenos”, explica el doctor Francisco Quereda, presidente del XII Congreso Nacional de la AEEM.

Los expertos también advierten de los riesgos de la gestación durante la perimenopausia. Y es que en los últimos años, la edad de la maternidad se ha retrasado hasta superar en algunas ocasiones los 40 años. “La aplicación de técnicas de reproducción asistida se ha popularizado en los últimos años en esta franja de edad, pero hay que tener en cuenta las complicaciones que pueden surgir durante el embarazo como la diabetes gestacional, la hipertensión, el crecimiento intrauterino restringido y la prematuridad, que siguen dependiendo de la edad de la madre. Como consecuencia, tanto el número de partos operatorios o instrumentales como la morbi-mortalidad perinatal y materna aumentan durante la perimenopausia”, comenta el doctor Quereda.

Anticoncepción en la perimenopausia
Al hablar de anticoncepción, la edad también es un factor determinante. Mientras que los métodos anticonceptivos no hormonales disponibles para las mujeres en transición menopáusica son los mismos que para otras edades, en el caso de la anticoncepción hormonal combinada la edad por sí misma se asocia a un mayor riesgo de tromboembolismo venoso a partir de los 39 años. Estudios epidemiológicos han reportado
un incremento en el infarto de miocardio y en la mortalidad cardiovascular en usuarias de la píldora combinada que tienen más de 35 años y que  además fuman. Así, en palabras del doctor Quereda, “la relación entre el tabaquismo, uso de anticonceptivos orales y la enfermedad cardiovascular es considerada un importante factor de riesgo durante esta etapa de la vida. Sin embargo, para una mujer sana no fumadora, la prescripción de anticonceptivos hormonales no supone ningún problema si no hay contraindicación”.

Más información para afrontar una nueva etapa
Precisamente por el aluvión de dudas que genera la entrada de la mujer en esta etapa de la vida y debido a la diversidad de síntomas que puede experimentar, los expertos de la AEEM consideran fundamental que las sociedades científicas establezcan guías prácticas dirigidas a profesionales para homogeneizar el manejo terapéutico de las mujeres durante el climaterio. Precisamente, en este sentido, la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia ha creado por primera vez manuales prácticos denominados menoguías sobre algunas de las patologías asociadas a la menopausia como la osteoporosis y en las que se incluye, además, un capítulo enfocado a las mujeres, para que los expertos conozcan qué información deben dar a sus pacientes.

Tal como explica la doctora Montserrat Manubens, secretaria de la Junta Directiva de la AEEM, “consideramos apropiado elaborar nuestras propias recomendaciones basadas en el sistema GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation) para crear guías de práctica clínica (GPC) y clasificar la calidad de la evidencia y la fuerza de las recomendaciones”. En estos momentos, la Asociación tiene disponibles cuatro MenoGuías que abordan situaciones tan comunes en esta edad como son la perimenopausia, el cáncer de mama, la osteoporosis y el uso de la tibolona en la mujer posmenopáusica. La doctora Manubens incide en que “las MenoGuías de la AEEM ofrecen material informativo para dar respuesta, en un lenguaje sencillo, a las cuestiones básicas que se plantea la población en general y, en concreto, la mujer”. En ningún caso, insiste, esta información pretende ser un sustituto del consejo médico, diagnóstico o tratamiento, “por lo que es fundamental recibir consejo médico en el momento en el que comience a haber desequilibrios hormonales”.

21 April 2012

Sólo una de cada tres mujeres mantiene la visita al Ginecólogo a partir de los 65 años‏



La llegada de la mujer a la madurez trae consigo nuevas problemáticas y enfermedades que modifican las prioridades en cuestión de salud y relega a un segundo plano la visita al ginecólogo. De hecho, sólo una de cada tres mujeres mayor de 65 años continúa visitando al ginecólogo de forma rutinaria, según el doctor José Luis Neyro, coordinador de la novena edición del Curso de Menopausia y Climaterio que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) celebra en Bilbao.

Según este experto, no hay una edad límite para las visitas al experto, sino que toda mujer debe acudir al ginecólogo “siempre que se tengan síntomas que condicionen o alteren su calidad de vida”. Sin embargo, -insiste el doctor Neyro-, “la mayoría de las mujeres priorizan la visita a otros especialistas confiadas de que el cuidado ginecológico a partir de los 65 años ya no es imprescindible, lo que provoca que alrededor de la mitad de las féminas no vaya nunca a la consulta en esta edad”.  El doctor Neyro insiste en que esta decisión “representa un error, ya que la mujer no deja de serlo por envejecer y su asistencia debe ser integral, asegurando la calidad de su salud vaginal”.

Precisamente, a juicio del doctor Rafael Sánchez, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), uno de los fines que persigue la celebración de este tipo de Cursos, en el que se actualicen los protocolos de tratamiento en la atención sanitaria que recibe la mujer para que podamos aplicarlos de manera individualizada a cada paciente y a cada edad. Se trata de fomentar la formación de los especialistas implicados en el tratamiento de los posibles trastornos que pueden presentarse en la mujer madura y promover el conocimiento y la educación sanitaria de la mujer en torno a la menopausia”.

La incontinencia como síntoma prevalente
Y es que, pese a la opinión mayoritaria, la salud de la mujer durante la madurez también debe ser controlada y promocionada dentro de la especialidad ginecológica,  enfocándose, entre otras cosas, a tratar de equilibrar la vagina, disminuir la sintomatología y prevenir el descenso genital, vigilar los desajustes del suelo pelviano o la incontinencia urinaria. 

Precisamente esta última, la incontinencia urinaria, es uno de los principales trastornos en esta edad y que afecta aproximadamente al 40% de las mujeres mayores. “La denominada incontinencia urinaria de esfuerzo, a diferencia de otros tipos de incontinencia, tiene muchas opciones terapéuticas, por lo que hay que valorar cuál es el ámbito de aplicación real de estas nuevas posibilidades de tratamiento", explica el doctor Neyro.

Los avances realizados en los últimos años han propiciado que, hoy en día, se puedan tratar y corregir más del 90 por ciento de los casos de incontinencia de esfuerzo, así como prevenir y evitar un alto porcentaje de las desencadenadas por partos o cirugías. En opinión de estos especialistas, “entre los diferentes factores que han contribuido a esta mejora generalizada podemos citar el diagnóstico -que es cada vez más exacto y permite realizar un tratamiento adecuado a cada caso particular, el disponer de tratamientos cada vez más eficaces, menos agresivos y con menos complicaciones; y la posibilidad de tratar esta patología con un equipo multidisciplinar que facilita un abordaje integral del problema”.

Casi la totalidad de las mujeres sufren sequedad vaginal durante el climaterio‏


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Prácticamente el cien por cien de las mujeres españolas sufre sequedad vaginal en algún momento del climaterio, uno de los problemas más comunes que suelen padecer las mujeres en edad menopáusica y que afecta a la calidad de vida y de las relaciones sexuales, según ha puesto de manifiesto el doctor José Luis Neyro, coordinador de la novena edición del Curso de Menopausia y Climaterio que la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) celebra en Bilbao.

Según explica el doctor Neyro, una de las razones fundamentales que provocan la sequedad vaginal es el hipoestronismo, es decir, la falta de producción de estrógenos por los ovarios que conduce a una disminución del espesor de la mucosa vaginal y puede producir dolor en el contacto sexual.   

La aparición de los primeros síntomas, principalmente el picor, escozor y el dolor durante las relaciones sexuales (conocido como dispareunia), no es tanto una cuestión cronológica asociada a la edad de la menopausia, sino que depende de cuándo comienza a reducirse el nivel hormonal. “En ocasiones la sequedad aparece años después de la menopausia, pero en la mayoría de los casos suele ocurrir en la con anterioridad”, comenta este experto.

Precisamente para arrojar luz sobre el abordaje de este tipo de síntomas, el curso, según el doctor Rafael Sánchezpresidente de la AEEM, “pretende atender capítulos concretos de la salud de la mujer que inciden directamente en su calidad de vida”. Es una oportunidad, además, “para fomentar, desarrollar y promover el estudio del climaterio, formando a los especialistas implicados en el tratamiento de los posibles trastornos que pueden presentarse en la mujer menopáusica”, añade el doctor Sánchez Borrego.

Uno de los tratamientos más eficaces, según el doctor Neyro, es “el empleo de estrógenos que provocan la maduración del epitelio vaginal, aumentan su grosor, restauran el pH ácido normal, aumentan la secreción vaginal y alivian o resuelven las molestias relacionadas con la sequedad y su repercusión en la sexualidad y calidad de vida”.

El auge de los prebióticos y probióticos
Sin embargo, en los últimos años ha quedado demostrado el papel de los prebióticos y probióticos como tratamiento preventivo. Según explica este experto, “los prebióticos son ingredientes alimenticios no digeribles que producen un efecto beneficioso al estimular la actividad metabólica y promover la salud intestinal”. Este tipo de ingredientes funcionales, presente en la leche materna y en algunas frutas y verduras (plátano, ajo, puerro, cebolla, alcachofa, espárrago, tomate, raíz de achicoria, etcétera), disminuyen la presión sanguínea y el colesterol plasmático y favorecen la mineralización ósea, entre otras cualidades.

En el caso de los probióticos, además de su eficacia a nivel intestinal, ahora se conocen los denominados probióticos vaginales, gérmenes vivos que reequilibran la flora vaginal y evitan el sobrecrecimiento de gérmenes patógenos que alternan la calidad de vida de la mujer. Según explica el doctor Neyro, tras el tratamiento antibiótico, los probióticos vaginales se administran a través de tampones durante la menstruación o de cápsulas vaginales liofilizadas durante el resto del mes.

10 April 2012

Casi la mitad de las mujeres sufren trastornos del sueño durante el climaterio‏



Alrededor del 47% de las mujeres en edad menopáusica se muestran insatisfechas con la calidad del sueño durante el climaterio, debido, principalmente, al fuerte impacto que los cambios en los niveles de estrógenos tienen sobre el cerebro y las áreas relacionadas con el sueño, según afirma el doctor Plácido Llaneza, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM).

“Con la edad, los cambios físicos y hormonales deterioran la cantidad y calidad del sueño y su prevalencia aumenta desde la premenopausia a la posmenopausia, un problema que se ve agravado en aquellas mujeres que sufren sofocos durante la noche, ya que interrumpe el sueño y acaba perjudicando su estado de ánimo durante el día”, comenta el doctor Llaneza, que añade que “una vida con tensiones, el estrés psicológico o el ánimo depresivo, muy comunes en esta época de la vida de la mujer, pueden ser incluso más importantes a la hora de alterar el sueño que los cambios hormonales”.

Una mala calidad del sueño puede convertirse en generador de nuevos síntomas entre las mujeres menopáusicas. Según el experto, “una mala calidad del sueño hace que durante el día la mujer se encuentre más cansada, con somnolencia, de peor humor y con tendencia a la depresión. De hecho, debemos recordar que la relación del sueño con la depresión es bidireccional de manera que el ánimo depresivo suele impedir una buena calidad del sueño y, a la inversa, cuando no se logra descansar plenamente, el riesgo de depresión es más alto”.

Los problemas de sueño suelen continuar en las mujeres posmenopáusicas haciéndose cada vez más ligero y fragmentado. En este sentido, enfermedades físicas crónicas como la artritis, artrosis, enfermedades pulmonares o úlceras estomacales pueden, asimismo, ser factores que contribuyen de forma importante a alterar el sueño.

Ayuda farmacológica
Antes de recurrir a la terapia farmacológica, los expertos insisten en que es necesario determinar los síntomas que pueden estar ocasionando una mala calidad del sueño. En los casos en los que la Terapia Hormonal (THS) está indicada para los síntomas climatéricos, puede resultar de ayuda para combatir el insomnio provocado por los sofocos, especialmente si se asocia a un hipnótico al acostarse. En concreto, tal como explica el doctor Llaneza, “el tratamiento con estrógeno no sólo alivia las sofocaciones nocturnas, sino que podría mejorar también los síntomas depresivos”.

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