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28 September 2020

Expertos recomiendan una nueva valoración de la composición y función corporal integral de la desnutrición para mejorar el pronóstico de los pacientes

 

  Es necesario un nuevo enfoque en la nutrición clínica que estudie los cambios morfofuncionales en pacientes con desnutrición relacionada con la enfermedad. Para ello, se deben aplicar determinadas técnicas en la práctica clínica que ayuden a detectar a los pacientes que requieren una terapia médica nutricional y de esta forma, reducir tanto la mortalidad como las complicaciones, según afirmaron especialistas en nutrición clínica durante el simposio “Posicionamiento sobre la función y composición corporal: Nuevo enfoque de la nutrición clínica. Cómo aplicarlo en la práctica y no morir en el intento”.

Según se recoge en este posicionamiento, cuyas guías maestras se dieron a conocer durante la celebración virtual del XXXV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nutrición Clínica y Metabolismo (SENPE), “el diagnóstico morfofuncional permite realizar un diagnóstico más preciso sobre la desnutrición relacionada con la enfermedad”. La evaluación de la literatura científica de este proyecto se realizó utilizando el abordaje GRADE, un marco metodológico sistemático, explícito y transparente para la evaluación de la calidad de la evidencia y la graduación de la fuerza de las recomendaciones.

Este nuevo enfoque, explicó el Dr. Diego Bellido, del Complejo Hospitalario de Ferrol en A Coruña, supone la sustitución de los parámetros clásicos aplicados hasta ahora en nutrición clínica mediante una nueva metodología basada en la evidencia que incorpore herramientas para la valoración morfofuncional. Los resultados mediante estas herramientas pueden servir de predictores de mortalidad y complicaciones de los pacientes desnutridos con patologías agudas o crónicas, y van a servir de base en para la labor de muchísimos expertos en nutrición clínica con el objetivo de mejorar la calidad asistencial de los pacientes”.

Para la elaboración de este posicionamiento se creó un grupo de trabajo coordinado por el propio Dr. Bellido, junto al Dr. García Almeida, del Hospital Clínico Virgen de la Victoria y Hospital Quironsalud de Málaga, y a Cristina García, del Departamento Médico de Persan Farma, y en el que participaron expertos en Endocrinología y Nutrición de hospitales de toda España. La metodología fue coordinada por la Dra. María Ballesteros, del Complejo Asistencial Universitario de León, y por el Dr. Gabriel Olveira, del Hospital Regional Universitario de Málaga.

 

Prevalencia de la desnutrición y aplicación práctica

Se estima que entre el 20-30% de los pacientes hospitalizados presenta desnutrición relacionada con la enfermedad al ingreso, alertó el Dr. García Almeida. Sin embargo, sigue siendo un aspecto infravalorado a pesar de que afecta al pronóstico de las otras enfermedades que padece el paciente”.

“En el caso concreto de los pacientes hospitalizados con COVID-19, añadió el especialista, y en especial los pacientes ingresados en UCI, sufren una gran pérdida de masa corporal, junto a una afectación muscular relevante, que se debería tener en cuenta al valorar el pronóstico de la enfermedad”.

Según el experto, “debido a la alta prevalencia de la denominada desnutrición oculta o invisible relacionada con las enfermedades, es muy importante aplicar en la práctica clínica las mejores herramientas de detección que nos permitan tomar medidas de actuación que mejoren la esperanza de vida del paciente”.

“Cuando se detecten estos problemas, destacó el Dr. García Almeida, especialista en Nutrición clínica, se debe aplicar un tratamiento médico nutricional, que abarca tanto los suplementos proteicos como la nutrición específica suministrados por sonda o por vena, si no se pudieran alcanzar los objetivos nutricionales objetivo con la ingesta de comida natural. Además, la intervención sobre la salud del paciente se debe complementar con la recomendación de hacer ejercicio y la importancia del movimiento. Para el Dr. García Almeida es fundamental que el paciente sea partícipe en su intervención nutricional.

 

Técnicas de diagnóstico

La dinamometría de mano y el ángulo de fase son dos de las técnicas con mayor grado de validez como forma de medición de la desnutrición. “De hecho, aseguró el Dr. Gabriel Olveira, del Hospital Regional Universitario de Málaga, la dinamometría de mano debería incorporarse a la valoración nutricional rutinaria de los pacientes con patologías agudas o crónicas porque predice adecuadamente el pronóstico”, entre los que se incluyen a los pacientes con COVID-19. Además, es un método sensible que puede ser realizado fácilmente, con un coste bajo y fácilmente estandarizable.

En cuanto al valor pronóstico del ángulo de fase medido por impedanciometría en la evolución de patologías médicas o quirúrgicas, la Dra. Virginia Bellido, del Hospital Universitario Cruces de Baracaldo (Vizcaya), declaró que, tras el análisis de numerosos estudios, puede utilizarse como predictor de mortalidad y de complicaciones en pacientes con malnutrición relacionada con la enfermedad.

En concreto, se incluyeron para el posicionamiento patologías médicas y quirúrgicas, entre las que prevalecían las enfermedades oncológicas, enfermedad renal crónica, insuficiencia cardíaca o EPOC, entre otras, y se evaluaron complicaciones como la estancia media hospitalaria de ingresos y/o complicaciones postoperatorias y la mortalidad a corto y a largo plazo.

Respecto a la antropometría, la Dra. Irene Bretón, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, comentó que “podemos recomendar la utilización de antropometría clásica, con medida de pliegues y circunferencias, como parte de la evaluación del estado nutricional. Gracias a la antropometría podemos predecir el pronóstico clínico en los pacientes hospitalizados o ambulatorios con desnutrición o con patologías que aumentan un riesgo de desnutrición relacionada con la enfermedad”.

En cuanto al valor pronóstico de las determinaciones analíticas, la Dra. Rosa Burgos, de Vall d'Hebron Barcelona Hospital Campus, afirmó que “la medición de albúmina preoperatoria debe utilizarse como predictor de complicaciones y de mortalidad en la evaluación preoperatoria de todos los pacientes que van a ser sometidos a cirugía mayor. En pacientes con patología médica aguda y, en concreto, en los ancianos en la comunidad, la albúmina también nos va a predecir complicaciones y mortalidad”.

 

Valoración de la ingesta, técnicas de imagen y tests funcionales

El Dr. Juan José López, del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, expuso los resultados obtenidos en cuanto a utilización de distintas técnicas de valoración de la ingesta y valoración de malabsorción y maldigestión como marcadores pronóstico y su recomendación en la práctica clínica.

Según afirmó, la realización de herramientas estructuradas que incluyen métodos de valoración de la ingesta oral, especialmente Mini Nutritional Assessment (MNA) y Valoración Global Subjetiva (VGS), deben utilizarse en la valoración nutricional habitual en pacientes desnutridos o en riesgo de desnutrición con un grado de recomendación fuerte.

En cuanto a las técnicas de imagen, la Dra. Pilar Matía, del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, abordó en qué medida la valoración de la composición corporal mediante tomografía axial computarizada (TAC) o ecografía muscular permite predecir el pronóstico clínico en pacientes con patología y riesgo de presentar desnutrición relacionada con la enfermedad.

La ecografía muscular, aunque es una técnica emergente, se debería utilizar para predecir el pronóstico clínico cuando otras técnicas de valoración de composición corporal no son accesibles”, expuso la Dra. Matía.

El uso del TAC se recomienda como herramienta de valoración de la cantidad y calidad muscular para predecir pronóstico clínico cuando se realiza de forma rutinaria en las patologías habituales que la requieren, como es el caso de los pacientes oncológicos que son sometidos a estas pruebas.

El Dr. Alejandro Sanz, del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, presentó los resultados en cuanto al uso de tests funcionales y de calidad de vida. “Tras el análisis de los estudios, podemos afirmar que los tests funcionales son herramientas que deberían incorporarse a la valoración nutricional de forma rutinaria porque son predictores de mortalidad y complicaciones de los pacientes desnutridos con patologías agudas o crónicas”, declaró el Dr. Sanz. En el caso de los tests de calidad de vida, debido a que se incluyen en un número mucho menor de estudios, tan solo se sugiere que pueden incorporarse a la valoración nutricional como predictores de mortalidad y complicaciones de este tipo de pacientes.

Según resumió el Dr. García Almeida, “algunas de estas herramientas son bastante novedosas, aunque otras ya se vienen utilizando desde hace un tiempo, pero lo más importante es que era necesario una evaluación sistemática sobre su empleo como valor pronóstico. Ahora ya lo tenemos, y podemos aseverar que estas herramientas se deben incluir en la práctica clínica”. Los resultados completos del estudio se presentarán con la publicación definitiva del posicionamiento en los próximos meses.

 

23 June 2020

Hasta el 80% de los pacientes afectados de ELA presentan dificultad para tragar


  El 21 de junio se celebró el Día Mundial de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta a las neuronas motoras del cerebro y la médula espinal. En esta patología, se produce una debilidad muscular que avanza en el tiempo y que puede derivar en una parálisis total, afectando capacidades motoras básicas como hablar, masticar, respirar o tragar. Concretamente, se ha visto que hasta el 80% de los pacientes afectados de ELA en fases avanzadas presentan trastornos de la deglución, lo que se conoce como disfagia.

Según distintos estudios clínicos, un tercio de los pacientes con ELA muestran una forma de inicio  bulbar, es decir, sus síntomas comienzan con problemas para hablar o tragar. En este sentido, los facultativos señalan que una evaluación temprana de la función deglutoria es crucial para generar intervenciones rápidas y enlentecer el deterioro clínico.

“La aparición de síntomas clínicos de disfagia, pérdida de peso e insuficiencia respiratoria deben ser controlados desde el diagnóstico de la enfermedad para establecer un tratamiento nutricional y así poder influir positivamente en la supervivencia del paciente”, explica la Dra. M. Nuria Virgili Casas, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitari de Bellvitge.

EL ABORDAJE TEMPRANO DE LA DESNUTRICIÓN EN EL PACIENTE DE ELA, CLAVE PARA SU CALIDAD DE VIDA
Los especialistas señalan que los problemas en la deglución son a menudo infravalorados por los pacientes con ELA debido a la adaptación progresiva  a los síntomas de afectación bulbar y la negación de una posible progresión de la enfermedad. El paciente no siempre reconoce el trastorno, conduciendo a serias consecuencias, como pueden ser la desnutrición y la reducción de la supervivencia.

Un estudio con casi 300 pacientes demostró que la pérdida de peso involuntaria, tanto en el momento del diagnóstico como durante la evolución de la enfermedad, es un factor de mal pronóstico y de peor supervivencia.  Se ha observado que los pacientes de ELA con inicio bulbar son los más susceptibles del deterioro de su estado nutricional.

La disfagia necesita ser identificada y tratada de manera precoz, así como ser evaluada regularmente para evitar complicaciones, particularmente en pacientes que no han percibido esta alteración. Esto garantiza una terapia adecuada a través del soporte de alimentación oral (mediante modificaciones en la textura  de su dieta y maniobras compensatorias para facilitar la deglución) para prevenir la desnutrición y  el paso de comida a la vía respiratoria. En este contexto, las estrategias para prevenir la desnutrición tienen un impacto positivo tanto en la calidad de vida como en la supervivencia. En aquellos pacientes con disfagia silente, la detección precoz es crítica para evitar complicaciones como neumonía por aspiración.

“La evaluación nutricional en los pacientes afectados de ELA debe ser contemplada desde la visita inicial, así como en cada visita de seguimiento para detectar precozmente una posible pérdida de peso involuntaria. De esta manera, se pueden instaurar medidas de suplementación nutricional, adaptación de las texturas o la colocación precoz de una gastrostomía para compensar el gasto calórico aumentado por el estado de hipermetabolismo y/o las dificultades en la deglución que pueden presentar estos pacientes”, comenta la Dra. Virgili Casas.

LA IMPORTANCIA DE ADAPTAR LA TEXTURA DE LOS ALIMENTOS EN LOS PACIENTES DE ELA CON DISFAGIA
La evidencia científica ha puesto en relieve que más de la mitad de los pacientes con disfagia (51%) sufren desnutrición.  En este sentido, queda claro que la nutrición juega un papel importante en estos pacientes, y para ello, la innovación se centra en el uso de suplementos nutricionales espesados y espesantes basados en gomas amilasa resistentes. El resultado terapéutico de estos espesantes es mucho mejor que el de los espesantes basados en almidón, ya que mantienen la consistencia en el tiempo y no incrementan los residuos orofaríngeos.

Danone Specialized Nutrition, bajo la marca Nutricia, dispone del primer espesante tipo clear desarrollado en el mercado (basado en gomas amilasa resistentes), con evidencia probada tanto en seguridad, como en cumplimiento. Además, favorece una mayor ingesta de líquidos, ayudando a reducir el riesgo de deshidratación. También la compañía pone a disposición de las personas con disfagia el único suplemento nutricional espesado resistente a la amilasa en 125 ml, que favorece la seguridad y el cumplimiento terapéutico de los pacientes con dificultades para tragar que cursan con desnutrición, una de las principales consecuencias de la disfagia.

En esta línea, el área de nutrición clínica de la compañía apuesta, además, por compartir información de utilidad para pacientes y cuidadores en su web para pacientes con disfagia (https://disfagia-nutricion.es/), así como en sus cuentas de Twitter  (@Nutricia_es) e Instagram (@Nutricia_disfagia) para facilitar el manejo tanto a los pacientes como a sus familiares y/o cuidadores. 

A través de esta web para pacientes con disfagia y sus cuidadores, así como de sus cuentas de Twitter e Instagram, Danone Specialized Nutrition pretende trabajar para  mejorar la calidad de vida de las personas con disfagia, ofreciendo recomendaciones, trucos, consejos y recetas para hacer que los pacientes con disfagia puedan seguir disfrutando de la vida.



  

06 March 2017

Todos los pacientes neurológicos necesitan una valoración nutricional individualizada y completa

 La desnutrición en los pacientes neurológicos es un factor añadido de riesgo que empeora la evolución de la enfermedad  y la recuperación funcional  

  • La alteración de la deglución o disfagia supone un mayor riesgo de desnutrición y también de paso de alimentos a la vía respiratoria, lo que puede ser muy grave, incluso mortal          
  • Para que la deglución sea segura hay que adecuar la dieta oral modificando la textura, asegurándose de los requerimientos de energía, nutrientes y fluidos para el paciente
La desnutrición en los pacientes neurológicos es un factor que empeora la evolución de la enfermedad (riesgo de complicaciones y de mortalidad, infecciones o las úlceras por presión, etc.) y la recuperación funcional. El tratamiento nutricional juega un papel imprescindible en la mejora del pronóstico y la calidad de vida de la persona afectada. Con este motivo, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), con la colaboración de Fresenius Kabi, ha organizado el curso: “Soporte nutricional en el paciente neurológico”,  en el que se han abordado las cuestiones más destacadas en relación con la nutrición en estos pacientes.      

“Todos los pacientes con enfermedades neurológicas requieren una valoración nutricional, como parte de su valoración clínica habitual y, dependiendo de la patología, necesitarán alguna modalidad de tratamiento nutricional”, comenta la doctora Irene Bretón, coordinadora del curso y miembro de la Junta Directiva de la SEEN. El tratamiento nutricional en estos casos debe tener en cuenta las causas que pueden favorecer la desnutrición en cada paciente concreto. En este sentido, la doctora María Ballesteros, coordinadora, también, del curso y del área de Nutrición de la SEEN, explica: “Para cualquiera de los pacientes que en algún momento de su enfermedad pierda peso o tenga problemas para tragar, será imprescindible tener una valoración nutricional individualizada y completa”.
Los profesionales coinciden en que en estos casos, “también es importante mantener una dieta completa y equilibrada, que incluya todos los grupos de alimentos y que aporte la cantidad suficiente de energía, proteínas y nutrientes”, resalta la doctora Ballesteros.       

La disfagia, el problema más prevalente en estos pacientes    
Estas patologías neurológicas tienen a menudo asociadas alteraciones en la ingesta. Así, la deglución o disfagia supone un mayor riesgo de desnutrición y también de paso de alimentos a la vía respiratoria, lo que puede ser muy grave, incluso mortal. 

“Cuando existe dificultad para tragar se plantean dos problemas fundamentales. Por un lado, la deglución puede no ser segura, y aumenta el riesgo de aspiración y de neumonía, que puede tener consecuencias graves. Por otro, el aporte de agua y nutrientes es menor y aumenta el riesgo de deshidratación y desnutrición”, resalta la doctora Bretón quien continúa: “Para que la deglución sea segura, hay que adecuar la dieta oral modificando la textura de los alimentos sólido y líquidos para el paciente”.
En este sentido, la modificación de texturas consiste en adaptar los alimentos para que tengan una consistencia que haga lo más fácil posible el hecho de tragar. En la mayor parte de los pacientes neurológicos supone hacer más homogéneos los alimentos (no mezclar sólidos y líquidos, evitar grumos o trozos, etc.) y en espesar los líquidos para evitar su paso a la vía respiratoria.

Un curso práctico y dinámico    
Esta actividad formativa, dirigida a médicos especialistas en Endocrinología y Nutrición, tiene por objetivo principal actualizar los conocimientos sobre la importancia del estado nutricional en los pacientes con patología neurológica, la prevalencia y las causas más importantes de desnutrición, la valoración y el tratamiento nutricional de estos pacientes.
A través de un formato muy dinámico, con casos clínicos y participación activa de los alumnos, se abordan las principales enfermedades neurológicas, ictus, enfermedad de Parkinson, ELA, traumatismo craneoencefálico, etc. “Además, otros temas destacados que se han abordado son la disfagia, y los aspectos éticos en el soporte nutricional en estos pacientes, especialmente relevantes en las fases avanzadas”, apunta la doctora Bretón.

23 October 2014

La desnutrición crónica favorece el incremento de enfermedades infecciosas en países en vías de desarrollo



La desnutrición crónica y aguda, endémica en algunas zonas del planeta, es un agente clave en el contagio y propagación de enfermedades infecciosas y oportunistas debido a la deficiencia de nutrientes en el organismo y, por tanto, al debilitamiento del sistema inmunitario.

Cómo atajar este tipo de problemas sentando las bases de una nutrición comunitaria que impulse herramientas adecuadas para reducir las tasas de desnutrición y las dolencias subyacentes, es el objetivo del III Congreso Mundial de Nutrición y Salud Pública que se celebrará del 9 al 12 de noviembre en las Palmas de Gran Canaria y que reunirá a más de 1.500 especialistas en la materia, de 90 países diferentes.

 “La desnutrición no sólo afecta a la talla y al peso, también al sistema inmunitario debido a la ingesta deficitaria de nutrientes, calorías y proteínas. Tanto es así que en los niveles agudos de malnutrición se incrementa el riesgo ante dolencias oportunistas respiratorias, intestinales o tuberculosis, entre otras”,  explica el Prof. Dr. Lluìs Serra-Majem, Presidente del citado Congreso, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública  y Titular de la Cátedra UNESCO de Sistemas de Salud de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

La malnutrición debido al déficit severo de calorías y proteínas reduce los niveles de linfocitos y leucocitos debido a una atrofia del Timo”, subraya el  Prof. Dr. Serra-Majem. “También se afecta la activación del complemento que impide que los macrófagos engullan y eliminen a determinados patógenos”.

Menos mortalidad gracias a la nutrición comunitaria

“Entre el 35 y el 40% de los casos de muerte antes de los cinco años tienen como causa la desnutrición crónica”, apunta el Prof. Dr. Serra-Majem. “Cuando la desnutrición llega a hacerse crónica, la inmunidad frente a enfermedades infecciosas como el Ébola, la malaria, el SIDA o la gripe, u otras dolencias como tuberculosis, diarreas o enfermedades respiratorias, se reduce y a la vez se multiplica el riesgo de las complicaciones que pueden llegar hasta la muerte, incluso disminuye la efectividad de las vacunas”.

Aunque las cifras de mortalidad causada por desnutrición continúan estando en cotas elevadas, en los últimos 20 años se han conseguido reducir desde el 53% hasta el 35-40% actual gracias a las mejoras sanitarias y económicas en algunas regiones. “De todas formas, y debido a la crisis en la que estamos sumidos actualmente, este porcentaje podría volver a incrementarse por los retrocesos sociales, sanitarios y económicos que se están viviendo en varios países”,  concluye el Prof. Serra-Majem.

Más de 1.500 profesionales de 90 países

El III Congreso Mundial de Nutrición y Salud Pública también dará cabida a las novedades más significativas en epidemiología nutricional, los alimentos funcionales, la nutrigenómica o los nuevos indicadores de la desnutrición. “La prevención ha dejado de tener como objetivo principal la consecución de mejoras en la higiene o los programas de vacunación, para centrarse en la búsqueda de soluciones que abarquen las distintas facetas etiológicas de los actuales problemas de salud como la obesidad, la malnutrición, las enfermedades cardiovasculares, el deterioro cognitivo o el sedentarismo, entre otras”, apunta el Prof. Dr. Javier Aranceta, profesor asociado de Medicina Preventiva y Salud Pública y de Nutrición de la Universidad de Navarra, así como presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC)

Como prolongación de este evento internacional, del 29 de abril al 2 de mayo se realizará un post congreso en Gambia donde se están llevando a cabo varias actividades de cooperación para luchar contra la malnutrición a través de la ONG Nutrición sin Fronteras, también dirigida por el Prof. Dr. Lluis Serra-Majem.

20 October 2014

Farmamundi apuesta por combatir la desnutrición, incidiendo en embarazadas y menores de cinco años

Con ocasión del Día Mundial de la Alimentación, celebrado el 16 de octubre, Farmamundi ha querido aprovechar el momento para poner comentar el creciente problema de la desnutrición, que se ha expandido a occidente y se está convirtiendo en un factor limitante en el desarrollo de los países. De hecho, el hambre encabeza la lista de los 10 mayores riesgos a la salud en el mundo, causando diariamente más muertes que el SIDA, la malaria y la tuberculosis juntas. La etapa entre el embarazo y los dos años de edad es crítica para atacar la desnutrición, ya que en la mayoría de los casos es un problema heredado. Tanto es así que, según UNICEF, alrededor de un 50% de las embarazadas en países en vías de desarrollo padecen de anemia, lo que conlleva a la muerte anual de 315.000 mujeres durante el parto debido a  hemorragias. Asimismo, el Índice Global del Hambre (GHI),señala que, en 2014, cerca de 805 millones de personas pasan hambre en el mundo, lo que supone que una en cada ocho se acuesta cada noche sin haber ingerido ningún alimento.
Por ello, Farmamundi, en el Día de la Alimentación, quiere recalcar que todos sus proyectos e intervenciones buscan reforzar el sistema sanitario mediante estrategias de acceso a medicamentos esencialesy promoción de su uso racional, a través de intervenciones en el ámbito de atención primaria, atención materno-infantil y lucha contra la desnutrición. En este sentido, apuntan, desde la ONG, que se ha actuado combatiendo la emergencia nutricional de la población refugiada en Siria y en el  cuerno de África, en intervenciones post-emergencia en Malí, mejorando el estado nutricional de mujeres embarazadas y niños menores de cinco años, como sector de la población más vulnerable. De igual modo se suministran medicamentos esenciales para el tratamiento de las patologías asociadas a la malnutrición aguda, reforzando el acceso a la asistencia médica y el tratamiento nutricional.

18 October 2014

UNICEF alerta de que unos 2,8 millones de niños de menos de 5 años mueren cada año por desnutrición


El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado de que cada año mueren unos 2,8 millones de niños menores de cinco años por causas relacionadas con la desnutrición, al tiempo que ha recordado que no se está garantizando el derecho a una alimentación adecuada para los más pequeños.
En un comunicado con motivo del Día Mundial de la Alimentación, la agencia de Naciones Unidas ha destacado que, en las últimas décadas, "el mundo ha logrado importantes avances en la reducción de la mortalidad infantil". "Sin embargo, todavía mueren unos 2,8 millones de niños al año por causas que tienen que ver con la desnutrición", ha afirmado.
Por este motivo, UNICEF ha hecho hincapié en que "hay que seguir trabajando para salvar las vidas de estos niños, cuya muerte se puede evitar garantizado una nutrición adecuada y suficiente y tratamiento contra la desnutrición cuando sea necesario".
"El acceso a la nutrición es una de las prioridades de UNICEF, tanto en sus programas a largo plazo como en la acción en emergencias. Sus programas en este ámbito ponen el foco de atención en el embarazo y los primeros dos años de vida, fomentando medidas como la lactancia materna, ya que los niños alimentados de esta forma en sus seis primeros meses tienen hasta catorce veces más probabilidades de sobrevivir", ha explicado.
UNICEF también realiza actividades de educación nutricional dirigidas a familias y comunidades, así como de apoyo a los gobiernos en "la elaboración de políticas, estrategias y alianzas que aseguren una nutrición adecuada para los niños y, por tanto, su supervivencia, crecimiento y desarrollo".
Tras recordar que en 2013 proporcionó alimento terapéutico contra la desnutrición aguda grave a 2,4 millones de niños en situaciones de emergencia, UNICEF ha asegurado que "una de las más graves crisis nutricionales" en las que trabaja en estos momentos es la que sufre Sudán del Sur, "donde 50.000 niños están en riesgo de morir este año si no reciben tratamiento terapéutico urgente".
"El país más joven del mundo ya contaba con elevadas tasas de desnutrición y unas infraestructuras extremadamente pobres antes de que estallase el conflicto en diciembre del pasado año. La situación actual ha empeorado considerablemente las prácticas de alimentación de las familias desplazadas y uno de cada tres niños no sabe cuándo será su próxima comida", ha advertido UNICEF.
La agencia de Naciones Unidas ha explicado que "la falta de agua potable y de un saneamiento adecuado" y "las recientes inundaciones" han contribuido a que aumenten las enfermedades transmisibles por el agua en Sudán del Sur.
"La diarrea reduce la absorción de micronutrientes, lo que hace que los niños sean aún más vulnerables a la desnutrición. A esto se une que en las zonas más afectadas por el conflicto el acceso a los servicios de salud está siendo limitado", ha señalado.
Por este motivo, UNICEF se centra en la actualidad en identificar y tratar la desnutrición aguda "antes de que sea tarde". "Desde abril pasado, UNICEF ha llegado a más de 57.000 niños menores de cinco años con tratamiento para la desnutrición aguda grave y pronostica que, con la continua ampliación de sus acciones, podrá alcanzar a 120.000 niños a finales de este año", ha afirmado.
Tras asegurar que ya hay "más de 340.000 niños" inscritos en programas de alimentación suplementaria, ha indicado que ha distribuido 10,5 millones de sobres de alimento terapéutico para el tratamiento de la desnutrición aguda grave.

28 May 2012

Uno de cada cuatro niños en España presenta desnutrición en el momento del ingreso hospitalario



El encuentro clásico de la familia reunida en torno a la mesa, al menos al menos  3 veces a la semana, reduce en un 32% el riesgo de trastorno alimentario y en un 15% el riesgo de obesidad en los niños”, concluye la doctora Pilar Riobó Serván,  Representante de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) en la Federación Española de Sociedades de Nutrición, y Dietética y Jefe Asociado de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz-Capio.

Con motivo de la celebración hoy, del Día Nacional de la Alimentación, la doctora Riobó explica que la educación en cuestión de alimentación del menor a de partir de los padres. “Por ejemplo: el desayuno es fundamental, -asegura- Hay estudios que demuestran que los niños que desayunan convenientemente tienen menos riesgo de padecer obesidad”. Otro aspecto fundamental en la educación de los más pequeños es el hecho de comer en familia. No podemos olvidar, la importancia de las rutinas horarias: “si el niño tiene hambre, comerá, sin embargo, es fundamental para ello que los niños no coman entre horas”. Otro consejo importante que ofrece la doctora Riobó es la “no negociación con la comida. Es cierto que no es aconsejable obligar al niño a comer algo que no quiere, sin embargo, tampoco podemos caer en la trampa de la negociación, admitiendo que coma sólo aquello que le es grato”, asegura.

Los últimos estudios epidemiológicos realizados confirman que uno de cada tres niños españoles tiene sobrepeso y uno de cada cinco es obeso, siendo España uno de los países europeos que mayor tasa de obesidad infantil presenta y, sobre todo, en el que la obesidad infantil aumenta más rápidamente. Esta situación es el resultado, asegura la doctora Gómez Enterría, “de cambios en la alimentación llamada tradicional y en la disminución de la actividad física. Hay un mayor consumo de alimentos preparados con elevado contenido en grasa saturada y azúcares simples y que en cambio aportan pocos micronutrientes (vitaminas y minerales), como bollería, dulces y golosinas, frente a un consumo muy por debajo de lo recomendado de fruta, verdura, legumbres”.

A este respecto, el papel de los padres en la prevención del sobrepeso es fundamental, asegura la doctora Riobó,  “La responsabilidad es de los padres, de quien los hijos suelen ser un reflejo”, explica esta experta. “No podemos pretender que a un niño le guste la verdura si sus padres no comen verdura- y  añade - El mejor consejo que una madre puede darle a un hijo es cómete la verdura. En este sentido, la doctora pone de manifiesto que existen frases hechas o tópicas entre las madres, que no sirven sino para “demonizar” determinados alimentos: “Si te comes la verdura te doy de postre helado es un mensaje erróneo, -apunta la doctora Riobó- pues se está dando a entender al menor que la verdura es lo malo, mientras que el helado es lo bueno”.


El verano, buen momento para educar en nutrición y en salud
En vista de la cercanía del verano y de las casi inminentes vacaciones de los escolares. La doctora Pilar Gómez Enterría, coordinadora del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).  explica que “en esta época, al no depender del horario para ir al colegio, sería conveniente inculcar a los más pequeños el hábito de realizar un desayuno correcto, incluyendo un lácteo, hidratos de carbono  y fruta, de igual manera es un buen momento para incluir en la alimentación  de los más pequeños frutas y verduras de temporada, al tiempo que se limita el consumo de bollería comercial, de platos precocinados desequilibrados, golosinas, fritos comerciales, etcétera”, asegura la experta.  Para mantener una buena hidratación, la doctora recomienda “estimular el consumo de agua o de zumos naturales”.

El verano puede ser una buena época para intentar establecer unos hábitos de vida más saludables, reforzando además la actividad física y valorar qué estrategias son más adecuadas para mantener esos hábitos el resto del año”, concluye.
PLAN CONTRA LA OBESIDAD: Dormir más de ocho horas, desayunar correctamente, comer en familia  y hacer algo de ejercicio
Por último, explica la doctora, “tan importante es que los niños duerman ocho horas, como que realicen con frecuencia ejercicio físico. Las actividades extraescolares con las que bombardeamos a nuestro hijos les impiden dedicar tiempo al ejercicio físico, puesto que acaban el día tan cansados que es imposible pedirles que jueguen un partido de baloncesto, por ejemplo. Esto ha provocado que el ocio de los niños sea absolutamente sedentario”.

En este punto, destaca la doctora Riobó, es cuando entramos en un “círculo vicioso”. “El niño que no come de manera sana, no duerme las horas adecuadas y no hace ejercicio es posible que acabe siendo obeso. Los niños obesos son discriminados en el deporte por ser más torpes a la hora de llevar a cabo estas prácticas, de modo que resuelven la situación no queriendo hacer deporte. Una lástima, ya que el deporte es pieza fundamental en la lucha contra la obesidad y una pieza básica en una educación saludable


Uno de cada cuatro niños esta desnutrido en el momento del ingreso hospitalario
La desnutrición infantil en los países  industrializados se asocia fundamentalmente a enfermedades, frente a la que aparece en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo, cuya causa más frecuente es la dificultad para acceder a los alimentos. “Según distintos estudios publicados se estima que entre el 20 y 25% de los niños presenta desnutrición en el momento del ingreso hospitalario y al igual que sucede en los adultos, en muchos casos esa desnutrición aumenta a lo largo de la estancia hospitalaria”, asegura la doctora Gómez Enterría.  En el marco de los temas expuestos sobre Nutrición durante del 54 Congreso que la Sociedad celebrado recientemente en Oviedo y de la celebración del Día Nacional de la Nutrición hoy, lunes 28 de mayo, la doctora Gómez Enterría asegura que “la alimentación de un niño enfermo para con respecto a la de un niño sano no difiere significativamente en la calidad aunque sí de manera cuantitativa, si bien es cierto que deben ajustarse los aportes, fundamentalmente de calorías y proteínas, en función del estado de nutrición previo y de la enfermedad que presenten”.

25 May 2012

UNO DE CADA CUATRO NIÑOS EN ESPAÑA PRESENTA DESNUTRICIÓN EN EL MOMENTO DEL INGRESO HOSPITALARIO


La desnutrición infantil en los países
industrializados se asocia fundamentalmente a enfermedades, frente a la que
aparece en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo, cuya causa
más frecuente es la dificultad para acceder a los alimentos. “Según
distintos estudios publicados se estima que entre el 20 y 25% de los niños
presenta desnutrición en el momento del ingreso hospitalario y al igual que
sucede en los adultos, en muchos casos esa desnutrición aumenta a lo largo
de la estancia hospitalaria”, asegura la doctora Pilar Gómez Enterría,
coordinadora del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología
y Nutrición (SEEN). En el marco de los temas expuestos sobre Nutrición
durante del 54 Congreso que la Sociedad celebra esta semana en Oviedo y de
la celebración del Día Nacional de la Nutrición el próximo lunes, 28 de
mayo, la doctora Gómez Enterría asegura que “la alimentación de un niño
enfermo para con respecto a la de un niño sano no difiere significativamente
en la calidad aunque sí de manera cuantitativa, si bien es cierto que deben
ajustarse los aportes, fundamentalmente de calorías y proteínas, en función
del estado de nutrición previo y de la enfermedad que presenten”.

Los últimos estudios epidemiológicos realizados confirman que uno de cada
tres niños españoles tiene sobrepeso y uno de cada cinco es obeso, siendo
España uno de los países europeos que mayor tasa de obesidad infantil
presenta y, sobre todo, en el que la obesidad infantil aumenta más
rápidamente. Esta situación es el resultado, asegura la doctora Gómez
Enterría, “de cambios en la alimentación llamada tradicional y en la
disminución de la actividad física. Hay un mayor consumo de alimentos
preparados con elevado contenido en grasa saturada y azúcares simples y que
en cambio aportan pocos micronutrientes (vitaminas y minerales), como
bollería, dulces y golosinas, frente a un consumo muy por debajo de lo
recomendado de fruta, verdura, legumbres”. 

A este respecto, el papel de los padres en la prevención del sobrepeso es
fundamental, asegura la doctora Pilar Riobó Serván, Representante de la
Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) en la Federación
Española de Sociedades de Nutrición, y Dietética y Jefe Asociado de
Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz-Capio. “La
responsabilidad es de los padres, de quien los hijos suelen ser un reflejo”,
explica esta experta. “No podemos pretender que a un niño le guste la
verdura si sus padres no comen verdura- y añade - El mejor consejo que una
madre puede darle a un hijo es cómete la verdura. En este sentido, la
doctora pone de manifiesto que existen frases hechas o tópicas entre las
madres, que no sirven sino para “demonizar” determinados alimentos: “Si te
comes la verdura te doy de postre helado es un mensaje erróneo, -apunta la
doctora Riobó- pues se está dando a entender al menor que la verdura es lo
malo, mientras que el helado es lo bueno”.

El verano, buen momento para educar en nutrición y en salud
En vista de la cercanía del verano y de las casi inminentes vacaciones de
los escolares. La doctora Pilar Gómez Enterría, explica que “en esta época,
al no depender del horario para ir al colegio, sería conveniente inculcar a
los más pequeños el hábito de realizar un desayuno correcto, incluyendo un
lácteo, hidratos de carbono y fruta, de igual manera es un buen momento
para incluir en la alimentación de los más pequeños frutas y verduras de
temporada, al tiempo que se limita el consumo de bollería comercial, de
platos precocinados desequilibrados, golosinas, fritos comerciales,
etcétera”, asegura la experta. Para mantener una buena hidratación, la
doctora recomienda “estimular el consumo de agua o de zumos naturales”.

“El verano puede ser una buena época para intentar establecer unos hábitos
de vida más saludables, reforzando además la actividad física y valorar qué
estrategias son más adecuadas para mantener esos hábitos el resto del año”,
concluye.

-PLAN CONTRA LA OBESIDAD: Dormir más de ocho horas, desayunar correctamente,
comer en familia y hacer algo de ejercicio

La doctora Riobó explica que la educación en cuestión de alimentación del
menor a de partir de los padres. “Por ejemplo: el desayuno es fundamental,
-asegura- Hay estudios que demuestran que los niños que desayunan
convenientemente tienen menos riesgo de padecer obesidad”. Otro aspecto
fundamental en la educación de los más pequeños es el hecho de comer en
familia. “El encuentro clásico de la familia reunida en torno a la mesa, al
menos al menos 3 veces a la semana, reduce en un 32% el riesgo de trastorno
alimentario y en un 15% el riesgo de obesidad en los niños”, concluye la
doctora Riobó. 

No podemos olvidar, la importancia de las rutinas horarias: “si el niño
tiene hambre, comerá, sin embargo, es fundamental para ello que los niños no
coman entre horas”. Otro consejo importante que ofrece la doctora Riobó es
la “no negociación con la comida. Es cierto que no es aconsejable obligar al
niño a comer algo que no quiere, sin embargo, tampoco podemos caer en la
trampa de la negociación, admitiendo que coma sólo aquello que le es grato”,
asegura. 

Por último, explica la doctora, “tan importante es que los niños duerman
ocho horas, como que realicen con frecuencia ejercicio físico. Las
actividades extraescolares con las que bombardeamos a nuestro hijos les
impiden dedicar tiempo al ejercicio físico, puesto que acaban el día tan
cansados que es imposible pedirles que jueguen un partido de baloncesto, por
ejemplo. Esto ha provocado que el ocio de los niños sea absolutamente
sedentario”. 

En este punto, destaca la doctora Riobó, es cuando entramos en un “círculo
vicioso”. “El niño que no come de manera sana, no duerme las horas adecuadas
y no hace ejercicio es posible que acabe siendo obeso. Los niños obesos son
discriminados en el deporte por ser más torpes a la hora de llevar a cabo
estas prácticas, de modo que resuelven la situación no queriendo hacer
deporte. Una lástima, ya que el deporte es pieza fundamental en la lucha
contra la obesidad y una pieza básica en una educación saludable”

18 May 2012

La nutrición profiláctica en personas con cáncer de cabeza y cuello reduce la desnutrición debida a la quimioterapia y radioterapia


Descargar paciente con gastrostomia boton.jpg (460,0 KB)
La identificación de pacientes en riesgo de desnutrición diagnosticados de cáncer de cabeza y cuello en estadios avanzados es uno de los objetivos de los especialistas que integran la Comisión de Tumores del Hospital Regional de Málaga. La comisión hospitalaria de Tumores,  en la que participa activamente la Unidad de Endocrinología y Nutrición, valora las mejores opciones de tratamiento nutricional para evitar la pérdida de peso en las personas que van a recibir terapias de alto riesgo nutricional.

Estos aspectos han sido tratados por más de 50 especialistas en Endocrinología y Nutrición y en Cáncer de cabeza y cuello (oncólogos, radioterapeutas, maxilofaciales y otorrinolaringólogos)  en el Curso monográfico de Nutrición Clínica de  la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, celebrado en Málaga y coordinado por especialistas de la UGC de Endocrinología y Nutrición del Hospital Regional, entre otros.

Endocrinólogos, oncólogos y radiólogos vasculares llevan a cabo una labor coordinada con el fin de detectar de forma precoz a los pacientes desnutridos o en riesgo de estarlo, valorando las mejores opciones y vía de administración del tratamiento nutricional antes de iniciar la terapia oncológica.

Un 20% de los 200 pacientes con cáncer de cabeza y cuello que se valoran al año reciben tratamiento nutricional preventivo mediante sondas de alimentación. En este sentido, más de 40 pacientes con cáncer de cabeza y cuello en estadios avanzados se han beneficiado de la nutrición mediante gastrostomía profiláctica evitando el riesgo de desnutrición debido a la quimioterapia y radioterapia.


El cáncer de cabeza y cuello -lengua, laringe, faringe, amígdalas, glándulas salivares, etc.- supone aproximadamente el 12% de los nuevos diagnósticos de cáncer en varones y el 5,5% en mujeres.

Debido a que casi en el 40% de los casos, el diagnóstico del tumor se realiza en estadios avanzados, la elección de tratamientos agresivos de cirugía, radioterapia y quimioterapia es inevitable con el fin de mejorar el control del tumor. Sin embargo, la agresividad de la terapia puede provocar efectos secundarios y complicaciones que repercuten de forma negativa en el estado nutricional de los pacientes.

Aproximadamente el 57% de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello presentan pérdida de peso y desnutrición moderada o severa debida, de forma directa, al propio tumor y a los efectos adversos que produce el tratamiento con radioterapia y quimioterapia radical al que son sometidos.

La irradiación de los tumores de cabeza y cuello –especialmente si se asocia a quimioterapia- suele provocar una inflamación severa y dolor de la mucosa oral (mucositis)  hasta en el 80 % de los pacientes, lo que conlleva problemas de deglución, disminución de la cantidad y aumento de la viscosidad de la saliva, y disminución o alteración de los sabores y del sentido del olfato.

La colocación de una sonda nasogástrica (desde la nariz al estómago), o la realización de una gastrostomía - implantación de la sonda que queda alojada en el estómago a través de una pequeña incisión percutánea – son las dos vías de administración de nutrición artificial más utilizadas en los pacientes que no puedan mantener una ingesta adecuada por vía oral.

A  través de las sondas se administran las fórmulas nutricionales ya preparadas, pautadas y ajustadas a los requerimientos de cada paciente. La elección de la gastrostomía como vía de alimentación ha demostrado, en estudios realizados por el Hospital Regional, mejores resultados respecto a la sonda nasogástrica en cuanto al mantenimiento del estado nutricional,  menos  interrupciones no programadas del tratamiento y menos ingresos hospitalarios, así como una mejor calidad de vida ya que los pacientes pueden tener relaciones sociales más satisfactorias.




14 May 2012

Uno de cada cuatro pacientes hospitalizados está en riesgo de desnutrición


Un importante porcentaje de los pacientes adultos que ingresan en un hospital (entre un 30 a un 50%) presentan desnutrición, problema que tiende a agravarse durante la estancia hospitalaria, de tal modo que muchos enfermos en riesgo al inicio, terminarán malnutridos en el momento del alta hospitalaria. Así se ha puesto de manifiesto en las X Jornadas del Comité Científico de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC), que ha reunido a alrededor de 200 especialistas en Tarragona y ha contado con un panel de profesores, 35 expertos, de alto nivel científico y docente.

“Las jornadas del Comité Científico tienen como objetivo principal actualizar conocimientos en un ámbito, el del laboratorio clínico, en constante evolución. Cada año se eligen entre unas seis y ocho áreas en las que se han producido novedades para celebrar cursos monográficos. Esta selección la realizan las 25 comisiones que integran el Comité Científico y que abarcan todos los campos de conocimiento relacionados con la actividad de los laboratorios clínicos”, explica la Dra. Carmen Mar Medina, presidenta del Comité Científico.

Este año se han abordado, entre otros temas, las interferencias en la medición de drogas de abuso en orina, la función ovárica y fertilidad o la desnutrición hospitalaria. “La importancia de este último tema procede de la necesidad de sensibilizar a los profesionales de laboratorio sobre la trascendencia de la desnutrición en la evolución negativa del paciente hospitalizado y dar a conocer las iniciativas puestas en marcha orientadas a su prevención, detección, intervención nutricional y evaluación de su eficacia”, señala esta experta.

-Desnutrición: elevada prevalencia entre los pacientes españoles
La malnutrición se relaciona con un retraso en la recuperación, mayor número de complicaciones, increment de días de estancia hospitalaria, reingresos prematuros y mayor mortalidad.
El estudio PREDyCES (Prevalencia de la Desnutrición hospitalaria y los Costes asociados en España), realizado en 1.597 pacientes de 31 hospitales españoles, reveló la alta prevalencia y los altos costes derivados de la desnutrición hospitalaria en España. Así, los resultados de este informe han puesto de relieve que uno de cada cuatro pacientes ingresados están en riesgo de desnutrición y que ésta se concentra en los mayores de 70 años (afecta hasta el 37%), llegando a ser de hasta un 50% en los mayores de 85 años.

La población anciana es un grupo con alto riesgo de desnutrición debido a los diferentes cambios fisiológicos asociados al proceso de envejecimiento, a la pluripatología con enfermedades crónicas, la polimedicación, factores psicosociales y hasta económicos característicos de este colectivo. En los mayores son comunes los déficits de vitaminas y minerales con importantes consecuencias en la salud.

“Las determinaciones analíticas juegan un papel importante en la valoración del estado nutricional y pueden ser útiles para detectar deficiencias antes de que se alteren las medidas antropométricas y aparezcan signos clínicos y síntomas de desnutrición, así como para valorar el cumplimiento y la eficacia de la intervención realizada”, apunta la Dra. Cristina Chicote, responsable del curso sobre desnutrición. En este sentido los profesionales de laboratorio deben ser conscientes de la importancia de la malnutrición y, en colaboración con los clínicos, desarrollar líneas de estudio para el abordaje de este problema y establecer protocolos de actuación en los que, por ejemplo, se incluyan perfiles de determinaciones analíticas.

Con este fin, en el marco de las Jornadas de la SEQC se han dado a conocer los aspectos globales de la utilización de marcadores en la evaluación del estatus de micronutrientes modificables por la dieta, al tiempo que se han proporcionado conocimientos acerca de qué carencias y déficit de nutrientes, específicamente de vitaminas, se dan en la población anciana, su origen multifactorial y sus consecuencias en la salud.

-Nuevos marcadores de la reserva ovárica
Ante el elevado interés para la mayoría de los profesionales, el estudio de la función ovárica y la fertilidad ha sido seleccionado como otro de los temas centrales de la presente edición de las Jornadas del Comité Científico.

En el mundo occidental la aparición de los modernos métodos anticonceptivos en los años 60, y posteriormente las mejoras socioeconómicas, el mayor acceso de la mujer a la educación superior y al trabajo remunerado fuera de casa se ha traducido en un retraso gradual de la edad de concepción del primer hijo. Como consecuencia, cada vez es más frecuente que la mujer decida tener hijos cuando ha sobrepasado la edad óptima y la tasa de infertilidad es cada vez mayor. En este sentido, estudios realizados en Estados Unidos muestran que la tasa de infertilidad en 1 año es de un 6% a los 24 años de edad y que aumenta a más del 30% en el grupo de mujeres entre 35 y 44 años y a más de 50% a los 38 años.

De forma paralela se han producido grandes avances en los métodos de reproducción asistida. Sin embargo, se trata de procedimientos largos y caros, lo que hace muy importante conocer el estado del eje hitotálamo-hipofiso-gonadal de la mujer y todavía más, la reserva de ovocitos de forma individualizada para predecir las posibilidades de éxito de estos procedimientos, así como para reducir los efectos adversos, los costes del tratamiento y el estrés psicológico de la pareja.

En los últimos años la investigación se centra en marcadores de reserva ovárica muy específicos, como la inhibina B o la hormona anti-mulleriana (AMH), una proteína que juega un papel fundamental en la embriogénesis del aparato genital femenino y masculino. Esta última ha mostrado ser un buen marcador de reserva ovárica y predictor de la respuesta ovárica a la estimulación en los programas de reproducción asistida.

-Premio a la trayectoria profesional y contribución a la SEQC
En el curso de las Jornadas se ha hecho entrega del Premio del Comité Científico de la SEQC a la Dra. Montserrat Baiget, en reconocimiento tanto a su trayectoria científica como por sus aportaciones a la Sociedad. “Hemos tenido en cuenta su trayectoria, marcada por una actitud siempre emprendedora y un interés por los temas innovadores, habiendo sido pionera en el país en el área de la genética humana, con un amplio currículum profesional y científico que le ha hecho merecedora de diversos premios, culminando en el Premio Nacional de Genética del pasado año. De hecho, fue la persona que inició la actual Comisión de Genética Molecular en el año 1995”, subraya la Dra. Carmen Mar Medina.

10 April 2012

El 25% de los pacientes ingresa desnutrido al hospital


No se trata de un problema económico, sino de una “malnutrición asociada a la enfermedad”, indica Gómez Candela. “Los pacientes mayores, los oncológicos o los que toman mucha medicación” son algunos de los que suelen presentar estos indicadores. Y su tratamiento debe empezar desde el principio. No solo porque la alimentación es parte de la terapia, sino porque incluso en muchos casos, como en ciertas cirugías, es un requisito previo. “Si se puede, es preferible operar a una persona bien nutrida”, dice.
En La Paz tienen un programa para el abordaje precoz de estos trastornos. “Realizamos un cribado de riesgo nutricional desde el ingreso”, relata Gómez Candela. Para ello cuentan con un programa informático, y aprovechan esa primera muestra de sangre que se toma a prácticamente todo el que llega a un centro hospitalario (más de cinco millones al año en toda España) para hacer un primer diagnóstico. Es un sistema fácil y barato, que se basa en tres parámetros: la albúmina (una proteína), los linfocitos y el colesterol total. Con eso “es suficiente”, insiste García de Lorenzo.
Sin embargo, el propio médico admite que es algo que puede mejorarse. “En los hospitales no hemos conseguido que se pese y se mida a todo el que entra”. Este proceso, que en personas sanas arroja el índice de masa corporal en que se basan todas las mediciones de desnutrición o sobrepeso, no es tan sencillo en un centro sanitario. “Hay pacientes que no pueden mantenerse de pie, y al final no se sabe qué estamos pesando, si al enfermo o a la enfermera que lo sujeta”, indica García de Lorenzo. “Pero eso no es tan importante. En países como Portugal y Holanda no están tan obsesionados, y lo que preguntan al paciente es si ha notado una pérdida de peso en los últimos meses”.
Los enfermos oncológicos o muy medicados pierden el apetito
El resultado es que en La Paz (centro elegido como modelo para este reportaje por indicación de la Senpe) se preparan hasta 22 tipos de dietas diferentes, de las que hay que ofrecer cuatro ingestas al día (desayuno, comida, merienda y cena). Las hay sin gluten, sin azúcar, bajas en sal, en grasas… Al final, “solo el 25% lleva una dieta normal”, afirma Gómez Candela.
La organización de todo esto recae en la comisión de nutrición, y ponerla en práctica es tarea del servicio de hostelería del hospital, que dirige Matías Ruiz Garrido. Sus funciones combinan las de un jefe de cocina con las de un responsable sanitario. Y tiene también una importante parte económica. Para la primera parte, se hace un seguimiento muy básico de cuanto come cada paciente. “El proceso se llama desbarrasado, y consiste en un muestreo para saber cuánto sale de la cocina, y, sorbe todo, cuánto vuelve”, explica Ruiz Garrido. “La aceptación de los platos es muy importante”, insiste Gómez Candela, ya que si no lo que se intenta conseguir puede quedarse en nada. Por ejemplo, afirma García de Lorenzo, ya no se insiste tanto en reducir la sal, salvo en los pacientes que la tienen expresamente contraindicada. “Incluso se les dan sobrecitos extra”, dice el médico. La jefa de Nutrición afirma con orgullo que, en las encuestas que se realizan a los pacientes, la comida es de los aspectos mejor valorados. “Lo que pasa es que si una persona está enferma, débil o toma mucha medicación, lo normal es que coma poco y que no le apetezca”.
El hospital tiene una rotación de menús quincenal, pero se está estudiando hacerla semanal. Con ello se busca no repetir, y cubrir todos los aspectos nutricionales. El plazo no es arbitrario. La estancia media en un hospital está entre siete y ocho días. Y esto, que es bueno, en general, para el paciente, dificulta la tarea de los nutricionistas, ya que el plazo es muy corto para solventar los problemas con los que ingresan. “Un 6% aproximadamente sale con déficits nutricionales”, admite Gómez Candela.
La alimentación es básica para el éxito de algunos tratamientos
En cualquier caso, la jefa de Nutrición del centro afirma que su trabajo va más allá, y que “se aprovecha el tiempo de ingreso para dar pautas nutricionales que pueden aplicar cuando vuelven a casa”. “Hay pacientes que se sorprenden cuando ven que pueden tomar productos que creían prohibidos, si están preparados de una manera adecuada”, indica.
El esfuerzo en este sentido lleva a adaptar platos tradicionales. Todo un esfuerzo de imaginación para uno de los jefes de cocina, Juan Siso, ya que entre los productos prohibidos en el centro están, “aparte del alcohol, los embutidos”. Tampoco se puede abusar de condimentos y especias, que podrían ser una solución para enmascarar sabores, ya que alrededor del 8% de los pacientes tienen alergias, lo que complica el proceso aún más, afirma Ruiz Garrido.

**Publicado en "EL PAIS" 

01 April 2012

La desnutrición en el mundo desarrollado



 


Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación, Bruselas, Bélgica

“La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la desnutrición como ‘el des-equilibrio celular entre el suministro de nutrientes y energía y la demanda del cuerpo para garantizar su crecimiento, su mantenimiento y sus funciones específicas.’  Básicamente, la desnutrición se da cuando el cuerpo no recibe la suficiente energía o los suficientes nutrientes esenciales como proteínas, vitaminas, minerales u otros nutrientes que se necesitan para mantener sanos los tejidos y las funciones de los órganos. Este problema no se da solo en las personas con una alimentación insuficiente, sino que las personas obesas y con sobrepeso también pueden sufrirlo.

El consumo de nutrientes se puede ver limitado debido a determinadas enfermedades, al excesivo uso de dietas, heridas graves, hospitalización prolongada o abuso de sustancias como el alcohol y las drogas. Se pueden dar diferentes desórdenes dependiendo de cuáles son los nutrientes que faltan o que se consumen en exceso, pero algunos síntomas generales son el cansancio, los mareos y la pérdida de peso involuntaria. La malnutrición puede alterar las respuestas inmunológicas, lo que puede llevar a un mayor riesgo de infec-ciones, mala curación de las heridas, recuperación tardía de las enfermedades y largas hospitalizaciones. Otras consecuencias incluyen el deterioro de la función muscular, una menor calidad de vida, un aumento de la mortalidad, así como un mayor uso de los recursos de atención sanitaria y aumento de los costes .

En Europa, cerca de 33 millones de personas sufren riesgo de desnutrición. Los estudios muestran que hasta un tercio de los pacientes de hospital y de las residencias de ancianos están en riesgo de sufrir desnutrición, así como el 10% de las personas por encima de los 65 años en la Unión Europea. Las personas de edad avanzada que viven solas en casa o internas en residencias de ancianos son especial-mente vulnerables. Entre otros factores, el apetito tiende a disminuir entre las personas de este último grupo, lo que lleva a un menor consumo de comida y de nutrientes. Otros grupos clave de riesgo son las personas que padecen enfermedades crónicas, las personas que viven en condiciones de pobreza o que están socialmente aisladas y las que han sido dadas de alta recientemente del hospital. Además, las personas que están en una fase de crecimiento rápido, como los bebés y los adolescentes, así como las mujeres embarazadas, tienen mayores necesidades nutricionales que otros grupos y por lo tanto son más susceptibles de sufrir los efectos de una nutrición insuficiente. Los bebés extremadamente prematuros son un grupo de alto riesgo y pueden llegar a necesitar un aumento de cinco a seis veces su peso antes de que se les pueda dar el alta del hospital.

Existen varias herramientas de exploración disponibles para detectar el riesgo de desnutrición. Una de las más conocidas es la exploración desarrollada en Reino Unido, conocida como Malnutrition Universal Scree-ning Tool (MUST). MUST ha sido desarrollada para identificar a los adultos con un peso por debajo del normal y con riesgo de desnutrición, aunque también considera a las personas obesas. Sin embargo, no se utiliza para detectar el consumo deficiente o excesivo de vitaminas y minerales.

La concienciación general sobre el tema de la malnutrición sigue siendo insuficiente. Los estudios a gran escala realizados en Reino Unido y Países Bajos han mostrado que de 1 a 4 pacientes están en riesgo de desnutrición cuando ingresan en los hospitales y que muchos más permanecen sin diagnosticar debido a las exploraciones inadecuadas . Asimismo, el proyecto ‘NutritionDay’, en el que se han realizado encuestas a miles de pacientes de hospitales en la Unión Europea (UE), mostró que menos de la mitad de los pacientes hacía todas sus comidas durante su estancia en el hospital. Los profesionales de la salud desempeñan un papel importante a la hora de garantizar que los pacientes reciban nutrientes suficientes mientras están en el hospital, aunque el conocimiento y la concienciación sobre problemas nutricionales es bastante deficiente entre los cuidadores. Como consecuencia, la malnutrición no se reconoce lo suficiente ni se trata como es debido, a pesar de la existencia de pautas de tratamiento. A menudo, la terapia nutricional no tiene cabida dentro de los presupuestos sanitarios ni sociales.

En Europa, la malnutrición se relaciona con un aumento de la morbilidad, estancias hospitalarias más largas y mayores costes sanitarios. Este impacto ha sido estudiado en numerosos grupos de pacientes. Las cifras de la comunidad son alarmantes, con un porcentaje de pacientes desnutridos que llega al 60% en determinadas enfermedades. En la UE, el coste de tratar a pacientes con malnutrición relacionada con una enfermedad es considerable y de cerca de dos veces más que el del tratamiento de la obesidad y sus consecuencias. Se calcula que el gasto que la desnutrición supone para la UE es de la friolera de 120 billones de Euros al año. Teniendo esto en cuenta, es hora de que las estrategias nutricionales y sanitarias se centren en el importante problema de la desnutrición. Las intervenciones para garantizar un cuidado nutricional apropiado serían rentables y el efecto que tiene el apoyo nutricional ya se conoce gracias a numerosos ensayos clínicos. Aunque puede que ya se estén implementando estrategias para evitar la desnutrición, el apoyo nutricional se desecha a menudo como herramienta terapéutica importante para el tratamiento de los pacientes.

Una dieta equilibrada que proporcione la energía y nutrición necesarias para una persona sana podría no ser suficiente cuando se da desnutrición crónica. Para permitir la recuperación de los niveles nutricionales, se deben aumentar las necesidades nutricionales en comparación con las de una persona sana y bien alimen-tada. A menudo, para las personas desnutridas no es posible alcanzar sus necesidades solamente a través de la dieta debido a determinadas enfermedades. El reto se debe en parte al hecho de que muchos sufren de una pérdida crónica de apetito, lo que afecta al consumo de alimentos, además de otros factores que también pueden reducir la ingesta de comida. En estos casos, los suplementos en dieta podrían ser una solución.

Las políticas de salud pública en Europa han de tener en cuenta que la desnutrición no solo es un problema del mundo en vías de desarrollo, sino que también afecta a un gran número de personas en los países industrializados. También han de incluir medidas para aumentar la concienciación sobre la importancia de una dieta variada y equilibrada para una buena salud y sobre los riesgos relacionados con el consumo nutricional pobre en determinadas enfermedades.”

En base a: The European Food Information Council. Time to recognise malnutrition in Europe. FOOD TODAY 03/2012.

**BOLETIN INFORMATIVO "NUTRI-FACTS"( ABRIL)

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