Traductor

Showing posts with label SEEN. Show all posts
Showing posts with label SEEN. Show all posts

07 April 2025

El diagnóstico precoz en las patologías suprarrenales, esencial para evitar otras enfermedades y reducir la mortalidad

  

  • El 5% de la población presenta incidentalomas adrenales y el 10% de los pacientes con hipertensión arterial sufre hiperaldosteronismo primario, mientras que el Síndrome de Cushing tiene una incidencia anual de 2-4 casos por millón de habitantes y, en el caso del carcinoma suprarrenal, 0,5-2 casos por millón de habitantes.
  • La insuficiencia suprarrenal puede ser primaria (Enfermedad de Addison), secundaria (por fallo hipofisario) o terciaria (afectación hipotalámica) y se presenta cuando las glándulas suprarrenales no producen la cantidad suficiente de ciertas hormonas (principalmente cortisol).
  • Las personas con insuficiencia suprarrenal tienen alterada la capacidad del organismo para responder al estrés y mantener otras funciones fundamentales de la vida. No obstante, con tratamiento, la mayoría de las personas con esta patología pueden llevar una vida normal y activa.
  • Es esencial concienciar a la sociedad sobre la importancia de estas enfermedades con el fin de que los pacientes y sus familiares sepan que “no están solos” y se impulsen cambios en las políticas de la salud.
  • Las nuevas técnicas de laboratorio ofrecen una mayor precisión para la identificación de estos trastornos.

 

 La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) se adhiere al Día Internacional de la Concienciación sobre las Enfermedades Suprarrenales, que se celebrará a partir de este año cada 7 de abril, tras la iniciativa de Adisen, Asociación Nacional de Addison y Otras Enfermedades Endocrinas, en el Consorcio Internacional de Adrenales al que pertenecede dedicar un día a estas patologías para concienciar a la población sobre la importancia del diagnóstico precoz para reducir las complicaciones relacionadas con el exceso o defecto de producción hormonal y con el fin de mejorar la supervivencia en los pacientes con patología maligna.

Las enfermedades suprarrenales son un amplio grupo de enfermedades en las que existen alteraciones morfológicas y/o de la funcionalidad de las glándulas suprarrenales. No obstante, pueden existir problemas en las glándulas suprarrenales sin que su función se altere, como en los adenomas suprarrenales no funcionantes. La insuficiencia suprarrenal puede ser primaria (Enfermedad de Addison), secundaria (por fallo hipofisario) o terciaria (afectación hipotalámica) y se presenta cuando las glándulas suprarrenales no producen la cantidad suficiente de ciertas hormonas (principalmente cortisol). Las personas con insuficiencia suprarrenal tienen alterada la capacidad del organismo para responder al estrés y mantener otras funciones fundamentales de la vida. No obstante, con tratamiento, la mayoría de las personas con esta patología pueden llevar una vida normal y activa.

En relación a la prevalencia de las patologías suprarrenales, depende de cada enfermedad: “Hay patologías relativamente frecuentes como los adenomas suprarrenales no funcionantes y el hiperaldosteronismo primario y otras que se consideran enfermedades raras como el Síndrome de Cushing y el carcinoma suprarrenal”, expone la Dra. Marta Araujo, coordinadora del Grupo AdenoSEEN del Área de Neuroendocrinología de la SEEN y médico especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid).

Así, el 5% de la población tiene incidentalomas adrenales y el 10% de los pacientes con hipertensión arterial sufre hiperaldosteronismo primario, mientras que el Síndrome de Cushing tiene una incidencia anual de 2-4 casos por millón de habitantes y el carcinoma suprarrenal de 0,5-2 casos por millón de habitantes. Asimismo, un 2-5% de los hiperaldosteronismos primarios y un 35-40% de los feocromocitomas son de origen genético. Otro trastorno que afecta al funcionamiento de las glándulas suprarrenales es la insuficiencia suprarrenal, en la que la producción del cortisol (también puede estar alterada la producción de aldosterona y de hormonas sexuales de origen suprarrenal) se encuentra reducida, lo que conlleva que las personas que padezcan este trastorno se sientan cansadas, con tendencia a la hipotensión arterial y a la pérdida de peso, entre otras manifestaciones clínicas.

Hay que tener en cuenta que con frecuencia se desconoce la causa de las enfermedades suprarrenales, pero la probabilidad de que la enfermedad sea genética aumenta si se trata de una persona diagnosticada a una edad joven o si existen antecedentes familiares con problemas similares. En cuanto al perfil del paciente con enfermedades suprarrenales no está definido, ya que la edad, el sexo y la forma de manifestarse varían en función de la patología suprarrenal.

El papel del endocrinólogo es esencial para determinar el diagnóstico correcto de estas enfermedades: “Es preciso realizar diversas pruebas para establecer un diagnóstico con certeza y es precisa la valoración también de un médico especializado en la interpretación adecuada de estos estudios hormonales”, señala la médico especialista en Endocrinología y Nutrición. Asimismo, el diagnóstico y tratamiento precoz es vital, así como la adherencia a los tratamientos pautados y su monitorización adecuada, lo que redundará en una reducción del riesgo de desarrollar otras enfermedades y en una disminución de la mortalidad. Por ejemplo, en el caso de la insuficiencia suprarrenal, si no se trata, existe riesgo de que se desarrolle una una crisis suprarrenal que puede ser potencialmente letal.

En cuanto a los síntomas, difieren en función de la enfermedad suprarrenal subyacente. Por ejemplo, en el Síndrome de Cushing, el paciente suele desarrollar cara de luna llena, obesidad de distribución central, atrofia muscular de extremidades y astenia. En los pacientes con hiperaldosteronismo primario los signos más habituales son la hipertensión arterial, que puede ser de difícil control y asociarse a niveles bajos de potasio en sangre. En los pacientes con insuficiencia suprarrenal son frecuentes la fatiga extrema, la pérdida de peso y de apetito, el oscurecimiento de la piel y la tendencia a la tensión arterial baja.

En función de la patología suprarrenal, los pacientes presentan también diferentes necesidades, pero la mayoría requiere atención endocrinológica. En el caso de las personas con Síndrome de Cushing, suelen precisar tratamiento quirúrgico y con frecuencia requieren también otros tratamientos complementarios con fármacos, radioterapia y/u otros tratamientos destinados a reducir los niveles de cortisol. Sin embargo, los pacientes con hiperaldosteronismo primario, en función de si existe enfermedad en una o en las dos glándulas suprarrenales, necesitarán un tratamiento quirúrgico o médico. En el caso de la insuficiencia suprarrenal, el tratamiento consiste principalmente en glucocorticoides para suplir el déficit de su producción por el propio organismo.

Avances en el diagnóstico y tratamiento

Las enfermedades suprarrenales han experimentado grandes avances en relación al diagnóstico y el tratamiento. En cuanto al diagnóstico, se han desarrollado nuevas técnicas de laboratorio que ofrecen una mayor precisión para la identificación de estos trastornos, como la determinación del perfil de metabolitos en orina y/o en suero mediante espectrometría de masas en el estudio de funcionalidad suprarrenal y nuevas técnicas de medicina nuclear que son de gran utilidad para la detección del hiperaldosteronismo primario y del feocromocitoma, entre otras.

En relación al tratamiento, se han producido mejoras en las técnicas quirúrgicas, el desarrollo de nuevos abordajes quirúrgicos como la adrenalectomía parcial que pueden ser de utilidad en pacientes con lesiones bilaterales y/o síndromes genéticos.

Asimismo, en el ámbito de los tratamientos médicos se han desarrollado nuevas moléculas con una alta eficacia en el control de algunas de estas enfermedades. En este sentido se han aprobado nuevos tratamientos para el síndrome de Cushing y en la hiperplasia suprarrenal congénita. No obstante, la endocrinóloga incide en que “es necesario seguir investigando y destinar más recursos para el estudio de estas enfermedades con el fin de avanzar en el conocimiento y manejo de estas patologías”.

Por último, Teresa Valencia, presidenta de Adisen, Asociación Nacional de Addison y Otras Enfermedades Endocrinas, manifiesta que es fundamental concienciar a la sociedad sobre la importancia y la prevalencia de estas enfermedades que, en muchos casos, están infradiagnosticadas. En este sentido, insiste en que ayuda a evitar la discriminación: “muchas personas con enfermedades suprarrenales enfrentan estigmatización en el ámbito laboral y social porque sus síntomas no siempre son visibles”.

Por ello, la presidenta de Adisen incide en la importancia de destinar un día a sensibilizar a la población sobre la importancia de las patologías suprarrenales con el fin de que las personas reconozcan los síntomas y busquen ayuda médica. Asimismo, hace hincapié en que empodera a los pacientes y sus familias “para que sepan que no están solos”.

Por otra parte, esta efeméride contribuye a que se impulsen cambios en las políticas de la salud: “las asociaciones de pacientes pueden tener en cuenta esta fecha para pedir mejoras en la atención médica, acceso a tratamientos y derechos laborales”. En definitiva, la presidenta mantiene que “tener un día para estas enfermedades salva vidas. Da voz a los pacientes, promueve la investigación y ayuda a que más personas sean diagnosticadas a tiempo”

15 June 2024

El 25% de la población mundial tiene el hígado graso, según la SEEN

 

 

  • Los endocrinólogos advierten de que, en etapas avanzadas, el hígado graso provoca cirrosis, una enfermedad hepática avanzada que conlleva múltiples complicaciones.

 

  • A pesar de que se trata de una de las enfermedades crónicas más comunes, los síntomas pueden ser ‘vagos e inespecíficos’, lo que dificulta su diagnóstico.

 

  • La patología afecta a personas de todas las edades, pero está más presente en adultos de mediana y avanzada edad y en personas con factores de riesgo que padecen obesidad, diabetes y síndrome metabólico.

 


El Grupo Esteatosis Hepática Metabólica (EHMET-SEEN), en el marco de la campaña ’12 meses en Endocrinología y Nutrición, 12 pasos hacia la salud’ de la SEEN, y con motivo del Día Internacional de la Enfermedad Hepática Esteatósica asociada a disfunción metabólica (EHMET), que se celebra cada 12 de junio, dedica junio a esta enfermedad. La Esteatosis Hepática Metabólica es una enfermedad ‘compleja’ causada por una combinación de factores genéticos, metabólicos y ambientales que provocan la acumulación de grasa en el hígado.

 

La Dra. Ana Sánchez, miembro del Grupo EHMET de la SEEN, incide en la importancia del diagnóstico y tratamiento precoz por parte del endocrinólogo: “Es esencial identificar a los pacientes en riesgo para evitar la progresión a formas avanzadas como la esteatohepatitis no alcohólica, la fibrosis hepática e, incluso la cirrosis, y evitar posibles complicaciones asociadas”.

 

Así, la detección temprana puede ayudar a implementar cambios en el estilo de vida, como limitar el consumo de alcohol, seguir una dieta saludable y realizar ejercicio de forma regular, así como controlar las condiciones médicas subyacentes, como la obesidad y la diabetes, que pueden estar contribuyendo a la EHMET.

 

El hígado graso aumenta el riesgo de cirrosis

 

La Esteatosis Hepática Metabólica puede causar inflamación hepática, daño celular y acumulación de tejido cicatricial en el hígado (fibrosis). En etapas avanzadas, puede progresar hasta la cirrosis, una enfermedad hepática avanzada que conlleva múltiples complicaciones. La EHMET afecta a personas de todas las edades, pero es más común en adultos de mediana y avanzada edad y en aquellos con factores de riesgo que padecen enfermedades como obesidad, diabetes y síndrome metabólico. “Se estima

 

que alrededor del 25% de la población mundial tiene hígado graso, aunque este porcentaje puede variar en función de la región y los factores de riesgo prevalentes en la población”, sostiene la médico especialista en Endocrinología y Nutrición. Además, en personas con obesidad y/o diabetes se duplica esa frecuencia, por lo que estas dolencias son algunos de los principales factores de riesgo de la aparición y progresión del hígado graso. En este escenario, cabe destacar que el consumo de alcohol tiene un efecto potenciador en la evolución de la enfermedad hepática.

En cuanto a las causas que provocan esta patología se encuentran la obesidad, la resistencia a la insulina, las dietas ricas en grasas y en carbohidratos refinados, el síndrome metabólico y la genética. Por ello, los endocrinólogos advierten de que a pesar de que se trata de una de las enfermedades crónicas más comunes, los síntomas pueden ser ‘vagos e inespecíficos’, lo que dificulta su diagnóstico. Algunos pacientes experimentan fatiga, malestar abdominal, dolor en el hipocondrio derecho, y en etapas más avanzadas, ictericia, aunque en muchos casos son asintomáticos.

 

Actualmente existen numerosas moléculas en investigación para el tratamiento de la EHMET, pero es fundamental controlar los factores de riesgo, así como adoptar un estilo de vida saludable para reducir la acumulación de grasa en el hígado y prevenir la progresión de la enfermedad. En algunos casos, la pérdida de peso significativa y la reversión de los factores de riesgo pueden influir parcialmente en el daño hepático.

 

Por ello, la Dra. Elena González, miembro del Grupo EHMET-SEEN, hace hincapié en algunas recomendaciones nutricionales basadas en la dieta mediterránea, ya que reduce la grasa hepática, ejerce un efecto antiinflamatorio y mejora la sensibilidad hepática a la insulina, independientemente del ejercicio y la pérdida de peso. “Es recomendable limitar el consumo de carnes poco saludables (carnes grasas y derivados cárnicos) y el consumo de carbohidratos refinados especialmente en refrescos y zumos de fruta, con mayor índice glucémico, que deben sustituirse por fuentes de hidratos de carbono con baja carga glucémica”, señala.

El endocrinólogo, como especialista en patologías metabólicas (obesidad, diabetes, dislipemias, etc.), tiene la responsabilidad de identificar a las personas con hígado graso y/o fibrosis mediante los algoritmos diagnósticos basados en la medición de parámetros analíticos indicativos del riesgo de la enfermedad hepática y la confirmación mediante una prueba basada en ultrasonidos como es el fibroscan y la ecografía hepática. “Con una buena estrategia de cribado y detección de personas con hígado graso se pueden establecer las mejores pautas de tratamiento en colaboración con los especialistas en hepatología”, indica la Dra. González 

 

Últimos avances

 

La EHMET está asociada con comorbilidades metabólicas como la diabetes mellitus, la resistencia a la insulina, la obesidad, la hipertensión y dislipemia, ya que incrementan por sí mismas el riesgo de enfermedad cardiovascular siendo estas enfermedades la principal causa de mortalidad. Además, en los últimos años se han identificado otras

 

complicaciones asociadas al hígado graso como la enfermedad renal crónica, el síndrome de apnea del sueño, ovario poliquístico, enfermedades psiquiátricas y cáncer.

 

En cuanto a los avances que se han producido en relación a esta patología, cabe destacar la publicación de algunos trabajos sobre nuevos fármacos en desarrollo para revertir la fibrosis hepática y la esteatohepatitis en pacientes con EHMET. “Sin embargo, hay muchos medicamentos pendientes de aprobación por las autoridades médicas correspondientes, por lo que es fundamental prevenir su aparición mediante la dieta, el ejercicio físico y la educación poblacional”, concluye la endocrinóloga.



19 March 2024

La SEEN lleva al Congreso de los Diputados la necesidad de considerar la obesidad una enfermedad crónica

                      


La Alianza Estratégica compuesta por trece organizaciones de pacientes junto con sociedades científicas de nuestro país, entre las que se encuentra la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), ha elaborado el Informe ‘Situación sanitaria y social de las personas con obesidad en España’, que se ha presentado en el Congreso de los Diputados el pasado 18 de marzo. El documento recoge información relevante sobre el circuito asistencial en el abordaje de la obesidad, así como la situación a nivel social de los pacientes por el estigma existente en relación a esta patología: el 58% afirma haberse sentido señalado.

 

“Es una enfermedad infradiagnosticada y la coordinación entre los diferentes profesionales sanitarios y entornos clínicos es inadecuada”, subraya la Dra. Irene Bretón, coordinadora electa del Área de Obesidad de la SEEN. En este sentido, la publicación refleja que un 27% de las personas con obesidad subestima su condición real de peso, lo que provoca, a su vez, un retraso significativo en la búsqueda de atención médica y, además, hasta en el 30% de los casos no se codifica a la obesidad como diagnóstico en las historias clínicas. Asimismo, solo el 67% de los pacientes tiene acceso a algún tipo de atención sanitaria y cuando la reciben son atendidos por una media de 2 o 3 especialistas, según se extrae del estudio. Endocrinología, Atención Primaria y Nutrición son las especialidades más involucradas en el manejo de los pacientes con obesidad mientras que otras disciplinas como Psicología y Medicina Interna tienen menos presencia, a pesar de su relevancia.

 

Ante esta situación, la Dra. Bretón incide en la importancia de que se reconozca la obesidad como una enfermedad crónica con graves consecuencias, por lo que es fundamental un abordaje multidisciplinar, tanto en la prevención, como en la identificación de las personas con mayor riesgo, la evaluación y el tratamiento de los pacientes. En este sentido, los expertos reclaman también la necesidad de un Plan Nacional en el que participen todos los actores implicados: Administración Central y Autonómica, Ministerios y Consejerías de Sanidad y Educación.

 

Equidad en el acceso a los tratamientos

 

“Se debe asegurar una adecuada accesibilidad en condiciones de equidad de financiación pública a los distintos tratamientos, incluyendo los nuevos fármacos de próxima comercialización, la cirugía bariátrica (sin demoras superiores a las existentes en otras intervenciones) o la atención psicológica individualizada”, enfatiza el Dr. Ignacio Bernabéu, presidente de la SEEN. Así, según se desprende del informe, el 71% de los participantes no ha tenido acceso a este tipo de tratamiento, a pesar de que el 56% considera que habría sido beneficioso y solo el 29% ha tenido atención psicológica especializada.

 

En el entorno sanitario, el informe evidencia la importancia de impulsar la formación y la concienciación de los profesionales desde la universidad, implementar programas de identificación precoz, establecer protocolos que posibiliten un abordaje diagnóstico integral y un tratamiento personalizado implementado por equipos multidisciplinares de manera coordinada entre los distintos entornos asistenciales.

 

Atención centrada en el paciente 

 

En relación a la Alianza Estratégica entre diferentes sociedades científicas, el Dr. Javier Escalada, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (FSEEN), señala que esta unión es fundamental para desarrollar estrategias que permitan disminuir la prevalencia de la obesidad y su impacto en la salud y en el sistema sanitario. Asimismo, las sociedades científicas y las asociaciones ensalzan la importancia de una atención centrada en el paciente, que impulse su empoderamiento y su participación en la toma de decisiones.

 

Por último, la Dra. Ana de Hollanda, coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN, enfatiza la necesidad de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la obesidad y sus consecuencias para la salud: “El estudio promueve también el desarrollo de campañas de concienciación destinadas tanto a la prevención de esta enfermedad como a reducir el estigma y desarrollar programas específicos de promoción de la salud desde los colegios”.

22 April 2022

La SEEN se une al proyecto #Xperienciakilimanjaro para fusionar la salud y el deporte ayudando a los pacientes con patologías

  

La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) se adhiere al proyecto #Xperienciakilimanjaro, una iniciativa cuyo objetivo radica en apoyar a aquellos que se han visto sometidos a un proceso complicado como una recuperación después de un accidente, una intervención quirúrgica, un tratamiento o una fase pre y post trasplante. #Xperienciakilimanjaro persigue sensibilizar a la sociedad sobre las complicaciones que estas situaciones pueden conllevar y lo difícil que puede ser volver a realizar actividades cotidianas que requieren esfuerzo físico.

Elena Saura Guillén, del grupo de trabajo de Endocrinología, Nutrición y Ejercicio Físico de la SEEN (GENEFSEEN), explica que la idea surgió el año pasado cuando le propusieron subir el Kilimanjaro. “A partir de este viaje, junto a Trainsplant, surgió la idea de unir a pacientes con distintas patologías y deportistas de alto rendimiento, sanitarios y personas que, por el motivo que sea, quieren retarse físicamente”, sostiene la especialista.

El grupo de participantes que asumirá este desafío estará conformado por un total de 25 personas, entre los que podemos encontrar personas con diabetes tipo 1 (DM1), personas con obesidad que se han propuesto un nuevo desafío y desean mejorar también su condición física en lo que se refiere al peso y sus capacidades físicas, un paciente con parálisis cerebral e incluso cabe la posibilidad de que se sume un superviviente de cáncer.

La prueba planteada, que arrancará el próximo mes de junio, tiene una duración de 7 días cuyo punto de partida es el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas de la capital con dirección Tanzania. Los pacientes realizarán una ruta cada jornada que culminará con la llegada a la cima de Kilimanjaro tras 5.895 metros recorridos. La iniciativa contempla también la participación de manera virtual, por lo que todos los integrantes realizarán un trabajo preparatorio donde los profesionales sanitarios les ayudarán en la formación hasta alcanzar el reto. Así, mediante charlas, formaciones e incluso seguimiento contribuirán a que tanto aquellos que participen de manera virtual como presencial alcancen la meta. Alguna de las actividades que realizarán consistirán en charlas sobre nutrición deportiva, entrenamiento (con sesiones de entrenamiento online y teóricas), nutrición en montaña, charlas motivadoras de pacientes y deportistas, entre otros, y que se podrán seguir en directo los miércoles en la cuenta de Instragram @xperienciakilimanjaro.

Antes de enfrentarse al ascenso a la cima de Kilimanjaro, colaborarán en proyectos locales centrados en la prevención de patologías crónicas como la diabetes tipo 1 (DM1) y la Hipertensión Arterial (HTA) mediante la colaboración con sanitarios locales y proyectos destinados a la integración laboral de la mujer y las personas con discapacidad.

La doctora Saura Guillén muestra su satisfacción por acogerse a este proyecto que fusiona la parte deportiva con la parte solidaria: “Como integrante del grupo de trabajo de ejercicio físico de la SEEN, comparto con el grupo y con la sociedad este proyecto para aportar todo lo que esté en nuestra mano, ya que va a tener visibilidad mediática tanto por los deportistas reconocidos públicamente como por el soporte audiovisual y mediático que tendrá”. Los sanitarios, que abarcan diferentes áreas como Endocrinología y Nutrición, Atención Primaria, Anestesiología y Medicina Interna, colaborarán en el hospital local de Moshi mediante educación específica y junto al resto del equipo que participa en esta experiencia se harán donaciones de material sanitario (farmacológicos, higiénicos, médicos). Además, el proyecto cuenta con la colaboración de la Asociación Española de Diabetes e Industria farmacéutica.

31 August 2020

La falta de sueño está asociada al riesgo de desarrollar obesidad y diabetes tipo 2


Existen numerosos estudios epidemiológicos que aseguran que, la falta de sueño está asociada al riesgo de desarrollar obesidad y diabetes tipo 2. Al tratarse de dos patologías muy prevalentes y fácilmente prevenibles, la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) alerta de que dormir poco produce un aumento de concentración de ghrelina, una hormona secretada principalmente por la mucosa gástrica que estimula la ingesta, al mismo tiempo que reduce la leptina, de efecto saciante, procedente del tejido adiposo. Esta subida y bajada de valores hormonales, favorece un comportamiento alimentario que promueve la ganancia de peso.

En esta línea, el Dr. Javier Salvador, miembro del Área de Neuroendocrinología de la SEEN, advierte de que la ausencia de sueño “tiene como consecuencia un modelo de estrés y activación del sistema nervioso simpático, que puede traer consigo el desarrollo de obesidad abdominal y resistencia a la insulina. Ambos fenómenos, aumentan la probabilidad de desarrollar diabetes y otras complicaciones como hipertensión arterial”. Del mismo modo, aclara que cuando existe apnea obstructiva del sueño los fenómenos derivados de la hipoxia tisular intermitente también contribuyen al deterioro metabólico y al aumento de la masa grasa y del peso corporal, así como de sus comorbilidades asociadas.

Como consecuencia de todos estos factores se produce una somnolencia diurna y un cansancio que favorece el sedentarismo, lo que también promueve el desarrollo de obesidad y diabetes.

Pero según los expertos, el sistema regulador del metabolismo no es tan sencillo: “Se debe tener en cuenta los diferentes mensajes procedentes del sistema nervioso, el aparato digestivo, el tejido graso, el hígado y el páncreas, ya que tienen influencias sobre la acción de una u otras hormonas. Además hay que tener presente otros fenómenos periféricos como son la inflamación y la termogénesis”, asegura el Dr. Salvador.

Alimentación y falta de sueño

Existen estudios en los que se ha comprobado que existe un aumento en el consumo de carbohidratos, siendo la variación del porcentaje de ingesta un factor que puede contribuir al riesgo de obesidad, resistencia insulínica y diabetes. No obstante, tratar de controlar la ingesta no es fácil, dado que su alteración está determinada por factores biológicos.

De este modo, “la apuesta más segura para mantener una buena salud metabólica es seguir una dieta mediterránea, en la que predominen frutas y verduras, así como fibra y grasas de origen vegetal, y prestando especial atención a limitar el consumo de carne roja y grasas animales. Esto debe ir acompañado de un periodo de descanso nocturno regular de una duración de 7-8 horas, y de una frecuente actividad física, siempre adaptada a las circunstancias clínicas individuales” recuerda el experto en neuroendocrinología.

Influencia hormonal en el apetito de las mujeres

El especialista comenta que los ciclos hormonales de hombres y mujeres influyen en el apetito y en la ganancia de peso de manera diferente. En el caso femenino las variaciones propias del ciclo menstrual hacen que la situación sea más cambiante que en el varón.
Atendiendo el periodo previo a la menstruación, cuando hay valores elevados de estradiol y progesterona en la mujer fértil, existe, en algunas personas, una tendencia a aumentar de peso y a experimentar un comportamiento alimentario más compulsivo. En los casos con síndrome premenstrual disfórico (caracterizado por síntomas cíclicos, somáticos, psicológicos y conductuales, agravados en la fase luteal del ciclo menstrual), se relacionan con un mayor apetito por los alimentos dulces que contienen una alta densidad energética.

Igualmente, en el periodo de lactancia es posible contemplar un aumento de la ingesta compensador que puede ser como consecuencia de cambios en el tono dopaminérgico y noradrenérgico centrales derivados de la hiperprolactinemia, caracterizada por un alto nivel de la hormona prolactina en la sangre y estimulada por la succión del pezón a la vez que la desaparición de las hormonas sexuales de producción placentaria.

En lo que respecta a la etapa de la menopausia, se hallan diferentes opiniones al respecto. Algunos estudios aseguran que “el aumento de la masa grasa y del peso corporal se da por una influencia de la edad. Sin embargo, otras investigaciones han demostrado que la deficiencia hormonal de estrógenos y progesterona, resultado de la detención de la función ovárica, está asociado con un patrón masculino de distribución de grasa abdominal y visceral que aumenta el riesgo de diabetes, dislipemia, hipertensión y de otras complicaciones relacionadas a la obesidad”, señala el experto. En este periodo de la vida, añade: “Es aconsejable aplicar medidas preventivas y terapéuticas encaminadas a reducir el exceso de masa grasa, además de mantener las medidas higiénico-dietéticas y de estilo de vida saludables” apunta.

Influencia hormonal en el apetito de los hombres

En el caso de los hombres, se ha demostrado que la testosterona produce un incremento del peso corporal bajo administración crónica. Sin embargo, en repetidas ocasiones aparece obesidad cuando se produce hipogonadismo masculino, resultado de una disminución de la concentración de testosterona endógena como consecuencia de su toma exógena. Esto muestra diferentes efectos de esta hormona en función del escenario biológico.

La etapa de la andropausia también afecta a los varones, sin embargo es más progresiva que la menopausia femenina, y puede suponer un incremento de peso, aunque algo menor. Pese a esto, “no se debe dejar de vigilar el efecto modulador de la ingesta que produce la concentración de andrógenos en el varón. No obstante, su actuación principal sobre el control del peso corporal está más ligado con sus poderosos efectos anabolizantes sobre la masa magra, que disminuyen con la edad y participan, de ese modo, en el aumento de grasa asociado al envejecimiento”, apunta el Dr. Salvador.



06 July 2020

Uno de cada diez españoles podría tener “diabesidad”, la suma de diabetes tipo 2 más obesidad o sobrepeso




El 11-12% de la población española (unos 4 millones de personas) podría tener diabetes tipo 2 y obesidad o sobrepeso, según estimaciones de los expertos reunidos en el 1er Congreso Virtual de Diabesidad tras cruzar las diferentes estadísticas sobre la prevalencia de ambas patologías*. Este Congreso está organizado por la Sociedad Española de Diabetes (SED), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), con la colaboración de Novo Nordisk.

La evidencia científica actualmente disponible apunta a que, por separado, cada una de las dos patologías es factor de riesgo de complicaciones en pacientes con enfermedad por COVID-19, por lo que la combinación de ambas, lo que se conoce como “diabesidad”, implicaría un peor pronóstico y un difícil manejo en caso de contagio. Por ello, los expertos han puesto de manifiesto la importancia de que la prevención de la diabetes tipo 2, la de la obesidad y el adecuado abordaje en caso de padecer una o las dos formen parte de las estrategias frente al coronavirus.

En este contexto, Irene Bretón, presidenta de la SEEN, insiste en que “la obesidad es una enfermedad que no siempre se considera como tal o no se reconoce su importancia, tanto en las administraciones como por parte de la ciudadanía. No se ve como una enfermedad devastadora, que aumenta el riesgo de mortalidad y da lugar a múltiples complicaciones, además de un deterioro evidente de la calidad de vida. Hay estudios que observan que las personas con formas graves de obesidad pueden perder entre 10 y 12 años de vida”.

Asimismo, el doctor Francisco Tinahones, presidente de la SEEDO, incide en que la obesidad no es sólo un problema de los adultos. “Cada vez es más frecuente en la población infantil y juvenil. Estamos viendo adolescentes obesos con diabetes tipo 2, algo impensable hace años". Por su parte, Antonio Pérez, presidente de la SED, pone el acento en recordar que, la obesidad, sobre todo la obesidad abdominal, constituye el principal factor para el desarrollo de la diabetes tipo 2 en los sujetos genéticamente predispuestos, y la prevención de la obesidad representa la principal medida en la reducción de la incidencia de la diabetes tipo 2. A pesar de todo, frecuentemente la obesidad no se considera una enfermedad y una de cada dos personas con diabetes está sin diagnosticar”.

Y en lo que estas tres Sociedades coinciden es en que “es necesario profundizar en la epidemiología y fisiopatología de esta enfermedad para poner en marcha medidas destinadas a su abordaje integral mediante la prevención y el tratamiento, creando protocolos de actuación, guías de práctica clínica y, en definitiva, que las autoridades sanitarias pongan en marcha planes estratégicos efectivos”.

En esta misma línea, el doctor Francisco Pajuelo, director médico de Novo Nordisk, reconoce que “después de 100 años trabajando e innovando en el ámbito de la diabetes, la evolución natural de nuestra compañía era encontrar soluciones óptimas para el tratamiento de la obesidad, como una de las principales comorbilidades de la diabetes. Y así, hoy en día nuestro objetivo es mejorar el abordaje de ambas mediante opciones terapéuticas, instrumentos y programas de apoyo que son el resultado de haber escuchado y aprendido de las personas que las padecen y quienes les atienden”.

Cambio de hábitos
Entre las numerosas complicaciones en las que puede derivar la obesidad se encuentran las de origen cardiovascular. “Por eso, es importante prevenirla y con ello el desarrollo de diabetes tipo 2, la cual también incrementa el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular”, afirma el doctor Antonio Pérez. En concreto, las personas con diabetes tipo 2 tienen hasta tres veces más riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular que las personas sin diabetes1.

Esto se debe a que la diabetes es una enfermedad metabólica que tiene una relación directa con la enfermedad cardiovascular lo que convierte a esta, la enfermedad cardiovascular, en la principal causa de muerte de las personas con diabetes2. “Es decir, la obesidad no es un problema estético. La misma empeora la calidad de vida y provoca numerosas patologías, entre ellas la diabetes”, incide el doctor Tinahones.

En estos casos, junto al tratamiento, la dieta y el ejercicio son otros de los pilares básicos. Aunque estos expertos reconocen la dificultad para conseguir cambiar el estilo de vida del paciente y seguir el tratamiento. Y en cuanto a los hábitos nutricionales la doctora Irene Bretón explica que, “hay que aprender a comer mejor, no es sólo cuestión de comer menos. Tenemos que adaptar las calorías que ingerimos a lo que vamos a gastar y mejorar la calidad nutricional de nuestra alimentación, en base a la dieta mediterránea. Es el patrón dietético que ofrece más beneficios, pero siempre estableciendo objetivos individualizados”.

Aunque también muy importante es el ejercicio físico. Sobre este el doctor Tinahones matiza que “el mismo dependerá de la edad, el nivel de entrenamiento físico y la existencia de otras patologías. Para la mayoría de los adultos se recomiendan 150 min o más de actividad física de intensidad de moderada a fuerte por semana, distribuida en al menos 3 días/semana y ejercicios de fuerza”.

Los expertos ponen el énfasis en que cuando la obesidad se trata, las enfermedades asociadas a la misma, como la diabetes tipo 2, desaparecen. Por tanto, “evitando el exceso de peso se pueden prevenir más del 50% de los casos de diabetes tipo 2”.

Hacia la medicina de precisión
Si con las modificaciones en el estilo de vida y el ejercicio físico no se consiguen los objetivos marcados, hay que comenzar el tratamiento farmacológico. En palabras de estos profesionales, es importante buscar alternativas de tratamiento adaptadas a la vida de cada paciente. Y en la actualidad, los expertos aseguran que la “la diabesidad nos exige una visión holística que considera desde los factores ambientales a los genéticos, según nos dirigimos hacia un futuro marcado por la medicina de precisión. La misma nos permitirá indicar el tratamiento adecuado, en el paciente adecuado y en el momento adecuado”.


No obstante, todos destacan la necesidad de invertir más tiempo en la educación del paciente y la investigación. “Es una labor de todos, profesionales y personas con obesidad y diabetes, mejorar la adherencia a los tratamientos, y para esto debemos emplear más tiempo en explicar los beneficios y cómo logarlos. Y la apuesta por la investigación debe ser fundamental ya que los nuevos tratamientos avanzan en función del conocimiento que se adquiere en la patogenia de estas patologías”, concluyen.
  

20 May 2020

El picoteo y el sedentarismo asociados al teletrabajo favorecen el desarrollo de la obesidad






 España ha iniciado ya el proceso de desescalada tras la pandemia de COVID-19. A pesar de la disparidad de fases entre regiones, el teletrabajo continúa siendo la opción preferente en todas, al menos hasta llegar a la fase 3, lo que ocurrirá a mediados de junio en las zonas que avanzan más rápidamente hacia la nueva normalidad. “Uno de los problemas que puede tener trabajar desde casa es caer en el picoteo y hacerlo de forma frecuente se traduce en transgresiones dietéticas que tendrán consecuencias indeseables”, advierte la Dra. Emilia Cancer, miembro del Comité Gestor del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). “Además, para muchas personas, teletrabajar supone una reducción de la actividad física global, ya que el ejercicio que se realiza durante el desplazamiento hacia el trabajo desaparece”, añade.



Desde la SEEN advierten de que picar entre horas y el sedentarismo favorecen el desarrollo de obesidad y numerosos problemas de salud asociados a esta enfermedad crónica: hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipemia (aumento de colesterol y/o de triglicéridos en sangre), aumento del ácido úrico, artrosis y apnea obstructiva del sueño, entre otros.



“Seguir una alimentación saludable basada en la dieta mediterránea con 4-5 comidas al día, acompañada de ejercicio físico regular y un descanso nocturno reparador, permitirá mantener un adecuado rendimiento y una buena concentración en el trabajo”, afirma la Dra. Emilia Cancer.



La especialista recomienda prevenir malos hábitos en la alimentación empezando con una planificación semanal de menús: “La organización permitirá reducir el picoteo descontrolado entre horas. Además, no cocinaremos más comida de la que necesitamos y, con ello, gastaremos menos. Lo mejor es hacer tres comidas principales: desayuno, comida y cena. Y, cuando entre dos comidas vayan a pasar más de 4-5 horas, tomar un tentempié, pero también planificado para reducir, principalmente, el consumo de grasas saturadas, azúcares refinados y sal”.



A su vez, programar un horario para hacer ejercicio puede ayudar a evitar la ingesta por aburrimiento. Según la Dra. Emilia Cancer: “Aunque teletrabajemos, no debemos olvidar dedicar un tiempo del día a la práctica de ejercicio físico. Al igual que con la alimentación, lo ideal es planificar la actividad física y será más fácil cumplirla si establecemos desde el principio un horario”.



La cesta de la compra

Para evitar tener en casa más alimentos de los necesarios y poco saludables, la endocrinóloga aconseja reducir los procesados y eliminar los ultraprocesados de la cesta de la compra: “Es recomendable ir a comprar después de comer, ya que, si vamos con hambre, seguro que escogemos más cantidad de alimentos y, además, innecesarios. Debemos llevar siempre una lista de lo que necesitamos y el dinero justo. Si vamos a un hipermercado, no debemos pasar por los pasillos que más nos tienten (bollería, pastelería, charcutería, alimentos precocinados, congelados tipo pizza o alimentos preparados y listos para freír)”.



Asimismo, la Dra. Emilia Cancer sugiere leer el etiquetado nutricional de los productos que compramos: “Esto es muy importante para poder elegir los alimentos que contengan menos grasas, menor contenido de ácidos grasos saturados y los que no contengan grasas parcialmente hidrogenadas o grasas trans, así como para conocer el valor energético y las cantidades no solo de grasas, sino de hidratos de carbono, azúcares, proteínas y sal que contienen”.



Al igual que cuando se come fuera de casa, tomar como referencia la dieta mediterránea es una apuesta segura para seguir unos hábitos de alimentación saludables: alimentos de origen vegetal, frutas, verduras, legumbres, frutos secos, harinas integrales de cereales, lácteos (desnatados para los adultos), mejor pescado que carne (y dentro de las carnes, mejor las que tienen menos grasa) y aceite de oliva como principal fuente de grasa.



Para los tentempiés entre horas, la endocrinóloga propone consumir preferiblemente alimentos frescos de color vivo: “Las verduras como el tomate, las zanahorias, el apio o el pepino tienen propiedades nutricionales excelentes y pueden comerse en cantidades elevadas sin aportar muchas calorías. Una pieza o ración de fruta fresca de temporada (fresas, frutas del bosque, piña, melón, sandía, etc.) aporta vitaminas, minerales, antioxidantes, agua, fibra, pocos azúcares y pocas calorías. Los encurtidos, sobre todo pepinillos y cebolletas, son otra buena alternativa para quitar el hambre entre horas por su bajo aporte calórico. Incluso las aceitunas que, aunque tienen un aporte calórico más elevado, aportan grasas saludables. Los frutos secos (nueces, almendras, avellanas, pistachos, etc.) son una opción a tener en cuenta en algunas ocasiones por sus propiedades saludables, pero siempre mejor crudos y en pequeñas cantidades porque su valor calórico es elevado. Otra elección puede ser el yogur, preferiblemente desnatado”.



Por último, respecto a las bebidas, la especialista de la SEEN recuerda que “lo mejor es tomar agua”, pero que, en el caso de querer tomar alguna otra, “hay que evitar las que tengan azúcares, como los refrescos o zumos envasados, y optar por bebidas light e infusiones”.


26 August 2019

La crisis económica tiene consecuencias para la salud pública cuando la dieta no incluye productos que aseguren una alimentación saludable



 La crisis económica global supone una amenaza para la salud de la población cuando los alimentos que se consumen no siguen un patrón de dieta saludable. La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha recordado que las limitaciones económicas familiares “afectan de manera directa a las partidas destinadas a la alimentación” y, como consecuencia, “no siempre se escogen los productos más acertados según los criterios de alimentación sana”, ha afirmado el doctor Francisco Botella, vocal del área asistencial y de comunicación de la SEEN.

Según los últimos datos disponibles, la cesta de la compra se ha encarecido el triple que los sueldos desde la entrada del euro y un 33% de la población ha cambiado sus hábitos alimentarios por motivos económicos. Entre las consecuencias para la salud de una mala alimentación destaca la obesidad, con sus comorbilidades. Esta enfermedad metabólica, definida por la OMS como la epidemia del siglo XXI, es la más frecuente y supone la segunda causa prevenible y evitable de muerte en los países desarrollados. En concreto, en España la mortalidad por enfermedad cardiovascular representa el 31,7% de todas las defunciones, de las que un 20-30% son atribuibles a exceso de peso.

Recomendaciones para mejorar la alimentación en un escenario de pobreza
Una cesta alimentaria ajustada a las limitaciones económicas y reducidas por el bajo poder de compra de los consumidores, ha destacado la SEEN, acarrea el incremento en el consumo de alimentos ultraprocesados de bajo valor nutricional y poder saciante,  ricos en azúcares refinados, sal y grasas como bollería y repostería industrial, precocinados, carnes de más baja categoría comercial. Una tendencia que “supone también una notable ausencia o escasez de pescado azul, frutas y verduras frescas y el descenso del consumo de productos como el aceite de oliva, lácteos, pan y huevos”.

Ante esta situación, desde la sociedad científica recomiendan intentar seguir un patrón de dieta saludable mediante una alimentación variada basada en diferentes alimentos que aporten la energía y nutrientes necesarios, ya que “no existe ningún producto que contenga de manera exclusiva las cantidades idóneas”. Así, el doctor Botella ha insistido en la importancia de no consumir siempre el mismo producto, como la patata, que es el alimento más recurrido, pero con un aporte energético limitado, y “recurrir a alternativas” siempre que se “modere” su consumo. Así, se ha referido a la ingesta, por ejemplo, de arroz, pasta (preferiblemente integrales) y legumbres, entre otros, por encontrarse entre los alimentos básicos y que por su precio resultan “asequibles” como plato principal.

El potaje es una alternativa saludable y económica. “Pensar en recetas que combinen alimentos como las carnes o los pescados con arroz, pasta o legumbres, da como resultado un plato sabroso y nutritivo que sirve como plato único de la comida principal”. Asegurar una ingesta “alternada” de legumbres a lo largo de la semana, “supone una decisión acertada para una correcta alimentación”.

Consumir productos congelados, más económicos que los frescos, es también una posibilidad muy aceptable, ya que esta técnica no altera el valor nutricional, ni la calidad ni el sabor de alimentos como carnes, pescados u hortalizas. La SEEN advierte que la única precaución que tenemos que tener es asegurar que no se rompa la cadena de frío del producto congelado.

Recomendaciones para mantener una dieta equilibrada
1. Hacer al menos tres comidas diarias.
2. Elegir mayoritariamente alimentos de origen vegetal (fruta y verdura de temporada, legumbres y cereales) y de proximidad.
3. Incluir como mínimo una ración de cereales o derivados (pan, pasta, arroz, maíz, patatas, etc.) en cada comida, priorizando los elaborados con harina integral.
4. Limitar el consumo de alimentos de origen animal, como la carne, los embutidos y los lácteos no desnatados y sus derivados.
5. Priorizar el consumo de pescado (si puede ser, azul) y carne blanca (pollo, pavo o conejo).
6. Tomar legumbres dos/tres veces a la semana.
7. Reducir el consumo de fritos.
8. Moderar las raciones y reaprovechar algunos alimentos.
9. Perder el miedo al agua del grifo.
10. Cocinar en casa, en lugar de comprar alimentos ya precocinados.

CONTACTO · Aviso Legal · Política de Privacidad · Política de Cookies

Copyright © Noticia de Salud