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En el marco de la LXXIV Reunión Anual de la Sociedad
Española de Neurología (SEN), Angelini Pharma ha reunido a varios expertos para
debatir acerca de los últimos avances en epilepsia y, en particular, en el
campo de la epilepsia farmacorresistente
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Solo en España se estima que 400.000 personas sufren
epilepsia y, aproximadamente, el 30-40% de ellos siguen
experimentando crisis a pesar de haber sido previamente tratados con dos
fármacos anticrisis
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La probabilidad de estar libre de crisis disminuye
significativamente con cada medicamento anticrisis fallido. Las crisis dificultan el día a día de las personas con
epilepsia en su ámbito laboral social y familiar.
En el marco de la LXXIV Reunión Anual de la Sociedad
Española de Neurología (SEN), que se ha celebrado en Sevilla, más de 3.000
expertos nacionales e internacionales han debatido acerca de los últimos
avances en el ámbito de la neurología. En este contexto, Angelini Pharma ha
organizado un simposio para abordar las novedades más recientes en el
tratamiento de la epilepsia y realzar la importancia de seguir avanzando en su
investigación.
La epilepsia es una
enfermedad crónica que afecta a más de 50 millones de personas en el mundo y supone una de las enfermedades neurológicas más frecuentes. Solo en España se
estima que más de 400.000 personas sufren epilepsia, lo que supone
una elevada carga tanto para los pacientes y sus familias como para el sistema
sanitario. En este sentido, los expertos han coincidido en subrayar la importancia
de la personalización de los tratamientos y el seguimiento cercano de los
pacientes para alcanzar el éxito terapéutico.
Según el Dr. Jesús
Porta, vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología y jefe de Sección
de Neurología del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, “en los últimos años
hemos vivido un cambio en las consultas de neurología especialmente relacionado
con los cambios que está experimentando la sociedad. Las personas se han vuelto
más dinámicas y activas y, por tanto, requieren tratamientos que mejoren la
enfermedad y disminuyan la tasa de efectos secundarios que pueden limitar su
integración en una vida normal”.
Por tanto, añade el
experto, “el reto estará en diseñar tratamientos personalizados o de precisión,
que en unos casos actúen sobre la etiopatogenia modificando la enfermedad y en
otros sobre la fisiopatología y, además, que se adapten a las características
de la persona. Y esto solo será posible con la llegada de nuevos fármacos y
otras opciones terapéuticas que atiendan a tres criterios fundamentales: la
eficacia, la reducción de los efectos secundarios y su capacidad de mejorar
otras comorbilidades asociadas a la enfermedad". En el caso de la
epilepsia “el diagnóstico es complejo y el paciente requiere un tratamiento adecuado,
de ahí la necesidad de seguir creando unidades especializadas que cuenten con
las técnicas diagnósticas necesarias y todos los recursos necesarios para tener
una visión lo más completa posible de la patología”, argumenta el Dr. Porta.
Necesidades médicas no
cubiertas en epilepsia
Durante el encuentro,
los expertos han puesto el foco en la epilepsia farmacorresistente, es decir,
en aquellos pacientes que pese a haber sido tratados previamente con al menos
dos fármacos anticrisis, no han logrado controlar sus crisis.
Esta condición afecta aproximadamente al 40% de los pacientes con epilepsia, lo
que evidencia una necesidad médica todavía no cubierta.
El l objetivo
terapéutico de los tratamientos consiste en alcanzar la libertad de crisis, sin
embargo, la probabilidad de alcanzarla disminuye drásticamente con cada fármaco
fallido. Las personas con crisis no controladas tienen una peor
calidad de vida, más comorbilidades asociadas, mayor riesgo de caídas y
lesiones y un mayor riesgo de mortalidad. Las crisis dificultan el día a día de
las personas con epilepsia en su ámbito laboral social y familiar.
Para la Dra. Mar
Carreño, directora de la unidad de epilepsia del Hospital Clínic de Barcelona y
presidenta de la Sociedad Española de Epilepsia (SEEP), “estos pacientes
precisan tratamiento con varios fármacos, cuyos efectos adversos se pueden
sumar y empeorar la calidad de vida. El reto es realizar un tratamiento
racional con la mayor eficacia posible y que se tolere bien”.
Además, los expertos
han debatido sobre las nuevas opciones terapéuticas que han aterrizado
recientemente en la práctica clínica española para mejorar el control de las
crisis, destacando la eficacia clínica y seguridad del recientemente aprobado
Ontozry® (cenobamato). Este nuevo medicamento anticrisis cuenta con un
mecanismo de acción único, dual y complementario, y está indicado
para el tratamiento concomitante en adultos con crisis de inicio focal con o
sin generalización secundaria que no han sido controlados de forma adecuada a
pesar del tratamiento previo con al menos 2 fármacos anticrisis.
La Dra. Carreño apunta
que “cenobamato posee una eficacia que no habíamos visto hasta ahora para
controlar o bajar de forma muy importante la frecuencia de crisis en epilepsia
farmacorresistente. Se ha empleado en ensayos clínicos y también dentro de
programas de uso compasivo en pacientes con epilepsias muy rebeldes y los
resultados han sido muy buenos. Cerca de un 30% de los pacientes pueden
alcanzar la libertad de crisis tomando este tratamiento, y muchos se quedan
casi sin crisis, lo que tiene un gran impacto en su vida diaria”.
Por su parte, Dña.
Elena Alvarez-Barón, directora de Asuntos Médicos de Angelini Pharma, ha
asegurado que “la epilepsia farmacorresistente tiene un impacto devastador en
la vida de los pacientes y sus familias y, ante un reto sociosanitario tan
urgente, debemos aunar esfuerzos para atender las necesidades médicas todavía
no cubiertas. Nuestro compromiso con el avance de la investigación y la
cooperación con la comunidad científica seguirá centrado en mejorar la salud
del cerebro “Brain Health” y, por tanto, en el desarrollo de nuevas
alternativas terapéuticas que mejoren la vida de las personas que sufren
enfermedades neurológicas”.
Este sábado, día 29,
es el Día Mundial del Ictus, una fecha en que la Sociedad Española de
Neurología (SEN) quiere concienciar sobre esta enfermedad ya que es la primera
causa de discapacidad, la segunda causa de muerte y la segunda causa
deterioro cognitivo en la población adulta. Este año, en todo el mundo, 12,2
millones de personas sufrirán un ictus, y 6,5 millones (más de la mitad),
fallecerán por esta enfermedad. Además, se estima que más de 110 millones de
personas que ha sobrevivido a un ictus viven con discapacidad.
Solo en España, según datos de la SEN, unas 110.000 personas sufren un ictus
cada año, de los cuales al menos un 15% fallecen y, entre los supervivientes,
en torno a un 30% queda en situación de dependencia funcional. En España, el
ictus es además la primera causa de mortalidad en las mujeres, la segunda en
hombres y la primera causa de discapacidad tanto en hombres como en mujeres:
más de 350.000 personas presentan alguna limitación en su capacidad funcional
como consecuencia de esta enfermedad
“El ictus se produce como
consecuencia de la alteración del flujo sanguíneo que llega al cerebro. En más
del 80% de los casos, la causa es la obstrucción de alguno de los vasos que
suministran sangre al cerebro, generalmente por un coágulo: es lo que se
denomina ictus isquémico. Pero también puede producirse por la rotura en alguno
de estos vasos: es lo que llamamos ictus hemorrágico”, explica la
Dra. Mar Castellanos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades
Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN). “No obstante, independientemente del
tipo de ictus que se padezca, siempre estaremos hablando de una urgencia
médica, porque cuanto
más tiempo pase sin flujo sanguíneo una zona de nuestro cerebro, mayores serán
las consecuencias”.
El ictus es una emergencia médica porque es una enfermedad tiempo-dependiente,
es decir, cuanto más temprana sea su detección, el acceso a las pruebas y al
tratamiento, mayor será la probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad y mayor
también la de superarlo sin secuelas importantes. Pero, a pesar de que se
estima que 1 de cada 4 personas en edad adulta sufrirá un ictus a lo largo de
su vida, en España solo un 50% de la población sabría reconocer los síntomas de
esta enfermedad:
“Los síntomas del ictus
generalmente se producen de forma brusca e inesperada y, aunque habitualmente
los pacientes suelen experimentar varios de estos síntomas, solo con
identificar uno de ellos es motivo suficiente para que se llame al 112. Incluso
aunque los síntomas desaparezcan a los pocos minutos, hay que acudir a
Urgencias”, señala la Dra. Mar Castellanos. “Por esa razón, y por segundo año
consecutivo, la campaña del Día Mundial del Ictus está centrada en que
organizaciones de todo el mundo nos unamos para tratar de aumentar el
conocimiento que la población tiene sobre sus síntomas, porque reaccionar a
tiempo es esencial para sobrevivir o para no sufrir una discapacidad por esta
enfermedad”.
Del mismo modo que es importante reconocer los síntomas , es también muy
importante la prevención de esta enfermedad. Aunque la incidencia de los ictus
aumenta significativamente con la edad, más del 60% de los casos ocurren en
personas menores de 70 años y el 16% en personas menores de 50 años. Es decir,
que aunque la edad sea un factor de riesgo que no se puede modificar, también
influyen otros factores.
El factor de riesgo más importante para la aparición de ictus es la presión
arterial alta. Pero también otros como el tabaquismo, la inactividad física, la
dieta poco saludable, la obesidad, el consumo de alcohol excesivo, la
fibrilación auricular, los niveles elevados de lípidos en sangre, la diabetes
mellitus, la genética, el estrés... La mayoría de estos factores son
modificables. Se estima que solo controlando adecuadamente los factores de
riesgo modificables se podría prevenir hasta el 90% de los casos de ictus.
“La prevención es muy
importante, no solo porque es algo que está en nuestras manos, sino porque de
no hacerlo, estimamos que en la próxima década se producirá un aumento del 34%
en el número de ictus, un incremento de un 45% de muertes por ictus y un
aumento del 25% en el número de supervivientes de ictus con discapacidad en
Europa”, comenta la Dra. Mar Castellanos. “Confiamos en que días como éste sirvan
para aumentar el conocimiento sobre esta enfermedad y que planes como el Plan
de Acción Europeo contra el Ictus, al que se ha adherido recientemente el
Ministerio de Sanidad y la SEN, también ayuden a poner freno a esta
enfermedad”.
El Plan de Acción Europeo contra el Ictus contempla los siguientes objetivos
para 2030:
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La esclerosis lateral
amiotrófica (ELA) es una enfermedad degenerativa que afecta a las neuronas
que transmiten los impulsos nerviosos desde el Sistema Nervioso Central a los
diferentes músculos del cuerpo: a las llamadas motoneuronas o neuronas
motoras. La ELA es una enfermedad crónica, letal, así como la patología más
frecuente dentro de las enfermedades neuromusculares. Cada año en España,
según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), unas 700 personas
comienzan a desarrollar los síntomas de esta enfermedad. Mañana, 21 de junio
es el Día Internacional de la ELA. |
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