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26 October 2023

29 de octubre: Día Mundial del Ictus

  


El 25% de la población española sufrirá un ictus a lo largo de su vida

  • Cada año se producen en España entre 110.000 y 120.000 nuevos casos de ictus.
  • El año pasado, en España, más de 24.000 personas fallecieron y más de 34.000 personas desarrollaron una discapacidad por esta enfermedad.
  • A pesar de que ante cualquier síntoma de ictus se debe llamar al 112, menos del 50% de la población española reconocería los síntomas de esta enfermedad y sabría cómo actuar.
  • Si no aumenta su prevención, en menos de 15 años el número de casos de ictus aumentarán un 35%.
  • Hasta el 90% de los casos de ictus se podrían llegar a prevenir.  

Este domingo, 29 de octubre, se conmemora el Día Mundial del Ictus, con el objetivo de crear conciencia sobre esta enfermedad cerebrovascular, sus síntomas, sus factores de riesgo y cómo prevenirlos, ya que ictus es una de las principales causas de muerte y discapacidad en España.
 
Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) cada año se producen en España entre 110.000 y 120.000 nuevos casos de ictus y, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo el año pasado, más de 24.000 personas fallecieron debido a un ictus y más de 34.000 personas desarrollaron una discapacidad por esta enfermedad. Esto hace que el ictus sea la primera causa de discapacidad en España – más de 360.000 personas tienen reconocida una discapacidad por haber padecido un ictus- y que, tras los fallecimientos por COVID, el ictus sea la segunda causa de muerte en mujeres en España y la tercera causa en ambos sexos.  
 
“Un ictus ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se interrumpe, ya sea debido a un coágulo sanguíneo (en estos casos se denomina ictus isquémico y supone más del 80% de los casos) o a una hemorragia (ictus hemorrágico). Y en ambos casos, estamos hablando de una urgencia sanitaria que ante los primeros síntomas debe ser abordada sin dilación, ya que cuanto menos tiempo pase desde la aparición de los primeros síntomas hasta que pueda ser tratada, mayor será la probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad o reducir sus secuelas”, comenta la Dra. Mª Mar Freijo, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología. “A pesar de ello, aún existe un alto porcentaje de la población que desconoce cuáles son los síntomas de esta enfermedad o cómo se debe actuar ante su aparición”.
 
Según datos de la SEN, en España, solo un 50% de la población sabría reconocer los síntomas de esta enfermedad. Además, el Código Ictus, que es el sistema de atención sanitaria que se activa al llamar a emergencias con síntomas de ictus, solo se llega a utilizar en aproximadamente el 40% de los casos que se atienden actualmente en los hospitales españoles.
 
“El Código Ictus, que se ha implantado en todas las CC.AA. para que los pacientes con un ictus lleguen lo antes posible al hospital, que a su llegada esté todo preparado para atenderles inmediatamente, y asi reducir el tiempo que transcurre desde que se detecta que una persona tiene un ictus hasta que se empiece el tratamiento, ha demostrado en los últimos su gran utilidad para salvar vidas y evitar discapacidad. Sin embargo, si los pacientes o los familiares o personas que lo acompañan no saben identificar correctamente que están sufriendo esta enfermedad o cómo deben actuar ante los primeros síntomas, difícilmente podrán beneficiarse de este sistema. Teniendo en cuenta que un ictus mata dos millones de neuronas cada minuto y que existe una ‘ventana terapéutica’ antes de que los tratamientos de los que disponemos dejen de ser efectivos, es fundamental que toda la población conozca en qué consiste en esta enfermedad y que sepa que cada minuto cuenta. Y más si tenemos en cuenta que el 25% de la población sufrirá un ictus a lo largo de su vida”, explica la Dra. Mª Mar Freijo. 
 
Por esa razón, desde la SEN se insiste en recordar que ante estos síntomas:

  • Pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades.
  • Alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender.
  • Alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble o pérdida de la visión en algún lado de nuestro campo visual.
  • Pérdida brusca de la coordinación o el equilibrio.
  • Dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza habituales.

Es fundamental llamar al 112, incluso cuando solo se experimente uno solo de ellos o los síntomas desaparezcan a los pocos minutos.
 
Aumentar el conocimiento de esta enfermedad entre la población es también fundamental porque se estima que en menos de 15 años el número de casos de ictus aumentará un 35%. Detrás de este previsible incremento de los casos está el envejecimiento poblacional, ya que la gran mayoría de los casos se dan en personas mayores de 65 años. En todo caso, el ictus no es una enfermedad exclusiva de personas mayores: aproximadamente el 10-15% de todos los ictus ocurren en personas menores de 45 años e incluso, aunque raros, se pueden dar casos de ictus infantil.
 
“Aunque la edad es un factor de riesgo para sufrir un ictus, también influyen otros factores que, en muchos casos, pueden ser modificables. Estimamos que hasta el 90% de los casos de ictus se podrían llegar a evitar simplemente controlando adecuadamente los factores de riesgo modificables de esta enfermedad. Por esa razón, el Día Mundial del Ictus también surgió con el objetivo de concienciar sobre la importancia de tratar de prevenir esta enfermedad”, destaca la Dra. Mª Mar Freijo.
 
El factor de riesgo más importante para la aparición de ictus es padecer hipertensión. Pero también otros como el tabaquismo, el sedentarismo, la mala alimentación, la obesidad, el alcoholismo, el consumo de drogas, la genética, el estrés o padecer fibrilación auricular, colesterol o diabetes.  Y muchos de estos factores son modificables o controlables.
 
“A pesar de que en los últimos años se ha avanzado mucho en el tratamiento de esta enfermedad, con la aparición de nuevos procedimientos y fármacos y la implantación cada vez mayor de Unidades de Ictus, que han conseguido mejorar sustancialmente el pronóstico de esta enfermedad, la mayor herramienta que tenemos actualmente para combatir el ictus es la prevención. Si no tomamos medidas, en los próximos 10 años, en Europa, aumentarán un 45% las muertes por ictus y un 25% el número de supervivientes de ictus con discapacidad. Teniendo en cuenta que, en el 40% de los casos, el ictus deja importante secuelas que impiden a los pacientes la realización de actividades cotidianas, lo que ya genera un coste no sanitario superior a los 6.000 millones de euros anuales en Europa, en días como hoy es importante recalcar que está en manos de todos reducir el impacto de esta enfermedad”, concluye la Dra. Mª Mar Freijo.
 

27 October 2022

En la próxima década aumentarán un 34% los casos de ictus

 

 
  • En los próximos 10 años, en Europa, aumentarán un 45% las muertes por ictus y un 25% el número de supervivientes de ictus con discapacidad.
  • Unas 110.000 personas sufren un ictus en España cada año: un 15% fallecen y un 30% padecen dependencia funcional.
  • El ictus es la primera causa de mortalidad en las mujeres, la segunda en hombres y la primera causa de discapacidad en España.
  • Más de 350.000 personas en España presentan alguna limitación en su capacidad funcional como consecuencia de esta enfermedad.
  • El 25% de la población sufrirá un ictus a lo largo de su vida, pero en España solo un 50% de la población sabe reconocer los síntomas de esta enfermedad.
  • El 16% de los casos de ictus se producen en personas menores de 50 años.
  • Controlando adecuadamente los factores de riesgo modificables se podría prevenir hasta el 90% de los casos de ictus.

  Este sábado, día 29, es el Día Mundial del Ictus, una fecha en que la Sociedad Española de Neurología (SEN) quiere concienciar sobre esta enfermedad ya que es la primera causa de discapacidad,  la segunda causa de muerte y la segunda causa deterioro cognitivo en la población adulta. Este año, en todo el mundo, 12,2 millones de personas sufrirán un ictus, y 6,5 millones (más de la mitad), fallecerán por esta enfermedad. Además, se estima que más de 110 millones de personas que ha sobrevivido a un ictus viven con discapacidad.
 
Solo en España, según datos de la SEN, unas 110.000 personas sufren un ictus cada año, de los cuales al menos un 15% fallecen y, entre los supervivientes, en torno a un 30% queda en situación de dependencia funcional. En España, el ictus es además la primera causa de mortalidad en las mujeres, la segunda en hombres y la primera causa de discapacidad tanto en hombres como en mujeres: más de 350.000 personas presentan alguna limitación en su capacidad funcional como consecuencia de esta enfermedad
 
“El ictus se produce como consecuencia de la alteración del flujo sanguíneo que llega al cerebro. En más del 80% de los casos, la causa es la obstrucción de alguno de los vasos que suministran sangre al cerebro, generalmente por un coágulo: es lo que se denomina ictus isquémico. Pero también puede producirse por la rotura en alguno de estos vasos: es lo que llamamos ictus hemorrágico”, explica la Dra. Mar Castellanos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN). “No obstante, independientemente del tipo de ictus que se padezca, siempre estaremos hablando de una urgencia médica, porque cuanto más tiempo pase sin flujo sanguíneo una zona de nuestro cerebro, mayores serán las consecuencias”.
 
El ictus es una emergencia médica porque es una enfermedad tiempo-dependiente, es decir, cuanto más temprana sea su detección, el acceso a las pruebas y al tratamiento, mayor será la probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad y mayor también la de superarlo sin secuelas importantes. Pero, a pesar de que se estima que 1 de cada 4 personas en edad adulta sufrirá un ictus a lo largo de su vida, en España solo un 50% de la población sabría reconocer los síntomas de esta enfermedad:
 

  • Pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades.
  • Alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender.
  • Alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble o pérdida de la visión en algún lado de nuestro campo visual.
  • Pérdida brusca de la coordinación o el equilibrio.
  • Dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza habituales.

 
“Los síntomas del ictus generalmente se producen de forma brusca e inesperada y, aunque habitualmente los pacientes suelen experimentar varios de estos síntomas, solo con identificar uno de ellos es motivo suficiente para que se llame al 112. Incluso aunque los síntomas desaparezcan a los pocos minutos, hay que acudir a Urgencias”, señala la Dra. Mar Castellanos. “Por esa razón, y por segundo año consecutivo, la campaña del Día Mundial del Ictus está centrada en que organizaciones de todo el mundo nos unamos para tratar de aumentar el conocimiento que la población tiene sobre sus síntomas, porque reaccionar a tiempo es esencial para sobrevivir o para no sufrir una discapacidad por esta enfermedad”.
 
Del mismo modo que es importante reconocer los síntomas , es también muy importante la prevención de esta enfermedad. Aunque la incidencia de los ictus aumenta significativamente con la edad, más del 60% de los casos ocurren en personas menores de 70 años y el 16% en personas menores de 50 años. Es decir, que aunque la edad sea un factor de riesgo que no se puede modificar, también influyen otros factores. 
 
El factor de riesgo más importante para la aparición de ictus es la presión arterial alta. Pero también otros como el tabaquismo, la inactividad física, la dieta poco saludable, la obesidad, el consumo de alcohol excesivo, la fibrilación auricular, los niveles elevados de lípidos en sangre, la diabetes mellitus, la genética, el estrés... La mayoría de estos factores son modificables. Se estima que solo controlando adecuadamente los factores de riesgo modificables se podría prevenir hasta el 90% de los casos de ictus.
 
“La prevención es muy importante, no solo porque es algo que está en nuestras manos, sino porque de no hacerlo, estimamos que en la próxima década se producirá un aumento del 34% en el número de ictus, un incremento de un 45% de muertes por ictus y un aumento del 25% en el número de supervivientes de ictus con discapacidad en Europa”, comenta la Dra. Mar Castellanos. “Confiamos en que días como éste sirvan para aumentar el conocimiento sobre esta enfermedad y que planes como el Plan de Acción Europeo contra el Ictus, al que se ha adherido recientemente el Ministerio de Sanidad y la SEN, también ayuden a poner freno a esta enfermedad”.
 
El Plan de Acción Europeo contra el Ictus contempla los siguientes objetivos para 2030:

  • Que se reduzcan al menos un 10% el número de casos de ictus en Europa.
  • Que el 90% o más de todos los pacientes con ictus en Europa sean tratados en Unidades de Ictus, como primer nivel de atención.
  • Que se dispongan de planes nacionales de ictus que abarquen toda la cadena de atención, desde la prevención primaria hasta después del ictus.
  • Que se implementen estrategias nacionales de salud pública, promoviendo y facilitando un estilo de vida saludable, y reduciendo los factores ambientales, socio-económicos y educativos que aumentan el riesgo de ictus.
Encuentro Científico, Social e Institucional sobre ictus
Con motivo del Día Mundial del Ictus, hoy, 27 de octubre, a las 17 horas, celebraremos en el Congreso de los Diputados la jornada divulgativa "Encuentro Científico, Social e Institucional sobre ictus", en el que analizaremos desde diferentes perspectivas el impacto de la enfermedad.

Este acto, que organizamos junto a la Fundación Freno al Ictus y el apoyo institucional del Congreso de España, contará con la participación de la Dra. Mar Castellanos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, y del Dr. Jesús Porta, Vicepresidente de la SEN. La Excma. Sra. Dª. Meritxell Batet Lamaña, Presidenta del Congreso de los Diputados, será la encargada de inaugurar esta actividad.

Fecha: Jueves, 27 de octubre
Hora: 17:00h a 19:00h. (Registro a partir de las 16:15h)
Lugar:  Congreso de los Diputados. Sala Clara Campoamor (Carrera de San Jerónimo 36. Madrid).


12 August 2022

Andalucía mejora la atención al ictus y sitúa la tasa de trombectomías por encima de la media nacional

 La Consejería de Salud y Consumo, a través del Plan andaluz de ictus y la labor de los profesionales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), ha logrado situar por encima de la media española (15,5) la tasa de trombectomías por 100.000 habitantes en Andalucía (16,5). Una trombectomía es la cirugía para extirpar un trombo (coágulo de sangre) de un vaso sanguíneo.

Desde 2017 hasta 2021, el número de trombectomías practicadas ha aumentado alrededor de un 120% hasta situarse en 1.395 procedimientos anuales. Estos significativos avances que se han venido produciendo en los últimos seis años se deben en gran medida al enorme esfuerzo realizado desde todos los eslabones asistenciales para adaptarse al continuo aumento de procedimientos.

El tratamiento endovascular mediante la trombectomía, un procedimiento llevado a cabo por neurorradiólogos intervencionistas que consiste en el acceso a la circulación intracraneal con guías y catéteres para la extracción directa del trombo que ocasiona el infarto cerebral, supuso el inicio de una revolución en la lucha contra el ictus. Esta técnica permite recuperarse sin secuelas, o con leves déficits, a un gran número de pacientes que hace solo unos años sufrían grandes discapacidades permanentes por falta de alternativas terapéuticas.

El volumen creciente de este tipo de intervenciones es un ejemplo del aumento en la calidad asistencial que ha alcanzado el sistema desarrollado por el Plan andaluz de ictus, conformado por los seis nodos de asistencia (Sevilla-Huelva; Córdoba-Jaén; Cádiz, Granada, Málaga y Almería), así como la red de asistencia especializada a través de Telemedicina del Centro Andaluz de Teleictus (CATI).

Este servicio permite la valoración especializada a distancia por parte de un neurólogo vascular de pacientes en cualquier hospital, independientemente de su tamaño o localización. Asimismo, otro eslabón importante en la cadena asistencial son las unidades de ictus, que garantizan los cuidados hospitalarios necesarios para atender a este tipo de pacientes, y que han aumentado notablemente en número en los últimos años, hasta alcanzar los estándares europeos de una cama de unidad de ictus por cada 100.000 habitantes.

El ictus es el primer motivo de fallecimiento en mujeres y la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto. Se trata de una emergencia médica con prioridad asistencial máxima que se sitúa al mismo nivel que el infarto agudo de miocardio o el politraumatismo. Es, además, una patología tiempo-dependiente que requiere una actuación rápida para garantizar el mejor resultado clínico posible.

27 July 2022

El Hospital Vithas Málaga pone a punto su ‘Código Ictus’ para una respuesta inmediata a esta patología

 

 


 

El Hospital Vithas Málaga ha actualizado el protocolo de actuación ‘Código Ictus’, para crear un engranaje perfectamente sincronizado de todas las áreas implicadas en el abordaje de esta enfermedad, entre las que figuran el servicio de urgencias y las áreas de radiología, neurología, medicina intensiva y medicina interna del hospital.

“El objetivo del ‘Código Ictus’ es, precisamente, coordinar a un grupo amplio de profesionales para garantizar que todo se haga con la suficiente rapidez y calidad para que nuestros pacientes puedan tener los mejores resultados en salud, disminuyendo así sus secuelas” explica el Dr. Pedro Serrano, jefe de Servicio de Neurología de Vithas Málaga y Xanit Internacional.

Para esta actualización, todas las áreas involucradas en el proceso tienen una preparación específica y se coordinan para optimizar tiempos y recursos. “El ictus es una patología "tiempo-dependiente", esto quiere decir que la agilidad para poner en marcha los tratamientos emergentes, sobre todo fibrinolisis y terapias de recanalización, es fundamental para conseguir los mejores resultados” destaca el Dr. Serrano.

La novedad de este protocolo es que mejora los tiempos y racionaliza las intervenciones. “Además, se ha desarrollado un algoritmo de decisiones que hace que cada profesional implicado en la asistencia desde el médico de urgencias, pasando por la enfermería especializada y el radiólogo, hasta el neurólogo o el intensivista, sepa qué actuación debe desarrollar en cada momento” asegura Pedro Serrano. La ventana "standard" para una fibrinolisis en el caso de ictus isquémicos se establece, según evidencias científicas en 4,5 horas desde el inicio de los síntomas. Sin embargo, hoy sabemos que en determinadas situaciones y en función de los resultados de algunas pruebas complementarias muy específicamente destinadas a la visualización del área de penumbra isquémica, dicho periodo puede ampliarse a las 9 horas desde el inicio de los síntomas. En el caso de la trombectomía mecánica en ictus de circulación anterior, la ventana es mayor, situándose en este momento en las 16 horas o hasta 24 horas en determinadas ocasiones

 

 ¿Cómo funciona el ‘Código Ictus’?

El ‘Código Ictus’ comienza cuando empiezan los síntomas. Puede ser en el domicilio del paciente, en la calle o en cualquier otro momento. Por eso es de vital importancia que la población general sepa identificar los síntomas iniciales de un ictus para poner en marcha el protocolo.

 

En primer lugar, es muy importante disponer de medios de transporte rápidos que puedan acercar al paciente a urgencias. El servicio de urgencias es el primer punto de contacto con el sistema hospitalario. El protocolo establece toda su actividad desde la identificación y clasificación de la sintomatología, la estabilización hemodinámica del paciente y la aplicación de determinadas escalas de gravedad.

Es el médico de urgencias quien activa el ‘Código Ictus’ hospitalario. En ese momento, interviene el radiólogo, que es el encargado de realizar los procedimientos necesarios (TAC, Angio-TAC de Troncos supraarorticos y polígono de Willis, TAC de perfusión), en el menor tiempo posible. Con la información obtenida en estas pruebas, el neurólogo y el médico intensivista determinan cuál es el procedimiento oportuno para el paciente.

“Tras disponer de toda la información necesaria en una franja de tiempo muy concreta, se determina el tratamiento óptimo y definitivo para el paciente” asegura Pablo de Rojas Román, médico intensivista de Vithas Málaga, quien explica que “el Hospital Vithas Málaga ha actualizado el protocolo de actuación ‘Código Ictus’ para constituir un engranaje perfecto y multidisciplinar de todas las áreas implicadas”.

 

 

 

 

29 October 2021

Se espera un aumento de casos de ictus del 35% para el año 2035

 

   La Fundación Freno al Ictus junto a la Sociedad Española de Neurología (SEN), el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN (GEECV-SEN) y el apoyo institucional del Congreso de España, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC), con motivo del Día Mundial del ICTUS 2021, organizaron en el Congreso de los Diputados, la jornada "Encuentro Científico, Social e Institucional sobre ictus" con el objetivo de analizar desde diferentes perspectivas el impacto de la enfermedad en España.

 

El acto de apertura contó con la asistencia de Dª Ana Pastor, Vicepresidenta del Congreso de los Diputados; el Dr. José Miguel Láinez Andrés, Presidente de la Sociedad Española de Neurología y D. Julio Agredano, presidente de la Fundación Freno al Ictus.

 

La Vicepresidenta del Congreso ha puesto en valor la labor de la Fundación y de los profesionales sanitarios en cuanto a la prevención, diagnóstico precoz, tratamiento y la rehabilitación de los afectados. Explicó que “efectivamente estamos ante uno de los problemas de salud pública más importantes del país y en este sentido tenemos que tener en España una visión integral de la salud, lo más importante es el diagnóstico precoz, pero sobre todo la prevención a través de la información de esta patología que afecta a 50 de cada 100.000 mil habitantes cada catorce minutos”. Para concluir, reconoció la necesidad de apoyar más a los científicos y a los investigadores, explicando que “tenemos que dedicar, más recursos, más medios y más formación a las estrategias de prevención primaria”.

 

El ictus es la segunda causa de mortalidad en España y la primera en el caso de mujeres, con 16.000 víctimas al año. Esta enfermedad afecta a unos 120 mil españoles al año, de los cuales un 15% fallecen, y prácticamente la mitad quedan con secuelas severas. Así lo puso de manifiesto el Dr. José Miguel Láinez Andrés, Presidente de la Sociedad Española de Neurología, quién también manifestó que para la institución se trata de “un tema crucial ya que supone la primera causa de ingresos hospitalarios, y entorno al cual contamos con un esquema organizativo de guardias, que afortunadamente ha permitido conseguir grandes resultados. Creo que en los últimos años la evolución del tratamiento del ictus ha sido magnífica”. El Dr. Láinez concluyó explicando la importancia de la información entre la población para mejorar la situación del ictus en España “sabemos que sólo un 10% de la población es capaz de definir lo que es un ictus y que un 50% de la población no es capaz de reconocer todavía lo que es. Un 90% de los ictus se pueden prevenir si desarrollamos unos hábitos de vida saludables”.

 

Durante el bloque científico, la Dra. Mar Castellanos, jefe del Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario Universitario a Coruña y Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN (GEECV-SEN), habló sobre el impacto social y económico del ictus en España, su prevención y tratamiento. Por otro lado, Dña. Inmaculada Gómez Pastor, Directora Gerente del CEADAC, abordó la situación a la que se enfrentan pacientes y familiares después del alta hospitalaria, en una charla titulada ¿Y después de un ictus qué?.

 

Julio Agredano, presidente de la Fundación Freno al Ictus habló sobre la importancia del “Código Ictus” su alta eficiencia en la supervivencia y menor discapacidad en las provincias preparadas ya que el 80% de los ictus que entran a través de este procedimiento, no presenta secuelas, o las presenta de manera moderada. Para concluir, Agredano destacó “la importancia que tenemos como individuos y como sociedad, para reducir el impacto del ictus en nuestro entorno, debemos ser el primer eslabón de la cadena de supervivencia frente a esta enfermedad y saber reconocer los síntomas y actuar correctamente. Al hospital no se va, al hospital te llevan y te lleva los servicios de emergencia a través del 112, activando el código ictus. Es de interés público el crear espacios cerebroprotegidos donde haya gente preparada para actuar en caso de ictus”.

 

Durante el acto, también se abordó la patología desde su dimensión social en una mesa en la que se habló sobre la importancia de acelerar la cadena asistencial para reducir su impacto a través de "Espacios Cerebroprotegidos", el proyecto Dulcinea, presentado por la Dra. Blanca Fuentes Gimeno, que consiste en técnicas de doblaje para mejorar la comunicación funcional en la afasia post-ictus, el proyecto Kiero presentado por Susana Muñoz Miguel, sobre autoliderazgo y empoderamiento para afectados, y por último, el deporte y la ciencia como motores para la inclusión y la mejora de la calidad de vida, liderado por la Fundación Segunda Parte y presentado por Marta Pérez Rodríguez.

 

Por último, se contó con la intervención de José Ramón, Ortega Domínguez, Diputado por Cádiz del Grupo Parlamentario Socialista, quien se comprometió “en que la Comisión de Sanidad lleve a cabo iniciativas, que pongan el foco y la atención sobre esta situación y que pueda servir de guía al Gobierno”.

 

El ictus es una enfermedad de altísima prevalencia pero poca visibilidad, se espera un aumento de casos del 35% para 2035, según datos de la Conferencia de la Organización Europea de Accidentes Cerebrovasculares (ESOC) 2021.

 

Este acto contó con el apoyo de Bayer, la alianza Bristol Myers Squibb-Pfizer, Boehringer Ingelheim, Daiichi Sankyo, Sanofi, Medtronic, Allergan y Novonordisk.

28 October 2021

29 de octubre: Día Mundial del Ictus

 

 

  Mañana, 29 de octubre, es el Día Mundial del Ictus, una fecha destinada  en todo el mundo para tratar de aumentar el conocimiento social sobre la gravedad de esta enfermedad cerebrovascular y su impacto sociosanitario, así como concienciar sobre la importancia de su prevención y el acceso urgente al tratamiento.

 

El ictus es la segunda causa de muerte en todo el mundo y la primera causa de discapacidad. Este año, 14,5 millones de personas sufrirán ictus y, como resultado, 5,5 millones de personas morirán. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) unas 110.000 personas sufren un ictus en España cada año, de los cuales al menos un 15% fallecerán y, entre los supervivientes, en torno a un 30% se quedará en situación de dependencia funcional. En España el ictus es además la primera causa de mortalidad en las mujeres.

 

“Cualquier persona puede sufrir un ictus, desde bebés hasta ancianos. Se estima que, en todo el mundo, un 25% de la población está en riesgo de sufrir uno a lo largo de su vida. En todo caso, se trata de una enfermedad en la que la edad es uno de los principales factores de riesgo y, debido al progresivo envejecimiento de la población española, se estima que en los próximos 20 años aumente cerca de un 40% el número de casos.  Actualmente, en España cada año mueren en torno a 27.000 personas por esta enfermedad”, señala la Dra. Mar Castellanos, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología. “No obstante, la edad no es el único factor de riesgo. Más del 80% de los ictus se podrían evitar con medidas como dejar de fumar, limitar el consumo del alcohol, realizar ejercicio de forma regular, seguir una dieta mediterránea, evitar el sobrepeso y el estrés crónico y controlando adecuadamente la tensión arterial, el azúcar y el colesterol”. Según datos de la SEN, el 27% de los ictus atendidos en los hospitales españoles corresponden a personas de menos de 65 años y el 8% a pacientes con menos de 50.

 

Se estima que en España, dos de cada tres personas que sobreviven a un ictus  presentan  algún  tipo  de  secuela,  en  muchos  casos  discapacitantes. Además de la pérdida de fuerza,  son muy comunes otras como la depresión (en el 64% de los casos) y los problemas de memoria (incluida la demencia, ya que el ictus es la segunda causa más frecuente de demencia tras la enfermedad de Alzheimer), la afasia (problemas en el habla, la comprensión, la lectura y la escritura que afecta a un tercio de los supervivientes de un ictus) y la espasticidad (rigidez y tirantez de los músculos que interfiere seriamente en la capacidad para realizar actividades diarias). Más un 62% de los supervivientes a un ictus en España tienen problemas de movilidad y casi un 60% tienen problemas para realizar sus actividades cotidianas. En todo el mundo, alrededor de 80 millones de personas sufren algún tipo de discapacidad por haber padecido un ictus. Además, los pacientes que han sobrevivido a esta enfermedad realizan visitas  a  urgencias  o  requieren  hospitalización  con  más  frecuencia  que  personas  con  otras  enfermedades crónicas, con cáncer o con secuelas de accidentes.

 

“Estamos pues ante una enfermedad con unos índices altísimos en mortalidad y discapacidad. Pero el mensaje positivo es que además de que se puede prevenir, como ya hemos dicho anteriormente, hay formas de reducir significativamente su impacto. Reconocer los síntomas de un ictus, acudir cuanto antes a Urgencias, las terapias reperfusoras y el manejo de los pacientes en Unidades de Ictus, son aspectos que pueden mejorar sustancialmente el pronóstico”, destaca la Dra. Mar Castellanos.

 

Y es que cualquier síntoma de ictus es una urgencia médica. El ictus es una enfermedad tiempo-dependiente, es decir, cuanto más temprana sea  su detección, el acceso a las pruebas y al tratamiento, mayor será la probabilidad de sobrevivir a esta enfermedad y mayor también la de superarlo sin secuelas importantes. En este sentido, la activación del Código Ictus en todas las CC.AA. y la implementación –aún desigual- de Unidades de Ictus por todo el territorio estatal han permitido mejorar de una forma muy sustancial los tiempos entre que se detectan los primeros síntomas y se inicia el tratamiento, así como el pronóstico de los pacientes.

 

“Pero para ello es indispensable que la población sepa reconocer cuáles son los síntomas de un ictus y que sepa que ante los primeros síntomas debe llamarse inmediatamente a los servicios de emergencias sanitarias. Algo que aún estamos lejos de conseguir”, comenta la Dra. Mar Castellanos. Y es que uno de los últimos estudios que se han realizado al respecto entre la población española señalaba que solo un 10% de la población sabría definir correctamente qué es un ictus y solo un 50% de la población sabría reconocer los síntomas de esta enfermedad. “Está claro de que el hecho de que a esta enfermedad se la conozca por tantos nombres (accidente cerebrovascular, infarto cerebral, derrame cerebral, apoplejía,…) no ha ayudado en esta labor. Por esa razón, se está intentando que cada vez sea más común la utilización de un único término, en este caso  ‘ictus’, para designar la interrupción de la circulación sanguínea al cerebro, bien por un trombo o bien por un derrame. Por otra parte, también son muchos los que tienden a pensar en esta enfermedad como una enfermedad cardiaca, cuando en realidad es una enfermedad cerebral. Como lógicamente los síntomas de una enfermedad del corazón no son los mismos que los de una enfermedad en el cerebro, esto tampoco ayuda a reconocer los síntomas correctamente”.  

 

Desde la SEN quieren recordar que los síntomas del ictus generalmente se producen de forma brusca e inesperada y, aunque su tipología depende del área del cerebro que se vea afectada, los principales son:

 

-        Alteración brusca en el lenguaje, con dificultades para hablar o entender.

-        Pérdida brusca de fuerza o sensibilidad en una parte del cuerpo. Generalmente afecta a una mitad del cuerpo y se manifiesta sobre todo en la cara y/o en las extremidades.

-        Alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble o incapacidad para apreciar objetos en algún lado de nuestro campo visual.

-        Pérdida brusca de la coordinación o el equilibrio.

-        Dolor de cabeza muy intenso y diferente a otros dolores de cabeza habituales.

 

“Aunque la gran mayoría de los pacientes que sufren un ictus suelen presentar una combinación de varios de estos síntomas, el experimentar solo uno de ellos, ya es motivo de urgencia. Así pues recalcar que ante la aparición de cualquier síntomas sugestivo de ictus debe llamarse inmediatamente a los servicios de emergencias médicas”, concluye la Dra. Mar Castellanos.

 

Acto del Día del Ictus

 

Con motivo del Día Mundial del Ictus, el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN y la Fundación Freno al Ictus celebrarán el día 29 de octubre en el Congreso de los Diputados, de 10 a 12 horas, una jornada divulgativa bajo el lema "Encuentro Científico, Social e Institucional sobre ictus".

 

El objetivo de esta jornada será analizar desde diferentes perspectivas el impacto de la enfermedad en España  y se organiza junto con el apoyo institucional del Congreso de España, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y el Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC).

30 July 2021

aptaTargets inicia el ensayo en fase IIa con un novedoso tratamiento para el ictus

 

  La compañía de biotecnología aptaTargets ha iniciado la segunda parte del estudio APRIL con el ensayo clínico de fase IIa con ApTOLL, un novedoso y potente inmunomodulador y antinflamatorio capaz de reducir el daño cerebral en el ictus.

En la primera fase del ensayo (Ib) se reclutaron 32 pacientes a los que se han administrado cuatro niveles de dosis y, según los datos preliminares, ApTOLL ha mostrado un excelente perfil de seguridad en pacientes.

En la Fase IIa, se estudiarán dos dosis del fármaco en 119 pacientes más, y el objetivo principal será confirmar su seguridad, además de aportar los primeros datos de eficacia. El ensayo ya está reclutando en hospitales españoles y cuenta también con la autorización por parte de las autoridades sanitarias de Francia y Alemania. Se espera que la Fase IIa finalizará en el primer trimestre de 2022.

La primera fase del ensayo (Ib) se ha llevado a cabo en siete hospitales en España: Vall d´Hebron y Bellvitge (Barcelona), Can Ruti/Germans Trias i Pujol (Badalona), Josep Trueta (Gerona), La Princesa (Madrid), Clínico de Valladolid y Virgen del Rocío (Sevilla).

A estos centros, se les sumarán cinco hospitales más en España (Ramón y Cajal y 12 de Octubre en Madrid, La Fe en Valencia, Juan Canalejo en la Coruña y Central de Asturias), además de otros siete hospitales en Alemania, Francia y Portugal.

 

Actividad novedosa

 

ApTOLL es el único fármaco en desarrollo para el tratamiento del ictus isquémico agudo que bloquea la activación de TLR4, un receptor que se expresa en la membrana de las células del sistema inmunitario, como microglía, neutrófilos, macrófagos y linfocitos. La activación de TLR4 inicia la cascada inflamatoria que conduce a la muerte de neuronas y el consecuente empeoramiento de la lesión cerebral. Por tanto, al actuar como antagonista de TLR4, ApTOLL modula la respuesta inmune no deseada, previniendo la cascada inflamatoria que ocurre en las primeras horas tras el inicio del ictus.

Hasta el momento, ningún neuroprotector ha demostrado eficacia en ensayos clínicos en pacientes de ictus isquémico agudo. Los tratamientos actuales se enfocan en la recanalización de las arterias obstruidas, lo cual se consigue mediante administración de fármacos trombolíticos (que disuelven el trombo) o, más recientemente, mediante la retirada mediante catéteres del trombo (terapia endovascular o trombectomía mecánica).

 

Combinación con trombectomía mecánica

Aplicado después de sufrir un ictus y en combinación con el tratamiento endovascular, ApTOLL podrá generar un importante beneficio en los pacientes al frenar el crecimiento de la lesión cerebral incluso antes de lograr la recanalización de la arteria afectada.  De este modo, aumentan las probabilidades de recuperación neurológica, lo que incidirá directamente en calidad de vida de los pacientes a largo plazo. 

“Nuestro tratamiento es una molécula neuroprotectora que consigue reducir la inflamación en la fase aguda del ictus. Pretendemos combinar este efecto neuroprotector con la trombectomía mecánica, combinación que se espera genere un efecto sinérgico y muy positivo en pacientes”, explica el Dr. Marc Ribó, Director Médico de aptaTargets y coordinador del estudio APRIL. “Este primer estudio está dirigido a los pacientes con ictus más graves en los que se prevé un mayor beneficio, pero ya estamos preparando nuevos ensayos con el fin de demostrar el efecto de ApTOLL en ictus menos graves o incluso en hemorragia cerebral donde la inflamación también causa un daño importante”

  

27 April 2020

Neurorradiólogos intervencionistas alertan de un descenso drástico de las consultas por ictus en Urgencias debido al temor de contagios por coronavirus






 En España se detectan cada año 120.000 casos de ictus. El accidente cerebrovascular es el principal motivo de discapacidad en el adulto y la primera causa de muerte en mujeres y la tercera en hombres, con un total de 40.000 fallecimientos anuales en nuestro país. En la actualidad, los neurorradiólogos intervencionistas han detectado que, con motivo de la pandemia de COVID-19 y el miedo a un posible contagio, las personas con síntomas de ictus no acuden a los hospitales o lo hacen cuando es demasiado tarde, por lo que alertan de que, en el caso de no detectarse a tiempo, sufrir un accidente cerebrovascular puede causar daños irreversibles en la persona afectada.



“Desde que se ha decretado el estado de alarma, el número de consultas por ictus isquémico agudo ha disminuido de manera drástica, hasta un 50%. Esto puede ser debido a tres motivos: el colapso de los servicios de emergencias extrahospitalarias, el temor de los pacientes a contagiarse de COVID 19 al acudir a los hospitales y los factores relacionados con el cambio del estilo de vida que supone el confinamiento. En el caso de Asturias, en ningún momento se ha colapsado el sistema sanitario, por lo que probablemente influyen más los otros dos factores”, detalla el doctor Pedro Vega, responsable de la Unidad de Neurorradiología Intervencionista del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).



El especialista pide la colaboración de todos los profesionales sanitarios para tranquilizar a la población y trasladar el mensaje de que las Urgencias de los hospitales donde se recibe a los pacientes con sospecha de ictus están aisladas de las unidades de pacientes con COVID-19: “Generalmente, se generan circuitos ‘limpios’ y ‘sucios’ para separar las zonas donde se ubica y trata a los pacientes COVID positivos. Esto no solo sucede en el Servicio de Urgencias sino en todo el hospital, incluidas las unidades de cuidados intensivos (UCI) y las unidades de hospitalización y quirófanos. También se reservan equipos de radiología para tal fin. De esta forma, se evita que los pacientes COVID negativos que consultan por otros motivos utilicen los mismos espacios que los pacientes COVID positivos”.



Síntomas del ictus y cómo actuar

Los especialistas recuerdan que, a pesar del contexto actual, es primordial que la población sepa reconocer los síntomas del ictus y acuda a urgencias lo antes posible para evitar situaciones de discapacidad severa y mortalidad. El Dr. Vega hace hincapié en cómo detectar los síntomas del ictus y cómo actuar: “Los más fácilmente detectables son la parálisis facial de origen central, los trastornos del lenguaje (expresión y comprensión) y la pérdida de fuerza del brazo y/o pierna de un lado del cuerpo. Por eso, en las campañas de detección precoz del ictus, se suele insistir en que el paciente sonría (detección de parálisis facial), que conteste a alguna pregunta concreta y diga qué es un objeto que se señala (detección de trastornos del lenguaje), y que levante y mantenga durante un tiempo los brazos y/o las piernas (detección de la pérdida de fuerza de las extremidades). Las vías de diagnóstico y tratamiento de los pacientes con ictus isquémico agudo continúan funcionando con normalidad por lo que, a pesar de la pandemia, deben contactar con el 112 si aparecen síntomas sugestivos de ictus”.



El responsable de la Unidad de Neurorradiología Intervencionista del HUCA insiste en la importancia de ganar tiempo para prevenir las secuelas del ictus: “Tiempo es cerebro. Gran parte del tejido cerebral isquémico permanece sin dañarse durante una cierta cantidad variable de tiempo gracias al flujo arterial indirecto (colateralidad). Cuanto antes llegue el paciente a su hospital de referencia y reciba el tratamiento adecuado, se incrementan las posibilidades de que el tejido cerebral no se dañe de forma irreversible y, por lo tanto, de que el paciente se recupere bien clínicamente, sin secuelas”.



Por este motivo, todos los esfuerzos están volcados en que el colapso del sistema sanitario no afecte a las unidades de atención al ictus. El Dr. Vega señala que en los hospitales de referencia para el abordaje de los accidentes cerebrovasculares continúan desarrollándose las terapias habituales: “El tratamiento más eficaz para este tipo de pacientes es la trombectomía mecánica que realizamos los neurorradiólogos intervencionistas. Consiste en la extracción del trombo causante de la oclusión arterial a través de un cateterismo, tras la punción de la arteria femoral, utilizando unos dispositivos especialmente diseñados para tal fin”. Empresas de tecnología sanitaria como Cerenovus de Johnson & Johnson colaboran para que el tratamiento de los pacientes con enfermedades neurovasculares esté garantizado a pesar de las dificultades actuales.




28 October 2019

Cada año se producen en España 120.000 nuevos casos de ictus y fallecen 27.000 personas.



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El 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ictus, una enfermedad cerebrovascular que constituye la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda de demencia después de la enfermedad de Alzheimer. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), cada año,  unas 120.000 personas padecen un ictus en España y se prevé que dicha cifra se incremente un 35% en 2035 debido, en gran parte, al aumento de la esperanza de vida de la población.



El ictus es, además, la primera causa de mortalidad en la mujer y la tercera en el hombre en nuestro país. Actualmente, en España, cada año, mueren unas 27.000 personas a causa del ictus, una cifra que también se prevé que se incremente un 39% en 2035.



Pero también, se estima que dos de cada tres personas que sobreviven a un ictus presentan algún tipo de secuela, en muchos casos discapacitante. Según datos del Atlas de Ictus en España 2019, elaborado por el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN junto con Bristol Myers Squibb y Pfizer, el 59% de los pacientes que han tenido un ictus tienen problemas para realizar sus actividades cotidianas, más de un 62% tienen problemas de movilidad, un 64% sufren dolor y malestar y un 36% percibe su estado de saludo como malo o muy malo.



“Según datos del Atlas Nacional del Ictus, actualmente más de 650.000 españoles se han visto afectados por un ictus y de ellas unos 350.000 presentan alguna limitación en su capacidad funcional como consecuencia de éste. Y si comparamos las secuelas de esta enfermedad con las de otras enfermedades crónicas, las personas que han padecido un ictus tienen una peor percepción de su estado de salud, presentan un mayor riesgo de problemas mentales y se ven más afectados en las distintas dimensiones de la calidad de vida, especialmente en aquellas referentes a la movilidad, la realización de actividades cotidianas y en la sensación de dolor o malestar”, comenta la Dra. María Alonso de Leciñana, Coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN).



Dos de cada tres personas que han padecido un ictus en España tienen más de 65 años. Y son precisamente este grupo de pacientes los que presentan con mayor frecuencia dificultades para realizar actividades básicas de la vida diaria después del ictus. El 44% de las personas mayores de 65 años que han sufrido un ictus tiene dificultades para ducharse o bañarse sin ayuda y el 56% para realizar tareas domésticas ligeras. Unos porcentajes que casi duplican a los de otras enfermedades crónicas, tumores, o accidentes.  Asimismo, el ictus se asocia a mayor disacapacidad en las mujeres.



“No obstante, aunque la edad es un factor de riesgo importante, el ictus no solo afecta a las personas mayores. En las últimas dos décadas han aumentado un 25% el número de casos entre personas en edades comprendidas entre los 20 y 64 años y un 0,5% de los casos se dan en personas menores de 20 años”, destaca la Dra. María Alonso de Leciñana.



En España, el coste total medio por paciente que ha sufrido un ictus es de 27.711 € al año, de los que el 67% corresponderían a costes directos no sanitarios, el 31% a costes directos sanitarios y el 2% restante a costes indirectos. El coste total de los nuevos casos de ictus en España supondría cada año 1.989 millones de euros, siendo gran parte de esos gastos asumidos por la familia. Sólo el 10% de los pacientes con discapacidad por ictus reciben alguna prestación económica.



“Lo que parece claro es que, a pesar de que en los últimos años ha disminuido la mortalidad y también la incidencia de ictus gracias a la prevención, detección precoz y mejora de la atención neurológica especializada con el desarrollo de las Unidades de Ictus, el aumento de la esperanza de vida y las previsiones de envejecimiento de la población hará que las  cifras de afectados vuelvan a aumentar. Ello justifica la necesidad de optimizar la asignación de recursos para la prevención, el tratamiento y la rehabilitación de los pacientes con ictus, para reducir el impacto de esta enfermedad”, señala la Dra. María Alonso de Leciñana.



Y es que, la prevención de los factores de riesgo modificables de esta enfermedad y el tratamiento de los mismos, es la medida más efectiva para la reducción de nuevos casos. Ya que al menos un 80% de los casos de ictus, o incluso un 90%, podrían evitarse eliminando el consumo de tabaco y alcohol, llevando una dieta adecuada, realizando ejercicio físico, evitando el sedentarismo y la obesidad, o con un tratamiento y seguimiento adecuado de enfermedades como hipertensión arterial, diabetes, hipercolesterolemia, fibrilación auricular u otras enfermedades vasculares.



Actos del Día del Ictus

El 29 de octubre de 2019, en el Senado de España, el Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares (GEECV) de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y Freno al Ictus  celebrarán una jornada divulgativa bajo el lema "Encuentro Científico, Social e Institucional sobre ictus" con el objetivo de promover mejoras en la respuesta social y sanitaria frente al ictus.



Durante la Jornada se abordarán aspectos como el impacto económico y social del ictus, la epidemiología del ictus en España, el movimiento asociativo de los pacientes, o los planes estratégicos para la mejora de la prevención. Además se presentarán más datos del Atlas del Ictus en España 2019.

05 July 2019

El Centro Andaluz de Tele-Ictus garantiza la cobertura del 100% de los andaluces





            El desarrollo del Plan andaluz de Tele-Ictus, a través del Centro Andaluz de Tele-Ictus (CATI) puesto en marcha por la Consejería de Salud y Familias, garantiza la cobertura a la totalidad de la población andaluza tras la ampliación en el mes de julio a 3 millones de personas residentes en ratios de distancia superiores a una hora con respecto a hospitales con unidad de ictus. El consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, lo ha puesto de manifiesto en el Parlamento de Andalucía, donde ha señalado que “desde que arrancase este Plan en el mes de enero el crecimiento de atenciones ha sido exponencial y hemos logrado atender a 120 pacientes en apenas cinco meses”.

            El Plan de Tele-Ictus ha contado con una aportación económica de 200.000 euros destinados al despliegue del proyecto por hospitales y centros de alta resolución (HARE) seleccionados con el objetivo de que “el 99,9% de la población quede a menos de una hora de un centro donde poder administrar el tratamiento, una vez indicado por un neurólogo vascular, reduciendo esta cifra al 93,5% los que se localizan a menos de media hora”, ha puntualizado Aguirre.

            En concreto, el sistema implantado en Andalucía es el denominado “Spoke and hub” que permite que el paciente que llega a un hospital remoto (HARE o comarcal) puede ser valorado por Internet por un neurólogo vascular. Una vez valorado y, gracias al sistema de radiología PACS que permite valorar las imágenes de las pruebas complementarias, ofrece un diagnóstico y decide el mejor tratamiento a seguir. “Con este modelo, pasamos de tener 10 hospitales útiles para la valoración del Ictus agudo a 40 centros útiles con los 30 nuevos centros incorporados al CATI”, ha señalado el consejero.
            Esta incorporación se ha realizado de forma progresiva; desde una primera fase meramente tecnológica hasta la realización de sesiones formativas sobre el reconocimiento de los síntomas, la atención en fase aguda y preparación de medicación. A su vez, se han ido incorporado los centros de alta resolución y comarcales y se ha conformado el equipo de 17 neurólogos vasculares de las distintas provincias para la realización de guardias localizadas.
            En concreto, “en el mes de enero, se ha realizado el pilotaje en Sevilla-Huelva; posteriormente en febrero, se iniciaron guardias localizadas en Sevilla y Huelva, y el pilotaje de Córdoba y Jaén; en marzo se incorporaron Córdoba y Jaén; en mayo se procedió a la incorporación de Cádiz y Málaga y finalmente en junio Almería y Granada”, ha puntualizado el consejero quien asegura que “la previsión es que en este mes de julio este en pleno funcionamiento”.
            Dada esta implantación progresiva de nuevos nodos, “el número de pacientes atendidos se ha incrementado de forma exponencial” ha señalado Aguirre, y ha matizado que “en enero y febrero se atendieron 3 pacientes respectivamente; en marzo, ascendieron a 28; 37, en abril y, finalmente, 49 en mayo; por tanto, en este período de enero a mayo de 2019, se atendieron a 120 pacientes”.
            En cuanto al ahorro estimado, el consejero ha puntualizado que “la prevención frente al ictus nos permite garantizar una mejor salud a los andaluces, reducir las secuelas que pueden sufrir por el ictus, ahorrar en su tratamiento y ser más eficientes”. Según el estudio presentado por el titular de Salud y Familias, “la atención del paciente a través del CATI conllevaría un ahorro a largo plazo de 19,8 millones de euros a la Sanidad Pública Andaluza. Este ahorro permitiría reinvertirlo en otras necesidades de los pacientes andaluces”.
            Durante su intervención, el consejero ha querido resaltar que “en Andalucía, se ha calculado que 220 pacientes por cada 100.000 habitantes-año sufrirán un ictus, lo que sumaría unos 18.000 ictus al año”. “Afortunadamente, se trata de una enfermedad de fácil prevención y abordable. Por ello hemos de dotar a la Comunidad y a las distintas provincias con los recursos humanos y materiales en beneficio de los pacientes que sufren esta patología garantizando su acceso a una atención asistencial completa y de calidad, y disminuyendo la mortalidad y el nivel de dependencia de estos pacientes tras el ictus”.
            Asimismo, Jesús Aguirre ha señalado que, “junto a la creación del Centro Andaluz de Tele-Ictus, las acciones prioritarias de la Consejería dentro del Plan Andaluz de Ictus 2019 también persiguen la implantación del Código Ictus (avanzado) en todo el territorio andaluz”. Este Código prevé incorporar avances logísticos y de trasporte sanitario para mejorar los tiempos actuales de inicio de tratamientos de reperfusión, así como un mayor del conocimiento de los síntomas por parte de los profesionales implicados y de la propia ciudadanía a través del desarrollo de un plan de formación. En esta línea, “la Junta desarrollará campañas informativas sobre la identificación de un Ictus y cómo actuar en los próximos meses”, ha avanzado el consejero.
            Por otro lado, el Plan Andaluz del Ictus también persigue crear las unidades de Ictus en las áreas sanitarias que aún no disponen de ella. “En 2019 prevemos iniciar la construcción de cinco nuevas unidades que se ubicarán en el Hospital Universitario Virgen de Valme, en el Hospital Universitario de Jerez, en el Hospital Punta Europa de Algeciras, en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria en Málaga y en el Hospital San Cecilio de Granada” según Aguirre quien ha añadido que “el objetivo es que para 2020 la comunidad autónoma cuente con 84 camas en las unidades de Ictus, lo que la posicionaría entre las mejores regiones del país y de Europa en la atención a este problema de salud”.




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