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11 May 2012

El uso de mobiliario de cobre en las UCIs reduce un 40% el riesgo de contraer infecciones intrahospitalarias


Los ensayos clínicos realizados internacionalmente para conocer el potencial del cobre antimicrobiano en la lucha contra los patógenos que causan graves infecciones en entornos hospitalarios (infecciones intrahospitalarias o nosocomiales) arrojan nuevos resultados: el uso de superficies y mobiliario de cobre en las habitaciones de las UCIs hace que la carga bacteriana de esas superficies se reduzca un 97% y que el riesgo de que el paciente contraiga una infección que no tenía en el momento de su ingreso en el hospital disminuya un 40%.

Estos datos los ha aportado el profesor Tom Elliott, Director Adjunto del Departamento de Microbiología Médica de la Universidad de Birmingham, durante su conferencia en el Congreso Médico celebrado hoy en Loures, Portugal, con motivo del V Día Internacional de la Lucha contra las Infecciones. Así, el profesor Elliott ha hecho mención a las pruebas de laboratorio y ensayos clínicos que se están realizando en distintas partes del mundo (EE.UU., Reino Unido, Chile o Alemania, entre otros países) que han demostrado “de manera concluyente que el cobre, gracias a sus propiedades antimicrobianas, es capaz de eliminar de forma continua las bacterias que causan infecciones en los entornos hospitalarios, presentándose a día de hoy como la superficie de contacto más eficaz, habiéndose realizado las pruebas en condiciones reales de uso”, ha aseverado. Los ensayos se están llevando a cabo en distintos centros hospitalarios de todo el mundo, realizados a través de distintos protocolos y en diferentes áreas, como pueden ser la atención geriátrica, la medicina intensiva o la general, y bajo la supervisión de distintos organismos e instituciones de salud, públicas y privadas, con el objetivo de probar la eficacia del cobre antimicrobiano en esos entornos. “En general, los resultados que arrojan estos ensayos internacionales nos llevan a determinar que las superficies de cobre, frente a otras superficies estándar, reducen la contaminación microbiana con una eficacia superior al 90 en todos los casos”, afirma Elliott.

El profesor Elliott ha disertado sobre los ensayos dirigidos por él mismo en el Hospital Selly Oak de Birmingham, realizados en una sala de medicina general equipada con cobre frente a otras salas con componentes estándar como plástico o aluminio, con el objetivo de demostrar la capacidad del cobre para reducir la contaminación ambiental y mejorar la salud del paciente. Los primeros resultados del ensayo, tras tomar muestras en tres superficies durante diez semanas (grifos, pomos y tapaderas de inodoros) dieron como resultado que el cobre elimina una amplia gama de organismos nocivos para la salud del personal, de pacientes y de visitantes, reduciendo entre un 90 y un 100% la carga de patógenos en comparación con las otras superficies de plástico, aluminio o acero inoxidable. “Lo sorprendente –afirma el profesor- es que se encuentren estos elevados índices de eficacia incluso en los días de mayor frecuencia de uso de las instalaciones”. El profesor concluye que, si la carga bacteriana se reduce en las superficies de cobre, es obvio pensar que también disminuya el riesgo a contraer una infección. En este sentido, Tom Elliott ha hecho referencia a los resultados obtenidos en ensayos llevados a cabo en 2011 en EE.UU., financiados por el Departamento de Defensa, en los que se intentó ver la relación existente entre la contaminación de las superficies de uso frecuente (pomos de puertas, barandillas de las camas, llamadores, mesillas, bandejas o los expositores de los datos clínicos del paciente) y las infecciones nosocomiales, es decir, las que adquieren los pacientes del hospital. Los resultados preliminares de este ensayo demuestran que los pacientes tratados en salas de cuidados intensivos (UCIs) equipadas con mobiliario de cobre o sus aleaciones, disminuyen su riesgo de contraer una infección en un 40%.


03 June 2010

El Hospital Regional de Málaga diseña la primera Guía Clínica para la atención integral de pacientes coninfecciones de piel y partes blandas


Ocho Servicios y Unidades de Gestión Clínica del Hospital Regional de Málaga, liderados por la Comisión de Infecciones y Política Antibiótica del centro sanitario, han diseñado la primera guía clínica de actuación ante pacientes con infección de piel y partes blandas (IPPB), que tiene como objetivo establecer mecanismos eficientes y eficaces de coordinación entre los profesionales sanitarios de las diferentes Unidades y Servicios implicados.
En este protocolo se incluye también las pautas de actuación de la denominada infección del pie diabético (IPD), es decir cualquier infección del pie de una persona con diabetes mellitus.
La gran variedad de manifestaciones clínicas y grados de severidad de estos tipos de infecciones exige un abordaje multidisciplinar de diferentes profesionales de distintas disciplinas –médicas y quirúrgicas- e incluye un lenguaje común y pautas de actuación consensuadas y coordinadas.
Debido a las grandes diferencias en cuanto al abordaje diagnóstico, terapéutico y al pronóstico, la vía clínica ordena y abarca todas las opciones de tratamiento quirúrgico y antibiótico de la infección y establece los mecanismos de coordinación entre todos los profesionales implicados.
Bajo el término genérico de infecciones de piel y partes blandas –tejido celular subcutáneo, fascias y músculos esqueléticos- se engloban un conjunto muy heterogéneo de las infecciones consideradas más prevalentes en el medio hospitalario y a su vez uno de los motivos más frecuentes de consulta en el área de Urgencias hospitalarias.
Un estudio en nuestro medio sobre 307 pacientes con IPPB (no IPD), determinó que el 44% requirió algún tratamiento quirúrgico y el 9% tuvo lesiones con necrosis (tejido muerto, sin vida).
Las infecciones se clasifican en función de sus manifestaciones clínicas, potencial gravedad, grado de severidad y necesidad de tratamiento médico o médico-quirúrgico, más o menos complejo. En el diagnóstico lo más importante es determinar si existe necrosis, la profundidad de la lesión y el grado de afectación del estado general del paciente.
Algunas infecciones suelen tener buen pronóstico, no siendo necesario ningún tratamiento quirúrgico. Sin embargo, en los casos graves el diagnóstico precoz y tratamiento más agresivo -médico y quirúrgico- van a determinar su evolución y evitar lesiones irreparables. En estos casos, la exploración quirúrgica precoz; la valoración clínica global; la presencia de fiebre, hipotensión o taquicardia; así como la identificación del agente infeccioso -determinante para indicar el tratamiento antibiótico más adecuado- son factores esenciales en el pronóstico y evolución del paciente.
La guía clínica incluye dos algoritmos diferentes que marcan las pautas de atención inicial para pacientes con infección de piel y partes blandas, y para personas con diabetes mellitus con infección del pie diabético. Éste último, es un problema de salud potencialmente grave, en ocasiones, es un proceso, de gran complejidad y la causa más frecuente de amputación no traumática. Así, Andalucía registra una incidencia al año de 135 amputaciones por cada cien mil personas con diabetes mellitus. En estos casos, es esencial valorar la potencial gravedad y establecer las pautas de actuación, siendo necesaria, en ocasiones, la hospitalización, tratamiento por vía venosa y drenaje quirúrgico.
Ahora se inicia la fase de implantación del protocolo que, además de su publicación en la página web del centro sanitario, será dado a conocer a los profesionales sanitarios de todos los Servicios y Unidades implicadas (Enfermedades Infecciosas, Medicina Interna, Cuidados Críticos y Urgencias, Cirugía General y Digestiva, Traumatología, Cirugía Plástica, Cirugía Cardiovascular y Endocrinología), incluido el personal de guardia en Urgencias.

11 February 2010

La REIPI presenta prometedores resultados frente a una de las principales bacterias que causan las infecciones hospitalarias

Pseudomonas aeruginosa es uno de los principales causantes de infecciones en pacientes hospitalizados, produciendo lo que se conoce como infecciones nosocomiales. Por ello, "los pacientes más afectados suelen ser los ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos y pacientes onco-hematológicos (inmunodeprimidos)", indica el Dr. Antonio Oliver, del Servicio de Microbiología del Hospital Son Dureta de Palma de Mallorca.
El principal problema reside en que P. aeruginosa, tiene una extraordinaria capacidad para desarrollar resistencia a todos los antibióticos disponibles. "No es infrecuente encontrar cepas multirresistentes de P. aeruginosa, incluso algunas resistentes a todos los antibióticos disponibles en la actualidad", determina el Dr. Oliver.
Los pacientes ingresados en la UCI, los que padecen fibrosis quística y los tratados con antibióticos previamente, son más propensos a infectarse por cepas resistentes. En la actualidad, tal y como indica el Dr. Oliver, "una de cada cinco cepas de P. aeruginosa es resistente a prácticamente todos los antibióticos de primera línea".
En este sentido, la Red Española de Investigación en Patología Infecciosa (REIPI), a través de la figura del Dr. Oliver, ha coordinado y dirigido una serie de estudios in vitro orientados a investigar si las cepas de P. aeruginosa eran sensibles o no a la presencia de una nueva cefalosporina, la CXA-101, anteriormente conocida como FR264205. Teniendo en cuenta que a lo largo de las dos últimas décadas ha habido un progreso relativamente limitado en el desarrollo de antibióticos antipseudomónicos, tal y como indica el especialista, "el objetivo de los estudios es evaluar la actividad de este fármaco, comparada con los ya existentes, como β-lactámicos antipseudomónicos (penicilinas, cefalosporinas y carbapenemas), aminoglicósidos y fluoroquinolonas, frente a diversas colecciones de cepas de P. aeruginosa".

-Principales enfermedades causadas por P. aeruginosa
En la actualidad, las enfermedades más relevantes y frecuentes producidas por este agente infeccioso son la neumonía en pacientes hospitalizados y las infecciones en pacientes con quemaduras extensas. "Ambas infecciones están asociadas a una elevada tasa de mortalidad. Además, la infección respiratoria crónica por P. aeruginosa es la principal causa de morbilidad y mortalidad en niños con fibrosis quística", indica el especialista.
En este sentido, la importancia de la CXA-101 radica en que, "si bien el mecanismo de este fármaco es muy similar al de las otras cefalosporinas disponibles, a diferencia de las demás no se ve afectada por los principales mecanismos de resistencia de P. aeruginosa", continúa el Dr. Oliver. A esto hay que añadir que, "CXA-101 es el único beta-lactámico, de los disponibles en la actualidad, que permanece activo frente a las diversas combinaciones de mutaciones frecuentes en este microorganismo, que generan resistencia a todos los beta-lactámicos disponibles. Lo más destacable es que no se hidroliza por la beta-lactamasa de P. aeruginosa, que confiere resistencia a las penicilinas y cefalosporinas empleadas en la actualidad".

-Diseño de los estudios in vitro
La REIPI ha coordinado y dirigido tres estudios in vitro, es decir, en la fase previa a su ensayo en pacientes, y que han sido en parte financiados por Calixa Therapeutics Inc., que es la empresa que ha desarrollado el antibiótico CXA-101, hasta su reciente adquisición por Cubist Pharmaceuticals. Actualmente, se están desarrollando ensayos clínicos con esta nueva cefalosporina (fase II de investigación clínica).
"La eficacia del fármaco ha quedado patente a través de la realización de tres estudios multicéntricos nacionales, realizados con pacientes ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos de hospitales españoles y pacientes con fibrosis quística. En dos de los estudios, sólo el 5% de las cepas fueron resistentes al fármaco y en el último de los estudios, CXA-101 fue el único antibiótico activo frente a 50 cepas que habían desarrollado resistencia a otros antibióticos antipseudomónicos ", afirma el Dr. Oliver.
Sin embargo, aunque los datos in vitro son prometedores, hay que esperar a tener los resultados de los ensayos clínicos, que deben validar su eficacia, especialmente para el tratamiento de las cepas multirresistentes.
Por otra parte, "nuestros datos demuestran que el tratamiento previo con otros antibióticos disponibles no genera resistencia a CXA-101, es decir, que CXA-101 no tiene resistencia cruzada con los otros antibióticos. En este sentido vemos que en pacientes tratados , por ejemplo, con otras cefalosporinas como la ceftazidima, las cepas se hacen resistentes a la ceftazidima pero siguen siendo sensibles a CXA-101", concluye el Dr. Oliver.

26 November 2009

La mortalidad de los pacientes infectados por SARM es el doble que la causada por cepas no resistentes a los antibióticos existentes

El Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM es una bacteria que se ha vuelto resistente a diferentes antibióticos y que actualmente causa el 23% de los fallecimientos relacionados con las infecciones generalizadas e invasivas, también conocidas como sepsis. El Staphylococcus aureus es un tipo común de bacteria que suele formar parte de la flora normal del 20-40% de las personas sin tener consecuencias graves, ya que normalmente vive en la piel y algunas veces en las fosas nasales. Por el contrario, el SARM se refiere a las cepas de Staphylococcus aureus resistentes a los antibióticos. La infección de este microbio puede amenazar la vida de pacientes con heridas profundas, catéteres intravenosos u otros instrumentos que introducen cuerpos extraños, como respiradores, o causar una infección secundaria a pacientes con el sistema inmunitario debilitado.
"Cuando este microorganismo es resistente a todos los betalactámicos, es decir, a los mejores antibióticos existentes para tratarlo, se conoce como resistente a la meticilina o SARM. La diferencia con el Staphylococcus aureus presente en muchas personas es que suele adquirirse en el contexto de una hospitalización o al entrar en contacto con dispositivos sanitarios, como catéteres o máquinas dialíticas, siendo más difícil de tratar y causando una elevada mortalidad", afirma el Dr. Jesús Rodríguez Baño.
El SARM suele adquirirse por contacto. Normalmente, los vehículos transmisores son sanitarios que han contactado con otro paciente colonizado por SARM y en sus manos, ropa o calzado pueden llevarlo y transmitirlo al paciente siguiente. "Hay que tener muchísimo cuidado con los individuos portadores, detectarlos y tomar con ellos precauciones de contacto. También es esencial lavarse las manos con frecuencia si se va a visitar a alguien en un hospital o a personas que requieren cuidados médicos a largo plazo", incide el Dr. Rodríguez Baño.

-El SARM, causante de infecciones de alto riesgo
El SARM produce, sobre todo, infecciones nosocomiales, es decir, aquéllas contraídas en el propio ámbito hospitalario al recibir un tratamiento para otra dolencia. La consecuencia más grave es la posibilidad de contraer una neumonía nosocomial, enfermedad que puede ser mortal y que se adquiere tras insertar un tubo ventilador en el cuerpo de un paciente. "Las infecciones por SARM pueden ser bacteriemias (infecciones de la sangre) originadas en una infección de un catéter venoso, infecciones quirúrgicas, neumonía (sobre todo en pacientes de la UCI), infecciones de prótesis articulares o incluso infecciones de prótesis valvulares cardíacas. Además, puede causar epidemias hospitalarias notables porque la mortalidad de los pacientes con sepsis o bacteriemias es el doble que la causada por cepas no resistentes", afirma el Dr. Jesús Rodríguez Baño.
Los síntomas más habituales de una infección grave por SARM son: dolor torácico, escalofríos, fatiga, fiebre, sensación general de malestar, dolor de cabeza, dolores musculares, erupción cutánea o dificultad para respirar. Como consecuencia de la falta de tratamiento adecuado puede producirse una sepsis o infección generalizada, celulitis, infección de las válvulas del corazón, neumonía o síndrome de shock tóxico, y finalmente insuficiencia orgánica y la muerte.

-La importancia vital de un tratamiento adecuado y rápido
Esta infección se puede descubrir mediante un simple cultivo. De hecho, es vital iniciar el tratamiento adecuado y, sobre todo, descubrir rápidamente la infección por SARM. Un estudio realizado por diferentes miembros de la REIPI muestra que en el 79% de los casos se suele iniciar un tratamiento inadecuado, triplicando la probabilidad de muerte del paciente. Su corrección posterior, habitualmente a las 48-72 horas, no consigue mejorar el pronóstico. "Es necesario tener un alto índice de sospecha para este microorganismo, para lo que es importante contar con la ayuda de los infectólogos en los hospitales, detectar precozmente a los pacientes que son portadores del mismo, puesto que son los que más riesgo tienen de contraer una infección, y estudiar la utilidad de técnicas microbiológicos de diagnóstico rápido", afirma el Dr. Rodríguez Baño.

-El SARM sale de los hospitales
La infección por SARM ha sido tradicionalmente hospitalaria. "No obstante, en los últimos años se ha visto que se puede adquirir no sólo en hospitales, sino en unidades de día, centros de tratamiento de pacientes crónicos, residencias, consultas externas, etc. Mas recientemente se han descrito cepas de SARM puramente comunitario en varias áreas del mundo, un fenómeno diferente y alejado del SARM del hospital y los dispositivos sanitarios", añade el Dr. Rodríguez Baño. Se han detectado en jugadores de deportes de contacto, como la lucha o el fútbol americano, en presos y en usuarios de gimnasios. El SARM comunitario puede contagiarse al compartir artículos de uso personal como toallas o cuchillas de afeitar que han tocado la piel infectada, por lo que la prevención y una higiene muy cuidadosa es imprescindible para evitar el contagio.

25 November 2009

Piden que se promueva la investigación de nuevos agentes antibacterianos

Las infecciones siguen constituyendo una de las causas más importantes de morbimortalidad en pacientes sometidos a cirugía cardiaca mayor, razón por la cual la Fundación de Ciencias de la Salud, en colaboración con GlaxoSmithKline (GSK), ha organizado la jornada "La infección hospitalaria postoperatoria en cirugía cardiaca". A su vez, este encuentro se enmarca en las celebraciones de los 25 años de existencia del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid.
"La cirugía de reemplazo valvular y de revascularización, la corrección de las cardiopatías congénitas y el trasplante cardiaco son algunos de los hitos de la cirugía cardiaca en las últimas décadas", según el profesor Emilio Bouza, catedrático de Microbiología Médica de la Universidad Complutense de Madrid, jefe del Servicio de Microbiología y Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, y director de la jornada. "Todo este tipo de intervenciones presentan mayor riesgo de infecciones postoperatorias que las de otras especialidades en la medida en que, cada vez más, se practican en poblaciones con edades muy avanzadas y con graves problemas asociados".
Además de la edad y de la gravedad de la situación funcional de base de estos enfermos, otros factores de riesgo para la infección son el tiempo quirúrgico, la necesidad de reintervenciones, la diabetes mellitus, la insuficiencia renal y la condición de portador de Staphylococcus aureus. A pesar de esto, "ahora ya es posible intervenir a pacientes cuya situación hacía impensable su paso por el quirófano", comenta el experto. Las infecciones postoperatorias más frecuentes son las relacionadas con catéteres endovasculares, las del mediastino y de las heridas quirúrgicas, y las neumonías asociadas a la ventilación mecánica, además de la endocarditis nosocomial y otras de menor importancia.
Más concretamente, las infecciones relacionadas con catéteres endovasculares son las de la puerta de entrada, las bacteriemias y las endocarditis infecciosas. "Su incidencia podría reducirse considerablemente si se llevara a cabo una adecuada política de prevención, con ahorros muy importantes en vidas humanas y en recursos económicos", explica el profesor Bouza. No obstante, "la cifra cero es todavía una quimera difícil de alcanzar y, por tanto, hay que estar preparado para un diagnóstico rápido y un tratamiento eficaz", añade. En España, la incidencia de bacteriemias relacionadas con catéteres suele situarse por debajo de los 5 episodios por 1.000 días de exposición.
Por otro lado, el arsenal farmacológico de que se dispone en la actualidad "es mucho mejor que el de hace unos años, aunque sigue siendo claramente insuficiente". A este respecto, "la multirresistencia de algunas bacterias y el lento desarrollo de los agentes antibacterianos está produciendo algunas graves deficiencias en este campo", según el profesor Bouza. En este sentido, "haría falta estimular más y mejor a la industria farmacéutica y/o pactar con ella para que se incentive la investigación en este sector, y muy especialmente en lo que se refiere a las bacterias Gram negativas, como Pseudomonas aeruginosa".
El interés en torno a las infecciones dentro del mundo de la patología cardiovascular y la necesidad de mantener equipos multidisciplinares, con profesionales de distintas especialidades interesados en las mismas, ha llevado a un grupo de médicos y enfermeras a constituir la Sociedad Española de Infección Cardiovascular (SEICAV), que está abierta a todos aquellos profesionales con interés en este tema.

07 October 2009

La prevalencia de infecciones hospitalarias se sitúa entre el 8 y el 10% en España

Las infecciones hospitalarias o nosocomiales representan un importante problema de salud pública en la actualidad, ya que se estima una tasa de prevalencia de entre el 8 y 10%. "Esta situación puede ser muy grave para los pacientes. Determinados estudios cifran la mortalidad en torno al 7% entre los enfermos que desarrollan un episodio de infección nosocomial, alcanzando un 17% si se ven afectados por más de un episodio", según explicó el doctor Santiago Grau, del Servicio de Farmacia del Hospital del Mar de Barcelona, durante un simposio enmarcado en el 54 Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, celebrado recientemente en Zaragoza.
En opinión del experto, "los pacientes críticos, los neutropénicos y los inmunodeprimidos son los que suelen registrar una mayor mortalidad relacionada con este tipo de infecciones, que también provocan un aumento de la estancia hospitalaria, una mayor morbilidad entre los afectados y un incremento de los costes hospitalarios".
"Los microorganismos más peligrosos son aquellos que producen infecciones frente a las que se dispone de un arsenal terapéutico limitado y, lamentablemente, esta situación está aumentando de forma preocupante en nuestro país", precisó el doctor Grau. En concreto, según las conclusiones del estudio de Prevalencia de Infección Nosocomial en España (EPINE) en el periodo 2000-2007, E. coli fue el microorganismo aislado con más frecuencia a este tipo de infecciones (17%), seguido de P. aeruginosa (11%) y S aureus (10%). En otra investigación (ENVIN-UCI 2008) se demostró que entre los microorganismos adquiridos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) destaca P. aeruginosa (28%), seguido de E. coli (22%) y S. aureus y S. epidermidis (13%).

-Resistencia a antibióticos
Respecto a la cada vez mayor resistencia de ciertos patógenos a los antibióticos actuales, el especialista recalcó que "aunque estas cifras dependen del ecosistema bacteriano de cada centro hospitalario, microorganismos especialmente agresivos como es el caso de P. aeruginosa presentan altas tasas de resistencia que superan el 20-30% frente a la mayoría de antibióticos disponibles". En este sentido, insistió en la necesidad de aumentar el arsenal terapéutico para poder optar por una terapia de elección adecuada al tener un impacto determinante en la evolución de los pacientes.
A su juicio, "durante los últimos años, únicamente se han incorporado antibióticos activos frente a microorganismos grampositivos‡ multirresistentes (con la excepción de tigeciclina) que lamentablemente no presenta actividad frente a P. aeruginosa, además de poseer una farmacocinética que desaconseja su utilización en determinados tipos de infecciones". Aún así, el panorama actual en este ámbito es "esperanzador" gracias a la comercialización de una nueva molécula, de la familia de los carbapenémicos: doripenem. "Este antibiótico presenta una serie de ventajas cuando se compara frente al resto de fármacos de su misma familia, ya que ha demostrado una mayor actividad ‘in vitro’ que otros (imipenem y meropenem), frente a cepas de microorganismos gramnegativos† aislados de pacientes ingresados en hospitales españoles", afirmó el doctor Grau.
Además, la estabilidad de doripenem en la solución para infusión intravenosa permite su administración en perfusión prolongada, una estrategia que ha demostrado relacionarse con mejores resultados que el resto de antibióticos de su mismo tipo en estudios farmacocinéticos y farmacodinámicos. "Este hecho es especialmente interesante en el tratamiento de infecciones graves por microorganismos gramnegativos", sostiene este especialista.
Actualmente, doripenem, comercializado en España por Janssen-Cilag como Doribax®, está indicado como tratamiento para infecciones intraabdominales complicadas, neumonía nosocomial (incluida la neumonía asociada a la ventilación mecánica) e infecciones complicadas del tracto urinario tras demostrar su eficacia en este tipo de afecciones.

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