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08 May 2010

La SAR participa en la 2ª Jornada Salud y Deporte en Reumatología


El ejercicio físico moderado es fundamental tanto para la prevención como para el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el aparato locomotor
La segunda edición de la Jornada Salud y Deporte en Reumatología tiene como fin fomentar el deporte y dar a conocer el beneficio de realizarlo en espacios naturales
El deporte es importante para poder mantener una vida sana, y este aspecto se convierte en algo sumamente importante tanto en la prevención como en el tratamiento de las enfermedades del aparato locomotor.

Por este motivo, la Asociación Cordobesa de Enfermos de Artritis Reumatoide y la Sociedad Andaluza de Reumatología (SAR) han organizado la 2ª edición de la Jornada Salud y Deporte en Reumatología, con el fin de fomentar el ejercicio físico como medida saludable y dar a conocer el beneficio que supone realizarlo en espacios naturales.
Esta 2ª Jornada Salud y Deporte en Reumatología se celebrará el próximo domingo 9 de mayo, día en el que se realizará una ruta en bicicleta de 36 kilómetros, en los que los ciclistas recorrerán la Vía Verde del Aceite Martos y la Vía Verde de la Subbética Luque.
Todos los pacientes reumáticos y reumatólogos que lo deseen, pueden participar, siempre que se hayan inscrito con anterioridad a la fecha del evento.
La salida será a las 10.30h en la antigua estación de tren de Martos (Jaén), y la meta estará situada en la antigua estación de tren de Luque (Córdoba).
La 1ª Jornada Salud y Deporte en Reumatología, que se celebró en 2009, contó con más de un centenar de participantes de las distintas asociaciones de pacientes reumáticos de Andalucía, así como reumatólogos de los principales hospitales de la región.
Andalucía es la comunidad autónoma con mayor prevalencia de enfermedades reumáticas en España, con aproximadamente un 12.59% de afectados, según datos del estudio EPISER, realizado por la Sociedad Española de Reumatología. Para todos ellos, la práctica regular de algún tipo de actividad deportiva controlada debería ser parte fundamental de su tratamiento, ya que la mayoría de las patologías del aparato locomotor precisan de un ejercicio físico moderado para su recuperación y no de reposo, como comúnmente se cree.

21 April 2010

Más de un millón de españoles padecen fibromialgia


Uno de los principales objetivos de la nueva Cátedra Externa del Dolor, constituida por la Universidad de Cádiz (UCA) y la Fundación Grünenthal, es la creación de aulas didácticas dirigidas a pacientes para que conozcan y afronten el dolor. Con esta finalidad, la Escuela Universitaria de Enfermería y Fisioterapia de Cádiz acogió ayer la 1ª Aula de Pacientes de la Cátedra Externa del Dolor, un seminario en el que participaron más de 200 pacientes y que abordó, como primer tema, el Síndrome de Fibromialgia, una de las enfermedades crónicas menos conocidas y que produce una gran intensidad de dolor. Según datos del último estudio EPISER, el 2,4% de la población española padece esta enfermedad, que es más frecuente entre mujeres y tiene mayor prevalencia entre los 40 y 49 años de edad.
Sin embargo, tal y como se manifestó en el Aula, esta enfermedad no se debe catalogar exclusivamente en el colectivo femenino, ya que los hombres también la padecen. "Hay más resistencia a diagnosticar fibromialgia en los varones y se tiende a atribuir los síntomas a otros procesos; esto hace que se tarde más en diagnosticarla en ellos. Además, las mujeres suelen ir más al médico, lo que podría explicar en parte que en ellas el diagnostico sea mas frecuente", indica la doctora Inmaculada Failde, del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Cádiz.
La gran mayoría de las personas que padecen fibromialgia, sufren dolor crónico en sus músculos y articulaciones, lo que hace que repercuta en su estado general de salud. Sus funciones físicas y psicológicas están alteradas y afectan gravemente a su calidad de vida, ya que tienen problemas de sueño, fatiga, baja autoestima y poca actividad física.
Esto hace que el paciente no pueda establecer una vida normal ni en su ámbito laboral, ni en sus relaciones personales. "Muchos pacientes tienen que darse de baja e incluso algunos no pueden soportar los abrazos de sus propios hijos porque los músculos les duelen, lo que merma aún más su calidad de vida", explica el doctor Luis Miguel Torres, subdirector de la Cátedra Externa del Dolor de Cádiz y jefe de la unidad de Dolor del Hospital Universitario Puerta del Mar.


--Una enfermedad difícil de diagnosticar
La fibromialgia tiene, al mismo tiempo, un diagnóstico difícil "porque requiere un examen clínico para el que no existe ninguna prueba de laboratorio que demuestre esta enfermedad", expone el doctor Antonio Pernia, del Servicio de Anestesia Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz. Sin embargo, se ha definido categóricamente a través de unas pautas clínicas: un dolor generalizado, que afecta a varias partes del cuerpo; debe prolongarse de manera continua, por lo menos durante 3 meses para que sea considerado un dolor crónico; y debe presentarse en determinados puntos sensibles del cuerpo.
"Cuando se cumplen estos criterios clínicos, se puede apuntar que el paciente presenta un síndrome de fibromialgia. Estos son los únicos criterios clínicos en los que el profesional sanitario se puede basar. No obstante, también descartamos cualquier enfermedad que pueda parecerse a la fibromialgia, como enfermedades metabólicas, neurológicas o reumatológicas, entre otras que sí que tienen una prueba diagnóstica que lo descartan", señala el doctor Pernia.
En la actualidad esta enfermedad no tiene un tratamiento específico, ya que se desconocen sus causas, aunque parece tener relación con "un fallo en la modulación del dolor por parte del sistema nervioso central del paciente" como indica el doctor Torres. Por eso es importante hacer comprender al paciente que, hasta el momento, "no se puede curar, pero que sí que existen tratamientos para mejorar los síntomas que padecen", explica el doctor Pernia. Estos tratamientos se sustentan en terapias no farmacológicas y farmacológicas.
Los tratamientos no farmacológicos se apoyan principalmente en un tratamiento educativo, cuyo pilar es hacer comprender al paciente en qué consiste su enfermedad y cómo suele evolucionar. Es también muy importante, para mejorar su situación, mantener una dieta equilibrada, realizar ejercicio con el fin de evitar la rigidez muscular, así como controlar el estrés y mejorar su estado de ánimo a través de apoyo psicológico. También, como confirma la profesora Failde, "el apoyo familiar es especialmente importante en el cuidado y la atención de estos pacientes".
Respecto a los farmacológicos, el tratamiento actual se basa en 4 tipos de fármacos: analgésicos, relajantes musculares, anticonvulsivantantes y antidepresivos, estos últimos destacados por su efecto analgésico. Se suelen combinar estas opciones en pequeñas dosis para tolerar los posibles efectos secundarios que puedan provocar estos medicamentos.
Como se concluyó en la jornada, hay que ser optimistas porque se está investigando permanentemente sobre las causas de este síndrome, por lo que se espera mejorar su abordaje.


***Pie de foto adjunta (Aula de Paciente_Fibromialgia):
De izquierda a derecha: Guillermo Castillo, Director de la Fundación Grünenthal; doctora Inmaculada Failde, del Área de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Escuela Universitaria de Ciencias de la Salud de UCA; doctor Antonio Pernia, del servicio de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital Universitario del Puerta del Mar de Cádiz y doctor Luis Miguel Torres, Subdirector de la Cátedra Externa del Dolor de Cádiz, jefe de la unidad de Dolor del Hospital Universitario Puerta del Mar y jefe del servicio de Anestesiología y Reanimación, y profesor asociado de la UCA.

03 March 2010

Las terapias contra Linfocitos B, nueva alternativa para el tratamiento del lupus

El tratamiento basado en anticuerpos monoclonales dirigido contra linfocitos B podría suponer una nueva alternativa terapéutica para el tratamiento del Lupus Eritematoso Sistémico (LES) en aquellos pacientes que no han tenido una respuesta positiva a otros tratamientos.
Así lo indican los primeros datos del estudio multicéntrico LESIMAB, que se han presentado este fin de semana en el II Simposio de Enfermedades Sistémicas Autoinmunes de la Sociedad Española de Reumatología (SER), celebrado en Madrid y que ha contado con la asistencia de más de 400 especialistas de toda España.
Este estudio, coordinado por los servicios de Reumatología de los hospitales de Valme de Sevilla y Carlos Haya de Málaga, ha contado con la participación de alrededor de 131 pacientes de 19 hospitales repartidos por toda la geografía española.
El Lupus Eritematoso Sistémico es una enfermedad autoinmune crónica que tiene una estimación de la prevalencia en la población española adulta de 91 casos por 100.000 habitantes, según el Estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología. Se caracteriza porque el sistema inmunitario actúa atacando al propio organismo, sobre todo a órganos como el riñón, la piel o las células sanguíneas.

-Pacientes no respondedores, los más graves
A la vista de estos resultados, se concluye que ésta podría ser una alternativa terapéutica que podría convertirse en una esperanza para pacientes con lupus que no responden a los actuales tratamientos, los cuales se basan en la administración de inmunosupresores y corticoides, y que conforman el grupo de los pacientes más graves.
Actualmente los fármacos dirigidos contra los linfocitos B –células que se encargan de producir los anticuerpos responsables de dañar al propio organismo- se utilizan con éxito en enfermedades tan heterogéneas como el linfoma y la artritis reumatoide, que a su vez están relacionadas con el sistema inmune.
Según los coordinadores de LESIMAB, "los primeros datos son muy alentadores, puesto que se ha demostrado una eficacia terapéutica de estos fármacos con un perfil de seguridad favorable".
Hasta el momento, esta terapia contra los linfocitos B ha sido utilizada de forma compasiva tanto para lupus como para la vasculitis o el síndrome de Sjögren.

21 December 2009

El abordaje del lupus en los primeros meses, fundamental para prevenir dolencias asociadas‏

La famosa serie televisiva ‘House’ ha hecho que enfermedades poco conocidas por la gran mayoría de la población suenen en nuestros oídos como términos muy familiares.
Una buena muestra es el Lupus Eritematoso Sistémico (LES), que no ha faltado hasta el momento en casi ninguno de los diagnósticos diferenciales de la serie ‘House’ debido a que se trata de una enfermedad reumática sistémica que puede afectar potencialmente a diferentes órganos.
Sin embargo, y pese a lo que aparece en la ficción, el lupus, una patología poco frecuente en la actualidad, “en general no es difícil de diagnosticar si se tiene cierta experiencia esta patología. El problema radica en ocasiones, cuando la enfermedad tiene una forma de presentación rara, y/o cuando el enfermo está grave y hay que tomar decisiones rápidas de tratamiento, barajando diferentes diagnósticos”, apunta la Dra. Encarnación Saiz, del Hospital Morales Messeguer, de Murcia. “En este sentido, y teniendo en cuenta que puede afectar a varios órganos, podemos decir que es una dolencia que encaja bastante bien en series televisivas de este tipo, puesto que se presta para realizar diagnósticos diferenciales brillantes”.
El lupus eritematoso sistémico afecta en España a 91 personas en edad adulta por cada 100.000 habitantes, según los datos del Estudio EPISER, de la Sociedad Española de Reumatología (SER), y se da en mayor medida en la población femenina.
Se trata de una dolencia cuyas manifestaciones más frecuentes son lesiones cutáneas y artritis, aunque también pueden verse afectados otros órganos como los riñones, el corazón, los pulmones o el cerebro.
“Por lo general los pacientes llegan a la consulta de Reumatología en fases tempranas de la enfermedad, aunque eso no asegura que lo hagan sin afectación de órganos como los riñones o el cerebro. Este abordaje precoz hace que respondan de forma positiva a los tratamientos convencionales, aunque es importante destacar que esta enfermedad no es como la artritis reumatoide, suele cursar en brotes y en función de la gravedad se tratará con un fármaco u otro. En general, cuando no afecta a un órgano denominado no mayor, como la piel o las articulaciones, se trata con antimaláricos y dosis bajas de corticoides. Y cuando el paciente no responde o hay manifestaciones graves, se trata con inmunosupresores. En lupus no disponemos de tanto arsenal terapéutico, con eficacia claramente demostrada, como en artritis reumatoide”, indica la Dra. Saiz.
En la actualidad se han dado importantes pasos para el desarrollo de terapias biológicas –todavía en fase de estudio- en el tratamiento del lupus, sobre todo por los avances que se han experimentado en el conocimiento de la inmunopatogenia de la enfermedad.

-Anticiparse siempre es bueno
El diagnóstico temprano, y por consiguiente un tratamiento precoz, suelen hacer que el pronóstico de la enfermedad sea mejor. “Si bien anticiparse a que la dolencia esté más evolucionada siempre es bueno, el pronóstico de las enfermedades reumáticas es diferente en todas y cada una de ellas”, subraya la Dra. Saiz. “En enfermedades como la artritis reumatoide se ha demostrado claramente que el tratamiento precoz es decisivo para la salud del paciente a largo plazo. En el lupus, lo más importante es prever el pronóstico durante los primeros meses y realizar un seguimiento más cercano de los pacientes que tengan formas más graves de la enfermedad, así como prevenir dolencias cardiovasculares”.
Además, gracias al avance que se ha producido durante los últimos años en el conocimiento de los mecanismos de la enfermedad, y los esfuerzos que se están haciendo desde organismos científicos como la Sociedad Española de Reumatología (SER) para elaborar guías de abordaje y protocolos, se está consiguiendo tratar cada vez mejor a los pacientes con lupus.
“El futuro sin duda es positivo en este campo”, indica la Dra. Saiz. “Conocemos más sobre las bases genéticas de la enfermedad y sus mecanismos, pero todavía no disponemos de resultados definitivos de ensayos con nuevos fármacos (biológicos y no biológicos). Asimismo, la implantación de medidas preventivas repercutirá de forma favorable en el pronóstico de nuestros pacientes”.

30 November 2009

Cerca de 100.000 pacientes con artritis reumatoide tienen tratamiento biológico


Tras la entrada hace aproximadamente una década del primer fármaco biológico en el arsenal terapéutico para la artritis reumatoide, actualmente alrededor del 40% de los pacientes con esta enfermedad reumática en nuestro país es tratado con estas novedosas terapias.
Según los datos del Estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología (SER), en nuestro país hay alrededor de 250.000 con artritis reumatoide, lo que indica que cerca de 100.000 pacientes han accedido ya a los fármacos biológicos.
Según explica el Dr. Carlos Marras, del Servicio de Reumatología del Hospital Virgen de la Arrixaca, en Murcia, “habitualmente son pacientes con estadios más graves de la enfermedad o que tienen factores de peor pronóstico que otros”.
Este tipo de fármacos ha supuesto un gran paso en los tratamientos para la artritis reumatoide –dado que se ha incrementado la calidad de vida de los pacientes-, pero también un cambio en la mentalidad de los reumatólogos. Tal y como indica el Dr. José Román Ivorra, del Servicio de Reumatología del Hospital Peset, de Valencia, y expresidente de la Sociedad Valenciana de Reumatología, “teniendo en cuenta que en gran parte son terapias endovenosas, hemos tenido que cambiar la gestión de la atención a los pacientes con la creación de hospitales de día para aplicar estas terapias”.
Tanto el Dr. Marras como el Dr. Román Ivorra han participado este fin de semana en la II Reunión conjunta de las Sociedades Murciana y Valenciana de Reumatología, que ha tenido lugar en Cartagena.

-Muchos casos de mejoría, pero menos de remisión
El principal objetivo del tratamiento de la artritis reumatoide es la remisión de la enfermedad “aunque esto no es posible en la mayoría de los pacientes y son muy pocos los casos en los que se consigue realizar de forma satisfactoria una remisión libre de fármacos”, apunta el Dr. Marras.
Lo que sí se ha conseguido es una mejora significativa de la patología, cosa que se da en un 60% de los pacientes. Para el Dr. Román Ivorra “estos datos son muy buenos, pero claramente mejorables. Debemos tratar a cada paciente con un control muy estricto para intentar llegar a remisión, sobre todo al principio de la enfermedad, puesto que existen estudios que indican que con tratamiento temprano, los datos de remisión mejoran”.
De todas formas, y debido al alto coste de los tratamientos biológicos, todavía existe la controversia de si son coste-eficaces como medicación inicial. “A esto hay que sumarle la falta de marcadores bioquímicos de respuesta y la eficacia de otros fármacos como el Metotrexato –terapia estándar en artritis reumatoide- como terapia precoz”, añade el Dr. Marras.
El uso de tratamientos biológicos está asimismo provocando que el reumatólogo tenga que hacer hincapié en varios parámetros que van más allá de la mejora de los síntomas y de la calidad de vida del paciente, como son la eficacia, el control de los efectos adversos o cuándo cambiar de biológico.
“Se ha comprobado que a lo largo del tratamiento en la mayoría de los casos es necesario cambiar de fármaco, aunque cuándo realizar este cambio y qué biológico es mejor para cada paciente es algo que todavía no hemos podido resolver”, aclara el Dr. Marras.
El nivel de eficacia de los distintos fármacos biológicos con los que se cuenta actualmente en el arsenal terapéutico para la artritis reumatoide es equiparable en general. “Una de las investigaciones actuales se centra en conocer el momento óptimo en que deben ser utilizados, cuándo hay que cambiar de tratamiento o si pueden ser administrados de forma combinada o de forma secuencial”, apunta el Dr. Román Ivorra.

-El futuro: la medicina individualizada
Aunque todavía queda un largo camino por recorrer, durante los últimos años se ha evolucionado enormemente en el conocimiento de la artritis reumatoide, de la cual todavía se desconoce su origen.
“La Reumatología –y en especial la artritis reumatoide- es ahora mismo uno de los escenarios predilectos para la investigación traslacional, porque cada día se conocen nuevos datos sobre la patógena de la enfermedad, lo que permite introducir en el tratamiento nuevas moléculas que actúan de forma selectiva ante el fenómeno inflamatorio”, según explica el Dr. Román Ivorra. “Además, cada vez conocemos mejor las bases genéticas asociadas a la aparición de la artritis reumatoide, así como los mecanismos de inflamación y los que hacen que determinados factores externos desencadenen esta dolencia. Si hemos llegado a este punto de conocimiento, es que ya tenemos una gran solidez”.
Teniendo en cuenta que los fármacos biológicos son sustancialmente distintos al resto del arsenal terapéutico que existía para la artritis reumatoide, los reumatólogos han tenido que hacer un esfuerzo extra para formarse en este sentido. Esto ha hecho que se hayan podido detectar y tratar de forma eficaz los posibles efectos adversos de estos medicamentos. Tal y como indica el Dr. Román Ivorra, “Los registros de efectos adversos que se han hecho en nuestro país han servido de gran ayuda, porque el reumatólogo puede adelantarse a ellos antes de que aparezcan y dar una solución al paciente”. Un ejemplo de ellos es la base de datos Biobadaser, el Registro español de acontecimientos adversos de terapias biológicas en Enfermedades Reumáticas de la Sociedad Española de Reumatología.

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