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21 June 2019

La Psiquiatría de precisión explica por qué unas personas son vulnerables a tener adicción a la cocaína y otras, a los opioides



La Psiquiatría de precisión en patología dual es el hilo conductor del III Congreso Mundial de la World Association on Dual Disorders (WADD) y el VI Congreso Internacional de la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD), un evento que congrega a más de 2.000 profesionales de más de 70 nacionalidades. Según el doctor Néstor Szerman, vicepresidente de la WADD y presidente de la Fundación Patología Dual de la SEPD, la patología dual, que afecta a quienes padecen una adicción y otro trastorno mental simultáneamente, es “una condición clínica que se entiende desde la perspectiva de las neurociencias y la información adquirida sobre el funcionamiento del cerebro humano”.

En este sentido, Szerman remarca que la “vulnerabilidad” detectada en este tipo de pacientes se debe a “factores neurobiológicos, genéticos y medioambientales”. Sin embargo, dado que afecta a personas diferentes, la explicación de la patología dual es también “individual” y, por tanto, las condiciones de cada individuo son “las que intenta identificar la Psiquiatría de precisión”. Las variables intrapersonales “pueden indicar la vulnerabilidad a desarrollar una adicción a sustancias estimulantes como la cocaína o a sustancias calmantes como el alcohol o los opioides”, detalla el presidente de la Fundación Patología Dual.

En la línea de individualizar la asistencia, Nel A. González Zapico, presidente de la Confederación Salud Mental España, considera fundamental que se tome en cuenta la perspectiva de género, “ya que las mujeres con patología dual se enfrentan a mayores tasas de desempleo, son más vulnerables ante la violencia machista y sufren más exclusión social”.

Así, cree necesaria una mejora de la formación especializada en el sector sanitario sobre patología dual con el objetivo de “corregir la carencia de recursos específicos”. Igualmente, insiste en la importancia de llevar a cabo “una revisión integral” en la que se contemple “conjuntamente la incidencia de los problemas de salud mental y de la adicción”.

“Es habitual que el sistema no responda a las necesidades de las personas con los recursos óptimos”. De esta manera, el presidente de la Confederación Salud Mental España pone énfasis en el “peregrinaje” que los pacientes atraviesan a través de los distintos recursos y que, además, “pueden no ser los más adecuados, provocando una pérdida de tiempo y dificultando, enormemente, la recuperación de sus proyectos de vida”.

Perfil de los pacientes con patología dual
Nel A. González Zapico destaca la existencia de estudios que señalan que en “al menos un 70%” de las personas que acuden a una consulta “las manifestaciones del trastorno mental son anteriores a la adicción”. Además, las personas con algún tipo de adicción, asegura Zapico, presentan un riesgo “cuatro veces mayor de padecer otro problema de salud mental asociado”, mientras que los pacientes que ya tienen sufren un trastorno mental “tienen 4,5 veces más riesgo de padecer una dependencia”.

González Zapico subraya que esta situación supone “un grave problema de salud”, no solo por la “creciente frecuencia” con que se manifiestan ambas situaciones en la sociedad actual, sino, también, “debido a la escasa formación entre los profesionales de los diferentes dispositivos y a la carencia de recursos específicos”.

En este sentido, anima a que se “mejoren” los recursos asistenciales y “reivindica que haya una extraordinaria coordinación entre las redes de salud mental y de atención a las adicciones”.




04 April 2019

IBIMA lidera un proyecto financiado por el Ministerio de Sanidad para investigar cómo el alcohol o la cocaína influyen sobre los principales trastornos psiquiátricos


                                


El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social ha concedido una ayuda de 70.930 euros al grupo de investigación ‘Neuropsicofarmacología de la Adicción’ del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) para un estudio que persigue identificar biomarcadores plasmáticos en población afectada por el uso de alcohol o cocaína y que padecen un trastorno psiquiátrico asociado como depresión, trastorno de ansiedad o esquizofrenia.
El consumo, tanto de alcohol como de psicoestimulantes, es un importante factor en el curso de las enfermedades mentales y ha evolucionado en los últimos años debido a la influencia demográfica, social y cultural. Además, existen diferencias notables entre hombres y mujeres, así como entre las distintas franjas de edad que necesitan ser estudiadas para ofrecer un mejor diagnóstico y tratamiento a estos pacientes. La dotación económica está integrada en la Convocatoria de Ayudas a Proyectos de Investigación 2018 del Plan Nacional sobre Drogas.
El estudio, que tiene una ejecución de tres años – desde 2018 hasta 2020 - contempla la posibilidad de profundizar en los trastornos psiquiátricos inducidos por el alcohol o cocaína, frente a los que están presentes de manera primaria en los pacientes. La experiencia clínica indica que el abuso de drogas por parte de personas con enfermedades mentales complica su tratamiento.
El investigador principal de este estudio, Fernando Rodríguez de Fonseca, es además el responsable del grupo ‘Neuropsicofarmacología de la Adicción’ de IBIMA, y pertenece a la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Regional Universitario de Málaga. Además, es coordinador de la Red de Trastornos Adictivos desde 2003, miembro del Comité Científico del Observatorio Europeo de Drogodependencias (EMCDDA), miembro del Consejo Estatal de las Drogodependencias y miembro del Comité Científico del Observatorio Andaluz de las Drogas. El equipo que lidera Rodríguez de Fonseca es multidisciplinar, ya que se compone de médicos, psicólogos, biólogos, bioquímicos, licenciados en farmacia, o técnicos de laboratorio, entre otros.
En cuanto a la aplicabilidad de los resultados de la investigación, según Rodríguez de Fonseca, el estudio permite varias vertientes de aplicabilidad tanto en la clínica como en la investigación. En base a las mejores que podría proporcionar a la clínica, el investigador señala que “en la actualidad muchos centros de adicción se encuentran con algunas limitaciones para desarrollar sus programas de tratamiento de forma adecuada, a lo que este estudio podría contribuir en la mejora de la aplicabilidad en el diagnóstico, mejorando los procedimientos disponibles y consiguiendo también mejorar en la estratificación de pacientes”.
Por otro lado, Rodríguez de Fonseca también destaca que “la aplicabilidad en investigación de este proyecto podría generar nuevas hipótesis patogénicas e incluso terapéuticas a las adiciones, los trastornos psicóticos, la depresión y su asociación entre sí, facilitando el avance científico en esta área”.
El trastorno por uso de alcohol y cocaína supone un importante problema de salud pública de primer nivel, tanto por su prevalencia como su complicado abordaje, así como por la falta de herramientas diagnósticas y terapéuticas que permitan su abordaje correctamente en la atención sanitaria, presentando en muchos casos un segundo diagnóstico psiquiátrico que dificulta la labor asistencial. El estudio presenta la posibilidad de profundizar en los trastornos psiquiátricos inducidos por el alcohol o las drogas, frente a los que están presentes de manera primaria por los pacientes debido a causas externas al consumo de alcohol o cocaína.

IBIMA
El Instituto de Investigación Biomédica de Málaga se configura como un espacio de investigación multidisciplinar en biomedicina con la participación de los Hospitales Universitarios Regional y Virgen de la Victoria de Málaga que forman el núcleo básico del mismo contando con la Atención Primaria adscrita a estos centros y junto con la Universidad de Málaga, donde se desarrolla e integra armónicamente la investigación básica, clínica y de salud pública, potenciando la investigación traslacional para una mejor transferencia de los avances científicos obtenidos en la prevención, diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud más prevalentes a nivel regional, nacional y mundial.






30 August 2015

A single cocaine dose lowers perceptions of sadness and anger

A single dose of cocaine can interfere with the ability to recognise negative emotions, according to new research presented at the ECNP conference in Amsterdam.
In a placebo-controlled within subject study, researchers from the Netherlands and Germany took 24 students (aged 19 to 27) with light to moderate cocaine use, and gave them either 300mg of oral cocaine, or a placebo. After 1 to 2 hours, each participant was then subject to a series of biochemical tests, as well as the facial emotion recognition test to  measure response to a series of basic emotions, such as fear, anger, disgust, sadness, and happiness.
They found that in comparison with placebo, a single dose of cocaine caused an increased heart rate, as well as increased levels of the stress hormone cortisol. In addition, the researchers found that the subjects who took cocaine found it more difficult to recognise negative emotions.
They also found that the subjects who showed a larger cortisol response after taking cocaine had a less marked impairment of negative emotions. When they were intoxicated with cocaine, their performance was 10% worse compared to their performance during placebo, in recognising sadness and anger’.
As lead researcher, Dr Kim Kuypers (Maastricht University, The Netherlands) said:
‘This is the first study to look at the short-term effect of cocaine on emotions. It shows that a single dose of cocaine interferes with a person’s ability to recognise negative emotions, such as anger and sadness. This might hinder the ability to interact in social situations, but it may also help explain why cocaine-users report higher levels of sociability when intoxicated – simply because they can’t recognise the negative emotions’.
Commenting for the ECNP, Dr Michael Bloomfield (University College, London) said:

"There are many mental illnesses in which our brains’ ability to recognise the emotions of others are impaired and this new study shows that cocaine may interfere with this process too.  Since cocaine changes the level of the brain chemical dopamine, this new study may have implications for other mental illnesses such as depression and schizophrenia – where dopamine may also be involved in how we recognise emotions.  We know that cocaine is a powerful and addictive drug and an important question remains: does cocaine mess up this process so that when cocaine users are off the drug they feel like other people have more negative emotions?"

06 November 2014

Dejar de consumir cocaína podría revertir sus efectos a nivel cardiovascular

Un innovador estudio que se está realizando fundamentalmente en Valencia, el proyecto de investigación Cardio–UCA, ha conseguido cuantificar la magnitud de este efecto y detectarlo en pacientes asintomáticos por medio de sofisticadas técnicas de imagen.
En el transcurso de un seminario científico de la Cátedra Institucional ERESA-Universidad de Valencia se han presentado hoy los principales hallazgos obtenidos hasta ahora en esta investigación, avanzándose también los resultados que está arrojando una segunda fase del estudio que, como ha adelantado la Dra. Alicia Maceira, coordinadora de esta investigación y de la Unidad de Imagen Cardíaca de ERESA, “son positivos y esperanzadores”.
Gracias a este trabajo, por ejemplo, se ha evidenciado que un 71% de individuos con adicción a la cocaína, sin síntomas de enfermedad cardíaca, presentan algún tipo de afectación en el corazón. Como trastornos más frecuentes, los pacientes estudiados presentan fundamentalmente dilatación y disfunción contráctil de ventrículo izquierdo y derecho, e hipertrofia del ventrículo izquierdo, así como focos de fibrosis focal.

“Hay muy pocos estudios que incluyan sujetos cocainómanos asintomáticos, fundamentalmente por la dificultad en su reclutamiento y también porque su seguimiento es muy complicado, dado su estilo de vida”, destaca la coordinadora de la Unidad de Imagen Cardíaca de ERESA. En este sentido, añade, “disponer de una técnica como la CRM-3T es lo mejor que existe en estos momentos para detectar daño muy localizado”.
¿Un efecto reversible?
La cocaína provoca problemas cardiovasculares en un alto porcentaje de los consumidores habituales; aunque muchos de estos trastornos pasan largo tiempo inadvertidos ya que no se asocian con síntomas, pueden provocar graves consecuencias para la salud. Es la segunda droga ilegal más consumida en España, es un producto simpaticomimético altamente adictivo y con efectos potencialmente letales; es cardiotóxica y puede causar isquemia, infarto, hipertrofia miocárdica, disfunción sistólica, arritmias y muerte súbita.

Este ambicioso estudio clínico alcanza ahora una segunda fase, donde se da un paso más: valorar la posibilidad de que estas anomalías cardíacas pudiesen desaparecer al dejar de consumir cocaína, y también se quiere determinar qué factores de consumo (vía de consumo, dosis, años de consumo,…) influyen en la aparición de estas alteraciones y, por lo tanto, se podría determinar quiénes deberían ser sometidos a un estudio cardiológico exhaustivo. Ahora se está estudiando qué ocurre cuando estos pacientes dejan de consumir cocaína y, según resalta la Dra. Maceira, “la función ventricular mejora y las dimensiones del corazón regresan progresivamente a la normalidad”.
            Incluso, en una tercera fase, este fructífero estudio pretende estudiar por medio de coronariografía no invasiva (CTC) el efecto del consumo de cocaína en las coronarias de sujetos adictos no fumadores, adictos fumadores y fumadores no consumidores de cocaína. Y, además, “en el futuro –según la Dra. Maceira- queremos intentar determinar qué mecanismos fisiopatológicos llevan a la aparición de las alteraciones cardíacas en los cocainómanos”.
            Los resultados obtenidos hasta el momento ya están incorporándose a la práctica clínica. Como informa la Dra. Maceira, “está teniendo efecto en el protocolo de seguimiento de los cocainómanos en las UCAs (unidades de conductas adictivas), para una mejor valoración multidisciplinar de estos pacientes”.

 Estudio pionero y multidisciplinar
El trabajo, financiado en parte por una ayuda a la investigación ofrecida por la Consellería de Sanitat de la Generalitat Valenciana, ha sido recientemente publicado en el Journal of Cardiovascular Magnetic Resonance”, una de las revistas científicas más prestigiosas. En el estudio se incluyeron, de forma consecutiva, 94 personas con adicción a cocaína (81 de ellos hombres). A todos se les hizo una cardiorresonancia magnética con estudio morfológico y funcional del corazón y la aorta, así como de detección de inflamación o fibrosis focal del miocardio.
En este estudio de colaboración participan la Unidad de Imagen Cardíaca de ERESA, el Departamento de Cardiología del Hospital Arnau de Vilanova, la Unidad de Conductas Adictivas del área Valencia-La Fe, el Departamento de Psiquiatría del Hospital General de Valencia, el Centro de Investigación Biomédica en Red en el Área de Salud Mental (CIBERSAM) y la Unidad de Cardiorresonancia del Royal Brompton Hospital de Londres.Sin la colaboración de todos –destaca la Dra. Alicia Maceira- sería imposible llevar a cabo este proyecto”; entre otros muchos, la Dra. Maceira resalta especialmente el trabajo desempeñado por el Dr. Salazar y la Dra. Ripoll”.

25 April 2012

Specific protein triggers changes in neurons in brain reward center linked to cocaine addiction


New research from Mount Sinai Medical Center in New York reveals that repeated exposure to cocaine decreases the activity of a protein necessary for normal functioning of the brain's reward system, thus enhancing the reward for cocaine use, which leads to addiction. Investigators were also able to block the ability of repeated cocaine exposure, to induce addiction. The findings, published online April 22 in the journal Nature Neuroscience, provide the first evidence of how cocaine changes the shape and size of neuron rewards in a mouse model. Repeated exposure to cocaine decreases the expression of a protein necessary for normal functioning of the brain's reward system, thus enhancing the reward for cocaine use and stimulating addiction. Using the protein's light-activated form in real time, in a technique known as optogenetics, investigators were also able to block repeated cocaine exposure from enhancing the brain's reward center from cocaine. Even though the results are very early and many steps will be important in moving from mice to humans, the researchers say that the finding opens the door to a new direction for treatment for cocaine addiction.
"There are virtually no medication regimens for cocaine addiction, only psychotherapy, and some early work with vaccines," said the study's senior investigator, Eric Nestler, MD, PhD, Nash Family Professor of Neuroscience, Chairman of the Neuroscience and Director of the Friedman Brain Institute at Mount Sinai School of Medicine. The protein, Rac1, is found in many cells in mice, rats, monkeys, and humans, and it is known to be involved in controlling the growth of nerve cells.
Investigators "knocked out," or deleted, the gene responsible for Rac1 production, or injected a virus to enhance expression of Rac1.
"The research gives us new information on how cocaine affects the brain's reward center and how it could potentially be repaired," said Dr. Nestler. "This is the first case in the brain in vivo where it's been possible to control the activity of a protein, inside nerve cells in real time. Our findings reveal new pathways and target -- a proof of principle study really -- for treatment of cocaine addiction."

28 September 2010

Addicts to get no kick from cocaine

Within two years, cocaine addicts desperate to kick the habit could take part in a pioneering trial of a gene therapy that gives them extra copies of a gene primed to mop up the drug. The therapy will be combined with a new vaccine that stops cocaine affecting the brain. The idea is that if you get no kick from the drug, you'll be less likely to get hooked again if you relapse.
The gene in question makes a fast-acting version of butyrylcholinesterase, a natural human enzyme which destroys cocaine. Giving multiple copies of it to addicts would prevent them getting a high from the drug while they try to quit.
The therapy should work if experiments in rats are anything to go by – treated rats didn't indulge in cocaine-seeking activity for up to a year.
Just a single relapse within a year of giving up cocaine prevents 90 per cent of addicts staying clean, says Stephen Brimijoin of the Mayo Clinic in Rochester, Minnesota. Last week he received a grant from the US National Institute on Drug Abuse to investigate the potential for human trials and will be presenting his work this November in San Diego at the 2010 annual meeting of the Society for Neuroscience.

-Cold delivery
Brimijoin uses harmless cold-related viruses to deliver the gene into rat cells. The gene is taken up mostly by liver cells, where it produces high but harmless quantities of the enzyme for at least a year.
Injecting the enzyme directly into addicts wouldn't be effective since it would rapidly disappear and need replenishment. "We decided a long-term mode of delivery had the potential to make most difference," Brimijoin says.
Brimijoin worries that even multiple copies of the gene for butyrylcholinesterase might not act fast enough to prevent an addict getting a high and relapsing big time.
So he has teamed up with researchers who have created a vaccine that generates antibodies that bind to cocaine almost immediately, preventing the drug from entering the brain.
Once the antibodies have intercepted the early hit, the enzyme can mop up any remaining cocaine, completely blocking a high.
This plan is test out this combined approach in humans within the next couple of years.

22 November 2009

La cocaína se ha convertido en la droga psicoactiva másinvolucrada en los episodios de urgencias hospitalarias enEspaña


La diabetes es una enfermedad multiorgánica que requiere una estrecha relación de todos los profesionales implicados en su manejo. En la actualidad, el internista atiende en los servicios de Medicina Interna a aproximadamente un 38-40% de pacientes que son diabéticos. Este elevado número de pacientes revela el papel crucial del internista en esta patología crónica, especialmente cuando el paciente se encuentra desestabilizado.
El perfil del paciente diabético atendido por este especialista es "el de un paciente de edad avanzada con comorbilidad aguda o crónica que ingresa en los servicios de medicina interna por su patología asociada o por una complicación de la diabetes", señala el Dr. Pedro Conthe, presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
Debido al gran interés de estos especialistas por contribuir al manejo coordinado de esta patología crónica, se lleva a cabo en el marco del XXX Congreso Nacional de la SEMI, una conferencia magistral, en la que se presentan los últimos estudios que marcan el objetivo terapéutico en cuanto al control glucémico en los pacientes diabéticos y las diferentes opciones terapéuticas que se pueden llevar a cabo, desde las más consolidadas hace años hasta las más modernas. Asimismo, hay que destacar "la presencia de Anthony Barnett, profesor de Medicina en la Universidad de Birmingham, Reino Unido, y reconocido especialista, quien ha realizado una actualización de los pros y contras de las distintas herramientas terapéuticas", indica el Dr. Conthe.


-Control individualizado a cada paciente diabético
Dentro de su visión integradora, la labor de los clínicos no es otra que intentar individualizar el control adecuado para cada paciente. Para ello, "es necesario ver cómo está cada persona y razonar con él cuál es el límite deseado en cuanto al control glucémico. Asimismo, es esencial dedicar especial atención a otros factores de riesgo, que cada día cobran más importancia en la diabetes, como la tensión arterial y los lípidos, entre otros", señala el presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna.
Del mismo modo, es necesario llevar a cabo un manejo coordinado de esta patología del médico internista, tanto con el médico de Atención Primaria, como con otros especialistas (cardiólogos, nefrólogos y endocrinólogos). "Es clave esta coordinación para atender precozmente al paciente diabético y evitar que evolucione hasta un estado avanzado de la enfermedad", afirma el Dr. Conthe.


-Registros de pacientes
Con el objetivo de avanzar en el conocimiento de la diabetes 2, y fiel a su compromiso de mejorar la calidad de vida del paciente, la SEMI ha elaborado el registro REDIMI II (Registro del control del paciente con Diabetes tipo 2), como continuación del registro REDIMI I, realizado en 2006 y cuyo objetivo era conocer el grado de control y seguimiento del paciente diabético tipo 2 en las consultas de medicina interna.
Este registro constituye un estudio epidemiológico, transversal, no controlado, abierto sobre un conjunto estimado de 1.200 pacientes diabéticos tipo 2 ingresados por diferentes motivos, en Servicios de Medicina Interna de hospitales de diferentes niveles. "La recogida y estudio de los datos obtenidos permite conocer la presencia o no de determinados datos que son fundamentales en el estudio del paciente diabético tipo 2", señala el Dr. Conthe.
Asimismo, la SEMI ha desarrollado el Registro Informatizado de Pacientes con Diabetes Mellitus Tipo 2 (RID 2). Se trata de un proyecto multidisciplinar que se inicia en octubre de 2008, y cuyo objetivo es la obtención de un registro de datos de una serie amplia de pacientes con diabetes Mellitus tipo 2, coordinado por el Dr. Ángel Sánchez, del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de Salamanca. En este sentido, uno de los principales objetivos es "crear una base de datos compartida para conocer las necesidades epidemiológicas, clínicas y terapéuticas de la enfermedad y proporcionar información que ayude a mejorar el tratamiento de los pacientes con este tipo de patología".


-Alternativa en la atención sanitaria a pacientes crónicos
La elevada prevalencia en la población de enfermedades crónicas como la diabetes, está haciendo que se hable de ellas como una verdadera epidemia. Por ello, es necesario habilitar nuevos modelos asistenciales, a fin de mejorar la relación absolutamente primordial que debe existir entre los profesionales, de tal forma que se asegure una atención de calidad a los pacientes.
Actualmente, la Medicina Interna ofrece alternativas para la atención sanitaria a este tipo de pacientes por su capacitación, experiencia, capacidad de evaluación y tratamiento integral.
El sistema sanitario actual, diseñado para la atención de problemas agudos, especialmente en los hospitales, no está orientado para la solución de los problemas sanitarios más prevalentes. Por ello, "se necesitan nuevas modalidades organizativas para solucionar los retos actuales de la asistencia sanitaria, como son el envejecimiento de la población, el aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas, el agrupamiento de enfermedades en el mismo paciente, el concepto de fragilidad o vulnerabilidad, los altos costos y requerimientos asociados a la atención de los enfermos complejos o frágiles y la integración de la atención sanitaria", afirma el Dr. Javier García Alegría, presidente de la Fundación Española de Medicina Interna (FEMI).
La atención a los enfermos crónicos requiere una nueva aproximación del sistema sanitario, la participación del propio paciente y de los cuidadores, la educación para los autocuidados y nuevas formas de atención sanitaria. Estos requisitos se establecen como elementos esenciales para dar solución "a la fragmentación de la asistencia a los pacientes, fruto de una orientación tradicional por enfermedades, que es ineficiente y escasamente satisfactoria para el paciente y para el sistema sanitario", señala el Dr. García Alegría.
En este sentido, "los servicios de Medicina Interna han innovado con nuevas fórmulas asistenciales como son hospitales de día, consultoría en Atención Primaria, realización del acto único en consultas externas, unidades de corta estancia o de diagnóstico rápido, consultas de orientación diagnóstica, hospitalización domiciliaria o cuidados paliativos domiciliarios", concluye el Dr. García Alegría.


-El reto del consumo de drogas de abuso
Una de las epidemias sociales de mayor y más rápida extensión, y con probabilidad de extenderse y hacerse aún más grave en el siglo XXI, la constituye el problema mundial de las drogas, fenómeno que representa una importante amenaza para la salud y el bienestar del ciudadano.
Tal y como señala el Dr. Jordi Casademont, secretario de la SEMI, en la actualidad, el internista es el especialista con la capacidad para realizar un abordaje integral del paciente, y por ello debe tomar una posición activa tanto en la prevención como en el tratamiento de las posibles complicaciones provocadas por el consumo de las drogas de abuso.
En este sentido, "es muy importante conocer toda la toxicidad de las nuevas drogas que están emergiendo en un mercado que está en continuo cambio, y frente al que los internistas debemos estar preparados ante la aparición de nuevas sustancias y conocer qué problemas pueden provocar", señala el Dr. Benjamín Climent, del Servicio de Medicina Interna del Consorcio Hospital General de Valencia.
Puesto que España es en la actualidad el primer país europeo en consumo de cocaína, la SEMI ha llevado a cabo, en el marco de su XXX Congreso, la mesa redonda ‘Drogas de abuso: nuevos retos para el internista’, con el objetivo de presentar esta problemática, de tendencia ascendente en nuestro país, y analizar el daño orgánico que ocasionan drogas como la cocaína.
En la actualidad, la cocaína ha pasado a convertirse en la droga psicoactiva más involucrada en los episodios de urgencias hospitalarias en España. Por ello, "debido al creciente consumo de esta sustancia, la consecuencia lógica, además del aumento en la demanda de tratamiento por la adicción, es que se está produciendo un aumento en la patología orgánica y psíquica secundaria a la misma", afirma el Dr. Climent.
Un problema al que debe enfrentarse el especialista que atiende urgencias es que, "hasta un 20% de los pacientes con dolor torácico ocultan el consumo de cocaína, y hay determinados fármacos que no se deben usar si se ha consumido cocaína, dependiendo de la patología", afirma el Dr. Guillermo Burillo Putze, del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias, en San Cristóbal de la Laguna, Tenerife.


-Consecuencias negativas infravaloradas
En muchas ocasiones, se infravalora la magnitud de las repercusiones sanitarias del consumo de la cocaína. "Como consecuencia de su consumo se pueden producir patologías cardiovasculares, como arritmias ventriculares o hipertensión, neurológicas, como el infarto isquémico y hemorragias cerebrales, respiratorias, reacciones alérgicas, y patologías dermatológicas, otorrinolaringológicas, renales y hepáticas", indica el especialista.
En este sentido, el consumo de cocaína puede ser el causante de lesiones cutáneas como vasoespasmos digitales, vasculitis, esclerodermias, ulceraciones y necrosis, entre otras. Desde el punto de vista otorrinolaringológico, las complicaciones están aumentando considerablemente y, "se han descrito ulceraciones de la mucosa nasal con perforación del tabique nasal y del paladar, sinusitis y osteítis", concluye el Dr. Climent.
Por otra parte, los internistas también se plantean en el marco de este Congreso el reto de las drogas emergentes porque, "con cierta asiduidad aparecen sustancias nuevas con toxicidades poco conocidas, como las plantas y hongos alucinógenos, piperazinas y nuevas drogas sintéticas como el spice", continúa el Dr. Climent.
Tal y como indica el Dr. Burillo, "al tratarse de nuevos tipos de drogas, antes desconocidas para el especialista, el principal problema reside en que cuando el paciente llega a urgencias en estado de coma, los antídotos habituales pueden no ser efectivos y estas sustancias pueden no ser detectadas en los laboratorios de los hospitales, generando problemas a la hora del diagnóstico".

21 October 2009

España es uno de los países de la UE con una prevalencia más elevada de consumo de alcohol, tabaco, cannabis y cocaina

La Psiquiatría de la Adicción hace referencia a las patologías psiquiátricas que suelen presentarse en pacientes con adicciones y además amplía el ámbito de las adicciones a las denominadas "adicciones conductuales". Asimismo, las diferencias de género en los trastornos afectivos y la ansiedad y la depresión son algunos de los temas que se abordarán hoy, en el marco del XIII Congreso Nacional de Psiquiatría que se está celebrando estos días en Madrid.
Según el Dr. Gabriel Rubio, coordinador del Programa de Alcoholismo de los Servicios de Salud Mental del Distrito de Retiro, de Madrid "la aparición del término de Psiquiatría de la Adicción coincide con el renovado interés de la Psiquiatría por los trastornos debido al consumo de drogas, y otras adicciones, como las conductuales (al juego, al sexo, al trabajo, a las nuevas tecnologías, etc). Además, más del 70% de los sujetos con trastornos por uso de sustancias tienen otro trastorno psiquiátrico comórbido, por lo que el estudio de la comorbilidad psiquiátrica de las adicciones es una necesidad impuesta por la realidad de los hechos".
"España es uno de los países de la Unión Europea con una prevalencia más elevada por consumo de alcohol, tabaco, cannabis y cocaína. En concreto, es el país del mundo con la prevalencia más alta de consumo de cocaína", añade el Dr. Rubio.

En este sentido explica que "se ha producido un aumento del consumo de alcohol y cocaína, y en algunos lugares marginales se está observando un repunte del consumo de heroína. Las causas para explicar estos cambios son diversas, pero entre otras podemos considerar las siguientes: baja percepción del riesgo por parte de la población adolescente, la extensión de la cultura del "botellón", y la consideración de que la cocaína es una droga "asociada a un elevado estatus social y exenta de peligro".
"La edad de inicio en el consumo de alcohol se sitúa en los 13-14 años. Los jóvenes de nuestro país están dentro del grupo de cabeza de la Unión Europea en cuanto a edad de inicio en el consumo de alcohol. En nuestro país el 10% de la población general bebe a diario y se estima que el 7% bebe por encima de lo que se denomina consumo de riesgo. Se calcula que el alcoholismo afecta al 5-7% de la población".
Asimismo, las adicciones conductuales generadas en torno a la utilización de videojuegos, teléfonos móviles y otras tecnologías como Internet, pueden provocar, especialmente en jóvenes, un uso excesivo, monopolizando sus actividades de ocio, aumentando su aislamiento social y generando dificultades en las relaciones interpersonales y en la correcta socialización de los individuos.
Según el Dr. Rubio "estas adicciones requieren de una mayor participación de la familia en el proceso terapéutico (ya que se trata de jóvenes que viven con sus familiares) y del uso de abordajes psicológicos que contemplen los problemas psicológicos que han llevado al joven a centrarse en este tipo de hábitos. Además, implican la búsqueda de nuevos hábitos que compitan con los patológicos y que permitan la correcta maduración psicológica del joven".
Hasta ahora los modelos de tratamiento de los trastornos por uso de sustancias tenían como objetivo final la "abstinencia", pero a este respecto el Dr. Rubio afirma que "dada la elevada comorbilidad psiquiátrica de estos pacientes se han venido imponiendo en los últimos años los modelos integrados de tratamiento donde, desde una perspectiva multiprofesional, se abordan los problemas de abuso de drogas y de los otros trastornos psiquiátricos de forma integrada, y no en redes separadas como todavía ocurre en países como el nuestro".
"En este abordaje integral, psiquiatras, psicólogos, médicos, enfermeros y trabajadores sociales trabajan coordinadamente para dar una adecuada respuesta a los pacientes con adicciones", concluye el Dr. Rubio.

-En la mitad de los casos la depresión pasa desapercibida
Se calcula que en España hay entre cuatro y seis millones de personas que sufren depresión. Un trastorno que afecta al 10-15% de la población a lo largo de su vida. Se trata de una patología que no respeta clases sociales, niños, ancianos ni sujetos con otras enfermedades, es más frecuente en mujeres y aumenta con la edad.
La depresión se caracteriza por la aparición de un estado de ánimo triste, con pérdida de la capacidad para interesarse y disfrutar de las cosas y una disminución de la vitalidad, que lleva al sujeto a una reducción de su nivel de actividad y a un cansancio exagerado incluso tras esfuerzos mínimos. Se acompaña generalmente de pérdida de apetito y de peso, dificultades para dormir y tener un sueño reparador, disminución de la atención y concentración, pérdida de confianza en sí mismo y sentimientos de inferioridad, ideas de culpa y de ser inútil, molestias o dolores injustificados, en ocasiones ansiedad e irritabilidad importantes, una perspectiva sombría del futuro, así como pensamientos y actos suicidas que llegan a consumarse en un porcentaje no desdeñable de los enfermos.
Tal y como explica la Prof. Carmen Leal, Catedrático de psiquiatría de la Universidad de Valencia, "los trastornos de ansiedad no tienen porqué convertirse en trastornos depresivos, aunque en ocasiones exista comorbilidad entre ambos o trastornos mixtos. La ansiedad como síntoma es muy frecuente en los trastornos depresivos y también en otros psiquiátricos. "
Según palabras de la Dra. Ángela Ibáñez, del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, "la depresión es una enfermedad que hasta en la mitad de los casos pasa desapercibida, sin diagnosticar, bien porque el sujeto no acude a buscar ayuda por su problema, o bien porque acuden solicitando consulta por síntomas somáticos de la depresión como la fatiga o la pérdida de peso. En ocasiones además, la depresión se manifiesta de forma atípica, como sucede a veces en edades extremas como en la infancia-adolescencia y en los ancianos, y también en sujetos en los que los síntomas psíquicos de la depresión quedan en un segundo plano y ésta se manifiesta a través de molestias de apariencia física, constituyendo la llamada depresión enmascarada".
Algunos estudios epidemiológicos sugieren un incremento en la incidencia de la depresión en las últimas décadas. "Sin embargo esta afirmación es controvertida y probablemente relacionada con un mejor reconocimiento del trastorno e incluso con un sobrediagnóstico del mismo. En este sentido, es cierto que la tolerancia ante cualquier contrariedad de la vida es cada vez menor, y el individuo se autopercibe como subjetivamente deprimido ante síntomas que se presentan en circunstancias adversas y pueden buscar ayuda médica por estos problemas, pero que no constituyen en realidad un cuadro patológico de depresión", explica la Dra. Ibáñez.

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