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08 February 2012

El 'spinning' puede desencadenar efectos bioquímicos similares a los que causa un infarto



Un estudio de la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, ha revelado que una breve sesión de 'spinning' puede desencadenar los mismos efectos bioquímicos que provoca en el organismo un ataque al corazón.
Los infartos aumentan la secreción de algunas enzimas, consideradas como biomarcadores cardiacos, que pueden ser detectadas con un simple análisis de sangre, lo que favorece su rápido diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, los niveles de estos biomarcadores también aumentan en situaciones que no tienen nada que ver con las enfermedades del corazón, tales como largos períodos de esfuerzo físico, como maratones, triatlones o largas etapas de esquí.
Sin embargo, con este estudio, publicado en el 'Scandinavian Cardiovascular Journal', se pretendía investigar si otros ejercicios físicos más cortos y menos intensivos podían tener el mismo efecto sobre los biomarcadores cardíacos, para poder tener previsto en esos casos un tratamiento médico de emergencia.
En el estudio participaron diez personas sanas, con una media de edad de 30 años, que se sometieron a una sesión de 'spinning' de una hora de duración. Los investigadores midieron los biomarcadores cardíacos en la sangre inmediatamente antes de la sesión, una hora después y nuevamente 24 horas después.
De este modo, observaron que los niveles de un biomarcador cardiaco de uso común, la enzima troponina T, se duplicaron una hora después de la sesión. Además, en dos de los individuos la enzima se elevó a niveles habitualmente utilizados como el umbral de ataques al corazón.
No obstante, "los niveles volvieron a la normalidad en todos los sujetos analizados 24 horas después de la sesión", como ha reconocido Smita Duttaroy, autora del estudio, un matiz "importante" que "les diferencia de los pacientes que han sufrido un ataque al corazón, donde los niveles de estos marcadores pueden permanecer elevados durante varios días".
Por ello, apunta esta experta, aunque el incremento de estos biomarcadores inducido por el ejercicio en personas sanas no es peligroso, las similitudes detectadas con los ataques al corazón deben ser puestas en conocimiento de los equipos de emergencias.
"Cuando alguien viene con dolores en el pecho y una prueba de sangre muestra que los biomarcadores cardíacos van en aumento, es importante reconocer que este tipo de aumento también puede deberse a una sesión de ejercicio normal", recuerda.



**EUROPA PRESS

USA: Children hospitalized at alarming rate due to abuse

In one year alone, over 4,500 children in the United States were hospitalized due to child abuse, and 300 of them died of their injuries, Yale School of Medicine researchers report in a new study. The findings are published in the March 2012 issue of Pediatrics. Several measures have been used to track the national occurrence of child abuse, including data from Child Protective Services. But until now none quantified the severity of the abuse or whether the child was hospitalized as a result.
Led by Dr. John M. Leventhal, professor of pediatrics and medical director of the Child Abuse and Child Abuse Prevention Programs at Yale-New Haven Children's Hospital, the researchers used the 2006 Kids' Inpatient Database (KID) to estimate the incidence of hospitalizations due to serious physical abuse among children younger than 18 years. KID was prepared by the Healthcare Cost and Utilization Project, part of the Agency for Healthcare Research and Quality.
They found 4,569 children were hospitalized in the U.S. in 2006 due to serious abuse; 300 of these children died. Children in their first year of life were at highest risk, of being hospitalized, making up 58.2 per 100,000 children in this age group.
Serious abuse was defined as any child who was admitted to the hospital with an injury that was coded as abuse. Such children included a 3-month-old with multiple bruises due to abuse and a 3-month-old with life-threatening abusive head trauma. The definition did not include children admitted with suspicious injuries who were eventually diagnosed as having non-abusive injuries.
"These numbers are higher than the rate of sudden infant death syndrome (about 50, per 100,000 births), which is alarming," said Leventhal, who also notes that children covered by Medicaid had rates of serious abuse about six times higher than those not on Medicaid. "This speaks to the importance of poverty as a risk factor for serious abuse."
The estimated national cost for the hospitalizations due to serious abusive injuries was $73.8 million. "These data should be useful in examining trends over time and in studying the effects of large-scale prevention programs," said Leventhal.
Other authors on the study include Kimberly D. Martin and Julie R. Gaither.
The study was supported by funds for the Yale School of Medicine Department of Pediatrics.

**Source: Yale University

Limpiar el cordón umbilical es una medida sencilla contra la mortalidad infantil

No es lo mismo dar a luz en Holanda que en Paquistán. Quizás sea una obviedad, pero las recomendaciones que realiza la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre cómo debe ser la atención a la parturienta y a su recién nacido son las mismas en todos los países, independientemente de su nivel de ingresos. Un ejemplo es el cuidado del cordón umbilical que, según este organismo, debe mantenerse limpio y seco hasta su caída. Las cifras de mortalidad neonatal, 3,3 millones de fallecimientos cada año de los que el 99% se producen en países pobres, y los datos de dos estudios que publica 'The Lancet' apuntan a que ya va siendo hora de cambiar este consejo. Limpiar el cordón con un antiséptico barato, la clorhexidina, podría salvar muchas vidas, según estas investigaciones.
Muchos niños, quizás en torno a unos 60 millones cada año (según señalan algunos estudios), nacen fuera del hospital. El mayor riesgo de infección (superior al 70% de los casos) se da en aquellos países en donde se producen la mayoría de los partos en los hogares, habitualmente atendidos en malas condiciones. Y las infecciones son responsables de la mitad de las muertes neonatales que se producen. Por este motivo, y porque los vasos del cordón umbilical están expuestos durante los primeros días después del nacimiento, son ellos la principal vía de entrada de los patógenos que merman la salud del bebé. De ahí la importancia de mejorar los cuidados para evitar que las bacterias colonicen el cordón.
La clorhexidina es un antiséptico que se viene utilizando con frecuencia en los hospitales desde hace 30 años. Su perfil de seguridad es amplio y es una medida simple y barata. Sin embargo, no existen estudios sobre su eficacia en ambientes no hospitalarios y de bajos recursos. Además, la OMS aconseja sólo su uso cuando existe un riesgo alto de infección por lo que su empleo rutinario no está estandarizado en todo el mundo.
Esto es precisamente lo que han perseguido los autores de los dos trabajos que publica 'The Lancet'. Evidencias sobre la seguridad y eficacia de la clorhexidina para prevenir la infección del cordón umbilical. Uno de los estudios se llevó a cabo en 133 poblados de Bangladesh en donde se produjeron 29.760 nacimientos. Los bebés fueron asignados de forma aleatoria a recibir limpieza del cordón umbilical con clorhexidina lo más pronto posible sólo una vez tras el parto, a prolongar estos cuidados durante siete días o al cuidado estándar consistente en mantener seco el cordón.
La otra investigación se realizó en él área rural de la provincia de Sindh, en Paquistán, con 9.741 bebés. A todos se les aplicó el antiséptico en las primeras horas tras el nacimiento y luego fueron asignados a diferentes grupos. En uno se recomendó a los cuidadores que repitieran la aplicación diariamente durante dos semanas. En el segundo, el consejo que se dio es que se lavaran las manos con agua y jabón antes de coger al bebé. Al tercero se le dijo simplemente que mantuvieran seco el cordón.
Lo que los dos grupos observaron fue que la limpieza del cordón con clorhexidina redujo el número de infecciones y la mortalidad neonatal, en uno de ellos se registró hasta un 38% menos de muertes con esta medida. Lo que no ha quedado suficientemente claro es cuál es la mejor opción, si sólo una aplicación tras el nacimiento o varias durante un par de semanas.
En un editorial, David Osrin y Zelee Elizabeth Hill, del Instituto de Salud Global de Londres, explican que, a pesar del elevado número de muertes neonatales en los países en desarrollo, existen pocas evidencias sobre cómo debe ser el cuidado del cordón umbilical, y las que hay se corresponden a estudios realizados en países desarrollados. Por eso destacan la importancia de estos dos trabajos y de otro similar realizado en Nepal y con similares, aunque más espectaculares, resultados. "Si la necesidad es clara, las posibilidades atractivas y el riesgo bajo, ¿cuánta evidencia es necesaria antes de que actuemos con estos convincentes resultados?", insisten estos expertos.

**Publicado en "EL MUNDO"

Study: Rapid bone loss as possible side effect of anti-obesity drug now in clinical trials

UT Southwestern Medical CenterAn endocrine hormone used in clinical trials as an anti-obesity and anti-diabetes drug causes significant and rapid bone loss in mice, raising concerns about its safe use, UT Southwestern Medical Center researchers have shown. The hormone, fibroblast growth factor 21 (FGF21), promotes bone loss by enhancing the activity of a protein that stimulates fat cells but inhibits bone cells, researchers report in a study available online in Proceedings of the National Academy of Sciences.

"This hormone is a very potent regulator of bone mass," said Dr. Yihong Wan, assistant professor of pharmacology and senior author of the study. "When we oversupply FGF21 in mice, it results in substantial bone loss."

UT Southwestern scientists had been investigating this hormone's properties since its discovery in 2005 as a potential drug. Bone loss was a side effect of another class of compounds that had been commonly used in the treatment of diabetes -- activating the same protein in a manner similar to FGF21 -- and leading the research team to investigate the bone effect of FGF21 in three kinds of mice.

They found that rodents fed a drug form of the hormone over a two-week period lost 78 percent of their spongy bone. Mice engineered to produce excess FGF21 had similar effects. Conversely, researchers found mice completely lacking the hormone had comparable gains in bone mass.

While the insulin-sensitizing effects of FGF21 make it a potentially powerful anti-obesity drug, that could be canceled out by risk of osteoporosis and fractures associated with bone loss, the investigators report.

"The bone effect is clear," said Dr. David Mangelsdorf, chairman of pharmacology, a Howard Hughes Medical Institute investigator at UT Southwestern and one of the study's corresponding authors. "It's a tradeoff of benefits and risks, and the key will be to design the drug in such a way to leverage the two against each other, dialing out the side effects and dialing in the positive."

In a related study online in Cell, researchers at the medical center identified how FGF21 regulates the activity of a diabetes-fighting compound in fat tissue, altering metabolism in response to starvation and resumed eating for survival-driven energy conservation.

"FGF21 helps mobilize the fat in adipose tissue back to the liver and burn it. But when the animal is refed, it stops this process and immediately turns back to restoring fat. In one case, it turns this system on, and in the other, turns it off," said Dr. Steven Kliewer, professor of molecular biology and pharmacology and senior author of the Cell paper.

UT Southwestern researchers involved in the PNAS study were Dr. Wei Wei, lead author and postdoctoral researcher in pharmacology; Dr. Paul Dutchak, postdoctoral researcher in neuroscience; Drs. Xunde Wang and Xushan Ding, postdoctoral researchers in pharmacology; Dr. Xueqian Wang, research associate in pharmacology; Angie Bookout, graduate student in internal medicine; Dr. Robert Gerard, associate professor of internal medicine; and Dr. Kliewer.

The scientists in the Cell study included Dr. Dutchak, lead author involved while a graduate student in pharmacology; Takeshi Katafuchi, instructor in pharmacology; Ms. Bookout; and Dr. Mangelsdorf.

Support for the studies came from the Cancer Prevention and Research Institute of Texas, March of Dimes, Robert A. Welch Foundation, National Institutes of Health and the HHMI.

*Source: UT Southwestern Medical Center

Los dentistas estudian medidas legales contra la publicidad de Vitaldent

El Consejo General de Dentistas considera "denigrante" para la profesión la actual campaña de publicidad de Vitaldent y se está planteando adoptar posibles medidas legales para denunciar esta situación.
Así lo asegura el Consejo General de Dentistas en un comunicado en el que se refiere a la campaña que está difundiendo esta empresa en distintos medios de comunicación y que, en su opinión, "podría resultar engañosa", de ahí que esté valorando con su asesoría jurídica las posibles medidas a adoptar.
En los anuncios de esta campaña de publicidad se pueden ver a algunos pacientes que acuden corriendo a los dentistas de Vitaldent y "hacen las paces" con ellos después de abandonar las consultas de supuestos profesionales del gremio.
Entre esos supuestos dentistas se encuentra un anciano al que le tiembla el pulso, un sudamericano que se dirige a la madre de un niño sentado en el sillón de la consulta en unos términos que no comprende u otro ciudadano al parecer también extranjero que habla demasiado cuando trabaja.
La asociación de consumidores FACUA ha solicitado también hoy a Vitaldent la retirada de su nueva campaña publicitaria, por entender que ofrece una imagen peyorativa y denigrante de los profesionales del sector y fomenta estereotipos xenófobos.

*AGENCIAS

Competitive soccer linked to increased injuries and menstrual dysfunction in girls

In the U.S., there are nearly three million youth soccer players, and half of them are female. New research presented February 7 at the 2012 Annual Meeting of the American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS) found that despite reporting appropriate body perception and attitudes toward eating, elite youth soccer athletes (club level or higher) face an increased risk for delayed or irregular menstruation. In addition, female soccer players are more likely to suffer a stress fracture or ligament injury. A separate study found that a consistent 15-minute warm-up substantially decreases knee injury risk. The Female Triad (Menstrual Dysfunction, Eating Attitudes, Stress Fractures) in Soccer Athletes
The "female athlete triad" -- menstrual dysfunction, eating attitudes and stress fractures -- puts female athletes at risk for diminished performance and long-term health problems.
To determine the prevalence of the female triad among soccer players, investigators recruited 220 athletes, median age 16.4, from an elite youth soccer club, an NCAA Division I university team, and a women's professional team. The participating athletes completed questionnaires regarding age of menarche (first menstruation), menstrual history, and history of musculoskeletal injuries including stress fractures. The Eating Attitudes Test was used to assess each athlete's body image, and attitudes toward eating.
The average age of menarche was 13 years of age among the participants. Irregular menstruation cycles, or absence of menstruation, were reported by 19 percent of the participants in the 15-17 age group, 18 percent of the college-age players, and 20 percent of the professional athletes. A history of stress fractures was reported in 14 percent of the players, with a majority of the injuries in the ankle and foot.
,p>Only one player scored in the "high risk" range, and 16 in the "potentially high risk range," in terms of body perception and eating attitudes.
"Elite female soccer athletes are at risk for delayed onset of menarche, menstrual dysfunction and stress fractures, which may be due to an imbalance of energy intake and output," said Robert H. Brophy, MD, co-investigator and assistant professor of orthopaedic surgery at Washington University School of Medicine in St. Louis, Mo. "The risk for soccer athletes appears to be lower than for female athletes in aesthetic (gymnastics, dancing, etc.) and endurance sports. More research is needed to identify the underlying causes, and potential remedies, for these findings in elite female soccer athletes, and whether these findings translate to female athletes participating in other team sports."
A Randomized Trial of Anterior Cruciate Ligament Injury Prevention in Adolescent Female Soccer


**Source: American Academy of Orthopaedic Surgeons

Los hijos de diabéticas embarazadas tienen un mayor riesgo de malformaciones

Científicos de la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, aseguran que las mujeres embarazadas que sufren diabetes tienen hasta cuatro veces más riesgo de que su bebé nazca con alguna malformación congénita, según los resultados de una investigación que publica la revista Diabetology.
En concreto, observaron como el riesgo de determinados trastornos, como una cardiopatía congénita o espina bífida, se incrementó en estas mujeres, algo que los autores atribuyen a la falta de control en los niveles de azúcar antes de concebir.
Las guías de práctica clínica recomiendan que las mujeres diabéticas vigilen de cerca sus niveles de glucosa en la sangre cuando están tratando de concebir ya que, tanto la tipo 1 como la 2, pueden provocar un descontrol del azúcar. En el estudio analizaron más de 400.000 embarazos que tuvieron lugar en Inglaterra entre 1996 y 2008. De éstos, 1.677 eran de mujeres diabéticas. Al comparar los resultados, se encontró que el riesgo de un trastorno congénito aumentaba de 19 por cada 1.000 nacimientos entre las mujeres sin diabetes a 72 por cada 1.000 nacimientos entre las diabéticas.

-Cuatro semanas de gestación
Según ha explicado a la BBC Ruth Bell, directora del estudio, «muchas de estas anomalías tuvieron lugar en las primeras cuatro a seis semanas de embarazo». Además, añade en declaraciones recogidas por Europa Press, encontraron un número «mayor del deseado» de embarazos con un pobre control de azúcar.
«Esto es un problema particularmente cuando se trata de un embarazo no deseado o cuando la persona no es consciente de que debe asesorarse con su médico antes de quedarse embarazada», asegura Bell.
En Reino Unido, las directrices del Instituto Nacional de la Salud y la Excelencia Clínica establecen que las mujeres deben reducir sus niveles de azúcar en sangre a menos de 6,1 por ciento antes de tratar de concebir un bebé. De hecho, con ayuda de los expertos antes y durante el embarazo la mayoría de estas mujeres logra tener un bebé sano. «Se puede reducir el riesgo de tener problemas si se toman cuidados adicionales para lograr el mejor control posible de los niveles de glucosa antes de quedarse embarazados», aseguró.

**AGENCIAS

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