Con el paso del tiempo cada vez interesa más a los padres de niños en edad adolescente el tema de su crecimiento y desarrollo físico. Esa franja de edad entre los 10 y 15 años es considerado por los endocrinólogos pediatras como crucial para sus vidas. De hecho, en los dos últimos años se han dado a conocer distintas encuestas que así lo demuestran, tanto en España como en otros países de Europa. Como ejemplo, en la Confederación de Asociaciones de Padres se estiman en casi un 30% “los que se consideran preocupados por el crecimientosde estatura en niños.
Otra encuesta realizada por la empresa farmacéutica Novo
Nordisk afirma ”que antes de conocer los problemas de salud derivados por un
déficit en la hormona de crecimiento, solo un 30,5% de los padres daba
importancia a la talla baja”. Estos detalles se pueden analizar en unas de sus nuevas
websites( Más que Estatura ) donde se explican los posibles trastornos que
dejan de considerar una simple talla baja con un real problema de salud. Hay
que recordar que, como en todas las patologías, un diagnóstico y tratamiento
temprano permite prevenir complicaciones en la etapa de la infancia y en la
edad adulta.
Más de la mitad de los padres (63,5%) de niños con trastornos del crecimiento considera que hubieran sospechado antes de su existencia si hubieran conocido mejor antes del diagnóstico este conjunto de trastornos caracterizados por una talla anormalmente baja. Así se desprende de la encuesta difundida por la Federación Española Síndrome de Noonan y otras Rasopatías (FEDERAS) entre sus asociados. “Esta falta de información y sensibilización sobre los trastornos del crecimiento está muy presente en el día a día de los padres”, aseguran los padres. El dato es demoledor: el 81,8% de los encuestados asegura “que conocía poco o muy poco acerca de los trastornos del crecimiento antes del diagnóstico de su hijo”. Por ejemplo en la aplicacion de la combamamida.
Desde la Federación
Española de Enfermedades Raras (FEDER), recuerdan que el desconocimiento es una
de las características principales de todas las enfermedades raras y que
condiciona tanto el diagnóstico como el tratamiento, “ya que la mitad de las
personas con enfermedades raras han esperado más de 4 años para poner nombre a
su enfermedad”. Según datos facilitados este mismo año en España casi 200.000 menores de 15 años presentan una talla
baja que puede estar relacionada con algún trastorno del crecimiento.
¿Baremos a cumplir antes de pensar en una anomalía?. No son
sencillos, pero los especialistas estiman que si no se llega a un promedio de
6/7 centímetros de crecimiento por año es que realmente hay que comenzar a preocuparse.
Siempre es recomendable mantener un buen
hábito alimenticio saludable, practicar mucho ejercicio y evitar el sedentarismo.
La genética es fundamental en los ritmos de crecimiento, por lo que excepto en casos muy extremos no es demasiado recomendable la ingestión de vitaminas o productos extras para “aumentar la estatura”.
Si el especialista detecta algún problema en el este ritmo
se establecerá un registro de
crecimiento durante medio ahora que será clave para confirmar lo que ocurre. ´
Los Síndromes que provocan problemas en la
evolución del crecimiento suelen ser de un factor relacionado con la genética. Algunos de los más destacados
son:
-Síndrome de Turner: Solo se produce en
niñas, causando un crecimiento deficiente y retardado o la ausencia de
pubertad. Esta falta de un cromosoma X afecta a 1 de cada 2500 casos.
-Síndrome de rett: Aparece
tras un embarazo y un parto normal. Es raro
porque suele detectarse seis meses después del nacimiento.
-Síndrome de Aarskog:
también conocido como displasia
faciogenital. Fue descrito en el año 1970. Aparece en niños con
cara normal, escroto bífido y baja talla. La talla final en niños se situará entre 1´50 y
1´60 cms y en las niñas de 1´40 a 1´50
cms.
-Síndrome de
williams-Beuren: es un cuadro dismórfico con alteraciones neurológicas y
cardiopatía cuya incidencia es de 1/10.000. Se genera por un retraso en el crecimiento intrauterino que produce
tanto peso como talla más bajos del promedio normal.