Alguna vez te has preguntado por qué el salmón tiene ese vibrante color rosado o por qué los camarones son de un color rojo intenso? Ese color se debe, en gran parte, a un pigmento natural llamado astaxantina. Este carotenoide, a menudo llamado “el rey de los carotenoides”, no solo es responsable por este color en el salmón y camarones, sino que también destaca por ofrecer una amplia gama de beneficios para la salud, en especial por su poder antioxidante.
En esta ocasión, hablaremos un poco de la astaxantina y cuáles son los alimentos ricos en este carotenoide para incluirlos en nuestra dieta diaria.
¿Qué es la astaxantina y cuáles son sus beneficios?
La Astaxantina, como hemos dicho anteriormente, es una sustancia perteneciente a la familia de los carotenoides. Es responsable del color rojo intenso que encontramos en algunos animales marinos como el salmón, el camarón y el krill.
La astaxantina posee grandes propiedades antioxidantes, es decir, ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Por si no lo sabías, los radicales libres son unas moléculas inestables que contribuyen al envejecimiento prematuro y diversas enfermedades, como la diabetes, hipertensión o incluso cáncer.
Gracias a esta actividad antioxidante, puede aumentar la protección del organismo contra los rayos ultravioletas del sol, logrando una piel más suave e hidratada y ayudando a evitar la aparición de arrugas y flacidez en la piel.
Asimismo, mejora el sistema inmunológico, contribuye a la salud cardiovascular y a una mejora de la visión.
Alimentos que poseen astaxantina de forma natural
Existen algunos alimentos donde podemos encontrar astaxantina de forma natural y que podemos incorporarlos a nuestra dieta diaria:
Pescados grasos: el salmón (especialmente el salvaje), la trucha roja y el besugo poseen altos contenidos de este pigmento.
Crustáceos: gambas, cangrejos (de agua dulce y de mar), langostas, cocinados al vapor o al horno, son fuentes notables de astaxantina.
Krill: estos pequeños crustáceos que se encuentran en el océano no solo son la fuente principal de alimento para algunos animales marinos, sino que también son una fuente directa de astaxantina para los humanos cuando se consume en forma de aceite de krill.
Frutas: la astaxantina también puede encontrarse en algunas frutas, como la papaya roja, una gran fuente de vitaminas y minerales. Otra fruta también es la sandía, que no solo es baja en calorías, sino que también es rica en nutrientes y antioxidantes. En los cítricos como las naranjas, mandarinas, limones y pomelos no solo encontraremos vitamina C, sino también la destacada astaxantina.
Finalmente, hay microalgas y algas que tienen grandes cantidades de astaxantina, entre ellas, la microalga Haematococcus pluvialis. Aunque no suele consumirse directamente, es la principal fuente de este pigmento rojo para algunos animales acuáticos y se puede encontrar en varios suplementos alimenticios.
Otras algas con una cantidad significativa de astaxantina son la chlorella y la espirulina.
Estas opciones de algas son excelentes para los que siguen una dieta vegana o vegetariana y buscan incluir una fuente de astaxantina en su alimentación.