- El 83 % y 80 % de la población no
cumple con las recomendaciones europeas de ingesta de zinc y vitamina E
respectivamente
- El porcentaje de población que no
cumple las recomendaciones europeas de ingesta de vitamina A y vitamina C
es del 60 % y 56 % respectivamente
- Únicamente el 25 % de la población
realiza ingestas de selenio por debajo del 80 % de la cantidad diaria
recomendada para Europa
- Las principales fuentes de alimentación
para el zinc son las carnes y derivados; para el selenio, los cereales y
derivados; para la vitamina E los aceites y grasas; y para las vitaminas A
y C las verduras y hortalizas
La revista científica Nutrients acaba de publicar el estudio
‘Ingestas dietéticas y fuentes de zinc, selenio y vitaminas A, E y C en
población española: resultados del estudio científico ANIBES’, una nueva
investigación que tiene por objeto analizar la ingesta diaria de zinc, selenio,
vitaminas A (retinol y carotenos), E y C, ya que todos estos micronutrientes
participan en diferentes funciones biológicas involucradas en el sistema de
defensa antioxidante, el cual tiene implicaciones importantes para la
prevención de enfermedades crónicas inflamatorias y, en particular, de
enfermedades cardiovasculares.
Tener una nutrición adecuada es uno de
los pilares de la salud pública y, este estudio, coordinado por la Fundación
Española de la Nutrición (FEN), pretende contribuir a conocer la situación
nutricional de la población de forma previa al diseño de directrices
nacionales, lo cual es esencial para mejorar la situación nutricional de la
población.
Según apunta el investigador principal
del estudio, el Prof. Ángel Gil, Presidente de la Fundación
Iberoamericana de Nutrición (FINUT), Director del Grupo Científico BioNit y
Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada,
“este nuevo trabajo científico indica que un porcentaje significativo de la
población española participante en el estudio científico ANIBES no cumple con
las ingestas recomendadas de zinc, vitamina A y vitamina E; un porcentaje
también importante de personas no cumple con las recomendaciones de vitamina C;
y solo un bajo porcentaje de personas no cumple con las recomendaciones de
selenio”.
En concreto, “para toda la muestra
estudiada, el porcentaje de población que comunicó consumos inferiores al 80 %
de las recomendaciones diarias de ingesta, tanto españolas como europeas (EFSA),
fue de un 92 % y 83 % respectivamente para el zinc, del 74 % y 60 %
respectivamente para la vitamina A, y de un 80 % y 80 % respectivamente para la
vitamina E”, explica el Profesor Gil.
De forma adicional, se han evaluado las
fuentes alimentarias de estos micronutrientes. A este respecto, el Profesor
expone que “las principales fuentes de alimentación para el zinc fueron las
carnes y derivados; para el selenio, los cereales y derivados; para la vitamina
E los aceites y grasas; y para las vitaminas A y C las verduras y hortalizas”.
Según la edad y el sexo
Con respecto a los grupos de edad, el
Profesor Ángel Gil explica que “se observó una menor ingesta de zinc, selenio y
vitamina E en el grupo de mayores (65 - 75 años), frente a las ingestas
reportadas de carotenos y vitamina C que aumentaron con la edad”.
También se observaron diferencias por
sexos, “las ingestas de zinc, selenio, vitamina A y vitamina E fueron mayores
en los hombres que en las mujeres en toda la población”, mientras que “la
ingesta de carotenos y vitamina C fue menor en los hombres que en las mujeres
en el total de la muestra”, continúa el Profesor.
Zinc
“El 83 % de la población no cumple con
las recomendaciones europeas de zinc”, siendo las principales fuentes “las
carnes y derivados (28,5 %), los cereales y derivados (25,5 %), así como la
leche y productos lácteos (15,8 %). Otras fuentes alimentarias de zinc fueron
el grupo pescados y mariscos (5,7 %), las verduras y hortalizas (5,2 %) y los
precocinados (4,8 %)”, explica el Profesor Gil.
Respecto a los diferentes grupos de edad,
el Profesor añade “la leche y productos lácteos proporcionaron mayores
porcentajes de zinc a los niños; mientras que el pescado y las verduras y
hortalizas proporcionaron un mayor porcentaje a los grupos de edad avanzada; y
los precocinados a los grupos más jóvenes”.
Selenio
“La ingesta de selenio alcanzó casi la
totalidad de las recomendaciones españolas y europeas. Únicamente el 15 % y el
25 % de la población había reportado ingestas por debajo del 80 % de la ingesta
diaria recomendada para España y Europa respectivamente”, explica el
responsable del estudio.
Sobre las fuentes, detalla que “la mayor
fuente de selenio en toda la población fue el grupo de cereales y derivados
(46,5 %), con un mayor aporte para los adolescentes (50,8 %). El grupo pescados
y mariscos supuso el 16,7 %, las carnes y derivados el 14,9 %, y la leche y
productos lácteos el 7,2 % del total de la ingesta diaria de selenio”.
Vitamina A
“Las ingestas reportadas de vitamina A en
el presente estudio fueron inferiores a las recomendaciones españolas y
europeas. Concretamente, el 60 % de la población estudiada en el estudio ANIBES
no cumplía las recomendaciones europeas”, comenta el Profesor.
“Las verduras y hortalizas fueron la
principal fuente de vitamina A para toda la población (31,3 %), contribuyendo
en proporciones más altas en los grupos de edad más avanzada. La leche y
productos lácteos aportaron el 21,7 %, aunque la contribución fue mayor en los
grupos más jóvenes. Los huevos ocupan el tercer lugar (11 %) y las frutas el
cuarto (6,9 %)”, añade el Profesor Gil.
Vitamina C
En lo que respecta a la ingesta de
vitamina C, explica que “el 29 % y 56 % de toda la población adulta no cumplía
con las recomendaciones españolas y europeas, respectivamente”.
Respecto a las fuentes, declara que “las
verduras y hortalizas (50,6 %) y las frutas (20 %) contribuyeron en más del 70
% a la ingesta de vitamina C. La leche y productos lácteos y bebidas sin
alcohol ocuparon el tercer y cuarto lugar, aportando un 8,9 % y un 8,7 %,
respectivamente”.
Vitamina E
“Los datos del estudio ANIBES indican que
el 80 % de toda la población adulta tiene una ingesta inadecuada de vitamina
E”, continúa el Profesor. En lo que respecta a las fuentes, añade que “el grupo
de alimentos y bebidas compuesto por el aceite y las grasas fue el principal
contribuyente (45,7 %) a la ingesta de vitamina E, seguido por las verduras y
hortalizas (11,4 %), los pescados y mariscos (9,7 %) y las frutas (4,8 %).
Estos tres últimos grupos de alimentos aumentaron con la edad”.