Un innovador sistema que combina un nuevo software, la planificación de la cirugía de la columna compleja y el uso de nuevas guías quirúrgicas personalizadas impresas en 3D, o «a la carta», que se adaptan a cada paciente y a cada vértebra, permite colocar los tornillos pediculares con una tasa de éxito del 99% y evitar las reintervenciones por su malposición. En cambio, con cirugía convencional, el 20% de los pacientes adultos tienen que volver a operarse antes de dos años y la tasa de malposición puede llegar hasta el 40%. Expertos en cirugía de la columna subrayan la necesidad de contar con herramientas de este tipo para mejorar la precisión y disminuir los errores, con motivo del Día Mundial de la Columna Vertebral, que se celebra el 16 de octubre.
«Las guías impresas en 3D son un avance importante en el campo de la cirugía vertebral compleja, que pueden ayudar a los cirujanos a colocar los tornillos correctamente, y beneficiar a pacientes de todas las edades, desde niños de cortísima edad hasta ancianos de más de 90 años, que precisan una cirugía del raquis», tal y como asegura el doctor Antonio Luis Mostaza, jefe de la Unidad de Columna Compleja con técnicas innovadoras y de la Unidad de Cirugía Mínimamente Invasiva (CMI) del Hospital San Juan de Dios de León.
Mostaza, jefe de la Unidad de Columna inició el desarrollo de este esta innovación durante su etapa como jefe del Servicio de Neurocirugía del Complejo Asistencial Universitario, de León, un avance que han comenzado a aplicar 30 hospitales españoles, en su mayoría públicos. El doctor Mostaza ha colocado más de 50.000 tornillos a lo largo de su carrera, y ha realizado 200 cirugías mediante el nuevo sistema de guías y biomodelo 3D con éxito. Es, además, pionero en el ámbito internacional en la realización de CMI de la columna con endoscopia y un referente en la cirugía del raquis.
En los pacientes pediátricos, que suelen presentar escoliosis idiopática, donde la deformidad al ser congénita es mucho más elevada, y eso sumado a las pequeñas dimensiones de los pedículos que es donde se coloca el tornillo, la complejidad y los riesgos aumentan. Además, se suma que el 95% de los pacientes son niñas, dónde hay que buscar reducir la radiación al máximo para evitar aumentar el riesgo de cáncer de mama. Por lo que las guías quirúrgicas personalizadas son la solución más adecuada disponible en la actualidad para esta aplicación.
«Con las guías quirúrgicas personalizadas para la colocación de tornillos hemos aumentado la seguridad en el paciente pediátrico con deformidad de la columna de forma clara», afirma el doctor Ángel Escámez Pérez, cirujano de columna del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, de Murcia, donde hasta la fecha se han realizado 20 cirugías con este avance.
Cirugía de la columna
El dolor de espalda es solo la punta del iceberg de muchas patologías que pueden afectar a distintas partes de la columna (cervical, dorsal o lumbar), como la escoliosis, grandes deformidades, lesiones por traumatismos o los tumores vertebrales, entre muchas. La prevalencia de algunas de estas dolencias es muy alta. Solo la escoliosis degenerativa afecta a más del 80% de los mayores de 70 años y muchos no lo saben. En la actualidad, los avances quirúrgicos permiten intervenir de la columna incluso a personas de edad avanzada cada vez con mayor precisión y mejores resultados clínicos.
La cirugía de la columna, en general, consta de diferentes etapas: la descompresión vertebral, que consiste en liberar el saco dural y separar las raíces nerviosas; la recalibración del canal vertebral que se ha estrechado (estenosis) para ensancharlo y hacerlo más amplio; y la estabilización, con la colocación de tornillos para alinear y estabilizar la columna operada. En las técnicas convencionales o de manos libres, en las que el cirujano opera con sus manos, puede haber una malposición de los tornillos que cause complicaciones graves al paciente y conduzca a su reintervención, por falta de medios técnicos en el procedimiento.
«Existen distintos tipos de malposición del tornillo, hacia arriba o hacia abajo (en el eje cráneo-caudal), hacia adentro y hacia afuera, de consecuencias muy graves para el paciente, ya que un tornillo malposicionado hacia adentro, puede comprimir el canal medular y las raíces nerviosas y, por tanto, el paciente puede tener dolor, alteración sensitiva y fallo motor, mientras que uno malposicionado hacia afuera de la vértebra puede afectar a venas y arterias», destaca el doctor Mostaza.