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04 February 2013

LA ACTIVIDAD FÍSICA, EL TIPO DE TRABAJO Y LA TEMPERATURA Y HUMEDAD DEL AMBIENTE SON FACTORES QUE INFLUYEN EN LA CANTIDAD DE LÍQUIDOS QUE NECESITA UNA PERSONA


 Para el buen funcionamiento del organismo son necesarias tanto una correcta hidratación como una buena alimentación. De hecho, las necesidades de líquido de cada persona no sólo dependen del género y edad sino de otros factores como la actividad física, el tipo de trabajo y la temperatura y humedad del ambiente. Así lo han manifestado los expertos que participaron ayer en la Sesión Científica Extraordinaria sobre Nutrición e Hidratación, organizada por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), que contó con el apoyo de Aquarius y  Coca-Cola  España, y coordinada por el Profesor Manuel Díaz-Rubio, presidente de Honor de la RANM. En la jornada han colaborado la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), la Academia Española de Nutrición (AEN), la Real Academia Nacional de Farmacia (RANF), la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN), la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), la Sociedad Española de Nutrición (SEN) y la Fundación Española de Nutrición (FEN).

En este contexto, los profesionales sanitarios aseguran que una nutrición equilibrada  se consigue con un consumo óptimo de alimentos y un estilo de vida saludable. “Actualmente podemos afirmar”, comentó el Profesor Manuel Díaz-Rubio, “que no existen buenos o malos alimentos, sino que las personas pueden mantener un estilo de vida saludable con una dieta saludable, que debe ser variada, moderada y equilibrada, y una práctica regular de ejercicio físico”.

Actualmente, un tercio de la población española (el 23%) sufre obesidad y más de un 60% tiene sobrepeso. Cifra que en el caso de las personas mayores de 65 años se incrementa hasta el 81%. “Teniendo en cuenta estos datos tan alarmantes y que uno de los problemas más graves de los países desarrollados es el incremento del sedentarismo, asociado a una falta de actividad física, el abordaje de la obesidad exige una respuesta coordinada de todos los agentes implicados”, aseguró el profesor Díaz-Rubio.

Abordaje de la obesidad
Se estima que la obesidad afecta en Europa al 20% de la población adulta y al 10% de la infantil. En opinión del Profesor Javier Salvador, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), “se trata de un problema de salud pública de primer orden de origen multifactorial, con una gran comorbilidad y que genera un importante coste sociosanitario. Una situación que incrementa asimismo el riesgo de sufrir otras muchas enfermedades como la diabetes, la hipertensión arterial, la dislipemia, la apnea del sueño, los problemas cardiovasculares y la gota, entre otros”.  

Actualmente, el 80% de la población con obesidad mórbida sufre apnea del sueño. “Conocer la relación entre ambos trastornos es clave para saber qué procedimientos pueden ayudar a reducir significativamente el riesgo cardiovascular y el deterioro de otras funciones en estas personas”, comentó el Profesor Salvador.

Respecto al tratamiento de la obesidad, aunque en un primer momento se recomienda a los pacientes algunas medidas higiénico-dietéticas como disminuir la ingesta calórica o incrementar el ejercicio físico, “si esto no es suficiente”, afirmó este experto, “recurrimos a terapias farmacológicas. Hoy en día estos tratamientos se limitan al inhibidor de la absorción de lipasas gastrointestinales orlistat”.

En los casos de obesidad mórbida (aquellos pacientes con un Índice de Masa Corporal-IMC por encima de 40), las complicaciones son más graves y se presentan en un periodo más reducido de tiempo. En este caso, según explicó el presidente de la SEEN, “los tratamientos convencionales no suelen ser eficaces, por lo que se opta por otros procedimientos entre los que se encuentra la cirugía bariátrica, cuyo uso ha aumentado gracias a las intervenciones cada vez menos invasivas por vía laparoscópica. En cualquier caso, la valoración individual del paciente, teniendo en cuenta las características de su enfermedad, las complicaciones y sus circunstancias personales son clave para decidir qué tratamiento es el más apropiado en cada caso”.

Hidratación: líquidos y nutrientes esenciales
La segunda parte de la Jornada estuvo dedicada a la hidratación, entendida como el aporte de líquido que necesita el organismo bien en forma de nutrientes o como componente esencial. Según explicó el Profesor Lluis Serra-Majem, presidente de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación (AEN), “aproximadamente dos tercios del peso de una persona son agua, y el aporte dietético de la misma debe venir a partir de las bebidas así como de los alimentos que ingerimos. Una correcta hidratación pasa por garantizar las cantidades de líquidos necesarios para el organismo y por buscar el equilibrio entre las pérdidas e ingestas que se realizan”.

Una buena hidratación pasa además por un consumo adecuado de alimentos. En este sentido, el profesor Serra-Majem matizó que “cualquier alimento o bebida, excluyendo las alcohólicas, con un contenido mínimo de agua del 80%, se puede decir que tienen la capacidad de hidratar, es decir, de aportar líquido al organismo. En este grupo estarían las frutas, verduras, ensaladas, caldos y sopas, infusiones, leche, zumos, refrescos, etc.”.

La deshidratación puede causar sensación de confusión y de fatiga, somnolencia, mayor riesgo de caídas, infección del tracto urinario, formación de cálculos renales, problemas dentales, trastornos broncopulmonares, estreñimiento, dolores de cabeza y migrañas. Incluso, si la carencia es bastante elevada puede llevar al colapso y a la muerte. “De hecho, existen estudios que muestran que la falta de líquido durante más de 12 horas puede provocar dolores de cabeza y que, por el contrario, la ingesta de líquido en personas con cefaleas reduce su duración e intensidad”, concluyó este experto.

EL SISTEMA SANITARIO DEBE TIPIFICAR LA SUPERVIVENCIA AL CÁNCER COMO UN ÁMBITO DE ACTUACIÓN ESPECÍFICO


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Es tal el mazazo, que creo que después estuvimos mi marido y yo dos horas paseando por la ciudad sin hablar”. Solo podíamos caminar, no podíamos digerirlo”. Éste es el testimonio de una mujer de las 26.000 a las que cada año se detecta cáncer de mama en España. Pero, tras el impacto inevitable que se genera, ¿qué reclama un diagnóstico de cáncer, además de una clínica adecuada? Sin lugar a dudas, sensibilidad, y una óptima  capacidad de comunicación para conocer qué información está en condiciones de recibir la paciente. “La información, clara en sus formas y contenidos, y una comunicación a la altura de la angustia que puede padecerse constituyen un factor evidente de buena o mala calidad asistencial”: así lo explican Társila Ferro y Joan Prades, investigadores del estudio de la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA) Necesidades de información en el cáncer de mama y de atención a la supervivencia, que se ha presentado hoy en Barcelona, coincidiendo con Día Mundial contra el Cáncer. “Se trata de un estudio cualitativo en el que las propias mujeres -pertenecientes a las asociaciones de FECMA y de 13 comunidades autónomas- han manifestado sus necesidades y que está en línea con la recomendación de la Estrategia en Cáncer del Sistema Nacional de Salud de desarrollar estudios y estrategias para mejorar la calidad de vida de los pacientes tratados de cáncer”, asegura Roswitha Britz, presidenta de FECMA, que alude al estudio como “un primer paso para lograr ese objetivo final de mejor calidad de vida”. La investigación ha sido llevada a cabopor el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge, Universidad de Barcelona, y desarrollada en el marco del Plan Director de Oncología de Cataluña, con la colaboración independiente de la Fundación Pfizer. “Más allá de la investigación en tratamientos, Pfizer mantiene un compromiso con los pacientes para el desarrollo de actividades que contribuyan a mejorar la calidad de vida de forma integral. Y éste trabajo que hoy se presenta es un claro ejemplo”, explica Mario Torbado, responsable del Área de Asociaciones de Pacientes de Pfizer.

Las conclusiones del trabajo en grupos focales, que han constituido la base del estudio, muestran cómo muchos procesos presentan deficiencias en cantidad y calidad de información a las pacientes. “Este trabajo con las mujeres -apunta Társila Ferro- nos ha permitido reafirmar que proporcionar información adecuada y educación sanitaria con antelación es un elemento clave para incrementar la participación activa y capacitación de las pacientes en su cuidado a la vez que mejorar la vivencia”. Un ejemplo concreto de “necesidad de información” es el tiempo que transcurre entre la sospecha de cáncer de mama y la confirmación diagnóstica. Tal como muestra la investigación, es un período de vulnerabilidad para las mujeres, muy sensibles a una gestión poco diligente y caracterizada por una espera no informada. Y por ello una de las recomendaciones que hace es establecer circuitos preferentes en el sistema sanitario para la derivación de sospechas de cáncer: un proceso estructurado y ágil en el tiempo, a la vez que una espera informada para todas las pacientes.

Atención en la supervivencia


La importante mejora de los tratamientos ha permitido que la supervivencia en cáncer de mama haya aumentado considerablemente en los últimos años”, asegura María Antonia Gimón, vocal de la Junta Directiva de FECMA. “Pero, una vez superada la fase de tratamiento, ¿qué necesitan las pacientes? ¿Saben lo que les va a ocurrir a partir de entonces? ¿Han sido informadas sobre las limitaciones que pueden surgir en la vida diaria y en el trabajo, o sobre los problemas que pueden presentarse en el medio o largo plazo?”, añade. Si la información en todas las etapas del proceso asistencial durante la enfermedad es importante para una co-gestión de la enfermedad, no lo es menos en lo referente a la vida tras el tratamiento del cáncer. Y la realidad es que, según el estudio, existen aspectos vinculados a la calidad de vida que no obtienen una suficiente cobertura en atención sanitaria. Tal como explica Társila Ferro, “entre las pacientes de cáncer de mama los problemas de salud observados a largo plazo son diversos: complicaciones cardiovasculares, cognitivos, fatiga crónica, deterioro sexual, infertilidad o segundas neoplasias, entre otros; pero también se han identificado aspectos psicológicos o sociales: el miedo, la ansiedad, las alteraciones en la autoimagen o problemas relacionados con la reincorporación laboral pueden influir en la salud y en la calidad de vida”.

El estudio ha revelado, entre otros aspectos, que el tiempo que transcurre desde la finalización del tratamiento hasta la primera visita de seguimiento es una etapa de transición muy relevante, que no es contemplada como tal: miedo, inseguridad y desamparo son los sentimientos más frecuentes en esa etapa. Pero también muestra una creciente divergencia a medida que transcurre el tiempo entre pacientes y profesionales en cuanto a la relevancia de los problemas de salud en la supervivencia: mientras el riesgo de recurrencia o la aparición de segundas neoplasias centran la atención sanitaria, el ámbito de “preocupación” de las pacientes comprende además los efectos adversos (riesgo de linfedema, autoimagen o sexualidad, entre otros). Este desencuentro podría, según este estudio, conllevar menor calidad de vida de la que podrían obtener las pacientes.

Por ello, los investigadores recomiendan promover la anticipación de la información y educación sanitaria relativa a los posibles efectos adversos, tanto en la etapa aguda como en la supervivencia. Este factor capacitaría a las pacientes para planificar su cuidado y obtener el máximo nivel de salud posible ante los riesgos o efectos adversos que puedan presentarse.“Tipificar la supervivencia como un ámbito de intervención específico en el sistema sanitario ­-aclara Társila Ferro- permitiría el desarrollo de modelos asistenciales con mayor capacidad de respuesta frente a la diversidad de las necesidades de las supervivientes”.

El estudio arroja otras conclusiones como que la condición de superviviente de cáncer puede ser un factor discriminatorio y comportar desigualdades desde la perspectiva social; así, recomienda el establecimiento de marcos laborales donde puedan desarrollarse medidas de flexibilización que promuevan el retorno al trabajo y tener en consideración otros cambios normativos en las actividades socioeconómicas en las que las pacientes participen (créditos hipotecarios, carnet de conducir, etc.).

Por último, la investigación hace referencia al papel que juegan las asociaciones de pacientes, que constituyen un recurso más puesto que ofrecen servicios y actividades y, en este sentido, se aconseja una organización apropiada y complementaria para que las pacientes puedan beneficiarse de los recursos disponibles según sus necesidades.

Resultados de la investigación 'Un Día en la Atención Preventiva al Paciente Mayor en España'‏



En la actualidad, las personas mayores de 65 años representan el 16,5% de la población española total, y más del 20% de la población adulta. Este colectivo origina prácticamente la mitad de los ingresos hospitalarios, siendo los ancianos los más expuestos a la hora de padecer infecciones extra e intrahospitalarias, especialmente las de origen respiratorio.

De hecho, hay que tener en cuenta que más del 40% de los ingresos hospitalarios por cualquier motivo (prácticamente, la mitad por procesos infecciosos) se deben a la población mayor de 65 años, y la prevalencia de los ingresos se multiplica varias veces a partir de los 80. De ahí la necesidad de implantar programas de prevención en salud, aplicados a este sector de la población.

En este sentido, con el objetivo de conocer el día a día de dicha asistencia preventiva a los pacientes mayores en la atención especializada, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), con la colaboración de la Fundación Pfizer, y bajo la dirección técnica del Prof. David Martínez Hernández, del Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Complutense de Madrid, ha llevado a cabo el Proyecto DAPME (Un Día en la Atención Preventiva al Paciente Mayor en España). Se trata de una investigación sociosanitaria, basada en las dos últimas consultas realizadas por cualquier motivo al geriatra, y en la que también se han valorado las tasas de vacunación antigripal y antineumocócica.

En el proyecto han participado 420 geriatras o médicos que realizan atención geriátrica en diferentes centros sanitarios, mayoritariamente en hospitales y residencias, y en total, se ha contado con datos de 840 consultas.


Conclusiones del Proyecto DAPME
Según se extrae de este estudio, las demencias, los procesos infecciosos y el dolor fueron los motivos de consulta más frecuentes. De hecho, el trabajo pone de manifiesto que 1 de cada 5 consultas se debe a enfermedades neurológicas, lo que revela el avance de las enfermedades neurodegenerativas entre la población mayor”, explica el Prof. David Martínez.

“Por otra parte, –añade el coordinador del proyecto-, en más de una de cada cuatro consultas, no se realizaron recomendaciones de hábitos saludables. Y en este apartado, las recomendaciones dietéticas fueron mucho más frecuentes que los consejos sobre ejercicio físico y la prevención de hábitos tóxicos”.

Asimismo, el Proyecto DAPME evalúa otro tipo de actuaciones preventivas, especialmente las referidas a la vacunación antigripal y la vacunación antineumocócica, las cuales adquieren gran relevancia, especialmente, frente a las enfermedades respiratorias.

En este sentido, se concluye que, en 3 de cada 4 pacientes mayores de 65 años, se realizó algún tipo de actuación preventiva de vacunación durante el último año. Así, la referida  a la gripe fue la intervención más frecuente, seguida a gran distancia de la vacunación antineumocócica y la antitetánica. En relación a la primera, los resultados muestran un porcentaje muy cercano al objetivo señalado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es probable que esta mayor cobertura sea consecuencia de las amplias campañas de concienciación de los últimos años, entre ellas, las que se llevan a cabo desde la SEGG.

Por su parte, la vacunación específica frente al neumococo se realizó en 1 de cada 4-5 de los pacientes atendidos, cifra alejada de la deseable en la población geriátrica. Así, en 1 de cada 3 casos de infección neumocócica, esta se produjo tras un episodio gripal, por lo que se hace recomendable la vacunación conjunta frente a la gripe y al neumococo para reducir la morbimortalidad y las tasas de hospitalización, que siguen incrementándose año tras año.

De hecho, dicha enfermedad origina graves problemas de salud en pacientes con edad avanzada, pudiendo alcanzar una tasa de mortalidad superior al 20%”, comenta el doctor Pedro Gil, presidente de la SEGG.

Por ello, es esencial seguir trabajando en programas de información a la población y formación activa a los médicos en la mejora de la atención preventiva general a los pacientes geriátricos.


En este sentido, una de las principales recomendaciones que arroja el Proyecto DAPME es que las consultas geriátricas se deben aprovechar para recabar información acerca del seguimiento de estilos de vida saludables y la situación vacunal de las personas mayores, y en base a ello, tomar decisiones en caso de detectar deficiencias, tanto en el seguimiento de hábitos de salud aconsejables como en la protección vacunal, especialmente en lo que se refiere a gripe, neumococo y tétanos.

En palabras del presidente de la SEGG, “a medida que se envejece, incrementa la susceptibilidad a las infecciones, representando un reto de considerables dimensiones para los servicios de salud pública la prevención de las mismas a través de la vacunación, y así evitar las complicaciones en los mayores, el grupo de riesgo de mayor importancia y significación”.


Miguel Martín: “La investigación clínica académica es necesaria y además ahorra dinero al sistema sanitario”


La lucha contra el cáncer es una carrera de fondo en la que la investigación clínica académica desarrollada por los grupos cooperativos de investigación ha sido y seguirá siendo clave en la mejora de la supervivencia y calidad de vida de los pacientes y en el avance del conocimiento de esta patología.

Más de un 80% del incremento de la esperanza de vida en la población occidental en los últimos años se debe a las lecciones derivadas de ensayos clínicos, pero aún se podría avanzar más en el conocimiento y resultados en cáncer, otorgando a la investigación clínica académica un mayor peso dentro del sistema, tal y como defiende el doctor Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM). En su opinión, “la investigación clínica académica no sólo es necesaria, sino que además ahorra dinero al sistema de salud. De hecho, hay en marcha un estudio por oncólogos franceses que compara dos duraciones diferentes de un tratamiento caro. Si se si demuestran que la duración más corta es igual de eficaz que la más larga, en el futuro ahorría mucho dinero a la sanidad francesa”.

Con estas palabras y en defensa del papel de los grupos cooperativos de investigación clínica y traslacional académica, GEICAM, actualmente constituido por más de 680 expertos de todo el país, solicita a la Administración en el Día Internacional del Cáncer su reconocimiento como organismos autónomos de investigación, una acreditación equiparable a la de otros centros científicos públicos que les permita concurrir a cualquier convocatoria de ayudas y un entorno más favorable para la financiación de proyectos de investigación clínica.
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta la investigación clínica independiente es la actual legislación española relativa al desarrollo de nuevos medicamentos. Esta situación limita las posibilidades terapéuticas de un fármaco, quedando restringido su uso a un nicho concreto de pacientes, y en muchos casos con un régimen de administración no óptimo, señala el doctor Martín. “Los medicamentos llegan al mercado algo inmaduros. Se conoce muy poco sobre el mejor régimen de administración, quedando restringido su uso al esquema terapéutico establecido en el ensayo clínico de registro y para el nicho de población para el que se realizó el estudio. Nadie puede garantizar que ese esquema terapéutico sea el mejor. Ahí era donde, antes, los grupos cooperativos tenían por delante una gran labor, encontrando regímenes diferentes al original, tanto en dosis como en frecuencia”.

La búsqueda de nuevas pautas y regímenes de los fármacos oncológicos en beneficio del paciente se enfrenta hoy a una doble traba: a la escasez de apoyos y ayudas por parte de la Administración a los grupos cooperativos y a los actuales procedimientos para el acceso de nuevas moléculas al Sistema Nacional de Salud. Estas restricciones están impactando en la incorporación de la innovación y sin duda, repercutirá en la merma de la excelencia científica de los grupos de investigación y en el liderazgo actual de nuestro país en la Oncología.

Contra el cáncer, más prevención
Aprovechando la celebración de este día y en recuerdo de todas aquellas personas que han pasado por un cáncer o están actualmente en tratamiento, GEICAM recuerda que la mejor defensa contra el cáncer sigue siendo la prevención. Cuanto más y mejor esté informada la población de los riesgos de llevar un estilo de vida inadecuado, así como de la necesidad de acudir a las campañas de detección precoz, en mejor disposición estará de enfrentarse y sobrevivir a la enfermedad.

La investigación avanza a pasos agigantados, pero no podemos dejarlo todo en manos de la Ciencia. Tan importante es investigar como que las mujeres sepan que cuanto antes se diagnostique el tumor mayor será la probabilidad de supervivencia”, concluye el doctor Martín.

Importante labor de los grupos cooperativos
La labor que han realizado los grupos cooperativos de investigación clínica independiente como GEICAM en estos últimos 20 años ha sido fundamental para el desarrollo de la Oncología en general y en todo lo referente al cáncer de mama en particular. Así como para el establecimiento y consolidación de estructuras multidisciplinares que han mejorado de forma notable el abordaje y control de esta enfermedad. “Hoy en día, la mitad de las mujeres a las que se les diagnostica este tumor siguen sin tener acceso a un abordaje multidisciplinar, lo cual es clave para que reciban la mejor terapia y evitar secuelas innecesarias”, afirma el doctor Martín. 

A medida que se tienen más conocimientos sobre el cáncer, surgen nuevos interrogantes que sólo encontrarán respuesta en la investigación clínica. “Nuestra labor como grupo investigador”, explica el presidente de GEICAM, “es continuar haciendo estudios con dos objetivos fundamentales: seguir aumentando las tasas de curación y, a medida que aumenta el número de mujeres que sobrevive a este tumor, lograr que reciban únicamente aquello que les beneficia. Es preciso que pensemos en la paciente y no sólo en su tratamiento; tenemos que plantearnos cuál va a ser su calidad de vida a los quince o veinte años de haberla diagnosticado y tratado”.


Expertos nacionales apuestan por la educación terapéutica en alimentación y actividad física para la mejora del tratamiento de la diabetes tipo 2

La Sociedad Española de Diabetes (SED), con la colaboración de Novartis, han organizado el II Taller de Educación Terapéutica en Alimentación y Actividad Física.

Esta jornada, que ha contado con relevantes expertos nacionales, tiene como objetivo formar en materia de alimentación y actividad física a educadores especialistas en diabetes para mejorar el estilo de vida de los pacientes.

Alimentarse de forma saludable y practicar ejercicio físico todos los días son dos de los pilares fundamentales para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Una enfermedad cuya prevalencia aumenta con la edad y se estima que, a nivel mundial, en las dos próximas décadas esta patología va a ser especialmente significativa en la población mayor de 65 años.

En España, según datos del estudio Di@betes.es, casi un tercio de las personas mayores de 75 años tienen diabetes, un 30,7% en los varones y un 33,4% en las mujeres. 1
En palabras de la Dra. Sonia Gaztambide, Presidenta de la SED, “el tratamiento de la diabetes no consiste únicamente en la toma de fármacos orales e insulina. La educación terapéutica en alimentación y actividad física es determinante a la hora de conseguir un cambio en el estilo de vida del paciente, que a su vez es un factor clave para reducir la prevalencia de la diabetes tipo 2”. 

El cambio de estilo de vida del paciente diabéticoEntre los temas abordados durante el taller, ha destacado el cambio de estilo de vida del paciente diabético y cómo contribuye la educación terapéutica en alimentación y actividad física en este cambio.

En palabras de Margarida Jansà, enfermera educadora y miembro de la SED, “a través de la educación terapéutica, se pretende facilitar a las personas con diabetes y a su familia, los conocimientos teóricos, las habilidades prácticas y las actitudes necesarias para que los pacientes puedan integrar el plan de alimentación y de actividad física en su día a día, con el objetivo de cambiar su estilo de vida y mejorar la calidad de ésta y el tratamiento de la enfermedad”.

En este sentido, Jansà ha afirmado que “para favorecer este cambio es importante individualizar y pactar un plan de alimentación y actividad física con el paciente, adaptado a sus necesidades nutritivas, metabólicas, culturales y de preferencias, así como animarle a realizar actividades individuales o grupales que le ayuden en el cambio de estilo de vida. Y para que el tratamiento terapéutico tenga éxito, éste no puede reducirse simplemente a una lista de acciones para hacer, sino que es necesario implicar al paciente en la gestión de su tratamiento, utilizando estrategias educativas y motivacionales, estableciendo a la vez una buena comunicación con el paciente y con su familia”.

Otro de los temas que se han tratado en el encuentro hace referencia a la adherencia al cambio de estilo de vida del paciente diabético. Según Margarida Jansà, “se puede medir el grado de adherencia a la alimentación y a la actividad física de diferentes maneras: a través del peso, el perfil glucémico y el grado de control del paciente; realizando entrevistas dirigidas y cuestionarios validados; y también usando podómetros y acelerómetros para la actividad física, entre otros”.

Por último, en la jornada también se ha debatido acerca de los principales desafíos con los que se enfrenta el educador en el manejo del paciente con diabetes tipo 2. En este sentido,Jansà ha destacado que “la falta de percepción de enfermedad crónica, la edad avanzada de la mayoría de los pacientes, las comorbilidades relacionadas o no con la diabetes y la complejidad del tratamiento farmacológico y no farmacológico, entre otras, dificultan el tratamiento y la educación terapéutica de los pacientes con diabetes tipo 2”.

Además, y en relación al sistema y al profesional sanitario, Jansà ha añadido que “el sistema sanitario actual está más centrado en la enfermedad aguda que en la enfermedad crónica, motivo por el cual hay carencia de programas preventivos de diabetes tipo 2, de programas de educación terapéutica estructurados y de formación en diabetes, en técnicas de comunicación y en trabajo interactivo”.

La vacuna conjugada trecevalente ha reducido en más de la mitad la incidencia de la enfermedad neumocócica invasiva en menores de 15 años de Madrid


“La efectividad de la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente es muy elevada (sólo dos años después de su inclusión en el calendario vacunal de Madrid). Así, la vacunación ha reducido un 55% la tasa de incidencia de hospitalizaciones por Enfermedad Neumocócica Invasora (ENI), en la población menor de 15 años. Esta reducción es significativa en todos los grupos de edad, con descensos entre el 43% y el 64%, según la edad,”. Así lo ha asegurado, durante el reciente VI Symposium de Pediatría - Grupo Uncibay, celebrado en Málaga, el doctor Juan Picazo, Catedrático de Microbiología Clínica de la Facultad de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid, en referencia a los resultados del 5º corte del Estudio Heracles, una investigación prospectiva de vigilancia epidemiológica activa del impacto de la enfermedad invasora por Streptococcus pneumoniae (neumococo) llevada a cabo en la población pediátrica de la Comunidad de Madrid, que cuenta con la participación de todos los hospitales con Unidades de Pediatría (27) y las Unidades de Microbiología Clínica de esos hospitales.

En la misma línea se manifiesta el doctor Federico Martinón-Torres, pediatra del Complejo Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, quien considera “que los datos procedentes del programa Heracles muestran claramente la alta efectividad de la vacuna antineumocócica en niños menores de 5 años”. Asimismo, confirma la reducción a la mitad de los casos de enfermedad neumocócica en la Comunidad de Madrid y añade que: “durante la última edición del Congreso europeo de Infectología Pediátrica se han ofrecido datos similares para Galicia o Navarra”.

La infección por neumococo es la principal causa de enfermedad infecciosa y mortalidad en niños. El neumococo es un patógeno que provoca enfermedades invasivas como la meningitis, bacteriemia y sepsis y otras no invasivas, como la neumonía, la otitis media aguda y la sinusitis. En este sentido, el doctor Picazo recuerda que la aportación de la vacuna ha sido fundamental “ya que ha supuesto un descenso significativo del número de hospitalizaciones por neumonías complicadas con derrame (descenso del 45%), con bacteriemia (bajada del 72%), así como un descenso de la meningitis del 54%”. Este especialista atribuye ese descenso general a la reducción del número de casos provocados por los serotipos incluidos en la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente, especialmente por el 1 (descenso del 47%) y por el 19A (descenso del 87%). “En este último caso, es relevante la disminución, al tratarse de un serotipo especialmente virulento y resistente a los antibióticos -añade- sin la aparición, por ahora, de algún serotipo emergente de forma prevalente”.

Durante la reunión también se ha destacado la relación coste-beneficio de la vacunación infantil, sobre todo porque supone una reducción de la enfermedad en todas las edades. Y, en este sentido, “esa relación coste-beneficio es muy positiva y por tanto la recomendación es continuar empleando este importante recurso como recomiendan las instituciones nacionales e internacionales”, asegura el doctor Picazo. El reto, por otra parte, es mantener la cobertura de vacunación aunque “hay que recordar que, por fortuna, la población está muy concienciada del empleo de las vacunas infantiles, conocedora del impacto que este recurso tiene en la salud de los niños”.

A pesar de que el principal objetivo de la vacunación frente a neumococo son los niños menores de 5 años, el doctor Federico Martinón, durante el transcurso de la reunión, aludía al “uso que se está haciendo de la vacuna antineumocócica conjugada en niños de mayor edad en otros países de Europacuando presentan factores adicionales que implican un alto riesgo de esta enfermedad”.

Vacuna antineumocócica conjugada trecevalente
La vacuna antineumocócica conjugada trecevalente está indicada para la prevención de la enfermedad neumocócica invasiva, neumonía y otitis media aguda causadas por Streptococcus pneumoniae en lactantes y niños desde las seis semanas hasta los cinco años de edad. El esquema de vacunación recomendado en los niños que inician la vacunación entre las seis semanas y los seis meses de edad, es de tres dosis en primovacunación (a los 2, 4 y 6 meses), separadas por un intervalo mínimo de un mes y una dosis de refuerzo entre los 11 y 15 meses.

La Comisión Europea ha autorizado en octubre de 2011 el uso de la vacuna antineumocócica conjugada trecevalente para la prevención de la enfermedad neumocócica invasora en adultos de 50 o más años, estando disponible en España desde julio de 2012.

El riesgo a que retornen brotes de gripe aviar aumenta




El mundo corre el riesgo de que se repitan los desastrosos brotes de gripe aviar de 2006 a menos que la vigilancia y el control de ésta y otras peligrosas enfermedades animales se refuerce a nivel mundial, advirtió la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO).

“La prolongada crisis económica internacional significa que hay menos dinero disponible para la prevención de la gripe aviar H5N1 y otras amenazas de origen animal. Esto no sólo es realidad para las organizaciones internacionales, sino también para los propios países”, aseguró el jefe veterinario de la FAO, Juan Lubroth. “Aunque todo el mundo sabe que es mejor prevenir que curar, estoy preocupado porque en la actual coyuntura los gobiernos no son capaces de mantener la guardia”, añadió.

De acuerdo con la FAO, la existencia aún de importantes reservorios del virus H5N1 en algunos países de Asia y Oriente Medio, en los que la enfermedad se ha vuelto endémica, hace necesaria una vigilancia permanente. Sin los controles adecuados, podría fácilmente propagarse a nivel mundial como lo hizo en su momento álgido en 2006, cuando 63 países se vieron afectados. Por ello hacen un llamamiento para invertir más en la prevención rentable a nivel económico dado el enorme coste que supone una pandemia a gran escala.

Entre 2003 y 2011, la enfermedad causó la muerte u obligó a sacrificar más de 400 millones de pollos y patos domésticos y causó daños estimados en unos 14.650 millones de euros.

Al igual que diversas enfermedades animales, el H5N1 también puede transmitirse a los seres humanos. Entre 2003 y 2011, el virus infectó a más de 500 personas y mató a una cifra superior a 300, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

**Publicado en CONSALUD.ES

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