La Unión Europea recomienda a los Gobiernos de los Veintisiete que estudien la posibilidad de introducir el copago y la participación del sector privado para limitar el crecimiento excesivo del gasto sanitario y garantizar la sostenibilidad financiera de sus sistemas de salud, que se encuentran amenazados por el envejecimiento de la población y las restricciones en los presupuestos públicos en la mayoría de Estados miembros debido a la crisis económica.
Los Gobiernos deben "fomentar un uso rentable de la atención sanitaria, a través de incentivos adecuados incluidos sistemas de copago y de pago al proveedor, y en su caso a través de la participación de proveedores no públicos garantizando al mismo tiempo la protección de las personas más vulnerables", según se recoge en las conclusiones sobre los sistemas sanitarios europeos que aprobarán el próximo martes los ministros de Economía de la UE.
En España se ha barajado en varias ocasiones introducir el copago sanitario pero el Gobierno ha descartado esta medida en los diferentes planes de austeridad aprobados hasta ahora.
El Ecofin aconseja además a los países dar prioridad a "la prestación y el acceso a servicios sanitarios primarios para mejorar la salud general y reducir el uso innecesario de prestaciones de especialistas y hospitalarias".
También apuesta por mejorar la prevención y por "asegurar el uso rentable de los medicamentos mediante mejores prácticas de información, valoración y reembolso y de evaluación de la eficacia".
Los ministros de Economía creen que se debería "utilizar más sistemáticamente en los procesos de toma de decisiones una evaluación de las tecnologías sanitarias en cuanto a la eficacia, los costes y el impacto general de los tratamientos sanitarios".
"Las medidas introducidas en las últimas dos décadas dirigidas a mejorar la rentabilidad del dinero invertido y a limitar el crecimiento excesivo del gasto en atención sanitaria deberán reforzarse para lograr la consolidación de las finanzas públicas", señala el proyecto de conclusiones.
La UE alerta de que "en las próximas décadas, los Estados miembros tendrán que equilibrar la necesidad de proporcionar una atención sanitaria universal y una demanda cada vez mayor relacionada con una población en envejecimiento, el desarrollo tecnológico y las crecientes expectativas de los pacientes".
"Al mismo tiempo, la crisis financiera y económica ha conducido a un fuerte deterioro de las posiciones fiscales en la mayor parte de los países de la UE, haciendo necesarias importantes restricciones presupuestarias para reducir el elevado déficit y la tasa de endeudamiento a fin de situar las finanzas públicas en una senda sostenible", señala el Ecofin.
"Con ello aumenta la necesidad de evaluar el rendimiento de los sistemas sanitarios y de ejecutar reformas consistentes y necesarias para lograr tanto un uso más eficaz de los recursos públicos como una prestación de atención sanitaria de alta calidad", resalta el texto de conclusiones.
"En muchos países, parece haber margen para mejorar el estado de salud de la población sin incrementar el gasto sanitario. Obtener más rendimiento por el dinero invertido es por lo tanto crucial si los países quieren asegurar el acceso universal y la equidad en materia de salud, en condiciones de graves restricciones en los presupuestos públicos", afirma.
**Publicado en "La Vanguardia"
Diario digital con noticias de actualidad relacionadas con el mundo de la salud. Novedades, encuestas, estudios, informes, entrevistas. Con un sencillo lenguaje dirigido a todo el mundo. Y algunos consejos turísticos para pasarlo bien
Traductor
06 December 2010
A la caza del espermatozoide perfecto

Aunque resulte difícil de creer, la selección de los espermatoziodes para buscar un embarazo por medios artificiales es algo tan «sofisticado» como mirar por un microscopio y elegir «a ojo» el gameto que tenga mejor aspecto. La morfología y la movilidad son los principales criterios a la hora de escoger un espermatozoide e inyectarlo en el óvulo. La inyección intracitoplasmática (ICSI) ha desplazado a la Fecundación in Vitro (FIV) tradicional, en la que un grupo de espermatozides intenta fecundar el ovocito y sólo uno de ellos lo logra, es decir, como en una concepción natural pero en el laboratorio. Sin embargo, en aras de lograr la máxima eficacia en reproducción asistida, los especialistas buscan un método para elegir un espermatozoide con garantías de lograr un embrión viable y un futuro bebé.
La selección a criterio de la persona que observa a través del microscopio –una decisión subjetiva– puede tener los días contados si se confirma la efectividad de nuevos sistemas de selección. Desde hace un par de años, existe una prueba capaz de determinar qué porcentaje de espermatozoides de una muestra tienen el ADN fragmentado o defectuoso. Pero luego, tras este análisis, no es posible tomar los que estén sanos e inyectarlos en el óvulo. Pero llegan avances importantes. «Hemos desarrollado un método basado en la cromatina que puede incrementar la eficacia en un 40 o 50 por ciento en pacientes con unas posibilidades de éxito bajas. La idea es partir de unos anticuerpos que hay en la superficie del espermatozoide. Ponemos una muestra de esperma en torno a una barrera y unos se pegan a ella y otros no.
Al cotejar este resultado con la prueba de ADN se observa que los que se adhieren a esa barrera son lo que tenían su material genético dañado, y por tanto, los gametos a evitar», explica Rocío Núñez, directora del laboratorio de la clínica Tambre, que ha participado en el IV Simposio Internacional de Reproducción Asistida, organizado por la Fundación Tambre.Por su parte, Miriam Iglesias, directora del laboratorio de Reproducción Asistida del Hospital Quirón de Madrid, asegura que «más importante que la morfología o su movilidad son los genes, algo que no se ve bajo un microscopio. Con todo, han mejorado los sistemas para observar los espermatozoides. Hay una técnica denominada IMSI (Inyección Intracitoplasmática de Esperma Morfológicamente Seleccionado, por sus siglas en inglés) que permite ser más preciso a la hora de escoger el espermatozoide, pero siempre se guiará por su aspecto físico, lo que no tiene por qué ser determinante».
La selección a criterio de la persona que observa a través del microscopio –una decisión subjetiva– puede tener los días contados si se confirma la efectividad de nuevos sistemas de selección. Desde hace un par de años, existe una prueba capaz de determinar qué porcentaje de espermatozoides de una muestra tienen el ADN fragmentado o defectuoso. Pero luego, tras este análisis, no es posible tomar los que estén sanos e inyectarlos en el óvulo. Pero llegan avances importantes. «Hemos desarrollado un método basado en la cromatina que puede incrementar la eficacia en un 40 o 50 por ciento en pacientes con unas posibilidades de éxito bajas. La idea es partir de unos anticuerpos que hay en la superficie del espermatozoide. Ponemos una muestra de esperma en torno a una barrera y unos se pegan a ella y otros no.
Al cotejar este resultado con la prueba de ADN se observa que los que se adhieren a esa barrera son lo que tenían su material genético dañado, y por tanto, los gametos a evitar», explica Rocío Núñez, directora del laboratorio de la clínica Tambre, que ha participado en el IV Simposio Internacional de Reproducción Asistida, organizado por la Fundación Tambre.Por su parte, Miriam Iglesias, directora del laboratorio de Reproducción Asistida del Hospital Quirón de Madrid, asegura que «más importante que la morfología o su movilidad son los genes, algo que no se ve bajo un microscopio. Con todo, han mejorado los sistemas para observar los espermatozoides. Hay una técnica denominada IMSI (Inyección Intracitoplasmática de Esperma Morfológicamente Seleccionado, por sus siglas en inglés) que permite ser más preciso a la hora de escoger el espermatozoide, pero siempre se guiará por su aspecto físico, lo que no tiene por qué ser determinante».
-Más calidad
Las investigaciones más recientes arrojan otros resultados sorprendentes, «hemos confirmado que los espermatozoides seleccionados tras la segunda eyaculación son de mejor calidad seminal que en la primera, ya que hemos comprobado que la cantidad de ADN dañado en la segunda recogida puede llegar a ser cuatro veces inferior a la del primer eyaculado», afirma sobre sus investigaciones presentadas en esta reunión científica Jaime Gosálvez, catedrático de Genética de la Universidad Autónoma de Madrid.
**Publicado en "La Razón"
El hombre biónico se acerca

Desde que se emplearon los primeros clavos para soldar huesos rotos, el mundo se ha ido robotizando y el robot humanizando. Robot, prótesis biónicas, ingeniería genética, vida artificial y entornos virtuales, donde los avatares simulan el ser humano. "El cuerpo es el campo de batalla", afirmaba en 1989 la artista alemana Barbara Kruger.
"El cuerpo es el campo de batalla", afirmó en 1989 Barbara Kruger
Sus palabras las confirma el creativo Fredrik Hjelmqvist, presidente de la empresa cultural de Estocolmo Pause Ljud & Bild, que ha decidido convertirse en una tocadiscos andante. "No se trata solo de una estrategia publicitaria. Queremos demostrar que cuando se crean sistemas de sonido a medida del usuario todo es posible", asegura Henrik Adenskog, mano derecha de Hjelmqvist.
Hjelmqvist se ha tragado una píldora, de considerables dimensiones, que contiene el reproductor musical inalámbrico más pequeño del mundo, el GutPod, con wifi, receptor de radio FM, diminutos amplificadores y seis pilas de botón en miniatura.
Si se encuentra por la calle con Hjelmqvist tiene la posibilidad de escuchar la música que surge de su ombligo, gracias a una conexión con Spotify.
Hjelmqvist no tiene previsto fabricar el artefacto en serie, pero quien quiera adquirir un ejemplar puede encargarlo y recibirlo al cabo de tres o cuatro semanas, por 12.000 euros.
Si el Jukebox Humano (www.thehumanjukebox.se) oscila entre el proyecto artístico y publicitario, la propuesta del iraquí, afincado en Estados Unidos, Wafaa Bilal se sitúa en la problemática social. Para realizar su nueva instalación The 3rd I (www.3rdi.me), el tercer ojo o el tercer yo, Bilal, docente de la Universidad de Nueva York, se está haciendo implantar una minicámara detrás de su cabeza.
A partir del 15 de diciembre, esta cámara retransmitirá todo lo que pasa a espaldas del artista, captando cada minuto una imagen, que será proyectada en tiempo real en la exposición Told Untold Retold, organizada por el Museo de Arte Moderno de Doha en Qatar. "The 3rd I plantea una reflexión sobre la inaccesibilidad del tiempo y la dificultad de capturar memoria y experiencia. Queríamos implantar la cámara en la frente, pero debido a la polémica sobre el derecho a la intimidad de los alumnos, hemos preferido colocarla en la nuca", explica Mahdis Keshavarz, portavoz del profesor, que se recupera del posoperatorio.
La cámara en la cabeza es un clásico de la ciencia-ficción y de las películas de culto como La muerte en directo, de Bertrand Tavernier, donde estaba implantada en los ojos. En el ámbito comercial, el investigador William Gerwin, financiado por Kodak, está desarrollando un prototipo de microtelecámara, que se puede colocar en la cabeza sin intervención quirúrgica.
Bilal, que se dio a conocer por sus polémicas instalaciones interactivas, llegó a autosegregarse en la galería FlatFile de Chicago para convertirse durante un mes en una diana humana a disposición de un público que podía dispararle bolas de pinturas presencialmente o a través de la web. No es el único ni el primero que se ha atrevido a incrustar interfaces tecnológicas en su cuerpo.
El brasileño Eduardo Kac es pionero del arte electrónico y de la experimentación sobre la fusión entre hombre y máquina. En 1997, Kac se implantó en la pantorrilla un chip de memoria, de los que se utilizan para identificar los animales; desde entonces sigue en su cuerpo y, además de llevar en su interior una información no biológica, invita a reflexionar sobre el significado de memoria y privacidad.
El más atrevido ha sido el artista de origen australiano Stelarc, precursor de la convergencia entre lo biológico y lo tecnológico, que a lo largo de su carrera ha experimentado con diversas prótesis mecánicas e implantes biónicos.
Hace unos años el artista integró a su cuerpo un tercer brazo mecánico y más recientemente se ha hecho implantar en un brazo una tercera oreja, cultivada a partir de sus propias células para evitar problemas de rechazo. Dicha oreja posee propiedades que en un futuro próximo permitirán utilizarla como un terminal inalámbrico y, por ejemplo, contestar a llamadas telefónicas acercando el brazo a la cabeza. El debate está servido.
Sus palabras las confirma el creativo Fredrik Hjelmqvist, presidente de la empresa cultural de Estocolmo Pause Ljud & Bild, que ha decidido convertirse en una tocadiscos andante. "No se trata solo de una estrategia publicitaria. Queremos demostrar que cuando se crean sistemas de sonido a medida del usuario todo es posible", asegura Henrik Adenskog, mano derecha de Hjelmqvist.
Hjelmqvist se ha tragado una píldora, de considerables dimensiones, que contiene el reproductor musical inalámbrico más pequeño del mundo, el GutPod, con wifi, receptor de radio FM, diminutos amplificadores y seis pilas de botón en miniatura.
Si se encuentra por la calle con Hjelmqvist tiene la posibilidad de escuchar la música que surge de su ombligo, gracias a una conexión con Spotify.
Hjelmqvist no tiene previsto fabricar el artefacto en serie, pero quien quiera adquirir un ejemplar puede encargarlo y recibirlo al cabo de tres o cuatro semanas, por 12.000 euros.
Si el Jukebox Humano (www.thehumanjukebox.se) oscila entre el proyecto artístico y publicitario, la propuesta del iraquí, afincado en Estados Unidos, Wafaa Bilal se sitúa en la problemática social. Para realizar su nueva instalación The 3rd I (www.3rdi.me), el tercer ojo o el tercer yo, Bilal, docente de la Universidad de Nueva York, se está haciendo implantar una minicámara detrás de su cabeza.
A partir del 15 de diciembre, esta cámara retransmitirá todo lo que pasa a espaldas del artista, captando cada minuto una imagen, que será proyectada en tiempo real en la exposición Told Untold Retold, organizada por el Museo de Arte Moderno de Doha en Qatar. "The 3rd I plantea una reflexión sobre la inaccesibilidad del tiempo y la dificultad de capturar memoria y experiencia. Queríamos implantar la cámara en la frente, pero debido a la polémica sobre el derecho a la intimidad de los alumnos, hemos preferido colocarla en la nuca", explica Mahdis Keshavarz, portavoz del profesor, que se recupera del posoperatorio.
La cámara en la cabeza es un clásico de la ciencia-ficción y de las películas de culto como La muerte en directo, de Bertrand Tavernier, donde estaba implantada en los ojos. En el ámbito comercial, el investigador William Gerwin, financiado por Kodak, está desarrollando un prototipo de microtelecámara, que se puede colocar en la cabeza sin intervención quirúrgica.
Bilal, que se dio a conocer por sus polémicas instalaciones interactivas, llegó a autosegregarse en la galería FlatFile de Chicago para convertirse durante un mes en una diana humana a disposición de un público que podía dispararle bolas de pinturas presencialmente o a través de la web. No es el único ni el primero que se ha atrevido a incrustar interfaces tecnológicas en su cuerpo.
El brasileño Eduardo Kac es pionero del arte electrónico y de la experimentación sobre la fusión entre hombre y máquina. En 1997, Kac se implantó en la pantorrilla un chip de memoria, de los que se utilizan para identificar los animales; desde entonces sigue en su cuerpo y, además de llevar en su interior una información no biológica, invita a reflexionar sobre el significado de memoria y privacidad.
El más atrevido ha sido el artista de origen australiano Stelarc, precursor de la convergencia entre lo biológico y lo tecnológico, que a lo largo de su carrera ha experimentado con diversas prótesis mecánicas e implantes biónicos.
Hace unos años el artista integró a su cuerpo un tercer brazo mecánico y más recientemente se ha hecho implantar en un brazo una tercera oreja, cultivada a partir de sus propias células para evitar problemas de rechazo. Dicha oreja posee propiedades que en un futuro próximo permitirán utilizarla como un terminal inalámbrico y, por ejemplo, contestar a llamadas telefónicas acercando el brazo a la cabeza. El debate está servido.
**Publicado en "El Pais"
La artritis no es solo un dolor de huesos

La gente oye artritis y cree que te duelen los huesos. Y, la verdad, duelen. Pero la artritis reumatoide, una enfermedad del sistema inmunológico que puede causar discapacidades graves, es mucho más que eso. El desconocimiento generalizado de este problema hace que los pacientes se enfrenten a situaciones hirientes y absurdas. Sus jefes sospechan de sus prolongadas bajas, la gente se extraña de que no usen las escaleras o no abran nunca una puerta. No es que no quieran, es que no pueden. Así es realmente la artritis, y eso cuando no hay brotes. "La gente piensa que esta enfermedad no es grave, y eso es mentira", advierte Emilio Martín Mora, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario La Paz de Madrid.
Los pacientes, claro, son quienes mejor lo saben. "La gente cree que sólo afecta a los huesos, pero también daña órganos vitales. A veces te mueres de esto, y las aseguradoras lo saben bien", comenta Ana Vázquez, 41 años, presidenta de la Liga Reumatológica Gallega. "La sociedad no está preparada", lamenta su compañera Isabel Rivero, presidenta de la Asociación de Personas con Enfermedades Reumáticas de Guadalajara.
Isabel y Ana padecen artritis reumatoide desde niñas, pero hace sólo unas pocas décadas no era fácil diagnosticar esta enfermedad a la primera. Los médicos no sabían qué tenían delante, y a veces echaban balones fuera.
Los pacientes, claro, son quienes mejor lo saben. "La gente cree que sólo afecta a los huesos, pero también daña órganos vitales. A veces te mueres de esto, y las aseguradoras lo saben bien", comenta Ana Vázquez, 41 años, presidenta de la Liga Reumatológica Gallega. "La sociedad no está preparada", lamenta su compañera Isabel Rivero, presidenta de la Asociación de Personas con Enfermedades Reumáticas de Guadalajara.
Isabel y Ana padecen artritis reumatoide desde niñas, pero hace sólo unas pocas décadas no era fácil diagnosticar esta enfermedad a la primera. Los médicos no sabían qué tenían delante, y a veces echaban balones fuera.
-Descartar otras opciones
"Hacía muchas actividades: judo, baile regional... Al principio los pediatras achacaban los dolores a la actividad física y el crecimiento", recuerda Ana. Tras un diagnóstico diferencial, y sólo después de descartar otras opciones como la meningitis y la leucemia, los galenos dieron finalmente con la solución: artritis reumatoide. Su madre comenzó a insistirle entonces para que estudiara más. "Así, cuando no pudiera valerme, sería lo que me serviría, me decía. Y es verdad, cada vez trabajo menos con el cuerpo y más con la cabeza".
Con Isabel tardaron aún más en afinar con el diagnóstico. De hecho, no lo hicieron hasta que ya era adulta, pero hay algo que no encaja. "Creo que lo tengo desde chiquitita. Me diagnosticaban un esguince, pero se notaba que había algo raro. En vez de curarse en 15 días, tardaba tres o cuatro meses, y con fuertes dolores", recuerda. Acabó discutiendo con los médicos, exigiéndoles que le dijeran cosas "con lógica".
Ella sabía que no podría ser fibromialgia, ni tendinitis, afección ésta de la que ha sido operada tres veces... sin padecerla. Tras insistir y pasar por montones de pruebas, le diagnosticaron polirreumatitis. Y, a los pocos meses, también espondilitis anquilosante, otra enfermedad autoinmune. "Me ha tocado el lote", bromea Isabel, quien reconoce que su situación le ha enseñado a desarrollar cierto humor negro. "No me gusta dar pena, pero la sociedad no está preparada. Cuando vas en silla de ruedas, no te miran a ti, miran a la silla, como si ella les fuera a responder".
"Hacía muchas actividades: judo, baile regional... Al principio los pediatras achacaban los dolores a la actividad física y el crecimiento", recuerda Ana. Tras un diagnóstico diferencial, y sólo después de descartar otras opciones como la meningitis y la leucemia, los galenos dieron finalmente con la solución: artritis reumatoide. Su madre comenzó a insistirle entonces para que estudiara más. "Así, cuando no pudiera valerme, sería lo que me serviría, me decía. Y es verdad, cada vez trabajo menos con el cuerpo y más con la cabeza".
Con Isabel tardaron aún más en afinar con el diagnóstico. De hecho, no lo hicieron hasta que ya era adulta, pero hay algo que no encaja. "Creo que lo tengo desde chiquitita. Me diagnosticaban un esguince, pero se notaba que había algo raro. En vez de curarse en 15 días, tardaba tres o cuatro meses, y con fuertes dolores", recuerda. Acabó discutiendo con los médicos, exigiéndoles que le dijeran cosas "con lógica".
Ella sabía que no podría ser fibromialgia, ni tendinitis, afección ésta de la que ha sido operada tres veces... sin padecerla. Tras insistir y pasar por montones de pruebas, le diagnosticaron polirreumatitis. Y, a los pocos meses, también espondilitis anquilosante, otra enfermedad autoinmune. "Me ha tocado el lote", bromea Isabel, quien reconoce que su situación le ha enseñado a desarrollar cierto humor negro. "No me gusta dar pena, pero la sociedad no está preparada. Cuando vas en silla de ruedas, no te miran a ti, miran a la silla, como si ella les fuera a responder".
-Enfermedad y trabajo
Tanto Ana como Isabel tienen empleo. Pero no siempre es fácil compatibilizar enfermedad y trabajo. Cuando no hay deformidades en los huesos y los síntomas no son visibles, las bajas prolongadas levantan suspicacias. "Para los empresarios es un acto de fe: al principio la enfermedad no es visible. Lo que dicen es: '¿Me tengo que creer eso? ¿Hasta cuándo?", comenta Ana. "Los empresarios deberían informarse sobre qué son estas enfermedades y qué se puede hacer", apunta Isabel.
Ambas reciben ahora tratamiento génico, y dicen sentirse mejor. Lo que significa que tienen menos brotes, picos de la enfermedad que incapacitan casi por completo, durante meses. El dolor, en cambio, sigue ahí, pero están tan acostumbradas que casi ni lo sienten. A veces, al despertar, lo notan en los dientes, porque han pasado la noche con la mandíbula apretada. Algo pasa en su organismo que ellas han aprendido a soportar aunque a los demás nos dejaría sin sentido.
Afortunadamente, los tratamientos han mejorado enormemente. "La gente joven que está recibiendo un buen tratamiento no van a llegar a estar como nosotras", señalan. "No tiene nada que ver la evolución de los pacientes con la de los de hace 15 años", confirma Martín Mora. Pero, para lograrlo, "lo más importante es el diagnóstico precoz", advierte este experto
Tanto Ana como Isabel tienen empleo. Pero no siempre es fácil compatibilizar enfermedad y trabajo. Cuando no hay deformidades en los huesos y los síntomas no son visibles, las bajas prolongadas levantan suspicacias. "Para los empresarios es un acto de fe: al principio la enfermedad no es visible. Lo que dicen es: '¿Me tengo que creer eso? ¿Hasta cuándo?", comenta Ana. "Los empresarios deberían informarse sobre qué son estas enfermedades y qué se puede hacer", apunta Isabel.
Ambas reciben ahora tratamiento génico, y dicen sentirse mejor. Lo que significa que tienen menos brotes, picos de la enfermedad que incapacitan casi por completo, durante meses. El dolor, en cambio, sigue ahí, pero están tan acostumbradas que casi ni lo sienten. A veces, al despertar, lo notan en los dientes, porque han pasado la noche con la mandíbula apretada. Algo pasa en su organismo que ellas han aprendido a soportar aunque a los demás nos dejaría sin sentido.
Afortunadamente, los tratamientos han mejorado enormemente. "La gente joven que está recibiendo un buen tratamiento no van a llegar a estar como nosotras", señalan. "No tiene nada que ver la evolución de los pacientes con la de los de hace 15 años", confirma Martín Mora. Pero, para lograrlo, "lo más importante es el diagnóstico precoz", advierte este experto
**Publicado en "El Mundo"
Según un informe también contamina la anestesia
Tal vez tumbado en el quirófano, uno no está para pensar en el medio ambiente, pero a lo mejor sí le gustaría saber que los gases que emplean los anestesistas para dormirle también son contaminantes para el medio ambiente. Un estudio ha calculado que la contaminación anual generada por todos los quirófanos del mundo es equivalente a la que emiten un millón de coches.
A Mads Andersen, investigador de la NASA, se le ocurrió estudiar la cuestión durante el parto de su esposa. "El anestesista me dijo que el gas empleado era un tipo de compuesto halogenado, la misma familia que estaba acabando con la capa de ozono en la década de los ochenta", explica el autor del nuevo trabajo, publicado en 'British Journal of Anesthesia' en colaboración con Ole John Nielsen, profesor de Química Atmosférica de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
Los tres gases empleados en anestesia que analizaron en el laboratorio atmosférico de Andersen, cerca de Detroit (EEUU), fueron isoflurano, desflurano y sevoflurano (que se administran al paciente a través de un sistema que combina estos gases con otro gas 'conductor' como el oxígeno o el óxido nítrico).
Y aunque la cantidad de cada uno de ellos que se requiere para un simple procedimiento quirúrgico no es muy elevada en sí misma, cuando se suman todas las anestesias que se realizan en el mundo cada año, las emisiones de CO2 se multiplican. Hasta tal punto que calcula que un kilo de desflurano pude emitir a la atmósfera hasta 1.620 kilos de CO2 en una proyección a cien años, según sus cálculos.
Las emisiones de los otros dos gases resultaron ser algo inferiores (210 para el isoflurano y 510 kilos en el caso del sevoflurano), por lo que los investigadores aconsejan a los especialistas que, a igualdad de resultados y efectos secundarios dentro del quirófano, opten por la anestesia menos contaminante de cara al exterior.
A pesar de estos datos, como recuerda en un editorial en la misma revista K. Shine, la contribución de la anestesia al calentamiento global es muy reducida (alrededor del 0,02% del total); se trata sólo, destaca, "de elegir cuál de los anestésicos es más respetuosa con el medio ambiente".
**publicado en "El Mundo"
A Mads Andersen, investigador de la NASA, se le ocurrió estudiar la cuestión durante el parto de su esposa. "El anestesista me dijo que el gas empleado era un tipo de compuesto halogenado, la misma familia que estaba acabando con la capa de ozono en la década de los ochenta", explica el autor del nuevo trabajo, publicado en 'British Journal of Anesthesia' en colaboración con Ole John Nielsen, profesor de Química Atmosférica de la Universidad de Copenhague (Dinamarca).
Los tres gases empleados en anestesia que analizaron en el laboratorio atmosférico de Andersen, cerca de Detroit (EEUU), fueron isoflurano, desflurano y sevoflurano (que se administran al paciente a través de un sistema que combina estos gases con otro gas 'conductor' como el oxígeno o el óxido nítrico).
Y aunque la cantidad de cada uno de ellos que se requiere para un simple procedimiento quirúrgico no es muy elevada en sí misma, cuando se suman todas las anestesias que se realizan en el mundo cada año, las emisiones de CO2 se multiplican. Hasta tal punto que calcula que un kilo de desflurano pude emitir a la atmósfera hasta 1.620 kilos de CO2 en una proyección a cien años, según sus cálculos.
Las emisiones de los otros dos gases resultaron ser algo inferiores (210 para el isoflurano y 510 kilos en el caso del sevoflurano), por lo que los investigadores aconsejan a los especialistas que, a igualdad de resultados y efectos secundarios dentro del quirófano, opten por la anestesia menos contaminante de cara al exterior.
A pesar de estos datos, como recuerda en un editorial en la misma revista K. Shine, la contribución de la anestesia al calentamiento global es muy reducida (alrededor del 0,02% del total); se trata sólo, destaca, "de elegir cuál de los anestésicos es más respetuosa con el medio ambiente".
**publicado en "El Mundo"
La calidad del esperma español lidera Europa

El esperma de los españoles es de los mejores de Europa en cuanto a calidad y cantidad, según revela un estudio que se publicará próximamente en la revista 'International Journal of Andrology'. El análisis del semen de casi 300 hombres de la provincia de Almería confirma lo que los expertos en la materia vienen observando desde hace años: los hombres de los países del sur de Europa tienen unos espermatozoides más sanos que los de naciones del norte como Dinamarca o Noruega.
Pero este dato alentador no debe llevar a la complacencia, tal y como advierte uno de los responsables de la investigación, Nicolás Olea, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada. Precisamente, este experto ha participado en la elaboración de un informe que acaba de difundir la Fundación Europa de la Ciencia (ESF, sus siglas en inglés), que da cuenta del progresivo deterioro de la salud reproductiva de los hombres. Los españoles estamos mejor en comparación con otros países, pero la situación también está empeorando dentro de nuestras fronteras.
Las repercusiones de este declive van más allá del terreno de la reproducción. "Una de las principales novedades que aporta el documento es que alerta de las consecuencias para la salud general del varón", comenta Olea. La clave se encuentra en la principal hormona masculina, cuyo papel no se limita a la esfera sexual. Se ha observado que los jóvenes de hoy en día tienen niveles más bajos de testosterona, lo que incrementa su riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Las causas del drástico empeoramiento de la salud reproductiva de los varones no están del todo claras, pero hay cada vez más pistas. El informe de la ESF describe varios factores genéticos que están vinculados a una peor calidad de los espermatozoides, pero los expertos creen que el estilo de vida es el elemento determinante. El declive de la fertilidad se ha producido de una forma demasiado rápida como para achacarlo a los genes.
Una alimentación deficiente, el incremento de la obesidad y el aumento del consumo de tabaco y alcohol son algunos de los enemigos de la salud seminal. El grupo de Olea presta especial atención a las sustancias químicas que son capaces de interferir en la formación de los órganos sexuales. Dichos compuestos, como el bisfenol-A, los ftalatos o los parabenos, se encuentran en múltiples bienes de consumo de nuestro entorno cotidiano: en envoltorios de comida, en champús, en biberones...
"Nuestra hipótesis de trabajo es que la exposición del feto a estos contaminantes químicos puede aumentar el riesgo de malformaciones de los genitales, cáncer de testículos y mala calidad del semen cuando se alcanza la edad adulta", precisa el experto. "Y lo peor es que el mayor peligro se produce durante los primeros días o semanas de la gestación, cuando la futura madre no es consciente de que está embarazada porque ni siquiera ha tenido la primera falta", añade.
Pero este dato alentador no debe llevar a la complacencia, tal y como advierte uno de los responsables de la investigación, Nicolás Olea, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada. Precisamente, este experto ha participado en la elaboración de un informe que acaba de difundir la Fundación Europa de la Ciencia (ESF, sus siglas en inglés), que da cuenta del progresivo deterioro de la salud reproductiva de los hombres. Los españoles estamos mejor en comparación con otros países, pero la situación también está empeorando dentro de nuestras fronteras.
Las repercusiones de este declive van más allá del terreno de la reproducción. "Una de las principales novedades que aporta el documento es que alerta de las consecuencias para la salud general del varón", comenta Olea. La clave se encuentra en la principal hormona masculina, cuyo papel no se limita a la esfera sexual. Se ha observado que los jóvenes de hoy en día tienen niveles más bajos de testosterona, lo que incrementa su riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Las causas del drástico empeoramiento de la salud reproductiva de los varones no están del todo claras, pero hay cada vez más pistas. El informe de la ESF describe varios factores genéticos que están vinculados a una peor calidad de los espermatozoides, pero los expertos creen que el estilo de vida es el elemento determinante. El declive de la fertilidad se ha producido de una forma demasiado rápida como para achacarlo a los genes.
Una alimentación deficiente, el incremento de la obesidad y el aumento del consumo de tabaco y alcohol son algunos de los enemigos de la salud seminal. El grupo de Olea presta especial atención a las sustancias químicas que son capaces de interferir en la formación de los órganos sexuales. Dichos compuestos, como el bisfenol-A, los ftalatos o los parabenos, se encuentran en múltiples bienes de consumo de nuestro entorno cotidiano: en envoltorios de comida, en champús, en biberones...
"Nuestra hipótesis de trabajo es que la exposición del feto a estos contaminantes químicos puede aumentar el riesgo de malformaciones de los genitales, cáncer de testículos y mala calidad del semen cuando se alcanza la edad adulta", precisa el experto. "Y lo peor es que el mayor peligro se produce durante los primeros días o semanas de la gestación, cuando la futura madre no es consciente de que está embarazada porque ni siquiera ha tenido la primera falta", añade.
-La alimentación
Otro equipo de investigación español, al que pertenece Jaime Mendiola, del Grupo de Salud Pública y Epidemiología de la Universidad de Murcia, ha llevado a cabo varios estudios que muestran la estrecha relación entre lo que come un hombre y la calidad de su esperma. "Hemos visto que los varones con mejor semen comen más frutas y verduras, es decir, alimentos con más antioxidantes", explica. Este tipo de nutrientes contraresta el estrés oxidativo, relacionado con el envejecimiento y el buen funcionamiento del esperma, entre otras cuestiones.
También se ha constatado que los obesos tienen un peor semen, pero aún no está clara la relación causa-efecto. Puede ser que el exceso de peso incida sobre los niveles de testosterona y, consecuentemente, sobre la salud reproductiva. Pero también podría ser al revés, de forma que los bajos niveles de la hormona masculina incidirían en la ganancia de peso.
Los firmantes del informe europeo creen que ha llegado el momento de tomar cartas en el asunto y adoptar medidas preventivas. La tarea no es nada fácil. La edad idónea para quedarse embarazada se sitúa antes de los 25 años... desde el punto de vista fisiológico, claro está. La realidad social marca otro ritmo. Las circunstancias adversas se acumulan: a la disminución de la fertilidad femenina, debida al retraso de la maternidad, se añade la caída de la calidad y cantidad del esperma.
Otro equipo de investigación español, al que pertenece Jaime Mendiola, del Grupo de Salud Pública y Epidemiología de la Universidad de Murcia, ha llevado a cabo varios estudios que muestran la estrecha relación entre lo que come un hombre y la calidad de su esperma. "Hemos visto que los varones con mejor semen comen más frutas y verduras, es decir, alimentos con más antioxidantes", explica. Este tipo de nutrientes contraresta el estrés oxidativo, relacionado con el envejecimiento y el buen funcionamiento del esperma, entre otras cuestiones.
También se ha constatado que los obesos tienen un peor semen, pero aún no está clara la relación causa-efecto. Puede ser que el exceso de peso incida sobre los niveles de testosterona y, consecuentemente, sobre la salud reproductiva. Pero también podría ser al revés, de forma que los bajos niveles de la hormona masculina incidirían en la ganancia de peso.
Los firmantes del informe europeo creen que ha llegado el momento de tomar cartas en el asunto y adoptar medidas preventivas. La tarea no es nada fácil. La edad idónea para quedarse embarazada se sitúa antes de los 25 años... desde el punto de vista fisiológico, claro está. La realidad social marca otro ritmo. Las circunstancias adversas se acumulan: a la disminución de la fertilidad femenina, debida al retraso de la maternidad, se añade la caída de la calidad y cantidad del esperma.
**Publicado en "El Mundo"
Cómo soportar el desempleo sin deprimirse

El suicidio de un padre de familia que, tras haber sido desahuciado, decidió ahorcarse la semana pasada en un parque de Barcelona, es de esas gotas que colman el vaso. Aunque, afortunadamente, casos tan extremos como éste son los menos, sí que ponen en evidencia el tremendo impacto que tiene la actual crisis económica no sólo en los bolsillos de los ciudadanos sino también sobre su salud mental.
"Los estudios observacionales indican que las personas desempleadas cuentan con un riesgo de suicidio entre dos y tres veces mayor", indica un documento publicado el año pasado en 'The British Medical Journal'. Sin embargo, esta relación, como aclara José Luis Ayuso, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid, "no es directa", depende de factores como la personalidad (con su influencia genética y ambiental) y la cobertura social de cada país.
"En Psicología, cualquier pérdida (como la del trabajo) conlleva un duelo. Ante esto, hay personas que desarrollan trastornos adaptativos (no tanto patológicos) como ansiedad, estrés o depresión", declara Iñaki Eguiluz, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital de Cruces (Bilbao). Estos síntomas son los más comunes y muy pocas veces son sinónimo de suicidio. "Los casos más extremos van acompañados de trastornos de la personalidad previos, que no habían dado la cara hasta entonces, o de un cuadro clínico de depresión. Además, suelen ser personas que no toleran la frustración que les provoca esta situación de crisis", aclara este profesor de la Universidad del País Vasco.
Junto con las características personales, las estructuras sociales en las que se mueve cada sujeto marcan mucho su comportamiento. Como explica el doctor Ayuso, que también es miembro del Instituto de Investigaciones Sanitarias del Hospital de la Princesa (Madrid), para afrontar la crisis son esenciales "los programas de protección, que ayudan al desempleo o que intentan favorecer la incorporación al trabajo". La existencia de una cobertura sanitaria universal también resulta básica. Pero es algo que no ocurre en todos los países, como es el caso de Estados Unidos, donde a la tragedia de quedarse en paro se suma la de perder el seguro médico.
"Los estudios observacionales indican que las personas desempleadas cuentan con un riesgo de suicidio entre dos y tres veces mayor", indica un documento publicado el año pasado en 'The British Medical Journal'. Sin embargo, esta relación, como aclara José Luis Ayuso, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid, "no es directa", depende de factores como la personalidad (con su influencia genética y ambiental) y la cobertura social de cada país.
"En Psicología, cualquier pérdida (como la del trabajo) conlleva un duelo. Ante esto, hay personas que desarrollan trastornos adaptativos (no tanto patológicos) como ansiedad, estrés o depresión", declara Iñaki Eguiluz, jefe del servicio de Psiquiatría del Hospital de Cruces (Bilbao). Estos síntomas son los más comunes y muy pocas veces son sinónimo de suicidio. "Los casos más extremos van acompañados de trastornos de la personalidad previos, que no habían dado la cara hasta entonces, o de un cuadro clínico de depresión. Además, suelen ser personas que no toleran la frustración que les provoca esta situación de crisis", aclara este profesor de la Universidad del País Vasco.
Junto con las características personales, las estructuras sociales en las que se mueve cada sujeto marcan mucho su comportamiento. Como explica el doctor Ayuso, que también es miembro del Instituto de Investigaciones Sanitarias del Hospital de la Princesa (Madrid), para afrontar la crisis son esenciales "los programas de protección, que ayudan al desempleo o que intentan favorecer la incorporación al trabajo". La existencia de una cobertura sanitaria universal también resulta básica. Pero es algo que no ocurre en todos los países, como es el caso de Estados Unidos, donde a la tragedia de quedarse en paro se suma la de perder el seguro médico.
-Consejos
Ante una situación de estrés, como lo es perder el trabajo, Eguiluz aconseja mantener la serenidad, ya que "como todo duelo, se puede salir, y hay que hacerlo".
Por si eso no fuera suficiente, en España juega a nuestro favor la alta sociabilidad que nos caracteriza. Las relaciones personales o los vínculos familiares –cada vez más debilitados, todo sea dicho– pueden ayudar. Lo contrario sucede con el aislamiento, que agudiza la sensación de soledad. "Llevar una vida ordenada y contar con la familia o los amigos son factores muy estabilizadores", recalca el psiquiatra vasco.
Dentro de estas estructuras sociales, la religión también puede cumplir un papel protector, "al promover creencias que reafirman la vida", según los autores de un estudio aparecido en 'Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology'. Todo ello, sin olvidar el apoyo profesional.
"La gente no suele buscar este tipo de ayuda. Casi el 50% de las personas con depresión está sin diagnosticar", matiza José Luis Ayuso.
Ante una situación de estrés, como lo es perder el trabajo, Eguiluz aconseja mantener la serenidad, ya que "como todo duelo, se puede salir, y hay que hacerlo".
Por si eso no fuera suficiente, en España juega a nuestro favor la alta sociabilidad que nos caracteriza. Las relaciones personales o los vínculos familiares –cada vez más debilitados, todo sea dicho– pueden ayudar. Lo contrario sucede con el aislamiento, que agudiza la sensación de soledad. "Llevar una vida ordenada y contar con la familia o los amigos son factores muy estabilizadores", recalca el psiquiatra vasco.
Dentro de estas estructuras sociales, la religión también puede cumplir un papel protector, "al promover creencias que reafirman la vida", según los autores de un estudio aparecido en 'Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology'. Todo ello, sin olvidar el apoyo profesional.
"La gente no suele buscar este tipo de ayuda. Casi el 50% de las personas con depresión está sin diagnosticar", matiza José Luis Ayuso.
**Publicado en "El Mundo"
Subscribe to:
Comments (Atom)
CONTACTO · Aviso Legal · Política de Privacidad · Política de Cookies
Copyright © Noticia de Salud