Es actualmente la cuarta causa de discapacidad en el mundo, pero las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que para el año 2020 ya estará situada en segundo lugar. La depresión, que afecta a 121 millones de personas y es responsable de 850.000 muertes anuales, se extiende por todos los países sin excepción y se ha convertido en un gran problema de salud pública. Pero ¿son diferentes los factores que la desencadenan según la zona geográfica y el nivel de ingresos? Esto es lo que trata de averiguar el proyecto de Salud Mental de la OMS, en colaboración con 20 centros internacionales, entre ellos dos españoles.
Aunque la respuesta es difícil, porque son muchos los aspectos que influyen en esta enfermedad, los datos procedentes de una investigación que han llevado a cabo en 18 países con distintos niveles de renta y con la participación de 89.037 ciudadanos, permiten extraer algunas conclusiones. Por ejemplo, que a diferencia de lo que pensaban los autores antes de iniciar dicho trabajo, la depresión, en líneas generales, es más común en los países ricos que en los pobres. Así, el 15% de la población de los lugares de altos ingresos tenía riesgo de desarrollar un cuadro depresivo a lo largo de sus vidas, frente al 11% de los habitantes de los países con menos dinero.
El estudio, que se publica en la revista 'BMC Medicine', se hizo mediante entrevistas cara a cara en 10 países de renta alta: Bélgica, Francia, Alemania, Italia, España, Holanda, Israel, Estados Unidos, Japón y Nueva Zelanda y en ocho de renta baja (según los criterios del Banco Mundial): Brasil, Colombia, la India, China, Líbano, México, Sudáfrica y Ucrania. A quienes afirmaron tener cinco de los siguientes criterios -tristeza, pérdida de interés, falta de placer, sentimientos de culpa, poca autoestima, problemas para conciliar el sueño, falta de apetito, poca energía y falta de concentración- y reconocieron que los llevaban padeciendo más de dos semanas se les diagnosticó un episodio de depresión agudo momentáneo. La incidencia de este cuadro también fue mayor en los países ricos (28%) que en los pobres (20%).
Dentro de las zonas de rentas altas, la edad media para sufrir una depresión ronda los 26 años. Sin embargo, en el caso de España el trastorno suele aparecer más tarde, sobre los 30, mientras que en EEUU los afectados son más jóvenes (22 años). En el otro grupo de países, China es la que cuenta con pacientes más pequeños (18 años) y la India con los más mayores (31,9 años). En cuanto a la discapacidad que produce la depresión, España registra una de las tasas más altas, pues los pacientes españoles afectados por síntomas depresivos tienen hasta siete veces más riesgo de sufrir limitaciones en su vida diaria que quienes no padecen el trastorno. Una situación similar a la que se vive en Italia, Brasil y México.
-Estado civil y género
Pero además de analizar cómo afecta el lugar donde se viva a esta enfermedad, los investigadores estudiaron otros factores sociodemográficos y culturales. Así lo señala la profesora Evelyn Bromet, de la Universidad de Stony Brooks de Nueva York y una de las autoras del estudio, quien considera que, más allá de las cifras, "el trabajo ha servido para corroborar que el estado civil y el género, entre otros aspectos, están íntimamente ligados con el riesgo de sufrir esta enfermedad". Los datos confirman, por ejemplo, que las mujeres tienen el doble de posibilidades de deprimirse que los hombres. "Esta realidad se observó en 15 de los 18 países estudiados. Y, en tres excepciones, Bélgica, Alemania y China, el riesgo de las mujeres no llegaba a duplicar el de ellos, pero sí que era más alto", explican los autores.
El estado civil también juega un papel importante en el trastorno. Estar separado o divorciado aumenta el riesgo de sufrir un cuadro depresivo agudo en 12 países, mientras que ser viudo o viuda tiene menos influencia en general, salvo en Ucrania, donde las mujeres que han perdido a un marido tienen ocho veces más posibilidades de caer en el trastorno. En los países ricos, estar separado o soltero es la situación que más depresión crea mientras que en los países de bajos ingresos es el divorcio o la viudez. Las diferencias económicas entre los ciudadanos de un mismo país y el nivel de educación también influyen.
"Nuestro resultados indican que la depresión es un importante problema de salud pública y una causa frecuente de discapacidad a la que debemos poner remedio. Lo más sorprendente de todo es ver que los países ricos, con mejores indicadores sanitarios, son los que registran más casos de esta enfermedad", concluye Bromet.
**Publicado en "EL MUNDO"
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27 July 2011
Increased risk of Parkinson's disease in methamphetamine users, CAMH study finds
People who abused methamphetamine or other amphetamine-like stimulants were more likely to develop Parkinson's disease than those who did not, in a new study from the Centre for Addiction and Mental Health (CAMH). The researchers examined almost 300,000 hospital records from California covering 16 years. Patients admitted to hospital for methamphetamine or amphetamine-use disorders had a 76 per cent higher risk of developing Parkinson's disease compared to those with no disorder.
Globally, methamphetamine and similar stimulants are the second most commonly used class of illicit drugs.
"This study provides evidence of this association for the first time, even though it has been suspected for 30 years," said lead researcher Dr. Russell Callaghan, a scientist with CAMH. Parkinson's disease is caused by a deficiency in the brain's ability to produce a chemical called dopamine. Because animal studies have shown that methamphetamine damages dopamine-producing areas in the brain, scientists have worried that the same might happen in humans.
It has been a challenge to establish this link, because Parkinson's disease develops in middle and old age, and it is necessary to track a large number of people with methamphetamine addiction over a long time span.
The CAMH team took an innovative approach by examining hospital records from California – a state in which methamphetamine use is prevalent – from 1990 up to 2005. In total, 40,472 people, at least 30 years of age, had been hospitalized due to a methamphetamine- or amphetamine-use disorder during this period.
These patients were compared to two groups: 207,831 people admitted for appendicitis with no diagnosis of any type of addiction, and 35,335 diagnosed with cocaine use disorders. A diagnosis of Parkinson's disease was identified from hospital records or death certificates. Only the methamphetamine group had an increased risk of developing Parkinson's disease.
While the appendicitis group served as a comparison to the general population, the cocaine group was selected for two reasons. Because cocaine is another type of stimulant that affects dopamine, this group could be used to determine whether the risk was specific to methamphetamine stimulants. Cocaine users also served as a control group to account for the health effects or lifestyle factors associated with dependence on an illicit drug.
"It is important for the public to know that our findings do not apply to patients who take amphetamines for medical purposes, such as attention deficit hyperactivity disorder (ADHD), since these patients use much lower doses of amphetamines than those taken by patients in our study," said Dr. Stephen Kish, a CAMH scientist and co-author.
To put the study findings into numbers, if 10,000 people with methamphetamine dependence were followed over 10 years, 21 would develop Parkinson's, compared with 12 people out of 10,000 from the general population. "It is also possible that our findings may underestimate the risk because in California, methamphetamine users may have had less access to health-care insurance and consequently to medical care," said Dr. Callaghan.
The current project is significant because it is one of the few studies examining the long-term association between methamphetamine use and the development of a major brain disorder. "Given that methamphetamine and other amphetamine stimulants are the second most widely used illicit drugs in the world, the current study will help us anticipate the full long-term medical consequences of such problematic drug use," said Dr. Callaghan.
**Source: Centre for Addiction and Mental Health
Globally, methamphetamine and similar stimulants are the second most commonly used class of illicit drugs.
"This study provides evidence of this association for the first time, even though it has been suspected for 30 years," said lead researcher Dr. Russell Callaghan, a scientist with CAMH. Parkinson's disease is caused by a deficiency in the brain's ability to produce a chemical called dopamine. Because animal studies have shown that methamphetamine damages dopamine-producing areas in the brain, scientists have worried that the same might happen in humans.
It has been a challenge to establish this link, because Parkinson's disease develops in middle and old age, and it is necessary to track a large number of people with methamphetamine addiction over a long time span.
The CAMH team took an innovative approach by examining hospital records from California – a state in which methamphetamine use is prevalent – from 1990 up to 2005. In total, 40,472 people, at least 30 years of age, had been hospitalized due to a methamphetamine- or amphetamine-use disorder during this period.
These patients were compared to two groups: 207,831 people admitted for appendicitis with no diagnosis of any type of addiction, and 35,335 diagnosed with cocaine use disorders. A diagnosis of Parkinson's disease was identified from hospital records or death certificates. Only the methamphetamine group had an increased risk of developing Parkinson's disease.
While the appendicitis group served as a comparison to the general population, the cocaine group was selected for two reasons. Because cocaine is another type of stimulant that affects dopamine, this group could be used to determine whether the risk was specific to methamphetamine stimulants. Cocaine users also served as a control group to account for the health effects or lifestyle factors associated with dependence on an illicit drug.
"It is important for the public to know that our findings do not apply to patients who take amphetamines for medical purposes, such as attention deficit hyperactivity disorder (ADHD), since these patients use much lower doses of amphetamines than those taken by patients in our study," said Dr. Stephen Kish, a CAMH scientist and co-author.
To put the study findings into numbers, if 10,000 people with methamphetamine dependence were followed over 10 years, 21 would develop Parkinson's, compared with 12 people out of 10,000 from the general population. "It is also possible that our findings may underestimate the risk because in California, methamphetamine users may have had less access to health-care insurance and consequently to medical care," said Dr. Callaghan.
The current project is significant because it is one of the few studies examining the long-term association between methamphetamine use and the development of a major brain disorder. "Given that methamphetamine and other amphetamine stimulants are the second most widely used illicit drugs in the world, the current study will help us anticipate the full long-term medical consequences of such problematic drug use," said Dr. Callaghan.
**Source: Centre for Addiction and Mental Health
Un estudio afirma que la compra de cosméticos está relacionada con aspectos emocionales

¿Por qué compra usted cosméticos? Quizás su respuesta sea 'para hidratarme' (en el caso de las cremas corporales, por ejemplo), sin embargo, un estudio español afirma que las razones que más nos impulsan a incluir en la cesta un producto hidratante o de maquillaje son las emocionales. "Provocan sensaciones positivas, hacen sentir mejor" a las personas que los utilizan.
Según Vanessa Apaolaza, la principal autora del trabajo e investigadora de la Universidad del País Vasco, "la satisfacción de las consumidoras es mayor en la medida que el cosmético contribuya a hacer más fuertes sus emociones positivas [...] Perciben que están cuidándose y alejan los sentimientos de preocupación y culpa que pudieran tener por no atender su aspecto".
Es decir, las razones emocionales resultan ser más poderosas que las funcionales y así lo confirma el artículo, publicado en 'African Journal of Business Management'. "Muy a menudo, las emociones dictan nuestras decisiones. En nuestros comportamientos de compra decidimos en lo emocional y justificamos mediante lo racional. Dichas emociones son en parte aprendidas y en parte instintivas", apunta Apaolaza.
En la base de este proceso se entremezclan dos aspectos que María del Mar González, miembro de la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos, ven muy claros. Por un lado, "el culto al cuerpo, nuestra necesidad de estar bien, que lo relacionamos con el aspecto estético y con el éxito social, profesional y, lo más grave, con nuestro nivel de autoestima (valoración que hacemos de nosotros mismos)". A esto se une "la necesidad que tenemos en la sociedad actual de inmediatez sin coste, es decir, de conseguir resultados rápidos sin hacer ningún cambio en nuestros hábitos ni en nuestra forma de vida".
Como explica González, los cosméticos nos ponen estos dos factores en bandeja. "Reducimos celulitis durmiendo, nos echamos una crema y la cara se 'estira' en solo una semana, etc.". Por estas razones, comprar este tipo de productos nos hace sentir bien, porque cumple con las necesidades que tenemos, aunque por supuesto, los efectos no se consiguen, pero engancha, ya que nos lo argumentamos diciendo: 'seguro que necesito más producto'".
Según Vanessa Apaolaza, la principal autora del trabajo e investigadora de la Universidad del País Vasco, "la satisfacción de las consumidoras es mayor en la medida que el cosmético contribuya a hacer más fuertes sus emociones positivas [...] Perciben que están cuidándose y alejan los sentimientos de preocupación y culpa que pudieran tener por no atender su aspecto".
Es decir, las razones emocionales resultan ser más poderosas que las funcionales y así lo confirma el artículo, publicado en 'African Journal of Business Management'. "Muy a menudo, las emociones dictan nuestras decisiones. En nuestros comportamientos de compra decidimos en lo emocional y justificamos mediante lo racional. Dichas emociones son en parte aprendidas y en parte instintivas", apunta Apaolaza.
En la base de este proceso se entremezclan dos aspectos que María del Mar González, miembro de la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos, ven muy claros. Por un lado, "el culto al cuerpo, nuestra necesidad de estar bien, que lo relacionamos con el aspecto estético y con el éxito social, profesional y, lo más grave, con nuestro nivel de autoestima (valoración que hacemos de nosotros mismos)". A esto se une "la necesidad que tenemos en la sociedad actual de inmediatez sin coste, es decir, de conseguir resultados rápidos sin hacer ningún cambio en nuestros hábitos ni en nuestra forma de vida".
Como explica González, los cosméticos nos ponen estos dos factores en bandeja. "Reducimos celulitis durmiendo, nos echamos una crema y la cara se 'estira' en solo una semana, etc.". Por estas razones, comprar este tipo de productos nos hace sentir bien, porque cumple con las necesidades que tenemos, aunque por supuesto, los efectos no se consiguen, pero engancha, ya que nos lo argumentamos diciendo: 'seguro que necesito más producto'".
-Necesidad de atraer al otro sexo
Otra de las razones que desencadena esta necesidad emocional es "el deseo de gustar, de resultar sexualmente atractiva, lo que propiciaría la compra de cosméticos como el maquillaje". Así lo refleja el estudio español, después de realizar encuestas personales a 355 mujeres entre 18 y 50 años.
Sentir que "nos cuidamos y resultar atractivos" es lo que más motiva a la población a adquirir una crema facial, corporal y un producto de maquillaje. Pero detrás de la compra, también hay otras razones, aunque menos significativas, como la relación que establecemos con el éxito en las interacciones sociales, o el diseño de los envases. Lo que realmente funciona, subraya la investigadora del País Vasco, son las razones emocionales, aunque, como en todo, hay excepciones.
"Hay a quien le gusta cuidarse y utiliza productos que pueden ayudarle, eso sí, sabiendo de verdad lo que pueden aportar. Por ejemplo, una crema hidratante ayuda a hidratar la piel, sólo eso, no hay milagros", concluye María del Mar González.
Otra de las razones que desencadena esta necesidad emocional es "el deseo de gustar, de resultar sexualmente atractiva, lo que propiciaría la compra de cosméticos como el maquillaje". Así lo refleja el estudio español, después de realizar encuestas personales a 355 mujeres entre 18 y 50 años.
Sentir que "nos cuidamos y resultar atractivos" es lo que más motiva a la población a adquirir una crema facial, corporal y un producto de maquillaje. Pero detrás de la compra, también hay otras razones, aunque menos significativas, como la relación que establecemos con el éxito en las interacciones sociales, o el diseño de los envases. Lo que realmente funciona, subraya la investigadora del País Vasco, son las razones emocionales, aunque, como en todo, hay excepciones.
"Hay a quien le gusta cuidarse y utiliza productos que pueden ayudarle, eso sí, sabiendo de verdad lo que pueden aportar. Por ejemplo, una crema hidratante ayuda a hidratar la piel, sólo eso, no hay milagros", concluye María del Mar González.
**Publicado en "EL MUNDO"
Eliminating protein in specific brain cells blocks nicotine reward
Removing a protein from cells located in the brain's reward center blocks the anxiety-reducing and rewarding effects of nicotine, according to a new animal study in the July 27 issue of The Journal of Neuroscience. The findings may help researchers better understand how nicotine affects the brain. Nicotine works by binding to proteins called nicotinic receptors on the surface of brain cells. In the new study, researchers led by Tresa McGranahan, Stephen Heinemann, PhD, and T. K. Booker, PhD, of the Salk Institute for Biological Studies, found that removing a specific type of nicotinic receptor from brain cells that produce dopamine — a chemical released in response to reward — makes mice less likely to seek out nicotine. The mice also did not show reductions in anxiety-like behaviors normally seen after nicotine treatment. Smokers commonly report anxiety relief as a key factor in continued smoking or relapse.
"These findings show that the rewarding and anxiety-reducing properties of nicotine, thought to play a key role in the development of tobacco addiction, are related to actions at a single set of brain cells," said Paul Kenny, PhD, an expert on drug addiction at Scripps Research Institute, who was unaffiliated with the study.
Previous studies showed blocking the alpha4 nicotinic receptor within the ventral tegmental area (VTA) — a brain region important in motivation, emotion, and addiction — decreases the rewarding properties of nicotine. Because alpha4 receptors are present on several cell types in the VTA, it was unclear how nicotine produced pleasurable feelings.
To zero in on the circuit important in the brain's response to nicotine, researchers developed mice with a mutation that left them unable to produce the alpha4 receptor, but only on dopamine brain cells. Mice lacking alpha4 receptors in these cells spent less time looking to obtain nicotine compared with normal mice, suggesting the alpha4 receptors are required for the rewarding effects of nicotine. Nicotine also failed to reduce anxiety-like behaviors in the mutant mice, as it normally does in healthy mice.
"Identification of the type of nicotinic receptors necessary for two key features of nicotine addiction — reward and anxiety — may help us better understand the pathway that leads to nicotine dependence, and potential treatment for the one billion cigarette smokers worldwide," McGranahan said. Diseases from tobacco use remain a major killer throughout the world, causing more than 5 million deaths per year.
The findings could guide researchers to a better understanding of the mechanisms of tobacco addiction and assist in the development of new drugs to treat tobacco addiction and provide relief from anxiety disorders, Kenny added.
**Source: Society for Neuroscience
"These findings show that the rewarding and anxiety-reducing properties of nicotine, thought to play a key role in the development of tobacco addiction, are related to actions at a single set of brain cells," said Paul Kenny, PhD, an expert on drug addiction at Scripps Research Institute, who was unaffiliated with the study.
Previous studies showed blocking the alpha4 nicotinic receptor within the ventral tegmental area (VTA) — a brain region important in motivation, emotion, and addiction — decreases the rewarding properties of nicotine. Because alpha4 receptors are present on several cell types in the VTA, it was unclear how nicotine produced pleasurable feelings.
To zero in on the circuit important in the brain's response to nicotine, researchers developed mice with a mutation that left them unable to produce the alpha4 receptor, but only on dopamine brain cells. Mice lacking alpha4 receptors in these cells spent less time looking to obtain nicotine compared with normal mice, suggesting the alpha4 receptors are required for the rewarding effects of nicotine. Nicotine also failed to reduce anxiety-like behaviors in the mutant mice, as it normally does in healthy mice.
"Identification of the type of nicotinic receptors necessary for two key features of nicotine addiction — reward and anxiety — may help us better understand the pathway that leads to nicotine dependence, and potential treatment for the one billion cigarette smokers worldwide," McGranahan said. Diseases from tobacco use remain a major killer throughout the world, causing more than 5 million deaths per year.
The findings could guide researchers to a better understanding of the mechanisms of tobacco addiction and assist in the development of new drugs to treat tobacco addiction and provide relief from anxiety disorders, Kenny added.
**Source: Society for Neuroscience
Las anfetaminas aumentan el riesgo de padecer Parkinson
Reciben un sinfín de nombres distintos, según la época, el lugar, el modo de administración o la tribu urbana que las consuma: anfetas, 'pirulas', 'pastis', 'cristal', 'speed'... Las anfetaminas, metanfetaminas y demás sustancias relacionadas se utilizan ampliamente en todo el mundo como droga recreativa, pese al evidente peligro para la salud que representan.
Uno de los efectos más graves, según acaba de mostrar un nuevo estudio con pacientes en California (EEUU), es que multiplican el riesgo de padecer Parkinson, enfermedad degenerativa en la que están involucradas las mismas clases de neuronas a las que atacan estas drogas. Los autores matizan, en todo caso, que sus resultados se refieren al consumo ilegal de dichas sustancias, y no a los casos controlados médicamente.
La investigación, realizada desde el Centro para la Adicción y la Salud Mental (CAMH) de Toronto (Canadá), ha analizado los registros hospitalarios de miles de pacientes ingresados tras consumir anfetas o sus derivados, y ha seguido su evolución a lo largo de 16 años. El resultado es que estas personas presentan un 76% más de riesgo de desarrollar Parkinson que la población general.
Estudios con ratones ya habían mostrado que el consumo de estas drogas daña la producción de dopamina, un neurotransmisor que genera felicidad y sentimiento de recompensa, pero cuya escasez está asociada a la enfermedad del Parkinson. Por lo tanto, los científicos ya sospechaban este efecto perjudicial de las anfetaminas desde hacía décadas; además, anteriores estudios estadísticos ya apuntaban a esta relación, aunque hasta ahora no se había contado con un número tan elevado de pacientes ni se había seguido su evolución durante tantos años.
"Este estudio proporciona por primera vez una evidencia de esta asociación, aunque se llevaba sospechando durante 30 años", afirma el doctor Russel Callaghan, investigador del CAMH y principal autor del estudio, que se publicará en la revista 'Drug and Alcohol Dependance'. La investigación ha analizado casi 300.000 registros hospitalarios en el Estado de California (EEUU), donde el consumo de anfetaminas y drogas relacionadas es alto, y ha identificado más de 40.000 casos de ingresos provocados por el abuso de estas sustancias entre los años 1990 y 2005.
La evolución de estos pacientes se comparó no sólo con la de la población general, sino también con la de consumidores de cocaína, otra droga estimulante con efectos similares pero que actúa de forma distinta sobre el cerebro. Los datos muestran, al igual que se había comprobado en estudios con animales, que las anfetaminas y sus derivados causan un daño específico sobre las neuronas que producen la dopamina, por lo que provocan un mayor riesgo de Parkinson.
Los investigadores explican así sus resultados: si se siguiera durante una década a 10.000 personas con dependencia a los estimulantes de tipo anfetamínico, se vería que 21 de ellas habrían desarrollado Parkinson al cabo de este tiempo. En contraste, sólo 12 personas de la población general sufrirían dicha enfermedad. Además, Callaghan y sus colegas recuerdan que su estimación del riesgo podría haberse quedado corta, ya que habrá consumidores que se hayan 'quedado en el arroyo' y no tengan acceso a la sanidad, por lo que no han entrado en el estudio.
"Es un resultado muy importante y coherente con nuestros estudios", explica a ELMUNDO.es la doctora Rosario Moratalla, del Instituto Cajal y el Centro de Investigación Biomédica en Red para Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned). Esta investigadora, que ha estudiado los efectos de derivados anfetamínicos en ratones, señala que estas sustancias producen una pérdida de entre el 15% y el 20% de las neuronas encargadas de producir dopamina.
El efecto es "irreversible" y es especialmente perjudicial tras la administración de metanfetaminas, conocidas popularmente como 'cristal' o 'hielo' y más potentes que las anfetaminas o el éxtasis, según recuerda Moratalla. La metanfetamina se puede consumir inyectada en vena, esnifada o por vía oral, en pastillas o tabletas, y produce envejecimiento acelerado, caries o pérdida de dientes, además de importantes problemas cognitivos.
**Publicado en "EL MUNDO"
Uno de los efectos más graves, según acaba de mostrar un nuevo estudio con pacientes en California (EEUU), es que multiplican el riesgo de padecer Parkinson, enfermedad degenerativa en la que están involucradas las mismas clases de neuronas a las que atacan estas drogas. Los autores matizan, en todo caso, que sus resultados se refieren al consumo ilegal de dichas sustancias, y no a los casos controlados médicamente.
La investigación, realizada desde el Centro para la Adicción y la Salud Mental (CAMH) de Toronto (Canadá), ha analizado los registros hospitalarios de miles de pacientes ingresados tras consumir anfetas o sus derivados, y ha seguido su evolución a lo largo de 16 años. El resultado es que estas personas presentan un 76% más de riesgo de desarrollar Parkinson que la población general.
Estudios con ratones ya habían mostrado que el consumo de estas drogas daña la producción de dopamina, un neurotransmisor que genera felicidad y sentimiento de recompensa, pero cuya escasez está asociada a la enfermedad del Parkinson. Por lo tanto, los científicos ya sospechaban este efecto perjudicial de las anfetaminas desde hacía décadas; además, anteriores estudios estadísticos ya apuntaban a esta relación, aunque hasta ahora no se había contado con un número tan elevado de pacientes ni se había seguido su evolución durante tantos años.
"Este estudio proporciona por primera vez una evidencia de esta asociación, aunque se llevaba sospechando durante 30 años", afirma el doctor Russel Callaghan, investigador del CAMH y principal autor del estudio, que se publicará en la revista 'Drug and Alcohol Dependance'. La investigación ha analizado casi 300.000 registros hospitalarios en el Estado de California (EEUU), donde el consumo de anfetaminas y drogas relacionadas es alto, y ha identificado más de 40.000 casos de ingresos provocados por el abuso de estas sustancias entre los años 1990 y 2005.
La evolución de estos pacientes se comparó no sólo con la de la población general, sino también con la de consumidores de cocaína, otra droga estimulante con efectos similares pero que actúa de forma distinta sobre el cerebro. Los datos muestran, al igual que se había comprobado en estudios con animales, que las anfetaminas y sus derivados causan un daño específico sobre las neuronas que producen la dopamina, por lo que provocan un mayor riesgo de Parkinson.
Los investigadores explican así sus resultados: si se siguiera durante una década a 10.000 personas con dependencia a los estimulantes de tipo anfetamínico, se vería que 21 de ellas habrían desarrollado Parkinson al cabo de este tiempo. En contraste, sólo 12 personas de la población general sufrirían dicha enfermedad. Además, Callaghan y sus colegas recuerdan que su estimación del riesgo podría haberse quedado corta, ya que habrá consumidores que se hayan 'quedado en el arroyo' y no tengan acceso a la sanidad, por lo que no han entrado en el estudio.
"Es un resultado muy importante y coherente con nuestros estudios", explica a ELMUNDO.es la doctora Rosario Moratalla, del Instituto Cajal y el Centro de Investigación Biomédica en Red para Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned). Esta investigadora, que ha estudiado los efectos de derivados anfetamínicos en ratones, señala que estas sustancias producen una pérdida de entre el 15% y el 20% de las neuronas encargadas de producir dopamina.
El efecto es "irreversible" y es especialmente perjudicial tras la administración de metanfetaminas, conocidas popularmente como 'cristal' o 'hielo' y más potentes que las anfetaminas o el éxtasis, según recuerda Moratalla. La metanfetamina se puede consumir inyectada en vena, esnifada o por vía oral, en pastillas o tabletas, y produce envejecimiento acelerado, caries o pérdida de dientes, además de importantes problemas cognitivos.
**Publicado en "EL MUNDO"
Convenio marco entre la ONT y la SEMES para la formación de urgenciólogos en materia de donación y trasplante
La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) han firmado un convenio marco que amplía la colaboración docente que ya vienen manteniendo desde hace ya tres años, a otros campos como la investigación.
Este acuerdo, suscrito inicialmente por un periodo de cuatro años, permitirá extender por toda España la formación de profesionales de urgencias y emergencias en materia de donación y trasplantes. Tanto la ONT como la SEMES calculan que en este tiempo podrían llegar a formarse alrededor de 2.000 profesionales de urgencias y emergencias en el campo de los trasplantes.
Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Extremadura, Madrid y el País Vasco impartirán este año cursos específicos de formación de ‘urgenciólogos’ en materia de donación y trasplantes.
-Puntos clave de la nueva estrategia
La participación de los médicos de urgencias y emergencias en la detección de posibles donantes fuera de las UCIS, es uno de los puntos clave de la nueva estrategia de la ONT para seguir mejorando la tasa de donación y trasplantes en nuestro país.
De hecho, la ‘Guía de Buenas Prácticas en la donación de órganos’, redactada por la ONT en colaboración con un nutrido grupo de coordinadores de trasplantes, destaca entre sus recomendaciones la necesidad de implicar a los médicos de urgencias en la cultura de la donación y el trasplante y mejorar su formación en este campo.
La ONT también recuerda el papel esencial de los profesionales de los servicios de emergencias extrahospitalarias en el aumento de donantes fallecidos en parada cardíaca (programa de donación en asistolia).
El acuerdo entre anbas entidades incluye el desarrollo conjunto de actividades científicas y técnicas, con el objetivo de mejorar la calidad y cantidad de los trasplantes en España. Entre ellas, caben destacar: la realización de conferencias y actos científicos, encaminados a divulgar la relación entre las urgencias y emergencias con la donación y el trasplante; la elaboración de guías o recomendaciones científicas; y la investigación, puesta en marcha y desarrollo de observatorios y publicaciones para transmitir y gestionar el conocimiento en el ámbito de la donación y el trasplante.
**publicado en "MEDICOS Y PACIENTES"
Este acuerdo, suscrito inicialmente por un periodo de cuatro años, permitirá extender por toda España la formación de profesionales de urgencias y emergencias en materia de donación y trasplantes. Tanto la ONT como la SEMES calculan que en este tiempo podrían llegar a formarse alrededor de 2.000 profesionales de urgencias y emergencias en el campo de los trasplantes.
Andalucía, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Extremadura, Madrid y el País Vasco impartirán este año cursos específicos de formación de ‘urgenciólogos’ en materia de donación y trasplantes.
-Puntos clave de la nueva estrategia
La participación de los médicos de urgencias y emergencias en la detección de posibles donantes fuera de las UCIS, es uno de los puntos clave de la nueva estrategia de la ONT para seguir mejorando la tasa de donación y trasplantes en nuestro país.
De hecho, la ‘Guía de Buenas Prácticas en la donación de órganos’, redactada por la ONT en colaboración con un nutrido grupo de coordinadores de trasplantes, destaca entre sus recomendaciones la necesidad de implicar a los médicos de urgencias en la cultura de la donación y el trasplante y mejorar su formación en este campo.
La ONT también recuerda el papel esencial de los profesionales de los servicios de emergencias extrahospitalarias en el aumento de donantes fallecidos en parada cardíaca (programa de donación en asistolia).
El acuerdo entre anbas entidades incluye el desarrollo conjunto de actividades científicas y técnicas, con el objetivo de mejorar la calidad y cantidad de los trasplantes en España. Entre ellas, caben destacar: la realización de conferencias y actos científicos, encaminados a divulgar la relación entre las urgencias y emergencias con la donación y el trasplante; la elaboración de guías o recomendaciones científicas; y la investigación, puesta en marcha y desarrollo de observatorios y publicaciones para transmitir y gestionar el conocimiento en el ámbito de la donación y el trasplante.
**publicado en "MEDICOS Y PACIENTES"
INVESTIGADORES TRABAJARÁN EN NUEVAS TÉCNICAS DE DIAGNÓSTICO DEL PIE DIABÉTICO
En el marco de la colaboración en el área de calzado-salud entre el Instituto Valenciano del Pie (IVPIE) y el Instituto Tecnológico del Calzado y Conexas (INESCOP), ha sido aprobado el proyecto 'Careshoes', basado, entre otros aspectos, en el intercambio de investigadores en nuevas técnicas de diagnóstico del Pie Diabético.
Dicho proyecto, financiado por el Programa PEOPLE del VII Programa Marco de I+D, cuenta un presupuesto total de 1,4 millones de euros y con participación de tres organizaciones españolas, una italiana y una inglesa. El citado proyecto plantea el desarrollo de un programa de investigación relacionado con la patología del pie diabético y el empleo de calzados y órtesis específicos para las personas que sufren esta enfermedad. Asimismo, una parte importante del proyecto se centra en el intercambio de personal para adquirir y compartir conocimientos entre los diversos participantes.
De este modo, personal del IVPIE realizará intercambios con la Universidad de Salford en Reino Unido (Centro para Rehabilitación y Análisis del movimiento) y con INESCOP; y personal de las empresas Todo para sus pies, de Elda y Duna Internacional, de Italia, realizarán intercambios con la Universidad inglesa y con INESCOP. Además, el proyecto permitirá la contratación de tres nuevos jóvenes investigadores. Ya se iniciaron las relaciones entre las distintas empresas que conforman el proyecto. De hecho, el IVPIE recibió recientemente la visita del profesor Christopher Neester, director del Centro para Rehabilitación y Análisis del movimiento de la Universidad de Salford a fin de tratar éste y otros proyectos que llevan en común las dos entidades. En la convocatoria de referencia se presentaron 165 propuestas de las que 51 fueron aprobadas y 16 recibirán financiación en función de los fondos disponibles.
La propuesta 'Careshoes' está situada en el puesto seis del ranking con una buena calificación técnica y científica que asegura su financiación.La preparación de esta acción recibió apoyo de la Consejería de Industria de la Generalidad Valenciana a través de la Orden específica de apoyo en la preparación de proyectos europeos y en la actualidad se está terminando el proceso de negociación con la Comisión Europea que concluirá con la firma de un contrato para la ejecución del mismo durante los próximos 36 meses.
**Publicado en "ACTA SANITARIA"
Dicho proyecto, financiado por el Programa PEOPLE del VII Programa Marco de I+D, cuenta un presupuesto total de 1,4 millones de euros y con participación de tres organizaciones españolas, una italiana y una inglesa. El citado proyecto plantea el desarrollo de un programa de investigación relacionado con la patología del pie diabético y el empleo de calzados y órtesis específicos para las personas que sufren esta enfermedad. Asimismo, una parte importante del proyecto se centra en el intercambio de personal para adquirir y compartir conocimientos entre los diversos participantes.
De este modo, personal del IVPIE realizará intercambios con la Universidad de Salford en Reino Unido (Centro para Rehabilitación y Análisis del movimiento) y con INESCOP; y personal de las empresas Todo para sus pies, de Elda y Duna Internacional, de Italia, realizarán intercambios con la Universidad inglesa y con INESCOP. Además, el proyecto permitirá la contratación de tres nuevos jóvenes investigadores. Ya se iniciaron las relaciones entre las distintas empresas que conforman el proyecto. De hecho, el IVPIE recibió recientemente la visita del profesor Christopher Neester, director del Centro para Rehabilitación y Análisis del movimiento de la Universidad de Salford a fin de tratar éste y otros proyectos que llevan en común las dos entidades. En la convocatoria de referencia se presentaron 165 propuestas de las que 51 fueron aprobadas y 16 recibirán financiación en función de los fondos disponibles.
La propuesta 'Careshoes' está situada en el puesto seis del ranking con una buena calificación técnica y científica que asegura su financiación.La preparación de esta acción recibió apoyo de la Consejería de Industria de la Generalidad Valenciana a través de la Orden específica de apoyo en la preparación de proyectos europeos y en la actualidad se está terminando el proceso de negociación con la Comisión Europea que concluirá con la firma de un contrato para la ejecución del mismo durante los próximos 36 meses.
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