Genetics play an important role in the variation in, and risk of, low testosterone concentrations in men. A study by the CHARGE Sex Hormone Consortium, published in the open-access journal PLoS Genetics on the 6th of October, is the first genome-wide association study to examine the effects of common genetic variants on serum testosterone concentrations in men. Testosterone is the principal male sex hormone and a potent anabolic steroid. It exerts a variety of important physiological effects on the human body. Low testosterone concentrations in men are associated with increased risk of cardiovascular morbidity, type 2 diabetes, atherosclerosis, osteoporosis, metabolic syndrome, and sarcopenia. Testosterone concentrations are known to decrease with age, but the observed inter-individual variability in testosterone concentrations in men is poorly understood.
By pooling the data of 14,429 Caucasian men, an international collaboration of 10 independent cohorts, co-led by the University of Gothenburg and the University of Greifswald, discovered genetic variants at the sex hormone-binding globulin (SHBG) gene and on the X chromosome associated with an increased risk of low testosterone.
Lead author Prof. Claes Ohlsson from the University of Gothenburg says: "This is the first large-scale study to identify specific genes for low serum testosterone concentrations. It is very interesting that the genetic contribution of the identified genetic variants to testosterone concentrations is substantial."
Co-senior author Dr. Robin Haring from the University of Greifswald concludes: "The reported associations may now be used in order to better understand the functional background of recently identified disease associations related to low testosterone concentrations in men."
**Source: Public Library of Science
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07 October 2011
¿"Turismo" de células madre en Europa?

El caso de Peyton Manning ha sacudido los medios deportivos estadounidenses. El quarterback de los Indianapolis Colts viajó a principios de septiembre a Europa -el país de destino no ha trascendido- para someterse a un tratamiento con células madre con la esperanza de que éste solucione la lesión de cuello que sufre, para la que no ha encontrado remedio. La noticia ha reavivado el debate sobre este tipo de terapias, muchas de las cuales aún no tienen el aval científico.
El tratamiento al que se habría sometido Manning consiste en inyectar células madre de la grasa en el disco intervertrebal con la esperanza de que regeneren los tejidos de la zona y resuelvan la dolorosa protrusión discal que ha arrastrado al quarterback fuera de los terrenos de juego y que podría poner fin a su carrera.
"Si el disco vertebral no está muy dañado las células madre pueden ser beneficiosas por su efecto antiinflamatorio, ya que la inflamación del disco es una causa principal de dolor y, además, agrava el proceso degenerativo", explica a ELMUNDO.es. Lluís Orozco, miembro de la Red de Terapia Celular del Instituto de Salud Carlos III y del equipo que ha llevado a cabo un ensayo clínico con células madre adultas de la médula ósea en el disco lumbar.
"Por otra parte, por el potencial progenitor de estas células, puede esperarse un efecto 'cicatrizante' de las grietas que se producen en el interior del disco degenerado y en algunos casos incluso podría producirse una involución significativa del proceso degenerativo", añade este experto.
Esta es la base científica de la intervención, que se ha realizado en suelo europeo porque no está aprobada por la agencia reguladora de EEUU, la FDA. Pero poco se sabe del proceso al que se ha sometido Manning, destapado por un reportero de la cadena 'Fox Sports'. Algunos medios han asegurado que, igual que las tres intervenciones quirúrgicas por las que pasó el jugador previamente, tampoco ha funcionado.
El tratamiento al que se habría sometido Manning consiste en inyectar células madre de la grasa en el disco intervertrebal con la esperanza de que regeneren los tejidos de la zona y resuelvan la dolorosa protrusión discal que ha arrastrado al quarterback fuera de los terrenos de juego y que podría poner fin a su carrera.
"Si el disco vertebral no está muy dañado las células madre pueden ser beneficiosas por su efecto antiinflamatorio, ya que la inflamación del disco es una causa principal de dolor y, además, agrava el proceso degenerativo", explica a ELMUNDO.es. Lluís Orozco, miembro de la Red de Terapia Celular del Instituto de Salud Carlos III y del equipo que ha llevado a cabo un ensayo clínico con células madre adultas de la médula ósea en el disco lumbar.
"Por otra parte, por el potencial progenitor de estas células, puede esperarse un efecto 'cicatrizante' de las grietas que se producen en el interior del disco degenerado y en algunos casos incluso podría producirse una involución significativa del proceso degenerativo", añade este experto.
Esta es la base científica de la intervención, que se ha realizado en suelo europeo porque no está aprobada por la agencia reguladora de EEUU, la FDA. Pero poco se sabe del proceso al que se ha sometido Manning, destapado por un reportero de la cadena 'Fox Sports'. Algunos medios han asegurado que, igual que las tres intervenciones quirúrgicas por las que pasó el jugador previamente, tampoco ha funcionado.
-¿Víctima de un engaño?
Hoy por hoy, las terapias con células madre aprobadas por las autoridades sanitarias son contadas y la mayor parte de la oferta, fácilmente accesible a través de internet, es 'charlatanería'. Entonces, ¿a qué ha recurrido el jugador?
En el mundo, no hay muchos ensayos autorizados con células madre. En concreto, sólo hay tres con células de origen embrionario (en Reino Unido y EEUU. Con adultas, ya sean procedentes de la médula ósea o de la grasa, hay más. "Sin embargo -reconoce Orozco-, desconocemos que en Europa se estén realizado estudios en este sentido en columna cervical".
Fuera de los centros no homologados y de los ensayos, cabe la opción de someterse a un tratamiento bajo la supervisión de las autoridades sanitarias, que quizás podría ser el caso de Manning, aunque esto es improbable dado lo que comentan los expertos.
Hoy por hoy, las terapias con células madre aprobadas por las autoridades sanitarias son contadas y la mayor parte de la oferta, fácilmente accesible a través de internet, es 'charlatanería'. Entonces, ¿a qué ha recurrido el jugador?
En el mundo, no hay muchos ensayos autorizados con células madre. En concreto, sólo hay tres con células de origen embrionario (en Reino Unido y EEUU. Con adultas, ya sean procedentes de la médula ósea o de la grasa, hay más. "Sin embargo -reconoce Orozco-, desconocemos que en Europa se estén realizado estudios en este sentido en columna cervical".
Fuera de los centros no homologados y de los ensayos, cabe la opción de someterse a un tratamiento bajo la supervisión de las autoridades sanitarias, que quizás podría ser el caso de Manning, aunque esto es improbable dado lo que comentan los expertos.
-Una solución desesperada
Tras la última cirugía, el jugador de 35 años manifestó su desolación en un comunicado: "Decir que estoy decepcionado por no poder jugar se queda corto. Simplemente no estoy lo suficientemente sano para jugar y estoy haciendo todo lo que puedo para recuperar mi salud". Ya se han disputado las cuatro primeras jornadas y el quarterback no ha podido pisar aún la hierba.
Esta sequía podría haber empujado a Manning a agarrarse a este 'clavo ardiendo' para tratar de solucionar su lesión. Decisión que ha avivado el debate que acompaña a las células madre casi desde su descubrimiento: ¿Se puede confiar en la medicina regenerativa y en los tratamientos que ofrecen decenas de clínicas en todo el mundo?
La inmensa mayoría de estas terapias no son legales ni seguras ni eficaces, como han advertido en infinitas ocasiones organismos como la Sociedad Internacional de Investigación con Células Madre. Pero la desesperación de muchos pacientes les lleva a viajar más allá de sus fronteras, a la India, China o Alemania, en busca de una solución a sus problemas.
Tras la última cirugía, el jugador de 35 años manifestó su desolación en un comunicado: "Decir que estoy decepcionado por no poder jugar se queda corto. Simplemente no estoy lo suficientemente sano para jugar y estoy haciendo todo lo que puedo para recuperar mi salud". Ya se han disputado las cuatro primeras jornadas y el quarterback no ha podido pisar aún la hierba.
Esta sequía podría haber empujado a Manning a agarrarse a este 'clavo ardiendo' para tratar de solucionar su lesión. Decisión que ha avivado el debate que acompaña a las células madre casi desde su descubrimiento: ¿Se puede confiar en la medicina regenerativa y en los tratamientos que ofrecen decenas de clínicas en todo el mundo?
La inmensa mayoría de estas terapias no son legales ni seguras ni eficaces, como han advertido en infinitas ocasiones organismos como la Sociedad Internacional de Investigación con Células Madre. Pero la desesperación de muchos pacientes les lleva a viajar más allá de sus fronteras, a la India, China o Alemania, en busca de una solución a sus problemas.
-Un mal ejemplo
La opción del jugador de la NFL no es un caso aislado. Otros deportistas de élite e individuos de a pie acuden a otros países en busca de tratamientos ilegales en los suyos de origen. El turismo médico es frecuente y se espera que crezca un 35% al año en EEUU, según un informe de Deloitte citado por la 'CNN'.
Casos como el de Manning, una figura importante en su país, pueden favorecer esta práctica. Ésta es una de las principales críticas que se pueden leer estos días en los medios estadounidenses, como la elevada por Lawrence Goldstein, director del Programa de Células Madre de la Universidad de California en San Diego.
"Cuando un atleta célebre elige someterse a una terapia cuya eficacia no se ha probado y si por casualidad mejora sin saber si eso es fruto del tratamiento, animan a que otras personas ignoren las evidencias científicas y sustituyan las pruebas por la esperanza y la fe ciega", ha declarado Goldstein a 'ABCNews'.
La opción del jugador de la NFL no es un caso aislado. Otros deportistas de élite e individuos de a pie acuden a otros países en busca de tratamientos ilegales en los suyos de origen. El turismo médico es frecuente y se espera que crezca un 35% al año en EEUU, según un informe de Deloitte citado por la 'CNN'.
Casos como el de Manning, una figura importante en su país, pueden favorecer esta práctica. Ésta es una de las principales críticas que se pueden leer estos días en los medios estadounidenses, como la elevada por Lawrence Goldstein, director del Programa de Células Madre de la Universidad de California en San Diego.
"Cuando un atleta célebre elige someterse a una terapia cuya eficacia no se ha probado y si por casualidad mejora sin saber si eso es fruto del tratamiento, animan a que otras personas ignoren las evidencias científicas y sustituyan las pruebas por la esperanza y la fe ciega", ha declarado Goldstein a 'ABCNews'.
**Publicado en "EL MUNDO"
Chagas disease may be a threat in South Texas, says researcher


Chagas disease, a tropical parasitic disease that can lead to life-threatening heart and digestive disorders, may be more widespread in Texas than previously thought, according to research from The University of Texas at Austin. "We've been studying this for four years now, and this year the number of disease-causing insects is quite amazing," says Sahotra Sarkar, professor of integrative biology and philosophy at The University of Texas at Austin and lead author of a paper on the disease published in PLoS Neglected Tropical Diseases.
Endemic to rural areas of Latin America, Chagas disease is often transmitted by triatomine bugs, also known as "kissing bugs."
In order to assess the prevalence of Chagas disease in Texas, Sarkar is working with a network of health professionals and researchers around the state. After collecting and classifying insects from the field, Sarkar sends them to Philip Williamson, an assistant professor at The University of North Texas Health Science Center. Williamson determines how many of the bugs carry the protozoa Trypanosoma cruzi, which causes the disease.
From the data Sarkar creates epidemiological maps showing the number and location of carrier insects, recorded human Chagas infections and hospitable habitats for the insects.
The maps suggest South Texas is an area of high risk for Chagas infection. Sarkar says there may already be hundreds of undiagnosed cases of the disease.
Chagas can be hard to detect because it can look like the flu at first, with symptoms similar to pains and fever. The symptoms appear to go away but the disease can live in a person for decades, sometimes reappearing in the form of digestive or heart failure.
In Texas, where most doctors are not familiar with the disease and are not required to report it to public health officials, they may misinterpret its late-onset symptoms as an old age problem, says Sarkar.
"So it doesn't get diagnosed at the beginning, and it doesn't get diagnosed at the end," he says.
Until further research is done, Sarkar and his colleagues won't be able to say for sure how widespread the disease is. They believe the risks are high enough, however, to recommend a few low-cost, low-impact changes to the way the Texas public health system deals with Chagas.
They say Chagas should be designated as a reportable disease, which would require health professionals to report incidents of it to the Texas Department of State Health Services. Efforts should be launched in South Texas to more thoroughly determine the prevalence of Chagas in humans, dogs and wild species (particularly rats) that often act as reservoirs of the disease. And there should be mandatory screening of blood donations for the presence of Chagas. Currently, screening is voluntary and only done with about 65 percent of samples.
In the future, Sarkar would like to see Mexico and the U.S. collaborate on a multi-layered attack on the disease. He points to the success of the Southern Cone Initiative in South America as a model. Simple changes in lifestyle, such as keeping piles of wood away from the home and encouraging people to switch from adobe or wooden houses to concrete, have been effective. Selective spraying for the insects has also been key to decreasing the burden of the disease in South America.
Endemic to rural areas of Latin America, Chagas disease is often transmitted by triatomine bugs, also known as "kissing bugs."
In order to assess the prevalence of Chagas disease in Texas, Sarkar is working with a network of health professionals and researchers around the state. After collecting and classifying insects from the field, Sarkar sends them to Philip Williamson, an assistant professor at The University of North Texas Health Science Center. Williamson determines how many of the bugs carry the protozoa Trypanosoma cruzi, which causes the disease.
From the data Sarkar creates epidemiological maps showing the number and location of carrier insects, recorded human Chagas infections and hospitable habitats for the insects.
The maps suggest South Texas is an area of high risk for Chagas infection. Sarkar says there may already be hundreds of undiagnosed cases of the disease.
Chagas can be hard to detect because it can look like the flu at first, with symptoms similar to pains and fever. The symptoms appear to go away but the disease can live in a person for decades, sometimes reappearing in the form of digestive or heart failure.
In Texas, where most doctors are not familiar with the disease and are not required to report it to public health officials, they may misinterpret its late-onset symptoms as an old age problem, says Sarkar.
"So it doesn't get diagnosed at the beginning, and it doesn't get diagnosed at the end," he says.
Until further research is done, Sarkar and his colleagues won't be able to say for sure how widespread the disease is. They believe the risks are high enough, however, to recommend a few low-cost, low-impact changes to the way the Texas public health system deals with Chagas.
They say Chagas should be designated as a reportable disease, which would require health professionals to report incidents of it to the Texas Department of State Health Services. Efforts should be launched in South Texas to more thoroughly determine the prevalence of Chagas in humans, dogs and wild species (particularly rats) that often act as reservoirs of the disease. And there should be mandatory screening of blood donations for the presence of Chagas. Currently, screening is voluntary and only done with about 65 percent of samples.
In the future, Sarkar would like to see Mexico and the U.S. collaborate on a multi-layered attack on the disease. He points to the success of the Southern Cone Initiative in South America as a model. Simple changes in lifestyle, such as keeping piles of wood away from the home and encouraging people to switch from adobe or wooden houses to concrete, have been effective. Selective spraying for the insects has also been key to decreasing the burden of the disease in South America.
**Source: University of Texas at Austin
Dinamarca, país pionero en gravar los alimentos ricos en grasas saturadas
La idea de gravar con un impuesto especial los alimentos que contengan demasiadas grasas perjudiciales no es nueva. Se viene discutiendo desde hace algunos años y se han publicado estudios sobre el impacto que tendría en la reducción de la obesidad. La novedad está en que desde principios de mes se ha puesto en marcha por primera vez y Dinamarca ha sido el país pionero.
Es una medida polémica que reclaman algunos expertos en nutrición españoles y rechazan varios representantes de los consumidores y de la industria alimentaria. El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, no descarta adoptar iniciativas parecidas. En Hungría se acaba de aprobar una tasa similar, pero para los alimentos y bebidas con altos niveles de sal, azúcar, hidratos de carbono y cafeína. Entre tanto, el Ministerio de Sanidad español señala que "en estos momentos no hay ningún planteamiento al respecto"
Los daneses tienen que pagar unos 33 céntimos más por un envase de mantequilla o margarina y nueve céntimos extra por una bolsa de patatas fritas. El recargo es de 2,15 euros por cada kilo de grasa saturada, aunque sólo se aplicará a aquellos productos en los que este tipo de componentes que favorecen la obesidad y las enfermedades cardiovasculares representen más del 2,3% de la composición. Curiosamente, Dinamarca no es uno de los países con un índice de obesidad más alto. Tan sólo el 10% de la población tiene este problema, mientras que en España y otras naciones ya se ha superado el 17%. Pero el Gobierno del estado nórdico se apoya en un estudio del Instituto Danés de Alimentación y Recursos Económicos que asegura que cerca del 4% de las muertes prematuras de este país se deben al consumo excesivo de grasas saturadas.
En teoría, el encarecimiento de los productos ricos en sustancias poco saludables tiene un efecto disuasorio. Las empresas de alimentación se animarán a buscar alternativas para producir alimentos sin penalización económica y los consumidores vigilarán más su bolsillo y se decantarán por comestibles más baratos y saludables. Además, existe un trabajo británico realizado en 2007 se calcula que se podrían salvar 3.200 vidas al año en Reino Unido con la combinación de impuestos a las comidas poco saludables y descuentos a las más aconsejables.
Lo cierto es que no existe consenso sobre la bondad de una iniciativa de este tipo. Muchos médicos especializados en la materia, como Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, creen que la iniciativa podría trasladarse a España con ciertos matices. "En principio, estaría de acuerdo con la medida, siempre y cuando el dinero recaudado se destinase a abaratar productos como el arroz y el pan integral, las verduras, las frutas o las hortalizas, que generalmente son más caros que los alimentos menos recomendables". Estos incentivos para lograr una dieta más sana ya se han puesto en marcha en algunos estados de EEUU, donde se reparten vales de descuento para la compra de frutas y verduras a las personas con peores recursos económicos.
Una vuelta por el mercado o el supermercado basta para comprobar que los comestibles ricos en grasas saturadas son considerablemente más baratos que los vegetales. De ahí que diversas investigaciones hayan demostrado una relación entre un bajo nivel económico y una mayor prevalencia de obesidad. Según Aranceta, "ahora es más barato comer en una hamburguesería que tomar el menú del día".
El experto pone alguna objeción al proyecto danés: el límite del 2,3% de grasas saturadas le parece exagerado. "Seguramente ellos se han adaptado a su realidad, en la que los quesos untables o las mantequillas se consumen mucho más que aquí", declara. Por otro lado, apunta que la medida debe ir acompañada "de una buena información al consumidor, para que se gaste el dinero en otros alimentos".
La información y la educación son, precisamente, dos de las palabras clave que pronuncia José Ignacio Arranz, director general del Foro Interalimentario (asociación sin ánimo de lucro integrada por distintas empresas de alimentación con el objetivo de mejorar la formación alimentaria de los consumidores). Pero, en este caso, el representante del sector rechaza de plano el impuesto. "No hay alimentos buenos ni malos; no se pueden gestionar como la política antitabaco", afirma.
"El mayor fracaso político sería perder de vista el carácter multifactorial de la obesidad", alega el experto. Esta enfermedad está asociada al estilo de vida, que engloba, además de la alimentación, la educación, el ejercicio físico, la habilitación de espacios para que los niños jueguen... Por eso, concluye que lo que procede es "una estrategia educacional e incentivar a la industria para que lleve a cabo actividades de investigación, desarrollo e innovación dirigidas a conseguir perfiles nutricionales más saludables". Algo que, asegura, "ya se está haciendo".
Arranz es partidario de implantar, cuando se crea conveniente, restricciones a la publicidad de productos poco saludables, así como de imponer "un techo a los alimentos con grasas saturadas o trans". Esto último debe estar sustentado por "bases científicas sólidas".
Rubén Sánchez, portavoz de la organización de consumidores Facua, también ve con recelo la decisión danesa, que incide directamente en el poder adquisitivo de la población. "Entendemos que es necesario emprender acciones regulatorias para mejorar la calidad de los alimentos que hay en el mercado, pero un impuesto puede provocar que las empresas lo repercutan en el precio y no se cumpla la finalidad de mejorar la salud", asevera. Una de las alternativas que propone es "establecer límites máximos al porcentaje de grasas saturadas que puede contener un producto", así como "pedir a los fabricantes que anuncien de manera destacada en el etiquetado que se trata de un alimento poco saludable".
**Publicado en "EL MUNDO"
Es una medida polémica que reclaman algunos expertos en nutrición españoles y rechazan varios representantes de los consumidores y de la industria alimentaria. El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, no descarta adoptar iniciativas parecidas. En Hungría se acaba de aprobar una tasa similar, pero para los alimentos y bebidas con altos niveles de sal, azúcar, hidratos de carbono y cafeína. Entre tanto, el Ministerio de Sanidad español señala que "en estos momentos no hay ningún planteamiento al respecto"
Los daneses tienen que pagar unos 33 céntimos más por un envase de mantequilla o margarina y nueve céntimos extra por una bolsa de patatas fritas. El recargo es de 2,15 euros por cada kilo de grasa saturada, aunque sólo se aplicará a aquellos productos en los que este tipo de componentes que favorecen la obesidad y las enfermedades cardiovasculares representen más del 2,3% de la composición. Curiosamente, Dinamarca no es uno de los países con un índice de obesidad más alto. Tan sólo el 10% de la población tiene este problema, mientras que en España y otras naciones ya se ha superado el 17%. Pero el Gobierno del estado nórdico se apoya en un estudio del Instituto Danés de Alimentación y Recursos Económicos que asegura que cerca del 4% de las muertes prematuras de este país se deben al consumo excesivo de grasas saturadas.
En teoría, el encarecimiento de los productos ricos en sustancias poco saludables tiene un efecto disuasorio. Las empresas de alimentación se animarán a buscar alternativas para producir alimentos sin penalización económica y los consumidores vigilarán más su bolsillo y se decantarán por comestibles más baratos y saludables. Además, existe un trabajo británico realizado en 2007 se calcula que se podrían salvar 3.200 vidas al año en Reino Unido con la combinación de impuestos a las comidas poco saludables y descuentos a las más aconsejables.
Lo cierto es que no existe consenso sobre la bondad de una iniciativa de este tipo. Muchos médicos especializados en la materia, como Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, creen que la iniciativa podría trasladarse a España con ciertos matices. "En principio, estaría de acuerdo con la medida, siempre y cuando el dinero recaudado se destinase a abaratar productos como el arroz y el pan integral, las verduras, las frutas o las hortalizas, que generalmente son más caros que los alimentos menos recomendables". Estos incentivos para lograr una dieta más sana ya se han puesto en marcha en algunos estados de EEUU, donde se reparten vales de descuento para la compra de frutas y verduras a las personas con peores recursos económicos.
Una vuelta por el mercado o el supermercado basta para comprobar que los comestibles ricos en grasas saturadas son considerablemente más baratos que los vegetales. De ahí que diversas investigaciones hayan demostrado una relación entre un bajo nivel económico y una mayor prevalencia de obesidad. Según Aranceta, "ahora es más barato comer en una hamburguesería que tomar el menú del día".
El experto pone alguna objeción al proyecto danés: el límite del 2,3% de grasas saturadas le parece exagerado. "Seguramente ellos se han adaptado a su realidad, en la que los quesos untables o las mantequillas se consumen mucho más que aquí", declara. Por otro lado, apunta que la medida debe ir acompañada "de una buena información al consumidor, para que se gaste el dinero en otros alimentos".
La información y la educación son, precisamente, dos de las palabras clave que pronuncia José Ignacio Arranz, director general del Foro Interalimentario (asociación sin ánimo de lucro integrada por distintas empresas de alimentación con el objetivo de mejorar la formación alimentaria de los consumidores). Pero, en este caso, el representante del sector rechaza de plano el impuesto. "No hay alimentos buenos ni malos; no se pueden gestionar como la política antitabaco", afirma.
"El mayor fracaso político sería perder de vista el carácter multifactorial de la obesidad", alega el experto. Esta enfermedad está asociada al estilo de vida, que engloba, además de la alimentación, la educación, el ejercicio físico, la habilitación de espacios para que los niños jueguen... Por eso, concluye que lo que procede es "una estrategia educacional e incentivar a la industria para que lleve a cabo actividades de investigación, desarrollo e innovación dirigidas a conseguir perfiles nutricionales más saludables". Algo que, asegura, "ya se está haciendo".
Arranz es partidario de implantar, cuando se crea conveniente, restricciones a la publicidad de productos poco saludables, así como de imponer "un techo a los alimentos con grasas saturadas o trans". Esto último debe estar sustentado por "bases científicas sólidas".
Rubén Sánchez, portavoz de la organización de consumidores Facua, también ve con recelo la decisión danesa, que incide directamente en el poder adquisitivo de la población. "Entendemos que es necesario emprender acciones regulatorias para mejorar la calidad de los alimentos que hay en el mercado, pero un impuesto puede provocar que las empresas lo repercutan en el precio y no se cumpla la finalidad de mejorar la salud", asevera. Una de las alternativas que propone es "establecer límites máximos al porcentaje de grasas saturadas que puede contener un producto", así como "pedir a los fabricantes que anuncien de manera destacada en el etiquetado que se trata de un alimento poco saludable".
**Publicado en "EL MUNDO"
Ancient gene found to control potent antibody response to retroviruses
A researcher at MIT's Koch Institute for Integrative Cancer research has identified a gene that controls the process by which antibodies gain their ability to combat retroviruses. Edward Browne shows that the gene TLR7 allows the antibody generating B cells to detect the presence of a retrovirus and promotes a process by which antibodies gain strength and potency, called a germinal center reaction. The findings are published in the Open Access journal PLoS Pathogens on October 6th. TLR7 is a member of an ancient family of genes whose distant ancestors can also be found as far back as insects and worms, but these results show that the immune system has co-opted these genes for a new purpose -- the generation of antibodies.
Antibodies are a key feature of our ability to fight off disease causing viruses, but for some viruses such as HIV, this response goes horribly wrong. People infected with HIV generate large amounts of apparently useless antibodies that lack to power to hurt the virus. Why this happens during HIV infection, and how to fix the problem is one of the biggest challenges facing researchers in the HIV field.
During the germinal center reaction, antibodies become mutated and undergo selection to allow the strongest antibodies to dominate. Dr. Browne notes that "these results identify TLR7 as an important gene that could be targeted to improve antibody responses in HIV patients. It's possible that in HIV patients this process could be enhanced or accelerated to speed up the formation of high affinity broadly neutralizing antibodies."
**Source: Public Library of Science
Antibodies are a key feature of our ability to fight off disease causing viruses, but for some viruses such as HIV, this response goes horribly wrong. People infected with HIV generate large amounts of apparently useless antibodies that lack to power to hurt the virus. Why this happens during HIV infection, and how to fix the problem is one of the biggest challenges facing researchers in the HIV field.
During the germinal center reaction, antibodies become mutated and undergo selection to allow the strongest antibodies to dominate. Dr. Browne notes that "these results identify TLR7 as an important gene that could be targeted to improve antibody responses in HIV patients. It's possible that in HIV patients this process could be enhanced or accelerated to speed up the formation of high affinity broadly neutralizing antibodies."
**Source: Public Library of Science
Everest expedition suggests nitric oxide benefits for intensive care patients
The latest results from an expedition to Mount Everest that looked at the body's response to low oxygen levels suggest that drugs or procedures that promote the body's production of a chemical compound called nitric oxide (NO) could improve the recovery of critically ill patients in intensive care. Oxygen is required by all larger organisms, including humans, to survive. Many critically ill patients suffer from a shortage of oxygen (a condition known as 'hypoxia'), which can be life-threatening. NO is produced by virtually every cell and organ in the body where it serves many important functions including the regulation of blood pressure, learning and memory formation, and protecting us from infectious diseases.
This work, the product of collaboration between scientists at UCL and the University of Warwick, made use of blood samples and results collected during the 2007 Caudwell Xtreme Everest (CXE) expedition. The results show that NO production and activity are elevated in people who live at near sea-level altitudes ('lowlanders') that ascend to altitude, leading to changes in blood flow in the smallest blood vessels.
Published October 6 in Scientific Reports, the new open access journal from Nature Publishing Group, the paper suggests that interventions to alter NO production -- some of which already exist in the form of drugs or gas -- may benefit critically ill patients in whom oxygen availability is limited.
This is the first time such effects have been documented in a larger group of lowlanders and is consistent with earlier data from residents of the Tibetan plateau ('highlanders') showing their normal NO levels to be much elevated compared to people living near sea-level. Doctors believe increased NO may be beneficial for people, particularly patients with low levels of oxygen in their blood, because it increases the body's ability to tolerate and adapt to a low oxygen supply.
The paper is based on experiments carried out at varying altitudes during the CXE expedition, a study masterminded and led by scientists at UCL, with blood and statistical analyses carried out by scientists at the University of Warwick (made possible, in part, by support from the Medical Research Council and the Warwick Systems Biology Doctoral Training Centre).
The study participants consisted of 198 trekkers and 24 climbers, including doctors and scientists. The CXE team made the first ever measurement of the oxygen level in human blood at 8400m on Mount Everest. This was the centrepiece of an extensive and continuing programme of research into hypoxia and human performance at extreme altitude aimed at improving the care of the critically ill and other patients where hypoxia is a fundamental problem.
Dr Denny Levett, joint lead author of the paper from the UCL Centre for Altitude, Space and Extreme Environment Medicine and Deputy Research Lead of the CXE expedition, said: "Climbing to extreme altitudes puts the body in an environment with very low oxygen availability, similar to the experience of patients in intensive care with diseases affecting the heart, lungs or vascular system."
"By taking blood samples from hypoxic, but otherwise healthy, individuals we have been able to show that the body's natural response to low oxygen availability is to increase the production of nitric oxide. Thus, elevated NO occurs not just in those who live at high altitudes permanently, but also in lowlanders who are trying to adapt to high altitude conditions."
Dr Martin Feelisch, joint senior author of the paper and a Professor of Experimental Medicine and Integrative Biology at Warwick Medical School, who was responsible for the analytical work, said: "In the years ahead, this research may herald a change in emergency treatment and intensive care. It suggests there is an alternative way of alleviating the consequences of low oxygen levels by creating a more sustained tolerance to those low levels through treatments which boost NO production."
The research also shows a difference between individuals in terms of the level of their NO response at altitude. The sample size is too small to say with confidence why this is. However, individuals with greater experience of climbing at altitude had a greater NO response early in the expedition, suggesting their bodily constitution with respect to NO was different from climbers with less experience of ascent to high altitude. Similar factors may explain the differences in disease outcome between patients on the intensive care unit, the reasons of which are not well understood.
**Source: University of Warwick
This work, the product of collaboration between scientists at UCL and the University of Warwick, made use of blood samples and results collected during the 2007 Caudwell Xtreme Everest (CXE) expedition. The results show that NO production and activity are elevated in people who live at near sea-level altitudes ('lowlanders') that ascend to altitude, leading to changes in blood flow in the smallest blood vessels.
Published October 6 in Scientific Reports, the new open access journal from Nature Publishing Group, the paper suggests that interventions to alter NO production -- some of which already exist in the form of drugs or gas -- may benefit critically ill patients in whom oxygen availability is limited.
This is the first time such effects have been documented in a larger group of lowlanders and is consistent with earlier data from residents of the Tibetan plateau ('highlanders') showing their normal NO levels to be much elevated compared to people living near sea-level. Doctors believe increased NO may be beneficial for people, particularly patients with low levels of oxygen in their blood, because it increases the body's ability to tolerate and adapt to a low oxygen supply.
The paper is based on experiments carried out at varying altitudes during the CXE expedition, a study masterminded and led by scientists at UCL, with blood and statistical analyses carried out by scientists at the University of Warwick (made possible, in part, by support from the Medical Research Council and the Warwick Systems Biology Doctoral Training Centre).
The study participants consisted of 198 trekkers and 24 climbers, including doctors and scientists. The CXE team made the first ever measurement of the oxygen level in human blood at 8400m on Mount Everest. This was the centrepiece of an extensive and continuing programme of research into hypoxia and human performance at extreme altitude aimed at improving the care of the critically ill and other patients where hypoxia is a fundamental problem.
Dr Denny Levett, joint lead author of the paper from the UCL Centre for Altitude, Space and Extreme Environment Medicine and Deputy Research Lead of the CXE expedition, said: "Climbing to extreme altitudes puts the body in an environment with very low oxygen availability, similar to the experience of patients in intensive care with diseases affecting the heart, lungs or vascular system."
"By taking blood samples from hypoxic, but otherwise healthy, individuals we have been able to show that the body's natural response to low oxygen availability is to increase the production of nitric oxide. Thus, elevated NO occurs not just in those who live at high altitudes permanently, but also in lowlanders who are trying to adapt to high altitude conditions."
Dr Martin Feelisch, joint senior author of the paper and a Professor of Experimental Medicine and Integrative Biology at Warwick Medical School, who was responsible for the analytical work, said: "In the years ahead, this research may herald a change in emergency treatment and intensive care. It suggests there is an alternative way of alleviating the consequences of low oxygen levels by creating a more sustained tolerance to those low levels through treatments which boost NO production."
The research also shows a difference between individuals in terms of the level of their NO response at altitude. The sample size is too small to say with confidence why this is. However, individuals with greater experience of climbing at altitude had a greater NO response early in the expedition, suggesting their bodily constitution with respect to NO was different from climbers with less experience of ascent to high altitude. Similar factors may explain the differences in disease outcome between patients on the intensive care unit, the reasons of which are not well understood.
**Source: University of Warwick
Hallan millones de virus desconocidos ocultos en aguas residuales
Hasta la fecha, y a pesar de que se sabe que hay muchos más, los biólogos solo han logrado describir unos pocos miles de virus. Pero una nueva investigación acaba de revelar un impresionante mundo de diversidad vírica prosperando debajo mismo de nuestras narices. Publicado online en «mBio», la revista de la Sociedad Americana de Microbiología, el estudio se ha centrado en el análisis de aguas residuales de Norteamérica, Europa y Africa. Y ha encontrado, de un solo golpe, miles, puede que millones, de virus totalmente desconocidos para la ciencia. Muchos de ellos podrían tener algún papel en la salud de los seres humanos.
Como los científicos saben muy bien, los virus están, literalmente, en todas partes. Durante cada segundo de cada día de nuestras vidas, los seres humanos estamos expuestos a virus allá donde nos encontremos y hagamos lo que hagamos: dando un paseo, en el coche, comiendo, bebiendo, trabajando, durmiendo...
A pesar de ello, nuestro conocimiento del universo de los virus se limita a una pequeñísima fracción de los que en realidad existen. Hay sobre la Tierra cerca de 1,8 millones de especies diferentes, y todas ellas albergan un número indeterminado de virus únicos y específicos de cada uno de esos organismos. A pesar de ello, solo unos 3.000 virus han sido identificados y clasificados hasta la fecha.
-Firmas genéticas
Para explorar por lo menos una parte de esta enorme diversidad desconocida y calcular el número de virus diferentes que puede haber "ahí fuera", los investigadores se fijaron en las firmas genéticas de los virus presentes en las aguas residuales de tres continentes. Y se encontraron, en primer lugar, con 234 virus conocidos, pertenecientes a 26 familias víricas bien diferenciadas. Lo cual, de paso, convierte a las aguas residuales en el "hogar" de la mayor diversidad de virus jamás encontrada hasta ahora.
Entre estos virus conocidos encontrados por los investigadores se incluyen patógenos humanos como papilomavirus y otros responsables de varios trabstornos estomacales. Otros, sin embargo, estaban relacionados con "vecinos" de las cloacas muy bien conocidos por nosotros: roedores y cucarachas.
En las aguas analizadas también había bacterias, por lo que no resultó extraño para los biólogos que las firmas genéticas de los virus que atacan a bacterias destacaran, por su número, entre todos las demás familias presentes. Finalmente, un buen número de los virus conocidos que se identificaron procedían de plantas, algo que también resulta lógico ya que los vegetales son quizá el alimento más común entre los humanos.
Sin embargo, las aguas residuales analizadas contenían mucho más que esos 234 virus ya conocidos. De hecho, la inmensa mayoría de las firmas genéticas encontradas pertenecían a virus completmente nuevos y desconocidos. Miles de ellos, puede que incluso millones... Lo cual, para Michael Imperiale, biólogo de la Universidad de Michigan y autor principal del estudio, es un hecho muy significativo, ya que seguramente muchos de esos virus desconocidos juegan algún tipo de papel tanto en la salud de los seres humanos como en el medioambiente. Papeles que, sencillamente, aún no se han identificado.
Posibles efectos «beneficiosos»
Sin embargo, no todos los virus tienen, necesariamente, que ser malos para nosotros. "Hay teorías -explica Imperiale- que sostienen que podemos ser infectados por virus que no causen enfermedad alguna y que, al contrario, nos resulten beneficiosos". Hay ejemplos de esta clase de virus "benéficos" en el mundo animal. Por ejemplo un virus de herpes en ratones que los hace resistentes a las infecciones bacterianas.
En vista del éxito obtenido, los investigadores planean ahora dar el siguiente paso analizando otros ambientes en los que los virus puedan prosperar a sus anchas, como lo hacen en las aguas residuales. Y eso, opina Michael Imperiale, traerá un gran número de nuevos descubrimientos: "Creo que estamos apenas en la punta del iceberg en cuanto a saber cuántos virus puede haber ahí fuera. Y pienso que en el océano, por ejemplo, encontraremos cantidades que superan en varios órdenes de magnitud a las que hemos hallado en las aguas.
**Publicado en "ABC"
Como los científicos saben muy bien, los virus están, literalmente, en todas partes. Durante cada segundo de cada día de nuestras vidas, los seres humanos estamos expuestos a virus allá donde nos encontremos y hagamos lo que hagamos: dando un paseo, en el coche, comiendo, bebiendo, trabajando, durmiendo...
A pesar de ello, nuestro conocimiento del universo de los virus se limita a una pequeñísima fracción de los que en realidad existen. Hay sobre la Tierra cerca de 1,8 millones de especies diferentes, y todas ellas albergan un número indeterminado de virus únicos y específicos de cada uno de esos organismos. A pesar de ello, solo unos 3.000 virus han sido identificados y clasificados hasta la fecha.
-Firmas genéticas
Para explorar por lo menos una parte de esta enorme diversidad desconocida y calcular el número de virus diferentes que puede haber "ahí fuera", los investigadores se fijaron en las firmas genéticas de los virus presentes en las aguas residuales de tres continentes. Y se encontraron, en primer lugar, con 234 virus conocidos, pertenecientes a 26 familias víricas bien diferenciadas. Lo cual, de paso, convierte a las aguas residuales en el "hogar" de la mayor diversidad de virus jamás encontrada hasta ahora.
Entre estos virus conocidos encontrados por los investigadores se incluyen patógenos humanos como papilomavirus y otros responsables de varios trabstornos estomacales. Otros, sin embargo, estaban relacionados con "vecinos" de las cloacas muy bien conocidos por nosotros: roedores y cucarachas.
En las aguas analizadas también había bacterias, por lo que no resultó extraño para los biólogos que las firmas genéticas de los virus que atacan a bacterias destacaran, por su número, entre todos las demás familias presentes. Finalmente, un buen número de los virus conocidos que se identificaron procedían de plantas, algo que también resulta lógico ya que los vegetales son quizá el alimento más común entre los humanos.
Sin embargo, las aguas residuales analizadas contenían mucho más que esos 234 virus ya conocidos. De hecho, la inmensa mayoría de las firmas genéticas encontradas pertenecían a virus completmente nuevos y desconocidos. Miles de ellos, puede que incluso millones... Lo cual, para Michael Imperiale, biólogo de la Universidad de Michigan y autor principal del estudio, es un hecho muy significativo, ya que seguramente muchos de esos virus desconocidos juegan algún tipo de papel tanto en la salud de los seres humanos como en el medioambiente. Papeles que, sencillamente, aún no se han identificado.
Posibles efectos «beneficiosos»
Sin embargo, no todos los virus tienen, necesariamente, que ser malos para nosotros. "Hay teorías -explica Imperiale- que sostienen que podemos ser infectados por virus que no causen enfermedad alguna y que, al contrario, nos resulten beneficiosos". Hay ejemplos de esta clase de virus "benéficos" en el mundo animal. Por ejemplo un virus de herpes en ratones que los hace resistentes a las infecciones bacterianas.
En vista del éxito obtenido, los investigadores planean ahora dar el siguiente paso analizando otros ambientes en los que los virus puedan prosperar a sus anchas, como lo hacen en las aguas residuales. Y eso, opina Michael Imperiale, traerá un gran número de nuevos descubrimientos: "Creo que estamos apenas en la punta del iceberg en cuanto a saber cuántos virus puede haber ahí fuera. Y pienso que en el océano, por ejemplo, encontraremos cantidades que superan en varios órdenes de magnitud a las que hemos hallado en las aguas.
**Publicado en "ABC"
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