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13 October 2011

Cada día en España son diagnosticadas 44 mujeres con cáncer de mama



En nuestro país son diagnosticadas cada día 44 mujeres de cáncer de mama. Cada vez son más las que se benefician de una detección precoz de la enfermedad gracias al incremento de la concienciación sobre la importancia de las revisiones periódicas y de los programas de screening.

Con objeto de revisar y actualizar los últimos pasos dados en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, tanto a las afectadas como a la sociedad en general, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Asociación de Mujeres Operadas de Cáncer de Mama de Málaga (ASAMMA), perteneciente a la Federación Española de Cáncer de Mama (FECMA), celebran la sesión informativa ”Cáncer de Mama, un nombre con varios apellidos”. La sesión tendrá lugar el próximo 19 de octubre, coincidiendo con el Día Internacional del Cáncer de Mama, en el marco del XIII Congreso Nacional de SEOM que se celebra del 19 al 21 de octubre en Málaga.

Esta reunión, tendrá lugar a las 17.30 horas en la Sala de Exposiciones del Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, gracias a la colaboración de Roche. Intervendrán el Dr. Emilio Alba, presidente de Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM); Dña. Francisca Aguilar, presidenta de ASAMMA, el Dr. Antonio Llombart, coordinador del Comité Científico del Grupo Español de Estudio y Tratamiento de Intensificación y otras estrategias experimentales en Tumores Sólidos (SOLTI) y el Dr. Álvaro Rodríguez Lescure, secretario del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM).

A lo largo de esta sesión se debatirá sobre la atención en el el cáncer de mama, así como las perspectivas de futuro en este ámbito. De la misma forma, serán las pacientes las que, en primera persona, comenten las principales necesidades con las que se encuentran las afectadas y sus familiares al hacer frente a este tipo de cáncer.

Decálogo del buen trato a la infancia y adolescencia

Desde la SEPEAP( Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria) se busca promover respecto a los buenos tratos hacia la infancia que son responder correctamente a las necesidades infantiles de cuidado, protección, educación, respeto, empatía y apego. "El buen trato se desarrolla, se aprende y es un proceso que debe iniciarse en la infancia. Es más, es muy importante ya que recibir buenos tratos en edades tempranas favorece el desarrollo socioafectivo sano y futuros aprendizajes", alega el Dr. García Pérez.
En este sentido, existe un decálogo que resume los buenos tratos en la infacia y adolescencia:

1. Aceptar incondicionalmente a nuestros hijos e hijas.

2. Proporcionarles amor y afecto.

3. Establecer límites razonables.

4. Respetar su derecho al juego y a tener relaciones de amistad con sus compañeros.

5. Respetar y fomentar su autonomía.

6. Protegerle de los riesgos reales o imaginarios.

7. Aceptar su sexualidad y ofrecer una imagen positiva de la misma.

8. Comunicación y empatía.

9. Participación.

10. Dedicarles tiempo y atención

LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD Y DEPRESIÓN CADA VEZ MÁS FRECUENTES EN NIÑOS

Los trastornos de ansiedad en la infancia y adolescencia son bastante prevalentes ya que afectan a entre el 10 y el 20% de los niños. Sin embargo, sólo algunos de lo afectados están diagnosticados y, de éstos, es difícil que todos se traten de forma adecuada, utilizando las intervenciones terapéuticas más efectivas.
La importancia de un adecuado diagnóstico y tratamiento implica tanto el alivio del grave malestar en el niño como el evitar la cronificación del cuadro, la aparición de comorbilidades y la evolución de la enfermedad en la vida adulta. Por este motivo, en el XXV Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP), se debatirá sobre la identificación precoz de la ansiedad en los niños.
Según la edad del niño y su desarrollo cognoscitivo y emocional, las manifestaciones de la ansiedad pueden variar y estar influenciadas por sus vivencias, educación, el medio en el que vive e, indudablemente, por su temperamento y genética.
"La sintomatología se puede manifestar con síntomas físicos como cefaleas, dolores abdominales y torácicos, náuseas, vómitos, dolores inespecíficos, palpitaciones, sudoración, falta de aire, sensación de frío o calor y temblor, entre otros muchos; alteraciones cognitivas como intranquilidad, miedo, angustia, desasosiego, preocupación inespecífica, dificultades de atención y de concentración, de memoria y la lentitud del pensamiento; alteraciones motoras como inquietud; y alteraciones emocionales como llanto, enfado e irritabilidad", comenta el Dr. Jesús García Pérez, pediatra y miembro de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP).
Dentro de los acontecimientos vitales estresantes se deben señalar algunos que están presentes con mucha frecuencia en la vida de los niños como son "la separación o divorcio de los padres, sobre todo si conllevan discusiones frecuentes y graves entre ellos, el alcoholismo o toxicomanía de los padres, enfermedad grave física o mental de los mismos, deficiente rendimiento escolar, cambio de nivel económico y pérdida del trabajo paterno", indica el Dr. García Pérez. "Evidentemente, -añade el experto- no a todos los niños les afectarán por igual, ya que la presencia de factores protectores ayudarán a una buena adaptación". Entre éstos destacan: temperamento "fácil", habilidades en resolución de problemas, y toma de decisiones y un desarrollo saludable.

--Principales trastornos de ansiedad
*Trastorno de ansiedad de separación
Se presenta como una intensa angustia ante la separación de los padres, sobre todo de la madre. "Es totalmente desproporcionada a la edad y circunstancias, viviéndola como un peligro y amenaza ya que el niño teme que no estén los padres a su regreso o que enfermen", resalta el Dr. García Pérez. Es la manifestación de la ansiedad más precoz en los niños, pero tiene unas tasas de prevalencia en el adolescente de entre el 2 y el 4%. "Es más frecuente en familias sobreprotectoras, tras periodos vacacionales o enfermedades físicas, y se manifiesta con síntomas de ansiedad, somatizaciones y dificultades del sueño acompañados de apatía, tristeza y aislamiento social", añade el experto.

*Trastorno de ansiedad generalizada
Es un tipo de ansiedad exagerada, no realista, de al menos 6 meses de duración con presencia de múltiples quejas físicas y, sobre todo a estas edades, estado permanente de tensión con preocupación excesiva sobre la vida, la adaptación social y la competencia personal y académica. "Es un perfil de paciente con características personales de perfeccionismo, puntualidad, obediencia, cumplidores de las normas, hipersensibilidad a la crítica, timidez y necesidad de reafirmación por el adulto", concreta el Dr. García Pérez. La mayor prevalencia se da en la preadolescencia situándose entre 2,7 y 12,4%.

*Fobia simple
Se trata de un temor intenso y persistente a un estímulo o situación concreta que genera un gran malestar y limita la vida normal del niño.
En palabras del Dr. García Pérez, "ciertos miedos son normales y posiblemente necesarios para el desarrollo psicológico del niño. Los miedos y fobias cambian con la edad, haciéndose cada vez más específicos en el entorno de cada niño, a medida que éste se va haciendo mayor".
Los pequeños temen a los animales y la oscuridad. Más adelante es al colegio y a subir en ascensor, y entre los 6 y 12 años a monstruos y fantasmas. En la adolescencia a heridas, sangre, enfermedades y a los exámenes. También a no ser popular, a la autoimagen, al ridículo y al rechazo en las relaciones sociales. "No debemos caer en la sobreprotección excesiva ya que aumentaremos sus miedos", recomienda el experto. "Hay que actuar con normalidad y sin excesiva sobreprotección, evitando así que el miedo se transforme en fobia", añade.

*Fobia escolar
Se caracteriza por un temor irracional a ir al colegio, va acompañado de reacciones intensas de ansiedad cuando se le intenta obligar a acudir.

*Fobia social
Es propia de la adolescencia, donde las relaciones sociales cobran una gran importancia. Se caracteriza por miedo y evitación marcados a ser el foco de atención o a poder comportarse de forma humillante. Esto ocurre delante de personas que no pertenecen al ámbito familiar y desconocidos.
"Del mismo modo que en las otras fobias, aparece la ansiedad anticipatoria que lleva a quedarse en casa y evitar o rechazar cualquier actividad, llevando al aislamiento en una etapa vital en la que las relaciones sociales son cruciales", declara el Dr. García Pérez.

*Depresión en los niños
La depresión es un trastorno psiquiátrico que sufren los niños desde edades tempranas y que el pediatra debe tener en mente en su práctica clínica habitual. El diagnóstico requiere pensar en el trastorno, conocer sus características clínicas y disponer, en la medida de lo posible, de varias fuentes de información. "Los niños son una fuente de información altamente fiable y conocer lo que les sucede solo requiere a veces tiempo y dedicación", comenta el especialista. "Además, -añade el experto- la depresión es una enfermedad que tiende a evolucionar de forma crónica y que condiciona toda la vida del niño. Por ello, reconocerla y diagnosticarla es uno de los mayores servicios que los pediatras pueden prestar a sus pacientes".
El diagnóstico precoz de las enfermedades de este tipo en los niños es un elemento esencial de la evolución y el pronóstico, más aún cuando se trata de enfermedades psiquiátricas que interfieren en el desarrollo emocional de los pequeños, en su rendimiento académico y en la adaptación social.
La depresión es un trastorno psiquiátrico que por sus características clínicas tiene una capacidad lesiva particular en los niños. "En su génesis intervienen factores genéticos y circunstancias ambientales, y el niño que sufre la enfermedad es especialmente vulnerable a las adversidades de la vida", afirma el Dr. García Pérez.
Detectar los signos y síntomas depresivos en los más pequeños requiere no sólo conocer el cuadro clínico, sino escuchar y entender lo que el niño dice y lo que el niño calla.
Durante la infancia no se observan diferencias entre niños y niñas, sin embargo, a partir de la pubertad, la prevalencia en las mujeres es dos veces más alta que en los hombres.
El factor edad es especialmente significativo en las niñas que, en un estudio español, tienen tasas del 2,2% a los 11 años y del 4,1% a los tres años. "La depresión, por tanto, existe en la infancia y afecta a niños de 3 a 6 años, una realidad que conviene tener presente en la práctica clínica", declaran los expertos.
El diagnóstico de la depresión en los niños es más difícil que en los adultos, y es tanto más difícil cuanto menor edad tiene el paciente. "La evaluación requiere tiempo para hablar con los padres, tiempo para explorar al niño y tiempo para informar del diagnóstico y de las recomendaciones terapéuticas", dice el Dr. García Pérez. Es fundamental disponer de varias fuentes de información para hacer un diagnóstico correcto.
Los síntomas y manifestaciones de la depresión varían en función de la edad, el desarrollo cognoscitivo y emocional del sujeto y la capacidad verbal para expresar emociones y sentimientos. Éstos pueden ser, en edad preescolar: irritabilidad, apatía, falta de interés, falta de colaboración con los padres, mímica y gestos tristes, crisis de llanto, anorexia y trastornos del sueño. Por otro lado, en la edad escolar: expresión triste, llanto, hiperactividad o lentitud motriz, sentimientos de desesperanza, deficiente imagen personal, descenso del rendimiento escolar, dificultades de concentración, cefaleas, gastralgias, apatía, sentimientos de culpa, ansiedad e ideación suicida.

TODAVÍA, ENTRE EL 2 Y EL 10% DE LOS NIÑOS ESPAÑOLES SUFRE GRAVE ACOSO ESCOLAR



Tradicionalmente, al hablar de violencia en el ámbito escolar se hace referencia a hechos relacionados con robos, peleas, destrozos en el material o en las instalaciones. Sin embargo, existen también situaciones violentas menos explícitas y visibles y, por tanto, más difíciles de abordar y tratar. Son aquellas que tienen que ver con la violencia interpersonal.
Las situaciones de este tipo de violencia, que se agrupan bajo una gran variedad de denominaciones (intimidación, bullying, acoso, abuso, maltrato...), hacen referencia a una serie de conductas intencionadas e hirientes de unas y unos escolares hacia otros que tienen que ver con la tiranización y el hostigamiento. Se considera acoso escolar, por tanto, cuando se dan situaciones donde existe una víctima atacada por alguna persona o por algún grupo acosador, cuando existe un desequilibrio de poder entre víctima y agresores y si la acción se repite durante un tiempo prolongado.
"Entre el 2 y el 10% de los niños españoles se encuentran en la versión más grave de este tipo de casos, porcentaje que aumenta del 15 al 35% si hablamos de intimidaciones leves", comenta el Dr. Jesús García Pérez, pediatra y miembro de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). "Aún así –matiza el experto- las investigaciones más recientes y la réplica de algunos estudios permiten afirmar que el panorama del acoso escolar en España ha mejorado, aunque todavía estamos lejos de erradicar el problema".
Con el fin de poner sobre la mesa la situación actual de este tipo de conductas así como proponer y debatir medidas para minimizar y resolver el problema, los pediatras reunidos en el XXV Congreso de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (SEPEAP) analizarán este tema, entre otros.






-Personas implicadas en las situaciones de acoso
El fenómeno del maltrato entre iguales afecta a tres tipos de protagonistas: víctimas, agresoras o agresores y espectadoras o espectadores. "Las víctimas, aunque sus perfiles son muy variados, se puede decir que son, en general, personas pacíficas, con baja capacidad de respuesta, tímidas y vulnerables. También pueden ser estudiantes académicamente brillantes y hábiles en sus relaciones con las personas adultas y que provocan celos y envidias", indica el Dr. García Pérez. "En un polo opuesto, -añade el especialista- están las víctimas provocativas que muestran comportamientos irritantes, impulsividad y propensión a atacar cuando se sienten atacadas".
Un dato muy relevante es que el 60% de los menores que acosan en el colegio cometen algún delito antes de los 24 años (perpetúan la violencia y la trasladan al trabajo o la familia).
Respecto a los agresores o agresoras, en palabras del Dr. García Pérez, "son personas que, normalmente, no se sienten bien consigo mismas y por eso quieren controlar y dominar a las demás. Buscan un poder social y un reconocimiento que no pueden obtener de otra manera. Son frías emocionalmente, prepotentes, de temperamento impulsivo y, en ocasiones, violento; no tienen sentimientos de culpa y, posiblemente, fueron víctimas de violencia doméstica". "Pero, por otro lado, también pueden ser estudiantes populares y agradables ante las profesoras y profesores a los que adulan e, incluso, engañan (líderes en negativo)", añade el experto.
Los espectadores y espectadoras son las alumnas y alumnos que observan las situaciones de acoso y su papel puede ser primordial a la hora de resolver este tipo de hechos. Sus actitudes y comportamientos suelen ser bastante diferentes. "Si utilizan la ley del silencio están alimentando el fenómeno porque quienes agreden se sienten cada vez más fuertes e impunes, mientras las víctimas están cada vez más solas y aisladas. Por el contrario, si se ponen de parte de la víctima y muestran una actitud activa de rechazo pueden anular el acoso. Por eso, en cualquier estrategia preventiva es fundamental trabajar con estas personas", explica el Dr. García Pérez.






-Variables relacionadas con el acoso escolar
Se puede analizar la incidencia de algunas variables en el acoso escolar que aportan información para trabajar en el ámbito preventivo. Dichas variables son:
• Género. Hay una mayor incidencia de agresiones en los chicos. Éstos practican más la agresión física, mientras que las chicas manifiestan una agresividad de tipo psicológico. Las víctimas se reparten por igual entre chicos y chicas.
• Tipos de conducta. El acoso puede materializarse por medio de agresiones físicas (pegar, amenazar, romper cosas…), verbales (insultar, poner motes…), psicológicas (intimidar, provocar sensación de miedo…), sociales (impedir participar, ignorar…). El verbal es el más frecuente, seguido del físico y el social. El acoso sexual y la amenaza con armas tienen escasa incidencia.
• Lugar donde se produce. En Primaria, el lugar más frecuente es el patio; en Secundaria, en las aulas y pasillos.
• Edad. Se produce con mayor frecuencia entre los 10 y los 14 años y, aunque se constata que comienzan cada vez en edades más tempranas, estos problemas, disminuyen con la edad.






-Prevención y actuación
Algunas de las medidas que favorecen la prevención de este tipo de problemas son: convertir los centros educativos en lugares de convivencia, desarrollar programas de ayuda entre iguales, explorar la vía de las comunidades de aprendizaje como forma de educación compartida por toda la comunidad, practicar la colaboración y cooperación docente, participar en actividades de formación permanente y abrir cauces a la participación de las familias y de otras instituciones y asociaciones.
En cuanto a la familia, "pueden implicarse activamente en la educación de sus hijos porque es una responsabilidad compartida; participar en actividades escolares y extraescolares; proponer al centro la realización de proyectos y participar en los mismos; interesarse por los usos que hacen sus hijos e hijas de la televisión, Internet (redes sociales); y enseñarles a superar la frustración y aceptar los límites", comenta el especialista.
Aun así, en algunas ocasiones, a pesar de las actuaciones de carácter preventivo que puedan haberse llevado a cabo, es probable que en determinados casos se den episodios de maltrato. "Se trata de intervenir lo antes posible en situaciones todavía incipientes para evitar que se consoliden o prestar atención específica, interviniendo directamente con el alumnado y las familias implicadas, ofreciendo asesoramiento y apoyo técnico especializado", afirma el Dr. García Pérez.

El tratamiento psicológico reduce la sensación de dolor en la fibromialgia

La fibromialgia está considerada como la causa más frecuente de dolor músculo-esquelético crónico difuso, con una alta comorbilidad entre diversos trastornos psiquiátricos. La Sociedad Española de Reumatología estima que dicha patología afecta a 1.100.000 personas en España (2,4% de la población) y a 48.334 en el País Vasco (2.26%). Se estima que al menos el 20% de los pacientes con fibromialgia presentan un trastorno depresivo y un 13% trastornos de ansiedad, además de una tasa superior de otros trastornos, como la fobia específica, el trastorno obsesivo-compulsivo o los trastornos del Eje II.
El programa de dolor crónico de Avances Médicos S.A. (AMSA) atiende a personas diagnosticadas de fibromialgia y otras patologías que cursan con dolor crónico que con frecuencia se asocian con síntomas psiquiátricos como la ansiedad o la depresión.
El Dr. Pablo Orgaz, coordinador del Curso de formación sobre fibromialgia que ha impartido AMSA en el Colegio Oficial de Médicos de Bizkaia, describe la fibromialgia como una “alteración en el procesamiento del dolor, de origen desconocido, que cursa con síntomas como el dolor generalizado, el cansancio o la rigidez y conlleva un importante distrés psicológico asociado”.
“La fibromialgia tiene profundas repercusiones en la calidad de vida del que la padece y en el conjunto de sus relaciones significativas, generando un elevado nivel de sufrimiento”, aseguran desde AMSA. Se ha destacado la necesidad de dirigir el funcionamiento psicológico para, en última instancia, mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Varias revisiones han evidenciado que las intervenciones psicológicas son eficaces para obtener un resultado favorable en el tratamiento de la fibromialgia. Entre las intervenciones psicológicas que se han señalado como más beneficiosas, se encuentran la terapia cognitivo conductual, la terapia grupal y técnicas de relajación que mejoren la conciencia somatosensorial.
Estudios que valoran el tratamiento psicofarmacológico llegan a la conclusión general de que los mejores resultados se obtienen del tratamiento combinado de psicoterapia y farmacoterapia. “El tratamiento en salud mental de la fibromialgia mejora la calidad de vida, disminuye el gasto sanitario y la sensación subjetiva de dolor y mejora la clínica psiquiátrica asociada”, concluyen desde AMSA.

-Diversidad de síntomas, un mismo trastorno
La relación entre los trastornos metales y la fibromialgia es controvertida. Según algunos autores, los síntomas característicos de la fibromialgia (dolor, cansancio, parestesias, anquilosamientos, mareos, puntos miofasciales hipersensibles, etc.) son atribuibles a desadaptaciones psicológicas. Para ellos la fibromialgia es una forma de somatización. Otros entienden que la etiología de la fibromialgia, aun desconocida, es independiente de factores psicológicos. La alta comorbilidad de síntomas, como la ansiedad o la depresión, es la consecuencia lógica del sufrimiento que supone convivir con el dolor crónico. “Ambos puntos de vista se fundamentan en modelos basados en un dualismo mente-cuerpo, frente al que progresivamente se impone un modelo biopsicosocial, ampliamente aceptado en otros campos de la Medicina”, asegura el Dr. Orgaz.
Los datos disponibles en la literatura señalan que los factores psicológicos específicos que influyen en una respuesta adaptativa o desadaptativa al dolor son la instauración de un patrón de hipervigilancia al dolor, los pensamientos catastróficos y las conductas evitativas. Otros autores han señalado que la aceptación del dolor se relaciona con una percepción de menor intensidad, ausencia de trastornos asociados como la depresión y ansiedad y una mejor ejecución de tareas de la vida diaria.
En otra línea, la investigación con metodología cualitativa ha señalado la importancia de la relación médico-paciente, y de la relación contexto-paciente en el sufrimiento adicional de la enfermedad. En dolor crónico se ha señalado la importancia de ambas relaciones en la elaboración individual del significado de enfermedad. Aceves-Avila opina que el discurso y la disposición del espacio sanitario mantienen un lugar de cronificación del dolor. Otros autores, señalan el papel que juega la pasividad e incapacidad asociada al dolor crónico. En situaciones de incertidumbre diagnóstica, las expectativas de un médico centrado en un modelo causa-efecto y las expectativas del paciente con respecto a este modelo favorecen, en su interacción, la persistencia del dolor, la frustración y la ansiedad.

-Hacia el control de los síntomas
El tratamiento del dolor es una de las áreas de la psiquiatría donde se cuestiona más la forma en la que el clínico entiende la organización del ser humano. “En este programa se considera que el organismo se manifiesta como una unidad psicofisiológica en interacción estructurante con el ambiente, modelo que se sostiene biológicamente en base a la interrelación existente entre las vías neurobiológicas del control del dolor y las del afecto”, aseguran en AMSA.
Dentro de los objetivos del programa se encuentra, en primer lugar, favorecer el afrontamiento activo del dolor y otros síntomas somáticos, apoyando su repercusión emocional, y atender a la exacerbación de estos síntomas ante situaciones estresantes.
En segundo lugar, se quiere ayudar a desentrañar los significados de los síntomas en la vida de los pacientes, atendiendo a las reacciones cognitivas y emocionales que producen los síntomas físicos, y poder con ello entrenar en la detección emocional antes que esta se convierta en más dolor o en otros síntomas somáticos. Con ello se consigue un aumento de la conciencia somatosensorial de los pacientes.
Por último, el programa realiza un tratamiento los trastornos psiquiátricos asociados, siempre con el apoyo y la coordinación con otros servicios médicos.

EL HOSPITAL USP SANTA TERESA Y PLATAFORMA SINDOLOR PRESENTAN SU PROGRAMA "HOSPITAL SIN DOLOR"‏



El Hospital USP Santa Teresa es el primer hospital privado de Galicia en comprometerse en controlar de manera óptima el dolor de sus pacientes y ha puesto en marcha el programa Hospital sin Dolor, impulsado por la Plataforma SinDOLOR, iniciativa conjunta de la Fundación Grünenthal y FUINSA, dirigida a promover la mejora de la atención al paciente con dolor. La experiencia del hospital USP Santa Teresa se trasladará próximamente al resto de centros de la red USP Hospitales.
En la presentación del programa Hospital sin dolor han intervenido Dña. Marta Taboada, Directora Gerente de USP Santa Teresa, D. Pablo Asensio, Director Médico de USP Santa Teresa, Dña. Carmen Zárate, de la Fundación Grünenthal, la Dra. Margarita Izquierdo, directora médico de FUINSA y el Dr. Pedro Rico, Director Asistencial de USP Hospitales.
Marta Taboada, Directora gerente de USP Santa Teresa explico que, “la puesta en marcha del proyecto Hospital sin Dolor en USP Santa Teresa supone un compromiso institucional de todo el personal del centro en mejorar la calidad asistencial del paciente con dolor. Esto supone una muestra más de la voluntad del Hospital por innovar siempre al servicio y en beneficio del paciente “.
El dolor es el síntoma más frecuente por el que los pacientes acuden a la consulta del médico y el peor tolerado. Se estima que está presente en el 53% de las consultas de atención primaria y, sin embargo, su manejo es complicado porque se trata del único signo vital no cuantitativo -temperatura, pulso, frecuencia cardiaca y frecuencia respiratoria tiene un sistema de medida- y, de hecho, es una referencia que habitualmente no se recoge en la historia clínica del paciente.
El hospital USP Santa Teresa ha puesto en marcha todas las herramientas necesarias para el manejo óptimo del dolor agudo de sus pacientes ingresados y en una próxima etapa abordará también el dolor crónico de los pacientes que acuden a consulta. “El tratamiento del dolor sigue siendo una oportunidad de mejora”, ha afirmado el Dr. Pablo Asensio, Director Médico de USP Santa Teresa.
El centro coruñés ya contaba con una Unidad del Dolor. Sin embargo, se detectó que los pacientes ingresados continúan padeciendo dolor con frecuencia y, tras realizar un estudio, comprobaron que el tratamiento del dolor obedecía más a los criterios del personal sanitario (médicos y personal de Enfermería) que a las necesidades reales del paciente, precisamente por la dificultad en la cuantificación del dolor de manera objetiva.
La principal diferencia entre una Unidad del Dolor y un Hospital sin Dolor estriba en que en la Unidad del Dolor trabajan anestesistas y especialistas en cuidados paliativos, mientras que el programa Hospital sin Dolor exige que el alivio del dolor sea un objetivo institucional para todos los profesionales que trabajan en el centro, desde la propia Unidad del Dolor al personal de Enfermería, especialistas en Reumatología, Geriatría, Farmacia y Urgencias, entre otros.
Para convertirse en Hospital sin Dolor, USP Santa Teresa ha puesto en marcha un sistema claro de registro claro y evaluación periódica del dolor agudo del paciente ingresado, dentro de la práctica rutinaria de la toma del resto de constantes, con la máxima de evitar que el paciente sufra dolor .
Para ello, se enseña al paciente cómo transmitir su dolor a los profesionales sanitarios, indicándoles su localización, frecuencia y su intensidad, con la complejidad que tiene el hecho de que no es igualmente cuantificable por el médico y por el paciente. En este sentido el dolor se evalúa con la ayuda de la escala EVA, una escala con aspecto de regla, dividida a partes iguales del 0 al 10, que contempla la escala de dolor para el médico, y la referencia “leve”, “moderado” e “intenso”, que se ajusta más a la expresión del nivel de dolor por parte del paciente.
Previamente, el personal ha recibido formación en el marco del curso CHANGE PAIN, que forma parte de una campaña internacional destinada a profesionales sanitarios, avalada por la EFIC (Federación Europea de Asociaciones Internacionales para el Estudio del Dolor) e implementada en España por la Plataforma Sin DOLOR. “Desde la Plataforma SinDOLOR aportamos a este proyecto nuestra experiencia en el desarrollo de actividades dirigidas a mejorar el abordaje del dolor con estrategias de sensibilización, formación y protocolización, proporcionado soporte y materiales para el desarrollo de estas actividades”, ha destacado Carmen Zárate, de la Fundación Grünenthal.
Asimismo, se ha establecido un protocolo de tratamiento del dolor postoperatorio, en el que se unifican los criterios de tratamiento, con el objetivo de mejorar la atención al paciente, disminuyendo su dolor y facilitando el trabajo del personal sanitario.
La experiencia de USP Santa Teresa en este programa servirá para implantarlo en el resto de centros de la red de USP Hospitales, según ha anunciado el Director Asistencial del grupo, el Dr. Pedro Rico, dentro de las iniciativas que están tomando para mejorar la calidad asistencial.






**Pié de foto: momento de la presentación del Programa Hospital Sin dolor del Hospital USP Santa Teresa. De izquierda a derecha, Dr. Pedro Rico, Director Asistencial de USP Hospitales, Dña. Carmen Zárate, de la Fundación Grünenthal, Dña. Marta Taboada, Directora Gerente de USP Santa Teresa, D. Pablo Asensio, Director Médico

Se presenta el primer manual sobre comunicación interna hospitalaria que se edita en Europa‏



“Las instituciones hospitalarias consideran cada vez más a la comunicación como un elemento estratégico capaz de influir de modo positivo en el servicio sanitario ofrecido al paciente”. Desde este punto de partida y tras una exhaustiva investigación desarrollada en la Universidad de Navarra por Pablo Medina Aguerrebere, hoy se ha presentado en Bilbao la edición de la obra ‘Organización de la comunicación interna de los hospitales’. Se trata del primer libro editado en Europa sobre este ámbito de la comunicación sanitaria, constituyendo un completo manual de consulta que recoge los diversos aspectos concernientes a la comunicación interna hospitalaria.

El libro, —editado por Fragua con el patrocinio de la agencia Docor Comunicación, especializada en el ámbito sanitario—, es el resultado de la tesis doctoral desarrollada por Pablo Medina y dirigida por Antonio González (IESE Barcelona), en una labor en la que se han analizado más de 400 libros especializados. La obra, que ya se encuentra disponible en las librerías de toda España, se dirige a profesionales de la comunicación y de la gestión, así como a profesionales de la salud, “ya que el tipo de relación comunicativa que el profesional de la salud establece con el paciente influye en la satisfacción de éste último con el servicio médico, así como en su estado de salud”, ha aseverado el joven investigador.

Tal y como ha expuesto, “se trata de un libro de comunicación institucional de salud, que trabaja de modo transversal el área de la gestión, el marketing, la comunicación y la asistencia hospitalaria con el objetivo de crear un concepto transversal de comunicación interna hospitalaria. Todo ello ayuda a los profesionales sanitarios a desarrollar su trabajo de una manera más eficaz y eficiente y a mantener mejores relaciones comunicativas con el paciente y sus familiares”.

Para el joven doctor en Comunicación, el tipo de servicio ofrecido al paciente y el número elevado de trabajadores que emplean los hospitales —España tiene un total de 794 hospitales con 161.022 camas— convierten a la comunicación interna en su acción comunicativa “más importante”. Además, la comunicación interna “tiene distintas finalidades, se divide en diferentes tipos, utiliza varias herramientas, obedece a estrategias diversas, se basa en la ética, y considera el lenguaje y la conexión emocional como elementos integrantes de su actividad”.



-Estructura
La ‘Organización de la comunicación interna de los hospitales’ se ha estructurado en cuatro partes o capítulos. La primera de ellas trata el tema de la comunicación en las organizaciones hospitalarias, centrándose especialmente en la gestión, el marketing, la comunicación interpersonal, la comunicación institucional, la imagen de marca y la organización del departamento de comunicación institucional (capítulo 1).

En segundo lugar, se estudia el papel de la comunicación interna en los hospitales: definición del concepto, finalidades de esta actividad, tipos de comunicación interna, herramientas, estrategias, rol de la ética, importancia del lenguaje, y gestión emocional de la comunicación interna (capítulo 2).

En tercer lugar, se analiza el funcionamiento del departamento de comunicación interna de un hospital, es decir, la dependencia jerárquica, el rol de los empleados y del director de dicho departamento, el plan de comunicación interna, la comunicación de crisis y la responsabilidad social corporativa (capítulo 3).

En cuarto lugar, a modo de conclusión de todo el contenido, se propone un modelo optimizado de gestión de la comunicación interna hospitalaria. Este modelo es aplicable, no sólo a las diversas categorías hospitalarias españolas sino, con vocación internacional, a hospitales de todo el mundo.



-Una actividad socialmente responsable
Tal y como ha indicado Pablo Medina Aguerrebere, “la comunicación interna hospitalaria es una actividad comunicativa que, en su esencia, es socialmente responsable ya que su objetivo es ayudar al ciudadano a mejorar su estado físico y psíquico así como facilitar la labor que diariamente realizan los profesionales de la salud que trabajan en los hospitales”.

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