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08 January 2012

Premio al equipo de epilepsia del Hospital Ruber Internacional de Madrid



El equipo de epilepsia del Hospital Ruber Internacional ha sido reconocido por la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (Sedene) en su XVIII Reunión Anual con el premio Novartis en su categoría a la mejor Comunicación Oral de Protocolo de Cuidados. Este equipo ha conseguido mejorar el éxito de la cirugía en pacientes epilépticos no controlados empleando la técnica de estéreo electroencefalografía, con la que es posible reducir los riesgos de la ciugía de epilepsia y tratar a pacientes que anteriormente se consideraban inoperables. En la imagen, de izquierda a derecha, las enfermeras María Rubio Peñalver, Lorena Piña Astete y Elena Campos Moreno. Detrás, los neurólogos Antonio Gil-Nagel Rein y Rafael Toledano Delgado.

Homocisteína: El aminoácido que anuncia el ictus y el infarto

Indicios de que algo va mal en el organismo, hay muchos. Pero, la Medicina busca hechos, no indicios, factores que revelan qué ocurre en el organismo. Uno de los últimos en llegar ha sido la homocisteína, un aminoácido que se libera cuando el cuerpo digiere ácido fólico y otras vitaminas del grupo B, que la ayudan a descomponerse en el organismo. Los científicos han descubierto que un descontrol o alteración en sus niveles en sangre puede revelar la predisposición a sufrir un ataque cardíaco.


Pese al «boom» de los estudios hace unos años, y que se examinaran entonces los niveles de homocisteína en todas las analíticas de rutina, hoy ya sólo se aplica en pacientes que pueden desarrollar enfermedad cardiovascular precoz, sobre todo en arterias coronarias (AC) y en ausencia de otros factores de riesgo. Esto se debe a que de momento no se ha establecido un vínculo causal pero existen evidencias de que demasiada homocisteína podría dañar la capa interna de las arterias y promover la formación de coágulos sanguíneos. Así lo manifiesta Almudena Castro, presidenta de la sección de Cardiología preventiva y rehabilitación de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), quién explica que «éste ha sido un tema controvertido desde principios de los años 60, cuando se empezó a ver relación entre la hiperhomocistinemia y la enfermedad vascular.


Desde entonces se han publicados estudios a favor de esta relación y investigaciones en contra. Recientemente se han publicado dos grandes estudios en el ‘‘Journal of the American College of Cardiology’’, en los que el aumento de homocisteína en sangre se relaciona claramente con más eventos cardiovasculares. Por lo que en la actualidad, la hiperhomocistinemia se vuelve a colocar como un factor de riesgo cardiovascular». La homocisteína se encuentra implicada en el desarrollo de la arterosclerosis, un proceso por el cual se van produciendo unas placas de sustancias grasas y minerales en las paredes de las arterias, que las endurecen y obstruyen de forma progresiva.


También parece ser que este amnioácido afecta a la sangre, de forma que las plaquetas se vuelven más adhesivas y, por lo tanto, favorecen la formación de coágulos. Éstos puede llegar a obstruir completamente las arterias o las venas impidiendo la circulación de la sangre, lo que da lugar a las trombosis y otros accidentes vasculares. Algunos científicos creen que la homocisteína también reduce la flexibilidad de las arterias y de las venas, mediante el impedimento de su dilatación cuando lo necesitan. Varios estudios también han puesto de manifiesto que las personas con niveles elevados de homocisteína en la sangre también tienen otros factores de riesgo asociados como son hipertensión o niveles altos de colesterol.


Uno de los motivos por los que ya no se realiza de forma regular en una analítica de un paciente sin riesgo ni precedentes vasculares es porque «su examen resulta caro. Además, en patologías como la hipertensión arterial (HTA) se ha retirado de las analíticas porque no se ha visto útil. Ya con los marcadores clásicos se predice el 50 por ciento de los accidentes cardiovasculares y por ello se busca su control. Es considerado un nuevo biomarcador, pero se necesitan más estudios para avalar su utilidad», apunta Ramón Estruch, consultor senior en el Departamento de Medicina Interna del Hospital Clínic, profesor asociado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, y miembro del comité directivo del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CiberObn). En este sentido, Castro puntualiza que «resulta importante aclarar que este factor de riego es raro y que lo importante es crear conciencia sobre la relevancia del control de los factores de riesgo clásicos antes comentados, muchísimo más frecuentes en nuestra población».


Asimismo, estudios de la publicación «Journal of American Medical Association (JAMA)» avalan esta teoría. Los niveles de homocisteína en sangre se asocian positivamente con la enfermedad cardiovascular, pero no está claro si la asociación es causal, de acuerdo a la información de respaldo del artículo. Un metaanálisis de estudios prospectivos indican que, después de ajustar los factores de riesgo conocidos, a quienes tenían un 25 por ciento más baja la concentración de homocisteína normal se asoció con un riesgo 11 por ciento menor de enfermedad coronaria y el riesgo de 19 por ciento menor de accidente cerebrovascular. «La suplementación diaria de ácido fólico por lo general disminuye los niveles de homocisteína en un 25 por ciento, y la adición de vitamina B12 los reduce otro 7 por ciento», escriben los autores.


Otra investigación ha sugerido que la suplementación con ácido fólico puede ofrecer un efecto protector contra el ictus.


El peso, además de ser un marcador tradicional, también influye en la relación con los niveles del aminoácido y sus fatales consecuencias, como concluye un estudio del CiberObn. Éste manifiesta que los pacientes que presentan hiperhomocisteinemia, altas concentraciones del aminoácido homocisteína en sangre y un índice de masa corporal elevado, tienen más riesgo de sufrir un ictus criptogénico, es decir, de causas desconocidas. El estudio, liderado por la doctora Dolores Corella en colaboración con Amparo Vayá, del Hospital La Fe de Valencia, ha constatado que el sobrepeso empeora los marcadores de trombosishemostasis –capacidad del organismo para detener los procesos hemorrágicos– y su asociación con el riesgo de ictus. Otro grupo de riesgo lo constituyen las personas de edad avanzada. Un trabajo, publicado en «Neurology», concluye que esta población con niveles bajos de vitamina B12 en sangre puede ser más propensa a perder células cerebrales y desarrollar problemas cognitivos. Fácil tratamientoCombatir y prevenir las consecuencias de la alteración del aminoácido es fácil. La hiperhomocisteinemia y la obesidad se pueden revertir a través de una alimentación adecuada, y con la toma de suplementos de ácido fólico y vitaminas del grupo B, como la B12. Desde el CiberObn, se aboga por la dieta mediterránea como medida preventiva contra todo tipo de ictus porque se sabe que la dieta mediterránea es una dieta saludable que disminuye la consecución de infartos de miocardio así como de infarto cerebral, aunque se desconocen los motivos exactos. «Además, conviene destacar, también, que consumir gran cantidad de verduras y frutas que son ricas en ácido fólico, varias raciones al día de otros minerales protectores, vegetales, cereales integrales, frutos secos diariamente ya que aportan vitamina B6, y pescado varias veces por semana disminuye el riesgo de sufrir ictus», concluye Corella.Los estudios se suceden. Así, «Stroke: Journal of the American Heart Association» dio a conocer una investigación en la que se revelaba que el folato y la vitamina B6 podrían ayudar a combatir la enfermedad cardiovascular al disminuir los niveles de homocisteína. Hiroyasu Iso, director del estudio, afirma que podría conducir a la prevención de la enfermedad cardiaca. Las fuentes de folatos incluyen los vegetales y las frutas, así como los cereales integrales o enriquecidos, los cereales fortificados, las judías y todo tipo de legumbres.


**Publicado en "LA RAZON"

06 January 2012

CMC Biologics refuerza su cartera de tecnología de biofabricación innovadora en sistemas de perfusión continuos

CMC Biologics, una organización de fabricación de contratación biofarmacéutica líder, ha anunciado la emisión de la patente europea número US 2,171,034 B1 que cubre un método para mejorar la productividad en las fermentaciones microbiales y los biorreactores de cultivos de células mamíferas. Esta invención pretende optimizar la producción de un bioterapéutico en un proceso de fermentación continuo, donde el biorreactor (fermentador) tiene un sistema de ultrafiltración que permite que las impurezas se eliminen mientras se mantienen células en el biorreactor.
"CMC Biologics está innovando continuamente para avanzar la fabricación biofarmacéutica al siguiente nivel. Nuestra experiencia en el desarrollo de procesos de producción eficientes pone los proyectos de nuestros clientes en una posición óptima para el éxito", dijo Mads Laustsen, jefe científico de CMC Biologics e inventor. "Esta tecnología patentada demuestra que utilizar el filtro de impurezas mejoró la densidad de la célula, la productividad y la concentración de producto, todo ello crítico para ayudar a nuestros clientes a pasar sus productos al mercado a tiempo y por objetivo".
Los biorreactores de perfusión implican un cultivo celular continuo, alimentación y retirada (cosecha) de producto y no acumulan productos de desecho, creando un entorno de crecimiento celular estable. Las condiciones medioambientales óptimas pueden controlarse con precisión con esta nueva tecnología, lo que resulta en una mayor productividad debido a la mayor densidad celular en el reactor y, en particular, una concentración significativamente más alta del producto en el medio cosechado. Los biológicos expresados se eliminan rápidamente y se ponen a disposición para la purificación en alta concentración, una importante ventaja para el procesamiento descendente.

Baleares aduce presuntas 'ilegalidades' para justificar el pago de los abortos

La medida impuesta por el Gobierno balear para obligar a las mujeres que abortan a adelantar el dinero de la intervención se está enredando entre acusaciones de unos y otros. El director del IBsalut, Juan José Bestard, hizo ayer unas declaraciones en las que insinuaba que estaban pagando con dinero público abortos que la sanidad no controlaba puesto que las mujeres se dirigían directamente a las clínicas privadas. Esta situación “no es del todo legal”, dijo a Europa Press. Además, se ha quejado de que no se les exigía a las clínicas ni una ecografía para saber la edad del feto, pero cobraban las facturas: hasta un millón de euros.
Las clínicas responden que entregaban exactamente lo que se les había pedido. Con la factura, explican, iba el código con el que se salvaguardan los datos personales y clínicos. “Pero toda esa información está en la clínica. Que vengan y hagan inspecciones, aquí está todo legal. Eso es hablar por hablar. En las facturas están las pacientes, eso es fácil de demostrar”, explicó un portavoz del Centro Médico Aragón, una de las clínicas acreditadas. Desde el centro Aurora Clínic también rechazaron el argumento: “No nos sacamos nada de la manga. Aquí entregamos con la factura la documentación que se nos ha exigido. Claro que hay mujeres que vienen directamente a la clínica, porque en los hospitales públicos no les hacen el aborto, y si tienen que ir al médico de cabecera, [como dice Bestard] muchas renunciarían por una cuestión de intimidad”, explican.
Lo mismo opina el anterior secretario general de Sanidad con el Gobierno socialista, José Martínez Olmos. “Lo que no es legal es cobrar por adelantado el aborto a las mujeres. Y claro que pueden ir directamente a las clínicas, esa es precisamente una de las salvaguardas de la ley para garantizar la intimidad de las mujeres. Además, esas clínicas son el servicio público que ofrece esa comunidad para abortar, de ahí los acuerdos con ellas. Si ahora, además, les exigen a las mujeres que paguen el aborto practicado, se verán también obligadas a identificarse”, dice. Para Martínez Olmos esto no son más que “excusas para saltarse la ley”. Y avisa a los dirigentes: “Están corriendo el riesgo de que haya denuncias y se vean en responsabilidades civiles y penales por esta medida”. “Si creen que hay irregularidades que inspeccionen, sancionen o acaben con los acuerdos”, dice. Martínez Olmos señaló, además, que la decisión tomada en Baleares genera una desigualdad entre las mujeres de estas islas y las de resto de España.
Los abortos que la sanidad pública pagaba a las clínicas españolas rondaban el 20% antes de esta ley, pero con la nueva están entre el 60% y el 70% del total. “Esas son las cifras, sí, pero el hecho es que hay unas enormes deudas contraídas por la sanidad pública. En algunas comunidades de más de un año, y de sumas cuantiosas”, explica el presidente de la Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (Acai), Santiago Barambio. “En Baleares deben desde julio, por ejemplo, en Madrid mucho más, en Andalucía también, y además los precios públicos que pagan a las clínicas están congelados”, añade Barambio.
Empar Pineda, responsable de la clínica Isadora, en Madrid, explica que los acuerdos que tienen con la sanidad pública tienen los precios congelados desde hace como mínimo una década. Por un aborto hasta las 14 semanas la sanidad les paga aproximadamente unos 290, 390 o 420 euros, dependiendo de la intervención. “Yo creo que obligar a las mujeres a pagar por adelantado no es más que una medida disuasoria para que no lo hagan”, criticó Pineda.
El grupo político de la minoría de izquierdas de Baleares ha escrito al Defensor del Pueblo para que intervenga en este asunto.

**Publicado en "EL PAIS"

Many NIH-funded clinical trials go unpublished over 2 years after completion

In a study that investigates the challenges of disseminating clinical research findings in peer-reviewed biomedical journals, Yale School of Medicine researchers have found that fewer than half of a sample of trials primarily or partially funded by the National Institutes of Health (NIH) were published within 30 months of completing the clinical trial. These findings appear in the January issue of the British Medical Journal, which focuses on the topic of unpublished evidence.
"When research findings are not disseminated, the scientific process is disrupted and leads to redundant efforts and misconceptions about clinical evidence," said Dr. Joseph Ross, first author of the study and a Yale assistant professor of medicine. "Such inaction undermines both the trial in question and the evidence available in peer-reviewed medical literature. This has far-reaching implications for policy decisions, and even institutional review board assessments of risks and benefits associated with future research studies."
Ross and co-authors performed a cross-sectional analysis of NIH-funded clinical trials registered within ClinicalTrials.gov, a trial registry and results database maintained by the U.S. National Library of Medicine. All trials in the study sample were registered after September 30, 2005 and completed by December 31, 2008, allowing at least 30 months for publication following completion of the trial.
They found that overall fewer than half of NIH-funded trials in the sample were published in a peer-reviewed, MEDLINE-indexed biomedical journal within 30 months of trial completion. They also found that one-third of trials remained unpublished 51 months after completion.
Ross said that there may be many reasons for lack of publication, such as not getting accepted by a journal or not prioritizing the dissemination of research findings. Still, he said, there are alternative methods for providing timely public access to study results, including the results database at ClinicalTrials.gov that was created in response to Federal law.
"Steps must be taken to ensure the timely dissemination of publicly funded research so that data from all those who volunteer are available to inform future research and practice," Ross said.
While this study was focused on trials funded by NIH, Ross said that similar problems with non-publication and delayed publication of research findings have been described among trials funded by the pharmaceutical and medical device industries, as well as by non-profit organizations.
"This suggests that the current culture of research needs to prioritize the timely public dissemination of research findings, ideally via peer-reviewed journals, for research funded by both public and private sources," said Ross. "More work needs to be done to better understand impediments to publication."

**Source: Yale University

El proyecto PASSPORT=disponer de un "hígado virtual"



Científicos y cirujanos europeos han desarrollado un 'hígado virtual' con fondos de la Unión Europea (UE) que ayudará a planificar y efectuar mejor operaciones para extirpar tumores y aumentará las probabilidades de recuperación de pacientes.
El proyecto PASSPORT (Simulación específica de pacientes y formación preoperatoria realista) proporciona a los cirujanos un hígado virtual único y preciso basado en imágenes enviadas por los radiólogos a un servicio en línea que ayuda a los médicos a decidir si deben o no operar al paciente, según ha informado la Comisión Europea (CE).
Los cirujanos pueden ver exactamente dónde se encuentra el tumor y dónde y cómo tienen que intervenir para extirparlo con éxito.
De acuerdo con la CE, bajo las actuales prácticas menos del 50% de los pacientes afectados se someten a una operación quirúrgica y el hígado virtual podría incrementar este porcentaje.
La vicepresidenta de la CE y comisaria europea de Agenda Digital, Neelie Kroes, ha señalado en un comunicado que la tecnología desarrollada en el marco del proyecto PASSPORT financiado en parte por la UE "es un hito que mejorará el diagnóstico y las intervenciones quirúrgicas y permitirá salvar vidas".
Los científicos y cirujanos europeos que colaboraron en el proyecto proceden de Francia, Alemania, el Reino Unido y Suiza.
La iniciativa arrancó en junio de 2008 y concluyó en diciembre pasado. El coste total del proyecto se elevó a 5,5 millones de euros, de los que 3,6 millones procedían de fondos de la UE.
El programa virtual utilizado en el proyecto está basado en una tecnología disponible en línea para facilitar a los cirujanos la colaboración y promover el intercambio de conocimientos y análisis.



*AGENCIAS

Clinical trial demonstrates that rilonacept significantly reduces gout flares

A phase II clinical trial found that rilonacept, an inhibitor of the protein interleukin-1 (IL-1), significantly reduced acute gout flares that occur when initiating uric acid-lowering therapy. Results of the trial -- the first placebo-controlled study investigating IL-1 targeted therapy in prevention of gout flares -- show rilonacept to be generally well tolerated with no serious infections or treatment-related serious adverse events reported. Full findings are published in Arthritis & Rheumatism, a journal of the American College of Rheumatology (ACR). Patients with gout -- a type of inflammatory arthritis caused by the crystallization of urates in soft tissues -- experience severe pain and swelling, often affecting the feet. A recent study also published in Arthritis & Rheumatism reported that doctor-diagnosed gout has risen over the past twenty years and now affects 8.3 million individuals in the U.S. Previous research shows that while gout attacks typically resolve spontaneously over several days, urate crystals remain in the joint, which can lead to recurrent attacks and if left untreated may permanently damage joints.
"To reduce deposits of crystals in the joints, we advise patients to initiate treatment with medications that lower levels of uric acid in the blood," said lead investigator Dr. H. Ralph Schumacher, Jr., with the Perelman School of Medicine at the University of Pennsylvania. The authors explain that in the early months of urate-lowering therapy, as crystal deposits are broken up, patients may experience gout attacks that are proposed to be due to the release of crystals from softened deposits. These urate crystals interact with cells that release interleukin-1 (IL-1) which can lead to a cascade of inflammation and acute joint pain flares.
Previous research has found that acute gout attacks brought on by uric acid-lowering therapy may make patients less likely to continue treatment. "Well tolerated drugs that reduce the risk of gout flares when initiating uric-acid lowering therapy could make patients more likely to continue important long-term treatments that control gout," added Dr. Schumacher.
Rilonacept -- marketed under the brand name ARCALYST® to treat another disease -- is designed to neutralize the protein IL-1 before it produces signals that can trigger inflammation. Thus, researchers looked to test the effectiveness of rilonacept in preventing gout flares and enrolled 83 patients at 27 study centers across the U.S. for a phase II clinical trial. Participants were 18 years of age or older and had gout, including a history of two or more gout flares within the prior year, as well as elevated blood levels of uric acid. Participants were randomized in a double blind fashion, with 41 administered rilonacept via subcutaneous injection (a double dose [320 mg], followed by (160 mg weekly for 16 weeks) and 42 administered weekly placebo. All patients were started on allopurinol (300mg/day) to reduce uric acid levels.
Trial results revealed a significantly lower number of gout flares in participants taking rilonacept with only 6 flares in the rilonacept arm compared with 33 in the placebo group. Researchers also observed fewer flares in patients treated with rilonacept as early as four weeks following the start of therapy. At the 12-week study point, only 15% of patients taking rilonacept had experienced gout flares compared to 45% of those in the placebo group. No deaths or serious infections occurred in either group. Common adverse events included infections reported in 15% of the rilonacept group compared with 26% with the placebo.
"This trial provides well-controlled evidence that this IL-1 blocker is effective in preventing acute gout flares in this setting," confirmed Dr. Schumacher. "Rilonacept appears safe and well tolerated and could increase patient adherence to long-term urate-lowering therapy." The authors recommend further evaluation of rilonacept in patients with gout.

*Source: Wiley-Blackwell

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