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19 January 2012

Solving the mystery of an old diabetes drug that may reduce cancer risk

In 2005, news first broke that researchers in Scotland found unexpectedly low rates of cancer among diabetics taking metformin, a drug commonly prescribed to patients with Type II diabetes. Many follow-up studies reported similar findings, some suggesting as much as a 50-per-cent reduction in risk. How could this anti-diabetic drug reduce the risk of developing cancer and what were the mechanisms involved?
In a paper published in the journal Cancer Prevention Research, researchers from McGill University and the University of Montreal reported an unexpected finding: they learned that exposure to metformin reduces the cellular mutation rate and the accumulation of DNA damage. It is well known that such mutations are directly involved in carcinogenesis, but lowering cancer risk by inhibiting the mutation rate has never been shown to be feasible.
"It is remarkable that metformin, an inexpensive, off-patent, safe and widely used drug, has several biological actions that may result in reduced cancer risk -- these latest findings suggest that it reduces mutation rate in somatic cells, providing an additional mechanism by which it could prevent cancer, explained Dr. Michael Pollak, professor in McGill's Departments of Medicine and Oncology, researcher at the Lady Davis Institute for Medical Research at the Jewish General Hospital and the study's director.
The study, carried out in collaboration with the laboratory of Dr. Gerardo Ferbeyre at Université de Montréal's Department of Biochemistry, suggests that metformin reduces DNA damage by reducing levels of reactive oxygen species (ROS). ROS are known to be DNA-damaging agents produced as by-products when cells generate energy from nutrients. This action appears to take place in mitochondria, the cellular organelles that produce energy in cells by "burning" nutrients. Past studies have identified the mitochondria as a site of action for metformin related to its anti-diabetic function, but those studies had not considered that the drug also acted here to reduce ROS production, thereby reducing the rate at which DNA damage accumulates. "We found that metformin did not act as a classic antioxidant," said Ferbeyre. "The drug seems to selectively prevent ROS production from altered mitochondria such as those found in cells with oncogenic mutations."
"This study opens an exciting new direction in cancer-prevention research," said Pollak. "This doesn't imply, however, that metformin is now ready to be widely used for cancer prevention. We do not yet know if the drug accumulates to sufficient concentrations in human tissues at risk for cancer, such as breast or colon, when taken at the usual doses used for diabetes treatment, nor do we know if the findings from the original studies showing reduced cancer risk, which were carried out in diabetics, also apply to people without diabetes. But the possibility of protecting DNA from oxidative damage by the use of a well-tolerated drug was not expected, and this topic now needs further study at many levels."

**Source: McGill University

Cae la esperanza de vida en España

Algo menos de existencia por delante, según la estadística. La esperanza de vida al nacimiento de los residentes en España ha caído ligeramente entre julio de 2010 y junio de 2011, según el INE. Se sitúa en 78,87 años para los hombres y 84,82 para las mujeres (81,87 de media para ambos sexos, ocho centésimas menos que en 2010). Aunque se trata de unas centésimas, los demógrafos consultados lanzan una llamada de atención: supone un giro respecto a los últimos años en la mejoría de un indicador de bienestar como es la expectativa de longevidad.
En 2010, la esperanza de vida se cerró con su tónica habitual: al alza. Era de 78,94 años para los varones y de 84,91 para las mujeres. Pero el avance de datos oficiales del primer semestre de 2011 difundido ayer echa un jarro de agua fría a esta tendencia. Entre julio de 2010 y junio de 2011 se redujo en siete centésimas para los hombres y nueve para las mujeres, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Aunque se trata de un descenso de centésimas, en principio, posiblemente irrelevante, hay que prestar atención a esta caída, porque rompe la tendencia de casi 50 años de aumento de la esperanza de vida”, afirma el demógrafo Albert Esteve, del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad Autónoma de Barcelona. Recuerda que, como pauta general, los españoles han ganado un año en su esperanza de vida cada cuatro años. Tienen una de las expectativas de longevidad más altas del mundo.
Esteve, como otros expertos consultados, se limita a hacer una llamada de alerta, pendientes de lo que pueda ocurrir a partir de ahora. Ninguno entra a analizar las posibles causas de ese descenso, por falta de datos. El INE, por su parte, califica la bajada como una cuestión meramente “coyuntural”. Puede obedecer, por ejemplo, a un aumento de la mortalidad el pasado invierno, apuntan en el organismo dependiente del Ministerio de Economía. En el primer semestre de 2011 la cifra de fallecimientos aumentó un 3,8% (201.522 muertes). También recuerdan que en lo que va de siglo se produjo otra bajada similar (de seis centésimas de media en 2003, frente a las ocho de ahora). Ese año se produjo una mortalidad de personas mayores superior a lo habitual, debido, en parte, a la fuerte ola de calor, recuerda la demógrafa experta en mortalidad Rosa Gómez Redondo, de la Universidad Nacional a Distancia (UNED). En 2005 y 2007 se registraron también caídas de una centésima, que los expertos consideran irrelevantes.

-Los nacimientos bajan un 1,1% en el primer semestre de 2011
“Lo relevante es la ruptura de tendencia. Hay que estar pendientes para ver si se consolida”, abunda Julio Pérez, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este demógrafo apunta la posibilidad de que la bajada se deba a un error en el método de cálculo. La también investigadora del CSIC Margarita Delgado cree que es preciso “estar atentos, pero sin desatar la voz de alarma”. “La variación de un año no supone un cambio de tendencia”, discrepa. “No hay que alarmarse, pero sí hay que ponerse en guardia para ver qué pasa a partir de ahora, si cambian o no las causas de mortalidad”, plantea Gómez Redondo. Aporta un elemento para la duda sobre los nuevos datos: no abarcan un año natural, por lo que no se pueden comparar de forma homogénea.
La esperanza de vida al nacimiento (se establece para los bebés de cada año) se fija teniendo en cuenta las pautas de mortalidad de ese momento (cuántas personas mueren en cada tramo de edad) y da por hecho que se mantendrá esa pauta durante toda la existencia del recién nacido. Este indicador está considerado como un reflejo de la salud y el bienestar de una población.
Los datos difundidos por el INE apuntan también otras caídas, como la de los nacimientos. En el primer semestre del año pasado nacieron 230.537 bebés, un 1,1% menos que en el mismo periodo de 2010. Estas cifras abundan en la tendencia a la caída que se observa desde 2009. A lo largo de todo el año 2010 nacieron en España 485.252 niños, un 1,7% menos que en 2009 (el año en el que se inició el descenso de la natalidad tras una subida sostenida desde comienzos del presente siglo). Pese a la caída de la natalidad, se mantiene el promedio de hijos por mujer en edad fértil: es de 1,38 desde 2010. Esta tasa de fecundidad permanece estable entre las españolas (1,33), pero desciende entre las extranjeras hasta 1,61 (en 2009 tenían 1,67). Estos datos obedecen, en gran medida, a que ha descendido el número de mujeres en edad fértil y al ralentí migratorio, según los expertos. Las extranjeras aportaron 43.942 bebés, el 19,1% de los nacidos en el primer semestre del año pasado, frente al 20,2% del mismo periodo de 2010.

-La crisis económica es un factor disuasorio para tener hijos”, advierte Delgado. “Los poderes públicos están muy preocupados por dar confianza a los mercados, pero también hay que infundirla a los ciudadanos. Necesitan tener confianza en el futuro para formar una familia y decidirse a tener hijos”, añade esta experta.
La nupcialidad también cayó en el primer semestre de 2011: 69.864 bodas, un 5,7% menos que en los seis primeros meses de 2010. Los hijos extramatrimoniales continúan en ascenso: 35,5% en 2010. “La nupcialidad ya solo es una parte de la conyugalidad”, apunta Albert Esteve. Es decir, las uniones sin pasar por la iglesia o el juzgado continúan en auge. Y la natalidad fuera del matrimonio, también
Esteve también ve el impacto de la crisis en la nupcialidad y la natalidad, “aunque aislar su efecto es difícil”. “Probablemente los efectos de la crisis los paguen más los segundos hijos que los primeros”, aventura. Entre otras cosas, porque en un escenario de retraso generalizado de la maternidad, el calendario biológico puede empujar a tenerlos, pero la coyuntura económica y el desempleo pueden empujar a reducir la familia prevista.

**Publicado en "EL PAIS"

Novel gene mutations associated with bile duct cancer

Investigators at the Massachusetts General Hospital (MGH) Cancer Center have identified a new genetic signature associated with bile duct cancer, a usually deadly tumor for which effective treatment currently is limited. Their report, which has been published online in The Oncologist, finds that growth-enhancing mutations in two related genes may account for nearly a quarter of bile duct tumors arising within the liver, presenting the possibility that drugs targeting this mutation could represent a new strategy to control tumor growth. "Patients with bile duct cancer have a generally poor prognosis. Most of them are diagnosed with advanced or metastatic disease, so surgical resection is not feasible," says co-senior author Andrew Zhu, MD, PhD, director of Liver Cancer Research at the MGH Cancer Center. "Identifying this new and relatively common mutation in intrahepatic bile duct cancer may have significant implications for the diagnosis, prognosis and therapy of patients whose tumors harbor this mutation."
Cancers of the gallbladder and bile duct are diagnosed in 12,000 patients in the U.S. each year, the authors note; but only 10 percent are discovered early enough to allow successful surgical treatment. Chemotherapy is modestly effective, leading to an average survival time of less than one year.
The MGH Translational Research Laboratory was jointly established by the MGH Department of Pathology and the MGH Cancer Center to screen patient tumor samples for mutations known to drive tumor growth, identifying those that may be treatable with targeted therapies. As part of this project, the MGH team screened samples from 287 patients with gastrointestinal tumors for 130 known cancer-associated mutations and were surprised to find that 3 out of 12 biliary tract cancer tumors had mutations in a gene called IDH1. To confirm this finding, they ran a more detailed screen in additional samples, for a total of 62 bile duct tumors and 25 gallbladder tumors. Mutations in IDH1 were found in 13 percent of all bile duct tumors and in 23 percent of those located within the liver itself. Less commonly, mutations were identified in a similar gene IDH2.
"Mutations in these genes are rare examples of abnormalities that profoundly affect the normal function of a metabolic enzyme," says lead author Darrell Borger, PhD, co-director of the Translational Research Laboratory. "Our co-investigators previously found that, in other types of cancer, mutations in these genes cause overproduction and dramatic accumulation of the metabolite 2-hydroxyglutarate. How this causes tumor development is being actively investigated, and it is now emerging that 2-hydroxyglutarate can disrupt the activity of a family of proteins important in signal transduction and regulation of gene expression."
Although no approved drugs are currently available that target IDH mutations, extensive efforts are underway to develop such drugs, Zhu notes. "Identifying these mutations in bile duct cancer raises many questions, including whether mutational status can distinguish various types of bile duct tumors and help predict prognosis. Also of interest is determining whether high blood levels of 2-hydroxyglutarate could serve as a biomarker for IDH1/2 status, which could provide a minimally invasive way to monitor the effects of new IDH inhibitors that may become available," he says. Zhu is an associate professor, and Borger an instructor in Medicine at Harvard Medical School.


*Source: Massachusetts General Hospital

Mapping the destructive path from cigarette to emphysema

From the cherry red tip of a lighted cigarette through the respiratory tract to vital lung cells, the havoc created by tobacco smoke seems almost criminal, activating genes and portions of the immune system to create inflammation that results in life-shortening emphysema, said researchers led by those at Baylor College of Medicine and the Michael E. DeBakey Veterans Affairs Medical Center. In a report online in the journal Science Translational Medicine, the scientists, including two from The University of Texas MD Anderson Cancer Center, described the track toxic smoke takes through the tissues and how it accomplishes its destructive work.

-Cause of emphysema identified
"It's like walking into a crime scene," said Dr. Farrah Kheradmand, professor of medicine and immunology at BCM and a senior author of the report. In their current work, the scientists took cells present in the "crime scene" apart, piece by piece to elucidate what occurred when, and how.
It is a complicated story that took more than four years for her, her co-senior author Dr. David Corry and members of their laboratories and colleagues in the Dan L. Duncan Cancer Center at BCM to unravel, she said. Corry is professor and chief of the section of immunology, allergy and rheumatology in the department of medicine at BCM and a member of the faculty at the Michael E. DeBakey VA Medical Center.
"Previously, emphysema was thought to be a non-specific injurious response to long-term smoke exposure," she said. "These studies show for the first time that emphysema is caused by a specific immune response induced by smoke."

-Epigenetic factor
"It is a combination of little genes affected by an epigenetic factor," she said. Epigenetics are factors that affect the way genes are expressed after DNA forms. Cigarette smoke is an environmental epigenetic factor.
"DNA is written in pen," said Kheradmand, using a metaphor. "Epigenetics is written in pencil. If you have enough genes affected by epigenetic factors strung together, it can tip you over into lung damage and emphysema. The inflammation that drives emphysema could also drive cancer development, a testable hypothesis that we have begun to pursue."
This study showed that the cigarette recruited antigen-presenting cells (cells that orchestrate the immune system's response to antigens) as co-conspirators in the lung-destroying crime, using specific genes that regulate proteins in their deadly role.

-Study methodology
To uncover the cause of tobacco-induced emphysema, they studied mice exposed to conditions that closely simulated how humans smoke. These animals developed the lung disease in three to four months. Certain inflammatory cells and genes proving crucial to the process, she said.
For example, the cytokine interleukin-17 was critical. "When we removed IL-17 from the mice, they did not develop emphysema in the same time span," she said. "The number of a type of immune cell -- the gamma delta T-cell -- would increase dramatically in the crime scene of the lung, she said."
"But when we took them out, the inflammation worsened. The gamma delta T-cells went there to dampen the inflammation," she said. "When they become overwhelmed, the disease ensues."
They confirmed that a subset of antigen-presenting cells (cells that present antigen to activate the immune system) are the key to orchestrating the disease. They had first found these cells in studies of human lung tissue. Then, they duplicated that finding in mice.

-Damaging cascade
Dr. Ming Shan, now a postdoctoral associate in Kheradmand's laboratory, then took the cells out of the lungs of the mice with disease and transferred into mice who had never been exposed to cigarette smoke. After three months, these mice showed inflammatory signs indicating that they were on the way to developing lung damage and emphysema.
When they analyzed "gene chips" to screen the disease-causing antigen-presenting cells recovered from lungs with emphysema, they uncovered the gene for osteopontin, which promotes initiation of the inflammatory cascade that damages lungs. Mice that lacked this gene were resistant to emphysema, said Kheradmand.

*Source: Baylor College of Medicine

Ponen en duda la eficacia y seguridad de los antigripales

Dos años después de que Roche prometiera al BMJ que daría a conocer los principales datos de los ensayos clínicos con oseltamivir para poder llevar a cabo un examen independiente, la seguridad y la eficacia de este medicamento contra la gripe siguen siendo incierto.
La falta de datos concluyentes sobre oseltamivir, un antiviral contra la gripe, hace que dos estudios que se publican hoy planteen serias dudas sobre su seguridad y eficacia. Una revisión realizada por el Instituto Cochrane de las más de 16.000 páginas de datos de distintos ensayos clínicos y de los documentos utilizados en el proceso de aprobación de oseltamivir sólo ha servido para que los investigadores hayan encontrado datos poco consistentes en los trabajos publicados y sugiere que existen efectos secundarios relacionados con el medicamento que no se han hecho públicos. Los autores dicen que, aunque el fármaco produce un alivio de los primeros síntomas en las primeras 21 horas, no parece reducir el número de hospitalizaciones. Además, los datos de este nuevo análisis de los datos plantean preguntas acerca de cómo funciona este un inhibidor del virus de la gripe.
Los hallazgos han sido publicados en The Cochrane Library por un equipo internacional de investigadores de Italia, Australia, EE.UU., Reino Unido y Japón. El otro trabajo, publicado en British Medical Journal, también plantea serias cuestiones sobre el acceso a los datos del fármaco, el uso de «autores fantasma» en los ensayos y sobre el proceso de aprobación de medicamentos.
Fármacos esencialesLas recomendaciones realizadas en 2002 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) han hecho que gobiernos de todo el mundo se hayan gastado miles de millones de euros en la compra de inhibidores de la neuraminidasa como el oseltamivir (Tamiflu) y el zanamivir (Relenza). El objetivo no era otro que reducir la transmisión del virus de la gripe, ya que los medicamentos disminuían la duración de los síntomas en una persona infectada, y por lo tanto, la capacidad de infectar.
En el nuevo informe, dirigido Tom Jefferson, epidemiólogo independiente con sede en Roma (Italia), un equipo de investigadores han obtenido y analizado los datos sobre estos medicamentos antivirales, muchos de los cuales nunca habían sido publicados, y han evaluado algunas de las evidencias asumidas. La revisión se centró principalmente en oseltamivir, ya que es el medicamento que más se utiliza y se almacena y se encuentra en la lista de la OMS de medicamentos esenciales. Los investigadores se mostraron reacios a usar exclusivamente los datos que han sido publicados en revistas científicas, ya que a pesar de que se han llevado a cabo múltiples ensayos clínicos en todo el mundo, sólo se han publicado unos pocos.
«Hemos visto que un gran número de estudios, incluyendo los datos de un 60% de las personas que han participado en ensayos clínicos aleatorios, controlados con placebo y fase III con oseltamivir no han sido publicados. Esto incluye el ensayo más grande jamás llevado a cabo con oseltamivir, que por sí solo incluye a más de 1.400 personas de todas las edades», afirma Jefferson. «Nos preocupa -advierte- que estos datos no hayan estado disponibles para el escrutinio de la comunidad científica».
Otro aspecto poco aleccionador es que aunque el equipo ha podido acceder a miles de resultados facilitados por los organismos reguladores, sólo han podido acceder a una parte de los datos necesarios para evaluar completamente los efectos del oseltamivir, a pesar de las peticiones realizadas al fabricante del medicamento, Roche.
Cuando el equipo comparó los datos publicados con los no publicados, más completos, encontraron falta de consistencia en los ensayos publicados. Por ejemplo, mientras que en los informes no publicados se hace referencia a efectos adversos graves (algunos incluso clasificados como «posiblemente relacionados con oseltamivir»), una de las dos publicaciones más citadas no hace mención alguna a tales efectos, y la otra sentencia «... no hay efectos adversos graves relacionados con el fármaco».
La investigación también plantea interrogantes sobre los efectos clínicos. Después de una cuidadosa evaluación de los datos de los ensayos, los investigadores de Cochrane afirman que oseltamivir parece afectar a la producción de anticuerpos -una afirmación que refuta Roche-. Esto es importante, por ejemplo Cochrane, debido a que la vacunación frente a la gripe se basa en una respuesta de anticuerpos para ser eficaz. Pero cuando British Medical Journal preguntó sobre este tema, Roche se negó a explicar cómo funciona el medicamento.
El informe Cochrane también argumenta que la capacidad del fármaco para prevenir la propagación de la gripe no ha sido demostrada en los ensayos. Sin embargo, esta es una de las razones principales para que gobiernos de todo el mundo hayan gastado miles de millones de dólares en el almacenamiento de oseltamivir en caso de una pandemia -España tiene almacenados 15 millones de tratamientos completos con antivirales-.

-Investigación independiente
Los investigadores concluyen que existe una urgente necesidad de llevar a cabo una investigación independiente sobre estos dos fármacos. «Creemos que hasta que se sepa más sobre el modo de acción de los inhibidores de la neuraminidasa, los profesionales de la salud, pacientes y otros decisores deben considerar estos resultados antes de tomar cualquier decisión sobre el uso de los fármacos», advierte Jefferson.
Por su parte, la investigación del BMJ revela cómo las distintas agencias reguladoras adoptaron diferentes enfoques frente a los datos que se les presentaron, dando lugar a mensajes contradictorios sobre la eficacia del producto. Por ejemplo, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) facilitó un porcentaje de los estudios clínicos relacionados con los ensayos de Tamiflu a los investigadores de Cochrane, pero admite que no preguntó al fabricante por el resto de los datos, a pesar de que tenía derecho a hacerlo. En este sentido, la EMA ha dicho que planea comenzar a publicar los informes de todos los medicamentos que solicitan ser aprobados en los próximos años.
La editora de BMJ, Fiona Godlee, espera que la EMA de este paso, pero, reconoce, «todavía estamos muy lejos de tener la historia completa todos los fármacos que se usan hoy día».
Mientras tanto, en EE.UU., la Food and Drug Administration (FDA), que ha revisado los ensayos con este producto con mayor detalle, excepto claro está que Roche, detalle tal vez más que nadie fuera de Roche, decidió no revisar el mayor estudio realizado hasta la fecha con el medicamento cuando se aprobó su aprobación.
Mundo globalizado
Para Godlee «las discrepancias entre las conclusiones alcanzadas por los distintos reguladores en todo el mundo ponen de relieve la absurda situación en la que nos encontramos. En un mundo globalizado, las agencias reguladoras deberían cooperar y unir sus limitados recursos; de lo contrario vamos a seguir perdiendo dinero y poniendo en riesgo la salud de las personas».
Roche mantiene que siempre que facilitó la información suficiente al equipo de Cochrane para llevar a cabo su evaluación, pero éstos dicen que no es el caso. «En el BMJ de diciembre de 2009, Roche prometió el informe completo a cualquier investigador legítimo. Sin embargo, no han presentado un solo informe completo al grupo Cochrane, a pesar de nuestras reiteradas solicitudes», señala Peter Doshi de la Universidad Johns Hopkins.

**Publicado en "ABC SALUD"

Effects of Tamiflu still uncertain, warn experts, as Roche continues to withhold key trial data

Two years after pharmaceutical giant Roche promised the BMJ it would release key Tamiflu trial data for independent scrutiny, the safety and effectiveness of this anti-influenza drug remains uncertain, warn experts. A new report by the Cochrane Collaboration says Roche's refusal to provide full access to all its data leaves critical questions about how well the drug works unresolved.
A BMJ investigation, published to coincide with the report, also raises serious concerns about access to drug data, the use of ghost writers in drug trials, and the drug approval process.
Meanwhile, Tamiflu has become the mainstay of influenza treatment in the UK. It has also made it onto the World Health Organisation's list of Essential Medicines and Roche's claims continue to be supported by influential health agencies.
The Cochrane researchers set out to test Roche's claim that Tamiflu prevented complications and reduced the number of people needing hospital treatment. But their investigation was hampered by Roche's refusal to provide all of its trial data for analysis. The team obtained some clinical study reports from the European Medicines Agency (EMA), but found inconsistencies with published reports and possible under-reporting of side effects.
When previously questioned by the BMJ, Roche also admitted that some of the published papers had been ghost written.
The BMJ investigation reveals how different regulators took different approaches to the data submitted to them, leading to conflicting messages about it effectiveness.
For example, the EMA released a proportion of the clinical study reports relating to the Tamiflu trials to Cochrane, but it admits that it did not ask for the remainder from the manufacturer, although it was legally entitled to do so. The EMA has since told the BMJ that it plans to start publishing reports for all drugs submitted for approval in the next few years.
Dr Fiona Godlee, BMJ Editor-in-Chief says: "We hope very much that the EMA will indeed take this important step in making the full study reports available. But we are still a long way away from having a full trial history for all drugs in clinical use. Public safety and the proper use of public money demands that we should stop at nothing less than this."
Meanwhile, the US Food and Drug Administration (FDA), which has reviewed the Tamiflu trial programme in perhaps more detail than anyone outside of Roche, chose not to review the largest ever trial of Tamiflu when considering the drug for approval. It states that "Tamiflu has not been shown to prevent such complications [serious bacterial infections]."
However, the US Centers for Disease Control and Prevention (CDC) continue to cite key published trials of Tamiflu, claiming a reduced risk of influenza complications, even after Roche admitted that some of these trials have been ghost written.
Dr Godlee says: "The discrepancies between the conclusions reached by different regulators around the world highlights the absurd situation we find ourselves in. In a globalised world, regulators should cooperate and pool their limited resources. Otherwise we will continue to waste money and risk people's health on drugs that don't work."
The investigation also raises questions about Tamiflu's clinical effects. After careful evaluation of trial data, the Cochrane group say that Tamiflu appears to affect antibody production -- a claim that Roche refutes. This is important, say Cochrane, because influenza vaccination relies on an antibody response to be effective. But when asked by the BMJ, Roche refused to explain how the drug works.
As such, the Cochrane group say that "until more is known about the mode of action of neuraminidase inhibitors, health professionals, patients and other decision makers need to reflect on the findings of this review before making any decision about the use of the drug."
Cochrane also argue that Tamiflu's ability to prevent the spread of influenza has not been demonstrated in trials. Yet this is one of the main reasons governments around the world have spent billions of dollars stockpiling Tamiflu in case of a pandemic.
Roche maintain they provided the Cochrane team with enough information to conduct their evaluation, but the Cochrane team say this is not the case. Dr Peter Doshi from Johns Hopkins University School of Medicine says: "In the BMJ in December 2009, Roche promised full study reports to any legitimate investigators. They have not provided a single full study report to Cochrane, despite our repeated requests."

**Source: BMJ-British Medical Journal

El Comité Ejecutivo de la OMS ha respaldado a la médica Margaret Chan para un segundo mandato



El Comité Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha respaldado a la médica hongkonesa Margaret Chan para un segundo mandato de cuatro años como directora general de la organización.
Chan fue la única candidata al cargo y su nominación debe ser confirmada en mayo por la Asamblea Mundial de la OMS, que tendrá lugar del 21 al 26 de ese mes, aunque el respaldo que queda pendiente constituye en realidad una formalidad. Su nuevo mandato empezará el 1 de julio y se extenderá hasta el 30 de junio de 2017.
Chan se doctoró en Medicina por la Universidad de Western Ontario (Canadá) y fue en 1994 cuando asumió la Dirección de Salud de Hong Kong, cargo que ocupó durante nueve años.
En 2003, Chan entró en la OMS como directora para la Protección del Entorno Humano y dos años más tarde fue nombrada responsable del área de enfermedades transmisibles.
La principal crisis que afrontó la directora general durante su primer mandato fue la pandemia de gripe A que la OMS declaró en 2009 y que inicialmente provocó una situación de pánico, a pesar de que el virus tuvo finalmente efectos moderados.

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