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05 May 2014

La Clínica Universidad de Navarra, el hospital con mejor reputación asistencial de España



La Clínica Universidad de Navarra es el hospital con mejor reputación de España en el sector de la asistencia sanitaria, según el ranking elaborado por el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (MERCO) para el año 2014. La aseguradora Sanitas es la compañía que ocupa el primer lugar en esta clasificación sectorial y la Clínica Universidad de Navarra, el segundo como empresa y el primero como hospital. Se trata de la cuarta ocasión en que la Clínica recibe el reconocimiento al mejor centro hospitalario en reputación asistencial concedido por MERCO en sus últimas cinco ediciones.
El Monitor Empresarial de Reputación Corporativa es un instrumento de evaluación similar al que publica la revista Fortune en Estados Unidos. Desde el año 2000, MERCO se ocupa de medir la reputación de las empresas que desarrollan su actividad en España. Catorce años después es uno de los monitores de referencia en el mundo gracias a su metodología, ya que es el único del mundo con cinco evaluaciones y doce fuentes de información, avalado por el Instituto de Análisis e Investigación, primer grupo independiente de estudios de mercado de España. Además, MERCO 2014 cuenta con el informe de revisión independiente que realiza la auditora KPMG, por lo que, según señala la organización, se convierte en el primer monitor de reputación verificado en el mundo. Toda la metodología, así como los criterios de ponderación de MERCO son públicos y pueden consultarse en la web: www.merco.info
MERCO surge como una investigación universitaria en el seno de la cátedra del profesor Justo Villafañe en la Universidad Complutense de Madrid y se materializa gracias al acuerdo entre Villafañe & Asociados, el Grupo Vocento y Análisis e Investigación.

**Pie de foto: La Clínica Universidad de Navarra, hospital con mejor reputación asistencial de España

El CHMP da su opinión positiva al tratamiento con Eliquis® (apixaban) durante procesos de cardioversión en pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV)

Bristol-Myers Squibb y Pfizer acaban de anunciar que el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP), perteneciente a la Agencia Europea del Medicamento, ha emitido la Opinión Positiva para una actualización del actual Resumen de Características del Producto (Ficha Técnica), en las características de producto para apixaban, en el que se establece que los pacientes pueden seguir recibiendo apixaban mientras se someten a un proceso de cardioversión. Dicho proceso consiste en intentar restaurar un ritmo cardiaco normal en aquellos pacientes que sufren algún tipo de arritmia, como la fibrilación auricular (FA). En Europa se estima que hay 8,8 millones de personas con FA, muchas de las cuales se someten a cardioversión, como parte del manejo de la enfermedad.  
La Opinión Positiva del CHMP se ha basado en un subanálisis post-hoc de los resultados del estudio pivotal ARISTOTLE. Este estudio se diseñó para evaluar la eficacia y seguridad de apixaban frente a warfarina en la reducción de ictus o embolismo sistémico en pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV). Dentro del estudio ARISTOTLE, apixaban redujo significativamente el riesgo de ictus o embolismo sistémico, el sangrado mayor y todas las causas de mortalidad en comparación con warfarina.
El principal objetivo de este sub-análisis fue determinar los eventos tromboembólicos y clínicos mayores después de una cardioversión durante el estudio. Durante el estudio ARISTOTLE se realizaron un total de 743 cardioversiones en 540 pacientes para tratar su FANV. Los resultados obtenidos en los pacientes tratados con apixaban frente a los obtenidos en los pacientes tratados con warfarina se evaluaron 30 días después de la cardioversión. Se constató que los eventos clínicos adversos posteriores a la cardioversión eran comparables entre los grupos tratados con warfarina y con apixaban; no se notificó ningún ictus o embolia sistémica en ninguno de los dos grupos y se notificaron tasas bajas de infarto de miocardio y sangrado mayor.
“La actualización del Resumen de Características del Producto es importante. El hecho de poder continuar sin interrupción el tratamiento con apixaban durante un proceso de cardioversión hace que ya no se justifique el cambio del tratamiento con apixaban a otros anticoagulantes antes de una cardioversión”, explica el doctor Lars Wallentin, catedrático de Cardiología en el Centro Clínico de Investigación del Hospital Universitario de Uppsala, en Suecia.
“El hecho de que este sub-análisis del ensayo ARISTOTLE mostrase que no se produjeron ictus o embolias sistémicas en el grupo de apixaban, y de que los eventos adversos notificados fueran bajos y similares en ambos brazos de tratamiento, confirma que los pacientes que toman apixaban y necesitan una cardioversión pueden continuar tomando este nuevo anticoagulante oral mientras se someten a este proceso”, señala este especialistaLa cardioversión es una parte esencial dentro del manejo de la FANV. Puede ir asociada a un aumento del riesgo de tromboembolismo, por lo que los pacientes con FANV y un elevado riesgo de ictus suelen requerir anticoagulación antes, durante y después de someterse a un proceso de cardioversión.
En el ensayo pivotal ARISTOTLE, apixaban redujo significativamente el riesgo de ictus o embolia sistémica, el sangrado mayor y la mortalidad por cualquier causa, en comparación con warfarina.

El test Osteo GeneProfile®, desarrollado en España, permite el estudio simultáneo de una decena de genes implicados en el desarrollo de la osteogénesis imperfecta

El diagnóstico genético de la osteogénesis imperfecta (o enfermedad de los huesos de cristal) está abriendo nuevas esperanzas para los pacientes y sus familiares. Aunque su diagnóstico requiere de la participación de múltiples disciplinas médicas (Radiología o Pediatría, entre otras), la identificación de la causa etiológica subyacente siempre recae sobre el diagnóstico genético.

Como explica la Dra. Diana Valero, de la Unidad de Genética Médica de Sistemas Genómicos, la identificación de la causa de la patología a nivel molecular permite determinar el riesgo de recurrencia de la mutación o mutaciones identificadas en la familia en estudio, así como posibilita el abordaje clínico y terapéutico más óptimo y adecuado para la alteración que haya sido identificada”; y no solo eso, tal y como añade, “conocer la causa permite recurrir a un posible diagnóstico preimplantacional o prenatal en futuras gestaciones de una familia afectada con esta enfermedad y detectar a los familiares en riesgo dentro del proceso de asesoramiento genético”.

En el transcurso de una jornada científica que se celebra hoy en Valencia, organizada por la Fundación Sistemas Genómicos en colaboración con la Asociación Huesos de Cristal de España (AHUCE) y la Universidad de Valencia, se profundiza sobre los avances biomédicos en la osteogénesis imperfecta y, especialmente, se muestran las implicaciones clínicas y económicas de un test genético desarrollado en España y de referencia internacional.

Un antes y un después
Tradicionalmente se procedía al estudio de los genes de forma individual, estudiando gen a gen en función de los hallazgos distintivos de cada una de las formas de osteogénesis imperfecta. Pero el conocimiento sobre los genes y su implicación patológica avanza y, con este, también aumenta el conocimiento sobre un mayor número de genes candidatos.

En este contexto, resultan de especial utilidad las técnicas de secuenciación masiva. A juicio del Dr. Ignacio Parra, traumatólogo y cirujano infantil del Hospital Universitario de Getafe, “nos permiten conocer más rápidamente, y de forma más barata, la alteraciones de genes afectados, estando indicadas para completar el estudio de pacientes sospechosos de osteogénesis imperfecta, así como de sus familiares”. 
 Fruto de los avances en este campo, surge el test Osteo GeneProfile®. En palabras de la Dra. Diana Valero, “este recurso es una clara muestra de adaptación a las necesidades diagnósticas actuales, permitiendo el estudio simultáneo de varios genes que por metodologías tradicionales resultarían inabordables, ya que requerirían una gran inversión de tiempo y dinero”.

El panel de genes Osteo GeneProfile® aplicado a osteogénesis imperfecta permite el estudio simultáneo de los diez principales genes implicados en el desarrollo de esta patología hereditaria, “con la consiguiente reducción del tiempo de análisis y, por tanto, del diagnóstico y del coste por muestra”, destaca la Dra. Rebeca Miñambres, del Departamento de Proyectos de Sistemas Genómicos. Además, puntualiza, “las nuevas actualizaciones del panel permitirán la posterior inclusión de otros genes para los que la evidencia científica demuestre su asociación con la osteogénesis imperfecta”.

En este momento, se está procediendo a la validación de una segunda versión del panel Osteo GeneProfile®, en la que se han actualizado los genes implicados en las patologías para cuyo diagnóstico ha sido diseñado. Además también están en proceso de validación diferentes micropaneles con un menor contenido de genes, que han sido adaptados para el diagnóstico molecular de patologías más concretas y particulares, con un coste inferior y un menor tiempo de procesamiento de muestras y emisión final del informe de diagnóstico genético.

Una enfermedad rara, con graves repercusiones
La Osteogénesis imperfecta (OI) comprende un grupo heterogéneo de desórdenes del tejido conectivo que conducen a una estructuración anómala del tejido óseo. Según detalla el Dr. Ignacio Parra, “es una enfermedad de origen genético que cursa con graves deformidades y fracturas óseas”.

Como consecuencia, los pacientes afectos presentan un descenso de la masa ósea y fragilidad del tejido óseo, que se traduce en un incremento en la susceptibilidad al desarrollo de fracturas óseas con o sin la existencia de un trauma previo. Pese a estar  catalogada como enfermedad rara, ya que el número de afectados es de aproximadamente 1:15.000 nacidos vivos, representa un importante problema sanitario: los afectados requieren una atención sanitaria continuada y especializada debido a las limitaciones en su calidad de vida. Según estimaciones efectuadas por la Asociación Huesos de Cristal (AHUCE), en España hay unas 3.000 personas afectadas por osteogénesis imperfecta.

Su manejo terapéutico es multidisciplinar y complejo. Tal y como resume el Dr. Parra, “el tratamiento farmacológico es sintomático y dirigido a tener un hueso más fuerte; para ello, se emplean habitualmente fármacos estimulantes de la formación de hueso, fundamentalmente bisfosfonatos. Quirúrgicamente, la enfermedad se aborda mediante enclavado óseo y corrección, así como tratamiento de las deformidades y fracturas. Por último, a nivel de rehabilitación, se suele establecer un protocolo de actividad rehabilitadora para estimular la masa muscular y ósea”.

Margen para la esperanza
            Como denuncia María Barbero, presidenta de AHUCE, “un tratamiento inadecuado o insuficiente coloca al paciente y a la familia en una situación desfavorecida y supone una merma considerable en la calidad de vida del afectado y de todas sus personas cercanas”.

Sin embargo, el diagnóstico genético está permitiendo optimizar el abordaje de esta enfermedad. Como indica la presidenta de AHUCE, “hay tipos de osteogénesis imperfecta que solo pueden diagnosticarse definitivamente mediante análisis genéticos”; además, aclara, “como el tratamiento de determinadas formas de la enfermedad está en función de su clasificación genética, resulta sumamente importante contar con unos análisis genéticos fiables para orientar el tratamiento medicamentoso”.
 Respecto a los beneficios que ofrece la rehabilitación, Sara Nunes, fisioterapeuta de AHUCE, apunta que “a través de sus múltiples especialidades y técnicas (traumatológica, manual y ortopédica, neurológica, respiratoria, uroginecológica, cardiovascular, deportiva, etc), la fisioterapia puede ayudar a restablecer las funciones alteradas y conseguir así una mayor calidad de vida e integración social para los afectados de osteogénesis imperfecta”.
El tratamiento fisioterápico específico favorece el aumento en la calidad de vida, a través de la mejora de la potencia muscular, la coordinación, el equilibrio, los rangos articulares, la prevención de alteraciones musculoesqueléticas y el aumento de la funcionalidad. En concreto, según sintetiza la fisioterapéuta de AHUCE, “los efectos terapéuticos del ejercicio físico benefician al sistema musculoesquelético, neurológico, cardiovascular y el desarrollo psicomotor; asimismo, disminuye el dolor, previene la progresión de las deformidades y evita el inmovilismo y sus consecuencias”.

LA SEEIC REIVINDICA UN MARCO LEGAL NACIONAL PARA EL CORRECTO USO Y MANTENIMIENTO DE LOS DESFIBRILADORES AUTOMÁTICOS

La instalación de desfibriladores semiautomáticos en lugares públicos, y más recientemente en establecimientos sanitarios como la red de farmacias comunitarias, se ha estandarizado en los últimos años a nivel autonómico. Sin embargo, y pese a las ventajas que supone el uso de esta aparatología al permitir difundir la desfibrilación precoz como método de disminuir la mortalidad y morbilidad asociada a la muerte súbita de origen cardíaco, gran parte de la población desconoce aún el funcionamiento de estos dispositivos y sigue sin existir un marco legal a nivel nacional que controle el correcto uso y mantenimiento de la misma, tal y como denuncia la Sociedad Española de Electromedicina e Ingeniería Clínica (SEEIC).

“Cada comunidad autónoma ha elaborado su propia legislación en este sentido pero el entramado de la implantación de desfibriladores semiautomáticos en lugares públicos no sigue un estándar nacional. Incluso, conforme a la normativa europea, son los propios ayuntamientos los que pueden crear estos espacios saludables implantando esta aparatología, pero, tan importante como la inclusión de esta tecnología en zonas muy concurridas es su mantenimiento para que su funcionamiento sea perfecto en caso de que sea necesaria su utilización”, explica Jesús Lucinio Manzanares, presidente de la SEEIC.

En este sentido, el presidente de esta sociedad científica hace hincapié en que “son los centros de evaluación de tecnologías los que deberían revisar esta implantación”. “Esta aparatología está siendo ubicada en lugares públicos como aeropuertos, pero hay que tener especial cuidado a la hora de revisar esta implantación, sobre todo cuando los contratos de mantenimiento en estos lugares no se renuevan debido a la actual coyuntura económica”, sostiene.

Los desfibriladores automáticos disponen de una batería y electrodos que tienen fecha de caducidad y por lo tanto, cada determinado tiempo, según indique el fabricante, deben cambiarse. “Además, -continúa Manzanares- es necesario realizar, en algunos de estos dispositivos, descargas para comprobar que la potencia que determina el equipo a la hora de iniciar el disparo es la adecuada y también es necesario revisar la caducidad del gel que incluyen los electrodos, ya que si estos no se pegan adecuadamente al cuerpo se pueden originar quemaduras o una descarga letal a la persona que está manipulando el equipo”, afirma Manzanares.

Los desfibriladores semiautomáticos son de pequeño tamaño y fácilmente manejables. Son capaces de analizar automáticamente el ritmo cardiaco y descargar una dosis de energía eléctrica controlada. Están diseñados para poder ser utilizados por cualquier persona, mientras esta siga las instrucciones que el equipo le va indicando en la pantalla y/o por medio de voz. Es necesario, asimismo, diferenciar este tipo de aparatos de los desfibriladores convencionales que utiliza el personal asistencial, y en los que es el especialista quien decide el tipo de descarga e intensidad.

No obstante, el presidente de la SEEIC incide en que “aunque los desfibriladores semiautomáticos implantados en lugares públicos disponen de instrucciones de uso, una vez seguidas las pautas del desfibrilador es necesario realizar otras acciones sobre el paciente como colocar correctamente la cabeza o realizar respiración artificial. Por eso, como mínimo, la persona que lo utilice debería de disponer de un curso de Reanimación Cardiopulmonar Básico”. En este sentido, Manzanares insiste en que “esta tarea debería ser realizada por personal cualificado y muy familiarizado con este tipo de tecnología sanitaria”.

Cuatro niveles de uso público de los desfibriladores

La SEEIC recuerda también que actualmente se reconocen cuatro niveles de uso público de los desfibriladores: el primer nivel lo constituye la desfibrilación por primeros auxiliadores en situaciones de emergencias, representados por las unidades de Soporte Vital Avanzado o UVIs móviles de los Sistemas de Emergencias Médicas y constituidos por policías, personal de ambulancias y bomberos en países sin Sistemas de Emergencias Medicalizados; el nivel dos, la desfibrilación por primeros auxiliadores no tradicionales como guardaespaldas, personal de seguridad y personal de vuelo en líneas aéreas; el nivel tres, por la desfibrilación por ciudadanos que han recibido entrenamiento en su utilización, generalmente en el seno de programas con un familiar de alto riesgo de muerte súbita; y el nivel cuatro, por la desfibrilación por cualquier ciudadano.

La SEEIC incide en que este último nivel, el cuarto, “solo debería ser aplicable en el futuro con la mejoría de las tecnologías y con el desarrollo de la telemedicina”.

Por otro lado, la instalación y mantenimiento de los desfibriladores semiautomáticos deberá cumplir los requisitos de la circular 3/2012 de asistencia  técnica de Productos Sanitarios de la AEMPS y, además, las siguientes normas, según recuerda esta sociedad científica: en los organismos, instituciones, empresas públicas o privadas, se colocará en lugar visible y de cara al público, un cartel indicativo de la existencia y ubicación de un desfibrilador semiautomático externo; tras cada utilización del desfibrilador, su responsable deberá remitir al Servicio de Urgencias, en las siguientes 24 horas, la hoja de datos y el soporte con los registros eléctricos que se generen; las personas, los organismos, instituciones y empresas públicas o privadas que instalen en su domicilio o centro un desfibrilador semiautomático externo serán los encargados de garantizar su mantenimiento y conservación, de acuerdo con las instrucciones del fabricante del equipo, así como de mantener en vigor la póliza de responsabilidad civil; y, por último, la responsabilidad del cumplimiento de lo previsto corresponde al titular de la entidad, empresa, establecimiento o servicio que disponga de un desfibrilador o bien a la persona en cuyo domicilio se quiera instalar.“Siempre es mucho más seguro para el paciente que el uso del desfibrilador sea de la mano de personal cualificado para ello”, concluyen desde la SEEIC.

Abbvie aumenta un 5,4% sus ingresos en el primer trimestre del año

La compañía farmacéutica AbbVie ha anunciado sus resultados financieros del primer trimestre de 2014 a cierre de 31 de marzo de 2014. El beneficio por acción (BPA) ajustado en el primer trimestre de 2014 fue de 0,71 dólares, un 4,4% más que en el primer trimestre de 2013 y superior a las últimas previsiones que eran de 0,67 a 0,69 dólares (el BPA según los GAAP fue de 0,61 dólares). Los ingresos ascendieron a 4.563 millones de dólares, un 5,4% más que  en el primer trimestre de 2013 (en términos operativos el aumento fue del 6,7%).
El crecimiento de los ingresos es reflejo del aumento del 17,5% de las ventas globales de Humira  (aumento del 18,4% en términos operativos) y el crecimiento de dos dígitos de otros productos clave. Los resultados muestran un aumento significativo del margen bruto y una fuerte inversión en I+D y SG+A (gastos de ventas, generales y administrativos).
Recientemente presentó a las autoridades sanitarias de Estados Unidos la solicitud de un nuevo  fármaco sin interferón para el virus de la Hepatitis C del que se espera aprobación en Estados Unidos  en 2014. Además, sigue obteniendo progresos con la cartera de productos en desarrollo en 2014: han obtenido numerosos datos positivos, se han presentado SAC a las autoridades sanitarias y han conseguido avances en las fases de desarrollo, como el inicio de un ensayo en fase 3 con veliparib en el cáncer de pulmón no microcítico.

IV hormone infusion could treat common cause of infertility in women

Researchers have succeeded in restoring hormones essential for fertility that are commonly lost in women who exercise intensively, according to research presented today. The work, by researchers from Imperial College London, is presented this week at the European Congress of Endocrinology in Wrocłow, Poland.

Fertility depends on a range of reproductive hormones. In females, one of these, called luteinising hormone is released from the brain in short bursts every 1-2 hours. When women undergo strict exercise regimes and restrict their calorific intake, energy is diverted away from maintaining their reproductive system. This can lead to lower amounts of LH being released by the brain, resulting in loss of periods. This condition known as hypothalamic amenorrhea (HA) affects 1 in 100 women and 1 in 10 professional female athletes.

Kisspeptin is a hormone responsible for initiating pulses of LH. Previous studies have shown that women who have mutations in the gene coding for kisspeptin do not start puberty normally and can be infertile. In this study, five women between the ages of 18 and 40 suffering from HA were given 8-hour intravenous infusions of either kisspeptin or a saline placebo on six different occasions.

Researchers gave them a different dose of kisspeptin on each visit. At intermediate doses, women who received kisspeptin infusions released more LH and experienced an average of three times more LH pulses within 8 hours than those who received the placebo.

“We’ve shown that in the short term, IV infusions of kisspeptin at certain doses can restore the pulses of LH that are essential for female fertility,” said Dr Channa Jayasena from Imperial College London who is the first-author on the study. The group plans to perform a larger study to confirm their findings.  “The long-term aim is to determine whether kisspeptin could be used to treat certain forms of female infertility. If this is viable, it could provide an attractive and possibly less costly alternative to IVF,” said Dr Jayasena.

Thyroid medication has no effect on death rates in patients with subclinical hypothyroidism

Treating subclinical hypothyroidism with levothyroxine has no effect on overall mortality rates, according to research presented today at the European Congress of Endocrinology in Wrocław, Poland.

Subclinical hypothyroidism is a mild form of underactive thyroid disease where patients have raised levels of thyroid stimulating hormone (TSH) but a normal concentration of free thyroid hormone. This condition is associated with certain risk factors for increased mortality such as high blood pressure and high cholesterol.  There is some debate within the medical community on whether it is effective to treat these patients with a medication called levothyroxine, which increases thyroid hormone levels.  Although this treatment is generally well-tolerated, a number of side-effects can occur if thyroid hormone levels are raised too much.

Researchers from Gentofte University Hospital in Denmark examined the medical records of 628,953 patients who had received thyroid function tests from 2000-2009. 12,212 (1.9%) patients were diagnosed with subclinical hypothyroidism.  Of these, 2,483 patients (20.3%) were prescribed levothyroxine within the first six months. The remaining 9,729 patients (79.7%) either started levothyroxine therapy later than six months after their initial blood test, or did not receive any substitution treatment.
Patients were then followed for a mean time of five years.  During follow up, 1,566 of the subclinical hypothyroidism patients died.  There was no significant difference in mortality rates between patients who received levothyroxine treatment and those who did not. 

Research Fellow, Mette Andersen, who led the study, said, “This is the largest population-based study to examine whether levothyroxine treatment for patients with subclinical hypothyroidism can affect their mortality. Using readily-available registry data, we were able to examine a large population and compare treated versus untreated subclinical hypothyroidism patients with respect to all-cause mortality.”

“Our main finding was that levothyroxine treatment had no effect on overall death rates in subclinical hypothyroidism patients. Although previous studies have indicated that levothyroxine treatment may improve some markers of heart function, we found no evidence that this translates into increased survival for these patients.”

“Any patients who are worried about their treatment should visit their doctor to discuss their concerns,” concluded Andersen.


The team now plan to examine the effect of levothyroxine medication on a subset of subclinical hypothyroidism patients who also have heart conditions in more detail. 

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