Una reciente estadística realizada por pediatras europeos
ofrece un revelador detalle. Alrededor del
30% de las consultas se centran
en aclarar las dudas sobre “como debe ser el crecimiento normal de los
niños”. Una cuestión a resolver con mucha paciencia.
Cada vez más los padres están preocupados por el crecimiento y desarrollo físicos de
los niños, especialmente en un período de edad clave como son de los 10 a los
15 años. Aunque el debate está en la sociedad es indudable que la hormona del
crecimiento estimula el crecimiento infantil y ayuda a mantener los tejidos y
órganos a lo largo de la vida. Aquí vamos a hablar de la Hormona del crecimiento: antes y después .Un tema cada vez más apasionante.
Está producida por la glándula pituitaria,
que tiene el tamaño de un guisante y que
está ubicada en el base del cerebro. Estudios científicos determinaron en su momento que la glándula pituitaria reduce
lentamente la cantidad de hormona del crecimiento que produce.
La gran duda de los especialistas aparecía en el uso de la hormona humana del crecimiento (HGH en
inglés) sintética como forma de reducir y hasta evitar algunos de los cambios
vinculados a los síntomas de envejecimiento, especialmente en el momento de la
disminución de masa muscular y ósea.
Los médicos estiman que los niños tienden a crecer en
estatura a un promedio de 6/7
centímetros cada año. Una regla de medir que puede servir de ejemplo para
establecer las posibles anomalías en los niños.
Una reciente encuesta realizada por una multinacional
farmaceútica reveló que “no llegaba ni al 30% el número de padres daban
importancia a la talla baja de sus hijos antes de conocer los problemas de
salud derivados por un déficit en la hormona de crecimiento”.
Los niños no pueden
modificar sus genes. Estos son los que determinan su talla y establecen con
certeza el inicio del estadío de la pubertad. Como en el resto de situaciones
generales siempre es recomendable cumplir aspectos como evitar el sedentarismo.
un buen hábito alimenticio y hacer ejercicio a menudo.
Uno de los interrogantes
consiste en conocer si se puede estimular
la hormona de crecimiento y cómo. Los médicos consideran que reducir los
niveles de azúcar son claves para poder normalizar el crecimiento. Para ellos
resulta importante tener en cuenta que un consumo regular de azúcar sube los
niveles de insulina. También los alimentos con aminoácidos pueden ayudar a la producción de esta hormona.
El salmón, los huevos, el pollo y los productos lácteos son los más indicados en este aspecto. Su
principal función es la formación de tejido nuevo. Encima, al ser
alimentos ricos en aminoácidos se
encargan de estimular la hormona del crecimiento (triptófano, arginina, lisina
y tirosina)
Otra de las preguntas fundamentales que hacen los padres a
los especialistas se centra en qué edad pueden inyectarse las hormonas de
crecimiento. Los estudios científicos advierten directamente que cuando se inicia el tratamiento entre los 7 y 8 años de edad, la ganancia de talla adulta es
de+2DE. Al contrario, solo es de+0,6DE
si el tratamiento se sitúa en el período comprendido entre los 10 y los 12 años
de edad.
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