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01 November 2010

Una isla del Pacífico paga a sus habitantes por llevar una vida sana


Una minúscula isla del Pacífico, perdida entre Australia, Nueva Zelanda y Nueva Caledonia, va a poner en marcha una iniciativa cuanto menos llamativa: recompensará en dinero contante y sonante a los ciudadanos que lleven una vida saludable y contaminen poco. Con apenas 35 kilómetros cuadrados y 2.000 habitantes, Norfolk ha decidido comprobar cómo puede hacerse frente a dos de los grandes desafíos de las sociedades modernas: la obesidad y el calentamiento global.
"Tenemos una isla situada a 1.700 kilómetros de las costas australianas y completamente autónoma. Es fácil medir aquí quién entra y quien sale", ha subrayado Garry Egger, de la Universidad australiana Souther Cross, y coordinador del equipo de investigadores que ha diseñado el programa.
Antigua colonia penitenciaria británica, Norfolk es hoy en día el único territorio australiano que dispone de un gobierno autónomo.Cada uno de sus habitantes recibirá una especie de tarjeta de crédito que deberá presentar cada vez que haga la compra y siempre que pague la electricidad y el carburante que consuma.
Aquellos que ahorren unidades de esta particular tarjeta, podrán canjearlos por dinero, mientras que los más despilfarradores deberán pagar por las unidades suplementarias gastadas.
Los habitantes de Norfolk, explica Garry Egger, poseen un estilo de vida comparable al del resto de australianos en términos de polución y obesidad.
Australia está a la cabeza de emisiones de gases de efecto invernadero por habitante, debido a su importante industria minera. Además, sus tasas de obesidad la sitúan entre los diez países con más sobrepeso del mundo.
El programa, basado en el voluntariado, tiene como objetivo reducir el consumo de electricidad y gasolina y disminuir la ingesta de alimentos preparados. Además, también pretende animar ala población a desplazarse en bicicleta o caminando.
La iniciativa, que comenzará a principios de 2011 y tiene previsto durar tres años, está financiada por el Consejo australiano de Investigación y las autoridades locales. Los más de 30.000 turistas que llegan a la isla cada años recibirán también una tarjeta a su llegada, dotada de más o menos unidades en función de su estancia. "Podrán, por tanto, recuperar dinero si han ahorrado. Pero, a la inversa, también tendrán que pagar si han sobrepasado el crédito", ha indicado Egger.
"Es bastante divertido porque finalmente los turistas podrán ganar dinero estando de vacaciones si hacen lo que hace falta", ha añadido. Los habitantes han respondido con entusiasmo a esta iniciativa, ha declarado Andre Nobbs, ministro de Turismo de Norfolk. "La ventaja de Norfolk es que la gente de aquí tiene grandes ideales con respecto al medio ambiente", ha subrayado.
En número de unidades irá reduciéndose poco a poco para conseguir objetivos más ambiciosos en materia de polución y salud, ha precisado Egger.
Según sus palabras, uno de los mayores desafíos de esta experiencia es conseguir la asiduidad de la población. En tres años, se presentará un informe a las autoridades australianas y locales.
"Si los habitantes de Norfolk adoptan bien el programa, podría extenderse a todo un país y veremos si también al planeta", ha concluido Egger.

Un estudio demuestra el efecto protector del consumo de col verde, repollo o brócoli en la salud de las mujeres

Comer gran cantidad de zanahorias y crucíferos (como la col verde, el repollo o el brócoli) podría reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama, en especial una forma agresiva común en las afroamericanas. Un equipo que analizó los datos del estudio en curso Black Women's Health Study no halló el mismo beneficio en el consumo de frutas. Estudios previos sobre la relación entre el consumo de frutas y verduras y el cáncer mamario en las mujeres blancas había obtenido resultados contradictorios y ninguna investigación se ocupó de esa relación en las afroamericanas, indicó la doctora Deborah A. Boggs, de la Universidad de Boston.
Con su equipo, Boggs había demostrado que la llamada dieta sana, rica en verduras, frutas, granos integrales y pescado, redujo el riesgo de desarrollar tumores mamarios con receptores de estrógeno negativos (ER-negativo) en ese grupo de mujeres. Ese tipo de cáncer, que no es sensible al estrógeno, es más común en esa población que en las mujeres blancas. También es más difícil de tratar y más fatal que los tumores sensibles a la hormona. El cáncer de pechoa es la segunda causa de muerte por tumores en las afroamericanas y las blancas, según los Centros para el Control y la Prevencin de Enfermedades de Estados Unidos. Lo sufrirá una de cada ocho estadounidenses en su vida; la edad, la herencia y el ambiente elevan el riesgo individual.
El equipo controló la dieta y la salud de más de 50.000 afroamericanas de Estados Unidos durante 12 años. Unas 1.300 participantes desarrollaron nuevos casos de cáncer mamario en ese tiempo; el 35 por ciento tuvo tumores ER-negativo. De todos modos, el equipo halló que las mujeres que comían por lo menos dos porciones de verduras por día tenían un 43 por ciento menos riesgo de desarrollar tumores ER-negativos que las que ingerían menos de cuatro porciones por semana. Los autores identificaron también ciertos tipos de vegetales que reducían el riesgo de desarrollar todo tipo de cáncer de pecho: brócoli, col verde, repollo y zanahoria.

Las antenas de telefonía móvil no provocan cáncer

Las antenas de telefonía móvil no influyen en la aparición del cáncer en la sangre. Así lo afirmó el jefe del Servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Universitario Morales Meseguer en Murcia, Vicente Vicente. Según explicó este experto, no existen actualmente más enfermedades en la sangre, sino más pacientes, ante el aumento de la esperanza de vida. Vicente ofreció además cifras esperanzadoras, como que el 90 por ciento de los casos de linfoma de Hopkins se cura, un porcentaje idéntico al de casos de leucemia infantil. Además, entre los enfermos de mieloma múltiple, "se ha duplicado la supervivencia".
"No hay ninguna base científica para decir que las antenas de telefonía móvil influyen como mecanismo desencadenante en la aparición de neoplasias de la sangre", afirmó Vicente. Así lo aseguró en rueda de prensa con motivo de la LII Reunión Nacional de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y el XXVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) en Las Palmas de Gran Canaria. Vicente, experto en Oncohematología y Genómica resaltó que "no hay más enfermedades de la sangre, sino más pacientes porque ha aumentado la población, que vive más años, y los tratamientos hacen que los pacientes vivan más tiempo". "Hay un avance muy notable en supervivencia", señaló.
Según dijo, no es posible predecir un cáncer de sangre, ya que "las enfermedades de la sangre son trastornos genéticos adquiridos y lo que se van descubriendo son manifestaciones o modificaciones moleculares que indican la existencia de una enfermedad". De esta forma, Vicente aclaró que "no hay un diagnóstico genético de predisposición a enfermedades malignas de la sangre". Sin embargo, apuntó que por ejemplo en el cáncer de mama o de colon hay marcadores genéticos hereditarios. Las patologías relacionadas con la sangre "no han cambiado respecto a las de hace 30 años, pero sí han cambiado las circunstancias del diagnóstico", dijo Vicente, que destacó el "avance en el diagnóstico".
Este experto aludió a técnicas de biología molecular que se aplican para hacer un diagnóstico muy precoz, para el seguimiento de la enfermedad y el pronóstico. El oncólogo se refirió a las posibilidades que ofrece la terapia celular relacionada con la llamada medicina regenerativa para la utilización de células madre con plasticidad o capacidad de diferenciarse para poder intentar solucionar problemas en infartos de miocardio y enfermedades neurodegenerativas, entre otros. Una vez que rechazó que las ondas electromagnéticas emitidas por antenas de telefonía móvil puedan provocar cáncer de sangre, admitió que "hay factores externos claros conocidos desde hace muchos años que producen leucemia". Vicente citó así los casos acontecidos tras la explosión nuclear de Chernobyl y el bombardeo atómico sobre Hiroshima.
También advirtió de que "hay pacientes que reciben quimioterapia por una serie de tumores, como cáncer de mama, que en cierta medida tienen más propensión a padecer cáncer". El oncólogo recordó que determinados cánceres de sangre como el linfoma de Hopkins se cura en el 90 por ciento de los casos, la leucemia infantil se cura "en un 90 por ciento", mientras que en los pacientes con mieloma múltiple que tenían una expectativa de vida de "tres o cuatro años", ahora están viviendo "ocho o nueve años, es decir, que se ha duplicado su supervivencia".

La informática aplicada a la genética, nueva vía para el estudio de enfermedades

Más de un centenar de investigadores, estudiantes y desarrolladores de aplicaciones computacionales en ciencias de la vida, de ámbito nacional e internacional, analizan en Málaga el estudio de la genética a través de ordenadores para averiguar las causas de enfermedades.
Los expertos se reunirán hasta el viernes en las X Jornadas de Bioinformática con el objetivo de estudiar la composición genética de las personas a partir de computadores para extraer datos que permitan averiguar los «secretos que gobiernan la vida» y que están codificados en los genomas. «Buscamos descifrar las causas de enfermedades y las respuestas individualizadas a terapias comunes», explicó el profesor Oswaldo Trelles.
Estas jornadas están organizadas por el Instituto Nacional de Bioinformática, la Red Portuguesa de Bioinformática y el Departamento de Arquitectura de Computadores de la Universidad de Málaga con el objetivo de analizar la aplicación de la informática al bienestar y a la salud.
Medicina personalizada
El encuentro, que se celebra en el Hotel Don Pablo de Torremolinos, presta especial atención a la medicina personalizada, disciplina que incorpora información molecular en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes. Las rutas metabólicas, la identificación de genomas y genes y la estructura de proteínas son otros de los temas que se abordarán durante estos días.
Entre los ponentes destacan el director del Centro de Análisis Genómica de Barcelona, Ivo Gut; el director del Instituto Nacional de Bioinformática, Alfonso Valencia; y la representante del European Bioinformatics Institute, Sarah Hunter.

La historia de Javier Torrents, un alpinista diabético


Eso para empezar, dice.
-Eso para empezar, porque luego está el problema del apetito, que con tanto frío que hace allá arriba se te corta el apetito, y eso, si eres diabético, es un coñazo; pero un coñazo. Cuesta comer, y si no comes, es muy difícil mantener los niveles de insulina, y en fin... que tienes que estar al quite. Extremar las precauciones.
Pero algún susto hubo, dice.
-Sí, claro. Fue un día que estábamos subiendo al campamento base, al comienzo de la expedición. Ya me había pinchado pero no me hacía efecto, iba chafado, completamente alicaído, que es como te pones cuando estás bajo de azúcar, y me decía a mí mismo: «Joder, si estoy así por debajo de 4.000 metros, cómo será arriba». Después se me ocurrió que podía ser que la insulina se hubiera estropeado, entonces me pinché con otro boli, y sí, era eso, por suerte, así que al cabo de un rato, unos minutos, empecé a sentirme mejor... Total, que ese es otro asunto del que tenía que ocuparme: que la insulina no se dañara. Que no le diera el frío.
Era febrero, era Argentina y era Javier Torrents trepando el Aconcagua. Estaba allí porque a) es alpinista y b) es diabético. Y porque tres años antes había asistido a una conferencia de Josu Feijoo, el alpinista diabético por excelencia, y allí le había oído decir que quería subir el Aconcagua con alguien como él: que tuviera el mismo problema.
-Decía que quería motivar a más gente, animarlos a hacer lo mismo que él. Y como a mí el alpinismo me gusta, y ya había escalado varias veces los Pirineos, me acerqué al final de la conferencia y le dije que por favor, que tenía que contar conmigo. Y sí: al final lo hicimos este año.
-El Aconcagua impone, ¿no?
-A mí lo que más me inquietaba es que no sabía muy bien cómo iba a reaccionar mi cuerpo en esas condiciones. Y tenía que estar pendiente de la insulina, para que no se estropeara, pero también de los medidores, que a baja temperatura no sirven. Yo nunca había estado a esa altura, con esas bajas presiones, y era una incógnita lo que iba a pasar. Por eso la primera precaución fue medirme más el azúcar; porque era importantísimo tenerlo bien controlado.
-Y ¿le fue bien?
-Bueno, aparte del susto subiendo al campamento base, bien. No iba sobrado, digamos, pero una vez en la cumbre habría podido subir otros, no sé, 50 metros. Por decir algo. Tal vez menos, pero habría podido seguir. La verdad es que fue una gran satisfacción. Cuando estaba bajando me di la vuelta y miré la montaña... Uno de esos momentos, ¿sabe? Y dije: «Me voy a hacer la foto». Y me hice la foto, que es básicamente una foto de «aquí he estado yo». Porque para mí es importante. Haber llegado allá, hasta la cima, es importante.
-Hablando de eso, hay algo que tengo que preguntarle. ¿Me está contando una historia de superación? Se lo digo porque, por un lado, estamos hablando de su diabetes, de la insulina, de los problemas que tuvo, pero a la vez lo veo tan saludable...
-¿Una historia de superación? Hombre, yo no lo veo así, pero bueno, supongo que puede serlo. Yo la verdad es que ya vivo con esto, lo tengo muy interiorizado, sé que es un problema que puede no limitarte para nada. Y mi diabetes es tipo 1... que soy insulinodependiente, quiero decir. Me la descubrieron a los 24 años y nunca, le juro que nunca he dejado de hacer nada en la vida por esto. De hecho... mire, le voy a contar algo.
-Adelante.
-Yo los lunes voy al hospital. Al Sant Joan de Déu. Todos los lunes. Porque a mi madre, cuando a mí me diagnosticaron, le sirvió mucho hablar con otras personas que habían pasado por lo mismo, así que yo hago eso, hablar con los chavales o con los padres de los chavales recién diagnosticados, y les doy justo ese mensaje: que no se deja de hacer nada.
-Hasta se puede correr un maratón, según me han dicho.
-Sí, voy a Nueva York a correr el maratón. Veremos cómo me va.
-¿Alguna precaución particular?
-Bueno, es mi primer maratón completo, pero ya he corrido varios medios. No sé. Lo que es seguro es que al menos un control me haré en carrera. Estoy entrenando. Mucho.
Javier Torrents es a) alpinista y b) diabético. Pero también es farmacéutico; fue lo que estudió. Y lo que hace todo el año, cuando no escala o corre, o está en el Sant Joan de Déu, es hacer confites: en su empresa, la que tiene con unos socios.


**Publicado en "El Periódico de Cataluña"

Severiano Ballesteros y su Fundación para combatir los tumores cerebrales


Severiano Ballesteros apareció sonriente y animado en un hotel de Madrid. El tumor cerebral que se le diagnosticó en octubre de 2008 no le ha restado ganas de vivir, ni de seguir luchando. Todo lo contrario. «Estoy muy bien. Poco a poco, semana a semana, noto una nueva mejoría». El golfista cántabro es consciente de que la recuperación es lenta y difícil, por lo que requiere de gran constancia. Pero también sabe que el futuro está en la investigación. Por eso, a través de su Fundación ha organizado unas jornadas dentro del primer Simposio Nacional de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), cuyo objetivo es aunar los conocimientos clínicos para combatir la enfermedad.
Ballesteros fue durante muchos años un icono del golf internacional. Sus gestas dieron la vuelta al mundo. Ahora, le observan con idéntica admiración. Desde que padece la enfermedad ha emprendido una batalla para derrotarla. «Tengo clases cognitivas, mucho ejercicio y una dieta muy estricta», comentó. Todos los expertos reconocen que esta tipología de tumores requiere de un trabajo de rehabilitación físico tremendo. Por eso la práctica deportiva cumple una función primordial. «Hago pesas, camino dos horas al día e intento reírme, que no cuesta nada», aseguró el de Pedreña. Y la verdad es que predicó con el ejemplo. Ballesteros no perdió la sonrisa en ningún momento del acto, la misma que lucía mientras posaba con la chaqueta verde en sus dos Masters de Augusta. Incluso se atrevió a contar un chiste como prueba de su buen espíritu. Y es que el trabajo psicológico es casi tan importante como el físico: «Hay que tener una mente fuerte para aceptar la situación e intentar vencerla».
¡A pesar de las maratonianas jornadas de trabajo, entre ejercicio y ejercicio Seve no se olvida de su amado golf. Confesó haber disfrutado mucho con la victoria del equipo europeo en la Ryder Cup, su torneo predilecto, conquistado en seis ocasiones. Pero su verdadera obsesión es contribuir en la lucha contra esta enfermedad, donde espera una mayor investigación «para que se sigan salvando vidas».


-Minoritaria y sin prevención
Los tumores cerebrales son una enfermedad de las denominadas raras. En España se diagnostican uno 2.000 casos, a un ritmo de crecimiento de un 1% anual. El mayor problema es la complicada prevención. «Son tumores poco frecuentes. El diagnóstico precoz es difícil, por no decir imposible. Por tanto, el tratamiento es fundamental», aseguró el doctor Emilio Alba, presidente de SEOM.
Pese a la gran evolución en los últimos años, aún no se han identificado las causas de riesgo. La conclusión es clara: «Para seguir avanzando, la investigación es imprescindible. La ayuda de la Fundación Severiano Ballesteros pone muchos granos de arena». Los expertos incidieron en que las técnicas para tratar estos tumores han mejorado.

Una revista científica publica la compleja operación a un mexicano que se introdujo una botella por el recto


La cerveza entra bien... cuando se bebe. Pero la introducción de objetos extraños en el organismo, vía anal o vaginal, para obtener placer no está exenta de riesgos. Habría que preguntárselo a un paciente mexicano, de 35 años, operado recientemente en el Estado de México para extraerle una cerveza que se le coló demasiado adentro. Huelga decir por dónde se la metió. El hombre acudió a urgencias muy alterado, le dolía el abdomen y sangraba a chorros por el ano. Por pudor, suponemos, no quiso decir lo que le había sucedido. Tuvieron que descubrirlo los médicos del Instituto de Salud que le atendieron, Roberto Flores-Suárez y Jorge Reyes del Valle, que en la revista 'The New England Journal of Medicine' detallan los pormenores de la intervención quirúrgica.
Tras una primera analítica, los facultativos comprobaron que el paciente presentaba síntomas de intoxicación (aunque en su artículo no precisan la sustancia) y una tensión arterial bajísima: 7 de máxima y 4 de mínima. El corazón le latía a ritmo acelerado: 110 pulsaciones por minuto (lo normal es entre 60 y 100). Y detectaron una masa extraña en el abdomen. Una radiografía posterior les dio la clave del dolor y la inesperada sorpresa: el mexicano tenía una cerveza de vidrio, enterita, intacta y achatada de la inconfundible marca 'Negra Modelo', alojada en el recto, conducto que había sufrido múltiples laceraciones. La solución era difícil, pero no había otra posibilidad que la de proceder a operar. Sin pensárselo dos veces, Flores-Suárez y Reyes optaron por crear un ano artificial transitorio para extraer la botella y luego volvieron a conectar el intestino al tramo final del colon. Los detalles del caso han llamado tanto la atención a la prestigiosa revista de Massachusetts que además de publicar el caso lo resalta en su web como la imagen de la semana.
Afortunadamente, el paciente se recuperó bien, tal vez la única secuela que le dejó el accidente fue la de prometerse no volver a hacer una cosa así nunca más, o, en todo caso, de hacerlo con mucho más cuidado y tomando precauciones.


--Bombillas, frutas...
Los hospitales de España y del mundo disponen de amplios historiales de intervenciones provocadas por la inserción en vaginas y anos de todo tipo de artilugios, desde los más caseros hasta los más exóticos e insólitos. Los más comunes son botellas, peligrosas porque pueden hacer el vacío, como le sucedió a una joven que tuvo que ser atendida hace unos tres años en el hospital público de Zamora para sacarle el vidrio de Coca-Cola del útero. Al hacer el vacío, la chica no pudo extraérsela y no le quedó más remedio que visitar urgencias. Los casos más habituales con los que se topan los médicos de guardia suelen ser piezas de fruta como cebollas, zanahorias, calabacines o pepinos, desodorantes, consoladores, velas, pastillas de jabón o aerosoles de todos los tamaños. Generalmente, la extracción no suele presentar demasiadas dificultades. Sin embargo, en el supuesto de encontrarse bombillas en el interior del organismo, es más complicado al no poder romperlas por los daños que podrían producir los cristales. Fuentes del centro hospitalario 12 de Octubre de Madrid cuentan que en una ocasión tuvieron que extraer de un ano hasta un fluorescente y, en otra, un salami entero.
Estas prácticas ejercidas exclusivamente y desde hace siglos para obtener placer sexual las llevan a cabo hombres y mujeres, heterosexuales y homosexuales, sin distinción. Lo hacen de forma individual o en pareja, por curiosidad o porque les causa verdadero placer.
Muy distinto son las bolas de cocaína que los traficantes se introducen en su interior. El Ramón y Cajal es el hospital de referencia del aeropuerto de Barajas, adonde llegan los detenidos a quienes se les ha detectado sustancias tóxicas en su organismo.
La expulsión de las bolas requiere cuidados especiales para evitar que revienten y acaben con la vida del 'mulero' o 'mulera'. Las noticias sobre la gran cantidad de droga que son capaces de transportar no dejan a nadie frío. Decenas de cilindros en los intestinos que a veces alcanzan el medio kilo de peso. O en el estómago, o en la vagina. Un riesgo que en más de una ocasión ha llevado a la tumba a quienes lo han transportado.


*Foto de Flores y Reyes


**Publicado en "Vocento"

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