El
desayuno es la primera comida y, por tanto, la clave para iniciar una jornada
con energía, especialmente tras las largas horas de ayuno transcurridas desde
la cena. Sin embargo, un 8% de jóvenes de 15 a 24 años admite que no desayuna
nunca, y en un porcentaje muy elevado realiza desayunos nutricionalmente
incompletos*.
Todo esto servirá, además, para que mantengan estos hábitos en la
edad adulta, explica José Manuel Ávila, Director General de la FEN.
Cada día, se ofrecerá en el backstage de esta pasarela de moda que
se celebrará entre el 13 y el 17 de septiembre, una propuesta de desayuno
variada y nutricionalmente completa. Cereales,
frutas y zumos, leche y productos lácteos, y otros alimentos como huevos,
aceite… conforman los cuatro grupos que tienen que estar incluidos en un desayuno
completo y equilibrado, que debe suponer entre el 20 y el 25% de la
ingesta diaria recomendada de energía.
Siguiendo estos parámetros, la FEN ha diseñado cinco Desayunos Modelo – Vintage, Pret a Porter, Sport, Casual y Trendy- que incluyen productos
como leche,
batidos, horchata, agua de coco, churros, queso fresco, pan integral, frutas,
pavo…. dando lugar a unos atractivos y, a la vez, completos desayunos.
El papel del desayuno.
El
desayuno es fundamental para conseguir un óptimo rendimiento físico e
intelectual. “El desayuno es la primera
comida del día, considerándose una de las ingestas más importantes -nos aporta
la energía y los nutrientes que el organismo necesita para empezar después de
las largas horas de ayuno- que nos ayuda
a equilibrar la dieta. Desayunar de forma adecuada también nos ayuda a
mantener un peso adecuado y mejora nuestro rendimiento, físico e intelectual a
lo largo del día”, asegura el Director General de la FEN.
Sin
embargo, hoy
día es una de las comidas más omitidas e incorrectamente realizadas. “Los
cambios sociales y los nuevos estilos de vida, en definitiva, la falta de
tiempo, han dado lugar a una tendencia progresivamente mayor a realizar
desayunos cada vez más ligeros, poco variados o nutricionalmente incompletos, e
incluso llegar a omitirlos dando lugar a una distribución horaria de las
comidas desequilibrada, que puede tener repercusiones negativas en el estado
nutricional y, por tanto, potencialmente en la salud”, asegura José Manuel
Avila.
