Con el paso del tiempo los Trastornos de la Conducta
Alimentaria (TCA) se han convertido lamentablemente
en una de las patologías con más número de afectados en España. A nivel mundial son millones de personas las que los sufren.
Un problema serio de salud que está directamente
relacionado con una conducta alterada respecto a los hábitos alimentarios. Esto
provoca situaciones que van desde una descontrolada ingesta o no tomar ningún alimento al día. Las estadísticas
demuestran que está afectando en un gran número a los jóvenes. Y a cualquier edad
o estamento social. Estudios realizados en comunidades autónomas como Catalunya,
Valencia y Andalucía sitúan al sexo femenino como más afectado. Se inicia en la adolescencia o adultez joven y afectan en
mayor medida a mujeres que a hombres.
Los estudios muestran que la prevalencia ha ido en aumento
desde la década de los años 50. Inicialmente era complicado hablar de la patología.
Como un tabú, por lo que los datos de las féminas eran menores. Con el avance social
ha ido invirtiéndose la pirámide de casos y son más las mujeres las más afectadas.
Las causas son complejas
y difíciles, por lo que para su atención urgente es necesaria la presencia de profesionales
sanitarios especializados.
Los trastornos más
frecuentes son la Anorexia y la Bulimia Nerviosa, el Trastorno por Atracones y
el Trastorno Evitativo/Restrictivo de la Ingesta Alimentaria.
Con frecuencia los síntomas de TCA varían a lo largo del
tiempo y muchas personas, que inicialmente, presentan cuadros más restrictivos,
pueden acabar desarrollando atracones o a la inversa. Suelen estar asociados a
otras complicaciones médicas y psicológicas. Por ello el diagnóstico precoz y la intervención temprana
son clave en atajarlos. Los estudios demuestran que con esta acción se puede obtener
un resultado positivo en el individuo.
La Anorexia Nerviosa
consiste en restringir y reducir la ingesta nutricional, lo que provoca una notable
pérdida de peso. Los especialistas afirman que “el paciente tiene un miedo a engordar
y rechaza comer, hasta el punto de no ver su deterioro de peso e imagen”. Existen dos tipos de anorexia nerviosa: Restrictiva
y Atracones.
La primera se basa en una excesiva dieta, ayuno o ejercicio.
La segunda se traduce en tres meses mínimo de episodios recurrentes de atracones o purgas
(vómito autoprovocado o utilización incorrecta de laxantes, diuréticos o
enemas).
La Bulimia Nerviosa se
caracteriza por la existencia de episodios recurrentes de atracones. Los especialistas
definen esto ”como la ingesta de una cantidad de comida claramente superior a
la que la mayoría de la gente puede tomar en un periodo de aproximadamente dos
horas. Va, acompañada de la sensación de
pérdida de control durante ese tiempo”. La persona afectada se autoprovoca el vómito. Este tipo de pacientes, en cambio,
sí se muestra muy preocupado por su peso
y su imagen corporal.
El trastorno por
Atracones se caracteriza por episodios recurrentes de atracones. Se asocian
a comer más rápido de lo normal, comer una gran cantidad de comida a pesar de
no tener hambre y sufrir síntomas de depresión.
Los informes médicos confirman “el intenso malestar que padece la persona que
los realiza”.
La prevalencia a lo largo de la vida de la Anorexia Nerviosa
llega al 4,2%. La vida de la Bulimia Nerviosa oscila entre un 2-4% y la
del Trastorno por Atracones de un 2%. Respecto al Trastorno
Evitativo/Restrictivo de la Ingesta de Alimentos, son necesarios más estudios
para estimarla, pero se habla de un 3-5%
de los niños que lo pueden sufrir.
En los últimos tiempos
también han surgido otras causas que entran en el capítulo de la TCA. Como
el fervor por las nuevas tecnologías, donde la presión por conseguir seguidores
en las Redes Sociales provocan un trastorno general. Los jóvenes y su
dependencia del teléfono móvil son los principales “protagonistas negativos” en
este apartado, que ya une el problema físico con el mental. Esto queda muy agravado
al dañar a un sector de la población que se encuentra en el camino de la
formación hacia la madurez.
Para este artículo hemos contado con la ayuda inestimable de
la Dra. Marina Díaz-Marsá, Profesora titular y jefa de la Unidad de Trastornos
de la conducta alimentaria del Clínico San Carlos de Madrid. Nos ha atendido
desde su consulta privada en la clínica SOMMOS desde la que ejerce como
psiquiatra llevando a cabo tratamientos paratrastornos de la conducta alimentaria o TCA en Madrid capital,
situada en la calle Montalbán.
La Dra. Diaz-Marsá, además, ha sido colaboradora del
documental “Mi cabeza hace trampas” que se estrenó el pasado 29 de septiembre y
que RTVE emitirá el 8 octubre. "Mi cabeza me hace trampas" está
basado en el libro del mismo título escrito por Carlos Mañas, se adentra en la
vida y los pensamientos de una persona con trastorno bipolar que se levanta
cada mañana sin saber si sigue siendo el mismo que ayer. La Dra. Díaz-Marsá
también lidera el Máster sobre TCA en la Universidad Complutense.
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