Los rayos IR-A protagonizaron el último Congreso Mundial de Dermatología que se celebró en Chicago (EEUU). Estos rayos IR-A o infrarrojos se presentan como la última amenaza que nos viene del sol, por su capacidad para penetrar hasta la capa más profunda de la piel. Pero... ¿Estamos preparados para protegernos de ellos?
Desde el punto de vista físico, los rayos resultantes son ondas electromagnéticas con diferentes longitudes de onda, de las cuales únicamente tres llegan a la tierra. La radiación ultravioleta (UV) sólo supone un 4,3% de la radiación total, el 50,7% corresponde a la luz visible, y el 45% restante es radiación infrarroja (IR).
Hasta ahora no se había demostrado que las radiaciones infrarrojas fueran peligrosas para la salud de la piel. Sin embargo, de acuerdo con estudios científicos recientes de la Enviromental Research Institute de Dusseldorf (Alemania), se ha demostrado que los rayos IR-A tienen efectos nocivos sobre la piel por su capacidad de penetrar hasta su capa más profunda: la hipodermis. Los infrarrojos A producen fotoenvejecimiento prematuro y pueden llegar a tener efectos nocivos sobre la salud, a largo plazo.
Es por ello, que los expertos recomiendan protegerse frente a las radiaciones IR-A, cuando nos exponemos al sol. Pero ¡cuidado!, las cremas solares habituales no ofrecen protección frente a este tipo de rayos, aunque utilicemos las de factor de protección más alto. Y es que, actualmente, sólo existe un protector solar activo frente a los IR-A, que el laboratorio Neocare empieza a comercializar este verano en España, Ladival®.
Un mensaje que Ladival® quiere dar a conocer con motivo de la celebración del Día Europeo de Prevención del Cáncer de Piel, es que más de un 87% los españoles no se aplican correctamente el protector solar, según se refleja en la Encuesta Nacional sobre Fotoprotección, con los riesgos que esto supone.
-¿Cómo actúan los rayos IR-A?
La radiación IR-A, es la culpable de la destrucción de las fibras de colágeno, y como consecuencia, del envejecimiento cutáneo prematuro. La gran capacidad de penetración de este tipo de rayos, produce un ataque directo a las mitocondrias celulares, las responsables del abastecimiento energético de la célula.
En la mitocondria el IR-A produce un aumento de los radicales libres, que son extremadamente dañinos para las células. Si los radicales libres se acumulan en la célula, los mecanismos de defensa antioxidantes se desbordan, y la célula sufre lo que se denomina estrés oxidativo, causando un daño celular en cascada: se liberan enzimas proteolíticos que descomponen el colágeno, el componente más importante del tejido conjuntivo.
Para garantizar una adecuada protección es “necesario un fotoprotector activo y completo”, explica la Dra. Montserrat Pérez dermatóloga de la Clínica Moragas de Barcelona. Los que se comercializan en España ofrecen protección frente a los rayos UV-A y UV-B. Los primeros producen daños lentos pero constantes –envejecimiento prematuro de la piel, arrugas y alteraciones en la dermis y cánceres cutáneos-. Los rayos UV-B producen efectos visibles inmediatamente en la piel, son los causantes de las quemaduras solares, pero a largo plazo son también los causantes de varios tipos de cáncer.
Pero frente a las radiaciones IR-A sólo existe actualmente un fotoprotector “activo” que se comercializa ya en España. “Ladival® es el fotoprotector más utilizado en Alemania. Desde hace unos años ofrece esta protección frente a los rayos IR-A, que ahora centran el debate de los dermatólogos”, explica Ferida Ruggeri, del laboratorio Neocare.
Los otros grandes beneficiados de la protección de Ladival® son las personas que padecen alergias solares, acné aestivalis -también conocido como acné de Mallorca-, y pieles con tendencia acnéica. Se estima que el 90% de los españoles sufren de alguna de estas problemáticas, en algún momento. “La fórmula de este producto protege a la piel de la pérdida de tejido conjuntivo, algo especialmente importante en las pieles fotosensibles y pieles que sufren de acné”, señala la Dra. Pérez. Una fórmula que además está libre de conservantes, colorantes y emulsionantes PEG.
-La fotoprotección, una materia pendiente para los españoles
Aunque no se llega al suspenso, para los españoles la fotoprotección es una materia pendiente, ya que según la Encuesta Nacional sobre Fotoprotección sólo sacan un 5,5 de nota. Un resultado que viene acompañado de datos significativos; más de un 49% de los encuestados afirman haberse quemado más de tres veces en la vida. Mientras que un 23,5% afirman haberse quemado alguna vez en los últimos tres años.
Respecto a los más pequeños la situación no es muy diferente, ya que a pesar de que un 85% de los encuestados utiliza fotoprotectores infantiles para sus hijos, un 20,5% de ellos afirma que sus hijos menores de 12 años han sufrido quemaduras por el sol.
-SABÍAS QUE...
- estudios recientes, de la Universidad de Düseldorf, han demostrado que la radiación infrarroja A (IR-A) penetra profundamente en la piel.
- Ladival® es el único fotoprotector que nos ofrece una protección activa frente a las radiaciones IR-A, radiación responsable del fotoenvejecimiento prematuro de la piel.
- puedes utilizar cada mañana el fotoprotector solar Ladival® como crema diaria hidratante, gracias a su formulación. Su completa fórmula evita la pérdida de colágeno y elastina de la piel, evitando el envejecimiento prematuro y la deshidratación de la misma.
- el fotoprotector hay que aplicarlo directamente sobre la piel limpia y seca.
- la combinación del uso de perfume o productos con perfume con el sol puede provocar la aparición de manchas en la piel, incluso aún llevando protector solar.
- es muy importante cuidar tu piel desde la infancia porque las agresiones recibidas hasta los 18 años condicionarán la salud de la piel durante la edad adulta.
- a los bebés de corta edad no se les debe exponer directamente al sol y mucho menos sin protección.
- además del fotoprotector, el 38% de los padres españoles protegen a sus hijos con gorro y camiseta.
- el uso y aplicación del Aftern Sun Allerg después de la exposición al sol garantiza una piel bien hidratada, libre de alérgenos.
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11 June 2009
Las infecciones quirúrgicas prolongan casi una semana la estancia hospitalaria
Las infecciones quirúrgicas siguen siendo la principal causa de complicaciones y fallecimientos tras la cirugía, prolongando además la estancia hospitalaria casi una semana de media e incrementando de forma significativa el gasto de la atención médica. “En concreto, se calcula que la infección de la herida quirúrgica incrementa el coste asistencial en torno a 3.000 euros, cifra que puede aumentar hasta los 6.000 euros si se trata de una infección quirúrgica profunda y hasta los 15.000 si existe una fuga de una sutura digestiva o bronquial”, explica el doctor José María Enríquez-Navascués, jefe del Servicio de Cirugía General del Complejo Hospitalario de Donostia y coordinador del I Foro Ibérico de Pared Abdominal, celebrado en Mungia (Bilbao) y que ha reunido a destacados expertos nacionales e internacionales para analizar las ultimas novedades científicas y técnicas en el ámbito de las infecciones quirúrgicas.
El doctor Nuno Carvalho, del Servicio de Cirugía General del Hospital García Orta, Almada (Portugal), explica, por su parte, que “la incidencia de las infecciones quirúrgicas es variable según el tipo de cirugía que se realice, la presencia de sepsis, los factores de riesgo inherentes al propio paciente, etcétera”. En términos generales, dicha incidencia ronda el 10%, una cifra significativa, “por lo que se deben extremar las precauciones y medidas preventivas”, apunta, al tiempo que señala que “se ha demostrado que el uso de hilo de sutura cubierto con antiséptico en el cierre de las heridas operatorias reduce la tasa de infecciones quirúrgicas”.
Según señala el doctor Enríquez-Navascués, las operaciones que suponen un mayor riesgo de infección son aquellas en las que hay que abrir una cavidad u órgano que contiene ya de por sí mismo gérmenes, como puede ser el colon o el recto, y en general toda la cirugía digestiva. También se incrementa el peligro en las cirugías prolongadas (a “corazón abierto”) y en las que se llevan a cabo en pacientes con el sistema inmunitario deprimido o con varias enfermedades crónicas.
Para reducir la tasa de infecciones quirúrgicas, “los hospitales cumplen una serie de medidas como son, por ejemplo, el desarrollo de una arquitectura concreta en los quirófanos que regule la circulación del personal y la seguridad ambiental o la implementación de vigilancia epidemiológica a cargo de los servicios de Medicina Preventiva”, afirma este experto.
Además de todo ello, los cirujanos deben extremar el cuidado mediante la adopción de medidas dirigidas, por un lado, al paciente antes de la intervención (dejar de fumar o mejorar el estado de nutrición) y, por otra, al propio especialista en la fase preoperatoria (no rasurar a los pacientes o dar una adecuada profilaxis antiséptica sólo cuando es necesario), intraoperatoria (manejar los tejidos con delicadeza, mantener al enfermo caliente durante la intervención o administrar suplementos de oxígeno, etc.) y postoperatoria (control estricto de la glucemia).
“A diferencia de lo que se piensa, los gérmenes causantes de las infecciones quirúrgicas más frecuentes son endógenos, es decir, provienen del propio paciente, siendo más raros los exógenos (del ambiente de quirófano o del instrumental)”. De hecho, la mayoría de las infecciones quirúrgicas se deben a factores de riesgo inherentes al propio enfermo y no tanto a fallos en los cuidados quirúrgicos. “El profesional debe minimizar este riesgo mediante una selección y preparación de los pacientes y una atención a los detalles técnicos quirúrgicos”, precisa el doctor Enríquez-Navascués.
-Cómo cerrar una laparotomía
Los nuevos materiales de cierre de laparotomías (incisiones de la pared abdominal) y los beneficios que ofrecen las suturas antisépticas han sido otros de los temas analizados durante el I Foro Ibérico en Pared Abdominal.
En este punto, el doctor Carvalho explica que a la hora de determinar cual es la mejor forma de proceder en el cierre de una laparotomía se debe tener en cuenta varios factores como el tipo de material de sutura (absorbible o no absorbible), la técnica de cierre (continua o con puntos separados), el tipo de incisión (mediana o transversal), y las características del paciente. “Todas estas variables provocan resultados distintos”, según este experto, quien explica que “en Portugal se realizan cada año unas 5.500 laparotomías por neoplasia colorrectal”.
Respecto al futuro, el doctor Carvalho señala que la utilización de polímeros con factor de crecimiento fibroblástico está consiguiendo resultados prometedores a nivel experimental, reduciendo la ocurrencia de hernias incisionales. Asimismo destaca que “el uso de hilo de sutura cubierto con antiséptico ha demostrado reducir la tasa de infección de la herida operatoria”, al tiempo que afirma que “la mejor forma de cerrar una laparotomía es con una sutura absorvible continua de vida larga”.
Por último, el doctor Enríquez-Navascués afirma que “todo tipo de infección hospitalaria o nosocomial debería ser de declaración obligatoria y los datos de cada hospital publicados”, para lo cual se debería dotar de los medios necesarios a quienes verdaderamente tienen conocimiento sobre estos temas. Asimismo, “es necesario realizar estudios de investigación bien planificados sobre medidas técnicas o materiales concretos que sirvan para disminuir un problema que globalmente no ha variado sustancialmente desde hace demasiados años”, concluye.
El doctor Nuno Carvalho, del Servicio de Cirugía General del Hospital García Orta, Almada (Portugal), explica, por su parte, que “la incidencia de las infecciones quirúrgicas es variable según el tipo de cirugía que se realice, la presencia de sepsis, los factores de riesgo inherentes al propio paciente, etcétera”. En términos generales, dicha incidencia ronda el 10%, una cifra significativa, “por lo que se deben extremar las precauciones y medidas preventivas”, apunta, al tiempo que señala que “se ha demostrado que el uso de hilo de sutura cubierto con antiséptico en el cierre de las heridas operatorias reduce la tasa de infecciones quirúrgicas”.
Según señala el doctor Enríquez-Navascués, las operaciones que suponen un mayor riesgo de infección son aquellas en las que hay que abrir una cavidad u órgano que contiene ya de por sí mismo gérmenes, como puede ser el colon o el recto, y en general toda la cirugía digestiva. También se incrementa el peligro en las cirugías prolongadas (a “corazón abierto”) y en las que se llevan a cabo en pacientes con el sistema inmunitario deprimido o con varias enfermedades crónicas.
Para reducir la tasa de infecciones quirúrgicas, “los hospitales cumplen una serie de medidas como son, por ejemplo, el desarrollo de una arquitectura concreta en los quirófanos que regule la circulación del personal y la seguridad ambiental o la implementación de vigilancia epidemiológica a cargo de los servicios de Medicina Preventiva”, afirma este experto.
Además de todo ello, los cirujanos deben extremar el cuidado mediante la adopción de medidas dirigidas, por un lado, al paciente antes de la intervención (dejar de fumar o mejorar el estado de nutrición) y, por otra, al propio especialista en la fase preoperatoria (no rasurar a los pacientes o dar una adecuada profilaxis antiséptica sólo cuando es necesario), intraoperatoria (manejar los tejidos con delicadeza, mantener al enfermo caliente durante la intervención o administrar suplementos de oxígeno, etc.) y postoperatoria (control estricto de la glucemia).
“A diferencia de lo que se piensa, los gérmenes causantes de las infecciones quirúrgicas más frecuentes son endógenos, es decir, provienen del propio paciente, siendo más raros los exógenos (del ambiente de quirófano o del instrumental)”. De hecho, la mayoría de las infecciones quirúrgicas se deben a factores de riesgo inherentes al propio enfermo y no tanto a fallos en los cuidados quirúrgicos. “El profesional debe minimizar este riesgo mediante una selección y preparación de los pacientes y una atención a los detalles técnicos quirúrgicos”, precisa el doctor Enríquez-Navascués.
-Cómo cerrar una laparotomía
Los nuevos materiales de cierre de laparotomías (incisiones de la pared abdominal) y los beneficios que ofrecen las suturas antisépticas han sido otros de los temas analizados durante el I Foro Ibérico en Pared Abdominal.
En este punto, el doctor Carvalho explica que a la hora de determinar cual es la mejor forma de proceder en el cierre de una laparotomía se debe tener en cuenta varios factores como el tipo de material de sutura (absorbible o no absorbible), la técnica de cierre (continua o con puntos separados), el tipo de incisión (mediana o transversal), y las características del paciente. “Todas estas variables provocan resultados distintos”, según este experto, quien explica que “en Portugal se realizan cada año unas 5.500 laparotomías por neoplasia colorrectal”.
Respecto al futuro, el doctor Carvalho señala que la utilización de polímeros con factor de crecimiento fibroblástico está consiguiendo resultados prometedores a nivel experimental, reduciendo la ocurrencia de hernias incisionales. Asimismo destaca que “el uso de hilo de sutura cubierto con antiséptico ha demostrado reducir la tasa de infección de la herida operatoria”, al tiempo que afirma que “la mejor forma de cerrar una laparotomía es con una sutura absorvible continua de vida larga”.
Por último, el doctor Enríquez-Navascués afirma que “todo tipo de infección hospitalaria o nosocomial debería ser de declaración obligatoria y los datos de cada hospital publicados”, para lo cual se debería dotar de los medios necesarios a quienes verdaderamente tienen conocimiento sobre estos temas. Asimismo, “es necesario realizar estudios de investigación bien planificados sobre medidas técnicas o materiales concretos que sirvan para disminuir un problema que globalmente no ha variado sustancialmente desde hace demasiados años”, concluye.
Cirujanos plásticos españoles implicados y a la cabeza en la investigación con células madre
Una de las líneas de investigación más claras hacia las que se dirige la Cirugía Plástica es, sin duda, la utilización de células madre en la reconstrucción de órganos y tejidos. En el marco de su XLIV Congreso Nacional, la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SECPRE), dedica parte de su programa científico a exponer los últimos avances en Medicina Regenerativa.
En este sentido, la Dra. Rosa Pérez Cano, Jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, explica “en estos momentos, desde el Gregorio Marañón, estamos llevando a cabo un estudio multicéntrico a nivel europeo, en fase 4, en el que participamos junto a Bélgica, Reino Unido e Italia, y donde nuestro equipo, el cual dirijo, es investigador principal”.
No se trata del primer ensayo clínico de este tipo que han llevado a cabo, sino el tercero. “Hemos realizado dos estudio con células madre con anterioridad a este, en el Servicio de Cardiología del mismo hospital, el cual consistía en la inyección de células madre adultas, extraídas de la grasa del propio paciente, en el miocardio. El objetivo era tratar de mejorar el funcionamiento del miocardio en pacientes con insuficiencia cardiaca severa”. “En su momento, se trató a 30 pacientes – continúa la experta – los cuales, podemos afirmar, mejoraron su calidad de vida de manera notoria”.
Respecto al ensayo clínico que se está llevando a cabo en la actualidad, en el se han incluido a 70 pacientes, de los cuales 20 están tratados por el equipo español, razón por la cual se les ha nombrado investigadores principales. “Son pacientes con una edad comprendida entre los 18 y los 75 años, que han sufrido una tumorectomia o cuadrantectomia, con o sin radioterapia”, explica la Dra. Pérez Cano.
“El ensayo consiste en la reconstrucción de la mama con la propia grasa autóloga y con células madre extraídas de esa grasa. Nuestro objetivo es que esta se mantenga, algo que podremos comprobar pasado un año”, comenta la experta. Previamente, se realiza una resonancia, que se repite al cabo de seis meses, y después, pasado un año. “Si pasado ese tiempo la grasa se mantiene, el resultado sería un éxito. Es decir, se habrá demostrado que las células madre de la grasa y las células mesenquimales tienen una gran capacidad de generar vasos, los cuales provocarían que esa grasa permaneciera en la mama. Si el resultado es positivo, podríamos afirmar que, en un futuro no muy lejano, se podrán utilizar las células madre como medicamento, pero aún tenemos que esperar a ver los resultados de todas estas investigaciones que se están llevando a cabo”, concluye.
Si el resultado, como comenta la Dra. Pérez Cano, resultara ser el esperado, la utilización de las células madre podría llegar a ser muy amplia, incluyendo la mayoría de las deformaciones que puedan surgir en el cuerpo y en la cara.
-La Cirugía Reparadora en la actualidad
Hoy en día, la Cirugía Reparadora incluye multitud de intervenciones, desde problemas en el cabello hasta la punta de los dedos. “La Cirugía ha avanzado muchísimo y gracias a las técnicas quirúrgicas actuales podemos trasplantar cualquier músculo a prácticamente cualquier lugar del cuerpo humano, siempre que contemos con una vena y una arteria”, explica la Dra. Rosa Pérez Cano.
“Si avanzamos en la investigación de células madre, las técnicas se simplificarían muchísimo, estaríamos hablando de cirugías mucho más sencillas. Pero debemos decir que aún queda mucho para que esto sea posible”, advierte. “No obstante, lo importante, es que estamos en ello, se están llevando a cabo importantes investigaciones a nivel mundial, y el futuro es esperanzador”, concluye.
En este sentido, la Dra. Rosa Pérez Cano, Jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, explica “en estos momentos, desde el Gregorio Marañón, estamos llevando a cabo un estudio multicéntrico a nivel europeo, en fase 4, en el que participamos junto a Bélgica, Reino Unido e Italia, y donde nuestro equipo, el cual dirijo, es investigador principal”.
No se trata del primer ensayo clínico de este tipo que han llevado a cabo, sino el tercero. “Hemos realizado dos estudio con células madre con anterioridad a este, en el Servicio de Cardiología del mismo hospital, el cual consistía en la inyección de células madre adultas, extraídas de la grasa del propio paciente, en el miocardio. El objetivo era tratar de mejorar el funcionamiento del miocardio en pacientes con insuficiencia cardiaca severa”. “En su momento, se trató a 30 pacientes – continúa la experta – los cuales, podemos afirmar, mejoraron su calidad de vida de manera notoria”.
Respecto al ensayo clínico que se está llevando a cabo en la actualidad, en el se han incluido a 70 pacientes, de los cuales 20 están tratados por el equipo español, razón por la cual se les ha nombrado investigadores principales. “Son pacientes con una edad comprendida entre los 18 y los 75 años, que han sufrido una tumorectomia o cuadrantectomia, con o sin radioterapia”, explica la Dra. Pérez Cano.
“El ensayo consiste en la reconstrucción de la mama con la propia grasa autóloga y con células madre extraídas de esa grasa. Nuestro objetivo es que esta se mantenga, algo que podremos comprobar pasado un año”, comenta la experta. Previamente, se realiza una resonancia, que se repite al cabo de seis meses, y después, pasado un año. “Si pasado ese tiempo la grasa se mantiene, el resultado sería un éxito. Es decir, se habrá demostrado que las células madre de la grasa y las células mesenquimales tienen una gran capacidad de generar vasos, los cuales provocarían que esa grasa permaneciera en la mama. Si el resultado es positivo, podríamos afirmar que, en un futuro no muy lejano, se podrán utilizar las células madre como medicamento, pero aún tenemos que esperar a ver los resultados de todas estas investigaciones que se están llevando a cabo”, concluye.
Si el resultado, como comenta la Dra. Pérez Cano, resultara ser el esperado, la utilización de las células madre podría llegar a ser muy amplia, incluyendo la mayoría de las deformaciones que puedan surgir en el cuerpo y en la cara.
-La Cirugía Reparadora en la actualidad
Hoy en día, la Cirugía Reparadora incluye multitud de intervenciones, desde problemas en el cabello hasta la punta de los dedos. “La Cirugía ha avanzado muchísimo y gracias a las técnicas quirúrgicas actuales podemos trasplantar cualquier músculo a prácticamente cualquier lugar del cuerpo humano, siempre que contemos con una vena y una arteria”, explica la Dra. Rosa Pérez Cano.
“Si avanzamos en la investigación de células madre, las técnicas se simplificarían muchísimo, estaríamos hablando de cirugías mucho más sencillas. Pero debemos decir que aún queda mucho para que esto sea posible”, advierte. “No obstante, lo importante, es que estamos en ello, se están llevando a cabo importantes investigaciones a nivel mundial, y el futuro es esperanzador”, concluye.
La edad del paciente influye en el número de intervenciones necesarias para un cambio de sexo
Desde el punto de vista técnico, la cirugía de cambio de sexo ha evolucionado mucho durante los últimos años hasta conseguir resultados muy naturales que permiten a los pacientes una incorporación a su vida social, familiar y sexual completa. “En este sentido, el reto actual al que nos enfrentamos los cirujanos plásticos reside en la cirugía genital del cambio de mujer a hombre, ya que es muy complicado conseguir un órgano masculino a partir de tejidos del cuerpo”, declara el Dr. Iván Mañero, cirujano plástico miembro de la SECPRE y Director de la Unidad de Género del Hospital Clínico de Barcelona. “Por este motivo –añade el experto- estamos buscando soluciones y lo más probable es que el futuro de estos pacientes pase por el trasplante”. “Técnicamente, el trasplante ya es posible, pero tenemos que superar una fase de comprensión social y de los propios donantes”, explica el Dr. Mañero.
Aunque el cambio de sexo no comprende únicamente una cirugía genital, sino que va más allá. “Los pacientes transexuales no sólo se preocupan por sus órganos genitales, ser una mujer o un hombre son muchas más cosas y esas cosas también se consiguen con la cirugía estética”, expone el Dr. Mañero.
Para conseguir un cambio de sexo completo en el caso de ser un hombre y querer ser una mujer es necesario realizar varias cirugías: colocar implantes mamarios, extirpar la nuez, cirugía facial para la feminización de la nariz, de los pómulos y de los ángulos mandibulares, liposucciones para redistribuir la grasa “y la cirugía más espectacular, la eliminación de los arcos supraciliares, es decir, quitar el reborde de los huesos que los hombres tienen encima de la cejas y que masculinizan mucho la cara”, comenta el Dr. Mañero.
En cuanto al cambio de mujer a hombre, las cirugías que precisan son mucho menores: una mastectomía, la eliminación de los órganos internos (útero, ovarios y trompas) y la reconstrucción genital. “La causa de que los transexuales de mujer a hombre no precisen de más cirugías es que al tomar testosterona, hormona muy potente, ya conseguimos masculinizar la voz, el crecimiento del vello en las zonas propias de los hombres, la caída de pelo en forma de entradas y el aumento de grasa en el abdomen”, informa el Dr. Mañero. “Por este motivo, a pesar de no estar actualmente conseguida la cirugía genital, estos pacientes tienen muchos menos problemas sociales porque en cuanto toman testosterona son auténticamente hombres de aspecto y su integración social y laboral es absoluta”, apunta el Dr. Mañero.
“El futuro empieza ahora por diagnosticar y operar antes a estos pacientes”, plantea el Dr. Mañero. Actualmente, existe un debate social y legislativo porque ningún transexual puede operarse antes de los 18 años, ni con autorización familiar, aunque la transexualidad se considere una enfermedad ya que está incluida en algunas Comunidades, como Andalucía y Cataluña, en el Servicio de Salud Pública. “Llevamos más de 60 años demostrando que es una enfermedad con evidencias científicas que lo indican”. “Además, -continúa el experto- tenemos una experiencia de muchos años operando a estos pacientes con éxito y actualmente lo hacemos en dos comunidades dentro de las prestaciones de la sanidad pública”.
Según diferentes estudios que se están llevando a cabo en el Hospital Clinic de Barcelona sobre respuesta cerebral entre hombre, mujer y transexual “hemos descubierto que el cerebro de un transexual que se siente mujer reacciona como un cerebro femenino no como uno masculino”, argumenta el Dr. Mañero. “Por este motivo, sabemos que existe algo estructural y que sólo queda encontrarlo, como pasó con otras enfermedades como el Alzheimer”, añade.
-La edad como condicionante
El número de intervenciones que precisa un paciente transexual para realizar el cambio es variable y depende de muchos factores. “El más determinante es la edad del paciente, ya que cuanto más joven menos cirugías se necesitan”, indica el Dr. Mañero.
Durante la adolescencia se producen cambios corporales que podrían ser bloqueados para evitar la cirugía “si en el cambio de mujer a hombre pudiéramos frenar el crecimiento del pecho en la adolescencia, evitaríamos una cirugía muy traumática como es la mastectomía; si en el cambio de hombre a mujer consiguiéramos que la testosterona no desarrollara el cráneo con forma masculina, evitaríamos la cirugía maxilofacial”. “Por este motivo, -continúa el especialista- el número de cirugías que se realizan hoy en día es mayor del que sería necesario si la enfermedad se comenzara a tratar de forma temprana”.
-Una voluntad unánime
El 100% de los pacientes transexuales quieren operarse, pero existe un porcentaje que no lo hace por miedo a la intervención, por problemas económicos y por miedo al rechazo familiar, laboral y social. “Después de muchos años de experiencia, conozco casos de pacientes que han sido rechazados por los suyos, pero no existe ningún paciente, de los 400 cambios de sexo que he realizado, que se arrepienta de su decisión”.
“El futuro de este tipo de cirugía está en crear unidades nacionales de referencia con fondos del Estado, a las que pueda acceder cualquier persona del país”, afirma el Dr. Mañero. “Para ello, -concluye el experto- se necesitan los mejores especialistas en cirugía plástica, endocrinos, psiquiatras, psicólogos, ginecólogos y urólogos con experiencia en este campo y la mayoría se localiza en Andalucía y Cataluña que son los que más experiencia tienen”.
Aunque el cambio de sexo no comprende únicamente una cirugía genital, sino que va más allá. “Los pacientes transexuales no sólo se preocupan por sus órganos genitales, ser una mujer o un hombre son muchas más cosas y esas cosas también se consiguen con la cirugía estética”, expone el Dr. Mañero.
Para conseguir un cambio de sexo completo en el caso de ser un hombre y querer ser una mujer es necesario realizar varias cirugías: colocar implantes mamarios, extirpar la nuez, cirugía facial para la feminización de la nariz, de los pómulos y de los ángulos mandibulares, liposucciones para redistribuir la grasa “y la cirugía más espectacular, la eliminación de los arcos supraciliares, es decir, quitar el reborde de los huesos que los hombres tienen encima de la cejas y que masculinizan mucho la cara”, comenta el Dr. Mañero.
En cuanto al cambio de mujer a hombre, las cirugías que precisan son mucho menores: una mastectomía, la eliminación de los órganos internos (útero, ovarios y trompas) y la reconstrucción genital. “La causa de que los transexuales de mujer a hombre no precisen de más cirugías es que al tomar testosterona, hormona muy potente, ya conseguimos masculinizar la voz, el crecimiento del vello en las zonas propias de los hombres, la caída de pelo en forma de entradas y el aumento de grasa en el abdomen”, informa el Dr. Mañero. “Por este motivo, a pesar de no estar actualmente conseguida la cirugía genital, estos pacientes tienen muchos menos problemas sociales porque en cuanto toman testosterona son auténticamente hombres de aspecto y su integración social y laboral es absoluta”, apunta el Dr. Mañero.
“El futuro empieza ahora por diagnosticar y operar antes a estos pacientes”, plantea el Dr. Mañero. Actualmente, existe un debate social y legislativo porque ningún transexual puede operarse antes de los 18 años, ni con autorización familiar, aunque la transexualidad se considere una enfermedad ya que está incluida en algunas Comunidades, como Andalucía y Cataluña, en el Servicio de Salud Pública. “Llevamos más de 60 años demostrando que es una enfermedad con evidencias científicas que lo indican”. “Además, -continúa el experto- tenemos una experiencia de muchos años operando a estos pacientes con éxito y actualmente lo hacemos en dos comunidades dentro de las prestaciones de la sanidad pública”.
Según diferentes estudios que se están llevando a cabo en el Hospital Clinic de Barcelona sobre respuesta cerebral entre hombre, mujer y transexual “hemos descubierto que el cerebro de un transexual que se siente mujer reacciona como un cerebro femenino no como uno masculino”, argumenta el Dr. Mañero. “Por este motivo, sabemos que existe algo estructural y que sólo queda encontrarlo, como pasó con otras enfermedades como el Alzheimer”, añade.
-La edad como condicionante
El número de intervenciones que precisa un paciente transexual para realizar el cambio es variable y depende de muchos factores. “El más determinante es la edad del paciente, ya que cuanto más joven menos cirugías se necesitan”, indica el Dr. Mañero.
Durante la adolescencia se producen cambios corporales que podrían ser bloqueados para evitar la cirugía “si en el cambio de mujer a hombre pudiéramos frenar el crecimiento del pecho en la adolescencia, evitaríamos una cirugía muy traumática como es la mastectomía; si en el cambio de hombre a mujer consiguiéramos que la testosterona no desarrollara el cráneo con forma masculina, evitaríamos la cirugía maxilofacial”. “Por este motivo, -continúa el especialista- el número de cirugías que se realizan hoy en día es mayor del que sería necesario si la enfermedad se comenzara a tratar de forma temprana”.
-Una voluntad unánime
El 100% de los pacientes transexuales quieren operarse, pero existe un porcentaje que no lo hace por miedo a la intervención, por problemas económicos y por miedo al rechazo familiar, laboral y social. “Después de muchos años de experiencia, conozco casos de pacientes que han sido rechazados por los suyos, pero no existe ningún paciente, de los 400 cambios de sexo que he realizado, que se arrepienta de su decisión”.
“El futuro de este tipo de cirugía está en crear unidades nacionales de referencia con fondos del Estado, a las que pueda acceder cualquier persona del país”, afirma el Dr. Mañero. “Para ello, -concluye el experto- se necesitan los mejores especialistas en cirugía plástica, endocrinos, psiquiatras, psicólogos, ginecólogos y urólogos con experiencia en este campo y la mayoría se localiza en Andalucía y Cataluña que son los que más experiencia tienen”.
10 June 2009
AstraZeneca y Abbott solicitan a la FDA la aprobación de "Certriad" para el tratamiento de la dislipidemia mixta
AstraZeneca y Abbott han presentado una solicitud de autorización de un nuevo medicamento (NDA) a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los EEUU para un compuesto experimental para el tratamiento de la dislipidemia mixta, una combinación de dos o más anomalías lipídicas que incluye colesterol LDL (el colesterol “malo”) elevado, triglicéridos elevados y colesterol HDL (el colesterol “bueno”) bajo. La presentación de la solicitud NDA para este compuesto en fase de investigación que contiene los principios activos de CRESTOR (rosuvastatina cálcica) y TRILIPIX (ácido fenofíbrico), está avalada por datos de múltiples estudios, entre ellos, estudios de eficacia y seguridad de las dosis de 5 mg, 10 mg y 20 mg de rosuvastatina combinada con ácido fenofíbrico. Pendiente de la aprobación de la solicitud NDA, el medicamento se comercializará con el nombre de CERTRIAD.
“Esta presentación de solicitud NDA constituye un hito importante en el desarrollo de CERTRIAD y demuestra nuestro compromiso para desarrollar tratamientos para la dislipidemia”, señaló Howard Hutchinson, Director médico de AstraZeneca, que añade “esperamos seguir manteniendo conversaciones con la FDA sobre este posible nuevo medicamento”.
“Los pacientes con dislipidemia mixta son un segmento desatentido de la población dislipidémica”, señaló el doctor Eugene Sun, vicepresidente de Desarrollo Clínico Farmacéutico Internacional de Abbott. Para Sun, “si se aprueba, CERTRIAD podría convertirse en una importante opción terapéutica para médicos que desean ofrecer a sus pacientes un tratamiento integral para la dislipidemia mixta”.
Según la Asociación Americana del Corazón, más de 100 millones de adultos en los Estados Unidos tienen dislipidemia. De estos, aproximadamente 34 millones están afectados de dislipidemia mixta. Las directrices de tratamiento recomendadas por el Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol (NCEP), el Colegio Americano de Cardiología y la Asociación Americana del Corazón reclaman un tratamiento más agresivo de los lípidos, incluido un objetivo de LDL más bajo para muchos pacientes, así como un manejo más agresivo del HDL y los triglicéridos.
“Esta presentación de solicitud NDA constituye un hito importante en el desarrollo de CERTRIAD y demuestra nuestro compromiso para desarrollar tratamientos para la dislipidemia”, señaló Howard Hutchinson, Director médico de AstraZeneca, que añade “esperamos seguir manteniendo conversaciones con la FDA sobre este posible nuevo medicamento”.
“Los pacientes con dislipidemia mixta son un segmento desatentido de la población dislipidémica”, señaló el doctor Eugene Sun, vicepresidente de Desarrollo Clínico Farmacéutico Internacional de Abbott. Para Sun, “si se aprueba, CERTRIAD podría convertirse en una importante opción terapéutica para médicos que desean ofrecer a sus pacientes un tratamiento integral para la dislipidemia mixta”.
Según la Asociación Americana del Corazón, más de 100 millones de adultos en los Estados Unidos tienen dislipidemia. De estos, aproximadamente 34 millones están afectados de dislipidemia mixta. Las directrices de tratamiento recomendadas por el Programa Nacional de Educación sobre el Colesterol (NCEP), el Colegio Americano de Cardiología y la Asociación Americana del Corazón reclaman un tratamiento más agresivo de los lípidos, incluido un objetivo de LDL más bajo para muchos pacientes, así como un manejo más agresivo del HDL y los triglicéridos.
El uso de suturas antisépticas reduce a menos de la mitad el riesgo de infecciones quirúrgicas
El uso de suturas antisépticas reduce significativamente el riesgo de desarrollar infecciones quirúrgicas. Así lo ha demostrado un estudio llevado a cabo por un grupo de cirujanos alemanes en más de 2.000 pacientes sometidos a cirugía abdominal y publicado recientemente en la revista Surgery. Así, según los datos de este trabajo “los pacientes en cuyas intervenciones se utilizaron suturas Poliglactina 910 antibacteriana recubiertas con el antiséptico de amplio espectro Triclosan (comercializadas como Vicryl Plus) registraron una tasa de infecciones quirúrgicas de 4,9%, menos de la mitad que la contabilizada en las intervenciones en las que se utilizaron suturas convencionales (10,8%)”, explica el coordinador del trabajo, el doctor Martin Karl Schilling, del Departamento de Cirugía General, Visceral, Vascular y Pediátrical de la Universidad de Saarland, en Alemania. El trabajo se ha presentado hoy durante el I Foro Ibérico de Pared Abdominal, celebrado en Mugia (Bilbao) y en el que se han dado cita destacados expertos nacionales e internacionales.
Se trata del primer estudio de esta envergadura llevado a cabo para analizar la eficacia de las suturas antisépticas en la prevención de infecciones quirúrgicas en cirugía abdominal. En total, 2.088 pacientes participaron en esta investigación, con la que los autores pretendían “en primer lugar constatar la utilidad de las suturas antisépticas en la reducción de la infección quirúrgica en intervenciones de la zona abdominal, así como su influencia sobre la prevalencia de infecciones quirúrgicas, la mortalidad asociada y su repercusión sobre la duración del ingreso hospitalario”, explica el doctor Schilling.
Los pacientes incluidos en el estudio fueron distribuidos en dos grupos: uno, en el que su utilizaron suturas convencionales y otro, en el que se empleó Vicryl Plus. Del total de enfermos operados con suturas convencionales (1.045 pacientes), 113, es decir, un 10,8%, desarrollaron una infección quirúrgica. “Este número disminuyó hasta 51 (un 4,9%) en el grupo de personas intervenidas con suturas antisépticas (1.043)”, apunta el coordinador del estudio. “Es, por tanto, un hecho que las suturas recubiertas con Triclosan suponen una herramienta muy valiosa para conseguir reducir el número de infecciones quirúrgicas en cirugía abdominal”, apunta. “Cuando dispongamos de más trabajos que constaten estos mismos resultados será necesario revisar y modificar los procedimientos establecidos en cirugía abdominal”, señala.
-La asignatura pendiente de la cirugía
Las infecciones quirúrgicas, es decir, aquellas que se derivan de una operación, se han convertido en la infección nosocomial (contraída durante la estancia en el hospital) más frecuente en servicios quirúrgicos, ocasionando importantes consecuencias no sólo para el paciente y el cirujano, sino también para el hospital y la sociedad en general. Además, mientras que sí se han logrado solucionar otros problemas como las hemorragias o el dolor posquirúrgico, las infecciones quirúrgicas continúan siendo la asignatura pendiente de la cirugía.
Existen numerosos factores que influyen en el riesgo de desarrollar una infección de este tipo y que están presentes en el momento de la intervención: “el tipo de cirugía, la duración de la misma, el estado prequirúrgico del paciente, las medidas profilácticas que se pongan en marcha, son algunos de ellos”, explica el doctor Schilling. A nivel global, la incidencia de las infecciones quirúrgicas “oscila entre el 5 y el 30%”, explica. En el caso concreto de España, se sitúa en torno al 15%.
Los expertos destacan que no existe ninguna solución mágica que ayude a resolver este problema, al tiempo que señalan que la solución pasa por la puesta en marcha de una serie de medidas preventivas que han demostrado muy buenos resultados. En este sentido, es fundamental llevar a cabo una asepsia estricta, realizar una profilaxis antimicrobiana adecuada en aquellos casos en los que esté indicada, normalizar el nivel de glucosa en sangre de los enfermos que sufran hiperglucemia y estabilizar la temperatura de los pacientes durante la intervención.
Se trata del primer estudio de esta envergadura llevado a cabo para analizar la eficacia de las suturas antisépticas en la prevención de infecciones quirúrgicas en cirugía abdominal. En total, 2.088 pacientes participaron en esta investigación, con la que los autores pretendían “en primer lugar constatar la utilidad de las suturas antisépticas en la reducción de la infección quirúrgica en intervenciones de la zona abdominal, así como su influencia sobre la prevalencia de infecciones quirúrgicas, la mortalidad asociada y su repercusión sobre la duración del ingreso hospitalario”, explica el doctor Schilling.
Los pacientes incluidos en el estudio fueron distribuidos en dos grupos: uno, en el que su utilizaron suturas convencionales y otro, en el que se empleó Vicryl Plus. Del total de enfermos operados con suturas convencionales (1.045 pacientes), 113, es decir, un 10,8%, desarrollaron una infección quirúrgica. “Este número disminuyó hasta 51 (un 4,9%) en el grupo de personas intervenidas con suturas antisépticas (1.043)”, apunta el coordinador del estudio. “Es, por tanto, un hecho que las suturas recubiertas con Triclosan suponen una herramienta muy valiosa para conseguir reducir el número de infecciones quirúrgicas en cirugía abdominal”, apunta. “Cuando dispongamos de más trabajos que constaten estos mismos resultados será necesario revisar y modificar los procedimientos establecidos en cirugía abdominal”, señala.
-La asignatura pendiente de la cirugía
Las infecciones quirúrgicas, es decir, aquellas que se derivan de una operación, se han convertido en la infección nosocomial (contraída durante la estancia en el hospital) más frecuente en servicios quirúrgicos, ocasionando importantes consecuencias no sólo para el paciente y el cirujano, sino también para el hospital y la sociedad en general. Además, mientras que sí se han logrado solucionar otros problemas como las hemorragias o el dolor posquirúrgico, las infecciones quirúrgicas continúan siendo la asignatura pendiente de la cirugía.
Existen numerosos factores que influyen en el riesgo de desarrollar una infección de este tipo y que están presentes en el momento de la intervención: “el tipo de cirugía, la duración de la misma, el estado prequirúrgico del paciente, las medidas profilácticas que se pongan en marcha, son algunos de ellos”, explica el doctor Schilling. A nivel global, la incidencia de las infecciones quirúrgicas “oscila entre el 5 y el 30%”, explica. En el caso concreto de España, se sitúa en torno al 15%.
Los expertos destacan que no existe ninguna solución mágica que ayude a resolver este problema, al tiempo que señalan que la solución pasa por la puesta en marcha de una serie de medidas preventivas que han demostrado muy buenos resultados. En este sentido, es fundamental llevar a cabo una asepsia estricta, realizar una profilaxis antimicrobiana adecuada en aquellos casos en los que esté indicada, normalizar el nivel de glucosa en sangre de los enfermos que sufran hiperglucemia y estabilizar la temperatura de los pacientes durante la intervención.
Los médicos de familia aconsejan a la población volver a los hábito alimenticios de nuestros padres y abuelos
En España, al igual que en otros países desarrollados, los hábitos alimenticios han empeorado. Llevamos dietas poco equilibradas, los adolescentes cada vez consumen más comida rápida, realizamos escasa actividad física y cada vez llevamos una vida más sedentaria. Actualmente nuestro país, con una tasa del 13.9%, ocupa el tercer puesto en prevalencia de obesidad en el mundo, tras Estados Unidos (22,5%%) y Reino Unido (17%)1.
En este contexto, los médicos de familia aconsejan a la población volver a los hábitos alimenticios y costumbres de nuestros padres y abuelos, como por ejemplo comprar productos naturales, frescos y de temporada, preferiblemente en mercados o pequeños comercios y optar por una forma de preparación sencilla como son los asados, guisos y los platos al vapor. “Además es importante saborear las comidas en familia e incluir un plan de ejercicio físico adaptado a las condiciones de cada uno y, si es posible, compartirlo también con el entorno más cercano, sobre todo cuando se tienen niños pequeños”, afirma la doctora Lourdes Carrillo, coordinadora del Grupo de Nutrición de la semFYC en el marco de las Jornadas de Actualización en Medicina de Familia, que durante mañana y pasado se celebran en el Palacio de Congresos Expo Zaragoza. Estas jornadas, que cuentan con la colaboración del Instituto de Formación Novartis, han sido organizadas por las Sociedades Española y Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC y samFYC). “Una reunión”, señala el doctor José Zarco, director de las Jornadas, “que ha conseguido constituirse como un referente formativo a nivel nacional para los médicos de familia. A lo largo del año organizamos seis ediciones en diferentes ciudades españolas, lo que pone de manifiesto el gran compromiso que tenemos tanto con nuestra profesión, como con la población. Una mejor formación redundará en una atención de mayor calidad a nuestros pacientes”.
En el caso concreto de la alimentación, para el doctor Zarco, es fundamental crear en la población unos hábitos dietéticos saludables. “En este sentido -añade-, el papel del médico de familia es clave, tanto por su cercanía como por el contacto continuo con el paciente y su entorno. Frente a los hábitos insanos de la población es imprescindible integrar una educación dietética y nutricional que forme parte de los hábitos de vida de los pacientes que pasan por nuestra consulta”.
-Recuperar la dieta mediterránea
Los datos disponibles sobre hábitos dietéticos en España indican que en los últimos años se ha producido una evolución de la dieta mediterránea tradicional (rica en verduras; legumbres y fruta; pescado y aceite de oliva; con un consumo ocasional de vino; una ingesta baja de lácteos y azúcares simples y un consumo prácticamente nulo de alimentos preparados) hacia patrones alimenticios propios de otras sociedades occidentales, con un aporte más elevado de grasas de origen animal, en detrimento de los hidratos de carbono complejos y de la fibra vegetal.
De hecho, el mayor consumo de comida rápida o fast-food, se relaciona directamente con el aumento de las enfermedades cardiovasculares, debido, en parte, a la disminución de antioxidantes que ingerimos en los alimentos. Los antioxidantes, sustancias presentes tanto en la dieta como en el organismo, se encargan de contrarrestar el daño oxidativo generado, fundamentalmente, por los radicales libres. “Al consumo de frutas y verduras debemos añadir alimentos ricos en antioxidantes, como son las nueces, los cereales, la soja, las aceitunas y el aceite de oliva. Si consiguiéramos que toda la población aumentara el consumo de frutas, verduras y hortalizas hasta alcanzar los 600 gramos al día, se reduciría en más de un 30% el riesgo cardiovascular y de desarrollar un tumor”, asegura la doctora Panisello
“No obstante –continúa-, por muy sano que se coma, si la ingesta calórica supera el gasto energético, se inducirá al sobrepeso u obesidad, que siempre es desaconsejable. Por lo que llevar una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico regularmente y evitar el consumo de alcohol y tabaco son claves en la prevención primaria y secundaria de las enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte en nuestro país”.
-Prevenir la obesidad
Casi el 14% de la población española es obesa y cerca de un 17% de los pacientes que acude al centro de salud presenta este problema. Una enfermedad directamente relacionada con los estilos de vida y que, según los expertos, es muy difícil de tratar una vez instaurada, por lo que es necesario prevenirla. “Todas las personas obesas”, explica la doctora Carrillo, “necesitan un programa individualizado que incluya dieta y ejercicio. Últimamente se están llevando a cabo estudios en Estados Unidos sobre los beneficios de hacer pequeños cambios, que se van incorporando a la vida diaria de estas personas, evitando las modificaciones muy drásticas que al final llevan al paciente a abandonar el tratamiento. Por ejemplo, sería andar 2000 pasos extra al día, utilizar las escaleras en vez el ascensor y sustituir algunos alimentos por otros bajos en calorías como el yogur, los zumos, etc”.
--10 CONSEJOS BÁSICOS DEL MÉDICO DE FAMILIA PARA UNA ALIMENTACION SALUDABLE
§ Mantener un horario para las comidas principales.
§ Masticar despacio los alimentos.
§ Consumir una gran variedad de frutas y verduras, hasta 600 gramos diarios.
§ A partir de los 2-4 años de edad la ingesta de lácteos debe ser a través de productos desnatados o bajos en grasa.
§ Escoger “grasas saludables” como el aceite de oliva, mejor si es “virgen”, por su mayor riqueza en antioxidantes.
§ Consumir pescado, especialmente azul, 3 ó más veces por semana.
§ Las carnes con un menor aporte graso y, por tanto, más recomendables son las de pollo, pavo, conejo y avestruz.
§ No olvidar que los refrescos y bebidas azucaradas tienen muchas calorías y si abusa de ellos le harán ganar peso.
§ Realizar al menos 4 veces a la semana, durante cuarenta minutos al día, algún ejercicio físico, adaptado a su condición física
§ Deben evitarse los remedios milagro, y las dietas no recomendadas por los médicos o profesionales sanitarios.
En este contexto, los médicos de familia aconsejan a la población volver a los hábitos alimenticios y costumbres de nuestros padres y abuelos, como por ejemplo comprar productos naturales, frescos y de temporada, preferiblemente en mercados o pequeños comercios y optar por una forma de preparación sencilla como son los asados, guisos y los platos al vapor. “Además es importante saborear las comidas en familia e incluir un plan de ejercicio físico adaptado a las condiciones de cada uno y, si es posible, compartirlo también con el entorno más cercano, sobre todo cuando se tienen niños pequeños”, afirma la doctora Lourdes Carrillo, coordinadora del Grupo de Nutrición de la semFYC en el marco de las Jornadas de Actualización en Medicina de Familia, que durante mañana y pasado se celebran en el Palacio de Congresos Expo Zaragoza. Estas jornadas, que cuentan con la colaboración del Instituto de Formación Novartis, han sido organizadas por las Sociedades Española y Aragonesa de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC y samFYC). “Una reunión”, señala el doctor José Zarco, director de las Jornadas, “que ha conseguido constituirse como un referente formativo a nivel nacional para los médicos de familia. A lo largo del año organizamos seis ediciones en diferentes ciudades españolas, lo que pone de manifiesto el gran compromiso que tenemos tanto con nuestra profesión, como con la población. Una mejor formación redundará en una atención de mayor calidad a nuestros pacientes”.
En el caso concreto de la alimentación, para el doctor Zarco, es fundamental crear en la población unos hábitos dietéticos saludables. “En este sentido -añade-, el papel del médico de familia es clave, tanto por su cercanía como por el contacto continuo con el paciente y su entorno. Frente a los hábitos insanos de la población es imprescindible integrar una educación dietética y nutricional que forme parte de los hábitos de vida de los pacientes que pasan por nuestra consulta”.
-Recuperar la dieta mediterránea
Los datos disponibles sobre hábitos dietéticos en España indican que en los últimos años se ha producido una evolución de la dieta mediterránea tradicional (rica en verduras; legumbres y fruta; pescado y aceite de oliva; con un consumo ocasional de vino; una ingesta baja de lácteos y azúcares simples y un consumo prácticamente nulo de alimentos preparados) hacia patrones alimenticios propios de otras sociedades occidentales, con un aporte más elevado de grasas de origen animal, en detrimento de los hidratos de carbono complejos y de la fibra vegetal.
De hecho, el mayor consumo de comida rápida o fast-food, se relaciona directamente con el aumento de las enfermedades cardiovasculares, debido, en parte, a la disminución de antioxidantes que ingerimos en los alimentos. Los antioxidantes, sustancias presentes tanto en la dieta como en el organismo, se encargan de contrarrestar el daño oxidativo generado, fundamentalmente, por los radicales libres. “Al consumo de frutas y verduras debemos añadir alimentos ricos en antioxidantes, como son las nueces, los cereales, la soja, las aceitunas y el aceite de oliva. Si consiguiéramos que toda la población aumentara el consumo de frutas, verduras y hortalizas hasta alcanzar los 600 gramos al día, se reduciría en más de un 30% el riesgo cardiovascular y de desarrollar un tumor”, asegura la doctora Panisello
“No obstante –continúa-, por muy sano que se coma, si la ingesta calórica supera el gasto energético, se inducirá al sobrepeso u obesidad, que siempre es desaconsejable. Por lo que llevar una dieta equilibrada, realizar ejercicio físico regularmente y evitar el consumo de alcohol y tabaco son claves en la prevención primaria y secundaria de las enfermedades cardiovasculares, una de las principales causas de muerte en nuestro país”.
-Prevenir la obesidad
Casi el 14% de la población española es obesa y cerca de un 17% de los pacientes que acude al centro de salud presenta este problema. Una enfermedad directamente relacionada con los estilos de vida y que, según los expertos, es muy difícil de tratar una vez instaurada, por lo que es necesario prevenirla. “Todas las personas obesas”, explica la doctora Carrillo, “necesitan un programa individualizado que incluya dieta y ejercicio. Últimamente se están llevando a cabo estudios en Estados Unidos sobre los beneficios de hacer pequeños cambios, que se van incorporando a la vida diaria de estas personas, evitando las modificaciones muy drásticas que al final llevan al paciente a abandonar el tratamiento. Por ejemplo, sería andar 2000 pasos extra al día, utilizar las escaleras en vez el ascensor y sustituir algunos alimentos por otros bajos en calorías como el yogur, los zumos, etc”.
--10 CONSEJOS BÁSICOS DEL MÉDICO DE FAMILIA PARA UNA ALIMENTACION SALUDABLE
§ Mantener un horario para las comidas principales.
§ Masticar despacio los alimentos.
§ Consumir una gran variedad de frutas y verduras, hasta 600 gramos diarios.
§ A partir de los 2-4 años de edad la ingesta de lácteos debe ser a través de productos desnatados o bajos en grasa.
§ Escoger “grasas saludables” como el aceite de oliva, mejor si es “virgen”, por su mayor riqueza en antioxidantes.
§ Consumir pescado, especialmente azul, 3 ó más veces por semana.
§ Las carnes con un menor aporte graso y, por tanto, más recomendables son las de pollo, pavo, conejo y avestruz.
§ No olvidar que los refrescos y bebidas azucaradas tienen muchas calorías y si abusa de ellos le harán ganar peso.
§ Realizar al menos 4 veces a la semana, durante cuarenta minutos al día, algún ejercicio físico, adaptado a su condición física
§ Deben evitarse los remedios milagro, y las dietas no recomendadas por los médicos o profesionales sanitarios.
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