La Sociedad Española de Neumología y
Cirugía Torácica (SEPAR) considera una buena noticia el
anuncio del Ministerio de Sanidad sobre la equiparación del
tabaco calentado con convencional y considera que debe ser el
punto de partida para la aplicación de todo el conjunto de
medidas recogidas en el Plan Integral de Control y Prevención
del Tabaquismo.
Esta nueva normativa
transpone así la Directiva Delegada de 9 de junio, que
modifica la Directiva 2014/40/UE. Anunciada esta semana
por el Ministerio de Sanidad, regula determinados aspectos
relativos a la fabricación, presentación y comercialización
de los productos del tabaco y los productos relacionados; y
que prohíbe la venta de tabaco calentado que contiene aromas
y obliga a que en el etiquetado figuren las advertencias de
que es perjudicial para la salud.
El consumo de tabaco
calentado en España y Europa se ha incrementado en los
últimos años. Su accesibilidad ha aumentado y su aparición en
publicidad tanto en medios como redes sociales se ha
realizado aprovechando el vacío legal que rige para estos
productos.
Si bien parecen inocuos,
estudios independientes demuestran que favorecen a la
inflamación de las vías aérea, el estrés oxidativo y el
cáncer de pulmón, además de afectar al endotelio vascular
aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Por lo tanto, no hay evidencia suficiente para afirmar que
los productos de tabaco calentado sean menos nocivos para la
salud que los productos de tabaco convencional, ni para
aquellas personas que los consumen, ni para aquellas
expuestas a sus emisiones.[i]
SEPAR considera esta
medida un paso hacia adelante necesario en la prevención del
tabaquismo, una enfermedad crónica que en España causa más de
56.000 muertes cada año, más de 1.000 defunciones a la
semana.
“Tal como se expone en
el Documento de posicionamiento de SEPAR sobre las
estrategias de reducción de daño del tabaco, estos productos
suponen una amenaza para el control del tabaquismo en el
mundo. En primer lugar, el fumador considera que son menos
nocivos y dificultan la realización de un intento serio de
dejar de fumar y en segundo lugar, porque, su consumo en
adolescentes como forma inicial de administración de
nicotina, representa una forma de entrada en el tabaco”
incide el Dr. Carlos Rábade, neumólogo y coordinador del
Comité Ejecutivo del Área de Tabaquismo de la SEPAR.
El camino a seguir en la lucha contra el
tabaquismo
Además de las acciones
que se contemplan en materia de tabaco calentado, SEPAR
continúa defendiendo la implementación de las medidas del
Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, que
implicarían una nueva legislación de control del tabaquismo.
Mediante ella se conseguirá reducir el número de fumadores
diarios. Por consiguiente, se reducirá de forma significativa
la mortalidad atribuida al año al tabaquismo en España que es
de más de 50.000 muertes al año.
Este plan propone la
subida de los precios del tabaco, la ampliación de los
espacios libres sin humo o el empaquetado genérico son
medidas que buscan desnormalizar el consumo de tabaco en la
población española. Con ello, se alcanza el primer objetivo
que debe tener una legislación que busque reducir la
prevalencia del tabaquismo que es evitar la incorporación de
nuevos fumadores.
El segundo objetivo es
la protección de los no fumadores. Una revisión reciente
demuestra el riesgo para la salud de la exposición al humo
del tabaco en terrazas (más incidencia de enfermedades
respiratorias, cardiológicas, neoplasias e infecciones)
especialmente en la población más sensible (embarazadas,
enfermos crónicos o de edad avanzada y trabajadores de la
hostelería[ii]. Si bien se ha
reducido la exposición pasiva, la población sigue
desprotegida, con más de 450 muertes durante el 2020 en
España en no fumadores atribuibles al tabaquismo pasivo[iii]
No obstante, estas
medidas de carácter coercitivo son insuficientes si no van
acompañadas de tratamientos para dejar de fumar. Es necesario
entender el tabaquismo como enfermedad adictiva y crónica.
Por eso el Plan también hace referencia al tratamiento
farmacológico y asesoramiento para dejar de fumar, al que
menos de 20% de los fumadores tienen acceso.[iv] Las medidas
correspondientes a este eje implican la financiación de los
tratamientos farmacológicos y la asistencia cualificada al
alcance de todos los fumadores por igual en dos niveles
asistenciales (básico y especializado).[v]
Por todo esto, SEPAR
confía en seguir trabajando y colaborando con la
Administración en medidas que ayuden a la deshabituación
tabáquica en España, uno de los principales retos de la
sociedad actual en términos de salud.
|
No comments:
Post a Comment