El Día Mundial de la Osteoporosis fue protagonista de una sesión conmemorativa sobre la enfermedad organizada por la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) con la colaboración de Nycomed. El acto, que estuvo coordinado por el Académico de Número Luis Pablo Rodríguez, sirvió para recordar que es clave determinar el riesgo que tienen estas personas de sufrir una fractura, complicación que va a marcar la calidad de vida y evolución del paciente. A lo largo de la jornada se abordaron diferentes aspectos en la prevención y manejo de esta enfermedad, que ha sido catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las epidemias de este siglo.
La fractura por osteoporosis tiene un impacto sanitario y económico de primera magnitud en los países desarrollados, tanto por lo que supone en términos de pérdida de calidad de vida (sobre todo la de cadera), como por el coste económico que conlleva. "La gravedad de este problema no está en la osteoporosis en sí, sino en el número de fracturas y complicaciones asociadas, la discapacidad y tasa de mortalidad, y también el enorme gasto que genera. De hecho, las fracturas ligadas a esta enfermedad motivan una ocupación de camas hospitalarias que es superior a la de los accidentes cerebrovasculares, el cáncer de mama o el infarto de miocardio", aseguró el profesor Rodríguez.
El acto de la RANM consistió en varias conferencias impartidas por diferentes expertos en la materia que analizaron la patología desde diferentes puntos de vista: la influencia de la genética en la osteoporosis, el papel de la vitamina D y del ejercicio físico en la salud de los huesos, los bifosfonatos y el riesgo de osteonecrosis de mandíbula, así como los novedosos tratamientos con osteoformadores (hormona paratiroidea).
La jornada concluyó con la lectura, por parte del profesor Rodríguez, de un comunicado en nombre de la RANM que puso el acento en los siguientes aspectos:
La osteoporosis es una patología causada por diferentes factores, que requiere una atención continuada, teniendo en cuenta que se trata de la enfermedad osteomuscular más frecuente.
El abordaje terapéutico se basa en avances científicos que parten del conocimiento de la osteoporosis y de la alteración de los componentes genéticos y los antecedentes ambientales, causantes de la enfermedad.
La temporabilidad en su inicio y desarrollo se genera ante la modificación cuantitativa y cualitativa de los elementos necesarios e indispensables, en la formación y remodelación ósea, tanto orgánicos e inorgánicos, como de actividad física; factores todos ellos que interactúan en la expresión genética alterada.
Los tratamientos actuales ayudan a mantener las necesidades fisiológicas bioquímicas (hormonales, vitamínicas y nutricionales) así como las de actividad física y electrología de Medicina Física y Rehabilitación, asociados con la medicación disponible.
La estrecha relación entre fracturas y osteoporosis constituye una cuestión clave en el manejo y control de esta enfermedad. Asimismo, cada vez son más preocupantes los efectos secundarios, tanto asociados a la medicación, como a una actividad física inadecuada.
La fractura por osteoporosis tiene un impacto sanitario y económico de primera magnitud en los países desarrollados, tanto por lo que supone en términos de pérdida de calidad de vida (sobre todo la de cadera), como por el coste económico que conlleva. "La gravedad de este problema no está en la osteoporosis en sí, sino en el número de fracturas y complicaciones asociadas, la discapacidad y tasa de mortalidad, y también el enorme gasto que genera. De hecho, las fracturas ligadas a esta enfermedad motivan una ocupación de camas hospitalarias que es superior a la de los accidentes cerebrovasculares, el cáncer de mama o el infarto de miocardio", aseguró el profesor Rodríguez.
El acto de la RANM consistió en varias conferencias impartidas por diferentes expertos en la materia que analizaron la patología desde diferentes puntos de vista: la influencia de la genética en la osteoporosis, el papel de la vitamina D y del ejercicio físico en la salud de los huesos, los bifosfonatos y el riesgo de osteonecrosis de mandíbula, así como los novedosos tratamientos con osteoformadores (hormona paratiroidea).
La jornada concluyó con la lectura, por parte del profesor Rodríguez, de un comunicado en nombre de la RANM que puso el acento en los siguientes aspectos:
La osteoporosis es una patología causada por diferentes factores, que requiere una atención continuada, teniendo en cuenta que se trata de la enfermedad osteomuscular más frecuente.
El abordaje terapéutico se basa en avances científicos que parten del conocimiento de la osteoporosis y de la alteración de los componentes genéticos y los antecedentes ambientales, causantes de la enfermedad.
La temporabilidad en su inicio y desarrollo se genera ante la modificación cuantitativa y cualitativa de los elementos necesarios e indispensables, en la formación y remodelación ósea, tanto orgánicos e inorgánicos, como de actividad física; factores todos ellos que interactúan en la expresión genética alterada.
Los tratamientos actuales ayudan a mantener las necesidades fisiológicas bioquímicas (hormonales, vitamínicas y nutricionales) así como las de actividad física y electrología de Medicina Física y Rehabilitación, asociados con la medicación disponible.
La estrecha relación entre fracturas y osteoporosis constituye una cuestión clave en el manejo y control de esta enfermedad. Asimismo, cada vez son más preocupantes los efectos secundarios, tanto asociados a la medicación, como a una actividad física inadecuada.
**EN EL CENTRO EL PROFESOR LUIS PABLO RODRÍGUEZ, ACADÉMICO DE NÚMERO Y COORDINADOR DE LA SESIÓN, RODEADO DE LOS EXPERTOS QUE PARTICIPARON EN LA JORNADA
