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19 September 2024

21 de septiembre: Día Mundial de la enfermedad de Alzheimer

  

  • Más de 800.000 personas padecen la enfermedad de Alzheimer en España.
  • La enfermedad de Alzheimer supone, en todo el mundo, el 12% del total de años vividos con discapacidad debido a una enfermedad.
  • La SEN urge a mejorar el diagnóstico precoz de esta enfermedad, dado que se calcula que más del 50% de los casos que aún son leves están sin diagnosticar.
  • El retraso diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer puede superar los 2 años, a pesar de que nuevos avances tecnológicos pueden mejorar el diagnóstico precoz y certero de la enfermedad.
  • Preocupación por la recomendación del grupo asesor de la EMA de no aprobar la comercialización de la primera terapia amiloide en la Unión Europea.  

 Este sábado, 21 de septiembre, es el Día Mundial de la enfermedad de Alzheimer que, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), afecta en España a más de 800.000 personas. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia – es la responsable de entre el 50 y 70% de los casos totales de demencia- y junto a otros tipos como la demencia vascular, la frontotemporal, o la de cuerpos de Lewy, afectan ya -al menos- a 1 de cada 10 personas mayores de 65 años y a un 33% de las mayores de 85 años. Además, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 8% del total de defunciones que se produjeron en el año 2023 en España fueron debidas a las demencias.
 
“Las demencias en general, y a la enfermedad de Alzheimer en particular, tienen consecuencias devastadoras. No solo en cuanto a mortalidad, sino también en morbilidad y pérdida de calidad de vida, tanto para las personas que la padecen como para sus cuidadores. En todo el mundo, la enfermedad de Alzheimer supone el 12% del total de años vividos con discapacidad debido a una enfermedad. Además, cerca del 60% de los cuidadores presentan también morbilidades, principalmente psiquiátricas, como ansiedad o depresión, como consecuencia directa de la sobrecarga por el cuidado”, comenta la Dra. Raquel Sánchez del Valle, Coordinadora del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
 
Cada año se diagnostican en España unos 40.000 nuevos casos de Alzheimer. En más de un 65% de los casos, en mujeres, y en un 90%, en personas mayores de 65 años. En todo caso, la SEN estima que el tiempo que discurre entre la aparición de los primeros síntomas la enfermedad y se obtiene un diagnóstico puede superar los 2 años.  Por esa razón, y teniendo en cuenta que alrededor del 50% de los casos de Alzheimer no se diagnostican hasta que paciente ha desarrollado una fase moderada de la enfermedad, y que entre el 30 y el 50% de las personas que padecen algún tipo de demencia no llegan a ser diagnosticadas formalmente, existe aún un alto infradiagnóstico de esta enfermedad y, sobre todo, en los casos que aún son leves: en España la SEN estima que más del 50% de los casos que aún son leves están sin diagnosticar.
 
“Es crucial mejorar los tiempos de diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. Cuanto antes se realice el diagnóstico, más pronto se podrán utilizar los tratamientos de los que disponemos actualmente. Pero también porque el diagnóstico en fases iniciales permite al enfermo participar en la toma de decisiones de manera activa, y planificar su cuidado y llevar a cabo medidas de protección social precoces”, señala la Dra. Raquel Sánchez del Valle. “En los últimos años se han dado grandes avances en las técnicas diagnósticas de imagen y de diagnóstico bioquímico. Hasta hace poco, estas pruebas bioquímicas requerían de una punción lumbar para la obtención de líquido cefalorraquídeo. Pero en los últimos años, gracias a mejoras tecnológicas, empezamos a disponer de marcadores de la enfermedad de Alzheimer en sangre. Estas pruebas diagnósticas en sangre pueden permitir mejorar los tiempos de diagnóstico de esta enfermedad, de forma inicial y de manera certera, mientras que hasta hace muy poco solo se podía hacer de forma clínica, es decir, en base a los síntomas y cuando estos ya estaban avanzados”.
 
Además, en todo el mundo, se está investigando más de 100 nuevos compuestos y, tras 20 años sin novedades, en el último año, en EE.UU. y en otros países como Reino Unido, Japón, China, Israel o Emiratos Árabes Unidos, se han aprobado ya fármacos, dirigidos contra la proteína amiloide que se acumula en el cerebro de los pacientes, que consiguen ralentizar el avance de esta patología en fases iniciales. “Aunque estos medicamentos no permiten parar totalmente la progresión de la enfermedad y no están exentos de efectos secundarios, sí han demostrado un efecto clínico y suponen el inicio de una nueva etapa en el manejo de la enfermedad de Alzheimer” , explica la Dra. Raquel Sánchez del Valle. “Sin embargo, nos mostramos preocupados porque recientemente el comité asesor de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) recomendó que el primero de estos fármacos -lecanemab-, no se aprobase en la Unión Europea por un balance riesgo-beneficio que consideran desfavorable, a diferencia de comités asesores de otras agencias reguladoras y a pesar de que diversas sociedades científicas europeas consideran que se puede aumentar la seguridad de estos fármacos excluyendo a los pacientes con mayor riesgo de complicaciones. Por otra parte, si bien es cierto que la eficacia probada actual está, por el momento, restringida en el tiempo y limitada a un ensayo clínico, no hay otra forma de evaluar a largo plazo la eficacia y la seguridad real sin realizar un registro exhaustivo de los pacientes que puedan recibir esta medicación en un escenario clínico habitual. La no aprobación por parte de la EMA, dejaría a los pacientes de la Unión Europea sin posibilidad de recibir estos fármacos, y colocaría a los centros europeos a la cola en la innovación e investigación en este campo”.
 
Por otra parte, desde la SEN quieren recordar de que a pesar de que un reciente estudio señalaba que la enfermedad de Alzheimer es, después del cáncer, la enfermedad que más preocupa padecer a los españoles,  solo el 25% de la población está concienciada sobre el impacto que los estilos de vida pueden tener en el riesgo de desarrollarla y el 45% de la población española considera esta enfermedad como una consecuencia inevitable del hecho de envejecer. “Casi uno de cada dos casos de Alzheimer es atribuible a factores modificables relacionados con el estilo de vida y los factores de riesgo vascular. Porque a pesar de que la edad es el principal factor de riesgo para desarrollar la enfermedad de Alzheimer, esta enfermedad y sus síntomas no forman parte del envejecimiento normal del cerebro. Si cuidamos a lo largo de la vida nuestra salud cerebral, podríamos reducir enormemente el riesgo de padecer Alzheimer en un futuro”, destaca la Dra. Raquel Sánchez del Valle. Y es que abandonar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, realizar ejercicio físico, mantenerse cognitiva y socialmente activo, corregir la pérdida de audición o visión,  tener un peso saludable, controlar la diabetes, la hipercolesterolemia y la hipertensión arterial, y evitar los traumatismos cerebrales y la exposición a la contaminación ambiental podrían ser medidas protectoras frente a la demencia.

11 June 2012

Piden reformas en la Ley de Dependencia para que se adapte a la realidad de las demencias



 
El baremo de evaluación de la Ley de Dependencia “no se adapta a la realidad de las demencias, y muy especialmente a la enfermedad de Alzheimer”, ha señalado Blanca Clavijo, presidenta de AFALcontigo, durante su intervención en el simposio “Una Visión en 3D (Dolor, Demencias y Dependencia)”, patrocinado por Grünenthal Pharma en el contexto del 54 Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). La experta ha abordado la dependencia desde un punto de vista jurídico, intentando matizar “una serie de conceptos que suelen confundirse”, explica. “Al contrario de lo que se pudiera pensar, las primeras fases de las demencias requieren mucha más atención que las avanzadas”.


                De la Ley de Dependencia ha dicho que “no está bien planteada, ya que depende de tres niveles administrativos diferentes (ayuntamientos, autonomías y Gobierno central) y cuenta con una estructura demasiado compleja”. También “se ha generado cierta confusión entre la población en relación con su aplicación”, añade. En definitiva, la presidenta de AFALcontigo cree que hay que ir más allá en la coordinación sociosanitaria y que se debe reformar la normativa para que se pueda conseguir su pleno desarrollo,siendo imprescindible que los colectivos de afectados puedan aportar su conocimiento y exponer y defender sus argumentos en el proceso de reforma. El baremo de evaluación y el copago son algunos de los aspectos en los que se plantean cambios.
Por su parte, el doctor Javier Gómez Pavón, del Hospital Cruz Roja (Madrid), ha hablado sobre “Anciano y Dolor”. Durante su intervención, el experto ha destacado la importancia de una correcta detección, valoración y tratamiento del dolor en las personas mayores. “Este problema constituye una verdadera epidemia tanto en la comunidad como en hospitales y residencias”, afirma.

Más concretamente, el dolor afecta a más del 40% de la población anciana de nuestro país, y a cerca del 50% y 60% de nuestros mayores en el medio hospitalario y residencial respectivamente. Además, hasta el 60% de los casos no están correctamente tratados. Por todo esto, “uno de los principales retos es la formación específica geriátrica del dolor de todos los profesionales sanitarios que atienden a las personas mayores en los diferentes ámbitos asistenciales (atención primaria, hospitales y residencias fundamentalmente)”, comenta.

Paralelamente, “hay que considerar al dolor como una constante más y, por lo tanto, evaluarla y actuar sobre ella si es necesario”. No obstante, el manejo del dolor en el anciano es complejo. “En muchas ocasiones su etiología es múltiple y la respuesta al tratamiento varía de manera considerable”, señala.

Por último, el doctor Pedro Gil, presidente de la SEGG, ha abordado la ponencia “Demencia y Dolor”, donde se ha puesto de manifiesto la importancia de sospechar y detectar el dolor en las personas con demencias graves. El experto también ha hablado de éste y otros temas relacionados en el contexto de “Geriactualidad 12”, un amplio programa formativo también enmarcado en el 54 Congreso de la SEGG. En sus seis horas de duración se han abordado asuntos tan importantes como la nutrición geriátrica, la fragilidad de las personas mayores, las caídas y osteoporosis en el anciano, la farmacología específica de esta población, el dolor crónico, el dolor neuropático, las guías de buena práctica clínica, los trastornos neuropsiquiátricos, la incontinencia o los factores de riesgo cardiovascular. “Geriactualidad 12” es el programa formativo con mayor acreditación del Congreso.

24 May 2012

La incidencia de demencia en los países menos desarrollados podría ser mayor de las estimaciones previas


Las estimaciones convencionales de la incidencia de demencia en los países de ingresos medios son demasiado optimistas, según uno de los mayores estudios sobre la incidencia de demencia hasta la fecha, que ha sido publicado en The Lancet.
Las nuevas estimaciones, generadas mediante un algoritmo de validación transcultural, sensible a más casos leves y moderados, indican que la incidencia de demencia en los países de ingresos medios puede ser similar a la de los países de mayores ingresos.
Este estudio proporciona evidencia de la hipótesis de la reserva cognitiva, según la cual un mejor desarrollo del cerebro puede mitigar los efectos posteriores de la neurodegeneración. Los hallazgos sugieren que las influencias tempranas, la educación, y aprender a leer y escribir, pueden ser particularmente importantes para la reducción del riesgo de demencia en la vejez, explica Martin Prince, del King College de Londres, quien dirigió la investigación. Prince añade que "la alta incidencia de demencia en los países menos desarrollados nos recuerda que estamos frente a una epidemia mundial".
Estudios anteriores, utilizando enfoques convencionales de diagnóstico, tales como el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, han indicado que la incidencia de demencia puede ser considerablemente menor en los países de bajos y medios ingresos, en comparación con los países de altos ingresos.
A diferencia de estos estudios anteriores, limitados a algunos centros, esta nueva investigación ha aplicado 'el diagnóstico de demencia según el algoritmo 10/66', así como los criterios estándar, a cerca de 12.800 personas mayores de 65 años de edad, en nueve zonas urbanas y rurales de Cuba, la República Dominicana, Venezuela, Perú, México y China, para comparar la incidencia de la demencia, y determinar si factores como la educación y la alfabetización protegen contra el desarrollo de esta enfermedad.
Las nuevas cifras indican que 'el diagnóstico de demencia según el algoritmo 10/66' muestra una incidencia de la demencia mayor que la calculada utilizando los criterios estándar.
Los autores concluyen que "los efectos protectores de la educación parecen extenderse a los ámbitos donde muchas personas mayores tienen poca o ninguna educación formal, y la alfabetización aporta un beneficio adicional independiente. Estos hallazgos apoyan la idea de que la reserva cognitiva puede contrarrestar los efectos de la neurodegeneración en la vejez.
En un comentario vinculado al artículo, Kathleen Hall y Hugh Hendrie, de la Universidad de Indiana, en los EE.UU., se preguntan que si el vínculo es importante, ¿por qué la incidencia de la demencia no es mayor en los países de medios y bajos  ingresos, que en los países de altos ingresos? Una de las explicaciones que sugieren es que la alta mortalidad asociada con la demencia es subestimada en los países de bajos y medios ingresos.

**EUROPA PRESS

12 April 2012

En 2050 se triplicarán los casos de demencia según un informe de la OMS


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado en un nuevo informe, hecho público este miércoles, que para el año 2030 se duplicarán los casos de demencia, pasando de los 35,6 millones de personas actuales a más de 65,7 millones de afectados. Sin embargo, las cifras serán aún peores en 2050, cuando se espera que se tripliquen los casos, llegando a los 115,4 millones de afectados en el mundo.
El informe, titulado 'Demencia: una prioridad de salud pública', destaca que se trata de una problemática que, aunque afecta a todos los países, en mayor medida (58%) se ve incrementada en las poblaciones de ingresos bajos y medianos.
Por este motivo, denuncia que, actualmente, sólo ocho países en todo el mundo cuentan con programas nacionales en marcha para hacer frente a la demencia. "Tenemos que aumentar nuestra capacidad para detectar la demencia temprana y proporcionar los cuidados de salud y sociales. Se puede hacer mucho para disminuir la carga de este trastorno", dice el doctor Oleg Chestnov, subdirector general de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OMS.

El tratamiento y el cuidado de las personas con demencia en la actualidad le cuesta al mundo más de 460.000 millones de euros por año. Esto incluye el costo de la atención sanitaria y social, así como la reducción o la pérdida de ingresos de las personas con demencia y de sus cuidadores.

Faltan diagnósticos

Para tratar problemas de demencia, la OMS recomienda que se pongan en marcha programas que se centren en mejorar el diagnóstico precoz, aumentar la conciencia pública sobre la enfermedad, reducir el estigma, proporcionar una mejor atención y más apoyo a los cuidadores.
El principal problema, señala el informe, es la falta de diagnóstico que es un obstáculo "importante", incluso en los países de altos ingresos. Cuando se hace un diagnóstico, a menudo se produce en una etapa relativamente tardía de la enfermedad.
Por otra parte, destaca que es "clave" el fortalecimiento de la atención. Al respecto, Chestnov denuncia que "los trabajadores de la salud a menudo no están debidamente capacitados para reconocer la demencia".
Asimismo, apunta a una falta general de información y comprensión acerca de la demencia. "La conciencia pública de esta enfermedad, sus síntomas, la importancia de obtener un diagnóstico, y la ayuda disponible para aquellos afectados son muy limitados. La información es vital para hacer frente a los bajos niveles de conciencia pública y entendimiento, y reducir drásticamente el estigma asociado a la demencia", afirma Marc Wortmann, director ejecutivo de la Asociación Internacional de Alzheimer.
Por otra parte, advierte que las personas que cuidan a una persona con demencia son particularmente propensas a los trastornos mentales, como la depresión y ansiedad, y sufren a menudo problemas de salud física. "Muchos cuidadores también padecen problemas económicos, ya que pueden ser forzados a dejar su trabajo, reducir su horario laboral, o elegir un trabajo menos exigente para cuidar a un familiar con demencia", añade el documento.
Entre las conclusiones, el informe recomienda la participación de los médicos en el diseño de programas para proporcionar un mejor apoyo a las personas con demencia.
*AGENCIAS

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