Más de 5 millones de españoles sufren el síndrome del ojo seco (SOS), un trastorno ocular que causa malestar, problemas visuales e inestabilidad de la película lagrimal con daño potencial en la superficie ocular, causado por “factores como el aire acondicionado, que comienza a utilizarse más ahora en el verano, o la contaminación pueden influir en su aparición”, según Margarita Calonge, catedrática de Oftalmología de la Universidad de Valladolid.
En general, los pacientes con este síndrome padecen irritación, sensibilidad a la luz, sequedad, dolor, sensación de arenilla, fatiga ocular, problemas para leer y/o sensación de quemazón. “Esta sintomatología dificulta muchas veces la realización de actividades cotidianas y puede provocar una disminución de la productividad laboral así como causar estrés”, ha señalado.
Según esta experta, se ha demostrado en algunos estudios que estos síntomas repercuten de manera importante en la función visual, el estilo de vida, el funcionamiento social y físico, la productividad laboral y la calidad de vida relacionada con la salud. “Los pacientes con SOS llegan a asemejar su calidad de vida a la de aquellos pacientes que tienen psoriasis”, ha asegurado.
Por ello, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas con esta patología, el IOBA y Allergan colaboran desde 2002 en un programa pionero centrado en la investigación de enfermedades inflamatorias de la superficie ocular, alergia y síndrome de ojo seco. El objetivo es la búsqueda de moléculas y la identificación de biomarcadores de actividad inflamatoria que puedan demostrar la eficacia de las terapias.
EL TABACO, INFLUYE
En general, este trastorno visual aparece con más frecuencia entre mujeres entre 40 y 50 años. “Tener una edad avanzada, la disminución hormonal en la menopausia, el alcohol y el tabaco, la exposición a ambientes adversos, medicamentos como los antihistamínicos, los diuréticos, los betabloqueantes o los antidepresivos, o enfermedades como la diabetes mellitus o el déficit de vitamina A pueden condicionar su desarrollo”, ha dicho Calonge.
Entre los diferentes tratamientos indicados para el síndrome de ojo seco, en primera línea se encuentran las lágrimas artificiales, que se administran de forma tópica y que actúan aliviando los síntomas más comunes. Éstas mejoran la irritación ocular y la visión borrosa, la sensibilidad al contraste visual y las manchas de la superficie ocular.
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